Resumen Lecturas Junio 2017. Antesala veraniega y feliz verano

Lo mejor de llegar a junio es que, en el horizonte, asoman las vacaciones de verano y eso supone dedicar un tiempo valiosísimo a la lectura. Mientras llega ese momento, aquí tenéis mi resumen de junio:

El hombre de negro de Stephen King, uno de los relatos más conocidos (y premiados) del maestro del terror (aunque no es el mejor) se reedita ahora por Nórdica con una gran edición ilustrada con los dibujos de Ana Juan y se acompaña del cuento original de Hawthorne (estupendo) al que homenajeaba King; el resultado final es fantástico, una lectura cortita e intensa. 

Cuadernos de escritoras: El sueño de Sultana de Rokeya Sakhawat Hossain, maravillosa iniciativa la de Palabrero con esta original propuesta: sacar cuadernos con cuento inicial que se aprovecha para visibilizar una escritora que no haya sido conocida. En este caso, siendo el primero, la elegida es una autora india nacida en el siglo XIX, una fábula muy interesante con el objetivo de dar a conocer la situación social de la mujer de la época. 

Desastre & Total 4. Mundo de zumbados de Stephan Pastis, a estas alturas, y viendo el calvario que está sufriendo RBA ya no esperaba ningún número más de esta serie y… mira, ¡vaya sorpresa! Pastis es divertidísimo, la agencia de detectives de Timmy Desastre y el oso Total es simple en apariencia pero juega con cada palabra y con cada dibujo para reflejar ironías y sátiras mucho más allá de su público objetivo. Es un libro que pueden disfrutar tanto jóvenes (a un nivel) como adultos  (a otros niveles), lo que sí es necesario es leerlo sin complejos. 

Ciudad tumba de Albert Kadmon, la influencia de Lovecraft es una sombra muy alargada; no son pocos los autores que, inspirados por su mitología primigenia, crean nuevas historias actuales con la indudable presencia del autor en sus páginas; tal es el caso de Albert Kadmon en este primer título de terror de la colección que ha sacado la editorial Cerberus; buena propuesta en cuanto a precio que, además recuerda el formato de los antiguos bolsilibros; lástima que según la estaba leyendo me recordara tanto a Daniel Ausente y su Mataré a vuestros muertos, un Lovecraft quinqui muy bien perpetrado y que, desgraciadamente es bastante superior a esta otra muestra. Las dos líneas temporales están deslavazadas y todo es muy confuso en cuanto a trama y caracterización de los personajes, encima hay varios fallos en construcciones gramaticales y no está bien editado. En fin, entretiene lo justo. Priman los fallos sobre los aciertos. 

Ms Marvel vol. 5: Civil War II de Willow G. Wilson y Adrian Alphona, después del quinto volumen de la colección, tengo que reconocer que sigue en plena forma; el cruce con el típico mega evento de la factoría se utiliza en esta ocasión con muchísima inteligencia para evolucionar aún más emocionalmente al personaje en varios aspectos: desde su implicación como superheroína hasta su relación con sus amigos y su historia personal pasando por la definitiva separación con respecto a la que había sido su modelo. Parece mentira que cuenten y ocurran tantas cosas en tiempos de “decompressive storytelling”. Es un trabajo excepcional. 

La zona muerta de Stephen King, siguiente número de la Kingpedia, ese  proyecto en el que profundizamos en la obra del maestro desde sus orígenes. Más información sobre ella en breve en Canino. 

No, Mamá, no de Verity Bargate, más de uno saldrá impactado por esta historia, tremenda en su premisa inicial y que tiene un giro en su último acto tan impredecible como perverso. Habla sobre mujeres, sobre maternidad, sobre la instauración estructural de una serie de costumbres que se tienen que seguir pero también habla de sororidad y, sinceramente, vale la pena acercarse a él. 

Trece cuentos (1931-1963) de Luisa Carnés, qué trabajo más maravilloso de Hoja de lata por recuperar la obra de una de las grandes olvidadas del siglo XX; en esta ocasión se trata de una recopilación de trece cuentos que resultan aún más variados en temáticas que en su novela; la escritora estaba comprometida con todas las situaciones difíciles y es evidente que no le pasaban de largo, empezando por sus feminismo/sindicalismo y acabando con el racismo. Sorprende aún más que haya algún momento cómico pero, sobre todo, denota su capacidad creativa. 

La chica de Kyushu de Seicho Matsumoto, llevados por el gran acierto que supuso El expreso de Tokyo, en libros del Asteroide intentan solucionar el trimestre, escaso de novedades interesantes, con otra novela del escritor que consiguió llevar a convertir la minuciosidad en su sello de identidad. La novela es interesante nuevamente aunque no llega a la calidad que atesoraba la anterior. 

En busca de New Babylon de Dominique Scali, no dudé demasiado al incluir en la lista de libros para el verano de Canino está novela de vaqueros escrita por una mujer por varias razones: mantiene el regusto del western clásico sin ser demasiado de “machotes” y, sobre todo, porque revitaliza la estructura, alternando varias voces y puntos de vista de manera bastante ingeniosa. El resultado es muy interesante. 

Lamu vol. 11 de Rumiko Takahashi, sigo mi aventura con ella. Se va terminando, eso me da bastante pena.

Magneto Vol 1: Infamous de Cullen Bunn, ni idea de por qué he llegado yo a este cómic, tan prescindible que, claramente, no seguiré.

Clorofilia de Cristina Jurado, tenía ganas de probar a alguna de las autoras que está editando Cerbero en su colección de ciencia ficción y la primera elegida fue Cristina Jurado con está novelita muy original, bastante retadora por la historia que cuenta, una nueva forma de evolución de la especie humana ante un futuro apocalíptico. Tiene un mensaje ecológico, pero más allá de esto, vale la pena leerla por lo bien que la autora va planteando su narración. 

36 de Nieves Delgado, me encanta cómo la autora utiliza la excusa de la creación de nuevos tipos de inteligencias artificiales para afrontar cuestiones sobre identidad sexual, aprovechando de esta manera para subvertir tropos ya establecidos de manera estructural. Me parece muy ingeniosa la forma de plantear la interacción de las redes sociales, en anillos como si del infierno de Dante se tratara. Tengo que reconocer que compro lo que nos venden en Cerbero, tres libros después suscribo que son libros muy entretenidos y con un precio imbatible. 

Lamu vol. 12 de Rumiko Takahashi, os he contado lo… bla bla bla…. Sí, mantiene el nivel.

La cámara diabólica de Ernest William Hornung, otra propuesta interesante de Defausta traer al creador de Raffles en una historia de corte más detectivesco aderezada con elementos de terror. A pesar de su irregular desarrollo, vale la pena acercarse a ella, más en este tiempo veraniego, parece que lo está pidiendo. Diversión garantizada.

Papeles falsos de Valeria Luiselli, el primer libro que escribió la mexicana es una pequeña gran maravilla, corto en extensión, magnífico en cuanto a las posibilidades que ofrece en tan pocas palabras; son ensayos de todo tipo, de diferentes temas, pero, todos ellos sirven para replantearnos la realidad en la que vivimos. Es el tipo de libro que, en cada relectura, ofrecerá algo distinto a su lector. Fantástico. 

El enigma del pájaro azul  de Nii Ayikwei Parkes, es genial encontrar una propuesta tan divertida como esta; una novela policíaca ambientada en Ghana que aprovecha todo lo autóctono y lo mezcla de manera muy curiosa con la investigación del forense protagonista; lo mítico/tribal y la magia unidos a la más pura investigación del CSI, y todo al final parece una broma  (o no), mejor que lo leáis para saberlo.

El diario de la dama Izumi de Izumi Shibiku, fantástica edición de Satori para otra obra recuperada del siglo XI japonés; la escritora lleva el lirismo al extremo, siempre me ha parecido encantador que se hablaran entre ellos mediante poemas. Otra buena forma de conocer la cultura y las costumbres de una época y lugar tan lejanos.

Enterrado por placer de Edmund Crispin, siempre es un “placer” encontrarse con Crispin y su maravilloso y erudito detective/profesor de literatura de Oxford Gervase Fen. Esta vez es la política el hilo conductor que le sirve para soltar ironías a diestro y siniestro mientras se produce un asesinato y Gervase lo resuelve. Bien acabado aunque no esté al nivel de otras muestras excelentes.

Os pongo a continuación las últimas adquisiciones, las de Julio. Buena cosecha, dirían algunos.

Y este post me sirve para irme de vacaciones. Julio y Agosto suelen ser meses de descanso y de cargar pilas (manida expresión donde las haya). Volveré con un post de resumen de todas las lecturas de julio y agosto y luego espero avanzar en otros temas pendientes.

Pasad un gran verano y ¡Buenas lecturas!

Resumen Lecturas Mayo 2017. Estancamiento lector

Me da la impresión que este mes he estado un poco estancado en mis lecturas, de hecho, he mirado cuántas tenía y la verdad es que no han llegado a quince. Una pena, creía que habría hecho más. Pero no importa, llega el verano y suelo leer más en esta época. De momento, os pongo la lista de mayo:

¡Y he aquí que era un sueño!: Historias inquietantes de Rhoda Broughton, buena recuperación de una autora perdida por parte de Huso, las historias, de corte bastante propio de la época son más encantadoras que inquietantes y siguen la tradición especialmente de las historias de fantasmas; aunque posterior, me recordó bastante a la forma en que las hacía Henry James; también es cierto que no creo que haya pasado el tiempo tan bien por ellas, quizá demasiado inocentes.

Valerosas 1: Mujeres que solo hacen lo que ellas quieren de Pénélope Bagieu, magnífico cómic de la autora francesa en la que se hace una recopilación de mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado por hacer lo que ellas querían hacer, es decir por tener libertad. La selección es muy ecléctica y diversa en cuanto a nacionalidades y profesiones y el dibujo es fantástico, desde las viñetas para explicar las vidas de cada una de ellas hasta splash pages que muestran a todo color a modo de resumen en dos páginas lo que ha sido su devenir.

Una dirección equivocada de Elizabeth Daly, la colección de Siruela de clásicos policíacos avanza y sigue mostrándonos muestras fantásticas del género; en este caso tenemos a Elizabeth Daly, escritora norteamericana coetánea del Detection Club y que nos presenta a Henry Gamadge, un bibliófilo investigador muy ocurrente. Su corte clásico no amenaza la forma de hilar la trama y lo bien cerrada que está. Otra buena muestra de lo bien que puede estar una novela policíaca detectivesca.

Nog de Rudolph Wurlitzer, en Underwood están atreviéndose con cosas muy curiosas, no hay más que echarle un vistazo a la primera novela de Wurlitzer; escribiré algo respecto a esta lisérgica experiencia en el blog extendiéndome un poco más.

Carter de Ted Lewis, me encantan las novelas de la colección Al margen de Sajalín, y me encantan las novelas protagonizadas por sicarios. No podía fallar con esta novela. Espero escribir algo pronto sobre ella.

La Torre Oscura integral 1 – Canción de Roland de Stephen King, Peter David y Jae Lee, tengo que confesar que esta recopilación cayó por haber visto el tráiler de la película; no puedo evitar el hype a pesar de la errónea concepción del protagonista y de la saga; de ahí que me lanzara a por la saga de cómics para ver qué tal estaba. Toma los acontecimientos desde el cuarto libro (lo vuelve a narrar entero) y la continuación del mismo, es decir, la formación como pistolero de Roland.  Lógico que lo haga desde ahí, es la parte que enganchó de verdad a los lectores de la saga pero lo más enigmático es lo posterior, cuando no se conoce toda esta información. La historia no está mal llevada y los dibujos de Lee están muy bien aunque siempre me ha parecido muy estático, incapaz de mostrar una narración fluida.  Me empalaga mucho. Apunte loco… qué mal huelen las páginas en esta edición y qué pequeños se ven los bocadillos.

Nubes de Lluvia de Bessie Head, maravillosa recuperación de la escritora sudafricana por parte de Palabrero, tan maravillosa que merece la reseña que podéis pinchar en el título.

Lamu vol. 7 de Rumiko Takahashi, pero qué divertidísima es Takahashi, y cuánta madurez en esta entrega sin perder su buen humor. Lo tiene todo.

Costa Maldita de Douglas Preston y Lincoln Child, tras quince entregas de la serie protagonizada por el melifluo detective del FBI Aloysius X. L. Pendergast hay que reconocer un evidente desgaste de los autores y del protagonista. Esta entrega tiene dos partes diferenciadas por un falso final; la segunda parte es un tour de forcé clásico de ellos en los que nos encontramos con un monstruo final, que recuerda demasiado a Naturaleza Muerta y una persecución entre laberintos que es un clásico ya en la saga… (habría que contar en realidad cuántos libros no acaban igual). Otra vez tenemos un cliffhanger en el que el protagonista parece que ha muerto (como ocurrió anteriormente en varias entregas) y, la verdad, a estas alturas, ha perdido mucha frescura, además de ser demasiado previsible. Da la impresión de que siguen con el personaje porque es el más famoso  (y rentable) pero también parece que están un poco cansados de él, no hay frescura, no hay ideas, repiten situaciones. Espero que piensen mejor lo que hacen en próximas entregas, sigo pensando que un crossover con Giden Crew podría ser muy entretenido pero no terminan de arriesgarse. Lástima.

Lamu vol. 8 y 9 de Rumiko Takahashi, a este número también le aplica el comentario anterior sobre el 7 🙂

Cuando la vida te da un martillo de Kate Tempest, quiero escribir sobre él, es mejor aún de lo que podía esperar. No solo es un relato generacional de rabiosa actualidad sino que la autora tiene ambición; es capaz de juguetear con las novelas de género policíaco y dejarte con la miel en los labios con un final que no adoctrina.

Lamu vol. 10 de Rumiko Takahashi, número 10, más de 4000 páginas y Takahashi sigue añadiendo personajes, jugando con gags recurrentes de números anteriores y consigue que aún me desternille de risa. Es maravilloso.

The power de Naomi Alderman, ojalá ganara el Baileys Prize este año 2017 porque este libro de Alderman es “poderosísimo”(actualización, lo ganó!); partiendo de la potente premisa de un mundo matriarcal, la autora no se queda solo en el reflejo de una sociedad dominada por las mujeres en contraposición a la actualmente patriarcal sino que indaga en las consecuencias del abuso del poder y en los medios para evitar que se cambie lo que tradicionalmente está impuesto. Me encanta además lo ingeniosa que es al plantearlo: un libro dentro del otro libro, un libro de un hombre escrito en un mundo matriarcal. Delicioso.

Y eso es todo por este mes, Junio sí que es cierto que he empezado a tope y ya voy perpetrando una lista para Canino con posibles lecturas veraniegas. Os dejo con las compras del mes en @Lasombra. Impresionante mezcla… Doy pistas por adelantado. No podéis negar que soy trasparente siempre.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Resumen Junio 2016. Shibiku, Yanagihara

Este mes sí que es fácil de resumir, con dos palabras orientales me basta como se puede ver en el subtítulo: dos libros de gran extensión que han ocupado la mayoría de mi tiempo, lo bueno es que he conseguido alternarlos con otros por el camino. Sin darme cuenta,  el resto de lecturas tiran la mayoría por literatura en castellano. Hacía tiempo que no me sucedía esto, y varias de ellas me han convencido y entrarán en mis próximas lecturas. 

Las replicantes de Cristina Peri Rossi,  mi primer acercamiento a la argentina ha sido satisfactorio. Sus poemas me interesan, sobre todo por el manejo de elementos que van repitiendo como si fueran una narración conjunta. Tampoco es que me haya vuelto loco, no exageremos, pero sí me queda la inquietud de leer más de ella.

El mes más cruel de Pilar Adón, definitivamente, hay algo en Adón que me gusta mucho, la indefinición, esa ambigüedad, buscando elementos claustrofóbicos (a veces oscuros) que potencia con su escritura. Sus cuentos son buen ejemplo de estas estrategias y esta recopilación es recomendable. 

Vivir entre lenguas de Sylvia Molloy, mi primer acercamiento a otra escritora argentina supone su consagración entre mis lecturas futuras. Esta pequeña recopilación de historias cortas es tremendamente inteligente, cada una de ellas es breve y al mismo tiempo profundísima. Su manejo del bilingüismo y sus consecuencias es simplemente apabullante, y todo ello sin perder el aspecto lúdico. Seguiré con ella seguro. 

