Las malas noticias literarias del 2012

Antes de publicar el próximo día 1 de enero los libros que más me han gustado del 2012, me gustaría reflexionar sobre lo menos bueno del año, ya que suele ayudar a poner en perspectiva, que suele perderse con tantas listas de los mejores del año que proliferan como los mosquitos en el verano.

He meditado mucho sobre si llamar a este artículo decepciones o malas noticias, lo dejo mejor en el segundo término ya que intentaré a bote pronto acordarme de aquellos hechos relacionados con la literatura y que han sido, o malas noticias, o decepciones o, simplemente no han sido lo que se podía esperar.

poemasRich-Las peores noticias desde luego han sido las de los fallecimientos de escritores; ya que, inevitablemente se nos ha privado definitivamente de su talento creativo; de entre todos ellos, quería destacar a Adrienne Rich, olvidada en casi todas las listas, pilar de subversión, buscadora de nuevas formas narrativas y que, aún no estando de acuerdo con sus ideas, siempre reconoceré su capacidad innovadora. Naturalmente no puedo olvidar en este pequeño homenaje a uno de los padres de la ciencia ficción, al simpar Ray Bradbury; ni a la poetisa polaca ganadora del Nobel Wislawa Szymborska, no demasiado conocida por estos lares, pero que es más que recomendable.

-Por otro lado, me gustaría destacar, las decisiones, respetables y razonables por la forma en que se han realizado, pero que no dejan de ser malas noticias ya que perdemos las plumas de Imre Kertész y Philip Roth, que han decidido “secar su tinta” para ya no sacar más libros; el legado que dejan es, sencillamente, excepcional; la suerte que tengo es que aún no me he leído todos sus libros y me quedan horas de diversión por delante.

-En cuanto al resto del año una de las grandes decepciones literarias y de la que hablé en profundidad en este blog en este artículo fue la “esperada” publicación del quinto tomo de “Canción de hielo y fuego” de George R.R. Martin, “Danza de dragones”, un libro, que no lo puedo llamar ya de transición, sino de caída total en el abismo de la mediocridad y el cliché.

-Resultó poco agradable constatar la baja forma de Daniel Pennac en “Diario de un cuerpo”, parece mentira que este mismo escritor hiciera las apasionantes aventuras de la “tribu de Malaussène”, verdadero paradigma de buena literatura y que, al paso que va, está entrando en una involución creativa bastante preocupante; desgraciadamente esto está ocurriendo en otros autores que han gozado de un cierto estatus y que, no sé si se han relajado o escriben simplemente por sacar dinero, pero no son lo que eran: Palahniuk, Cormac McCarthy, Javier Calvo

pennacdiario-Patético el compadreo que se está dando a nivel de redes sociales y otros medios entre ciertos escritores y editoriales que se enlazan unos a otros para darse bombo y platillo con el único criterio de su amiguismo, olvidándose aún más de los lectores y de la calidad de las obras.

-Deleznable la política editorial en la que se han enrocado las grandes editoriales tanto en la elección de escritores (hoy en día cualquier famosillo puede sacar un libro) como en la falta de criterio en la publicación de e-books, con precios abusivos y no acordes con la realidad imperante y que está haciéndoles disminuir el negocio; poca innovación y actitudes anacrónicas.

-Y cómo no, acabar con la tristeza que da ver cómo se reparten premios de una manera igualmente partidista y buscando únicamente la promoción de los libros que interesan a ciertas editoriales. El caso reciente de “Bahbelia” ha sido simplemente flagrante, cambiando reglas el medio de una votación para conseguir lo que buscaban; lástima la previsibilidad de ciertos premios como el Nobel, donde ha tocado asiático, y que el año que viene puede estar previsto una mujer porque hay que equilibrar, no debería ser este el criterio. Una puntita extra de amargura por la no presencia de Roth para recibir el Príncipe de Asturias y que sirvió como prolegómeno a su retirada literaria.

Y eso es todo, no ha sido tanto, han sido mucho más las alegrías y en el próximo post que ponga en el blog las veréis: los libros que más he disfrutado del 2012.

Policíacas Invernales

Se acerca el invierno, como diría uno que casi todos conocemos, y cómo no realizar una buena selección de novelas policíacas para esta época. Si el otoño ayudaba y estaba en consonancia con este género, no digamos lo que puede ser el invierno, al menos por el clima, aunque tengamos la alegría típica de las fiestas navideñas.

Es buen momento para acordarnos de autores poco comunes, quizá no hablemos de obras maestras, pero no todo tiene que ser excelso, hay que dejar cancha a otro tipo de novelas que enriquecen nuestras lecturas y consiguen que ganemos en capacidad lectora. Pasemos pues a estas recomendaciones:cruel_portada

Empiezo con el “Poesía Cruel” de Vicki Hendricks, es reseñable, en primer lugar, la forma, novedosa, de editar este libro; el editor de Es Pop Ediciones lanzó a través del portal Verkami un proyecto de “crowdfunding” para conseguir la financiación necesaria; consiste en ofrecer la edición a los lectores que quieran sufragarla y, al mismo tiempo, ofrecer recompensas de distinto valor según lo que aportes que compensen esta compra, aquí tenéis la web para echar un vistazo a las posibilidades que se ofrecían. De esta manera, aseguras que no tengas pérdidas en el caso de poder lanzarlo y, además, consigues adivinar cuál es el público potencial y seguro que está siguiendo esa colección en particular. En este caso (no siempre se consigue) las aportaciones sobrepasaron con creces lo necesario y así tenemos el libro en cuestión. En cuanto al contenido tenemos un “hardboiled” muy negro, con una protagonista femenina, la carismática prostituta Renata (“Algunos hombres solo quieren tu coño, otros quieren tu alma también. Yo solo vendo el coño… y es caro”), que es la verdadera alma de la novela caracterizada por escenas subiditas de tono casi en cualquier página que pases y un lenguaje a la altura de las circunstancias; para conformar un trama sencilla de seguir, ligeramente previsible, donde no importa tanto lo que ocurra como lo que cada personaje aporta a ella. En conclusión, erotismo a raudales (ríete tú de “50 sombras…”) y bajos fondos de amoralidad latente, razonable novela policíaca cargada de pasiones irrefrenables que solo pueden desencadenar desgracias.

el-caso-n-gustro-9788490063460El siguiente va a ser “El caso N’Gustro” del francés Jean Patrick Manchette, ha pasado mucho tiempo desde que RBA publicó la impresionante “Nada”, de hecho fue casi al principio y ahora hay más de 200 números; no ha gozado de mucha continuidad, pero por fin podemos ver una nueva novela suya, en este caso la primera que hizo individualmente y una de las novelas que dio inicio al neo-polar francés; Manchette asumió que el intento revolucionario de 1968 había fracasado y dio un giro radical que se confirmó con “Nada”: la necesidad de subvertir el orden capitalista estaba clara y centró los ataques en la izquierda incapaz, desactivada institucionalmente y al servicio del estado, telón de fondo de brutalidad y con la policía como brazo armado para ejecutarla con violencia. Todos estos temas están presentes en la novela que comenté primeramente, de incomparable sentido social y lucha anticapitalista con sentido autocrítico; la figura de Henri Butron, ultraviolento personaje (“siempre ha habido en mí una violencia que da pavor”) es la encarnación de esta lucha y la víctima del control estatal en un relato que juega con la no linealidad temporal (alternando entre el pasado y el presente) además de jugar con un humor muy negro y con la ironía de cada momento. Un estupendo relato, muy muy hardboiled, doloroso y reivindicativo.

