Razones por las que me fascina Puella Magi Madoka Magica

7facd20f5216202349ad2fc3119e2e5b1329936788_fullAntes que nada, explico mi contexto particular. Hacía muchísimo tiempo que no veía anime, de hecho, lo último que recuerdo es Bola de Dragón o Los caballeros del Zodiaco, os podéis imaginar cuánto tiempo hace de esto. Es lógico que, en los tiempos que corren, las series estadounidenses monopolicen los visionados a diario y en fin de semana. Este post de Canino del gran Álvaro Arbonés sobre el anime que podemos ver en 2016 me alertó sobre una posibilidad que tenía durmiente, algo que me gusta pero a lo que, hasta este momento, no le estaba haciendo caso. Y era un error porque los japoneses son mucho más concretos y su estructura episódica y duración de 22-23 minutos se adapta mejor que cualquier cosa a mi día a día.

No fui perezoso y pregunté al creador del artículo por un buen anime que tuvieran en Netflix (por comodidad de uso) y, casi al momento, me recomendó Puella Magi Madoka Magica. No pudo haber mejor comienzo. Estoy en su segundo visionado y me fascina. No es casualidad que haya escogido la forma de presente: la sigo viviendo, y más con el nuevo visionado.

Esta serie estuvo dirigida por Akiyuki Shinbo y escrita por Gen Urobuchi, con diseño de personajes por Ume Aoki y banda sonora por Yuki Kajiura. Es importante señalar a todos los artífices porque son todos los que han contribuido a crear esta obra maestra.

A continuación voy a exponer de alguna manera los motivos que me han llevado a esta fascinación:

-Es imposible obviar  su factura técnica, una animación estupenda, detallada y dinámica, con un diseño de personajes excelente, presentación de paisajes, una continua evolución en los diseños capítulo a capítulo, cada bruja con la que se enfrentan, por ejemplo, es distinta y los poderes que presenta siempre cambian.

-Mención aparte merece la música de Kajiura, desde la muy efectiva presentación, divertida y emocionante, hasta el resto de melodías que van surgiendo, muchas actúan como leitmotiv (de personajes por ejemplo), a veces de maneras muy sutiles: siempre se oye una música mágica cada vez que sale algo relacionado con la mitología de las puella magis, me sorprenden las melodías que tienen como instrumento el cello, instrumento que siempre se ha asociado con la voz humana y que es utilizado precisamente para reflejar los momentos más terrenales y dramáticos. No os voy a engañar, además, con lo que me gusta la música clásica, tengo especial afinidad por momentos de un lirismo arrollador.

Vamos con la trama y me gustaría mezclarla con los temas que trata de fondo (no estoy seguro pero, podría aparecer algún spoiler):

-Evolución continua del tono de la serie y de la trama: las reglas que se establecen al principio son solo una pequeña capa sobre las que se van desarrollando otras hasta formar un argumento completo con muchísimas más. Estas reglas nos sacan continuamente de nuestra comodidad, mostrando que, lo que creíamos puede ser de otra manera. El capítulo diez se convierte en una vuelta de tuerca que trastoca lo anterior y que le da un sentido nuevo.

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-Contraste épico-minimalista: el ritmo de la serie sorprende muchísimo otras propuestas que había visto. Este contraste es abismal, los momentos minimalistas-intimistas imprimen un sosiego que nos obligan a un visionado más concienzudo, relajado, detallado. Esto cambia en cuestión de segundos. Estos choques reforzaban mi fascinación.

-Lo tenebroso: parece mentira, pero el tono es muy oscuro y se oscurece aún más según avanzan los capítulos. La aparente magia inicial se transforma en algo tan poderosamente tenebroso que nuestras protagonistas creen que pueden ser engullidas por este destino inevitable.

-Racionamiento de la información: para que ocurra lo anterior, las pequeñas píldoras de información deben ser racionadas con sapiencia y aquí se consigue a la perfección. Nuestras protagonistas van descubriendo (a golpes) que lo que parecía una bicoca al principio no es así. Afrontan una situación cada vez más peligrosa.

Puella-Magi-Madoka-Magica-Maho-Shojo-Madoka-Magika.Homura-Akemi.320x480-2-Coming of age: dentro de esta evolución es evidente que cada una de las protagonistas afronta su propio relato de formación, nuestras puellas tienen que enfrentarse a situaciones que las hacen madurar y al mismo tiempo les llenan de dudas, lucharán contra la muerte de sus amigas y deberán decidir si quieren ser puellas con todo lo que ello conlleva.

-Deseo onmipotente como catalizador de la transformación: no deja de ser curioso que la forma de convertirse en algo mágico sea a través de un deseo omnipotente. A primera vista es un win-win. Todos ganan con ello. Sin embargo, como ya he comentado anteriormente, el mito fáustico está de fondo, todo ello se convierte en un contrato con el diablo donde se sacrifica la propia alma (gemas alma). El colmo de esta trampa es que, al elegir un deseo que salve a alguien, tampoco se consigue nada, muy al contrario, una insatisfacción infinita.

-La amistad insatisfecha: lo que más nos desestabiliza al ver la serie es comprobar que muchas veces nuestros deseos, reflejados en las puellas, no son tan altruistas como debieran, algo de nuestro egoísmo está de fondo. Y aunque  sean altruistas, se convierten en un sacrificio de infinita pérdida de lo que más nos une a los demás, el amor, en todas sus vertientes.

Homura Akemi: la protagonista más enigmática se convierte en el Snape de la serie (por poner una metáfora a lo que no quiero citar). El sucesivo revisionado de la serie incide por lo tanto en sus motivaciones. Cada frase, cada momento, cobra un sentido y, por méritos propios, es mi personaje favorito. Ella es el epítome de la amistad, la frustración de un fin imposible.

-Final satisfactorio: entre tanto dolor, la decisión final de Madoka Kaname cobra mayor importancia y nos tranquiliza a pesar de ser agridulce. Nada como el suplicio que tuvo que pasar Akemi que hace que relativicemos todo lo que hemos visto.

Una serie inolvidable que admite muchos más revisionados y que, probablemente, me haga reflexionar de una manera distinta la próxima vez que la vea.