(Tras)lúcidas de Varias autoras, hay que reconocer que una de las consecuencias de leer más mujeres es que me fijo más en la poesía. Esta recopilación de varias poetisas es muy agradable, irregular, pero con momentos estimulantes; sirve para descubrir algunas y confirmar a otras, como Sandra Santana. 

La extracción de la piedra de la locura y otros poemas de Alejandra Pizarnik, ya tengo encargado su libro de poesía completa. Simplemente excepcional. Qué manejo del lenguaje poético y de los recursos estilísticos. Una joya. 

En el bosque de Katie Kitamura, quería que me gustara y me ha dejado en un estado intermedio, no demasiado satisfactorio. No sabría decir por qué, pero no he conectado con la historia todo lo que me habría gustado y eso que el final está bastante bien y tiene impacto. No todo puede ser, también es cierto que el momento en que lo leí puede que no fuera el mejor. 

A Little life de Hanya Yanagihara, va a ser un bombazo cuando salga esta novela en septiembre aquí en España. Un libro durísimo, sin equilibrio y sobre todo, puramente emocional, basado en la capacidad de causar emoción en el lector. Es brutal, a pesar de todos sus excesos. Escribí algo sobre él por el Baileys y lo podéis ver en el enlace.

Chicas muertas de Selva Almada, otra autora que me convence este mes, este libro se supone que es un ensayo pero funciona como relato autobiográfico que parece ficcional, si bien el anterior me causó indiferencia, en este, su estilo se adapta perfectamente a lo contado y el resultado es muy bueno. Además, trata cuestiones bastante interesantes sobre la estructuralidad machista y sus consecuencias que, en mi caso, como hombre, son muy clarificadoras.

La culpa de Kate Chopin, primera obra de la autora norteamericana, anterior a El despertar, buena recuperación de Defausta que nos ayuda a entender los orígenes de la autora. A mí me servirá como inicio para leer su obra más importante. Es cierto que sus temas están más que presentes como es el manejo del elemento racial, sobre todo con respecto al esclavismo en el sur de Estados Unidos.

Ciudad esmeralda de Jennifer Egan, mi primer encuentro con Egan ha sido amable, sus cuentos se leen y se disfrutan, quizá no recuerdes más sobre ellos, pero indudablemente has sentido placer leyéndolos. Me basta.

Oso de Marian Engel, el tema se las trae: la mujer a la que le atrae un oso; si retiramos dicha polémica encontramos un subtexto feminista, donde la mujer subvierte su papel, decide lo que hace con su vida, empieza a detentar el poder. Me parece muy interesante el vehículo utilizado, también es cierto que se podría haber esperado un mayor cuidado de la forma que se limita a ser bastante directa y explícita. 

Decreación de Anne Carson, este libro, mezcla de poesía y ensayo es una absoluta maravilla. Complejo, poético, clarificador por momentos. Decreación sería la respuesta femenina a la deconstrucción si tuviera que definirlo de alguna manera. Dejarse sumergir en la poética de Carson es entrar en un universo literario donde tu cabeza solo puede explotar. Derruir las formas de los géneros para encontrar a otra persona, la persona decreada.

La historia de Genji,1 de Murasaki Shibiku, el primer volumen es largo, pesadísimo por el formato de tapa dura escogido por Atalanta, pródigo en infinitas notas, difícil de leer, imposible a la hora de establecer los parentescos (sobre todo porque casi nunca aparecen sus nombres) y sí aparecen diversos tratamientos que van evolucionando (Su excelencia, Su gracia, Su alteza…), la historia tiene siglos de antigüedad y no lo puede ocultar; además nos pilla muy lejos de nuestra cultura occidental; a pesar de todo esto, considero imprescindible leer una vez en la vida esta obra, patrimonio de la cultura japonesa, todo un deleite para los sentidos escrito de una forma inteligente, sutil, cargado de referencias a su cultura. Una verdadera hazaña.

Los disidentes

Los Vengadores Costa Oeste: Pecados del pasado de Englehart/Milgrom, hay que reconocer que Englehart se curró esta etapa y aprovechó para introducir temas no tan evidentes y que están de fondo. Y el tebeo resulta muy entretenido. Esperemos que se siga recuperando esta etapa.

Rabia de Richard Bachman (Stephen King), siguiente libro que va a entrar en la Kingpedia, esta vez le toca a la primera novela que escribió como Richard Bachman. Sorprende bastante su cambio de estilo pero ya me extenderé en la conversación que tendremos en Canino al respecto.

Como siempre, os pongo a continuación las adquisiciones que me quedaban, en este caso las de Mayo y Junio. Ah, y las del HUL.

AdquisicionesMayo

AdquisicionesJunio

HULAdquisiciones

No voy a hacer el resumen del porqué he comprado todas ellas, son demasiadas.  Lo que sí es cierto es que con este post más o menos dejo el blog parado hasta septiembre. Van a llegar algunos libros por compromisos que tengo pendientes en Ópera World y en Canino. Pero será muy puntual (bueno, quizás no tanto, me quedan 4 o 5 posts) pero más o menos.

El verano lo voy a dedicar en su primera semana a acabar los libros que me han quedado en junio. Especialmente con el caso de La historia de Genji de Shibiku. A partir de ahí tengo preparadas unas recomendaciones que van a salir en Canino y el resto serán muchos policíacos y de terror. El caso, como siempre, es pasarlo bien y adaptar las lecturas futuras al calor.

Eso es todo por ahora

Un abrazo y ¡buenas lecturas en vacaciones!

Resumen Marzo 2016. Velocidad de crucero

A nivel de lectura marzo fue de lujo, de hecho este ritmo ha hecho que comience abril con nuevos retos y más lecturas, a un ritmo muy alto de lectura propiciado especialmente por alternar una buena mezcla, heterogénea, con alternancia de géneros y, sobre todo, con mis queridas escritoras y algún infiltrado masculino; de todos modos, de las 22 lecturas que realicé, solo tres fueron hombres, estoy cumpliendo y no es fácil, ya veréis el próximo mes. Pero mientras, no demoro el resumen de lecturas de Marzo 

Llamada perdida de Gabriela Wiener, definitivamente se ha asentado en mi lista habitual de lecturas, gracias a esta joya que editó Malpaso el año pasado donde demuestra como la confesionalidad es solo un factor más que se añade a un estilo inigualable para realizarlo. Tengo pensado en breve escribir algo sobre ella. 

Laberinto del alma de Ana Llenas, una verdadera curiosidad este libro infantil que la autora utiliza para describir, en cada página, con la ayuda de una ilustración, un montón de sentimientos de forma que un niño pueda entenderlos. Un buen esfuerzo para un libro bastante vistoso.

Gustav Mahler. Un piano olvidado de Norma Sturniolo, me extendí ya en profundidad sobre él en la reseña que tenéis pulsando el título. Podría haber sido mucho mejor. 

Ms Marvel 2: Generación ¿Por qué? de Willow G. Wilson, segunda recopilación de números de la colección (los que comprenden del 8 al 15) con la participación de los mismos culpables, vuelven a repetirse los sellos de identidad que tan bien ejecutan su guionista Willow G. Wilson y el dibujante Adrian Alphona. Lo bueno es que, además, se esfuerzan en dotarla de presencia en el universo marvel gracias a la introducción de Mandíbulas, el conocido perro inhumano y de presentarnos un San Valentín distinto con la afortunada presencia de Loki. Lo que puede parecer fuera de lugar, en sus manos se vuelve un pretexto más para evolucionar el personaje y volver a enseñar historias donde, más allá de hallar reflexiones sobre raza o género, nos encontramos, además, con buenas historias y, además muy entretenidas.

Los últimos días de Ms Marvel de Willow G. Wilson, el comentario anterior me podría valer para este;, gran esfuerzo, y muy meditado para integrarla en el último macroevento , un cruce con “Secret Wars” que además  confronta por primera vez a nuestra encantadora Kamala con su admirada Ms Marvel. Sencillamente, disfruto leyendo esta colección, ofrece muchas cosas y siempre me resulta diferente.

Lecturas no obligatorias: Prosas de Wislawa Szymborska, esta misma semana quiero poner un comentario sobre  ella. Otra de esas autoras que pasan a engrosar mi lista habitual de lecturas.

De la enfermedad de Virginia Woolf, uno de esos pequeños ensayos tan bien hilados de la autora y que, por lo menos citaré en un próximo post en relación a otros ensayos suyos.

Una entre muchas de Una, la he comentado en algún otro sitio siempre recomendándola, esta historia realizada por la enigmática Una, tiene la habilidad de mezclar autobiografía, un relato policíaco de un asesino en serie y los propios datos, dolorosos, sobre la violencia de género; y lo hace de manera amena gracias a su habilidad narrativa y a un dibujo de composiciones diversas que promete emociones cada vez que pasas la página. Es difícil no quedarse con una sensación amarga pero está muy bien realizado.

Un susurro en la oscuridad de Louisa May Alcott, curioso thriller psicológico el que nos han traído desde Hermida de la creadora de Mujercitas, sobre todo por lo insospechado de los temas tratados en una época en que no eran tan habituales. La verdad es que se lee con mucho interés y, debido a su breve longitud, se termina en un momento.

Teoría King Kong de Virginie Despentes, sinceramente, esto es un BOOM mental desde la primera hasta la última página. Tales perspectivas se me escapaban totalmente y me sacan de mi intervalo de seguridad, de aquello que puedo esperar. Voy a escribir algo sobre ello, con mucho miedo, pero lo intentaré.

Departamento de especulaciones de Jenny Offill, lectura típicamente fragmentada que se lee sin apenas esfuerzo pero que pierde en la reflexión futura. Sobre todo por haber leído posteriormente a Adler, que utiliza la misma técnica con resultados mucho más satisfactorios.

El lector común de Virginia Woolf, me arriesgaré a decir que esta semana debería haber salido algo de ella en el blog. Los ensayos de Woolf son muy inteligentes y demuestran lo capaz que era en todo lo que propusiera.

E de Evidencia de Sue Grafton, no queda nada para que Grafton termine una de las series más longevas (el alfabeto del crimen) en el terreno policíaco (ya sale la X); y se vuelve a demostrar lo buena que es a la hora de caracterizar a Kinsey Milhone, comprendo que mucha gente pusiera bien esta novela pero, claro, habiendo leído novelas posteriores, se puede relativizar más el valor de esta entrega; lo mejor estaba por llegar pero ya quisieran muchos “maestros de la novela policíaca” hacer una novela tan buena como esta.

Papi de Rita Indiana, no hemos entrado con buen pie, hay algo que no iba en la lectura de este libro y que me horrorizó relacionado con su estilo. Aun así, soy paciente, este mes tengo programada otra para comprobar si mi impresión fue errónea. Más noticias en el futuro. 

Fuerzas especiales de Diamela Eltit, en cambio Eltit sí me convenció, me gustaría escribir algún comentario sobre esta oscura y triste novela.

Más allá hay monstruos de Margaret Millar, inexplicable (y desesperante) que no se lea más a la grandísima Millar; su talento viene expresado con esta novela en la que plantea una historia bastante poco habitual donde no hay detective, ni el típico perdedor; sin embargo es una trama muy negra que se convierte en algo regional, un pretexto para pintar lo más oscuro del sueño americano presente en esos típicos ranchos perdidos donde la ley impera de una manera muy diferente. Una gran novela con un ritmo distinto.

La virgen en el jardín de A.S. Byatt, haré comentario, hay que hacerlo, aunque solo sea para mí. Total, la leemos tres en España.

Oscuridad Total de Renata Adler, he hablado ya bastante sobre ella en el blog. Pinchad en el título para haceros una de lo que nos ofrece.

El show de Gary de Nell Leyshon, lo mismo ocurre con el nuevo libro de Leyshon, echadle un vistazo en el blog.

 

Los disidentes

El leñador de Michal Witkowski, el primero de los disidentes de este mes es una propuesta muy diferente a la hora de plantear una novela policíaca. El autor polaco nos plantea una trama que se aleja de cánones ya desde el punto de vista, muy cercano a la teoría queer. También pretendo escribir algo de él para Canino. 

El resplandor de Stephen King, una relectura que me va a ayudar para preparar la siguiente entrega de la Kingpedia en Canino. Muy satisfactoria esta primera etapa del King más clásico.

Los vengadores Costa Oeste: Reunión de Roger Stern y Mark Gruenwald, en su momento, la facción de la Costa Oeste de los vengadores me gustó bastante, buena parte del disfrute tenía que ver con que su jefe fuera Ojo de Halcón, uno de mis superhéroes favoritos junto a la resolutiva Pájaro Burlón y la inclusión de una alineación que se salía de lo corriente. Desde Panini están buscando recuperar las historias del gran grupo y este es el punto de partida, una historia en solitario de Ojo de Halcón. Es una buena ocasión para encontrar por fin reeditadas unas historias de sabor plenamente superheroico lejos de otras pretensiones.

Veintidós lecturas, de las cuales solo tres han sido disidentes y nueve autoras nuevas. Definitivamente, estoy cumpliendo las expectativas y, sobre todo disfrutando.

No me voy sin poneros la foto con las adquisiciones del mes de marzo

AdquisicionesMarzo

Os habréis dado cuenta que muchas de ellas ya las he leído (Una, Alcott, Offill…), otras están previstas en el futuro (Kyoka, Laing, Balló) y, por último, varias han pasado al año que viene (Flanagan, Fuentes).

Un abrazo y ¡Buenas Lecturas!

Tercer mes. Muchos rezagados y el caos…

Definitivamente (abusando de la típica imagen), me están creciendo los enanos para conseguir llevar al día las lecturas, reseñas y resúmenes. Me faltan todavía un par de lecturas de enero por reseñar, el resumen de febrero y muchas reseñas del mismo. Entre el trabajo habitual, que me quita muchísimo tiempo y fuerzas, y ciertos compromisos que van surgiendo que hacen que tenga que variar las lecturas previstas (incluso introduciendo más disidentes), es lógico que, no dedicándome a esto, se retrasen las cosas. Espero vuestra paciencia y a ver si puedo buscar los pocos huecos que tengo para ir actualizando en los diversos sitios donde van saliendo mis textos.

En febrero he leído bastante pero, también es cierto, tenía tantas lecturas programadas que se han quedado muchas en el camino. De esta manera, marzo se va a componer de un montón de rezagados de los anteriores meses junto con algunas nuevas lecturas que vienen de las últimas adquisiciones. La foto queda así entonces:

tercermes

-Como podéis comprobar la mayoría ya las he comentado en enero y febrero. Así que me centraré en las nuevas:

El resplandor es una relectura que tiene que ver con cierto proyecto que ya habéis visto a propósito de otra obra de Stephen King; no me extenderé más porque ya tendréis noticias sobre ella.

Los crímenes del jorobado de Edogawa Rampo es una novedad de verdadero lujo a la que le tenía muchas ganas, no es habitual que se publique al gran escritor japonés, será otro disidente…

-Aunque no se ve, este mes he añadido el pequeño ensayo De la enfermedad de Woolf, que se sumará a El lector común este mes.

-Dos adquisiciones que entran en este mes y que tienen diferentes alcances son Teoría King Kong de Despentes y Un susurro en la oscuridad de Louisa May Alcott; la primera es todo un tratado condensado sobre el feminismo, la segunda nos revela una faceta distinta de la creadora de Mujercitas, el thriller psicológico.

-También añado cuatro cómics a la ración mensual, dos de la Ms Marvel de Willow Wilson, espléndida colección que se centra en aspectos de género, raza y religión sin perder de vista la visión superheroica; en cambio, Una entre muchas indaga sobre el fenómeno de la violencia de género y su estructuralidad; el último es una recopilación de los Vengadores costa Oeste… ¿me encanta Ojo de Halcón!

-Añado una nueva autora de la que no he leído nada: la chilena Diamela Eltit y sus Fuerzas especiales, no quiero que me falte descubrir una nueva autora cada mes.

-Claro, se me olvidaba, Margaret Millar se une de nuevo este mes a las Sayers, Grafton y compañía.

Fuera de la fotografía, me he dado cuenta de que tengo también el Departamento de especulaciones de Jenny Offill, sinceramente, me atrae.

