El exceso como señal de identidad

La gente que me conoce suele sorprenderse por la variedad de mis gustos, sobre todo por el contraste que suponen; casi les da miedo comentar que una persona pueda disfrutar del rap, la ópera, la música sacra y Bad Gyal al mismo tiempo. Lo mismo sucede con los libros donde el abanico de estilos, temáticas y autores en el que me muevo es amplísimo desde el splatterpunk hasta Dickens pasando por la poesía. No he sido consciente de mi versatilidad hasta muy tarde pero, ahora mismo, la estoy aprovechando hasta extremos insospechados.

Me gusta pensar que el haber llegado a esta situación tiene mucho que ver con mi educación, siempre moderada y cabal, con educación en colegio católico toda la vida, originó una forma de afrontar la vida en la que no tenían cabida los excesos de ningún tipo. De ahí que, en la actualidad, es probable que esté compensando de alguna manera lo que inhibía en aquella época.

Todo esto viene a cuento de mi visionado (por fin!) de Scream Queens la serie perpetrada en 2015 por el productor, director y guionista Ryan Murphy; ya que, si quisiera definir al estadounidense con una palabra, podría utilizar perfectamente “exceso”. No sólo a la hora de crear un montón de shows televisivos sino por la manera, siempre desbordante, en la que los plantea.

Murphy parece no tener control a la hora de mostrar cualquier cosa, dándole lo mismo el tema, aun siendo temas sensibles. Sólo hay que ver la mezcla de slasher, comedia, lenguaje malsonante y todo tipo de situaciones grotescas y, por qué no decirlo, absolutamente delirantes con unas Jamie Lee Curtis, Emma Roberts, Abigail Breslain o Lea Michele…. totalmente desatadas, “mamarachismo” sin límites, tramas desopilantes y muchísimo humor negro. Como alguien dijo, es exactamente el tipo de serie que ahora mismo disfruto, mejor aún, caigo totalmente rendido.

Y desde luego, Murphy es tremendamente irregular pero, aún así, siempre consigue ofrecerme algo y, parece mentira, entre todo exceso, consigue emocionarme, en algunos casos demasiado porque cuando se contiene un poco es capaz de crear obras maestras como American Crime Stoy o Pose (amo esta serie sobre todas las cosas) y sólo por eso seguiré viendo todo lo que saque (o al menos lo intentaré porque es casi imposible….).

La primera carretilla del año

No hay nada como empezar el año libresco con otro montón de libros para unir a la pila infinita. Mi primera #carretilla es mucho más importante de lo que parece porque determina decisivamente cómo va a ir el año. Hay gente que me ha preguntado siempre cómo la diseño y no me importa ser transparente. Siempre miro en primer lugar las editoriales pequeñas/medianas, las independientes, aunque no deje de echar un vistazo a los boletines mastodónticos de las dos grandes monopolizadoras. Por temáticas me fijo inicialmente, por este orden, en terror, policíaco (detectivesco y novela negra), fantasía/ciencia ficción… y el resto. Este tipo de criterio se aplica a lo que más te apetece en cada momento, puede variar mes a mes por causas diversas. Mi idea este año es leer cada #carretilla completa siempre y utilizar las lecturas que más me hayan gustado para mis listas. La próxima será la del día del libro.

De esta manera se puede ver claramente que mis elecciones tienen que ver mucho con esto y son perfectamente comprensibles, lo único que se sale de lo que he comentado es que empiezo el año con más ganas de las habituales de leer ensayos, de ahí la presencia de Klosterman, Vernon Lee y Kristin Kobes Du Mez. En el camino han caído ya algunos y me ha parecido especialmente interesante Hotel Splendid de Marie Redonnet.

“El Splendid se refleja en la nieve con sus letreros encendidos a medias. Las letras se inclinan, como el hotel. Parece que estemos en un barco. De lejos, el Splendid debe de parecer un barco encallado en la nieve, con su casco de madera medio podrida. No hay ninguna posibilidad de que se hunda porque está encallado.”

(el texto viene de la traducción de Hotel Splendid por Rubén Martín Giráldez)

Una narración que se sustenta en un estilo sencillo, de frases cortas de gran pulcritud, encuadrado en un minimalismo que recuerda a Beckett o Ernaux y que refleja de una manera muy onírica cómo un hotel se puede convertir en un purgatorio para aquellos que lo regentan. El único vestigio que sobrevive ante la calamidad, ante la fatal inclemencia del paso del tiempo. Una obra corta pero especialmente hermosa en su contención.

Lo divertido que es usar a Ojo de Halcón en el Marvel Champions

Ojo de Halcón ha sido siempre uno de mis personajes favoritos (mejor el de los cómics que el de las películas, sin duda) y, aprovechando que en la campaña de La tiranía del cráneo rojo (una de las cinco campañas disponibles a modo de expansiones de la caja inicial) venía el personaje, me decidí  a pasarme toda la campaña (cinco misiones) con él. El diseño del personaje es maravillosamente realista y acorde a lo que he leído toda la vida. No tiene muchos puntos de vida (9 es el límite menor para los personajes con menos fortaleza). Sus características de intervención ataque y defensa son normalitas (1-2-1). Para conseguir su arco hay que gastar un recurso y se puede preparar desde el inicio pero es imprescindible porque si no no puedes utilizar las flechas que irán saliendo y además ganas +1 al ataque además de adquirir el maravilloso rasgo A distancia que evita represalias de los enemigos.

Con estas características, se trata de un héroe de un ataque más que aceptable pero de cristal, y encima se defiende regular y  no consigue frenar los planes de los villanos. Es todo un reto. Pero un reto sumamente divertido. La estrategia con él viene de conseguir rápidamente sus cartas de recursos gratuitos para flechas y el carcaj, una carta maravillosa que te permite consultar las próximas cinco cartas y si hay un evento flecha ponerlo encima de él. De esta manera, en cada turno se podrá disponer de la flecha más adecuada para las circunstancias en las que te encuentres: Vibranium para quitar mucha ficha y estado duro, sónica para confundir y hacer daño, eléctrica para aturdir y hacer daño, explosiva para dañar también a los esbirros o de cable para quitar amenaza.

Por otra parte el aspecto de liderazgo le ayuda especialmente para quitar amenazas y protegerse de ataques indeseados, Goliath es una bestialidad que quita dos de amenaza a poco coste y que puede servir para hacer un último ataque bestial antes de desaparecer, y luego están Kate Bishop, John Walker (UsAgente) o, naturalmente, Pájaro Burlón.

Sin hacer ningún tipo de personalización he pasado las primeras cuatro etapas de la campaña y ahora toca el último reto, el más difícil: Cráneo Rojo. Habrá que ver cómo consigo neutralizarlo pero tiene pinta de ser más que divertido.

Os dejo, últimamente no cambio de mucho musicalmente hablando, estoy escuchado en bucle la Sunrise Mass de Gjeilo de la que os hablé en mi anterior carta. Me va a costar cantarla sin emocionarme.

Cuidaos mucho

Un abrazo

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