Volver a Buffy y Angel

He retomado el visionado de las temporadas de Buffy y Angel; lo tenía abandonado porque estaba viendo demasiadas cosas a la vez y con el rebalanceo que hice la semana pasada he sacado el tiempo suficiente para ver todos los días un episodio. Alterno las dos series según el orden en que salieron en EEUU en su momento y ahora mismo me encuentro en el capítulo nueve de la quinta temporada de Buffy (la temporada en que se canceló, aunque luego volviera con sus dos últimas temporadas).

Después del horrible villano de la cuarta (Adam definitivamente no tenía carisma), Glory fue todo un avance, representaba una amenaza real aparentemente indestructible, desconocida para la patrulla de Buffy y con los suficientes elementos cómicos para aligerar la trama. La primera vez que la vi recordaba bastante bien sus vicisitudes, esa búsqueda constante de un plan para descubrir dónde está la llave (Dawn) y cómo fracasaba una y otra vez, también recordaba The body por motivos obvios. De lo que no era tan consciente, sin embargo, y ahora me llama más la atención, es el proceso que siguen Buffy (especialmente) y Dawn (de otra manera) hasta la llegada de dicho episodio.

Precisamente he empezado con el capítulo ocho Shadow y el nueve Listening to Fear, capítulos en los que Joyce descubre que tiene un tumor en la cabeza y la llevan a operar respectivamente. Hay que ver lo que suponen emocionalmente para la protagonista, ambos capítulos son dramas totales con el “Monster of the week” incluido y, definitivamente, asistimos al crecimiento como adulta de Buffy, abandonando de verdad la adolescencia y tratando un tema tan adulto como es la enfermedad de una madre. Hay que reconocer que están ambos muy equilibrados, presentando un conflicto que una cazavampiros, la elegida, no puede solucionar. Tiene gracia cómo incluso plantea la magia como solución a su patrulla y le hacen ver de las posibles consecuencias que puede traer este tipo de intromisiones (sabremos de ello en la sexta temporada). Lo bueno es que toda esta situación no interfiere en la trama principal de fondo y no dejan de presentar nuevas situaciones que se intercalan con ella.

Lo bueno de verla ahora tanto tiempo después del primer visionado es que me estoy fijando en aspectos a los que mi yo adolescente no les daba tanta importancia y, sin embargo, ahora me parecen claves en la evolución del personaje. ¿Estoy disfrutando de ello? Pues sí, de nuevo, pero por más motivos y, posiblemente, diferentes.

Nueva #carretilla

Os habréis dado cuenta pero, por si acaso, lo aclaro para los que lleguen de nuevas. Entre las toneladas de ocio que consumo siempre tiene prioridad la lectura. Una vez la lectura está ordenada y tiene su hueco diario es cuando ordeno las siguientes propuestas (series, cine, switch, juegos de mesa….); y esto es así porque me he dado cuenta de que si lo primero no lo tengo asegurado parece que no estoy equilibrado internamente. De ahí que en estas pequeñas cartas nunca faltará algún comentario referente a lectura y a sus hábitos, lo demás puede faltar pero eso nunca.

Esta semana me llegó la #carretilla de febrero (como siempre gracias a Jónatan y sus recomendaciones y la logística de La casa tomada). Su composición es ligeramente peculiar y está diseñada especialmente para seguir catando novedades que puedan ser susceptibles de aparecer en la lista que estoy haciendo para el día del libro (todavía me queda alguna posibilidad de la anterior pero estoy acelerando con ellas)

Sin duda el libro más esperado es la conclusión de los Inheritance Games de Jennifer Lynn Barnes (La Jugada Final), me estaba guardando el segundo para leerlos los dos seguidos y en cuanto termine con el excelente ensayo de Klosterman (Los Noventa), va a ser la máxima prioridad. El segundo que va a subir puestos en mi inmensa pila de lecturas es el de Finlay Donovan de Elle Cosimano, recomendación directa de mi querido Jónatan, y con buenas recomendaciones de otras personas, la idea de un Cozy crime divertido y bien escrito siempre me atrae.

En el segundo vagón de prioridad irían las propuestas de Shamini Flint (su detective malasio me gustó mucho en su primera entrega); Myriam Gurba (Tránsito siempre me trae historias interesantes escritas por mujeres) y Leila Slimani (En Cabaret Voltaire le están dando una continuidad que merece y mucho esta autora).

Bestias va a ser una relectura del libro de Joyce Carol Oates aprovechando que sale nueva traducción y edición de su obra, siempre apoyo a Contraseña con estos lanzamientos pensando en la posibilidad e que traigan alguna obra inédita.

Por último, tres mangas variados que caerán en el viaje a León (el concierto que tengo en dos semanas) y el resto que irán cayendo según lo que me apetezca más en cada momento. No tengo claro todavía cuando pero mis apetencias se van metamorfoseando según el contexto en el que me encuentre.

Quantumania

Aprovechando el cumpleaños de nuestro peque, nos acercamos al cine a ver la última película de Marvel. Ahora que lo que se lleva es poner a parir cada película que sacan tengo que reconocer que la disfruté muchísimo. Ni falta que hace que cada película tenga que ser un Endgame, con que consigan un entretenimiento solvente me vale. Al fin y al cabo, cuando lees cómics sabes que no todos ellos están destinados a trascender. Lo mismo sucede con la literatura, hay críticos culturales que leen veinte libros al año y todos son obras maestras, es demencial. Parece más importante demostrar que tú sólo lees obras maestras que de verdad disfrutar de la lectura, la pose está dejando atrás a la cultura.

Quantumania es una aventura estupenda que bebe de las raíces del Pulp, de los cómics de ciencia ficción de los años sesenta, con un diseño que busca el sentido de la maravilla a la hora de presentar el mundo cuántico y que sirve como legado para presentar a Estatura y a Kang como verdadera amenaza del MCU (tras lo de Loki). Y con batallas tremendamente divertidas y algún toque de humor.

No busca en ningún momento ser seria y es autoconsciente de ello, busca entretener que, al fin y al cabo, el es fin principal de la cultura. Y lo logra con creces, ojalá Marvel siga la senda de esta y de otras como la última del Doctor Extraño y no se centre tanto en propuestas como Pantera negra, demasiado enfocada en parecer seria.

Os habéis salvado esta semana… no hay Marvel Champions…. La próxima nunca se sabe.

Cuidaos mucho

Un abrazo

Rebalanceo del tiempo de ocio

Cada cierto tiempo me gusta evaluar cómo gasto mi tiempo de ocio, es un tiempo valiosísimo y quiero disfrutar de cada minuto y, en muchas ocasiones, entras sin querer en rutinas que no resultan tan satisfactorias como parecen. En momentos así, cambio varias de esas rutinas para optar por opciones que me satisfagan más. También puede ocurrir que actividades en las que gastaba antes mucho tiempo ahora no necesitan esa cantidad de tiempo que le dedico e igualmente me dedico a hacer cambios.

Estas modificaciones pueden ser de diferente índole. En el caso de los libros, hago cambios prácticamente a diario, mi pila de pendientes se va modificando según mis necesidades, ahora mismo, por ejemplo, mi prioridad es terminar mi última carretilla de adquisiciones y preparar comentarios para aquellos libros que pueden estar en la lista del día del libro. Se pueden intercalar lecturas entre medias pero la prioridad está clara.

Sin embargo, he decidido suprimir dos juegos de Tablet/móvil, siendo uno de ellos el archiconocido Marvel Snap, un juego entretenido al que he dedicado un montón de tiempo pero que se ha vuelto muy rutinario y dependiente de si pones dinero o no mensualmente para obtener las cartas de temporada para ganar. Demasiado “pay to win”. Prefiero retomar el Marvel Unlimited y ponerme al día de las colecciones mutantes después de la marcha de Hickman. Así sigo leyendo en inglés a diario (aparte de mi trabajo) y me dedico más al Marvel Champions (un juego más versátil y seductor en el diseño de personajes y escenarios).

A pocos meses de la llegada del Zelda: Tears of the kingdom voy a continuar con Pokemon Púrpura y Fire Emblem: Three Hopes. A partir de mayo la única prioridad va a ser el Zelda y tengo que terminar lo pendiente con el tiempo que dejo disponible para juegos de consola (noches de fin de semana).

Finalmente, los visionados, la llegada de la siguiente temporada de The Mandalorian y el nuevo operador de streaming Sky Showtime modifican mis visionados semanales y toca adaptarse a las nuevas circunstancias.

Habrá que ver si todos estos cambios resultan como deberían. Esta semana atípica servirá como prueba.