Como podéis ver cumplo con varias de las constantes que os comenté en el post de febrero: hay clásico, está Woolf, Atwood, Oates, Grafton, Sayers… una serie de autoras que, la verdad, al final no entraron en el mes de febrero; espero que este marzo se dé mejor y pueda dar salida a tanta buena lectura potencial. Me temo que va a ser difícil porque pueden llegar lecturas a las que tengo que dar prioridad en el camino.

Tengo la necesidad de ordenar un poco este caos de lecturas. Me va a venir muy bien para lo que  me espera en el futuro. El próximo mes os diré si lo he conseguido.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Rezagados 2015. Libros que merecían un post más largo

9781444789171Quería dedicar un post con unas pequeñas cápsulas a esos libros que, aunque me hubiera gustado llegar a reseñarlos, la falta de tiempo me ha obligado a que se queden en el tintero. Se trata de libros de bastante calidad en su mayoría pero el final de año ha sido un poco alocado y ya no tienen el hueco. Esto es una especie de reseteo para comenzar a todo trapo con el nuevo año que comienza y del que pronto os haré un nuevo post con la selección de autoras escogidas para enero.

Mientras tanto, aquí tenéis los últimos coletazos del año 2015:

Revival de Stephen King, con autores como el norteamericano, con una carrera literaria tan extensa y prolífica y con tantos temas tratados,  suele ocurrir que los lectores adoptan un mantra que les haga sentirse cómodos; hasta hace poco el mantra iba por el “los libros de ahora no son tan buenos como los primeros” o el ya famoso “no sabe acabar los libros”  (tengo un comentario en el blog recordándomelo, cuando intenté razonarlo con el comentarista, no volvió a aparecer); ahora el que se lleva más es el de, “está muy bien… pero no da miedo”; por otra parte no está alejado de la realidad, en la última época el señor King ha diversificado el tipo de libros que escribe entrando en terrenos de ciencia ficción pura o incluso novela policíaca (aunque siempre haya jugueteado con ello); este último libro podría encuadrarse en este estilo con varias partes diferenciadas, las primeras más de desarrollo de los personajes, donde todo va sumando hasta un final de claras reminiscencias lovecraftianas  que, en este caso, desdice el tópico de los malos finales. Una más que recomendable novela de un autor que escribe cada vez mejor aunque le falte el ímpetu de los inicios.

Voces de Chernóbil de Svetlana Alexiévich, no me da tanta pena que no vaya a llegar al blog este libro; entre otras cosas porque, gracias su reciente Nobel de literatura tanto Acantilado como, especialmente Debate, se están poniendo las pilas de una manera apoteósica y van a entrar varios suyos este año que vendrán por el blog. De hecho, estoy ahora mismo con La guerra no tiene rostro de mujer, que es aún mejor que este que os comentaba. La técnica utilizada por la bielorrusa bebe de las fuentes del periodismo, tiene un trabajo de campo considerablemente extenso en el que la autora recoge los testimonios de las personas afectadas por el tema en cuestión, en este caso el accidente de la central nuclear de Chernóbil. Lo bueno es que no se limita a transponer las conversaciones sino que consigue estructurar la polifonía resultante en un documento que estremece por la narración de sucesos de la forma en la que lo hace. La aparente frialdad no es tal, no podemos más que sentir rabia ante lo que acontece y todo viene por la capacidad de la autora de reflejar una oralidad de manera coral. Hablaré más sobre su técnica, muy interesante, en los próximos libros.

zofia-nalkowska-medallonesMedallones de Zofia Nalkowska, de alguna manera, la técnica anterior la llevó a cabo la polaca Zofia Nalkowska en 1946 en este libro donde se dedicó a preguntar a supervivientes del genocidio nazi en ocho relatos ciertamente conmovedores. La escritora escogió el cuento como forma narrativa y le dotó de un lirismo que no tienen los textos de Svetlana. Ahora que la bielorrusa está tan de moda es buen momento para recordar a ésta también.

El caballero ha muerto de Cees Nooteboom, nunca dejará de sorprenderme Siruela con la forma de publicar la obra del holandés;  de pronto, tras unas cuantas obras sacan esta que supone la segunda en su dilatada carrera y claro, se convierte, más bien, en una obra para incondicionales del autor difícilmente entendible para los le encuentren por primera vez. Yo diría que esta y Philip y los otros (su ópera prima) constituyen experimentos narrativos que el escritor utilizó para desarrollar su idea de literatura, en este caso con juegos narrativos y construcción de la identidad del autor. Una narración muy metarreferencial pero no es una buena puerta de entrada para un neófito con el autor.

Lecturas de mí mismo de Philip Roth, lo mismo puede decirse de esta obra del grandísimo Roth, escrita en 1976, es un compendio de artículos, entrevistas y ensayos del autor que cubren toda su primera etapa como escritor desde su Goodbye Columbus hasta Mi vida como hombre; es muy disfrutable, sobre todo, si conoces todos sus libros del inicio, aunque es cierto que su explicación de la polémica judía a raíz de El lamento de Portnoy es leíble sin conocer el libro; sin embargo creo que el mayor jugo se le puede sacar con la lectura complementaria de lo anterior, hay mucho buen humor, mucha reflexión y metaliteratura a raudales. Roth es un autor imprescindible de leer desde el punto de vista cronológico, su evolución es más clara desde esa perspectiva que leyendo puntualmente alguna obra aislada.

poridentidadLos hechos de Philip Roth, lo cronológico se puede aplicar igualmente a este libro, engañoso como pocos; escrito justo después de todas la novelas de Zuckerman (hasta La contravida) sin embargo no suele incluirse en las novelas de este personaje de ficción y es un error más que tiene que ver con el juego de confusión de la identidad que nos propone el escritor norteamericano. Esta obra pasa por una autobiografía poco convencional donde se relatan unos hechos como si fueran reales y relativos a la vida de Roth. Nada es lo que parece, la carta final de Zuckerman en tono de reproche es magnífica y no hace más que refrendar el juego al que nos somete el autor, novela tras novela.

Engaño de Philip Roth, extraña novela esta, escrita en 1990, que se compone enteramente a base de diálogos bastante ingeniosos que reflejan diversas conversaciones entre el escritor y su esposa, o entre el escritor y su amante; parece mentira que escribiera esta obrita justo antes de sus indiscutibles obras de madurez. Se puede leer pero no aporta mucho más al canon Roth.

El buen relato de J. M. Coetzee y Arabella Kurtz, me puede mi afán de completismo con el ilustre escritor sudafricano (ahora australiano). Y más en un libro formado por conversaciones del autor con la psicoanalista Arabella Kurtz donde se ahonda sobre todo en el método psicoanalítico y su relación con la literatura y la propia vida. Me suele aburrir bastante el tema y con este libro me ocurre, inevitablemente, cuando habla ella y remonta cuando, él, como de costumbre, consigue dar sentido a algo tan difuso. Da la impresión de que Coetzee consigue estar  siempre por encima de sus conversadores, todavía me acuerdo de las cartas con Auster que comenté por este blog y que eran un ejemplo de sus virtudes conversadoras y su inteligencia en el análisis.

¡Buenas lecturas!!

Resumen Noviembre 2015. En “La Sombra”

Este mes ha sido un poco atípico, tanto en lo lector como en la actividad del blog. En lo lector siempre tengo una ligera crisis cuando estoy llegando al final del reto (que he cumplido); este mes, de hecho, ha sido el mes que menos libros he leído, es curioso. En cuanto al blog , intento compaginar mis incursiones en Canino  con él, y cuesta, como ya os comenté en este post . Espero poder normalizarlo de cara al año que viene y mi proyecto de mujeres .Una vez explicado esto pasemos a las lecturas, al final este mes me he quedado en doce libros solamente:

Qué vemos cuando leemos de Peter Mendelsund, un libro ensayo en el que predomina la presentación gráfica del ilustrador de una serie de ideas que, ciertamente, funcionan muy bien a la hora de representar de una manera ilustrativa las verdaderas sensaciones que tiene un lector al dedicarse al proceso de la lectura. Derriba típicos mitos asociados al proceso y abre un poco los ojos sobre lo “borroso” que puede llegar a ser. Una lectura muy recomendable.

El cantante de góspel de Harry Crews, inmensa macarrada con sentido la de Crews  en la que fue su novela debut y que ha constituido mi bautismo de fuego del autor. Una historia mesiánica que adquiere proporciones épicas en el final y en la que no falta el buen humor al entrelazar un cantante de góspel con un circo de freaks y un pueblo de paletos supersticiosos del medio oeste norteamericano. Un cóctel explosivo que pretende reflejar de alguna manera la sociedad norteamericana y su desintegración de una manera como mínimo jocosa y que consigue la leas sin aparente esfuerzo. Un hasta pronto en toda la regla.

Fantasma de Jo Nesbo, desde que Penguin Random House adquirió los derechos del noruego, hay que reconocer que se ha puesto las pilas; ha recuperado los dos primeros libros del autor y ha publicado, al mismo tiempo, los dos nuevos que quedaban en el tintero y, todo ello, en prácticamente dos años. Si bien El leopardo no parecía un buen punto de partida de cara al futuro de Harry Hole, este Fantasma ha conseguido convencerme por motivos distintos a los que hicieron que me aficionara a Nesbo; a nuestro Harry le sienta bien estar en Noruega, es esa pequeña frontera que define también el alcance del género: pasar de un thriller a algo más contenido, un policíaco más habitual; a esta entrega le favorece que  vuelva al terreno personal pero añadido a la trama policíaca y más en la figura de Oleg. Le sienta aún mejor lo cerrada que es la parte final sin que recurra a varios golpes de efecto con falsos culpables, más bien consigue dividirlo en pequeños misterios que va desvelando uno a uno hasta el último giro. Curiosamente, da la impresión de estar más cohesionada que alguna de las anteriores novelas. No me olvido del cliffhanger, evidentemente te deja con ganas de coger el siguiente libro cuanto antes para saber cómo continuará. 

Fulgor de Manuel Loureiro, Loureiro nunca ha sido un escritor muy creativo, se caracteriza más bien por utilizar temas que ya han funcionado y dotarles de su propia cohesión además de ser, particularmente un buen narrador de escenas de acción; en su nueva novela, Fulgor utiliza muchas ideas de otros, pero especialmente de Stephen King, también es cierto que la idea  principal (esas auras) lo ha cogido de Insomnia, libro que precisamente no es de los más famosos, pero no dudé en identificarlo así como las referencias a Carrie o Dreamcatcher, no es desdeñable pensar en la saga de Star Wars o en los X-men por algunos hechos que suceden. Sin embargo, y más allá de estas referencias, el gallego escoge como protagonista a una mujer (muy bien caracterizada) y eso ya es de agradecer entre tanto “macho” dominante y consigue montar una trama que bebe de las fuentes del giallo en su inicio y se convierte en un thriller apocalíptico donde se aborda la eterna lucha del bien y del mal. El resultado es más homogéneo de lo esperado y consigue que se lea en un santiamén obteniendo una novela para momentos de expansión bastante apetecible.

Voces de Chernóbil de Svetlana Alexievich, tenía durante mucho tiempo guardado el libro de la reciente premio nobel de literatura. Mal hecho, como explico con claridad en el enlace del título.

La música del siglo XIX de Carl Dahlhaus, buen material, fatal edición, la acumulación de letras no deja respiro al lector que siente que se agobia en cada paso de página. Lástima porque el material es muy bueno aunque ligeramente denso. No es para aficionados sino para un público más especializado y con unos conocimientos de música avanzados.

Zeroville de Steven Erickson, todo un sorpresón, disfrutable por cualquier lector pero especialmente recomendado para cinéfilos. Me extenderé más con él más adelante. No sé si aquí o posiblemente en otro medio. 

Los hechos de Philip Roth, Roth se lo pasaba bomba con sus lectores, pero seguro que la mayoría no pillaron sus intenciones. Dándole un nuevo sentido al narrador poco fiable y traicionero como en este caso. Me extenderé más adelante.

Internet Safari de Noel Ceballos,  se me antoja muy necesario leer este libro y más en tiempos como los actuales. Conseguir sintetizar (de esta manera) un mastodonte como internet y las redes sociales, es digno de todo mi elogio y reverencia. En breve hablaré mucho más sobre él en una crítica en condiciones.

Medallones  de Zofia Nalkowska, llegué a la polaca por recomendación de un gran lector y a raíz de la lectura de Voces de Chernóbil; y, en efecto, tiene todo el sentido del mundo unir estas dos lecturas en un post que prepararé más adelante. Gran libro, más lírico en sus formas que la bielorrusa a pesar de partir de un mismo tipo de material.

Ojo de Halcón: Río Bravo  de Matt Fraction y David Aja, el mayor problema de este TPB es la irregularidad. Así como las historias de Aja y Fraction funcionan a la perfección, esta simbiosis no es tan patente en el caso de Annie Wu, de hecho, incluso el tono no parece adecuado, y el contraste con las otras es tan evidente que no acaba de cuadrar con lo mostrado. Aun así siguen siendo buenas historias de aventuras no explícitamente super heroicas.

Revival  de Stephen King, King hoy puede hacer lo que quiera,  y lo está aprovechando para escribir de casi cualquier tema que le guste. Se nota que su estilo es mejor que nunca y juega con el resto de variables y nosotros nos congratulemos aunque no se dedique al terror propiamente dicho. Más información pondré más adelante.

Y este mes hay novedades, vuelvo a poner compras ya que, por fin, ha abierto “La Sombra”, como podéis ver en el post que adjunto y donde tenéis toda la información necesaria para pasaros por allí:

Compras_Noviembre

De la foto os podéis imaginar que varios van a caer en diciembre, tengo claro que me encanta acabar el año con un nuevo Coover, ese Pinocho en Venecia va a ser fijo, el resto no lo tengo tan claro. Tendréis que esperar hasta el resumen de diciembre. O casi ya al fin del año.. que ya se acerca.

¿Tenéis elegidos vuestros favoritos del año? Yo tengo varios pero hay que esperar hasta el último día para confeccionar la lista definitiva.

¡Buenas lecturas!

Resumen Octubre 2015. Dificultades de diferente índole

santoEste mes ha sido un poco atípico, tanto en lo lector como en la actividad del blog. En lo lector he improvisado mucho y he adaptado un poco las lecturas al nuevo sitio donde estoy escribiendo que por si no lo sabéis es www.caninomag.es , y que me viene muy bien para dar salida a mis comentarios sobre obras de género y así dejo mi blog personal para las obras más “serias” por llamarlas de alguna manera. Por otro lado la actividad del blog la he disminuido por escribir en el nuevo sitio y por el aumento de carga laboral en mi lugar de trabajo, que conlleva menos tiempo y, además, estar más cansado en general.

Una vez explicado esto pasemos a las lecturas, al final he conseguido seguir la media de quince libros mensuales:

Odisea 2050. La economía mundial del siglo XXI de Jaime Requeijo, han pasado unos cuantos años desde su publicación y, sin embargo, el texto de Requeijo sigue estando en plena actualidad, con un análisis del escenario macroeconómico muy lúcido una gran claridad, especialmente para neófitos como yo. Realmente  interesante es leer lo particular relacionado con la economía española donde habla sobre sus puntos fuertes (alguno hay) y los puntos débiles (demasiados)  que, además, no están acometiendo los sucesivos gobiernos que llevamos teniendo desde hace tanto tiempo. Es desangelador comprobar su ignorancia ante estos aspectos lastrada, como siempre, por su inherente necesidad de favorecer a sus amigos y enriquecerse ellos mismos. Nadie piensa en nadie, mejor saberlo cuanto antes para no llevarse decepciones.

En busca de una víctima de Ross Macdonald, sorprendente giro el que acometió MacDonald en esta nueva novela de nuestro gran Lew Archer, sobre todo porque empieza de una manera muy distinta, con más acción de la habitual, y porque deslocaliza al detective, poniéndolo en un ambiente alejado de lo que conoce. En un lugar extraño podemos observar al Archer más cínico y divertido, también el que se lleva más palizas, pero siempre tenemos a un gran investigador con una trama fantástica, muy hardboiled, que se decide casi en la última página.