la-hija-del-tiempo-9788490063330La última recomendación, a pesar de lo atípico, es “La hija del tiempo” de Josephine Tey, y la llamo atípica por dos motivos principales que hay que entender antes de afrontar su lectura: el primero de ellos es que se trata de una novela detectivesca pura y dura, más en la línea de Agatha Christie y el “Detection club” que en la de los Thompson, Chandler y compañía; la segunda consideración está relacionada con la trama histórica, es tremendamente exhaustiva en su exposición de la Inglaterra del siglo XV y se convierte, prácticamente, en un conglomerado de tramas palaciegas de la época. No en vano, casi al principio del libro, en una conversación entre un convaleciente Grant  y Marta, se establece la base de la novela: “-Sí, ya me figuro. Pero, ¿qué quieres averiguar sobre Ricardo III si no hay ningún misterio que investigar? -Quiero saber qué le ocurrió. Es el misterio más profundo con el que me he topado últimamente. ¿Qué le hizo cambiar casi de la noche a la mañana? Hasta el momento de la muerte de su hermano parecía una persona ejemplar y sentía devoción por Eduardo”. No podemos obviar el hecho según el cuál Grant estará postrado en cama durante toda la narración y se dedicará a desentrañar los misterios más recónditos de los personajes relacionados con Ricardo (sí, es el de “Mi reino por un caballo”) para, llegado el caso, demostrar o no su inocencia. A pesar de la falta de acción y de la, a priori, profusión de datos históricos, se lee con facilidad, muy fluidamente, y no resulta tan anacrónica como podría pensarse al principio; me quedo quizá con esta conclusión que el detective saca: “-No pienso volver a creerme nada de lo que lea en un libro de historia mientras viva.” Esto alienta mi necesidad de tener espíritu crítico cuando lees cualquier texto, espíritu que, últimamente brilla demasiado por su ausencia.

¡Feliz Navidad con libros!

No podía dejar pasar la oportunidad de felicitar las navidades a los lectores de este blog, que, aunque sean pocos, desde luego son escogidos.

Se puede ver en la portada la imagen del Nacimiento que tenemos puesto en casa, una imagen navideña y con la que os hago partícipe de nuestra alegría para el año que viene.

Os pongo una foto de las últimas adquisiciones y aprovecho para recomendar alguna de ellas para estas fechas, aunque todavía no las haya leído pero puedo asegurar que van a cumplir su cometido.

2012-12-15 16.27.08

Mi primera recomendación es una recopilación de relatos ambientados en la Inglaterra costumbrista de comienzos del siglo XX, “Navidades en Cold Comfort Farm” de Stella Gibbons es un conjunto de historias cortas con los protagonistas de las dos anteriores novelas que ya hemos visto publicadas por aquí “La hija de Robert Poste” y “Flora Foste y los artistas”, con el acicate de ser, además, navideñas; nos puede ofrecer historias clásicas, muy divertidas y chisposas, un entretenimiento sano garantizado.

El segundo, aunque no aparezca en la foto, me va a caer en Reyes; es otra recopilación, la de los “Cuentos completos de Navidad” de Charles Dickens, con todos los que hizo el imprescindible escritor inglés para esta época y que viene muy a cuento para conmemorar el bicentenario del nacimiento del británico. ¿Hace falta defenderlo a estas alturas? Es tan necesario que toda persona debería tenerla en su casa.

El siguiente ya es algo más personal; con motivo del estreno de “The perfect American” de Philip Glass en el Teatro Real en Enero se acaba de publicar en España el libro homónimo que ha inspirado la obra en cuestión. Escrita por Peter Stephan Jungk, su lectura promete una visión muy distinta de la que tenemos en la cabeza del siempre interesante Walt Disney, espero que, desde luego, sea amena y, por qué no, enriquecedora como todo aquello que trastoca un canon establecido.

Y para acabar, algo más transgresor, dos predilecciones mías en cuanto a novela de género; para los amantes del terror, Valdemar acaba de sacar una edición con una espléndida recopilación de textos de los últimos 25 años, “Miedo en el cuerpo”, que asegura escalofríos y miedo del bueno para los grandes aficionados como yo. Y para los amantes de la novela negra de calidad, Sajalín nos trae la última de Edward Bunker, “Little Boy Blue”, hardboiled del más radical y muy bien escrito.

Eso es todo por ahora, a principios de año pondré la lista de lo que más me ha gustado este año que, por lo que estoy viendo no coincide casi con nada de lo que hacen en distintos periódicos y blogs… eso me llena de satisfacción, hay que reconocer que va a ser muy personal.

¡Feliz Navidad!! ¡Qué pases unos días muy entrañables con vuestras familias!

“Los libros del 2011 que más me gustaron”

Aprovecho el momento, casi fin de año, para recuperar la recopilación de los libros que más me gustaron que hice el año pasado y así luego referenciaré a los de este año. Así que, sin más dilación, aquí está:

Estamos en el momento, final de año, llegan las tan temidas listas, listas de todo lo que ha ocurrido durante el año: lo peor, lo mejor, lo más divertido, lo más popular… tenemos para todos los gustos. Dentro de este “subgénero” están, naturalmente, las listas de libros, que suelen ser aún más monótonas que el resto, por la sencilla razón que las hacen los críticos y nunca coinciden con los gustos de la mayoría, huyendo de los best-sellers como si fueran la peste. Curiosamente mucha gente las sigue y se pueden llegar a decidir por comprar libros un poco diferentes de lo habitual.

A nivel editorial  ha habido de todo, en primer lugar es de destacar la irrupción a mayor escala de los lectores de eBooks, sobre todo con el lanzamiento justo antes de Navidad del muy conocido lector de Amazon en España, si a eso sumamos que, tanto la Casa del Libro como la Fnac han sacado sus propios lectores con precios bastante competitivos, entonces estamos hablando de un verdadero avance; mucha gente va a comprar lectores de eBooks estas navidades y los va a complementar con tablets, que van a ser, probablemente, el regalo estrella. Las editoriales están, sin embargo, actuando con cautela y lentitud, el fondo editorial sigue siendo pequeño y el precio poco ajustado, originando  que los lectores que compraban libros de papel no inviertan en electrónicos ya que los pueden conseguir por otros medios. En cualquier caso, el 2012 puede ser un punto de ruptura que habrá que seguir.

En segundo lugar, en cuanto a la publicación en papel, las grandes editoriales siguen siendo bastante conservadoras en su catálogo, sacan libros de todo tipo en multitud de sellos e intentan asegurar beneficios, así tenemos el caso de Random House Mondadori y Planeta, es reseñable la maravillosa y completísima colección de novela negra de RBA que se ha estabilizado definitivamente y está sacando de todo: nuevas novelas, clásicos, reediciones, etc. Más interesante ha sido el año en el caso de las editoriales más pequeñas, que arriesgan e intentan hacer algo distinto, apuestas como las de Alpha Decay o Blackie Books son interesantes, abogan por autores jóvenes en el caso de la primera o libros diferentes en el caso de la segunda. Te puede gustar más o menos pero hacen algo innovador y, a veces, aciertan con alguna joya desconocida. Ha habido otras tantas de este estilo que están siendo, además de acertadas, más regulares, como por ejemplo Impedimenta con un listado delicioso  y una edición muy cuidada, o Libros del Asteroide, Sajalín Editores, Nevsky Prospects, Valdemar, EsPop ediciones, Salto de página, Papel de Liar, Ático de los libros, etc… que están publicando un catálogo más reducido pero de una calidad indudable. Como siempre, la literatura de género en sus variantes de terror y ciencia ficción está un poco abandonada, saliendo sólo lo menos arriesgado, pero bueno, confiemos en que el año que viene vaya un poco mejor y que se anime alguna más aparte de Valdemar.

