“The Taqwacores” de Michael Muhammad Knight. La raíz del punk islámico

The taqwacoresNacido en Nueva York en 1977, Michael Muhammad Knight descubrió a los 16 años el Islam tras leer la biografía de Malcolm X, viajó a Islamabad para profundidad en la realidad del islamismo militante llegando a cambiar de opinión y a cuestionarse la ortodoxia musulmana, sus restricciones y su rigidez doctrinal. Fue así como decidió escribir “The taqwacores”, novela fundacional del movimiento punk islámico, una más que curiosa propuesta que nos traído Ginger Ape Books & Films.

Una publicación que me trajo dos o incluso tres problemas iniciales, que suponen un hándicap para la mayoría de los lectores que se acerquen a esta obra; el primero de ellos tiene que ver con el punk, fenómeno o movimiento del que, prácticamente, no conozco nada de nada y que el autor define, a su manera, en estos términos:

“Llegué a comprender inevitablemente que la palabra punk no tiene un significado tangible como árbol o coche. Más bien, el punk es una bandera; un símbolo abierto que solo significa lo que la gente cree que significa. Hubo un tiempo que en la China las luces rojas de los semáforos significaban pasar. ¿Qué se puede decir ante eso?

Dejé de intentar definir el Punk más o menos al mismo tiempo que dejé de intentar definir el Islam. Son dos conceptos no tan alejados entre sí como uno pudiera pensar.”

El segundo problema, lógicamente, tiene que ver con el Islam, y en concreto, con su terminología, el siguiente párrafo lo ilustra a la perfección:

“[…] y ahora hay mogollón de musulmanes que no tienen miedo a morir. MASH’ALLAH, pero, joder ¡ahora los musulmanes tienen miedo a vivir! Tienen miedo a la vida, tío, más del que tienen a Satán, al SHIRK, a la PITNA, a la BID’AH, al KAFR, a la QIYAMAH o a los tormentos de ultratumba; ellos temen a la Vida, le tienen miedo a esto… Alzando su brazo desnudo, se agarró y pellizcó la piel para señalar lo que era esto. “Ahí tienes a todos esos pobres chavales que se creen inferiores por no hacer las dos FAJR, las cuatro ZUHR, las cuatro ASR, las tres MAGHRIB, las cuatro ISHA, la puta SUNNA, sus WITR o sus NAFL; por no llevar calcetines de cuero, ni cepillarse los dientes con ramitas, por no dejarse barba o no llevar HIYAB; […]”

La aparición de términos muy específicos del Islamismo es muy habitual y obligan a consultar con mucha frecuencia el ingente glosario del final de libro, ralentizando considerablemente su lectura; necesita una aclimatación mayor de lo que viene siendo costumbre al acometer cualquier libro. El último problema, consecuencia de este segundo, es el desconocimiento de la doctrina islámica con profundidad.

Estas dificultades iniciales son superables con tesón (en el caso del vocabulario) y gracias a la prosa de Knight; en efecto, se trata de una novela de formación, en una nueva forma de pensar con respecto al Islam; sus ideas son claras:

“No vamos a cortarle las manos nadie, ni lapidaremos a los fornicadores, ni lanzaremos a los homosexuales desde los alminares, como decía ALI que hiciésemos. Y puedes estar seguro que no habrá matrimonios con niñas de nueve años, hermano. Y tampoco habrá una policía religiosa patrullando las calles para asegurarse de que la gente está rezando.”

“MASH’ALLAH.”

“Ni matanza de apóstatas”, añadió.

“Eso también es muy importante.”

“Sí, Yusef. Tenemos la oportunidad de hacer algo grande.”

Para llegar a hacer esto, será imprescindible algo tan radical como el movimiento “taqwacore” para, aunque parezca mentira llegar a una moderación e, incluso, sentido común, él mismo define el carácter transgresor (y muy subido de tono):

“Una parte importante del movimiento taqwacore consiste simplemente en echar mierda por ahí y tocar las narices a la gente”, me explicó al ver la reacción que reflejaba mi rostro. “La gente se pone tan tensa y sensible con la religión, la toma tan en serio que a veces es necesario que llegue un punk y les diga ‘que te jodan, que te jodan, que te jodan, que jodan a todo lo que representas, estás lleno de mierda y tienes esperma en el pelo’. Nadie tiene por qué darse tantos aires.”

De hecho, es la conexión entre punk e Islam lo que desencadena esta doctrina:

“El punk rock implica música malintencionada, ropa malintencionada, lenguaje malintencionado y comportamientos malintencionados. Significa cavar tu propia tumba respecto a las expectativas que la sociedad depositó alguna vez en ti; y con todo, permanecer orgulloso, feliz de ser quien eres, forjando, en cierto modo, una comunidad común con el resto de extraviados.

El taqwacore es la aplicación de esta virtud al Islam. Me encontraba rodeado de musulmanes deliberadamente malvados, pero que amaban a Alá con una pasión gonzo que escapaba a ritualismos absurdos y aburridos, al estúpido Islam de los campamentos, ese que aseguraba que nuestro DEEN poseía cierta superioridad moral inherente que hacía que el mundo nos perteneciese legítimamente.”

No es banal la comparación de Muhammad Knight con Hunter S. Thompson, la narración se estructura como si de una narración periodística se tratase con toda la viveza de un narrador incluido en ella, ese narrador intradiegético involucrado en la acción primordialmente. Al final su idea del Islam es salirse de lo estrictamente obligado  sin dejar de creer en el propio Alá como organizador de sus vidas.

“Si Alá quiere decirme algo, lo hará delante de mis hermanos y hermanas. Si hay alguna ley que seguir, la encontraré ahí fuera, en el mundo.”

Es consciente, finalmente, de que ser musulmán tal y como es entendido en la religión islamista en la actualidad, lo que sí busca es el sentido común en su interpretación, la religión nos tiene que ayudar a ser hombres:

“Y eso es todo. Como musulmán, he fallado. Pero de lo que estoy seguro es que continúo siendo un ser humano.”

El libro está de rabiosa actualidad, más después del atentado a los integrantes de #CharlieHebdo, de hecho, hace nada, la editorial ha sacado a colación la carta de repulsa del escritor ante dicho atentado y las consecuencias de integrismo islámico. Este libro complementa a la perfección la actitud necesaria y ejemplifica la lucha por la libertad. Una lectura muy necesaria.

Los textos pertenecen a la traducción de JMT & B. Orzos de “The Taqwacores” de Michael Muhammad Knight de Ginger Ape Books & Films.

One thought on ““The Taqwacores” de Michael Muhammad Knight. La raíz del punk islámico

  1. Pingback: Resumen Enero 2015. Nuevo año, nuevas lecturas | Lectura y Locura

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *