Después de casi mes y medio de monográfico, llega el momento de clausurarlo; junio, del que hablaré en un próximo apunte estará marcado por otras latitudes; aviso, serán radicalmente distintas y tendremos un invitado muy especial.
En este post hablaba sobre los motivos que me impulsaban a realizarlo; espero ver el fruto más adelante, ya que falta todavía un tiempo para que salgan las notas de los exámenes; pero, desde luego, me ha permitido una mayor concentración en la carrera; lo increíble es que he conseguido que la selección de títulos sea ecléctica y, la verdad sea dicha, me he divertido como un enano.
Las lecturas, no todas han tenido sus artículos pero las que los tengan vendrán enlazados, han sido las siguientes:
–“El cuento de la criada” de Margaret Atwood, era un comienzo perfecto; ejemplo de cómo una escritora de la calidad de la canadiense era capaz de realizar una distopía e integrarla con novelas que son consideradas “serias”.
–“El atracador de mujeres” de Ed McBain, “Acuéstala con los lirios” de Hadley Chase y “Algodón en Harlem” de Chester Himes; los recopilé en el post Recomendaciones de clásicos de novela negra, una buena muestra de clásicos policíacos.
–“Ubik” de Philip K. Dick me sirvió como nexo conductor para realizar la crítica del novel Luisfer Romero Calero y su “Integridad”; un heredero del maestro.
-“The Teleportation Accident” del increíble Ned Beauman; novela aún no traducida al español y que, sin embargo, no debe pasar desapercibida.
-La lectura de “El asesino de policías” y “Los Terroristas” de Maj Sjöwall y Per Wahlöö me llevaron a crear un post de resumen “La serie de Martin Beck” donde repasaba toda la gran serie del policía sueco.
–“La promesa” de Friedrich Dürrenmatt y “Tormenta” de Jim Butcher constituyeron una mezcla inverosímil.
-También los libros ilustrados entraron en el monográfico con un post en el que entraron los “Cuentos de muerte y demencia” de Poe y “Ciencia Ficción. Poemas, artículos y novelas cortas” del madrileño Emilio Carrere.
–“Dos tumbas” de Preston y Child, la vuelta a lo grande de Pendergast.
–“Amigos hasta la muerte” de Nele Neuhaus, la creadora del magno “Blancanieves debe morir” con una aventura de los inicios.
–“Desastre &Total. Agencia de dectectives” de Stephan Pastis y “El doctor Proctor y los polvos tirapedos” del noruego Jo Nesbo, una propuesta excelente de libros ilustrados infantiles, con una joya muy reseñable en el caso del primero.
–“Pioneros de la ciencia ficción rusa”, recopilación de Alba para su sello Rara Avis, otra muesca en el gran trabajo de este sello.
–“El manuscrito Godwulf” de Robert B. Parker, “El pato Mexicano” de James Crumley y “Rendez-vous en negro” de Cornell Woolrich, buena muestra del buen hacer de la colección Serie Negra de RBA.
–“El muñeco” de Daphne Du Maurier, el desasosiego como bandera.
–“Hanshichi. Un detective en el Japón de los samuráis” de Okamoto Kidô, también se hacen historias de detectives en Japón.
–“La ciudad asediada” de Margaret Oliphant, el cuento de fantasmas extendido a una ciudad completa.
–“Osama” de Lavie Tidhar, un gran comienzo justifica una lectura que al final no resulta metaficcional.
–“El cazador sordo” de James McClure, una de las obras maestras del año.
–“Perdida” de Gillian Flynn, o cómo hacer un thriller sustentándose en la perversión de sus protagonistas.
–“Balada de la costa oeste” de Manchette, nueva muestra del neo-polar francés, no tan deslumbrante como “El caso N’gustro” pero, sin dudarlo, una lectura por encima de la media,; no pondré reseña, de ahí el comentario más extenso, quizá puede ser debido a su convencional marcha en el argumento.
–“¿Se cayó…?” de Thorne Smith, en unos días habrá comentario sobre esta novela de detectives ambientada en la sociedad rica estadounidense.
–“Ojo de Halcón” y “Green Manor”, dos muestras excelentes de cómo hacer cómics.
–“Little Boy Blue” y “Luther el Origen”, de Edward Bunker y Neil Cross, respectivamente; el “hardboiled” como subgénero.
–“La muñeca ciega” de Giorgio Scerbanenco, la tramposa portada, que refleja más una posible vertiente terrorífica, esconde una novela de detectives al uso que buscaba innovar mediante los elementos surrealistas que ayudan a la resolución del caso.
–“Noctuario” de Thomas Ligotti, las particularidades del norteamericano se ganarán un hueco en el blog en los próximos días, el terror sustentado en lo indeterminado.
Sinceramente, más de treinta libros y bien variados, no han hecho más que enriquecer este espacio con un poco de buena literatura de género. Espero que os haya gustado tanto como a mí y nutra vuestras futuras lecturas.
Buenas noches. Sólo me paso por aquí para decirte que ya estoy completamente engachada al huevo de McClure. No obstante, veo que también mencionas a Little Boy Blue. ¿Qué tal está? Muchas gracias por la recomendación del primero. Era justo lo que necesitaba. Un abrazo,
Entonces te vas a enganchar a McClure, qué bien, hay mucho por disfrutar.
Little boy blue es fantástico, le haré un comentario específico en el blog junto con Luther el Origen. He leído casi todo lo de BUnker, pero este es una novela de formación de del delincuente, tremendamente bien escrita y cargada, eso sí, de mucha violencia, de la más descarnada. Has leído algo de Bunker? Es un coloso del Hardboiled.
Un abrazo
No; será también una primera lectura. Una compañera en esta andanzas acaba de terminarlo y está encantada. De todos modos, después de leer La habitación de Shelby Jr, no creo que pueda horrorizarme. Buen fin de semana,
Genial, pues ya te digo que lo vas a disfrutar, mucho…