Después de todo esto entremos en faena, ¿cuáles son los libros más cool que hemos tenido en este año 2011? Cool puede aplicar a lo que queramos, así que la lista puede tener best-sellers, reediciones, libros de otros años, clásicos… y con mi único criterio personal. Espero que os guste.el-ultimo-buen-beso_james-crumley

“El último buen beso” de James Crumley. RBA comenzó el año a lo grande con la recuperación de esta novela. “El discurso intelectual está muy bien tío, pero en mi negocio lo que abunda es la violencia y el dolor”, así se las gasta C.W. Sughrue, el atípico (ex militar, alcohólico, drogadicto y mujeriego) buscador de personas desaparecidas. Tenemos aquí una novela negra muy dura donde la sociedad, en franca decadencia, aparece relatada con toda la sordidez y amargura de la que es capaz: las consecuencias de la guerra, el mundo de la pornografía, las venganzas, las relaciones malsanas, los vicios,.. eso sí, con una prosa muy muy elegante. Esto es literatura, sin más, te gustará si te gusta leer un buen libro, independientemente de si es de género o no. Un clasicazo que no nos vamos a cansar de recomendar.solaris

“Solaris” de Stanislaw Lem. Lo de la editorial Impedimenta es tan colosal que siempre nos quedaremos cortos. En este caso cogieron el clásico del escritor polaco y reeditaron, en nueva traducción directa desde el polaco,  por primera vez la imprescindible obra de ciencia ficción. Una obra que va más allá de la ciencia ficción, representando con toda claridad la psicología humana.

violación“Violación, una historia de amor” de Joyce Carol Oates. La editorial Papel de Liar está haciendo una labor excelente publicando estas pequeñas historias góticas y siniestras de la gran escritora norteamericana. La violación en grupo de una madre en presencia de su hija desencadenará una espiral de acontecimientos tanto entre la violada y su familia como entre los violadores y todo el pueblo. Nos brinda con una de esas historias que te dejan sin aliento, que te desbordan y que está escrita con una intensidad y una tensión narrativa sin igual. Qué relato, es imposible no sentirse roto al leerlo, pero qué lectura. Es obligatorio leer a Oates. Una obra para sentir.

“Los amigos de Eddie Coyle” de George V. Higgins. Gracias a Libros del Asteroide gozamos de la recuperación de una de esas novelas en la que se conjugan todas las virtudes que sirvieron para construir la novela Los amigos de Eddie Coylenegra más negra. La trama importa, pero no tanto como todo lo que la rodea. Los hechos se suceden de manera vertiginosa, el hampa, los bajos fondos con su sordidez, quedan perfectamente reflejados con diálogos chispeantes, fluidos, llenos de humor y de drama al mismo tiempo. Una de las más grandes del año. Estamos de enhorabuena.

zorros“Los zorros vienen de noche” de Cees Nooteboom. Como ya comenté en esta reseña, en esta recopilación de relatos cortos que cada historia es una pequeña obra de arte. Tomando como hilo conductor algo relacionado con la fotografía se originan en los personajes reflexiones con respecto a los recuerdos, la nostalgia, la vida y la muerte. Su prosa produce sensaciones indescriptibles, un placer para los sentidos.

“Todo oscuro, sin estrellas” de Stephen King. La última recopilación de cuentos cortos del Sr. King es de las mejores que ha hecho en mucho tiempo. Cuatro historias en las que lo todo-oscuro-sin-estrellas-de-stephen-kingsobrenatural es simplemente anecdótico y lo que importa de verdad es el verdadero terror que puede causar el propio hombre. Como dice en su epílogo el propio escritor “poner a gente ordinaria frente a situaciones extraordinarias”. Son historias de bastante dureza, apelando a los bajos instintos. Stephen King está en plena forma.

“El callejón de las almas perdidas” de William Lindsey Gresham. Sobre una premisa que recuerda a “La parada de los monstruos” de Todd Browning en su comienzo y que luego se decora con elementos del más puro “hardboiled” a lo Jim Thompson, el malogrado escritor  construye una novela que cuenta la historia de un l-callejon-de-las-almas-perdidasaprendiz de mentalista que trabaja en un circo de “freaks” y que intenta prosperar en la vida combinando su capacidad con los timos. Lo onírico se alterna con lo real, los flashbacks con el momento presente, evolucionado los personajes mediante el monólogo interior. Estilísticamente excelsa. Lirismo y crudeza se mezclan a partes iguales.  Muy amarga pero muy recomendable.

“Ventajas de viajar en tren” de Antonio Orejudo. Cierto que este año la novela que se ha publicado del grandísimo escritor español es “Un momento de descanso”, pero nos apetecía recomendar más esta, que, aunque fue publicada en el año 2000, Tusquets la ha recogido en su catálogo en este mismo año. Estamos ante una de esas novelas que es un ejercicio de estilo en sí, lo real se mezcla con lo ficticio. El autor es capaz de cambiar de narrador, de alternar flashbacks con cartas y con historias presentes. Toda la novela es sumamente original y una total virguería. Una buena forma de conocer uno de los mejores narradores actuales.ventajas-de-viajar-en-tren

“El dinero de los demás” de Justin Cartwright. El libro trata sobre la crisis bancaria y los personajes que rodean la caída de un banco británico privado y las consecuencias que traerá, a los periodistas que investigan el posible fraude, pasando por un escritor que recibía financiación del banco y a la propia familia que sustituye en la dirección del banco al patriarca. Relata con mucho humor todos los entresijos de la situación, con las trampas, dinerodemas_bajaengaños, dinero fantasma,… elaborados por los poderes fácticos para seguir manteniendo su estatus a pesar de la catástrofe económica. Está espléndidamente narrado y aprovecha para hacer una sátira sin compasión. Qué libro nos brinda la editorial Ático de los libros, tan necesario como imprescindible.

“El lunes empieza el sábado” de los rusos Boris y Arkadi Strugarski. Es una atípica novela de ciencia ficción mezclada con fantasía. Aunque le cuesta un poco empezar, es simplemente maravillosa, diferente y, sobre todo en su parte final, está lunessábadoestupendamente escrita. Además contiene mensajes de todo tipo de los autores referentes al régimen imperante en la época en que la escribieron pero tratados con humor. Fantasía a raudales. Ciencia ficción de la que nos falta. Qué buena recuperación de Nevsky.

casa-desolada“Casa desolada” de Charles Dickens. Sí, no es de este año, pero si hay que recuperar un clásico este podría ser un buen ejemplo, voluminoso eso sí. En el excelente prólogo de la no menos excelente edición de Valdemar se dicen varias de las virtudes del escritor: “Lo genuinamente dickensiano: su estilo, la densidad de sus motivos, la psicología de sus personajes, en definitiva, el poder inconmensurable de su palabra.” Aquí creó una novela perfecta, en casi todos los aspectos, no hay maniqueísmos, no hay infantilización, lo tenemos en su madurez, con un estilo elegante e inconfundible. Quizá la obra más completa y perfecta del gran autor inglés.

Diez motivos por los que amar a Aloysius X. L. Pendergast.

Los autores Douglas Preston y Lincoln Child son el paradigma de cómo se tiene que hacer un thriller best-seller, ya comenté en este artículo (enlace) el primer libro de la saga que han empezado con el personaje Gideon Crew; sin embargo, lo que les ha dado fama internacional y su mayor éxito son las historias protagonizadas por su inefable agente del FBI Aloysius X. L. Pendergast, donde han demostrado una creatividad y un saber hacer muy por encima de la media habitual en este tipo de productos.sangrefría

Los autores son tremendamente activos, estoy suscrito a sus correos electrónicos y los dos últimos son muy interesantes. Se han dedicado a preguntar a sus seguidores en Facebook las características que hacen de Pendergast ese tipo inusual, con un “What Makes Pendergast Different?”. Y a partir de ahí, en dos correos han mandado un “top ten” de características, aclarando que el orden es totalmente aleatorio y sin ningún criterio. Pasemos entonces a detallar estas diez características atípicas:

  10. Su deslizante manera sureña de arrastrar las palabras al hablar, uno de sus fans en facebook hizo la siguiente comparación tremendamente sensorial: “como un dulce de chocolate caliente sobre crema helada de vainilla.” 

 9. Su desdén por el poder establecido y las rutinas burocráticas. Hace lo que cree necesario para conseguir que se hagan las cosas, saltándose las reglas establecidas. 

