Si hay una cosa de la que puede presumir Sexto Piso es de su eclecticismo a la hora de elegir títulos para publicar, además de alternarlos con diferentes géneros, alternando ficción con ensayo. Uno de esos libros que provoca empatía en el lector y que está destinado a gustar es el que traigo a continuación.
Se trata de “Del color de la leche” de la escritora británica Nell Leyshon; cuenta la historia de una mujer-niña de 15 años, Mary, en tiempos difíciles, en el año 1830; un tiempo de sombras en el que la mujer tenía que soportar los efectos del patriarcado en una sociedad machista que instrumentalizaba su labor, tratándolas como objetos; su peculiaridad, que tiene el pelo “del color de la leche”:
“mi pierna es mi pierna y nunca he tenido otra pierna. así he sido siempre y así he caminado siempre. madre dice que ya era así cuando vine al mundo. era como una especie de desperdicio con el pelo como la leche y nací después de lo que pensaban y por esa razón estaba cubierta de pelo como si fuera un animal y tenía las uñas largas, y ella dice que eché un vistazo a mi alrededor y abrí la boca y pequé un grito y algunos dicen que no la he cerrado desde entonces.”
Como podéis ver por el texto, la escritora lo plantea como una narración en primera persona (de ella) plasmada en una especie de diario escrito por ella misma. Tras ser vendida como servicio por su padre para ayudar al vicario, recreando el Pigmalión, consigue aprender a leer y a escribir (un hito nada frecuente en los tiempos en los que se ambienta) y contar su historia:
“estoy sentada al lado de la ventana y estoy escribiendo esto con mi propia mano, y tengo que escribir en las horas de sol porque hay luz y la luna no da suficiente luz, porque por la noche está oscuro y cuando está oscuro no puedo escribir.
me acuerdo de aquel día y sé que fue el día en que todo cambió.”
Para ello adopta un estilo característico que se va repitiendo a lo largo de la obra, Mary no es capaz de distinguir entre mayúsculas y minúsculas, su escritura no tiene artificios, es seca, cruda por momentos, me recordaba a los últimos libros de McCarthy desde “La carretera”; es la escritura de una persona oprimida y superada por los acontecimientos, una persona sencilla en la apreciación de lo que importa de la vida:
“¿es que nunca te cansas?
si me canso, me voy a dormir.
haces que todo parezca tan sencillo.
lo es. dije yo.”
Pero tan sincera que resulta hiriente al expresar lo que realmente siente y que no oculta, se siente destruida en su interior:
“las palabras que acabas de leer, me dijo. la biblia te está diciendo que tienes que abrir tu
corazón y dar.
pero yo ya no tengo nada más que dar, le dije. porque ya he dado todo lo que tenía.”
Esta es una historia de dolor, de miseria, de lucha… una historia que consigue sobrecoger a pesar de que puedas esperar lo que va aconteciendo. La violencia es la respuesta ante tantos abusos, ante la pérdida de la capacidad de elección; esa violencia es lo único que puede resultar un atisbo de libertad.
“y ahora ya he terminado y no tengo nada más que contarte.
así que voy a terminar esta última frase y voy a secar mis palabras donde la tinta forma unos charcos al final de cada letra.”
y entonces ya seré libre.”
Estupenda propuesta de lectura la que nos trae, como siempre, la editorial Sexto piso.
Los textos provienen de la traducción del inglés de Mariano Peyrou para esta edición de “Del color de la leche” de Nell Leyshon.
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