Folloneras de VVAA, fanzine que surgió del festival de microedición HUL y que está cargadito de textos que tienen que ver con mujeres y escritos, en su mayoría, por ellas mismas. Es ecléctico e irregular pero se lee con gusto porque, como suele ocurrir, es bueno leer otras perspectivas y más si vienen de participantes tan diversos y profesionales como estos. Una buena lectura.

Salem’s Lot de Stephen King, este caso es una relectura por motivos que espero comentar en el futuro. Baste por ahora decir que ha sido una lectura fabulosa, con todo el bagaje de lecturas que llevo ahora mismo podría haber esperado una desvalorización de la obra y no solo no es así sino que estoy dispuesto a afirmar  todo lo contrario. Este King empezó muy bien, puede que escribiera peor pero el manejo narrativo, la creatividad, la espontaneidad equilibran las pequeñas carencias. 

Nu)n(ca de Luigi Amara, pinchando en su título podéis entrar en la crítica que hice de este fantástico poemario. 

La furia de Gene Kerrigan, estupenda novela negra ambientada en la Irlanda contemporánea y que, en breve, saldrá reseñada en canino. 

H de Halcón de Helen Macdonald, aplausos a una editorial como Ático de los libros que se atreve a publicar algo tan distinto como esta pequeña joya. Tengo pendiente preparar una crítica donde me extenderé aún más en el futuro. Esperad noticias.

485378118_39bd4bd119_oFormas breves de Ricardo Piglia, por fin puedo decir que he leído a Piglia, y el comienzo ha sido inmejorable, estos pequeños relatos-ensayos están llenos de sapiencia y saber estar; es apasionante su disección de las fórmulas utilizadas para componer un cuento para al fin elaborar una pequeña tesis del cuento que embriaga por su lucidez. Todos y cada uno de ellos constituyen pequeñas dosis de buena literatura. Seguiré con Piglia, eso lo tengo claro.

Alarmas y digresiones de G.K. Chesterton, siempre es un placer leer los artículos de Chesterton, aunque en este caso se trate de un primerizo, siento decir que no habrá reseña de él pero siempre es recomendable disfrutar de la contagiosa elocuencia del orondo británico.

Carrie de Stephen King, otra relectura, esto de empezar a leer al Sr King desde el principio es toda una experiencia; un estilo más primigenio, poco depurado, incluso tosco no descuadra demasiado de una historia visceral que tiene como protagonista a la archiconocida telekinética.

La niña gorda y otros relatos inquietantes de Marie Luise Kaschnitz, otro de esos libros que espero que aparezcan en breve en canino. La antología es de mucha calidad. Vaya año de publicaciones que lleva Hoja de lata.

El santo de César Aira, coged el texto anterior y poned Aira en vez de Piglia, bueno, también habría que quitar lo del cuento y que esto es una obra de ficción pero la conclusión es la misma. Aira es un gran escritor al que voy a seguir leyendo.

Lecturas de mí mismo de Philip Roth, dentro de poco haré una reseña de este libro para el blog, entra dentro de mi proyecto. Ahí me extenderé sobre este buen libro para los amantes de Roth al que el resto le pueden sacar también su jugo.

Refugio_3/9 de Anna Starobinets, también aparecerá tarde o temprano una crítica en canino. Nuevo gran libro de la rusa que nos ha descubierto con gran tino Nevsky.

Y eso es todo por ahora. El próximo mes no sé lo que va a ser en cuanto a próximas lecturas. Solo sé que seguiré leyendo y, eso sí, vendré a comentarlo luego.

¡Buenas lecturas!

Mi rentrée: el hype de otoño 2015

SupasatiempoEl año pasado realicé un artículo donde hacía predicciones sobre los que creía que iban a ser los mejores libros del final del año y la verdad es que no me equivoqué, fueron todos lecturas muy satisfactorias (uno de ellos ha llegado este año (Los desafortunados) y va a ser uno de los libros del año).

Este año, aprovechando la sucesión de artículos que suelen sucederse con respecto a esa palabra tan bonita: rentrée; y tras preguntar a varias editoriales por sus planes hasta fin de año, he diseñado mi rentrée particular, los libros que más me interesan y de los que ahora voy a hacer una pequeña división con los que espero con más ansia. A continuación, un pequeño resumen con aquellos en los que he enfocado mi “hype”:

-El primero, ya tradicional en estas fechas, es el próximo libro de William Gaddis, Sexto Piso acomete la nada desdeñable labor de publicar casi todo lo que hizo el autor norteamericano, y en esta ocasión nos trae Su pasatiempo favorito, posiblemente una de sus obras más monumentales junto con Jota Erre y Los reconocimientos, donde el autor acometía una sátira del sistema judicial en EEUU.

The Lost Landscape : A Writer’s Coming of Age de Joyce Carol Oates , el tercer libro este año de la incombustible escritora norteamericana nos va a brindar un coming age autobiográfico que nos puede desvelar la formación de la autora como escritora desde sus recuerdos de la infancia.

MafiaHistoria de la Mafia de John Dickie el autor de Delizia!  es un experto en estas lides, esta monumental tochazo promete un trabajo exhaustivo que nos desvele todo lo que tenemos que saber sobre la Mafia.

-Ojo al final de año que nos propone  Pálido Fuego, dos libros he escogido de su excelente rentrée, primeramente Zeroville de Steve Erickson una de esas historias de narradores múltiples donde todo es posible y la realidad se nos muestra de una manera alternativa; el otro es la particular versión de Pinocho en las manos del irreverente Coover, Pinocho en Venecia.

-En Ático de los libros también han preparado un final de año excelente, es difícil elegir sin dejar alguno de los que sacan pero me voy a centrar en dos novedades concretas: por un lado, el nuevo libro de Ian Morris en su colección de historia Guerra. ¿Para qué sirve?; por otro lado me atrae muchísimo su H de Halcón de Helen MacDonald, una particular novela que puede deparar grandes momentos desde una premisa diferente (“una mujer que, al perder a su padre, decide entrenar un halcón para recordarle pinocchiomid(pues ambos compartían un gran amor por la Naturaleza) y salir del tremendo marasmo emocional en el que ha sucumbido”) 

-De entre lo que publica en sus múltiples sellos PRH Mondadori cabe destacar la vuelta de dos grandes, nuestra ración de Stephen King y su Revival que puede convertirse en una de sus historias más oscuras; sorprendentemente, Lumen se ha dado cuenta de que tiene a Atwood en su catálogo y nos trae Nada se acaba, una elección bastante curiosa y lejana a lo que está publicando ahora mismo la autora canadiense.

-Dos novedades de sabor británico y que me gustan por motivos distintos, en Noviembre Alba, después de más de 35 años de la publicación de la última traducción, va a sacar una de las obras cumbres de D. H. Lawrence, El Arco iris, una noticia increíble; por otro lado ZerovilleAnagrama en octubre va a sacar lo último de McEwan y Amis, en esta ocasión, por la polémica y lo controvertido del tema, La zona de interés, del segundo es mi apuesta.

-Y para acabar una pequeña selección de género, Navona nos va a traer, en su colección de novela negra, la continuación de lo que publicaba RBA de Ross Macdonald, La Wicherly; Quaterni, las últimas aventuras de Byomkesh Bakshi en Las púas del puercoespín; dÉpoca va a empezar la publicación de las aventuras del investigador Lecoq en El misterio de Orcival de Gaboriau; Nevsky vuelve a la carga con Starobinets en octubre; y habrá que echar un ojo al Fantasma de Nesbo. Ah, casi se me olvida, ojo al James Bond ruso en Diecisiete instantes de una primavera que nos trae Hoja de Lata.

Esto, desde luego, es una pequeña selección, quién sabe por dónde irá el tema. Hay otros libros que tengo en mi lista  y podrían estar realmente bien. Veremos cómo va el final de año.

¡Buenas lecturas!

Jack of Spades by Joyce Carol Oates. Escritora de género, versatilidad

jackOFspadesLa sinopsis de la segunda novela de Joyce Carol Oates en este año tras The Sacrifice , Jack of Spades, no podía atraerme más a priori:

“Andrew J. Rush has achieved the kind of critical and commercial success most authors only dream about: his twenty-eight mystery novels have sold millions of copies in nearly thirty countries, and he has a top agent and publisher in New York. He also has a loving wife, three grown children, and is a well-regarded philanthropist in his small New Jersey town. But Rush is hiding a dark secret. Under the pseudonym “Jack of Spades,” he writes another string of novels—dark potboilers that are violent, lurid, even masochistic. These are novels that the refined, upstanding Andrew Rush wouldn’t be seen reading, let alone writing. Until one day, his daughter comes across a Jack of Spades novel that he has carelessly left out and begins to ask questions. Meanwhile, Rush receives a court summons in the mail explaining that a local woman has accused him of plagiarizing her own self-published fiction. Rush’s reputation, career, and family life all come under threat—and unbidden, in the back of his mind, the Jack of Spades starts thinking ever more evil thoughts.”

Comenté a propósito de El gusano de seda el recurso que utilizan algunos autores de escribir a través de un pseudónimo y cómo esta escisión de la autoría les permite experimentar en temas o géneros tratados (lo más habitual) e incluso transforman su estilo para adaptarse al nuevo tema/género o simplemente por probar nuevas formas de escribir (menos habitual). Joyce Carol Oates no escribe en este caso con pseudónimo (aunque sí lo ha hecho en otras ocasiones) pero trata sobre ello en esta última novela transformando su estilo de tal manera que podríamos estar hablando de la última entrega terrorífica de Stephen King, de hecho, es inevitable pensar en La mitad oscura según la estás leyendo.

Lejos de tratarse de una coincidencia, Oates es muy consciente de los paralelismos que se encarga de alentar continuamente desde el comienzo, aquí se puede comprobar su similitud con el fenómeno Bachman y cómo el utilizar el pseudónimo le sirve para escribir de una manera “más cruda, visceral, francamente terrorífica”:

“There is another, curious similarity between Stephen King and me: as Stephen King experimented with a fictitious alter ego some years ago, namely Richard Bachman, so too I began to experiment with a fictitious alter ego in the late 1990s, when my career as Andrew J. Rush seemed to have stabilized, and did not require quite so much of my anxious energies as it had at the start. Thus, Jack of Spades was born, out of my restlessness with the success of Andrew J. Rush.

Initially, I’d thought that I might write one, possibly two novels as the cruder, more visceral, more frankly horrific  “Jack of Spades” –but then, ideas for a third, a fourth, eventually a fifth pseudonym novel came to me, often at odd hours of the night.”

De hecho, volverá a comentar en varias ocasiones esta diferenciación en la forma de escribir como en este caso donde igualmente habla de su método de escritura, ese “no saber cómo va a acabar una novela hasta que ocurre”:

“The endings of Jack of Spades’s  mysteries were crueler, as they were more primitive. There was too much evil spilling over everything to be tidily mopped up and mostly, everybody died, or rather was killed. Often I had no idea how a novel by Jack of Spades would end until the last chapter which came rushing at me like a speeding vehicle”

Independientemente de la apariencia de thriller que sirve para leerlo con inevitable interés Oates explota las posibilidades de este tipo de narración y el uso del pseudónimo por parte del escritor; solo hay que ver el miedo que tiene el Rush a perder el control, hecho que le sucede cada vez que Jack of Spades paulatinamente parece tomar el control de algunos momentos de su vida:

“Since the previous day, when my dear daughter Julia had innocently picked up a copy of Jack of Spades’s  A kiss before killing and begun leafing through it, I had feeling that something further would happen, out of my control. If there is one thing that frightens me, and infuriates me, it is losing control.

As if Jack of Spades had come to crouch in a corner of my life, unbidden by me, dragging all the light to him, and into him, like a black hole.”

Esta continua evolución hacia el orden establecido por Jack of Spades es expresado con otro recurso que utiliza King en sus novelas: el uso de una voz del subconsciente que, habitualmente aparece en cursiva y suele reflejar pensamientos que parecen ajenos a la personalidad del protagonista:

 

“Easily, the wife’s skull might be broken in a fall.

In the night, on the steep steps –easily.”

 

“I like not that.

Such phrases Jack of Spades inserted into the stream of my thoughts, that were random and inexplicable and not to be taken seriously.

I like not that. Nor should you.”

 

Quizá lo más discutible en la novela es la aparición de C. W. Haider, una mujer que la demanda por plagio pero la siguiente reflexión, en los pensamientos de Rush, nos da luz a un posible objetivo, mucho más ambicioso, de Oates:

“Of course it had not helped Haider’s carrer that she was female, but not feminine. She’d hoped to break into a male-dominated field of popular American mystery-horror writing as few women have been able to do, and certainly not a woman writer who displayed  the ego of a male writer.”

El papel de la mujer en la literatura de género es difícil sobre todo por la falta de reconocimiento inherente a las mujeres en un tipo de literatura (misterio-terror) dominada, de por sí, por los grandes machos; Oates no se corta, a estas alturas de la vida, con su edad, en denunciar esta situación y quiere demostrar con esta novela su capacidad para crear novelas de este tipo al nivel más alto, independientemente de que sea mujer o hombre:

“These Jack of Spades novels will combine some of the intricacies of plot of A. Rush with the crude, quick-moving, visceral power of Jack of Spades. Blend DNA of Stephen King, Mickey Spillane, Clive Barker, Jack Ketchum, Chuk Palahniuk plus sheer gut-wrenching carnage… Euphoria swept through me like flame”

El colofón de este reconocimiento buscado es el momento en que idea una carta ficticia en la que Stephen King felicita a Jack of Spades subrayando la mayor oscuridad de las novelas del personaje (“U R 2 DARK 4 Me”):

“Imagine my surprise and chagrin when, a few weeks later, a hastily scrawled postcard arrive at the P.O. addressed to “Jack of Spades.”

Whoever you are –“Jack of Spades”- U R 2 DARK 4 Me & We ARE NOT rivals

S.K.”

Un supuesto accidente en el pasado que supuso la muerte de su hermano pequeño nos llevará a un final donde lo real se mezcla con lo sobrenatural, en un cúmulo de ambigüedades que os dejo que descubráis por vosotros mismos (de hecho he preferido quitar algún texto que podía revelar algo de esto). Ese punto macabro final supone una fantástica culminación de una novela que tiene mucho por detrás, como siempre ocurre con la grandísima Joyce Carol Oates.

El canto del cuco y El gusano de seda de Robert Gailbraith. Lo detectivesco según J. K. Rowling

Justamente el otro día hablaba con Gonzalo Torné en Twitter sobre pseudónimos; escritores que adoptan otras personalidades como autores y aprovechan este aparente desdoblamiento de la personalidad para tratar otros temas, otros personajes, otras historias e, incluso, adoptar estilos diferentes como si se tratara de personas distintas; tal es el caso de Gonzalo que se embarca en la tarea de escribir, como Álvaro Abad, novelas de aventuras o con cierto regusto “noir”; tenemos muchos casos actuales en los que sucede igualmente como es el caso de Stephen King y su Richard Bachman, que surgió por el miedo a perder la creatividad y el tratamiento de temas más difíciles de cara al público general ( el tiempo le ha demostrado que, gracias a su margen como King, puede tratar cualquier tema); otro caso paradigmático es el de Joyce Carol Oates que aprovecha sus “otras personalidades literarias” como Rosamond Smith o Lauren Kelly para centrarse en la novela de género y transformar su estilo al mismo tiempo para separarse de sus obras más “serias” (por poner un adjetivo, con toda la inconcreción que supone); ella misma escribe sobre el tema en un libro que traeré dentro de poco por aquí, su Jack Of Spades juega con la forma en que se escinde la personalidad para establecer los dos carismas como autor y cómo uno puede llegar a dominar al otro; parecido es el caso de la archiconocida escritora inglesa Joanne K. Rowling, la creadora de Harry Potter y todo el “Potterverse” que tanto éxito tuvo entre jóvenes y adultos. Robert Gailbraith, un hombre, es el nombre que la autora escogió para escribir novelas policíacas, muy alejadas de sus temas de fantasía, deseando establecer una nueva personalidad que la aleje un poco de lo cómodo y llegar a un público diferente, puede que más adulto.

Ahora que acaba de salir el segundo libro con dicho pseudónimo aproveché para leer los dos seguidos y cantocucohacerme una idea de lo que podemos esperar de esta encarnación literaria; en el El canto del cuco Rowling acometía la presentación de los dos personajes principales: el investigador de nombre inolvidable Cormoran Strike y su ayudante, la rebelde y luchadora Robin Ellacott; la presentación de Strike es toda una declaración de intenciones en cuanto al estilo:

“El reflejo que le devolvía la mirada no era atractivo. Strike tenía la frente alta y abultada, una nariz ancha y las cejas densas de un joven Beethoven que hubiese estado boxeando, una impresión que acentuaba el ojo hinchado y ennegrecido. Su abundante pelo rizado, mullido como una alfombra, le había supuesto que entre sus muchos motes de la juventud se incluyera el de “cabeza de vello púbico”. Parecía mayor que sus treinta y cinco años de edad.”

Rowling, como Gailbraith, adopta un estilo muy ornamentado, pródigo en adjetivos (había bastantes bromas por este hecho) y frases más largas de las que utilizaba en la más sencilla (y efectiva) prosa de las aventuras de nuestro mago; cada presentación de personaje es vívida y colorida y establece un sello de identidad:

“La extrema belleza de Lula rayaba al borde mismo del absurdo, y el encanto por el que era tan celebrada –tanto en necrológicas de periódicos como en blogs histéricos- iba acompañado de una reputación de repentinos ataques de mal genio y un pronto peligroso. La prensa y el público parecían amarla tanto como detestarla. Una periodista la encontraba “curiosamente dulce, poseedora de una inocencia inesperada”; y otra decía que era “en el fondo, una pequeña diva calculadora, astuta y dura.”

En cuanto al tema tratado, se inclina por la variante más detectivesca del relato policíaco; por su forma de escribir yo diría que tenía en la cabeza a P.D. James como inspiración, aunque la elección de un hombre como detective la dejaba un poco alejada de lo que podría esperarse en tiempos como los actuales: una mujer detective, o una mujer investigadora (sin ser profesional); creo, de hecho, firmemente, que estaba probándose a sí misma y que tenía muchas dudas sobre cómo desarrollarlo; esta broma a Cormoran denota, curiosamente estas dudas:

“-Ridículo –dijo Bristow entrecortadamente-. Debería dejar de trabajar como detective y probar con la literatura fantástica, Strike. No tiene la más mínima prueba de lo que está diciendo…

-Sí que la tengo –le interrumpió Strike, y Bristow dejó de hablar de inmediato, con su palidez visible a través de la penumbra-.”

Y estaban presentes a lo largo de la toda la voluminosa novela, el resultado es irregular, la trama es solvente, la presentación de personajes razonable, pero se echaba de menos algún motivo original, alguna chispa de genialidad que la diferenciara de todo lo que se publicar en el género más allá del nombre del carismático detective.

Gusano de seda, El_150x230Afortunadamente, estas dudas se difuminan cuando uno lee su siguiente novela, El gusano de seda supone un gran paso adelante en todos los aspectos ya que no abandona su sello de identidad que he comentado anteriormente (ojo al esfuerzo de pintar al protagonista de diferente manera):

“Strike no desentonaba con aquellos tipos corpulentos que entraban y salían de la cafetería con andares bruscos. Era alto y moreno; su pelo, corto, rizado y tupido, empezaba a ralear un poco en la frente, alta y abultada, que sobresalía por encima de una nariz ancha de boxeador y unas cejas pobladas y hoscas. Iba sin afeitar, y unas ojeras moradas engrandecían sus oscuros ojos. Comía con la mirada perdida en el edificio del mercado al otro lado de la calle. La entrada en arco más cercana, la número dos, iba adquiriendo relieve a medida que disminuía la oscuridad: una cara de piedra de expresión severa, antigua y barbuda, lo miraba fijamente desde lo alto del portal. ¿Existiría el dios del ganado para despiece?”

Y es así sobre todo por párrafos como el siguiente que os invito a leer a continuación:

“Robin había dado por supuesto que él pensaba algo parecido, de vez en cuando le decía cosas como “Es bueno para tu formación de detective” o “te convendría hacer un curso de contravigilancia”. Había dado por supuesto que cuando el negocio se consolidara (y podía afirmar que ella había contribuido a esa consolidación) recibiría la formación que tanto necesitaba, y bien lo sabía. Sin embargo, ahora parecía que esas indirectas no habían sido más que comentarios sin valor, simples palmaditas en la espalda de la mecanógrafa. Entonces, ¿qué estaba haciendo allí? ¿Por qué había rechazado otro empleo mucho mejor? (Como estaba irascible, prefería no acordarse de lo poco que le había interesado aquel trabajo en un departamento de recursos humanos, pese a estar muy bien pagado.)

Quizá la nueva empleada fuera una mujer capaz de realizar esos trabajos tan útiles, y ella, Robin, se limitaría a hacer de recepcionista y secretaria de ambos, y nunca abandonaría ya su mesa. No se había quedado con Strike para eso, ni había rechazado un sueldo mucho mejor ni introducido un motivo recurrente de tensión en su relación con Matthew para acabar de aquella manera.”

La evolución que experimenta Robin nos lleva a una inconformista, una luchadora que aboga por romper el papel que la sociedad le tiene reservado y a elegir lo que de verdad le gusta, más allá de esa sombra del patriarcado que pretende relegarla a un papel secundario; hasta tal punto que se convierte en una verdadera protagonista de la historia, al mismo nivel de Cormoran y, en muchas ocasiones, a un nivel superior al de este. Robin es la encarnación de un feminismo actual y supone ese avance que necesitaba y que aporta al género otro punto de vista: ese paso de ser secretaria (una simple ayudante) a convertirse en “socia” y participar activamente en la resolución de los casos.

Si a esto le sumamos una trama literaria con un libro en el centro de la misma, como posible inspiración a la realización del mismo:

“Mientras vadeaba aquel relato de obscenidad florida, Strike se preguntó cuántos retratos de personas reales se le estarían escapando. La violencia de los encuentros de Bombyx con otros humanos resultaba turbadora; la crueldad y la perversidad de estos no dejaban ningún orificio sin violar; era un frenesí sadomasoquista. Sin embargo, la inocencia y la pureza esenciales del protagonista constituían un tema constante, y, por lo visto, la simple declaración de su genialidad era todo lo que el lector necesitaba para absolverlo de los delitos en los que participaba de tan buena gana como los presuntos monstruos que lo rodeaban. Mientras pasaba las páginas, Strike recordó la opinión de Jerry Waldegrave de que Quine era un enfermo mental; empezaba a coincidir con él.”

Y el reflejo, al mismo tiempo, del mundo literario y todo lo asociado  a él, sus ambientes, sus personajes, sus envidias, tramas sobre y para la literatura, etc; todo ello con un puntito de escabrosidad que resulta adecuado para lo tratado ya que la prosa de Rowling, cargada de detalles sirve perfectamente a este propósito:

“[…] Strike experimentó las primeras arcadas y la sensación de hallarse en el interior de un templo, testigo de una matanza sacrificial, de un acto de infame profanación.

Habían dispuesto siete platos y siete cubiertos alrededor del cadáver en descomposición, como si éste fuera una pieza gigantesca de carne. Lo habían abierto en canal y, aun desde el umbral, gracias a su estatura, Strike pudo ver la cavidad negra en que se había convertido el tronco. Los intestinos habían desaparecido, como si se los hubieran comido. La tela y la piel quemadas que cubrían el cuerpo reforzaban la repugnante impresión de que lo habían cocinado y se habían dado un festín con él. Había partes en las que el cadáver putrefacto y chamuscado, brillaba y adquiría un aspecto casi líquido. Cuatro radiadores encendidos aceleraban el proceso de descomposición.

La cara, podrida, era la parte del cuerpo que quedaba más lejos de la puerta y más cerca de la ventana. Strike la miró con los ojos entornados, sin moverse y procurando no respirar. De la barbilla todavía colgaba un poco de barba rubia, y solo se distinguía la cuenca de un ojo, calcinada.

De pronto, pese a estar familiarizado con la muerte y la mutilación, Strike tuvo que contener las ganas de vomitar que le provocaba aquel olor casi asfixiante, mezcla de producto químico y cadáver.”

Entonces nos encontramos con una novela casi perfecta de detectives: con un punto moderno gracias al papel de Robin y una trama mejor cerrada que en el primer caso. Sabiendo la capacidad de previsión a largo plazo de la autora (que ya puso en práctica con Potter), sinceramente, espero grandes cosas de las aventuras de Cormoran y Robin. Aquí me tiene esperando su nueva entrega con cada vez más ganas.

Los textos provienen de la traducción de  Jesús de la Torre de El canto del cuco y de  Gemma Rovira Ortega de  El Gusano de Seda de Robert Gailbraith (J.K. Rowling) para la editorial Salamandra

Resumen Enero 2015. Nuevo año, nuevas lecturas

Me he retrasado muchísimo este mes. La falta de tiempo actual no me permite actualizar convenientemente las reseñas que tengo pendientes y el resumen del mes anterior no puede esperar. Estamos hablando de enero y estoy acabando febrero, aquí tenéis el resumen de las lecturas de enero y que siguen, más o menos, lo que había previsto en este post. Aunque me quedó alguno de los previstos por leer, se han sumado al mes de febrero donde daré buena cuenta de ellos. Sin más, los comentarios, pinchando en el título tenéis el enlace de varias de ellas: 

The taqwacores de Michael Muhammad Knight, me extendí mucho en su reseña donde encontraréis razones de sobra para leerlo a pesar de las dificultades. No podía ser de otra manera con la novela fundacional del punk islámico.

Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón de Sekien Toriyama, las cosas que saca Quaterni son deliciosas. En este caso, es un catálogo de monstruos de todo tipo con sus consiguientes grabados y su descripción. Una selección necesaria y que complementa muchas lecturas que saca la propia editorial.

En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano, me temo que el último Nobel está en ese segmento que solo me provoca indiferencia. Y eso que este libro se acerca más a la temática de género, no veo más que buen oficio, nada comparable a lo que son capaces de hacer los más grandes, tanto en estilo como en el fondo. No creo que le dé más oportunidades.

Los atracadores de Tomás Salvador, recuperación de novela negra española en tiempos del franquismo. A pesar de su inevitable mensaje moralizante se trata de una propuesta excelente en forma y contenido.

Invasión Secreta de Brian Michael Bendis, Bendis es el fetiche de Marvel, no creo que tenga talento para escribir grupos y más, cuando se trata de crossovers comiqueros,; buenas ideas, buen dibujo, realización irregular. Buen forraje por momentos.

¡Delizia!: La historia épica de la comida italiana de John Dickie, tengo pendiente la reseña, ya podéis suponer que es un libro suculento.

Carthage de Joyce Carol Oates, me extendí mucho en su reseña que podéis buscar en el enlace. Como de costumbre, un buen libro de Oates.

La Santa de Mado Martínez, me arrepiento de no haber hecho reseña para este libro, se puede quedar muy perdido en el limbo de autores no destacados y no sería justo. Buena novela de terror con fantasmas, múltiples puntos de vista y narración dislocada que se lee con gran disfrute.

Relatos Japoneses de misterio e imaginación de Edogawa Rampo, tarde o temprano escribiré algo sobre esta deliciosa recopilación de relatos de terror y misterio.

La calavera bajo la piel de P.D. James, la maestra británica nos dejó pero sus libros reflejan a la perfección cómo escribir novela policíaca con buen gusto y estilo.

Asedio de Brian Michael Bendis, peor que Invasión secreta… aunque no se puede negar que es muy efectivo y contiene imágenes impactantes.

El santo del monte Koya y otros relatos de Kyoka Izumi, otro libro de relatos imprescindibles y del que hablaré algo, aunque ya no sé el qué.

El indolente viaje de dos aprendices perezosos y otros relatos de Charles Dickens, recuperación de un Dickens ocurrente en condiciones ciertamente extrañas.

Mr Mercedes de Stephen King, no es el mejor King pero esta aproximación a la novela policíaca, a su manera, se lee con indudable satisfacción.

Fouché. Retrato de un hombre político de Stefan Zweig, otro de los que me faltan y NO puede faltar. Es, sin lugar a dudas, una obra maestra: la biografía de uno de los personajes más maquiavélicos que podemos encontrar a lo largo de la historia.

No se ha dado nada mal enero para comenzar este nuevo año. Aquí tenéis las últimas adquisiciones.

Compras_Enero

Y, nuevamente, intentaremos que los siguientes libros sean los previstos.

Previsión_lecturas_febrero De estos libros tienen prioridad los que no me leí el mes anterior: El Glow de Beauman, El mundo deslumbrante de Siri Husdvedt, Los políglotas de Gerhardie, Divagaciones Rossinianas de Zedda y La sala del crimen de P.D. James. El resto está compuesto por una buena mezcla de novela negra clásica y varios de los autores que tengo en mi proyecto (Roth, Woolf… Oates). Este mes, desgraciadamente, no creo que lo consiga por los siguientes motivos: en primer lugar cogí demasiados libros teniendo en cuenta que febrero es, precisamente, el mes más corto; en segundo lugar, en el camino me ha llegado el último libro en inglés de Joyce Carol Oates, The sacrifice. Por lo tanto… me temo que no lo cumpliré. Veremos hasta dónde puedo llegar.

Mr Mercedes de Stephen King. Aproximación a la novela policíaca “a lo King”

mr-mercedesA estas alturas, el Sr King es muy consciente de su posición aventajada, ha ganado un estatus tal, que sabe que, haga lo que haga, tiene un rédito muy grande: siempre venderá sus grandes clásicos y de lo nuevo tiene un núcleo de seguidores que confía bastante en lo que va realizando. Teniendo en cuenta esta situación, lo que más me gusta de King es que no se ha relajado, como hacen muchos escritores a su edad, se dedica a experimentar, intentar nuevas temáticas, modificar estilo, etc. Pocos escritores se podrían haber arriesgado a hacer los siete tomos de la indigesta Torre oscura (cuando hablo de indigestión me refiero sobre todo al juego arriesgado que propone: metaficción, artificios postmodernos y mucha, mucha aridez; una obra que, en su aproximación holística, se encuentra en un camino indefinido que va desde la inquietud pop pasando por el pastiche hasta llegar a conformar una obra casi de “auteur”  por su ambición); el norteamericano sale continuamente de su círculo de comodidad para intentar siempre crear con mayor o menor éxito, pero sin acomodarse; no en vano, sigue sacando dos o tres libros al año.

Mr Mercedes se ha vendido, a nivel de marketing, como la primera novela netamente policíaca que intenta; no es que esperara una trama netamente “hardboiled”, tampoco creía que se fuera a ir a un “whodunit”; en efecto adopta un tramo intermedio que, sinceramente, empieza policíaco y desencadena más bien en un thriller “a su manera” (como diría Frankie); la misma contraportada del libro lo deja claro desde el principio: dos personajes, por un lado Bill Hodges, policía jubilado; por el otro, Brady Hartsfield, asesino múltiple. El mal y el bien enfrentados en una lucha sin cuartel aunque con una investigación policíaca de fondo; un Apocalipsis policíaco, por coger una de las novelas que el escritor ha utilizado con esta base general. Quizá uno de los sellos de King es llevar a su terreno cualquier tema que trate, cualquier novela que escriba.

Y eso que, inicialmente, en la presentación de los dos protagonistas, podría haberlo llevado a otro sitio, sobre todo en el caso del policía jubilado es sintomático el intento de presentar un policía alcohólico pero  que ya no lo es, intentando subvertir  la estampa habitual:

“Hodges toma otro sorbo de cerveza y sabe que ni siquiera se beberá la mitad de la lata. Es curioso, porque cuando aún estaba en la policía, era prácticamente un alcohólico. Después, cuando la bebida acabó con su matrimonio, asumió que era un alcohólico. Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad, controló el hábito y se prometió entonces que en cuanto llevara cuarenta años trabajados –una antigüedad más que considerable habida cuenta de que el cincuenta por ciento de los policías se retiraban a los veinticinco años de servicio y el setenta por ciento a los treinta- bebería tanto como quisiera. Y ahora que ha superado esos cuarenta años, el alcohol apenas le interesa. Se obligó a emborracharse unas cuantas veces, solo para ver si aún era capaz, y lo era, pero estar borracho, como vio, no era mucho mejor que estar sereno. De hecho era un poco peor. “

La presentación del villano, Brady, mediante una carta que envía a Hodges, es muy conveniente; resulta efectiva y desasosegante por lo que implica, una especie de persecución, un fin para el que los medios no importan, hará lo que sea para conseguir ese fin:

“[..] En un artículo (cuya publicación coincidió con su ceremonia de jubilación), su compañero durante mucho tiempo (el ins. de 1er grado Peter Huntley) lo describió a usted como “una combinación de fidelidad al reglamento y brillante intuición.”