 8. El oscuro pasado de sus antepasados familiares. Hay tantas figuras peculiares acechando en su estirpe, con sus propias historias de fechorías, comportamientos extraños, criminalidad, hasta locura…, desde luego uno no puede aburrirse con ellos. 

 7. Su “ajuar” de objetos lujosos (en inglés utilizan el slang “bling”); compuesto por ejemplo por su Rolls Royce Silver Wraith de 1959,  el Les Baer personalizado del calibre .45,  un apartamento en Dakota, sus trajes negros; se preguntan ellos “¿necesitamos continuar?”. 

 6. Su cortesía y lealtad; es un hombre de otra época, cuyas maneras de pre-guerra presentan un mayor contraste, si cabe, con nuestra edad moderna, imprudente y chabacana. Aunque puede ser increíblemente ofensivo si se enfada,  normalmente es el epitome del refinamiento, encanto y cortesía de una antigua escuela. Es extremadamente celoso con su intimidad y es muy difícil conocerle enteramente, pero, una vez que te introduce en su reducido círculo de amistades, es profundamente leal y arriesgará su propia vida para salvar la tuya. 

5. Su apreciación de las cosas hermosas que nos da la vida. Los mejores vinos, las más elegantes corbatas de seda, los platos mejor elegidos, los materiales más difíciles de encontrar, los exclusivos sastres ingleses…. 

 TwoGraves-revise4. Su maestría en disciplinas esotéricas orientales. El misterioso uso que hace Pendergast de la arcaica disciplina mental budista tibetana conocida como Chongg Ran y, en particular, convirtiendo algunos de sus aspectos en un sistema inmensamente potente de analizar las evidencias (lo que él llama “cruce de recuerdos”). El Chongg Ran ha despertado una intensa curiosidad entre los lectores por sus secretos estrechamente guardados, solo transmitidos boca a boca de profesor a alumno, nunca puestos por escrito. 

 3. Su clase. Pendergast es único en su estilo; no importa lo seria o peligrosa que sea la situación que se desencadene, nunca (o casi nunca) se siente desconcertado. 

 2. Su característica manera de frasear: “You did not misunderstand me. I lied.” (“No me entendiste incorrectamente. Mentí”).

“I can see that an insufficient, or perhaps even defective, socialization process has led you to believe that four-letter words add power to language.” (“Puedo observar que un insuficiente, o quizás incluso defectuoso, proceso de socialización te ha llevado a creer que las palabras de cuatro letras añaden fuerza al lenguaje”). 

Y miles de frases peculiares o excéntricas que caen de sus labios: y que confunden, divierten o causan la ira de sus oyentes…. 

Esta propiedad es más distinguible en inglés, donde el contraste es aún mayor que en la traducción, evidentemente. 

 1. Y, finalmente, su apariencia. Nuestros lectores parecen fascinados por sus ojos plateados, pelo rubio platino, pálida piel y rasgos reminiscentes de una canica cincelada, sus largos y delgados dedos y su modo de moverse como un felino. Muchos fans han creado excelentes retratos de él y se han mantenido incontables discusiones intentando dilucidar qué actor podría encarnar mejor el papel en el cine.

Y con este último argumento finalizaba la lista. La verdad es que sirven para realizar un perfil bastante completo de este enigmático y cautivador personaje, heredero de la literatura pulp, epítome de la cultura popular. Es una buena manera de saber si, si te parece atractivo, puede ser interesante empezar una saga que no da más que buenos momentos.

“Hermana mía, mi amor” de Joyce Carol Oates

del-boxeo-joyce-carol-oates-L-gUTtI7 Cuenta Joyce Carol Oates en su ensayo sobre la disciplina pugilística “Del boxeo”:

 “Lo cual nos retrotrae a la paradoja del boxeo; su obsesivo atractivo para muchos que encuentran no solo un espectáculo que comporta sensacionales proezas de destreza física sino también una experiencia emocional imposible de comunicar con palabras; una forma de arte, como lo he sugerido, desprovista de análogo natural en las artes; por supuesto también es primitiva del mismo modo en que pueden considerarse primitivos el nacimiento, la muerte y el amor erótico, e impone nuestro reticente reconocimiento de que las experiencias más profundas de nuestra vida son acontecimientos físicos, aunque nos consideramos, seguramente somos, seres esencialmente espirituales.” 

La gran escritora norteamericana consigue que, un deporte que no me atrae nada, se haga interesante, es una gran cualidad que redunda en toda su abundante obra. Ese equilibrio entre lo espiritual y lo físico, y de lo físico como originador de las experiencias más profundas de nuestra vida está presente en “Hermana mía, mi amor”, su última obra publicada en España.

Para esta obra la escritora tomó como referencia el caso real de JonBenét Ramsey, una reina de belleza infantil que fue hallada muerta en el sótano de la casa de sus padres ocho horas después de haber sido denunciada su desaparición y tras la aparición de una nota de rescate. Toma estos hechos de partida y los extrapola a una familia de su creación donde la niña es “Bliss” Rampike, icónico nombre que significa “dicha, felicidad” puesto por su madre a posteriori.

Para dotar de vida al relato utiliza el testimonio de su hermano, el disfuncional Skyler Rampike, que realiza la narración en perspectiva una vez que ha cumplido veinte años y está encerrado en una institución psiquiátrica; Skyler padece, entre otras muchas cosas, SRC (síndrome repetitivo compulsivo), que el mismo define como “mi necesidad de repetir, reconsiderar y revisar hasta la saciedad determinados episodios de mi pasado y del pasado de mi hermana”.

La elección de este narrador es muy sintomática de por dónde nos quiere llevar Oates, como él mismo comenta: “Y como corresponde, este documento no será cronológico ni lineal sino que seguirá un camino de asociaciones espontáneas organizadas por una lógica interior férrea (aunque imperceptible), nada literario, un relato sin pretensiones, de una tosquedad desarmante de aficionado  […]”, es totalmente consciente, además de que algo no está bien en su cabeza (nunca volví a ver a mi hermana y el pelo se me cayó a puñados, cuando creció de nuevo, creció mal. Y había algo en mi cabeza que también estaba mal”).

A través de este narrador tan poco fiable construye un relato postmodernista donde la prosa fluye fabulosamente de una manera discontinua con constantes saltos narrativos en tiempo y espacio, y con una profusión de notas a pie de página (a lo David Foster Wallace) que constituyen un subtexto en el que se desenvuelve el Skyler adulto y que complementan al niño; según las leemos no somos conscientes de su importancia hasta un momento en el que, en una de ellas, comenta sobre los vídeos de su hermana en internet: “[…] es el vídeo que probablemente verán ustedes de ella si entran en alguna página de las numerosas páginas de Internet sobre Bliss Rampike, porque en algún lugar del ciberespacio el vídeo se está poniendo sin descanso. ¿Es esa nuestra inmortalidad? ¿No es Cielo, si es que alguna vez ha existido, sino la posibilidad de que en algún sitio, alguien, quién sabe quién, quién sabe con qué motivos, compasivo, morboso, <<simplemente curioso>> , se baje nuestros momentos más heroicos, trágicos, humillantes, para ponderarlos como si pudieran tener algún significado?”.

portada-hermana-mia-mi-amor¿Es Skyler el que nos habla o es la propia Joyce quien se refiere a nosotros? O mejor aún, ¿y si “Skyler Rampike no era, como mucho, más que una nota a pie de página”,  qué crédito podemos dar a esta narración y, aún más, al postmodernismo?; ya que, como comenta más adelante: “Sin embargo, ¿y si el argumento de la propia vida es una trama imperfecta, episódica? ¿Y si la propia vida carece de probabilidad y de necesidad?”, ¿no es acaso el postmodernismo lo más parecido a la vida, a nuestra vida, y al habla un niño con problemas psicológicos? ¡Qué esfuerzo hace un escritor por escribir un texto postmodernista si lo puede hacer, sin embargo, cualquier niño!.

