Tenía muchas ganas de dedicarle un tiempo a una editorial como Melusina y, al final, se han dado las circunstancias. Todo ello gracias a la reciente publicación del libro de la activista y sexóloga Virgie Tovar: Tienes derecho a permanecer gorda. Tan ilustrativo título está incluido en su colección UHF, uno de sus diferentes sellos que busca hacer algo distinto, posiblemente, como comentan, una visión más iconoclasta de la realidad.
En las palabras de Tovar se advierte esta disposición:
“Es con gran urgencia que escribo a las mujeres directamente. Lo que sea que os cuente en las siguientes páginas lo hago con el mayor deseo de ver a las mujeres vivir la vida que todas merecemos vivir: la vida que la cultura nunca te va a conceder, la que debes tomar. La clave de esa vida es desatar nuestro deseo. Esta cultura nos enseña que tenemos que extinguir ese deseo en el mismo momento en el que se nos enseña que las mujeres no deben estar gordas. Y yo digo: tienes derecho a estar gorda.”
Cuando algo está firmemente establecido en la sociedad se tiende a pensar que es una tradición y, por lo tanto, es algo que funciona adecuadamente y no es necesario cambiarlo. A veces, es tan inconsciente, que es imposible darse cuenta de esa situación. Con los ensayos incluidos en este pequeño libro, la autora pretende, en primer lugar, hacernos conscientes de la existencia de la gordofobia (“una forma de intolerancia, oculta en el lenguaje normalizador de la belleza y la salud, y en esa falsa preocupación por tu bienestar”); sus múltiples ejemplos y reflexiones ayudan, de manera muy clara, a entender este entramado establecido como un constructo social.
En segundo lugar, desde luego, intenta dar soluciones y se muestra confiada en sus creencias; nuevamente en sus palabras: “toda persona, independientemente de su peso o de su estado de salud, merece vivir una vida totalmente libre de intolerancia y discriminación.” Me encanta cómo relata su experiencia personal y cómo llega a darse cuenta de que, en realidad, las dietas no le servían para nada, ella “no necesitaba cambiar su cuerpo, necesitaba cambiar cómo se sentía respecto a su cuerpo”.
Vale la pena sumergirse en sus palabras, están cargadas de sabiduría y tiene una facilidad innata para expresarse de una forma sencilla en su exposición. No me canso de aprender y de ser cada vez más consciente de lo que sucede a mi alrededor
(Los textos provienen de la traducción del inglés de Begoña Martínez Pagan de Tienes derecho a permanecer gorda en la editorial Melusina.)
No quería acabar esta entrada sin una pequeña alusión al “lío de los Nobel de literatura”, ha salido la noticia en varios medios, os supongo enterados, tengo que reconocer que la falta de escritoras premiadas era algo inexplicable pero nunca me habría figurado que uno de los insignes suecos se revelara como un depredador sexual; explica bastante sobre la situación del premio. Las consecuencias no se han hecho esperar y, para solucionarlo, el año que viene se elegirán dos premiados/as a la vez. Cualquier cosa que no sea elegir dos escritoras será un profundo fracaso de nuevo para la institución que tiene una oportunidad única para cambiar la tendencia histórica… habrá que esperar a ver qué sucede pero tengo mis favoritas y las comentaré más adelante por aquí.
Casi viernes, la semana está hecha y empiezo nuevo libro, una curiosa ópera prima de la escritora indonesia afincada en Singapur Clarissa Goenawan, Pájaros de la lluvia, transita aparentemente por lo noir detectivesco pero el comienzo se muestra más pausado de lo habitual en estas lides. Mañana una opinión más fundamentada.
¡Se me olvidaba! Esta semana hubo #carretilla en La sombra libros, nuevas adquisiciones la mar de interesantes.
Abrazos y ¡buenas lecturas!