Llegó el verano y es una de mis épocas favoritas porque, en mi caso personal, sí que es cierto que consigo sacar aún más tiempo para leer del habitual. Normalmente leo bastante pero gracias a los horarios de verano (y la luz del sol durante tanto tiempo) consigo obtener más tiempo útil para ocio de lo habitual.
No estaba muy seguro de cuántos libros iba a sacar para esta lista (estoy intentado comprar menos libros que antes) pero, sinceramente, creo que me ha salido una selección amplia y tremendamente variada, con propuestas de todo tipo que pueden hacer tilín a públicos muy diversos. Viva el eclecticismo, allá va:
El último ramo de flores y otras historias de Marjorie Bowen (Biblioteca de Carfax), he comentado varias veces lo que me gustan las recuperaciones que están haciendo las editrices de Carfax, es una labor totalmente necesaria que cobra aún mayor importancia cuando la elegida ha sido la increíble Marjorie Bowen, la “última victoriana”, una autora que escribió más de 100 libros y que, parece aún más mentira que estuviera perdida en el tiempo por la calidad de los relatos, tremenda, y tratando temas tan actuales que asusta aún más. Es de las mejores que han traído en una nómina increíble. Traducción: Shaila Correa
Sin una gota de sangre de Preston y Child (Plaza & Janés), hace un montón de años que llevo leyendo al dúo dinámico del thriller, y lo hago gracias a su serie del detective del FBI Aloysius Pendergast; un detective muy particular que es una evolución pulp de Sherlock Holmes y que siempre me ha encantado. Este libro es su entrega número veinte, nada más y nada menos y es un monumento, así hay que decirlo, a este tipo de literatura, con una mezcla de ciencia ficción/terror y aventuras ciertamente irresistible. El final es fabuloso y deja a uno de los personajes en una encrucijada de las que no se olvidan (todavía me acuerdo de esa novela en la que dejaban a Pendergast en la que lo dejaban emparedado, pero esta situación no se queda corta. Traducción: Efrén del Valle
La canción del superviviente de Paul Tremblay (Nocturna), miedo me daba el siguiente libro de Tremblay después del bodrio que fueron los porta féretros; menos mal que no la he cagado demasiado y este libro funciona, cierto que parte de algo demasiado manido: apocalipsis con un virus de la rabia pero, afortunadamente, el autor ha optado por una opción más comedida, obviando grandes escenarios para centrarse en la pareja de amigas protagonistas. Es una opción más minimalista pero que sirve mejor para transmitir la situación de una manera más personal, evidentemente buscando que el lector empatice con ellas. No es su mejor novela pero la conexión emocional, sobre todo en ese estupendo último tramo hace de esta obra una buena lectura. Traducción: Manuel de los Reyes
Estoy bien de David Sedaris (Blackie Books), Sedaris haciendo lo suyo, ni más ni menos; y lo bueno es que lo hace tan bien siempre que resulta ser uno de los autores que más me ha hecho reír y, al mismo tiempo, meditar sobre fenómenos actuales. Por si alguien no conoce su trayectoria, sus libros suelen ser una serie de relatos más o menos autobiográficos en los que predomina la visión jocosa de una situación pero que, al mismo tiempo, los usa para reflejar una situación del momento que, probablemente, invite a la reflexión. Es fantástico, un autor fabuloso. Traducción: Jorge de Cascante
Si este no es mi hogar, no tengo un hogar de Lorrie Moore (Seix Barral), llevo muchísimos años, afortunadamente, pudiendo leer libros, durante ese tiempo he leído un montón de autores/as distintos, como todo el mundo uno desarrolla debilidades, esos libros de ciertos autores que consiguen ponerse al frente de la interminable pila pase lo que pase, tengas lo que tengas. En mi caos particular, Lorrie Moore es una de mis autoras fetiche, la conocí con los cuentos y me enamoré totalmente con ellos y con esa novela (Al final de la escalera) que desagradó a tanta gente. Hay algo en su forma de escribir que me produce un click en mi interior, una sensación de confort, una calma, una familiaridad necesaria. Con este libro de peculiar y lírico título me ha ocurrido nuevamente. Seguro que no todo el mundo reacciona igual pero para mí es siempre imprescindible leerla. Traducción: Albert Fuentes
Lo que más me gusta son los monstruos, vol 2 de Emil Ferris (Reservoir Books), hace poco alguien comentaba en Goodreads cómo según acometes la lectura de este cómic tienes la sensación de estar ante un clásico instantáneo y pocas cosas lo resumen mejor. Es prodigioso cómo juega Emil Ferris con la composición de las páginas, con la narrativa, con el propio dibujo y cómo no… con la historia que está intrínsecamente ligada a la forma en que está dibujada en una simbiosis total. Una de mis lecturas favoritas de este año desde ya. Traducción: Montserrat Meneses
Efecto Túnel de Elio Quiroga (Dimensiones ocultas), no estaba muy seguro de introducir este libro en la lista pero me ha convencido finalmente porque me parece una lectura idónea para el verano, a pesar de su longitud, la mezcla de ciencia ficción, fantasía y los ligeros toques de terror resultan una mezcla muy sugerente para la época estival. El mayor mérito del autor es conseguir que una premisa muy potente inicialmente consiga ser interesante durante más de quinientas páginas. Tremendamente adictivo.
Beulah de Christi Nogle (Dilatando mentes), hay que reconocer que, con todo lo que hay escrito ya al respecto, es difícil ser original en las historias de apariciones; sin embargo, esta historia no busca la originalidad sino la profundización de cada uno de los personajes añadiendo capas y capas que consiguen transformar esta novela de terror en algo más denso, el terror no viene tanto de las apariciones sino de las propias personas y se convierte en un ejercicio exigente, diferente y, sobre todo muy estimulante. No es una novela sencilla, es más un desafío, pero el resultado es muy satisfactorio. Traducción: José Ángel de Dios
En Curso. El final del diario de Sarah Manguso (Alphan Decay), vaya sorpresa me he llevado con esta autora y este libro en particular, mi radar es bastante amplio pero, siendo honestos, no puedo llegar a todo y se me quedan muchas cosas en el tintero. Tal es el caso de Sarah Manguso, que ya tenía dos libros publicados por la misma editorial y a la que no me había acercado todavía. Y me encontré con ella de casualidad, echando un vistazo a una mesa con un montón de libros, me llamó la atención el diseño elegante y sobrio de la portada, leí la contraportada y me lo llevé. Es una pequeña joya, la autora reflexiona sobre las entradas de un diario que lleva escribiendo durante más de 25 años y consigue unas reflexiones sobre el paso del tiempo ciertamente lúcidas. Una rareza maravillosa. “Me consuela que los finales sean por tanto formalmente poco atractivos para mí. Más que los comienzos o de los finales, disfruto de la continuidad.” Traducción: Inma Pérez Parra
Ya casi no me acuerdo de Clara Morales (Tránsito), no se puede negar que en Tránsito siguen apostando por nuevas autoras, alternando su publicación con otras más consagradas. Tal es el caso de Morales que, en esta ópera prima, plantea trece cuentos distintos, muy imbricados en nuestra historia y que pretenden ser, lo consigue con creces, pequeños gritos de atención que nos remueven. Si además están tan bien escritos como están, todo funciona como un maravilloso mecanismo de relojería. Una maravillosa y reivindicativa propuesta.
Tesis sobre una domesticación de Camila Sosa Villada (Tusquets), no me gusta hablar de literatura necesaria, es un concepto que se maneja con tanta ligereza que casi asusta el criterio para calificar algo de “necesario”. En mi caso particular sí considero para mí, personalmente, que algunas autoras (o autores) son “necesarias” porque me sacan de mi zona de confort, me hacen ver mis privilegios y lo que supone no tenerlos. En ese espectro está Camila Sosa Villada, autora que es capaz de hablar de realidades a las que no estoy acostumbrado, es muy importante no perder el foco, ser consciente y cuando lo hace tan bien escrito como ella, en fin.
Para aprender, si la suerte nos sonríe de Becky Chambers (Crononauta), este libro es una selección muy particular, entre otras cosas porque no he disfrutado de él, hay libros a los que llegas en el momento justo, otros para los que no estás en el momento e, incluso, hay libros a los que no llegas nunca. Sin embargo, considero que es un libro que puede ser un bálsamo para mucha gente. La forma de plantear la exploración de un planeta y las consecuencias de la exploración son ciertamente poéticas y el mensaje es muy interesante y constructivo. El problema no es el libro, soy yo en este momento. Traducción: Pilar Ramírez Tello
La sonrisa del escorpión de Celia Añó Espí (Obscura Editorial), me parece muy inteligente el punto de partida de esta novela entre otras cosas porque partir de un elemento sobrenatural tan arbitrario y “deuxmachinero” te deja toda la maniobrabilidad para crear personajes y desarrollar la trama. Si todo sigue una mínima lógica interna no hay más problema que intentar cuadrar un final satisfactorio. La autora lo trabaja muy bien y opta por un público juvenil sin detalles excesivamente truculentos. Me gustaría ver este tipo de historia para un público más adulto.
Los milagros de Namiya de Keigo Higashino (Quaterni), siempre me parecerá bien que publiquen libros de Higashino pero asumo que ninguno será ya igual a La devoción del sospecho X. De todos modos, siendo un buen escritor como es la propuesta de este libro es, por lo menos, interesante. La premisa de este es muy curiosa y se centra más en la ciencia ficción que en lo noir, y hay viajes en el tiempo, que siempre es un acicate en mi caso personal. Me parece una lectura interesante para el verano al lado de la playa o la piscina, me ha gustado muchísimo la forma que tiene de entrelazar un tiempo con otro y la conexión emocional que establece con el lector. Traducción: Laura Beatrice Stetco Kerekes
El Réquiem de Mozart. Una historia cultural de Miguel Ángel Marín (Acantilado), casi todo el mundo tiene en la cabeza el oscarizado Amadeus de Milos Forman, el director tomó una serie de decisiones que han calado mucho en la imaginario colectivo hasta el punto de convertirse en casi canónicas (el rival Salieri, el malditismo que sufrió Mozart, su enterramiento en una fosa común, la visión infantil que parapetó Tom Hulce….). Este libro sirve para superar estos hechos infundados y, de esta manera colocar a Mozart (y su Réquiem) donde debe estar. En efecto en su primera parte hay una indagación musicológica que analiza la obra y que quizá no sea del gusto de un profano en la materia pero, las siguientes partes, se centran en analizar la recepción de la obra a nivel internacional y concretamente en España. El autor consigue ser entretenido en su exhaustiva documentación y es todo un logro. Imprescindible para melómanos y amantes de la figura del compositor. El ensayo también es para el verano.
La república del dragón de R. F. Kuang (Hidra), tengo una debilidad total por todo lo que escribe Kuang, y esta fantasía grimdark me tiene obsesionado. Su heroína es fascinante y potentísima y, parece mentira, pero este libro sobrepasa al anterior en prácticamente todo una vez que ya no hace falta presentación de protagonistas. Es una lectura de lujo para el verano y te sirve para preparar el capítulo final que Hidra publicará en septiembre, por fin la saga completa en castellano. Me daba miedo que se quedara la mitad pero al final lo han cumplido. Traducción: Patricia Henríquez
Maud Martha de Gwendolyn Brooks (Los aciertos – Pepitas editorial), me encanta encontrar sorpresas en mis lecturas, hubo algo que me llamó la atención de este libro y, afortunadamente, sigo teniendo esa cierta intuición lectora. Brooks fue una autora que se dedicó casi enteramente a la poesía, de hecho este libro es su único libro en prosa y es una rareza maravillosa. Se trata de pequeños retazos que reflejan la vida de Maud Martha, su protagonista y que están descritos con una precisión poética-lírica abrumadora, siendo además estampas muy realistas de la realidad racial y de la mujer en una sociedad como la de mediados del siglo XX. Es una maravilla, la verdadera pena es que se acabe tan pronto, siempre se puede releer y encontrar más matices. Un libro excepcional. Traducción: Regina López Muñoz
Lo que ellos dicen o nada de Annie Ernaux (Cabaret Voltaire), hasta en un libro tan primerizo como este se encuentran retazos de la futura Ernaux; con ella he sacado la conclusión de que necesito leer todo lo que vaya saliendo porque siempre me aporta un punto de vista del que muchas veces no era consciente. En esta ocasión, aunque me pille un poco más lejos, me ha parecido muy interesante encontrarme con la faceta adolescente de la autora. Se puede leer a Ernaux en cualquier época del año, el verano no es una excepción. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez
La luna en el arroyo de David Goodis (Sajalín Editores), David Goodis, sí que ha pasado tiempo desde que se vio un libro suyo publicado…y es fácil entenderlo. Goodis es un autor que se enmarca especialmente bien en el hardboiled más nihilista y es especialmente indigesto, sobre todo porque sus personajes no obtienen redención. Sus novelas están cargadas de pesimismo y no se caracterizan por dar esperanza. Es un autor que abogó más por estas sensaciones (buena parte debido a su accidentada vida) que por una investigación policial. No hay nada canónico ni estándar en sus retratos y sí mucho dolor. En esta novela jugaba con estos factores también y es estupenda a pesar de la aflicción que produce. Especialmente recomendada para aquellos que disfruten con la parte más dura de la novela negra. Traducción: Diego de los Santos
Asmodeo de Rita Indiana (Periférica), hay un antes y un después tras afrontar un primer reto con Rita Indiana, recuerdo especialmente la primera vez que la leí cuando dediqué un año completo a leer escritoras y fue desbordante, Indiana escribe una prosa exuberante y, no os voy a engañar, difícil por momentos. Asmodeo juega con la ciencia ficción y da toques de terror pero eso no es lo importante, lo importante es sumergirse en el lirismo de la autora, aquí refrendado especialmente con fragmentos poéticos que se integran perfectamente en la historia del demonio. Es excelente. Inmejorable para conocerla.
Mago menor de T. Kingfisher (Océano Gran Travesía), siempre es una gran noticia que sigan trayendo libros de Ursula Vernon y más sí son de su pseudónimo para más adultos. De hecho, el año que viene Crononauta traerá el fabuloso What moves the dead, que aprovecho para recomendar desde ya por adelantado. Mago menor funciona muy bien porque no es especialmente larga y la historia avanza muy rápido, es divertida y establece una relación entrañable entre su protagonista y su armadillo. Parece una buena forma de descubrir si te puede gustar Kingfisher y para el verano es una opción estupenda. Traducción: Mercedes Guhl Y con esto llego al final, veintiún títulos entre los que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato. ¡A disfrutar!