Consciente de este juego según avanzan las páginas, en un nuevo texto dentro del texto original vuelve a comentar: “¿Piensan que no soy capaz? ¿Piensan que yo, Skyler Rampike, empapado en Ironía, resentimiento y sandfraud crónica como un calamar envuelto en tinta, no puedo dejar de lado las estrategias postmodernistas de la “ficción narrativa” para cambiarlas por las emociones ingenuas, crudas, palpitantes, de la mera “narración”?”

Independientemente de estas disquisiciones, de esta sátira que puede esconder al postmodernismo como movimiento, el libro funciona a todos los niveles; consiguiendo, tanto en el estilo y estructura formal, como a nivel emotivo  y crudo de la ficción narrativa, un lujazo que en su parte final y tras un sorprendente giro, empatiza con el lector, y todo ello gracias a volver al presente, al Skyler adulto y en boca del pastor Bob:

 “Porque si bien no creo en gran cosa, sí “creo” en la humanidad y en nuestra necesidad de “creer”, que es una necesidad como el hambre. Y aunque no soy lo que se llama un hombre feliz, dispongo del poder de hacer felices a los otros”.

En esta expiación final del personaje y su correspondiente epifanía aprendemos que, quizá, no estemos aprovechando del todo nuestras vidas:

“Como el pastor Bob decía irónicamente: “Celebra lo que tienes. Puede que pase algún tiempo antes de que se presente otra ocasión”

Es la hora de que nos demos cuenta, hay que seguir avanzando y dando gracias por todo lo que tenemos, no es poco. Gracias Joyce por ofrecernos otro libro imprescindible.

Las mujeres protagonizan diciembre

2012 Reading Challenge

2012 Reading Challenge
Mariano has
completed his goal of reading 120 books in 2012!
hide

 

Se suele decir que una imagen vale más de mil palabras, en este caso esta imagen representa mucho de por sí.
En efecto, como se puede ver, he superado el exigente reto lector que me había puesto este año a estas alturas, y caerán más hasta que acabe el año. No está mal pasar de 120 libros y con más de 38000 páginas leídas..

En otro orden de cosas, el resumen de las lecturas de noviembre es el siguiente: empezó el mes con esas pequeñas joyitas de terror de las que hable aquí, esos “Miedos de medio minuto” resultaron una gratificante mezcla; al mismo tiempo alternaba con la lectura en su lengua original de una obra maestra del gran Coetzee, “Foe”, paradigma de novela postcolonialista y que en tan pocas páginas es jugosa como pocas en sus múltiples interpretaciones y visiones; mientras finalizaba “Escucha esto” del que hable aquí  y que daba los coletazos desde el mes anterior, empezaba y disfrutaba con deleite el cuento gótico de Shirley Jackson “Siempre hemos vivido en el castillo”, una lectura compleja y sugerente, una pequeña delicia, por lo corta que se hace; la ración mensual de Impedimenta estuvo ocupada por el fantástico “Caída y auge de Reginald Perrin” del que ya hablé largo y tendido por aquí  y que fue un momento de diversión genial; Muriel Spark tuvo sus momentos de gloria con “El asiento del conductor” y “Memento Mori” que comenté conjuntamente en este enlace; King volvió a emocionarme con una nueva entrega de las aventuras del pistolero en “El viento por la cerradura”, y aproveché para hacer un comentario sobre él; también hubo tiempo para novela negra con el irregular aunque estimulante “Poesía Cruel” de Vicki Hendricks.

Entre las últimas adquisiciones aquí tenemos una buena muestra… me esperan, desde luego buenas lecturas, es indudable.

2012-12-04 20.45.41

Parte del mes de noviembre y principios de diciembre ha estado centrada en “Hermana mía, mi amor”, libro que, seguro, va a estar en mi recopilación de lo que más me ha gustado del año, gracias a Joyce Carol Oates. A partir de ahí, muchas mujeres van a ocupar diciembre; me esperan “La abadesa de Crewe” de Spark, “El libro de los cuentos negros” y “Posesión” de A.S. Byatt, “La hija del tiempo” de Josephine Tey y el “White Teeth” de Zadie Smith; puede que también el “Cuando sale la luna” de Gladys Mitchell o el último de Starobinets… grandes escritoras para un mes que acabará en la Navidad, con sus compras hasta en estos tiempos de carestía.

El próximo balance será el del año que hemos tenido, que será a principios de enero, como se merece, con bombo y platillo, por si a alguien le sirve para regalar en los Reyes Magos.

“El maestro nunca se fue”

cerradura

En un futuro no muy lejano llegará el momento en que el Sr. King será estudiado en las universidades; no soy el único que lo piensa; estamos ante quizá uno de los mejores fabuladores vivos, un story-teller magnífico, un creador infatigable con un canon literario de indudable calidad, significación e influencia.

En el último libro publicado, “El viento por la cerradura”, recupera los personajes de su inmensa y muy personal obra dedicada al pistolero Roland “La torre oscura”, inconmensurable serie de siete libros que ahora se completan con este que debería ser ubicado, según las palabras de King entre “Mago y Cristal” y “Lobos del Calla”, más o menos el 4.5.

En este compendio de historias de la tierra media pone en voz de Roland las siguientes palabras: “No hay nada como una historia en una noche ventosa cuando la gente ha encontrado un lugar caliente en un mundo frío”. Ese es el sabor que, autoconsciente de ello, nos hace sentir al leer cada historia suya.

Sin embargo, el ser archiconocido a nivel mundial, suele desencadenar una serie de prejuicios o tópicos que al final casi se convierten en reglas establecidas, paso a relatar algunos de los más extendidos:

“Stephen King no sabe acabar sus libros, los empieza muy bien, tiene buenas ideas, pero los finales son muy malos”. Esta afirmación tiene su base, está bastante ligada al proceso creativo que utiliza este escritor y que relata en su imprescindible “Mientras Escribo”(2000), ensayo autobiográfico en el que comenta cómo normalmente parte de una idea y a partir de ahí deja que se desarrollen sus personajes, les deja hablar, no es nada programático, no sabe cómo va a acabar; no es Follet, por poner la antítesis, que crea un guión de cincuenta páginas que luego desarrolla, todo está atado de antemano. Unos finales pueden quedar mejor que otros, pero siempre resultan interesantes.

Martin A. La Regina

“Ya no escribe igual que al principio, los primeros sí que eran buenos libros, ahora solo busca dinero, está cansado”. Este argumento es muy divertido, ya que a estas alturas, King ha ganado tanto dinero que no haría falta que escribiera nada; sigue siendo uno de los escritores que más vende año a año, además de derechos de películas, etc. Eso solo bastaría pero es que a este autor le gusta, de hecho comenta también en el ensayo anteriormente mencionado que dedica todos los días como mínimo cuatro horas a leer y cuatro horas a escribir, es entendible entonces que pueda escribir uno y dos libros al año sin dificultad, desmitificando el otro hecho de la utilización de “negros” para sus novelas. En cuanto a la calidad de sus últimos libros, también podemos concluir que es ciertamente excelente, si miramos por ejemplo “La cúpula” o “22/11/63” puedo asegurar, sin mucha probabilidad de fallo, que les van a encantar a un 95% de la población, siendo conservador.

“Es mejor el King de los relatos cortos, las novelas son muy pesadas”. Sinceramente, estamos antes un escritor que es capaz de ofrecer lo mejor tanto en novelas cortas, como en largas. De las cortas, es cierto que en “Todo Oscuro, Sin Estrellas” recopilación de cuatro relatos,  es tan buena, que es difícil no estremecerse con lo que refleja en esos relatos,; solo recordar la perfección insana que suponía “1922” o ese relato tan perverso llamado “Moralidad”  incluido, casi como una cara B, junto a “Blockade Billy” no me extraña que haya alguno que comentara lo anterior; aún así, las novelas no desmerecen este buen hacer, ya he comentado alguna de las anteriores como ejemplos de excelencia.  También alguna vez se ha comentado que las novelas escritas con su seudónimo Richard Bachman son mejores; yo no diría que son mejores, son distintas, ofrecen un King que arriesga, que intenta cosas aún más alejadas de lo que hace habitualmente, y lo bueno, es que, en varias ocasiones, lo consigue.

4º Uno de los prejuicios mayores es encasillarlo en el género del terror y sobre todo en la novela de género. Lo primero le sirve a los que no les gusta ese género para denostarlo, la mayoría de las veces sin examinar la composición de su obra, que es bastante ecléctica, jugando con la novela de ficción, sin ser terror, el ensayo, los cuentos o narraciones breves, historias costumbristas, etc, hay un King para casi cualquier persona; de hecho todavía hay gente que se asombra cuando le comento que “Cadena perpetua” o “Cuenta Conmigo” están basados en relatos del escritor norteamericano. El segundo prejuicio que comenté tiene que ver con los “críticos serios” que todavía siguen denostando la novela de género a favor de otras obras que son consideradas “serias” y/o “literarias”. Estoy convencido, de todos modos, de que estás fronteras se están diluyendo y  estamos más cerca de lo que comenté al principio del artículo.221163

Todo esto ha venido por su último libro, citado anteriormente, y del que me llevo una sensación estupenda ya que, en un alarde de estilo, la historia que sirve de origen desencadena otra historia que, a su vez, cuenta otra más, la que da el título al libro. Una cumbre de la metaficción que le sirve, en la conclusión, para dar de un plumazo un broche de oro a Roland, arrancándonos prácticamente las lágrimas con una sutileza maravillosa y, al mismo tiempo, resolver un tema, como es el de la madre del pistolero.

No es casualidad cuando al empezar a contarla otro de los personajes comenta que “Las historias tienen la habilidad de llevársele a uno lejos. O sea, si son buenas”. En el caso de King esto se cumple con creces. No nos olvidemos de que la literatura es para disfrutar, y eso, el de Bangor lo sabe muy bien: “Una persona nunca es demasiado vieja para nutrirse de historias, Bill. Hombre y niño, niña y mujer, nunca somos demasiado viejos. Por ellas vivimos”

Gracias a las historias vivimos, qué espléndido colofón para este gigantesco creador. Sigamos deleitándonos.

“El asiento del conductor” y otras obras de Muriel Spark

cubierta.inddLos años cincuenta en Gran Bretaña supusieron un cambio radical a la situación establecida anteriormente, era la post-guerra; y, a pesar de que se encontraban entre los ganadores del conflicto bélico, también eran cada vez más conscientes de que la posición de dominancia que pudieron tener en el pasado había cambiado; los actores eran otros y esto se reflejó, como no podía ser de otra manera, en las obras literarias.

Muchos de los escritores de la época mostraron en sus ficciones el anhelo por los tiempos pasados, auge y caída de un imperio; “Retorno a Brideshead” de Evelyn Waugh es un epítome del momento; lo malo es que la mayoría de autores tomaría este camino entrando en una monotonía que romperían con su creatividad y originalidad, escritores de la talla de William Golding y Muriel Spark, de la que hablaré a continuación.

Muriel Spark (1918-2006) estaba, sin embargo, más interesada en los límites más borrosos de las ambigüedades humanas; en ocuparse de las paradojas relativas a la libertad de cada individuo usando para ello la forma, más bien corrosiva, de la “comedia negra”; por citar alguna de sus obras maestras: “Memento Mori” (1959), “The Prime of Miss Jean Brodie” (“La plenitud de Miss Brodie”)(1961), “The Driver’s Seat”(“El asiento del conductor”) (1970) y “A Far Cry from Kensington”(“Muy lejos de Kensington”) (1988).

En el prólogo a la imprescindible “El asiento del conductor”, Eduardo Lago comenta con respecto a sus obras: “En sus novelas nos encontramos con elementos ciertamente insólitos, narradores de ultratumba, miembros de la cámara de los Lores incapaces de perpetrar un parricidio a derechas, abuelas contrabandistas que ocultan un alijo de diamantes en la miga de pan…”; y cómo es el mundo que nos pinta Muriel Spark: “Estamos en un mundo en el que nada es lo que parece, un mundo muchas veces violento, en el que lo cómico convive con lo macabro y en el que el mal y la muerte nunca están muy lejos.”memento mori

Estos comentarios se aplican de manera consistente a esta pequeña pero intensa obra, donde se producen prolepsis continuas de un narrador omnisciente: “Mañana por la mañana la encontrarán muerta de múltiples heridas de arma blanca, las muñecas atadas con un pañuelo de seda y los tobillos sujetos con una corbata de hombre, en los terrenos de una villa deshabitada, en un parque de la ciudad extranjera donde la conduce el vuelo en el que embarca ahora mismo por la puerta 14”.

La obra es ciertamente desasosegante, se caracteriza por una inevitabilidad a la que nos vemos abocados sin poder hacer nada más que estremecernos, realiza una deconstrucción de la novela policíaca, se sabe el final ya, se anticipa por varios comentarios, importará más el cómo se llega a ello. Subvertir las reglas del género, esta es la Spark audaz, diferente, creadora de historias diferentes de lo reinante.

En contraste, en “Memento mori”, todo comienza con una llamada telefónica a Lettie Colston, una frase que servirá de hilo conductor: “Recuerde que debe morir”. Los protagonistas, octogenarios y septuagenarios, con sus vidas al límite y una amenaza de fondo; hay algo de relato policíaco pero nuevamente cambiando las reglas, los puntos de vista se suceden, caracterizando inefablemente cada uno de los personajes de la obra, hay humor, desde luego, pero es negro, irónico.

La amenaza de esta muerte futura les hace replantearse su vida, en boca de Henry Mortimer, el detective crepuscular: “-Si pudiese volver a vivir mi vida,  me crearía el hábito de prepararme mentalmente todas las noches ante la idea de la muerte. Por así decirlo, prepararía la rememoración de la muerte. Es la práctica que más intensidad le da a la vida. La proximidad de la muerte no debería tomarnos por sorpresa. Debería ser parte de la expectativa total de la vida. Sin un sentido constante de la presencia de la muerte, la vida es desabrida. Sería lo mismo que vivir alimentándose con clara de huevo.”

Esta impresionante escritora buscaba removernos en nuestras entrañas, innovar, construir al mismo tiempo; es más que necesario no olvidar que la tenemos disponible, para disfrutar cada día de toda su obra, una obra, en mi opinión, imprescindible.

“Contraluz (5 y fin): Rue du Dèpart”

El camino que hemos recorrido ha pasado por estos comentarios

1. La luz sobre las cumbres.

2. Espato de Islandia.

3. Bilocaciones.

4. Contra el día.

En esta última parte Pynchon nos muestra a varios de los personajes principales en los años veinte, Rue de Départ es una calle de París donde vive Dally. Todo ha pasado y están más o menos establecidos, hasta los Chicos del Azar han encontrado a sus Chicas de la Fraternidad de Eteronautas y se han emparejado con ellas. Hay un intento de finalizarlo aunque no sabemos si es de manera feliz según las palabras de Dally (“El mundo se acabó en 1914. Como los muertos inconscientes, que no saben que están muertos, así nosotros tampoco nos hemos dado cuenta de que estamos viviendo en el infierno desde aquel agosto espantoso”); aún así el vuelo final, mítico, etéreo, a bordo del Inconvenience nos da una sensación de plenitud, de evocación onírica y autorrealizadora.

Este final entronca con mi propia conclusión de las lecturas del autor norteamericano; “Contraluz” ha supuesto un colofón lleno de sensaciones: al tratarse de una obra de tal extensión, los altibajos son constantes, esta irregularidad es inevitable, pero ¿acaso importa?. Si revisamos los posibles postulados del postmodernismo nos encontramos con lo siguiente:

—Está caracterizado por cambiar el punto de vista omnisciente (más objetivo) de la Ilustración por otro más subjetivo donde el narrador es falible.