Agencia Lockwood

La verdad es que fue una sorpresa agradable descubrir que Netflix iba a adaptar la serie de Jonathan Stroud, tuve la oportunidad de leer los dos primeros libros de la saga hace ya unos cuantos años y me parecieron entretenimientos de alto nivel, con buena caracterización de personajes, sólido wordbuilding y, sobre todo, tramas inteligentes y emocionantes.

Mi mayor miedo, como de costumbre, era que la serie se convirtiera en el típico producto de la plataforma, indistinguible, sin personalidad, un producto estándar. Menos mal que Joe Cornish (Attack of the Block) se esfuerza en conseguir que no sea así. Para ello no hay nada mejor como tener un buen casting de jóvenes ingleses (con dicciones impecables: Ruby Stokes, Cameron Chapman y Ali Hadji-Heshmati) y realizar la presentación de “El problema” y todo su vocabulario de una manera sutil, sin que ahogue la trama. Trama que adapta de manera fiel con pequeñas modificaciones que le sirven para mantener la tensión en la pantalla, no hay que olvidar que, siendo dos medios distintos, hay que tener muy claro lo que puedes hacer con uno y con otro. Uno de mis temores era comprobar cómo iban a quedar las espadas en la serie y lo solventa a la perfección, consiguiendo que estén totalmente integradas sin resultar ridículas, más bien al contrario, le dan un tono antiguo y caballeresco mezclado con la situación moderna que resultan por momentos incluso épicos.

Me gusta mucho que hayan optado por adaptar dos libros para una temporada, a la vista del resultado obtenido, hacer un libro por temporada habría resultado en un relleno de elementos superfluos para una narración más monótona y, sin embargo, de esta manera le da tiempo a avanzar y resultar, sobre todo, tremendamente divertida. También es una declaración de intenciones, no parece vaya a querer estirar el chicle si tiene muchísimo éxito con esta temporada.

El resultado final es, en mi opinión, aún mejor de lo esperado y es muy visible para un publico amplio, dirigido especialmente a sesiones familiares, mi hijo está tan encantado como yo y le está sirviendo para afrontar sus miedos. Sólo queda comprobar si la serie sobrevive para que veamos las adaptaciones de sus siguientes libros. Cruzo dedos, más con el ritmo actual de cancelación de series.  

Gamora, posiblemente mi personaje favorito del Marvel Champions

Continúo mis sesiones con el Marvel champions. Por si alguien está interesado, machaqué a Cráneo Rojo con Ojo de Halcón, no hay nada como sacar a Goliath y lanzar un par de flechas de vibranium. La tiranía del cráneo rojo me ha parecido una gran campaña y posiblemente sea la más sencilla de las tres que conozco (ojo, dentro de un nivel de dificultad). Muy bien diseñada y con mucha personalidad de cada uno de los villanos, además de tener dinámicas distintas de juego. En modo experto será otro cantar pero eso será más adelante.

Y con ello he pasado a Los más buscados de la galaxia, la campaña cósmica que tiene como protagonistas a los Guardianes de la galaxia. El pack de la campaña viene con escenarios y dos nuevos héroes (Rocket Racoon y Groot). Empecé a realizarla con mi querido mapache pero, tras el segundo escenario con el Coleccionista decidí cambiar a Gamora. El motivo no fue otro que la dificultad del segundo escenario: muchos planes secundarios y pocas cartas para poder eliminar amenaza con Rocket y una peculiaridad: cada vez que una carta se descarta va a la Colección (no puede llegar a cinco cartas de esa manera o pierdes la partida) y este personaje precisamente descarta mejoras para ganar más cartas, haciendo casi imposible controlar tantos temas a la vez. Posiblemente mejore con un mazo de justicia (en vez de agresividad que viene por defecto) pero como ahora todavía no afronto la personalización de mazos, lo he dejado para más adelante. Queda poco, espero que para mi cumpleaños en abril lleguen el resto de cartas y pueda jugar full equipe.

De ahí la decisión de escoger a la grandísima Gamora, un personaje divertidísimo que permite utilizar hasta 6 cartas de eventos de ataque e intervención de diferentes aspectos para construir su mazo dotándola de una flexibilidad increíble. Sólo estoy utilizando los que vienen en el deck inicial y ya de esta manera es un personaje brutal, entre otras cosas porque, además, la primera vez que realices un ataque o una intervención puedes quitar uno de amenaza (Sutileza) y hacer uno de daño (Precisión) respectivamente. Esto sirve para quitar cartas de estado molestas en un santiamén y te ayuda a tener controlada la amenaza al mismo tiempo que atacas.

Lo mejor con ella es conseguir cuanto antes sus cartas generadoras de recursos de ataque e intervención (Instinto agudizado) que producen sinergias muy interesantes con cartas como Vapuleo (si es la primera carta jugada, no la descartas, esto sólo lo puedes usar si tienes los dos generadores de recursos sobre la mesa), también es muy útil tener Plan de Ataque, carta que sólo puedes usar en Alter Ego pero que te ayuda a recuperar un evento del fondo del mazo de descartes al mismo tiempo que recuperas un poco de vida. Gamora es un personaje que puede alternar entre alter ego y héroe con bastante frecuencia sin tener muchos problemas con esos cambios.

Lo mejor de todo son todos los combos que puedes originar con estas características: cartas tan tremendas como Devolver el golpe que sirven para defenderte de un ataque devolviendo al mismo tiempo daño y quitando amenaza (y luego su Sutileza y Precisión) u otras que funcionan mejor tras un evento de intervención como Golpe decisivo (de 4 a 7 de daño por esto). En fin, un personaje divertidísimo, dinámico y muy potente. Podría enrollarme con otras cartas pero no hace falta para que cojáis la idea.

Esta semana afrontaré el dificilísimo Ronan el Acusador, el último escenario de Los más buscados…. La próxima semana a lo mejor os hablo de ello y de las dificultades increíbles de esa campaña, o quizá no. Nunca se sabe por dónde tiraré y eso es muy bonito.

Cuidaos mucho

Un abrazo

El exceso como señal de identidad

La gente que me conoce suele sorprenderse por la variedad de mis gustos, sobre todo por el contraste que suponen; casi les da miedo comentar que una persona pueda disfrutar del rap, la ópera, la música sacra y Bad Gyal al mismo tiempo. Lo mismo sucede con los libros donde el abanico de estilos, temáticas y autores en el que me muevo es amplísimo desde el splatterpunk hasta Dickens pasando por la poesía. No he sido consciente de mi versatilidad hasta muy tarde pero, ahora mismo, la estoy aprovechando hasta extremos insospechados.

Me gusta pensar que el haber llegado a esta situación tiene mucho que ver con mi educación, siempre moderada y cabal, con educación en colegio católico toda la vida, originó una forma de afrontar la vida en la que no tenían cabida los excesos de ningún tipo. De ahí que, en la actualidad, es probable que esté compensando de alguna manera lo que inhibía en aquella época.

Todo esto viene a cuento de mi visionado (por fin!) de Scream Queens la serie perpetrada en 2015 por el productor, director y guionista Ryan Murphy; ya que, si quisiera definir al estadounidense con una palabra, podría utilizar perfectamente “exceso”. No sólo a la hora de crear un montón de shows televisivos sino por la manera, siempre desbordante, en la que los plantea.

Murphy parece no tener control a la hora de mostrar cualquier cosa, dándole lo mismo el tema, aun siendo temas sensibles. Sólo hay que ver la mezcla de slasher, comedia, lenguaje malsonante y todo tipo de situaciones grotescas y, por qué no decirlo, absolutamente delirantes con unas Jamie Lee Curtis, Emma Roberts, Abigail Breslain o Lea Michele…. totalmente desatadas, “mamarachismo” sin límites, tramas desopilantes y muchísimo humor negro. Como alguien dijo, es exactamente el tipo de serie que ahora mismo disfruto, mejor aún, caigo totalmente rendido.

Y desde luego, Murphy es tremendamente irregular pero, aún así, siempre consigue ofrecerme algo y, parece mentira, entre todo exceso, consigue emocionarme, en algunos casos demasiado porque cuando se contiene un poco es capaz de crear obras maestras como American Crime Stoy o Pose (amo esta serie sobre todas las cosas) y sólo por eso seguiré viendo todo lo que saque (o al menos lo intentaré porque es casi imposible….).

