“Perdida” De Gillian Flynn

perdida-gillian-flynn-L-C_o8LaTom Ripley, John Keller, Nick Corey… al lado de estos maquiavélicos personajes debe estar, por derecho propio, Amy Elliot Dunne.

Y es que, como dice, Rodrigo Fresán en su postfacio a “Perdida”, el gran thriller de la norteamericana Gillian Flynn:

“Gillian Flynn es algo así como la hija bastarda de Jerry Seinfield y Patricia Highsmith”

Y yo lo suscribo. Lo pensaba según lo leía.

Pero no nos quedemos ahí, evidentemente no voy a contar nada de la trama, porque vale la pena descubrirla cada uno por sí mismo. Con el texto de contraportada es suficiente para hacerse una idea de, al menos, el comienzo.

No quiero destacar que se lee rápido, porque cualquiera puede hacer que algo se lea rápido, hay muchos ejemplos y, desgraciadamente no demasiado honrosos, como el “innombrable” para mí, a quien no considero ni literatura y que no diré para no hacerle publicidad; tampoco destacaré, aunque podría contarse, el uso de unos cliffhangers memorables que solo alientan a continuar leyendo; también podría hablar de la maestría con la que perfila psicológicamente cada uno de los personajes, de tal manera que, nosotros, incautos lectores vamos cayendo en las trampas que nos va tendiendo, dejándonos sorprender aún más por el siguiente giro de la trama.

Todo lo anterior serviría para recomendarla a una gran cantidad de lectores; sin embargo quiero ir más allá porque, en este caso, lo merece; y esto es así, porque la escritora dota de varias capas a una novela aparentemente “sencilla”:

-La primera de ellas es que, como yo en este monográfico, intenta dar a los thrillers una dimensión más allá de la que normalmente se les atribuye; no creo que este comentario sea gratuito y es muy ilustrativo:

“Había que verle la cara en la playa durante nuestras dos semanas de luna de miel en Fiyi, viéndoselas y deseándoselas con el millón de páginas místicas de “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, lanzándome miraditas irascibles mientras yo devoraba un thriller tras otro.”

-La segunda capa tiene que ver con extrapolar la situación del matrimonio protagonista, el derrumbamiento, con ese propio derrumbamiento del pueblo en particular y de la sociedad en general; esta extrapolación, en el paradójico final, es muy sintomática:

“Durante un cuarto de siglo, el Riverway Mall fue una presencia constante. Después la recesión golpeó, arrastrando a su paso el Riverway, tienda a tienda, hasta que todo el centro comercial acabó por cerrar. Ahora son ciento ochenta y cinco mil metros cuadrados de eco. Ninguna compañía quiso reclamarlo, ningún empresario prometió una resurrección, nadie sabía qué hacer con él ni qué sería de todas las personas que habían trabajado allí, incluida mi madre, que perdió su empleo en Shoe-Be-Doo-Be; dos décadas arrodillándose y poniendo zapatos, amontonando cajas y recogiendo calcetería sudada, evaporadas sin ceremonia.”

“No estoy seguro de que, llegados a este punto, sigamos siendo realmente humanos, al menos aquellos de nosotros que somos como la mayoría de nosotros: los que crecimos con la televisión y el cine y ahora internet. Si alguien nos traiciona, sabemos qué palabras decir; cuando muere un ser amado, sabemos qué palabras decir; si queremos hacernos el machote o el listillo o el loco, sabemos qué palabras decir. Todos seguimos el mismo guión manoseado.”

-La tercera dimensión es el uso de la mentira como una de las lacras que ocasionan este derrumbamiento; la manipulación y/o tergiversación como hilo conductor que se va repitiendo en todas las páginas, la sinceridad se convierte en una excepción más que lo dominante y es trasladable a lo personal y al colectivo:

“Esto va a ser una verdadera prueba para ti, Nick -murmuró sin mirarme-. Siempre has tenido problemas con la verdad. Siempre contabas alguna mentirijilla si pensabas que con eso te evitarías una discusión. Siempre recurrías al camino más fácil. Decirle a mamá que ibas al entrenamiento de béisbol cuando en realidad habías dejado el equipo;  decirle que ibas a la iglesia cuando en realidad ibas al cine. Es una especie de extraña compulsión.”

-Lo cuarto que quería también destacar es el particular sentido del humor, negro, amargo a veces, pero que te saca una sonrisa entre el maremágnum de locuras que van sucediéndose:

“El otro apodo de Tanner Bolt era Defensor de los Degenerados.

Tenía cita con él a las dos de la tarde.”

El final, para acabar, y valga la redundancia, es deliciosamente perverso y entronca directamente con el sentido de metarreferencialidad que lleva durante toda la obra y que ya he mencionado. Supone una paradoja tremendamente falta de ética; como todos los grandes personajes que comenté al principio de esta reseña; cada uno de ellos convirtiéndose en la encarnación de la amoralidad de la sociedad en que estamos viviendo. Fabulosa manera de hacer un thriller.

Los textos son de la traducción de Óscar Palmer para la edición de “Perdida” de Gillian Flynn en la colección Roja y Negra de Mondadori.

4 thoughts on ““Perdida” De Gillian Flynn

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  2. Me ha gustado mucho. Cómo la escritora juega con el lector, lo zarandea, aunque toda la última parte me parece menos creíble. ¿has leído los otros libros de la autora? ¿son de este nivel?

    • Sí es menos creíble, de hecho fuerza mucho la situación, pero es tan perversa y rebuscada que se lo perdono ampliamente. El final, de hecho, que a mucha gente no le gusta, a mí me parece tremendo por su grado de subversión.
      No he podido, están inencontrables… no te puedo decir.

      Abrazos Jose!

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