—Busca deconstruir las grandes formas de narración del pasado para desvelar sus inconsistencias, las antiguas formas ya no convencen, son sustituidas por otras formas que enfatizan que su objetivo no es alcanzar la autenticidad universal.

—Como consecuencia de lo anterior, no puede existir una idea universal de la verdad o de la realidad, ya que las formas de narración del pasado se fundamentaban en el lenguaje, y este está cargado, inherentemente, de las influencias que vive el que lo narra.

—En palabras de Hutcheon, se puede describir el postmodernismo como “un fenómeno contradictorio que usa y abusa, instaura para subvertir los mismos conceptos que desafía – sean estos literatura, pintura, escultura, cine, televisión, filosofía, etc (“contradictory phenomenon that uses and abuses, installs and then subverts, the very concepts it challenges —be it in literature, painting, sculpture, film, video, dance, television, music, philosophy, aesthetic theory, psychoanalysis, linguistics and historiography”).

—Así las novelas postmodernas subvierten las nociones de subjetividad, verdad, significado y valor de modo radical.

—La conexión entre postmodernismo y postcolonialismo es evidente ya que con el primero se enfatizarán las diferencias de cualquier tipo (sean género, raza, clase, sexo…) y eso desencadenará el segundo.

—Con el postmodernismo se reescribe el pasado en términos muy alejados de cualquier nostalgia, precisamente porque es otra forma de narrar, por la que el novelista puede escribir alejado de la narración, aislado, sin vincularse.

En conclusión, este movimiento no organizado, radicaliza el modernismo en su exploración de la fragmentación de la narrativa y de la construcción de personajes. Textos de este estilo enfatizan juegos retóricos y lingüísticos. Ironías, parodias, pastiches de géneros, distorsiones de tiempo (argumentos no lineales) son algunos de los instrumentos utilizados para hacerlo.

Lo curioso cuando leía los postulados anteriores es que la primera imagen que me venía a la cabeza era, desde luego, la de Pynchon y toda su obra; desde “La subasta del lote 49” y “V” a “Contraluz”. Parece que los hubiera puesto él, ya que reflejan exactamente lo que significa leerle; esas son las características, la complejidad de lo que quiere dar a significar, o no….

Como conclusión a estos comentarios no quería dejar pasar la oportunidad de citar al gran Noel, ya que parte de su magnífico post “Icono de la cara llorando” , que todo el mundo debería leer, como su blog (ya puestos….). Y que cita justamente a nuestro gran escritor como posible vía a la hora de aprovechar al máximo las posibilidades que nos ofrece la cultura en el siguiente párrafo:

“Ante esta realidad se abren dos posibles vías: a) aprovechar al máximo las posibilidades de la cultura como inmerso hipertexto; y b) darse por vencido y tender a pensar, como el neoludita Nicholas Carr, que la capacidad de concentración es una de esas cosas que perdimos irremediablemente con el cambio de milenio. Sin duda, no hay nada más estimulante para el intelecto que la primera opción, vertebradora de novelas como Contraluz (Thomas Pynchon, 2006) o películas como Holy Motors (Leos Carax, 2012), laberintos intertextuales que conciben sus referentes y referencias como una serie interconectada de pasillos, trampillas y hasta callejones de sentido. Tiendo a pensar que los lectores de este blog pertenecen a la primera categoría, así que muchas veces incluyo en el texto alusiones a símbolos culturales sin citarlos o subrayarlos con un enlace: en los días de la Wikipedia, la labor de cualquier persona que pretenda vivir la cultura de su tiempo es aceptar el desafío y buscar, ampliar, perderse. Por desgracia, la segunda opción parece estar comiéndole cada vez más el terreno a la primera, en un fenómeno que ya podríamos considerar como mesurable.”

Lo que he puesto en negrita, refleja lo que yo entiendo de la cultura actual, casi no se puede decir mejor ¿verdad?. Busquemos nuevos desafíos, perdámonos en laberintos sin retorno; pase lo que pase, esta búsqueda nos habrá hecho crecer en el camino. Pynchon nos sumerge en este camino irremisiblemente, de manera enloquecedora; y yo no puedo más que agradecérselo y colaborar con estos humildes comentarios que espero que ayuden a alguien.

“Contraluz (4): Contra el día”

A estas alturas de la narración la fatiga empieza a ser evidente, Pynchon exige, no hay medias tintas con él, tienes que estar atento a todo y no perderte en el laberinto literario que te propone, en lo inalcanzable del argumento y sus consecuencias.

El título del episodio es, en realidad, el título original, “Against the day”, el día es una metáfora de la realidad que vivimos, de las dificultades que tenemos que pasar en nuestro devenir. En este capítulo se centra históricamente de nuevo, no quiere que perdamos la perspectiva, busca reescribir la historia y mostrarnos lo que podría haber por detrás; también lo que nunca ha habido pero le gustaría que hubiera, ¿por qué no? .Pero se nota que algunos de los momentos buscan esta constante:

“Desde la derrota naval de Tsushima y las inmensas manifestaciones en la ciudades, los pogromos, el terror y la sangre, la inconcebible posibilidad de que Dios hubiera abandonado Rusia empezó a hacerse palpable. Lo que hasta ahora habían sido certezas y mandatos divinos se volvió tan incierto como la lucha de cualquier campesino con el día a día, y todos, independientemente de su riqueza o oposición debían avanzar a tientas”

Es lo que hubo a principios del siglo XX, es nuestra lucha, “pero alguien podría dominar el espacio Cuaternión, tres ejes imaginarios más un cuarto término escalar que contendría energías que pocos de nosotros podríamos imaginar” ; no quiere que nos rindamos ante los hechos históricos, la solución puede estar en el umbral del espacio tiempo, en la cuarta dimensión.

La explosión sobre Tunguska (preludio a los lanzamientos de las bombas atómicas, y por extensión, al conflicto bélico que asolaría Europa y parte del mundo “¿Se trataba, dicho toscamente, de la guerra generalizada pues estaba a punto de desencadenarse en Europa el próximo verano u otoño quizás, condensada en un único suceso?” ) nos lleva a la crudeza de lo real, pero en la descripción de los efectos de la explosión y en su visualización por parte de nuestros personajes desde diferentes ciudades (Dally Rideout desde Venecia, Cyprian desde Trieste, Reef desde Marienbad, Yashmeen desde Viena) encontramos la confortable lírica de Pynchon, onírica, imaginativa, siempre creativa y, en estos momentos, conmovedora.

Se muestran otros hechos que reflejan lo que ha sido el siglo XX, desde el conflicto balcánico (“El infierno se desató tras el anuncio de Austria de que pretendía anexionarse Bosnia”) hasta los conflictos raciales en América (“Por un instante él comprendió, como si rozara la brisa levantada por un ala indefinida que pasara  ante su cara, que la historia de este terrible continente desde el océano pacífico hasta los hielos del Ártico era esta misma historia de exilio y migración, el hombre blanco avanzando sobre el indio, las corporaciones del este avanzando sobre el hombre blanco y sus incursiones con barrenos y dinamita adentrándose en las costuras profundas de las montañas sagradas de la tierra sagrada”).

Todo ello para reforzar lo ya expuesto anteriormente y, que casi llegando al final vuelve a mostrarnos en las palabras de uno de los chicos del azar: 

 “El corolario según había concluido Chick hacía ya mucho era que cada estrella, cada planeta que vemos en el cielo no es más que el reflejo de nuestra única Tierra a lo largo de una trayectoria distinta del espacio-tiempo minkowskiano. Por tanto, viajar a otros mundos es viajar a versiones alternativas de la misma Tierra. Y si ir hacia arriba es como ir hacia el norte con la variable común de que hace frío, la dirección análoga en el tiempo si nos atenemos a la Segunda ley de la termodinámica, debería ser ir del pasado al futuro, en la dirección de una entropía creciente.”