La primera carretilla del año

No hay nada como empezar el año libresco con otro montón de libros para unir a la pila infinita. Mi primera #carretilla es mucho más importante de lo que parece porque determina decisivamente cómo va a ir el año. Hay gente que me ha preguntado siempre cómo la diseño y no me importa ser transparente. Siempre miro en primer lugar las editoriales pequeñas/medianas, las independientes, aunque no deje de echar un vistazo a los boletines mastodónticos de las dos grandes monopolizadoras. Por temáticas me fijo inicialmente, por este orden, en terror, policíaco (detectivesco y novela negra), fantasía/ciencia ficción… y el resto. Este tipo de criterio se aplica a lo que más te apetece en cada momento, puede variar mes a mes por causas diversas. Mi idea este año es leer cada #carretilla completa siempre y utilizar las lecturas que más me hayan gustado para mis listas. La próxima será la del día del libro.

De esta manera se puede ver claramente que mis elecciones tienen que ver mucho con esto y son perfectamente comprensibles, lo único que se sale de lo que he comentado es que empiezo el año con más ganas de las habituales de leer ensayos, de ahí la presencia de Klosterman, Vernon Lee y Kristin Kobes Du Mez. En el camino han caído ya algunos y me ha parecido especialmente interesante Hotel Splendid de Marie Redonnet.

“El Splendid se refleja en la nieve con sus letreros encendidos a medias. Las letras se inclinan, como el hotel. Parece que estemos en un barco. De lejos, el Splendid debe de parecer un barco encallado en la nieve, con su casco de madera medio podrida. No hay ninguna posibilidad de que se hunda porque está encallado.”

(el texto viene de la traducción de Hotel Splendid por Rubén Martín Giráldez)

Una narración que se sustenta en un estilo sencillo, de frases cortas de gran pulcritud, encuadrado en un minimalismo que recuerda a Beckett o Ernaux y que refleja de una manera muy onírica cómo un hotel se puede convertir en un purgatorio para aquellos que lo regentan. El único vestigio que sobrevive ante la calamidad, ante la fatal inclemencia del paso del tiempo. Una obra corta pero especialmente hermosa en su contención.

Lo divertido que es usar a Ojo de Halcón en el Marvel Champions

Ojo de Halcón ha sido siempre uno de mis personajes favoritos (mejor el de los cómics que el de las películas, sin duda) y, aprovechando que en la campaña de La tiranía del cráneo rojo (una de las cinco campañas disponibles a modo de expansiones de la caja inicial) venía el personaje, me decidí  a pasarme toda la campaña (cinco misiones) con él. El diseño del personaje es maravillosamente realista y acorde a lo que he leído toda la vida. No tiene muchos puntos de vida (9 es el límite menor para los personajes con menos fortaleza). Sus características de intervención ataque y defensa son normalitas (1-2-1). Para conseguir su arco hay que gastar un recurso y se puede preparar desde el inicio pero es imprescindible porque si no no puedes utilizar las flechas que irán saliendo y además ganas +1 al ataque además de adquirir el maravilloso rasgo A distancia que evita represalias de los enemigos.

Con estas características, se trata de un héroe de un ataque más que aceptable pero de cristal, y encima se defiende regular y  no consigue frenar los planes de los villanos. Es todo un reto. Pero un reto sumamente divertido. La estrategia con él viene de conseguir rápidamente sus cartas de recursos gratuitos para flechas y el carcaj, una carta maravillosa que te permite consultar las próximas cinco cartas y si hay un evento flecha ponerlo encima de él. De esta manera, en cada turno se podrá disponer de la flecha más adecuada para las circunstancias en las que te encuentres: Vibranium para quitar mucha ficha y estado duro, sónica para confundir y hacer daño, eléctrica para aturdir y hacer daño, explosiva para dañar también a los esbirros o de cable para quitar amenaza.

Por otra parte el aspecto de liderazgo le ayuda especialmente para quitar amenazas y protegerse de ataques indeseados, Goliath es una bestialidad que quita dos de amenaza a poco coste y que puede servir para hacer un último ataque bestial antes de desaparecer, y luego están Kate Bishop, John Walker (UsAgente) o, naturalmente, Pájaro Burlón.

Sin hacer ningún tipo de personalización he pasado las primeras cuatro etapas de la campaña y ahora toca el último reto, el más difícil: Cráneo Rojo. Habrá que ver cómo consigo neutralizarlo pero tiene pinta de ser más que divertido.

Os dejo, últimamente no cambio de mucho musicalmente hablando, estoy escuchado en bucle la Sunrise Mass de Gjeilo de la que os hablé en mi anterior carta. Me va a costar cantarla sin emocionarme.

Cuidaos mucho

Un abrazo

Traitors, mi vuelta a los “realities”

Este es un tema que no hablaré con frecuencia en estas cartas, entre otras cosas porque no suelo seguir “realities”; no por ninguna razón especial, simplemente porque me aburro viéndolos, me da la impresión de que cambian de escenario para hacer prácticamente lo mismo y la mayoría de las veces dependen de unos factores que no suelen ser de mi agrado.

Dicho esto, después de cuatro episodios estoy oficialmente enganchado a Traitors España, menos mal que sólo son ocho; todo comenzó cuando me enteré de la premisa de partida, la idea reunir a un grupo de personas, elegir a un grupo de traidores y que vayan eliminando al resto me parecía potencialmente interesante. No lo puedo evitar, el misterio siempre me ha atraído, hasta con estos formatos.

Sergio Peris Mencheta (Al salir de clase vibes) es el maestro de ceremonias y proporciona empaque sin resultar intrusivo, no hace falta, los concursantes se las arreglan muy bien solos para ser intensos, me gusta que permanezca en un segundo plano a modo de narrador. Después de los dos previsibles primeros capítulos: echar a Cristina Cifuentes (para mí, un error de casting) y descubrir al primer traidor (el exageradamente intenso Rubén Ochandiano) dieron paso a un escenario totalmente distinto y, al final del cuarto programa, destaca especialmente la figura de Leo Margets (la jugadora de póker) como verdadera conspiradora y carismática capaz de hacer mover la opinión del resto, ese tipo de jugadora que tiene una intuición innata y es capaz de intentar hacer un trato con un posible traidor para llegar al final del programa. Qué necesaria era esa aparición porque tengo que reconocer que me sorprendía mucho cómo, siendo tantos, cada momento del destierro se centrara prácticamente en dos figuras, con cada votación. ¿Cómo es posible que se forjen todos una opinión tan clara en un día? La brevedad de lo emitido es un pequeño lastre a estas cavilaciones, no hay que olvidar que sólo se trata de una hora por capítulo, cada hora resume un día completo y eso resulta escaso para el telespectador a la hora de forjarse una opinión.

Aún así, el programa lucha contra una edición regulera (a la hora de escoger lo que muestra a los espectadores) añadiendo elementos que son sólo conocidos por el televidente (la identidad de los traidores, la posibilidad de reclutar nuevos traidores, la identidad del personaje que gana un escudo y no puede ser eliminado…) todos estos elementos aligeran el hándicap de no poder asistir a todo el día. Una prueba diaria, por ejemplo se queda muy muy corta y creo que podrían estar mejor trabajadas.

Sinceramentete, este tipo de formatos me parecen un camino a seguir, con posibles modificaciones que lo hagan aún más potente: mostrar más tiempo del día para poder hacerte una opinión de lo que ocurre o incluso dejando a los telespectadores votar a la hora de desterrar (o incluso asesinar…), requeriría un guión distinto (no podría comportarse como un observador omnisciente, tendría que saber lo mismo que los concursantes) pero podría ser realmente divertido.

¿Para cuándo un slasher o un survival televisivo?

EDIT: Gracias mi querido Jónatan, evidentemente me entero que intentos ha habido: Conste que intentos de programas de terror/ slasher en ese formato ya ha habido. Otra cosa es que funcionaran mejor o peor. Pero a mí “The traitors” me recordaba mucho a “Killer Camp”, pero está también “Escape the night”, de “Whodunnit” seguro que te acuerdas, y he hablado un par de veces de “Murder in Small Town X” que se llevó por delante el 11/S. Así que intentos ha habido.

No hay nada comparable a que te sigan los mejores

Los Living Card games: Marvel Champions

Ya hablé en mi primera carta de lo bien que me lo estaba pasando con el Marvel Champions y me gustaría describir un poco cómo funciona este juego. Se trata de un Living Card Game diseñado por Fantasy Flight Games, una de esas editoriales especializadas en este tipo de juegos que tiene un montón de propuestas para replicar escenarios bien conocidos (Superhéroes,  El señor de los anillos, Lovecraft, etc….). Siempre me han atraído los juegos de cartas pero clásicos del estilo de Pokemon o Magic tienen demasiado a sus espaldas, tienes esa sensación de que, hagas lo que hagas, te vas a quedar corto con ellos (el caso de Magic es especialmente sangrante en este sentido).

Lo bueno de estos Living Card games es que no llevan tanto tiempo y, aunque tienes que hacer una buena inversión para tener todo lo que han sacado hasta ahora, se puede disfrutar desde el minuto uno con inversiones más modestas. Además, al estar vivos, las reglas se pueden ir modificando según se sacan expansiones, resulta sencillo adaptarse al juego para jugar de una manera sencilla (aunque si se quiere dominar necesita mucho trabajo, como todo). Ese es el propósito de la caja inicial, cinco héroes (Spiderman, Capitana Marvel, Hulka, Iron Man y Pantera Negra) y tres villanos (Rhino, Klaw y Ultrón) que se pueden jugar en modo normal o experto y con diferentes conjuntos modulares que se pueden añadir para hacerlos un poco más difíciles.

Las reglas de inicio son sencillas se manejan dos mazos de cartas: por un lado el del héroe/heroína que tiene una serie de cartas específicas y únicas y que se rellena con cartas básicas y de un aspecto a elegir entre cuatro (Agresividad, Protección, Justicia, Liderazgo) que originarán formas de jugar totalmente distintas (centradas en el ataque, la defensa, quitar amenaza o jugar aliados); por el otro lado un mazo de encuentros que serán las cartas que maneja el enemigo al que hay que derrotar en dos formas (1 y 2 si es modo normal, 2 y 3 en modo experto) y un plan principal que no se puede completar.

Aparentemente puede ser sencillo pero dominarlo es mucho más complejo de lo esperado, cada villano, cada héroe está diseñado con todo el sentido del mundo y son divertidísimos pero también hay que adaptarse a cada nuevo escenario. Es todo un reto. Y más aún porque, cuando se tienen muchos mazos con nuevos héroes puedes diseñar tu propio Deck para que tu héroe se convierta en una bestia. Otro día hablaré de algunos de estos diseños y por qué me gusta tanto utilizarlos, y de las campañas y escenarios. Extensiones imprescindibles para sacarles todo el partido

Me sigue dando tiempo a leer

Por fin tengo la sensación de ir tranquilizando mi ritmo, de quitarme esa urgencia que tenía el año pasado; y disfruto mucho y no hace falta leer uno al día. Eso era inviable. Estoy ahora mismo con el último de Karen M. McManus, y de nuevo es fantástico, esta vez se centra en la voz de dos de los protagonistas para cambiar de punto de vista y los saltos al pasado son esporádicos, centrándose más bien en el presente (sin perderlo de vista) y vuelve a funcionar a la perfección: una lectura ágil, entretenida y con la suficiente dosis de misterio para que hagas tus propias cábalas, es una autora excelente.

Cuidaos mucho y hasta la próxima carta

Un abrazo

Las cosas han empeorado desde la última vez que hablamos

Lo bueno de dedicar mucho tiempo a leer es que puedes probar muchas propuestas, en mi caso particular, todavía me dan ganas de experimentar con las temáticas, estilos… y así sigo descubriendo, a mis 46 años, autores y autoras nuevas, todavía no se ha terminado mi curiosidad (y ojalá nunca se acabe) y es muy satisfactoria.

Esta semana ha tenido un balance lector diferente, recuperé el famoso Psicosis de Robert Bloch, uno de esos libros que es imposible imaginar sin tener presente la película de Alfred Hitchcock; vaya ojo tuvo el director realizando la película un año después de la publicación del libro (1960), condenándola, casi sin proponérselo, a una existencia únicamente fílmica. ¿Quién iba a querer leer el libro una vez vista la película? Sobre todo en un caso tan particular en el que la sorpresa final cambia la concepción de lo visto en pantalla, esto se acentúa aún más con el libro y a ello se le suma la perversa mirada de Anthony Perkins como la encarnación de Norman Bates. Es imposible imaginar a otra persona para hacer su papel a pesar de que Bloch describa a Bates como gordo y con gafas. Por si alguien aún no lo tiene claro, hay otro ejemplo de este estilo en el caso de El silencio de los corderos, en el que la versión audiovisual ha canibalizado (chiste involuntario) completamente la experiencia lectora, incluso aún más por las inolvidables presencias artísticas de Anthony Hopkins y Jodie Foster. Volviendo a la novela de Bloch, aún con estos hándicaps, es estupenda y está muy bien pensada en sus momentos más ambiguos.

Podría hablar de los libros del ilustrador Benjamin Lacombe (qué paleta de colores más atractiva despliega en su adaptación de La sirenita) pero me gustaría terminar hablando de Eric LaRocca y su espléndido volumen de cuentos de título subyugador  

Las cosas han empeorado desde la última vez que hablamos, editado con su habitual mimo por Dilatando Mentes, otra de esas editoriales junto a la Biblioteca de Carfax (o Dimensiones Ocultas) que dedican prácticamente todo su catálogo al terror. El libro en cuestión contiene una historia homónima que podría ser considerada una novella y otras dos historias cortas. Sin haberlo terminado aún, me quería centrar en la que da nombre al volumen, es una narración en la que el autor se centra en la necesidad de toda persona de tener alguien con quien cuadrar y los límites que se pueden traspasar para mantener esta compañía. La forma en que está estructurada (como una sucesión de chats y correos electrónicos) sirve también para alertar cómo puede influir la presencia de redes sociales en esta situación. No es un tropo nuevo, pero LaRocca lo actualiza y le dota de la suficiente perversidad para que resulte aún más desasosegante y, por qué no decirlo, bastante triste.

El amor y la representación

No creía yo que iba a hablar otra vez de ella pero sería muy injusto no mencionar (tras mi frialdad de la semana pasada) lo hermoso que me ha parecido el tercer capítulo de The last of us. Qué historia de amor más excepcionalmente llevada, desde el comienzo hasta el inevitable ocaso. Me emocionó profundamente y es de agradecer que los showrunners hayan sido capaces de mostrar algo así. Para mí, aunque sólo sea por este capítulo, ya habrá valido la pena. Y qué importante es la representación cuando encuentras una forma de hacerlo tan preciosa como es la relación entre Bill y Frank.

Probablemente, The Big Sky no sea la mejor serie del mundo ni va a aparecer en ningún top, ni se va a llevar ningún premio pero debo reconocer que me intriga mucho lo que David E. Kelley tiene pensado para sus protagonistas. Adoro a sus dos detectives Hoyt y Dewell y siento un placer extraño cuando escucho al resto de sus protagonistas hablando en ese acento arrastrado tejano. Lo bueno es que siempre hay tramas transversales que no dificultan la aparición de subtramas que se resuelven en uno o dos episodios y siempre puedes encontrar algo distinto. Siempre a favor de leer, ver y disfrutar en general de obras que no aspiran a ser obras maestras.

¡Que no se me olvide! He vuelto a ver un anime, hacía tiempo que no lo introducía en mis rutinas habituales y, aprovechando que lo están emitiendo en Disney +, he empezado Tokyo Revengers, los viajes en el tiempo siempre me atraen, en este caso la trama también a pesar de su tono especialmente violento. No puede faltar un anime en tu vida.

Mis conciertos

Para los que aún no lo sepan también dedico parte de mi tiempo libre a cantar, llevo cantando en coros desde que tenía diecisiete años (sí, todos esos años) y es una de las experiencias más satisfactorias de mi vida. En los últimos años pude entrar en el coro de la UPM de Madrid y me ha dado la oportunidad de cantar obras de gran magnitud (Pasión según San Mateo, Requiem de Brahms….) a pesar de ser un cantante aficionado. Estamos inmersos en la preparación del próximo concierto, un doble programa compuesto por dos obras contemporáneas (Sunrise Mass de Ola Gjeilo y Lux Aeterna de Morten Lauridsen). Es un repertorio muy diferente al clásico que suele requerir una afinación dificultosa y otras formas expresivas. Todavía nos estamos haciendo a las partituras y va a costar más que de costumbre pero, como siempre, qué sensacional es interpretar una obra musical.

Estoy especialmente convencido con la obra de Gjeilo porque, a pesar de jugar demasiado con el minimalismo (las repeticiones…) resulta lo suficientemente variada para no aburrir y, por momentos, incluso roza lo épico, lo emocional. Todavía hay que profundizar bastante en su interpretación pero tengo la sensación de que vamos por el buen camino.

No quiero extenderme más de lo necesario, la próxima semana sigo por aquí.

Cuidaos mucho y hasta la próxima carta

Un abrazo

Mi primera carta

Empezar un nuevo año suele venir cargado de buenos deseos, toda persona intenta buscar ese punto de partida para mejorar lo que no hace tan bien; por ello, es una época pródiga en comienzos de dietas, abandono de hábitos molestos, comienzos de gimnasios y ejercicios varios y un largo etcétera de nuevas costumbres que, en la mayoría de los casos, suele ser difícil de mantener.

En el ocio y lo cultural también se producen este tipo de fenómenos y, ya en mi caso personal, siempre pienso cómo compartir las cantidades ingentes de ocio/cultura/llámalo x que consumo. Entre otras cosas porque, a estas alturas, todavía pienso que puede serle útil a alguien y me siento responsable, de alguna manera, si no lo hago. Además, me obligo a escribir, algo que cada vez practico menos una vez me he alejado de medios culturales.

Ha sido un total quebradero de cabeza encontrar una forma de expresarme entre otras cosas porque, incluso hacer mini reseñas de todo lo que consumo sería algo desaforado y agobiante (y prácticamente imposible de mantener actualizado). La creciente popularidad de las Tiny Letters (y que vi alguna como la de Álvaro Arbonés que me gustó mucho) y la encuesta que hice en redes sociales me han decidido por este formato, aunque no usaré una nueva aplicación/interfaz sino que aprovecharé mi blog al que he añadido suscripción por correo para que, quien quiera, le lleguen directamente. Es un comienzo, intentaré que sean semanales pero, según cómo esté de liado en trabajo o vida personal pueden llegar cada dos semanas o la periodicidad que necesite.

Lo de los libros

Después del récord de lecturas del año pasado he empezado el año con la misma inercia: casi sin darme cuenta voy otra vez a lectura diaria. Y, aunque pueda parecer lo contrario, no es mi objetivo, sino leer exactamente lo que quiera leer y tirarme el tiempo necesario para cada una de las lecturas sin agobios. Creo que la única manera de lograrlo es ponerme a leer un libro voluminoso y centrarme en él sin llevar lecturas complementarias.

Mientras tanto, la semana pasada cayeron siete lecturas, la primera de ellas gracias a la suscripción que tengo con la pequeña editorial de terror Dimensiones ocultas, el muy divertido H/Armed de Dustin LaValley, fantásticamente definido por su editor como un “Battle Royal en el supermercado”. Es una lectura dinámica, potente, con buenas dosis de sangre y alguna sorpresa, ciertamente amena, lo único que podría criticarle es que el autor podría haber sido aún más original con las armas, eché de menos alguna situación aún más heterodoxa para resultar aún más descarnada. Un pequeño apunte solamente, los aficionados al terror la disfrutarán, vaya que sí.

También me gustaría destacar lo último de Alix E. Harrow: La rueca resquebrajada. Un retelling de la famosa historia de “La bella durmiente” en clave feminista y con un multiverso de realidades que no funciona del todo mal. Cayó el último libro de relatos de Joyce Carol Oates que nos trajo Siruela (Como un espectro/Miao Dao) con dos historias terriblemente ambiguas y descarnadas con mujeres como protagonistas (e incluso un gato en la segunda). Un poco más irregulares que las otras que sacó la editorial pero igualmente buen material de lectura.

Que no se me olvide comentar que sigo con cómics y me ha encantado volver a la antigua etapa de Excalibur con Claremont y Davis, es un goce total, qué diseños de personajes de Davis y cómo me gustan Rondador Nocturno y Gata Sombra (Kitty o Kate Pryde), dos de mis mutantes favoritos. He disfrutado de lo lindo también de Los X-Celentes, lo último de Milligan y los Allred.

The last of us…. Y el resto…..

No sé si os habéis enterado pero, por si acaso, os aviso. Han estrenado el primer capítulo de The Last of Us, el último mega estreno de HBO Max (por ahora).

Evidentemente no necesitabais mi aviso porque prácticamente no se ha hablado de otra cosa en lo audiovisual esta semana. Como consumidor habitual de todo lo que sale con zombis (me ocurre lo mismo con los vampiros) afronté este visionado inicial con muchas ganas y, me temo que me posiciono entre los que se han quedado un poco fríos.

Se nota (y mucho) el empaque, la producción, la pasta que se ha invertido en darle ese acabado estilo HBO que es tan reconocible en la mayoría de sus productos y que, cada vez, me resulta más anodino, no porque esté mal, sino porque ya sé lo que me voy a encontrar. Si vamos a la trama, no encuentro más que situaciones que he visto en multitud de ocasiones, hasta las interpretaciones (fantásticas Anna Torv, Bella Ramsey y Pedro Pascal) se intentan tomar demasiado en serio pero, de verdad, ya se ha visto antes. Seguiré viéndola por lo que dije anteriormente pero no entiendo el revuelo y el impacto mediático.

Otro día comentaré el resto de series o películas que voy viendo, me quedo, eso sí, antes de que se me olvide, un pequeño apunte FABULOSO en la segunda temporada de The White Lotus, qué increíble es sorprenderte escuchando en su último capítulo el lamento de Dido del Dido y Eneas de Purcell. Qué detalle más alucinante y qué acorde con el momento de la historia que estaba contando. Qué gran segunda temporada.

Hay vida más allá de los libros

Esta tiny letter se me está quedando poco tiny, y se me ocurrían muchas más cosas de las que hablar. Sobre todo de mi último lugar feliz: los juegos de mesa y, especialmente, el Marvel Champions LCG. Otro día me extenderé más sobre él y su diseño. Aviso: voy a ser un poco pesado porque estoy maravillado de lo adictivo y emocionante que es.

Gracias a unos amigos con los que quedamos para jugar estoy intentando integrar los juegos de mesa en nuestra semana. Siempre tengo la pretensión de reservar una tarde de juegos familiar, entre otras cosas porque todo lo que consiga con ella es tiempo que le quito al niño de estar viendo pantallas a todas horas. Lo que nunca me habría imaginado es que yo me iba a viciar más. Y los beneficios son evidentes, no sólo te quitas de estar mirando al móvil un buen rato sino que, además, los juegos de mesa estimulan la lectura comprensiva e inteligente, ese ir más allá de las reglas para saber cómo vencer un nuevo reto que se presente. Es refrescante. Otro día me extiendo más y profundizo en ello.

Cuidaos mucho y hasta la próxima carta

Un abrazo

2018_09_14: Otros recuerdos, comienzo “Prestigio”

El verano se acabó, pero sigo teniendo grandes recuerdos gracias a mis lecturas. Hoy voy a destacar otro par de ellas que me impactaron y de las que no había comentado nada todavía.

La primera es Hajira del gran Francisco Serrano, autor al que conocí a raíz de leer Perros del desierto y que con esta pequeña novella vuelve a confirmar un talento innato para crear historias. En este caso se trata de una dixtopía en la que el clima (tan de actualidad) forma parte de la trama de manera indisoluble, no falta la acción, una protagonista fabulosa y un cierto aire a western inevitable pero, al mismo tiempo, encantador. La verdadera lástima es que la historia se acaba en menos de cien páginas y se te hace excesivamente corta. Habrá que releerla de nuevo.

El segundo libro que quería mencionar, y que llegó casi finalizando el verano, fue Las largas sombras de Elia Barceló, libro que no tiene nada que ver con la ciencia ficción y que, sin embargo, se ha convertido en una de mis novelas favoritas de este año. En este caso, tenemos una historia que, a primera vista, tiene una premisa bastante típica, historia en dos tiempos, los protagonistas tienen una historia que ocultar, etc… sin embargo, en este caso el “cómo” es un ejemplo de oficio impresionante, no importa tanto la trama policíaca (que por cierto está maravillosamente trazada, con un buen giro final que te pilla bastante de sorpresa pero del que va dejando las pistas necesarias) sino la impresionante caracterización de las protagonistas, de sus relaciones pasadas y presentes y la evolución que ha habido en el camino; según la leía me venía a la cabeza la palabra sororidad, no se me ocurre mejor novela de las últimas que he leído que lo refleje mejor que Barceló en este policíaco. Una pena que no lo leyera antes de confeccionar la lista de verano de Canino, debería haber estado.

Hubo otras muchas lecturas satisfactorias…. Lo último de Semple me gustó bastante y me hizo reír, lo mismo puede decirse de la ingeniosa La torre, esta sí que tiene una premisa inicial rompedora (y divertida).  De todos modos no quiero liarme ya con ellas. Toca volver al presente.

Si hay algo en lo que estoy inmerso actualmente es en la selección de la lista de canino para este otoño. Tengo casi elegidos los libros a falta de un par de flecos, van a ser más de treinta. Y eso que tengo que eliminar varios.

Por otro lado, he empezado con Prestigio, la ¿“tercera parte”? de ese curioso proyecto que ha venido realizando la canadiense Rachel Cusk, me encanta cuando, en un momento concreto el editor de la protagonista le comenta lo necesario que es que se vendan los libros de sudokus para que ella y otros escritores puedan ser publicados.  La vida misma, buscad los ejemplos de aquí…. Otro día traigo algo más de él.

La próxima semana llegaré con más información de La octava vida, mientras tanto, buen fin de semana a todos.

Calla, que no se me olvide, hoy empieza la nueva temporada de American Horror Story y vuelven Emma Roberts y Taissa Farmiga. Es imposible que no caiga rendido a sus pies. Viva Ryan Murphy. ¿Os he contado lo buena que es Pose?

Abrazos y ¡buenas lecturas!

2018_05_14: Emil Ferris, Scarpa y más…

Vuelvo del fin de semana más cansado de lo que lo empecé. Lo peor de todo es que tenía previsto ver y leer muchas cosas y, como de costumbre, se ha quedado en agua de borrajas. Muchos creen que soy capaz de consumir cultura a todas horas pero, con el tiempo, no es poco habitual que me quede dormido en el camino. Un pequeño desastre, sobre todo si tienes previsto hacer un montón.

Afortunadamente, algo hice, y fue bastante satisfactorio. En series de TV vi poco pero acabamos en casa la segunda temporada de The good place, comedia absolutamente maravillosa, imaginativa y transgresora. Capaz de cambiar su premisa tres veces en dos temporadas y sobrevivir en el intento proponiendo no pocos momentos absurdos para goce de sus fieles televidentes. Es difícil que una serie en la que se encuentran Ted Danson y Kristen Bell no me guste, pero esto es el no-va-más. Queda por comprobar lo que ocurrirá en la tercera temporada pero no dudo de que lo sabrán resolver.

Y paso a las lecturas, en primer lugar, por la compleja Lo que más me gusta son los monstruos de Emil Ferris, primer (y voluminoso) tocho, que contiene la historia de Karen Reyes, una particular niña de 10 años que vive en el Chicago de finales de los sesenta y que lleva un diario gráfico donde refleja su pasión por las películas de terror y la revistas pulp. Ella misma se autodibuja como una niña lobo vestida de detective y se propone resolver el misterio del asesinato de una vecina. Esta adorable premisa le sirve a la autora para presentar una galería de personajes alucinante que interactúan con la protagonista y presentan conflictos sociales de la importancia de la guerra del Vietnam o la Alemania nazi. Todo ello acompañado de unos dibujos como mínimo espectaculares, siniestros por momentos, pero siempre dotados de una expresividad fascinante. Parece mentira que sea capaz de tratar tantos temas (relacionados con identidad, género, raza, etc..) en tan poco tiempo y con tal grado de profundidad sin olvidarse en ningún momento de entretener. Un lujo al alcance de pocos.

Otro cómic con el que me he llevado una grata sorpresa es el de Las escalofriantes aventuras de Sabrina, Roberto Aguirre-Sacasa, acompañado de la tenebrosa puesta en escena gráfica de Robert Hack; nos muestran una versión bastante más horripilante de la que estamos acostumbrados. La inocencia con la que fue concebida la protagonista es aquí llevada unos cuantos pasos más adelante, las brujas son caníbales, los demonios implacables, la sangre, todo un leit motif de una historia muy diferente y, para qué engañarnos, espeluznante (y subyugadora al mismo tiempo).

Mis lecturas terminaron con un paseo por una de mis ciudades favoritas: Venecia. Gracias a la recomendación de Óscar Mora, Venecia es un pez, de Tiziano Scarpa, pasó a engrosar mi biblioteca particular. Qué mejor que un veneciano para reflejar lo que es la ciudad: la forma de hacerlo, corporizando la experiencia a través de las partes de nuestro cuerpo humano. Una manera creativa y dotada de una indudable lírica, cada capítulo usa una de ellas (las manos, pies, rostro…) y las relaciona con algún aspecto de la ciudad. Lo bueno es que se lee con facilidad y se disfruta de una manera totalmente hedonista. Justo lo que necesitaba en este momento para recordar la mágica ciudad.

Lunes de trabajo, justo antes de San Isidro, vuelvo a mi lectura de Goenawan. Mañana espero traer más a este humilde diario, o si no es mañana, que sea pronto.

Abrazos y ¡buenas lecturas!

Razones por las que me fascina Puella Magi Madoka Magica

7facd20f5216202349ad2fc3119e2e5b1329936788_fullAntes que nada, explico mi contexto particular. Hacía muchísimo tiempo que no veía anime, de hecho, lo último que recuerdo es Bola de Dragón o Los caballeros del Zodiaco, os podéis imaginar cuánto tiempo hace de esto. Es lógico que, en los tiempos que corren, las series estadounidenses monopolicen los visionados a diario y en fin de semana. Este post de Canino del gran Álvaro Arbonés sobre el anime que podemos ver en 2016 me alertó sobre una posibilidad que tenía durmiente, algo que me gusta pero a lo que, hasta este momento, no le estaba haciendo caso. Y era un error porque los japoneses son mucho más concretos y su estructura episódica y duración de 22-23 minutos se adapta mejor que cualquier cosa a mi día a día.

No fui perezoso y pregunté al creador del artículo por un buen anime que tuvieran en Netflix (por comodidad de uso) y, casi al momento, me recomendó Puella Magi Madoka Magica. No pudo haber mejor comienzo. Estoy en su segundo visionado y me fascina. No es casualidad que haya escogido la forma de presente: la sigo viviendo, y más con el nuevo visionado.

Esta serie estuvo dirigida por Akiyuki Shinbo y escrita por Gen Urobuchi, con diseño de personajes por Ume Aoki y banda sonora por Yuki Kajiura. Es importante señalar a todos los artífices porque son todos los que han contribuido a crear esta obra maestra.

A continuación voy a exponer de alguna manera los motivos que me han llevado a esta fascinación:

-Es imposible obviar  su factura técnica, una animación estupenda, detallada y dinámica, con un diseño de personajes excelente, presentación de paisajes, una continua evolución en los diseños capítulo a capítulo, cada bruja con la que se enfrentan, por ejemplo, es distinta y los poderes que presenta siempre cambian.

-Mención aparte merece la música de Kajiura, desde la muy efectiva presentación, divertida y emocionante, hasta el resto de melodías que van surgiendo, muchas actúan como leitmotiv (de personajes por ejemplo), a veces de maneras muy sutiles: siempre se oye una música mágica cada vez que sale algo relacionado con la mitología de las puella magis, me sorprenden las melodías que tienen como instrumento el cello, instrumento que siempre se ha asociado con la voz humana y que es utilizado precisamente para reflejar los momentos más terrenales y dramáticos. No os voy a engañar, además, con lo que me gusta la música clásica, tengo especial afinidad por momentos de un lirismo arrollador.

Vamos con la trama y me gustaría mezclarla con los temas que trata de fondo (no estoy seguro pero, podría aparecer algún spoiler):

-Evolución continua del tono de la serie y de la trama: las reglas que se establecen al principio son solo una pequeña capa sobre las que se van desarrollando otras hasta formar un argumento completo con muchísimas más. Estas reglas nos sacan continuamente de nuestra comodidad, mostrando que, lo que creíamos puede ser de otra manera. El capítulo diez se convierte en una vuelta de tuerca que trastoca lo anterior y que le da un sentido nuevo.

Puella-Magi-Madoka-Magica

-Contraste épico-minimalista: el ritmo de la serie sorprende muchísimo otras propuestas que había visto. Este contraste es abismal, los momentos minimalistas-intimistas imprimen un sosiego que nos obligan a un visionado más concienzudo, relajado, detallado. Esto cambia en cuestión de segundos. Estos choques reforzaban mi fascinación.

-Lo tenebroso: parece mentira, pero el tono es muy oscuro y se oscurece aún más según avanzan los capítulos. La aparente magia inicial se transforma en algo tan poderosamente tenebroso que nuestras protagonistas creen que pueden ser engullidas por este destino inevitable.

-Racionamiento de la información: para que ocurra lo anterior, las pequeñas píldoras de información deben ser racionadas con sapiencia y aquí se consigue a la perfección. Nuestras protagonistas van descubriendo (a golpes) que lo que parecía una bicoca al principio no es así. Afrontan una situación cada vez más peligrosa.

Puella-Magi-Madoka-Magica-Maho-Shojo-Madoka-Magika.Homura-Akemi.320x480-2-Coming of age: dentro de esta evolución es evidente que cada una de las protagonistas afronta su propio relato de formación, nuestras puellas tienen que enfrentarse a situaciones que las hacen madurar y al mismo tiempo les llenan de dudas, lucharán contra la muerte de sus amigas y deberán decidir si quieren ser puellas con todo lo que ello conlleva.