¡Un buen cumplido!

Si es verdad, y creo que lo es, ya habrá deducido a estas alturas que soy uno de esos pocos a los que no consiguió atrapar. Soy, de hecho, el hombre a quien la prensa decidió llamar:

  1. El Joker,
  2. El payaso, o
  3. El Asesino del Mercedes.

¡Yo prefiero este último!

Estoy seguro de que sudó la camiseta, pero lamentablemente (para usted, no para mí) no le sirvió de nada. Imagino que si alguna vez ha deseado de verdad atrapar a un “mareante”, inspector Hodges, ese ha sido el hombre que el año pasado embistió con toda intención a la muchedumbre congregada ante el Centro Cívico con motivo de la Feria de Empleo, matando a ocho personas e hiriendo a otras muchas. (Debo admitir que superé mis expectativas más optimistas.) ¿Me tenía en mente cuando le entregaron aquella placa conmemorativa en la ceremonia oficial de jubilación?”

Como de costumbre, aprovecha su universo (el Universo King), la existencia de una serie de novelas que ya ha creada, para realizar multirreferencias para sus seguidores más acérrimos, referencias que, por otra parte, no entorpecen la trama ni la tensión dramática, no hacen más que enriquecer la situación:

“Mechones de pelo anaranjado, a lo Bozo, sobresalían por encima de las sienes como cuernos. La nariz era un bulbo de goma rojo. Sin cabeza que la tensara, la sonrisa de aquellos labios rojos se había convertido en una mueca de desdén.

-Pone la carne de gallina. ¿Has visto esa película del payaso en la alcantarilla?

Hodges negó con la cabeza. Más tarde –solo unas semanas antes de jubilarse- compró esa película en DVD, y Pete tenía razón. La máscara se parecía mucho al rostro de Pennywise, el payaso de la película.”

Su objetivo final, el de este atípico psicópata, no es otro que conseguir que el policía jubilado se acabe suicidando:

“De vez en cuando Brady se pregunta si sería muy difícil envenenar todos los helados de la camioneta: el de vainilla, el de chocolate, el de frutas del bosque, el sabor del día, los sorbetes Tastey, las chocodelicias, incluso los polos clásicos y los silbatos helados. Ha llegado al punto de investigar por internet. Ha hecho lo que Anthony Frobisher, alias Tones, su jefe en Discount Electronix, probablemente llamaría “estudio de viabilidad”, y ha decidido que si bien podría hacerse, sería una estupidez. No es que sea reacio al riesgo. Al fin y al cabo, salió airoso de la Matanza del Mercedes, cuando tenía más probabilidades de ser atrapado que de quedar impune. Pero no quiere que lo pillen ahora. Tiene un trabajo pendiente. Para lo que queda de primavera y principios del verano, su trabajo es el ex poli gordo: G. William Hodges.”

Y para ello no duda en realizar cualquier tipo de acción desproporcionada, una acción que conlleve, incluso si hace falta, el sacrificio de un gran grupo de personas.

“El sol es agradable, pero sus beneficios serán efímeros. Brady reflexiona sobre los beneficios más duraderos que le proporcionará la oscuridad. Ya no tendrá que escuchar las diatribas lesbofeministas de Freddi Linklatter. Ya no tendrá que escuchar a Tones Frobisher cuando pretexta que no puede asumir los servicios a domicilio por su RESPONSABILIDAD PARA CON LA TIENDA, pese a que la verdad es que no distinguiría un fallo de disco duro ni aunque le mordiera la polla. Ya no tendrá que sentir el frío en los riñones mientras conduce la camioneta de Mr. Tastey en agosto con los frigoríficos a plena potencia. Ya no tendrá que dar manotazos al salpicadero del Subaru cuando la radio pierde la señal. Ya no tendrá que pensar en las bragas de encaje y los larguísimos muslos de su madre. Ya no tendrá que indignarse porque nadie le hace caso ni lo valora. Ya no tendrá que padecer más dolores de cabeza. Y ya no tendrá más noches de insomnio, porque a partir de hoy dormirá para siempre.

Sin sueños.”

“Se acordarán de mí –piensa cuando se detiene al borde de la carretera, esperando un hueco en el tráfico para poder regresar al motel-. El mayor número de víctimas de todos los tiempos. Pasaré a la historia”. Ahora se alegra de no haber matado al ex poli gordo. Hodges debe vivir para enterarse de lo que va a ocurrir esta noche. Tendrá que recordarlo. Tendrá que convivir con eso.”

No quiero desvelar nada de la trama pero baste decir que avanza con solvencia: continuos cliffhangers que van uniendo capítulos y que te obligan prácticamente a seguir leyendo, muertes absurdas, a veces casi de casualidad, un equipo de atípicos ayudantes que ayudan a nuestro jubilado en la investigación, un final que deja sin aliento hasta que se resuelve  como un gran thriller, etc; lo tiene todo para conseguir un resultado final más que digno, de muy buen nivel, como el que nos tiene usualmente acostumbrados.

De fondo, toda la novela respira un miedo por el desconocido internet y todo lo derivado de él, es tan palpable que, está claro que King, que ha entrado recientemente en twitter, teme, como si de una novela de terror se tratase, lo que pueda llegar a través de este gran mastodonte global. No dudo que en las próximas novelas puede jugar más con este factor.

También adolece la novela del abuso de la presentación de los personajes; viendo que tiene previstas otras dos entregas para hacer una trilogía, es muy posible que podamos evaluar en su plenitud estas obras cuando haya escrito las siguientes, ya sin las ataduras (obligadas eso sí) de estos necesarios orígenes.

El resultado es, para nuestro regocijo, una novela de género que está por encima de la media y que nos vuelve a traer a King a la palestra. Habrá que esperar lo nuevo con el mismo anhelo que de costumbre, está claro.

Los textos provienen de la traducción de Carlos Milla Soler de Mr Mercedes de Stephen King para Penguin Random House Mondadori

Resumen de lecturas del Estío del 2014

Fuego-BlancoSi recordáis este post antes de irme de vacaciones, ahí exponía los libros que podrían entrar en este tiempo vacacional; al final, de lo que uno se propone a lo que realmente ocurre va un buen trecho; el caso es que era muy exigente, aquí están las píldoras de todas ellas, en casos puntuales hay enlace a reseña que ya he publicado en blog (sobre todo las que salieron en la votación); vayamos al tema, que han sido unos pocos los que han caído en este verano:

“¿Soy una Esnob? ¿Qué regalar a una Snob?” de Virginia Woolf y Walter Benjamin, texto corto de Woolf que sirve para conocer aún más a la escritora británica en una de sus facetas más ocultas.

“El adoquín azul” de Francisco González Ledesma, un crepuscular Ledesma nos relata una historia de postguerra que no deslumbra pero está llena de buen oficio.

“El general Ople y Lady Camper” de George Meredith, nouvelle que nos arranca sonrisas a la par que descubrimos una buena muestra de literatura británica.

“Fuego Blanco”  de Douglas Preston y Lincoln Child, los verdaderos especialistas del thriller nos vuelven a traer otra de esas aventuras para no levantarse del sillón hasta terminarla. Pulp a raudales, imaginación y creatividad como bandera.

“Pequeño Teatro” de Ana María Matute, descubrir a “la Matute”, tras su reciente fallecimiento, es siempre un gusto; esta pequeña maravilla no hace más que realzar su figura literaria.

“La mujer de otro hombre y su marido debajo de la cama” de Fyodor Dostoyevsky, recopilación de cuentos cómicos del grandísimo escritor ruso para pasar el rato (y alternarlo con su tocho de los Karamazov).

“Pandora” de Henry James, James siempre me llamó la atención por su forma de reflejar la “nueva mujer”, esta novela vuelve a este tema, además de mostrar el conflicto Inglaterra-américa que vivió en sus propias carnes; su estilo, su escritura, configuran una muy buena novela.

“LEGO Star Wars: The Yoda Chronicles” de Daniel Lipkowitz, curiosidad que pillé de casualidad en Bookdepository por su precio y que nos cuenta las crónicas de Yoda con un montón de piezas de Lego como protagonistas.

“El ciclo del hombre lobo” de Stephen King, la revisión del mito del hombre lobo por parte de King está anclada en los parámetros más clásicos pero, aun así, resulta tremendamente entretenida.

colorado“Colorado Kid” de Stephen King, King meets postmodernism, una historia de un crimen sin un aparente final; un ejercicio de estilo narrativo en cuanto a estructura en intenciones. Una obra muy diferente a lo suyo habitual pero delicioso igualmente.

“Riding the bullet” de Stephen King, no sé si lo hizo a posta, pero desde luego esta pequeña historia que nació como un ebook no es de lo mejor del autor norteamericano, aunque se deja leer.

“El ladrón del rayo” de Rick Riordan, primera parte de la saga de los Héroes del Olimpo que tiene como personaje protagonista a Percy Jackson; los elementos en común con Harry Potter son abundantes, si bien es cierto que Riordan monta una historia donde la acción no deja respiro.

“El fugitivo” de Stephen King, increíble, después de tantos libros leídos, encontrarse con los primeros, los que escribió como Richard Bachman, y maravillarme de nuevo con una historia que mezcla ciencia ficción y terror, visceral, con un estilo diferente y un final trepidante que traerá, sobre todo a los norteamericanos, infaustos recuerdos; no me extraña que hasta hace poco el propio King prohibiera su publicación.

“El mar de los monstruos” de Rick Riordan, una vez lees el libro te das cuenta del fracaso que supuso la segunda película; muy influenciado aún por la marca “Potter”, pero empiezan a verse elementos diferenciadores.

“Carretera Maldita” de Stephen King, otra excelente muestra de esta primera época con el pseudónimo Bachman. Menos brutal, la potencialidad de lo que va a ocurrir sostiene la trama; que a nadie se le ocurra leer la sinopsis editorial que revela vilmente lo que va a suceder.

“Enemigo” de Jiro Taniguchi, quién dijo que Taniguchi no podría escribir un Thriller; sale indemne de esta historia llena de acción pero sigo prefiriendo sus “Slice of life”.

“La dama de provincias prospera” de E.M. Delafield, ¡qué divertida era Delafield!, qué buen rato puedes pasar con las andanzas de su dama de la alta sociedad británica. Lástima la lasitud que demuestra la traducción que podría ser más exhaustiva y detallista (de las innumerables notas en francés  y de las referencias de la época), que ayudaría para obtener un mayor disfrute.

zombie“Zombie” de Joyce Carol Oates, una muestra excelente, nuevamente, de la capacidad de Oates para ahondar en lo más oscuro del corazón humano; en este caso con uno de esos protagonistas, Quentin P, que dejan huella por sus cualidades monstruosas e impunidad. Es una novela de una crudeza y una violencia no apta para estómagos “sensibles”.

“Pastoral” de George Saunders, el talento de Saunders desborda en cada palabra, en cada frase… pero la traducción-edición deja mucho que desear, espero que no sea la norma, pero en esta recopilación de cuentos no ha estado muy afortunada.

“La maldición del titán” de Rick Riordan, indudablemente, este tercer libro supone el despegue definitivo, Riordan olvida conscientemente la evolución educativa para centrarse en las aventuras y se separa del mito Potter; el resultado es una saga cada vez más divertida y disfrutable.

“Los hermanos Karamazov” de Fyodor Dostoyevsky, obra maestra de un escritor en su madurez creativa, una de esas obras inolvidables y que proporciona horas de literatura al mejor nivel posible. Deslumbrante la capacidad del ruso para caracterizar psicológicamente a unos personajes que se convierten en reflejos de nuestra propia vida.

“Fantasmas y Samurais. Cuentos modernos del viejo Japón” de Kido Okamoto, buena recopilación de Kaidanes (Cuentos de fantasmas japoneses) del creador de Hanshishi; esto es lo que llamo una buena lectura “playera”.

“Una aventura del tiempo” de Charlotte Moberly y Eleanor Jourdain, decepcionante sucesión de repeticiones de la misma historia sin apenas cambios, aburre, y quería que me gustara.

“Máquinas del tiempo” de Nina Allan, recopilación de historias, aparentemente independientes, que tienen al tiempo como verdadero protagonista. Las variaciones de los roles de los protagonistas, de sus vidas y de sus historias nos llaman la atención a través de pequeños detalles. Muy buena propuesta veraniega.

“La batalla del laberinto” de Rick Riordan, Riordan sabía lo que se hacía, en esta entrega de Percy Jackson tenemos un montón de sorpresas que había ido preparando y muchas ideas interesantes; sería la mejor entrega si no fuera por el apocalíptico y épico final en el quinto libro.

“El último héroe del Olimpo” de Rick Riordan, ¿es posible que un libro cuya trama es una batalla estirada no sea aburrido? El norteamericano consigue guardar golpes de efecto suficientes para que la acción no decaiga en ningún momento; épica a raudales, lo trepidante como leit motif; y asentar las bases para la siguiente saga. Un gran colofón para una grandísima serie.

nacidodehombre“Nacido de hombre y mujer (y otros relatos espeluznantes)” de Richard Matheson, esta recopilación de las primeras historias de Matheson es, sencillamente, excepcional; relatos cortos de ciencia ficción y terror que se caracterizan por su eclecticismo y su buen hacer; no extraña que King y otros autores reconozcan la influencia del escritor. La de ideas que anticipó. Una obra maestra.

“El mar” de John Banville, el reciente premio Príncipe de Asturias de las Letras ganó el Booker Prize por esta obra imprescindible. Un “thriller espiritual”, como dice Fresán, que es paradigmático en cuanto al estilo de orfebre del irlandés, sencillamente subyugador.

“Sombra y hueso” de Leigh Bardugo, se ha convertido, por derecho propio, en el truño veraniego y del año. Tanto rubor, tantas lágrimas, tantos clichés han conseguido que yo me ruborice y casi lloré ante el que se supone verdadero bombazo de literatura juvenil para chicas; una almibarada historia donde todo es previsible y anodino. Me sorprende muy negativamente que este producto (que tanto alaba Veronica “Divergente” Roth) esté tan bien valorado…

“Miracleman: el sueño de volar” de varios autores, tras mucho tiempo podemos ver publicado de nuevo uno de esos cómics que resultó toda una revolución. Si además contamos con los dibujos de Alan Davis… esta historia cargada de oscuridad se convierte en toda una diversión.

“El maestro y Margarita” de Mijáil Bulgákov, en la reseña me extiendo más al respecto de la obra maestra del ruso.  Baste decir que estamos ante la edición definitiva de esa maravilla. Una verdadera delicia.

“La detective miope” de Rosa Ribas, novela negra e investigación detectivesca de la mano; la venganza de fondo; bien narrada, bien tramada, bien divertida.

“Historia mínima de la literatura española” de José-Carlos Mainer, encomiable esfuerzo de resumir en menos de trescientas páginas toda la historia de la literatura española con sus autores y sus obras. La comento más profundamente en su reseña.

“La trama nupcial” de Jeffrey Eugenides, Eugenides, al igual que Tartt, dedica bastante tiempo a la creación de cada novela, de hecho solamente tiene tres hasta ahora como la susodicha; el resultado, eso sí, está bastante lejos del de la norteamericana; esta trama nupcial tan metaliteraria me ha convencido y mucho. Un grandísimo autor.

el-fantasma-de-baker-street1“El fantasma de Baker Street” de Curtis Garland, Mitografía Creativa, sí, gracias al excelente prólogo de Darkland editorial me entero del término, una nueva editorial que apuesta por traernos títulos desaparecidos del amado bolsilibro; hay que tener muchas narices para, en un contexto como el actual, lanzarse con este tipo de libros. Yo, desde luego, aplaudo y apoyo, y más, si traen títulos tan emblemáticos como esta maravillada del ya fallecido Curtis Garland.

“Rancho Drácula” de Silver Kane, el otro título, en realidad, es el primero de la colección, que Darkland ha sacado para iniciar su andadura; Silver Kane, junto con Garland, son tan paradigmáticos del pulp como puede parecer. Una muestra de weird western que se lee con pasión. Viva el pulp, larga vida.

“Una trampa para cuervos” de Ann Cleeves, novela policiaca atípica por varios aspectos: en primer lugar por la descentralización de la trama criminal en un primer momento para, sin embargo, realizar un enfoque más personal de los tres personajes femeninos principales; en segundo lugar por la importancia de la localización geográfica, los Peninos del Norte escoceses, como elemento necesario para la caracterización de la trama y de los personajes; el tercer elemento es, sin lugar a dudas, la personalidad de la originalísima Vera Stanhope, una detective que sale de los cánones establecidos tanto en lo físico como en el carisma que desprende. Todo ello conforma una novela que se olvida de lugares comunes para plantear algo distinto.

“Los visitantes” de Jonathan Stroud, el escritor británico inicia una nueva saga juvenil con la Agencia Lockwood y no podemos más que congratularnos ante su propuesta: un mundo donde los fantasmas están a la orden del día y existen unas agencias que se encargan de eliminar a estos fantasmas. La mezcla de lo sobrenatural, magia y elementos terroríficos (casas tétricas donde no sabes dónde te llegará el susto, bisagras que suenan, amenazas indeterminadas…) es un cóctel mezclado con sabiduría, una buena premisa al que acompaña un fantástico desarrollo y la potencialidad inherente que promete muchas sorpresas futuras.

Agencia Lockwood. Los visitantes - Jonathan Stroud“La larga marcha” de Stephen King, escrita en 1979, nos encontramos ante otra de las creaciones de su primera época con el pseudónimo de Richard Bachman y que se caracteriza por la crudeza de una historia brutal; un perverso juego a modo de reality televisivo que avanza inexorablemente en un tour de force plagado de horrores, sorprende tanto por lo claustrofóbico y por el dolor transmitido; anticipó mucho de lo que vamos viendo, una sociedad morbosa, los realities televisivos y lo más oscuro que tiene el hombre en su interior.

Y este fue el último libro leído en este verano. Se han quedado muchos en el camino que leeré en meses posteriores pero creo que la mezcla es indudablemente interesante. Ha sido muy divertido, afortunadamente es de lo que se trata.

Otro día  vendré con una pequeña selección de los libros que más me interesan para este otoño-invierno.

“La maldición de Hill House” de Shirley Jackson

LA MALDICION DE HILL HOUSEEn la introducción de Antonio José Navarro a esta edición de Valdemar para “La maldición de Hill House”, encontramos una de las claves para entender  esta obra en particular de Shirley Jackson y, en general, buena parte de su carrera literaria:

“Sin embargo, aunque parezca un contrasentido, “La maldición de Hill House” no es una obra de terror al uso, ni una ghost story convencional. El lector que espere encontrar tétricos fantasmas quedará defraudado; quien busque emociones fuertes se sentirá engañado; la novela es mucho más psicológica que fantástica, si bien como apunta Stephen King, su autora “utiliza las convenciones del nuevo gótico americano para examinar una personalidad sometida a una presión psicológica extrema.”

Esta intención es palpable desde el primer momento de la narración que nos ocupa, solo hay que fijarse en la forma que Shirley Jackson utiliza para describir a los tres personajes principales convocados por el doctor Montague a Hill House:

“Eleanor Vance tenía treinta y dos años cuando llego a Hill House. La única persona en el mundo a la que realmente odiaba, ahora que su madre había muerto, era su hermana. Su cuñado y su sobrina de cinco años le disgustaban y no tenía amigos.”

“Theodora. Nunca utilizaba más nombre que ese; sus dibujos los firmaba “Theo” y en la puerta de su apartamento y en la ventana de su tienda y junto a su número en el listín telefónico y en sus pálidos artículos de papelería y en la base de la encantadora fotografía que tenía sobre la repisa de la chimenea, su nombre era siempre Theodora a secas. El mundo de Theodora era un mundo de placer y colores suaves.”

“Luke Sanderson era un mentiroso. También era un ladrón. A su tía, que era la propietaria de Hill House, le gustaba resaltar que su sobrino tenía mejor educación, mejores ropas, mejor gusto y peores compañías que nadie que ella hubiera conocido.”

Se puede ver que no utiliza ningún tipo de descripción física, sino más bien psicológica, esto le servirá para ir evolucionando cada uno de ellos según los hechos vayan sucediendo. Por el contrario, a la llegada de Eleanor no encontramos con una descripción más bien física de la casa:

“Que hago aquí, se preguntó indefensa y de inmediato; ¿qué hago aquí? La puerta era alta y ominosa y pesada, fijada con fuerza a un muro de piedra que desaparecía entre los árboles. Incluso desde el interior del coche pudo ver el candado y la cadena retorcida entre los barrotes. Más allá de la puerta solo podía ve el camino, curvándose,  ennegrecido a ambos lados por los árboles inmóviles y sombríos.”

Que adquiere cualidades humanas en boca del doctor, cobrando tanto protagonismo como cada uno de los habitantes:

“Bueno… Perturbada, quizá. Leprosa. Enferma. Cualquiera de los eufemismos populares para la locura; una casa trastornada es una bonita alusión. “

A partir de aquí empezarán a suceder una serie de hechos que están cargados de ambigüedad; no está claro si son reales o no, pero desde luego contribuyen con la ambientación a crear una sensación claustrofóbica, como si algo ominoso pudiera ocurrir, un juego psicológico cargado de tensión que le servirá para desarrollar las relaciones de los protagonistas, especialmente en el caso de Eleanor, a la que dará voz propia en forma de pensamientos de dudosa moralidad. Es curioso porque, a pesar de escoger una narración omnisciente, es en estos estallidos explícitos de violencia donde cambia de focalizador hacia su persona:

“Me gustaría golpearla con un palo, pensó Eleanor, observando la cabeza se Theodora apoyada junto a su silla; me gustaría lapidarla a pedradas. “

“La odio pensó Eleanor, me pone enferma; mírala bañada y limpia vistiendo mi suéter rojo.”

El inesperado final es el culmen a un desarrollo premeditado y pensado cuidadosamente por la escritora que, por si fuera poco, deja aún más ambigua la verdadera participación de la casa en los hechos acaecidos. Lo que está claro es que la casa permanecerá, contra viento y marea, por encima de las personas. Es la verdadera protagonista, imperecedera, inmortal :

“En su interior, las paredes mantenían su verticalidad, los ladrillos se entrelazaban limpiamente, los candados aguantaban firmes y las puertas permanecían cuidadosamente cerradas; el silencio empujaba incansable contra la madera y la piedra de Hill House, y lo que fuera que caminase allí dentro, caminaba solo.”

No extraña que esta escritora, por su tratamiento del miedo, haya sido una gran influencia (como Matheson) en la narración de Stephen King. Qué maestría. Cuánto dolor es capaz de transmitir y con cuánta sutilidad.

Los textos provienen de la traducción del inglés de Óscar Palmer Yáñez para esta edición de “La maldición de Hill House” de Shirley Jackson en Valdemar.

“Rabia” de Richard Bachman (Stephen King)

rabia-stephen-king“Rabia” fue el primero de los libros que Stephen King escribió con el pseudónimo de Richard Bachman. Fue curiosa la forma en que se decidió a escribir esta serie de libros: tras el éxito brutal de “Carrie” o “Salem’s LotKing fue muy consciente de la posible globalización de este éxito y tuvo miedo. Miedo a injerencias que limitaran su capacidad creativa. De ahí que sintiera la necesidad de crear algo distinto, como una última oportunidad para tratar las partes más oscuras, las menos “correctas”, por si acaso no pudiera hacerlo de nuevo.

El tiempo, y la estabilidad de su éxito le ha permitido, sin embargo, no cejar en esta capacidad creativa, alternando proyectos más arriesgados con los más limitados creativamente; pero en esa época, su sentimiento era distinto.

De ahí que surgiera un libro como el que comento hoy. “Rabia” destroza, literalmente, cualquier corrección, creando una de esas historias brutales donde todo es prácticamente posible, un relato de formación de violencia donde el protagonista es un niño de 13 años que coge como rehén a una clase entera de un colegio con todos sus compañeros y cuyos actos desembocan en actos deplorables.

Para ello escoge una narración en primera persona, la del protagonista; pero cambia según el capítulo del que se trata, alternando a otros narradores, siempre en primera persona, para que nunca tengamos toda la información. La narración es fragmentada, con continuos saltos al pasado a modo de flashbacks que explican hechos que intentarán explicar el cómo se ha llegado a esta situación.

La violencia es explícita, pero por momentos se vuelve sutil; de hecho el momento final, justo antes de acabar, contiene una elipsis que nos deja en suspenso con lo que realmente sucede; lo que sí sabemos es que es terrorífico ya que las consecuencias que desencadena en uno de los alumnos son funestas e irreversibles por lo que se cuenta después.

El riesgo que toma en esta novela será continuado por las posteriores (“Carretera maldita” “El fugitivo” y “La larga marcha”) y nos muestra el King más primario, salvaje y violento, un King primigenio y tremendamente veraz. No se contiene en mostrar situaciones difíciles y llevarlas hasta sus últimas posibilidades.

El lector habitual que no haya leído sus novelas como Richard Bachman se puede llevar una sorpresa, agradable, desde luego, pero también bestial.

Siempre es un placer ir encontrando todas las facetas del escritor de Maine.

Lo que fue septiembre y parte de octubre… y el miedo!

Con el acontecimiento del Nobel he dejado pasar bastante tiempo entre el resumen de septiembre y parte del de octubre; ciertamente las mujeres con posibilidades de ganar el Nobel han sido las verdaderas protagonistas del pequeño monográfico que dediqué; pero no fueron las únicas lecturas de ese mes y medio; a continuación: ellas y el resto; la mayoría tienen post en el blog o review en goodreads que enlazo en el título:

“La mujer del teniente francés” de John Fowles: una obra maestra del postmodernismo británico, una leyenda por su juego de perspectiva y variabilidad final. Una obra asentada en una base clásica, prácticamente decimonónica y que, sin embargo, al desarrollarla subvierte la propia narración. Una obra imperecedera.

“El Loro de Flaubert” de Julian Barnes: Barnes es tan variado que puedes encontrar todo tipo de temáticas; en esta curiosa obra ficción y realidad se juntan en la figura del escritor francés Flaubert y lo realiza con tal maestría que me abruma.

“Un puñado de polvo” de Evelyn Waugh: poco se conoce a este autor británico más allá de su “Brideshead”, mal hecho; este novelón sorprende en todo momento, qué humor más negro que tenía el puñetero.

“Resurgir” de Margaret Atwood: Atwood fue gran protagonista del monográfico, esta novela supuso en mi caso un descubrimiento por lo diferente de sus propuestas habituales.

“El cadáver” de Preston y Child: segundo libro de la saga de Gideon Crew, siguen sin ofrecer algo diferenciador, no acaban de despegar.

“Un día es un día” de Margaret Atwood: buena manera de relanzar la obra de la canadiense, sobre todo si goza de continuidad, lo que está por ver ahora por el tema Munro… en fin.

“El señor de las moscas” de William Golding: obra de una inusitada violencia, potentísima, de poderosas e inolvidables imágenes y con multiplicidad de interpretaciones. Genial, qué arriesgado era el británico.

“Fantasmas Vs Extraterrestres” de Javier Avilés: el creador de uno de esos blogs que hay que seguir “El lamento de Portnoy” compuso un relato libre y estimulante. Un buen ejemplo de narrativa breve.

“JSA Justice Be Done” de James Robinson: primero de los volúmenes de la JSA que se relanzó hace algunos años, revisitación de cómics en inglés que iré haciendo.

“La vida de las mujeres” de Alice Munro: la única novela de Munro o un ciclo de relatos cortos de formación de la protagonista y una declaración de principios de la escritora en sus comienzos. Imprescindible para entender su evolución estilística.

“La maravillosa O” de James Thurber: fábula para niños y adutos que, a pesar de su brevedad, se convierte en una delicia.

“JSA Darkness Falls” de Geoff Johns: Segundo de los volúmenes que comentaba, buena historia, a pesar de la irregularidad.

“Las Lunas de Júpiter” de Alice Munro: una de esas recopilaciones fantásticas de relatos que han supuesto los méritos para que gane el Nobel.

“Bagheria” de Dacia Maraini: una espléndida manera de descubrir la prosa de una de las escritoras italianas más importantes, si no es la que más.

“Zoo City” de Lauren Beukes: la sudafricana es un valor seguro de diversión; escribe maravillosamente y resiste cualquier categorización; esperemos que esta obra la podamos ver traducida en breve.

“La rata en llamas” de George V. Higgins: siempre hace lo mismo, pero lo hace tan bien que se lo podemos perdonar. Higgins es un maestro de los diálogos y del humor.

“El amor de una mujer generosa” de Alice Munro: solo el excelso relato homónimo merece el esfuerzo de leerla al completo.

“Las luminosas” de Lauren Beukes: un asesino en serie que viaja en el tiempo, ¿qué mejor premisa se puede uno encontrar? Y más con ese desarrollo, acción desenfrenada y caracterización. Imprescindible.

“JSA The return of Hawkman” de Geoff Johns: por recopilaciones como esta vale la pena leer esta etapa.

“JSA Fair Play” de Geoff Johns: la innegable relajación ante nuevos retos.

“Sexy” de Joyce Carol Oates: hasta en los relatos para adolescentes  sabe lo que se hace,

“Infiel. Historias de Transgresión” de Joyce Carol Oates: una obra maestra de la transgresión de la subversión de todo lo establecido. Hacía tiempo que un cuento no me causaba esta impresión. Aquí lo hacen varios. Brutal.

“El libro de Nebal” de Carmen del Bosque: un buen relato infantil con ilustraciones a juego, en la fiel tradición de los grandes, no hay innovación pero hay buen hacer.

“Lejos de Medina” de Assia Djebar: muy buena aproximación a la prosa de la argelina, relato fundado en una base histórica y que sirve para reescribir la historia de las mujeres en el Islam.

“El viento en la sangre” de M.A. West: novela muy pulp del recuperado escritor norteamericano, Navona Negra quiere dejar huella en el género.

Cierto, han sido unos pocos.

De las compras del mes que os pongo a continuación:

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Caerá alguno seguro, y más los relacionados con el género del Terror; en efecto, aprovechando la proximidad de Halloween realizaré un pequeño monográfico en noviembre con varias novelas de terror. Espero que os guste. Habrá variedad. No todo puede ser King, aunque estará presente por supuesto.

Y con esto finalizo el resumen, en otro mes y medio nos vemos en esta sección habitual.

¡Buenas lecturas!

“Joyland” de Stephen King

JoylandHCParques de atracciones, vicioso asesino en serie, género policial, relato de formación, emoción.

Una novela que tiene estos cinco elementos no podía fallar. Y no lo hizo.

Por si alguien no lo tiene claro se trata de la última novela de Stephen King publicada en España y su nombre es “Joyland”. Esta novela la publicó directament en el sello “Hard Case Crime” , diferente al suyo habitual y que sigue la siguiente filosofía: “Hard Case Crime brings you the best in hardboiled crime fiction, ranging from lost noir masterpieces to new novels by today’s most powerful writers, featuring stunning original cover art in the grand pulp style.” Uno de sus sellos son las portadas, solo tenéis que ver a continuación la del título en EE. UU. de esta novela reproduciendo esas maravillosas portadas pulp.

La novela reproduce uno de los temas que ya ha abordado habitualmente King en otras novelas, y es el del relato de formación (“coming of age”), ese paso de la adolescencia a la madurez que tienen que afrontar sus personajes y que suele servirse de hilo conductor; aderezado en este caso con algunos elementos sobrenaturales y la presencia de un asesino en serie como amenaza.

Talento es el que tiene siempre para presentar la época en la que se encuentra el protagonista, el siguiente párrafo lo atestigua, en un par de plumazos una época se dibuja con la suficiente exactitud para que nos introduzcamos en el momento:

“A la ida o la vuelta, siempre los saludaba, y el chico me devolvía el saludo. Ella no, al principio. 1973 fue el año del embargo petrolero de la OPEP, el año en que Richard Nixon anunció que él no era un maleante, el año en que Edward G. Robinson y Noel Coward murieron. Fue el año perdido de Devin Jones. Yo era un chico de veintiún años, virgen y con aspiraciones literarias. Tenía tres pares de pantalones vaqueros, cuatro pares de calzoncillos Jockey, un Ford que era una chatarra (pero con muy buena radio), ocasionales pensamientos suicidas y un corazón roto.

Dulce, ¿eh?”

Para evidenciar que estamos ante un relato de formación, qué mejor que poner la narración en la primera persona del protagonista: Devin Jones; consigue ponerse perfectamente en la mentalidad de un chico de veintiún años y de esta manera gana la involucración emocional del lector, tanto del adolescente como el más adulto que conoce las implicaciones de este tipo de historia: 

“Con veintiún años, la vida es una mapa de carreteras. Es solo cuando cumples los veinticinco o así que empiezas a sospechar que has estado mirando el mapa al revés, y no es hasta que alcanzas los cuarenta que estás completamente seguro de haberlo hecho. Para cuando tienes sesenta, fíate de mí, uno está más perdido que la hostia.”

A través de un “feriante de feriantes” conocemos cómo es la vida en un parque de atracciones y le añadimos un poco de sabiduría popular:

“La historia es la mierda colectiva y ancestral de la raza humana, un enorme montón de porquería que no para de crecer. Ahora mismo nosotros estamos en la cima, pero muy pronto quedaremos enterrados bajo la caca de las generaciones venideras. Por eso las ropas de vuestros viejos parecen tan graciosas en las fotografías viejas, por citar un ejemplo”.

joyland-9788415725084De fondo se aprecia la amenaza, ese posible asesino en serie que ya actuó en el pasado. En la sombra podemos discernir elementos sobrenaturales pero se racionan con sabiduría, no hay que saturar al lector. La maduración del protagonista va acometiéndose, el final del primer amor parece una buena forma de avanzar en este tortuoso camino que es la vida.

“El final de mi primer amor no puede compararse ni de lejos con la muerte de un viejo amigo ni con el duelo de otro, pero siguió el mismo patrón. Exactamente el mismo. Y si me pareció el fin del mundo –primero por provocar ideas suicidas (por muy tontas y poco entusiastas que pudieran ser) y segundo un movimiento sísmico, en el previamente incuestionable curso de mi vida-, hay que comprender que no disponía de ninguna escala con la que juzgarlo. A eso se le llama ser joven.”

Sin descuidar los pequeños detalles, un fantasma, un augurio, alguna pista más para poder resolver el misterio, una cita en el sitio adecuado: la trama queda planificada como un reloj. Una de las características de King en este tipo de libros es que suele utilizar lo sobrenatural para resolver la trama, por ser esperable no deja de estar bien resuelto; en esta ocasión, en un giro final que deja sin aliento, en una escena cargada de tensión.

La coctelera con todos estos ingredientes saca una mezcla brutal con un thriller pleno de intensidad y que no decepcionará a la mayoría de lectores. El Sr King sigue ofreciendo buenas historias y nos llama la atención:

“-Algunas personas ocultan sus verdaderas caras, cariño. A veces se distinguen sus máscaras, pero no siempre. Hasta la gente con gran intuición puede ser engañada.”

El avance hacia la madurez está plagado de obstáculos, no siempre podemos preverlos pero debemos tener la capacidad de superarlos.

Textos de la traducción del inglés de José Óscar Hernández Sendín para esta edición de “Joyland” 

El resumen de julio y lo que se avecina en agosto

El mes de julio ha resultado este año bastante extraño; principalmente porque he estado casi todo el mes de vacaciones y, además, por la influencia de “El plantador de tabaco” que me absorbió bastante tiempo. El caso es que he tenido acceso muy limitado a mi procesador de textos habitual y se me ha acumulado todo de una manera considerable. La pena de esto hasta que me ponga al día, es que se van a quedar en el tintero varios libros que, sin duda, merecerían un comentario mayor y que, sin embargo, solo los voy a citar en este post conjunto. Sí que pondré las relacionadas con mi Proyecto literario que irán apareciendo sucesivamente:

Sin más dilación, este es el resumen de lecturas del mes:

“Un paraíso inalcanzable” de John Mortimer, de esta joya ya tenía preparada la reseña y caerá en no mucho tiempo, mientras llega, ya os aseguro que va a estar entre lo mejor del año. Una delicia.

“El plantador de tabaco” de John Barth, el post 150 de este blog, todo un éxito para mí, ya lo comenté anteriormente por aquí.

“Joyland” de Stephen King, sí habrá reseña de él, al menos algún comentario. Un muy buen King como últimamente nos tiene acostumbrados.

“Cómo hacer bien el mal” de Harry Houdini, una verdadera sorpresa la publicación de este catálogo de escritos del gran y conocido ilusionista por parte de Capitán Swing. Una lectura diferente para aquellos que piensan que un ensayo es aburrido. Houdini sorprende primeramente con un relato que bien pudiera haber sido escrito a dos manos con el gran Lovecraft; el resto se trata de artículos realizados por él y que nos desvelan secretos para hacer que un ilusionista triunfe además de desvelar algunos de los increíbles trucos de los tragasables o tragapiedras… sí, habéis leído bien. Lectura muy original, divertida y refrescante para el verano.

“Enterrado en vida” de Arnold Bennett, comentaré algo más sobre él, aprovechando el centenario de títulos de la editorial Impedimenta. Baste, como adelanto, comentar que es una lectura anclada en el realismo decimonónico y cargado de mucho buen humor con un personaje dickensiano.

“El último pasajero” de Manuel Loureiro, ya lejos queda la trilogía de zombis del gallego cuando vemos un giro en su carrera con este thriller con viajes en el tiempo, nazis, elementos de terror y, sobre todo, mucha emoción. Una novela que bien podrían haber escrito los increíbles Preston y Child y que sienta un precedente muy interesante, sobre todo por una presentación del conflicto excelente aunque decaiga más en la parte final. Una más que recomendable propuesta de lectura veraniega con más calidad de lo habitual.

“Cartas a Poseidón” de Cees Nooteboom, uno de esos libros de viajes a los que nos tiene acostumbrados; una simple premisa cargada de mucha belleza y de la que hablaré en un post individual.

“Mujer de Barro” de Joyce Carol Oates, uno de esas novelas que nos brinda normalmente la gran narradora norteamericana, más introspectiva por momentos pero juguetona como pocas, y más comprometida que nunca. Oates siempre embriaga con sus ideas, y aquí no puede ocurrir de otra manera. Próximamente prepararé algo sobre ella.

“Luz por todas partes” de Cees Nooteboom, maravillosa antología poética del holandés que comentaré  más adelante en un post a tal efecto.

“La piedra de moler” de Margaret Drabble, es un acontecimiento que publiquen una novela de la hermana de A.S. Byatt, entre otras cosas, porque no hay nada de ella disponible en castellano. El problema en este caso es la elección de un título de sus inicios que, sinceramente, no es demasiado representativo de su calidad. Estamos ante un relato de autorrealización con la típica mujer de la época que intenta compatibilizar vida personal y laboral. Anclado en la tradición realista la novela se lee muy bien, pero queda lejos de sus experimentos postmodernistas (más interesantes en mi opinión), que realizó posteriormente, sobre todo en su Trilogía “The Radiant Way”. Aun así, es una buena lectura para conocerla y esperemos que venda lo suficiente para que veamos más ejemplos de su pluma.

“La maldición de Eva” de Margaret Atwood, me extenderé aún más sobre este libro de ensayos, vale la pena introducirse en el universo de la escritura sobre todo por la sencillez y el sentido común que demuestra.

“La segunda vida de Viola Wither” de Stella Gibbons, si la editorial Impedimenta tiene un valor seguro, es sin duda el caso de Gibbons, sello de una forma de hacer las cosas y que, además, ha sido elegido para ser el título 100. Muy apropiado.

“Luna Llena” de Jim Butcher, qué divertido e imaginativo es Butcher con las aventuras de Harry Dresden, en esta segunda entrega (que ha salido ahora en bolsillo) aprovecha los elementos que ya presentó en el primero y le da una vuelta al mito del hombre lobo. Lo mejor es que presenta datos sobre el pasado de Harry que servirán, más que probablemente, como germen para las siguientes aventuras. El único pero es que consiga que los métodos usados en su investigaciones no se vuelvan monótonos. Veremos si lo logra en las siguientes entregas. Esta, como la anterior, sigue en buena forma.

“Apartamento 16” de Adam Nevill, con lo poquísimo que se publica de terror en España (aparte de los King, Barker y alguna cosilla más…), intento cada vez más hacerme con todo lo que va saliendo. Este escritor británico es una posibilidad razonable de disfrutar del terror. Estamos ante una típica historia de habitación fantasma, un hotel donde los personajes se ven influenciados por el mal que emana en la habitación, un pasado por descubrir y un personaje maligno muy unido al arte. A pesar de caer en tópicos muy asociados a este tipo de relatos el libro se deja leer y tiene buenos momentos, probaré otros  libros suyos sin dudarlo.

“Los tres estigmas de Palmer Eldritch” de Philip K. Dick, cada vez que leo a Dick tengo la misma sensación: es como si la cabeza fuera a estallar con los innumerables conceptos que empieza a presentarte sin que apenas te dé tiempo a aclimatar tu pensamiento. Es una delicia de ciencia ficción, inconmensurable y que sigue asombrando a pesar de haberse escrito ya hace cincuenta años…  Un coloso imprescindible.

“Boston. Sonata para violín sin cuerdas” de Todd McEwen, este no era una lectura muy veraniega a pesar de tratarse de una lectura estupenda. Principalmente porque el recurso utilizado por el autor, ese continuo flujo interior de pensamientos en la cabeza del protagonista tras darse un golpe en la cabeza, obliga a una lectura más detallada para no perder el ritmo de lo que cuenta y eso se hace notar en la velocidad lectora. Eso sí, a pesar del reto que supone, es muy divertido y la historia desborda buen hacer por su imaginación y momentos de lirismo; además está muy bien acabado. Es muy recomendable si se busca algo más exigente.

Y con esto acabo el resumen, jugoso, como habréis comprobado, de este mes de vacaciones.

El otro día realicé las compras mensuales que os pongo a continuación.

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Sin embargo, no creo que en agosto lea ninguno de ellos, aprovechando que tengo que estudiar para los últimos exámenes (espero) de la carrera en septiembre voy a profundizar en algunas lecturas que no tuve tiempo de hacer relacionadas con el siglo XX británico. Por lo tanto estaré centrado en Spark, Lessing, Fowles, Barnes, Plath, Hughes y cosas por el estilo. Ya comentaré el próximo mes cómo va la cosa con ellos.

El próximo mes, de hecho, se acerca una efemérides de gran importancia para mí, ¿adivináis cuál es?

Una mañana de adquisiciones en la Feria del Libro 2013

Ir a la Feria del Libro se ha convertido en una tradición que practico en familia. No por el hecho de que me firmen un libro, de hecho, rara vez es el año que busco este propósito; muy al contrario, lo bueno es aprovechar que vienen las editoriales para buscar libros que, aunque estén descatalogados, pueden estar en el fondo editorial. También es buen momento para hacerse con las últimas novedades y, desde luego, es una excusa para promocionar el hecho de leer libros.

El año pasado todavía no tenía en marcha este blog; así que no podía hacer este post que paso a poner a continuación, donde voy a hacer un repaso a las últimas adquisiciones. En primer lugar, la foto oficial con todas las compras, jugosas compras…

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No está nada mal la muestra, hay un poquito de todo en esta ocasión, desde poesía y teatro, a ficción, best sellers y algún clásico contemporáneo. Voy a empezar  a poneros unas fotos temáticas y haré un poco de comentario al respecto:

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“Mujer de barro” es la última novela publicada en España de la prolífica escritora norteamericana Joyce Carol Oates; sabéis de mi predilección con respecto a ella, o sea que, como se puede suponer, va a subir en la lista de lecturas.

-Siempre es un gusto comprobar que una editorial cumple los 100 títulos publicados, en este caso, una de mis favoritas por catálogo, Impedimenta, lo celebra a lo grande y lo hace con una de sus escritoras bandera, Stella Gibbons, “La segunda vida de Viola Wither” será garantía de diversión.

“Todo va bien” de Socrates Adams es el quinto título de la peculiar colección que está haciendo “Pálido Fuego”, los tengo todos, aunque no estén leídos aún y este pinta tan bien que, probablemente, no me haya equivocado.

-No sé por qué puse en esta foto el “Paseos Nocturnos” de Dickens, pero bueno, el caso es que tenemos una recopilación de ensayos de uno de los más grandes. Mi objetivo con el inglés es tenerlo todo todo todo….

“Historias inverosímiles en general” es el peculiar título de esta recopilación de cuentos del escocés Alasdair Gray; cuánto me gusta un poco de humor disparatado de vez en cuando, y este parece prometerlo.

“¿Quién ha visto el viento?” reúne todos los cuentos de Carson McCullers, una de las grandes damas del gótico sureño, coetánea de Faulkner, no hace falta decir mucho más sobre ella.

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 –“Joyland” es la última novela del siempre interesante Stephen King, lástima la portada española, convencional como pocas; sobre todo si conoces la que se ha puesto en EEUU. Experimento en el formato por parte de RHM que veremos cómo va. Ya no sé las diferentes ediciones que tengo de las obras del norteamericano.

-Parece que el gallego Manel Loureiro se ha olvidado de los Zombies e intenta hacer algo distinto; sinceramente, “El último pasajero” tiene muy buena pinta, mejor de lo que me esperaba, y sé de buena fuente que el cambio resulta una mejora; o sea que no habrá que perdérselo, además el amable autor me lo firmó muy personalmente.

-No había leído nada de China Miéville, y es hora de remediarlo, este “Embassytown” parece ser un buen pretexto para hacerlo de una vez.

“El misterio de Pont Aven” de Jean Luc Bannalec es una apuesta personal, me gustan las novelas de detectives,  y de esta no hay ninguna referencia, pero bueno, veremos si vale la pena.

“Wild Thing” de Josh Bazell y “Los hermanos Sisters” de Patrick deWitt tienen una pinta excelente, si lees la contraportada del primero te convences de sus posibilidades; el segundo, novela policíaca del oeste, no puede estar demasiado mal.

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Aquí tenemos tres de esas obras contemporáneas y que, en algunos casos, son prácticamente imposibles de conseguir y son un buen ejemplo de las bondades de la feria.

-De entre las difíciles de conseguir tenemos el “Amsterdan” de Ian McEwan, el maravilloso creador de “Expiación” que consiguió el Man Booker, sin embargo, por esta obra extraña y subyugante.  Coe es otro de esos escritores actuales capaces de crear historias maravillosas y que, además, consiguen que te rías con ganas. Este “El círculo cerrado” lo programaré en su momento con “Menudo reparto”.

-La última de esta recopilación ha sido reeditada hace nada y es uno de los paradigmas del postmodernismo británico; excelente muestra de nuestro tiempo y con un(os) final(es) que deja(n) huella. Hablo naturalmente de John Fowles y esa obra maestra que es “La mujer del teniente francés”.

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Y para el final otras dos obras de magno calibre:

-En “Teatro reunido” se recogen todas las obras de teatro del gran Samuel Beckett, solo por “Esperando a Godot” y “Fin de partida” encontramos motivos de sobra para disfrutar de la incertidumbre de nuestro tiempo con una economía de medios sintácticos que, sin embargo, están cargados de significado. Un coloso.

-Exquisita la edición de Bartleby Editores para esta edición de la “Poesía completa” de la malograda Sylvia Plath, edición bilingüe como no puede ser de otra manera y que será un disfrute para los sentidos con la fuerza dramática de una escritora sin igual. Me falta acompañarlo de las “Cartas de cumpleaños” de su marido Ted Hughes y que irá en no poco tiempo para una lectura conjunta.

Y se acabó por ahora, que esto se está alargando; una selección ecléctica con lecturas para mucho tiempo, me encanta poder elegir entre lecturas; es uno de mis mayores vicios, unido inherentemente al de leer.

BOLA EXTRA: Se me habían olvidado las tres novelitas de Zweig que pongo a continuación, directamente relacionadas con mi proyecto literario y que voy completando poco a poco!

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