The Sacrifice de Joyce Carol Oates. Lo racial como eje

TheSacrifice_OatesTeniendo en cuenta que Alfaguara  (ahora incluida dentro de Penguin Random House Mondadori) está sacando, con suerte, un libro al año de Joyce Carol Oates (el año pasado únicamente Carthage que comenté por aquí) es ciertamente insuficiente para equilibrar los tres libros al año que va a sacar en el 2015, por poner un ejemplo. En este orden de circunstancias, sabiendo que puedo leer en inglés sin problemas, opto por leerlo mejor en su lengua original e iré adquiriendo los que vayan saliendo. Por lo tanto, para vuestro bien o no… podréis ir viendo los nuevos lanzamientos de la prolífica y ecléctica escritora estadounidense.

El primer libro que ha sacado este año es The Sacrifice y está de pletórica actualidad habida cuenta de los últimos hechos acontecidos en Estados Unidos; siguiendo la cuenta de twitter de la autora (si no lo hacéis ya, deberíais…) es uno de los temas más comentados (¡junto con la sociedad del rifle!) y este libro es la respuesta a esta preocupación.

La premisa inicial es sencilla, una hija negra desaparecida que supuestamente recibe malos tratos por un grupo de policías blanco; el marco, Pascayne, una ciudad de New Jersey donde ambientaba la novela Them que terminaba en una explosión racista de considerables dimensiones. La víctima, Sybilla Frye, es buscada en una escena inicial de indudable patetismo por parte de su madre Ednetta, fijaos en la forma de caracterizar el habla, como el segmento más bajo de la sociedad, además, de color:

“Seen my girl? My baby?

[…]

My girl S’b’lla –anybody seen her?

[…]

S’b’lla young for her age, and trustin –she smile at just about anybody.”

La ciudad, racista casi por naturaleza, los negros, una especie en peligro de extinción en un sitio como este:

“They were an endangered species –black boys. Ages twelve to twenty-five, you had to fear for their lives in inner-city Pascayne, New Jersey.”

La victima describe lo que le ha ocurrido mediante un monólogo interior de mucha fuerza que resalta por las faltas que comete al hablar para describir una situación extrema:

“Tied me so tight like you’d tie a hog no water and no food, they was hopin I would weaken and die some of them went away, an other ones came in therr place Nigra hoar of babyland they was laughin

I could not see their faces mostly I heard their voices

[…]

In my hair and on my body they smeared dog shit to shame me when they was don with me two of them dragged me from the van to that place in the cellar they put they foot on the back of my head to press into the earth they would leave me there, they said beetles would eat me and nobody give a damn about some ugly nappy lit nigra if she live or die and nobody believe her, that a joke to think!”

A partir de ahí, Oates utiliza una narración ficcional de una manera ensayística, su objetivo es, a través de la ficción, mostrar una situación general racista (independientemente de si ha ocurrido o no) y evaluar quién/es serán los sacrificados por esta situación; de esta manera propone diferentes perspectivas desde distintos puntos de vista, en una narración coral que ayuda a dilucidar todas las personas que se convertirán en sacrificio; Pascayne es el paradigma de ciudad racista, como muchas otras en EE.UU para Oates, de hecho, que ocurra algo así no es común, pero tampoco es raro:

“A brutal gang-rape is not a common incident even in inner-city Pascayne. Yet, a brutal gang-rape is not an uncommon incident in inner-city Pascayne.”

La variedad de matices que nos muestra enriquece muchísimo una narración tan variada donde vamos encontrando uno tras otro sacrificio, como es el caso de la Sargento Iglesias, de Puerto Rico, que sufrirá de diferentes maneras el tener que investigar el caso, primero por parte de sus compañeros:

“When she’d graduated from the police academy and began to wear the patrol officer’s uniform she’s felt suffused with pride. She’d thought Now I am one of – something. Now there are many like me.

Apart from the Forest Park captain Ramon Iglesias there were few Puerto Rican-American police officers in the Pascayne PD. Very few African-Americans. And very few women.

Not quite out of earshot her fellow officers had begun saying of her If Iglesias believes that rape bullshit she’s crazy. She’s finished.”

Algo que puede llegar a entender, lo que no comprende y le atormenta es el rechazo manifiesto de Ednetta; discriminación entre personas del mismo sexo, el femenino; la raza es en este caso lo que prevalece, al no reconocerla como negra… sino como latina:

“Iglesias was pained that Ednetta Frye so disliked and distrusted her. There seemed nothing she could say to persuade the woman otherwise.

The animosity of men, she could comprehend. Sex-hatred of the female was common in the culture. But the animosity of a woman so like herself –so essentially herself- was something very different.”

El colmo para la pobre sargento es encontrar que no solo no va poder investigarlo sino que le van a indicar que no puede hacer nada para evitarlo; esta inevitabilidad e impotencia ante algo que va a volver a suceder es una de las grandes tesis de Oates; independientemente de que en esta ocasión haya sido verdad o no, volverá a ocurrir de nuevo y no hay manera de evitarlo:

“Mrs Tice laughed. Still she was gripping Iglesias’s elbow in an oddly intimate gesture.

“Mrs. Tice, if nothing is done, whoever hurt Sybilla will get away with it. If she’s been sexually assaulted – he will do it again. Or –they will do it again.”

Now gravely Mrs. Tice said, “Yes ma’am. They will do it again. Nobody gonna stop that.”

Si todo fuera en una dirección no aportaría demasiado a estudios de este estilo pero Oates va más allá; es decisiva la entrada del reverendo Mudrick y su hermano gemelo abogado Byron; todo va encaminado en este caso dirigido a la mercantilización del dolor en provecho propio:

“You, Sybilla, are a race victim, a martyr, and a sacrifice. But you will be our saint –our Joan of Arc.”

Aprovechar la situación para extenderlo, en general, a un conflicto contra toda la raza es la baza que usará el reverendo para montar una cruzada contra la raza blanca:

“Another time now, but with renewed zest and revulsion, Mudrick recounted the unspeakable outrage” perpetrated upon Sybilla Frye. “When white men assault a black girl, it is ‘blackness’ they are assaulting- that is, all of us.”

Su propio hermano, Byron, no podrá entenderlo; Marus tomará decisiones sin consultarle, arriesgando su carrera y añadirá la utilización de la religión como elemento aglutinador en su cruzada; Marus adaptará la religión y las enseñanzas de Cristo a lo que le interesa en ese momento provocando situaciones muy peligrosas, no solo para su hermano sino para toda la ciudad:

“Jesus! My brother is insane.

Reckless, vicious…

But I’m the one who will be disbarred.

Afterward, Marus said with a shrug that he hadn’t consulted with Byron because he’d knows that Byron would have counselled him against the impromptu march. And Byron Said, incensed, “You are right, Marus! You are absolutely right.”

“You’re a conservative by nature, Brother. I’m a radical.”

“You’re a Christian. You can’t betray the basic tenets of our religion.”

“Brother, there are ‘conservative’ and ‘radical’ Christians. Jesus was hardly ‘conservative’ –He died for his radical beliefs, and we must emulate him.”

“You don’t want to die for your beliefs, Marus –don’t be ridiculous. Like King? Like Malcolm X? Not you.”

La religión se convertirá en el único bálsamo, el remedio para Sybilla que cederá ante un líder musulmán para buscar refugio ante una situación insostenible:

“’Aasia Muhammad.’ Daughter of the Prophet you will rise…”

Aasia Muhammad! She had never heard so beautiful a name.

No longer was she “Sybilla Frye” –already the name sounded coarse and common to her ears.”

El final se revela como una epifanía donde, en realidad, cada pequeño sacrificio es parte de un Sacrificio mayor, el de toda una sociedad polarizada por múltiples intereses que no pueden evitar que se sigan produciendo estos conflictos en los que nadie gana, todos perdemos. Su visión, en una sociedad como la norteamericana, es profundamente pesimista. Los sacrificios quedan claros, lo que no está tan claro es que pueda haber una solución a una situación que se está enquistando y convirtiéndose en una espiral incontrolable de destrucción.

Gran libro el que se marca Joyce Carol Oates. Si manejáis inglés, es un buen momento para introducirse en la prosa de la norteamericana, quizá no lo veamos nunca por aquí.

7 thoughts on “The Sacrifice de Joyce Carol Oates. Lo racial como eje

    • Hola Rogelio,
      Cosa difícil esta de publicar cuentos. A pesar de que, en la actualidad, viven su mejor momento gracias al boom Munro con el Nobel. De todos modos en España se leen pocos cuentos.
      Tal es el caso que con Joyce Carol Oates es difícil (a pesar de que tiene un montón de Antologías publicadas) encontrar alguna en español. Te cuento las tres posibilidades, dos casi imposibles.

      Matrimonios e infidelidades (Marriages and Infidelities, 1972), trad. de Antoni Pigrau, ed. Grijalbo, en 1983, no lo he leído, y no lo he encontrado. posiblemente acabe comprando la versión inglesa.

      La hembra de nuestra especie (The Female of the Species: Tales of Mystery and Suspense, 2006), trad. de Gregorio Cantera, ed. Edaf en 2006. Este sí lo tengo en casa, aunque no lo he leído todavía. No te podría orientar todavía sobre su calidad.

      Infiel (Faithless: Tales of Transgression, 2001), trad. de Carmen Camps, ed. Alfaguara en 2010.
      Sobre este sí te puedo hablar, y de hecho lo tienes en un post que puedes encontrar en este mismo blog. Es excepcional. Crudo y durísimo. Una Oates visceral y simplemente deliciosa.

      Luego también están las nouvelles que pueden entenderse como pequeños cuentos…. como ese culmen que es “Violación una historia de amor” o “Primer amor”, pero es otra cosa con respecto a lo que comentas.

      Espero que te ayude.
      Un abrazo

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