-Deseo onmipotente como catalizador de la transformación: no deja de ser curioso que la forma de convertirse en algo mágico sea a través de un deseo omnipotente. A primera vista es un win-win. Todos ganan con ello. Sin embargo, como ya he comentado anteriormente, el mito fáustico está de fondo, todo ello se convierte en un contrato con el diablo donde se sacrifica la propia alma (gemas alma). El colmo de esta trampa es que, al elegir un deseo que salve a alguien, tampoco se consigue nada, muy al contrario, una insatisfacción infinita.

-La amistad insatisfecha: lo que más nos desestabiliza al ver la serie es comprobar que muchas veces nuestros deseos, reflejados en las puellas, no son tan altruistas como debieran, algo de nuestro egoísmo está de fondo. Y aunque  sean altruistas, se convierten en un sacrificio de infinita pérdida de lo que más nos une a los demás, el amor, en todas sus vertientes.

Homura Akemi: la protagonista más enigmática se convierte en el Snape de la serie (por poner una metáfora a lo que no quiero citar). El sucesivo revisionado de la serie incide por lo tanto en sus motivaciones. Cada frase, cada momento, cobra un sentido y, por méritos propios, es mi personaje favorito. Ella es el epítome de la amistad, la frustración de un fin imposible.

-Final satisfactorio: entre tanto dolor, la decisión final de Madoka Kaname cobra mayor importancia y nos tranquiliza a pesar de ser agridulce. Nada como el suplicio que tuvo que pasar Akemi que hace que relativicemos todo lo que hemos visto.

Una serie inolvidable que admite muchos más revisionados y que, probablemente, me haga reflexionar de una manera distinta la próxima vez que la vea.

“Buffy entre amigos”

¡Cuánto tiempo ha pasado desde que visioné “Buffy Cazavampiros” (“Buffy the Vampireslayer”) y su spin-off “Angel”!. Me acuerdo de cuando solicitaba las temporadas en inglés para poder verlas con todo lujo de detalles. Quizá estemos hablando del proyecto más ambicioso y de largo recorrido que su creador, Joss Whedon, ha tenido la oportunidad de desarrollar,; ya que todos sabemos la brevedad de sus otros intentos, como el ya de culto “Firefly”, “Dr Horrible” o la última infortunada, “Dollhouse”.

Whedon es un creador nato, sus puntos fuertes, simplificando bastante, son, sin duda, la caracterización de los personajes, los diálogos, el sentido del humor… y todo ello sin olvidarse de darle sentido a una trama que avanza capítulo a capítulo y que sirve como vehículo de crecimiento y evolución de los personajes; es decir, tenía una idea, un plan que seguir encaminándolo al resto de capítulos de la serie.

Pero no se quedó ahí, Joss; desde el principio de la serie dejó clara la idea de subvertir el  género pero sin abandonar la tradición, no en vano elige como protagonista a Sara Michelle-Gellar,  el prototipo de rubia que siempre moría en las películas de terror, preferiblemente en “slashers”, dándole la vuelta a su papel volviéndola, sin embargo, la heroína de la situación. Este afán deconstructivo lo aplicaría durante toda la serie, consiguiendo, en la mayoría de las ocasiones, que muchos mitos asociados a la ciencia ficción, al terror, … se renovaran pero sin perder el punto de vista del lugar de donde vienen, creando un “Buffyverso” que, en la actualidad se sigue explotando.

Si vengo ahora con este comentario es porque el Focoforo ha tenido la genial idea de empezar un visionado simultáneo de las dos series, Buffy y Angel. El día elegido ha sido el lunes, y empezará el próximo día 12 de noviembre a las 22:30, se podrá comentar con el hashtag #buffyentreamigos, se discutirá el episodio o episodios durante toda la semana en el foro. Como podéis suponer es un proyecto a largo plazo, hablamos de más de 2 años, pero la idea es tan atractiva y posiblemente enriquecedora a priori, que no hay que tener muchas dudas, solo hace falta un poco de constancia y, sobre todo, ganas.

Y el calendario para la primera temporada está aquí, puesto en el blog del Hematocrítico , de obligado visionado si alguien no lo conoce.  Y os dejo con el trailer de la primera temporada, para ir abriendo boca, por si alguien quiere acompañarnos en este maravilloso camino.

Fringe… y llegamos al final

Este año no nos tendremos que preocupar por su cancelación como en años anteriores, estamos en la última temporada de Fringe, los últimos trece episodios que terminarán en febrero del año que viene.

Y este es uno de los trailers que presentan esta temporada final:

La serie de ciencia ficción se estrenó en el año 2008 y era una creación del omnipresente JJ Abrams, Alex Kurtzman y Roberto Orci. Los protagonistas, Olivia Dunham (Anna Torv), Peter Bishop (Joshua Jackson)  y Walter Bishop (John Noble) formaban parte de una unidad especial del FBI, la “Fringe Division”, que se encargaba de estudiar fenómenos extraños, a veces incluso terroríficos y que se trataban de resolver gracias a las ocurrencias del gran Walter, basadas en sus experiencias pseudo-científicas practicadas en el pasado con su amigo William Bell (Leonard Nimoy).

En sus primeros capítulos no se salió de lo que era un simple procedimental, en este caso, un “monster of the week”, con mayor o menor inspiración, pero ciertamente repetitivo; esto supuso, sin dudarlo una dificultad a la hora de obtener audiencia, ya que recordaba poderosamente a “Expediente X” o “The Twilight Zone”. Pero según avanzaba la temporada empezó a desarrollarse una trama general que es la que iba a vertebrar la serie, dando explicación, a su manera, a todos estos casos extraños. A pesar de lo sosos que pudieran ser los protagonistas en esos principios, Walter en la figura del gran John Noble, ponía siempre una nota cómica, un misterio a cada enigma que resolvía y un aire a científico loco que, a los grandes seguidores de la ciencia ficción nos colmaba; si a eso le sumábamos la aparición de universos paralelos y líneas alternativas en el tiempo, la serie se convertía en algo muy distinto a lo esperado y desde luego se transformó en una de las series que valía más la pena seguir.

La aparición de las contrapartidas de los personajes en otro universo paralelo sirvió, además, para enriquecer la serie en muchos aspectos y hacer crecer a los protagonistas, al menos en el caso de Anna Torv y, cómo no, John Noble; en el caso de la primera especialmente, esta evolución fue evidente y la hizo madurar como actriz coincidiendo con el mejor momento, en mi opinión, de toda la serie.

Al mismo tiempo que se desencadenaban estos eventos, las audiencias iban cayendo estrepitosamente, y esto se debía esencialmente a una serie de motivos que paso a intentar desgranar:

-La mayoría de la gente estaba más interesada en la trama general que en los capítulos autoconclusivos, quería saber cómo avanzaba; el cambio de “intros”, muy original, servía para saber en qué universo, o en qué tiempo se iba a desarrollar la acción y siempre infundía unas expectativas que, a veces, no se veían satisfechas; esto no quita para que hubiera capítulos individuales excepcionales.

-El tener que hacer temporadas tan largas, siempre de 22 episodios o más, originaba unos altibajos tremendos, la serie era muy irregular, hubo gente que ya la había visto que recomendaba a otros que vieran 10 capítulos porque con esos ya sería suficiente para seguir con la trama principal, que era la verdaderamente interesante. Temporadas de trece episodios o menos le habrían sentado estupendamente en mi opinión.

-Tras el interesante final de tercera temporada, la premisa resultante no sólo tardó muchísimo en utilizarse sino que se centraron, inevitablemente, en la resolución de la relación de la pareja formada por Peter y Olivia; olvidando de manera inexplicable la trama principal que se desarrolló, como de costumbre en los cuatro últimos episodios. Esto hizo que perdieran los últimos seguidores de ciencia ficción que quedaban y que permanecieran más mujeres, fieles a este tipo de tramas.

Y con esto, ya sabiendo que era casi imposible que les renovasen, acabaron la cuarta temporada de una manera más o menos razonable, habida cuenta de lo que les quedaba. Muchas promesas resultaron ser, ciertamente, en poca cosa. Una última temporada desperdiciada y con un último tirón de genialidad en el capítulo 19 “Letters of transit” en el que planteaban una huida hacia delante, un flashforward hacia un mundo dixtópico y dominado por los observadores.

Sorprendentemente esto hizo que consiguieran una temporada más corta de 13 episodios, pero a modo de epílogo, la temporada terminó el año pasado; tomarían de referencia ese capítulo y lo utilizarían como elemento de partida; no puedo negar que la idea me gusta, y les da la oportunidad de concentrarse en la trama y olvidarse de episodios autoconclusivos; la pregunta es, ¿conseguirán interesarnos?. Tengo dudas muy fundamentadas de que lo consigan pero también es cierto, que aún guardo una pequeña esperanza. Habrá que ver cómo desarrollan los acontecimientos.

No quiero, de todos modos, dejar de mencionar los grandes momentos vividos, sobre todo entre el final de la segunda y el principio de la tercera,: mundos alternativos, líneas temporales, exploraciones de la identidad; todo era posible, todo era disfrutable y maravillaba, hacía pasar grandes momentos; pase lo que pase, Fringe se habrá convertido ya en un entretenimiento excelente.

 

Revenge, el folletín del siglo XXI.

En el último capítulo de la anterior temporada de “Revenge”, “Reckoning”, había un momento en el que Nolan (Gabriel Mann) y Emily (Emily VanCamp) estaban secuestrados por el siniestro hombre del pelo blanco (James Morrison), los dos aparecían encadenados y sin solución aparente; en ese momento Ems era capaz de sacar un fino alambre de su jersey y, cual escapista, o como James Bond mismamente, se quitaba las esposas y las de su amigo Nolan. Es en ese momento en el que Nolan exclama “I am not worthy”, en sus palabras se hicieron eco las mías: “We are not worthy” (“No somos dignos”) de tener una serie como esta.

“Revenge” toma como punto de partida la novela de Alejandro Dumas “El conde de montecristo”: la protagonista Emily Thorne, vuelve a “The Hamptons”, una comunidad costera de familias ricas dominada por la presencia de la omnipotente familia Grayson encabezada por Victoria (interpretada primorosamente por la recauchutada y convincente mala-malísima Madeleine Stowe). Su objetivo será vengarse de aquellos que hicieron que su padre David Clarke muriera después de ser encarcelado por un delito que no cometió. Como ayuda tendrá la herencia de su padre, una caja con la información necesaria para saber lo que ocurrió y que le pasa su, a partir de ese momento, amigo Nolan Ross.

La idea era de un atractivo insultante, ya que daba la impresión que el creador de la serie, Mike Kelley, pensaba hacer un procedimental en el que en cada episodio se vengaría de una  de las personas que ella identificara como culpables gracias a la caja, y esto era así en los primeros episodios, pero, ¿se podría conformar con esto? Qué va, al final se olvidó de lo repetitivo para intentar crear una trama constante y que se  mantuviera episodio a episodio; y esto durante los 22 episodios de esa primera temporada, nada menos, más en la tradición de folletines clásicos como “Dinastía” o “Falcon Crest” pero añadiendo aún más.

Todo puede suceder, es un “mindfuck” que no busca mantener una verosimilitud, ni falta que le hace, sino descompensar, desestabilizar todos y cada uno de los personajes mediante tramas y subtramas con recovecos aparentemente imposibles, un juego en el que la tensión está presente en todo momento, donde cada “cliffhanger” al final de un episodio lleva a otra locura en el siguiente, donde los dos personajes enfrentados, Emily y Victoria, desbordan personalidad y carisma en cada fotograma, sobre todo en el caso de la malvada matriarca de los Grayson; los conprimarios no van a la zaga en cuanto a presencia, todos tienen su momento en el puzzle que se ha formado, no hay descanso, y todos los que han entrado en ella lo agradecen porque el resultado es muy adictivo y la convierte, sin lugar a dudas, en la mayor sorpresa del mainstream norteamericano, la primera serie que veo siempre; máxime ahora que ha empezado su segunda temporada y de la que pongo la promoción a continuación:

 Baste decir que el capítulo de presentación es magistral, lo que podrían haber alargado “ad nauseam” lo han resuelto con dos golpes geniales, añaden nuevos personajes que dan nuevos bríos a las tramas ya establecidas, las situaciones límite vuelven a sucederse. En vez de limitarse a presentar la situación tal y como acabó, la presentan “in  medias res”, han pasado unos meses y han sucedido una serie de hechos que cambian el status quo, pero no necesitan recurrir a flashbacks continuos, no; se utiliza la misma narración y se van presentando pequeños detalles que completan la información que nos falta,  y manteniendo el pulso con lo que ya se ha hecho en capítulos anteriores. El resultado es un capítulo falto de linealidad, pero elegante en su construcción de los hechos y desde luego coherente con lo que pedimos a la serie: una obra maestra de la narrativa que eleva esta serie a lo que debería ser el folletín de nuestra generación.

Quiero hacer un último apunte sobre la serie y lo difícil que es venderla en nuestro país; en EEUU entraron, sorprendentemente, en el juego, y está teniendo unos ratings fantásticos y una audiencia consistente.

En España, es preciso hacer dos o tres puntualizaciones que suponen hándicaps para una serie de este estilo:

-Se valora especialmente el realismo, es decir toda serie que parte de una base que puede ser real tendrá más posibilidades de triunfar que una donde puede haber “fantasmadas” como tiernamente se las llama, es decir, es más fácil que pueda gustar “Homeland” (que me encanta igualmente, aunque por otros motivos) que “Revenge”, es una verosimilitud mal entendida, ya que nadie se puede creer tampoco lo que ocurre en la primera, por mucho que se esfuerce.

-Toda serie que lleve la palabra folletín asociada, a priori, se considera desde el punto de vista más peyorativo de la palabra, reduciendo el producto a un nivel más bajo que el de otras. Se habría vendido mejor si se hubiera establecido como una serie de espías, misterio o policíaca.

-Quizá un tercer punto a considerar es la apariencia de los protagonistas, que recuerdan a una serie como “Sensación de Vivir”, aunque esté muy alejada de esta en prácticamente todo, de hecho Tele 5, la cadena que la puso en España, vendió la serie de esta manera, limitando el público susceptible de verla; además de programarla en una absurda hora de la siesta (podría haber funcionado en un Prime time, como ocurre en EEUU).

Y eso es todo por ahora, esto es lo que hay; si esta base os gusta, a partir de ahora no hay más que diversión garantizada en cada episodio. Si no os gusta, afortunadamente tenemos muchas posibilidades donde elegir. 

Camino al 50º Aniversario

Uno de los motivos para abrir este blog fue las tremendas ganas que tenía de compartir mis variadas aficiones. Hoy, sábado, día uno de septiembre, se estrena simultáneamente en Estados Unidos y Gran Bretaña la próxima temporada (la séptima de la etapa moderna) del Doctor Who. Hecho que, para todo “whoviano”de pro, como es mi caso, ya es un acontecimiento en sí mismo y que este año cobra una mayor importancia, ya que esta vez, desembocará en la celebración del 50º aniversario de la serie de ciencia ficción más longeva de la historia de la televisión.

Para abrir boca ya tenemos el trailer de esta primera parte de la temporada y que pongo a continuación para aumentar aún más, si cabe, el “hype”:


Quién iba a pensar, en 1963, que una serie de este tipo iba a conseguir llegar a seguir siendo emitida en el año 2013, pues aquí tenemos el caso en particular.  El Doctor Who se ha convertido, más que en una serie, en parte de la cultura británica, uno de sus sellos de identidad.

Esta temporada, perpetrada por Steven Moffat (como las dos anteriores con el undécimo doctor Matt Smith), se ha dividido en dos partes muy diferenciadas, una primera parte de la que ya tenemos los muy ilustrativos títulos de los episodios:

Asylum of the Daleks

Dinosaurs on a Spaceship

A Town Called Mercy

The Power of Three

The Angels Take Manhattan

Se sabe además que en el quinto episodio, donde aparecerán los “Weeping Angels”, esas encantadoras y terroríficas criaturas que Moffat creó en el inolvidable episodio “Blink”, supondrá la marcha de la serie de los “companions” actuales, los Pond, interpretados por la maravillosa Karen Gilliam y el inefable Arthur Darvill. También es de dominio general, que en el ya clásico episodio de Navidades, tendremos nueva acompañante para nuestro querido Doctor (Jenna Louis Coleman).

Y a partir de aquí, todo son misterios y rumores; quedarán ocho episodios que se emitirán a lo largo del 2013, lo que no se sabe son los títulos, por dónde tirará la trama, qué se hará en especial para el aniversario… Lo único que esperamos es que disfrutemos como siempre de una de las series más imaginativas, divertidas e ingeniosas que podemos encontrar hoy en día. Cargada de emoción y épica a partes iguales, ese  “sense of wonder”, esa sensación que tienes cuando ves algo que te puede sorprender en cualquier momento y no sabes cómo lo hará.

Otro día, ya más pausadamente, hablaré del doctor, de los conceptos que maneja, de todos los doctores, etc. Hay mucho que contar, mucho. ¡Casi cincuenta años!