“Estaban en la Contra-Tierra, en ella y sobre ella, pero al mismo tiempo en la tierra que nunca, parecía, habían dejado”.

No deja de ser paradójico ya que, ahora mismo, la realidad que estamos viviendo no deja de ser esta Contra-Tierra, tan diferente de lo que hemos vivido en otros momentos.

No me gustaría acabar este cuarto momento sin subrayar el giro a novela negra, que se marca de en la parte final del capítulo, con un Lew Basnight más cerca de un Marlowe o un Spade,  en la búsqueda de la cantante Jardine Maraca; un prodigio nuevamente, ya que utiliza un viaje en el tiempo para resolverlo y para que Merle, el padre de Dally, recorra la vida en el pasado de su hijastra y pueda de esta manera saber cómo le ha ido.

Historias dentro de historias, metaficción, cambios narrativos y de estilos. Este es Pynchon.

Y en poco tiempo, la conclusión.

“Contraluz (3): Bilocaciones”

“Los antiguos maniqueos de esta zona adoraban la luz, la amaban del mismo modo que los Cruzados afirmaban amar a Dios, por sí misma, y a su servicio ningún crimen era demasiado grave. Era su contra-Cruzada. No importaba qué trasformaciones pudieran ocurrir (y se esperaban cualquier cosa: viajes adelante y atrás en el Tiempo, saltos laterales de un  contínuum a otro, metamorfosis de una forma de materia, viva o no, a otra) lo único que permanecía invariable en todos los cambios era la luz, la luz que vemos en sentido amplio que profetizara Maxwell y confirmara Hertz. Y a eso se añadía un rechazo hacia todas las formas de lo que ellos definían como “oscuridad””.

Recordemos que veníamos de aquí y de aquí. Este párrafo, casi el comienzo de este bloque, entronca con el viaje que los Chicos del Azar realizan al Asia interior, buscando su propio grial, la ciudad perdida, Shambala a bordo de la Fragata subdesértica de Su Majestad Saksaul, al mando del capitán Toadflax.

Sorprende que, a pesar de lo que pudiera indicar el título, la obra es luminosa, como la prosa del autor; todo puede variar pero la luz, lo contrario a la oscuridad, permanecerá constante. Entre todas las contradicciones y dicotomías que nos ofrece también nos incide en este hecho.

En esta parte se centra en el viaje a Europa de la mayoría de los personajes, y,  pesar de lo que pueda parecer, nos llama la atención:

“Habéis sido tan fáciles de engañar (al menos la mayoría de vosotros), sois los tontos crédulos en el circo, mirando boquiabiertos vuestras maravillas de la ciencia, esperando como si creyerais que os corresponden por derecho todas las bendiciones del progreso, esa es vuestra fe, vuestra patética fe de niños de los globos”

Si la ciencia no es la solución de nuestras dudas, del sentido de lo que hacemos, ¿de qué nos podemos fiar? ¿La magia? ¿La superstición? ¿La religión?.

El siguiente texto empieza a ser revelador:

 “Y eso es lo que he estado llevando una y otra vez a Cantor de vuelta a la Neverklinik, aunque solo se preocupaba por los segmentos de línea. Pero aquí, en el espacio y tiempo tetradimensional del Doctor Minkowski, dentro del más diminuto intervalo, tan pequeño como quieras dentro de cada diminuto hipervolumen de kontinuum debe de haber siempre un número infinito de otros puntos, y si definimos un mundo como un conjunto muy grande y finito de puntos entonces debe de haber muchos mundos “universos””.

La presencia de diversos universos, mundos paralelos al nuestro, explicarían nuestra falta de convicciones; sigue reafirmando el mensaje de lo “tetradimensional” y lo liga a la tradición literaria:

“El Whitechapel del Destripador era una especie de antesala en el espacio-tiempo, uno tendría que imaginarse una gigantesca estación de tren, con miles de puertas dispuestas radialmente en todas las dimensiones que conducen a vías de partida hacia todo tipo de historias alternativas”

Su objetivo entonces es que nos abramos a todas las posibilidades, las mismas que nos da la prosa de Pynchon, inabarcables universos donde todo sigue siendo posible.

En poco tiempo la cuarta parte.

“Humoristas” de Paul Johnson

Una de mis películas favoritas  es el musical “Cantando bajo la lluvia” (1952) dirigido por Stanley Donen y el propio Gene Kelly, protagonista de la inolvidable escena que da título a la no menos inolvidable cinta. Tiene tantas escenas memorables que sería difícil quedarse solo con una. De hecho, me quería centrar en una de ellas que considero un paradigma metanarrativo de lo que cuesta hacer humor, conseguir que la gente se ría. Para los que no sepan de que hablo, aquí os pongo el momento llamado “Make ‘em laugh”.

El increíble y acrobático Donald O’Connor rivalizaba aquí con Gene Kelly componiendo una de esas escenas memorables en la que ejemplifica como nadie lo difícil que es hacer humor (más allá aún de la letra en la que habla más de los méritos del humorista y cómo la gente quiere reír), solo hay que comprobar al final del número cómo el protagonista cae rendido y exhausto, pero, desde luego, ha conseguido que nos riamos.

En el ensayo “Humoristas”, el crítico y escritor británico Paul Jonhson, en su introducción realiza una especie de avance del humor a lo largo de la historia para acabar intentando ofrecer, quizá de una manera un poco simplista,  una posible categorización de los tipos de humor; así tendríamos por un lado aquellos “cómicos que crean el caos”, como los Marx; “aquellos que buscan, y encuentran, y analizan, la preocupante exuberancia y pura egregia rareza del individuo, y lo presentan con viveza y precisión para nuestro gozo”, como Chesterton o Dickens; por último habla de “la categorización, que es la interacción entre distintas clases, razas, nacionalidades y edades”, como Nancy Mitford y P.G. Woodehouse.

La base histórica de la que hablaba y este intento de clasificación le sirven al escritor para ir presentando los humoristas que van pasando por las páginas del libro, salpicando cada uno de ellos con detalles anecdóticos y biográficos (e incluso autobiográficos, ya que el propio autor explica sus curiosos encuentros con algunos de ellos), sin pararse demasiado en la forma en que realizan el humor y cómo ese humor hace reír a la gente.

Teniendo todo lo anterior en cuenta, la verdadera gracia es que se puede ir conociendo a varios de estos genios, saber un poco de sus vidas y, cómo no, disfrutar con su sentido del humor: así William Hogarth, “único gran maestro de la pintura y el grabado que te hace reír”; Samuel Johnson y sus “agudezas verbales, chanzas bondadosas, payasadas ridículas o insultos puros y duros”; Thomas Rowlandson, pintor inglés que tendía a la caricatura con sus “accidentes pictóricos”; Charles Dickens, “el cómico con más éxito de la historia”; y continúa con otros tantos, pasando por los Hermanos Marx, Stan Laurel y Oliver Hardy, Chesterton, el dibujante y escritor James Thurber y acabando con los británicos Noel Coward y Nancy Mitford. Eché de menos que hubiera puesto algún músico, no en vano, Mozart fue, igualmente, un humorista sin igual.

Concluyendo ya, lo verdaderamente interesante del ensayo son los propios humoristas, y eso es lo que hizo medianamente bien Paul Johnson: darles voz, y que ellos mismos se presenten y nos cuenten lo que les cuesta hacer que nos divirtamos.

Qué importante es no perder la sonrisa en unos tiempos tan difíciles como los que estamos viviendo: “El mundo es un valle de lágrimas. Los que pueden enjugar nuestras lágrimas y hacer que asomen a nuestros labios trémulas sonrisas son más preciosos para nosotros, a decir verdad, que todos los estadistas y generales y sabios, más incluso que los grandes artistas”

Valoración del libro: