2018_09_19: Paperbacks from hell, Rachel Cusk

La semana avanza, el lunes anterior no pude poner ningún post pero de hoy no pasa sin comentar un par de mis últimas lecturas.

La primera, un ensayo, Paperbacks from Hell: The Twisted History of ’70s and ’80s Horror Fiction de Grady Hendrix, prodigioso volumen donde el autor repasa cronológica y temáticamente cada una de las novelas de terror que se publicaron en el ámbito anglosajón durante esas dos décadas. Hay una sabia clasificación por temáticas y un análisis muy detallado de las propuestas con los tropos habitualmente utilizados y, además, por si fuera poco, está provista de un surtido de imágenes pertenecientes a dichos paperbacks con pequeñas notas sobre los ilustradores de la época. No solo puedes disfrutar de su lectura y aprender sobre cómo ha evolucionado el terror sino que se convierte en una herramienta de consulta indispensable para conseguir próximas lecturas. En resumen, si controlas inglés, un verdadero prodigio. Ojalá se hiciera algo del estilo con otros países.

En segundo lugar, casi he terminado Prestigio, la nueva novela de Rachel Cusk, tercera parte de la curiosísima trilogía que ha creado la autora canadiense y que empezó con A contraluz y Tránsito. La verdad es que todas juntas componen un ciclo narrativo que desafía formas más tradicionales y para mí fue un descubrimiento. Todavía me acuerdo de  cuando leí la primera, aún no conocía a la autora, Outline estuvo en la shortlist del Women’s Prize for Women, premio literario que sigo fielmente año a año ya que, al estar compuesto por mujeres únicamente, un montón de autoras consiguen visibilidad y suelen ser muy interesantes. Me sorprendió y agradó muchísimo su trabajo, entonces no parecía más que un libro, no sabía que iba a devenir en trilogía y hay que reconocer que las tres novelas son una propuesta consistente de calidad. La innominada protagonista (probablemente un avatar de la autora)  presenta su vida como una continua sucesión de escenas, no consecutivas en el tiempo, que se estructuran como diálogos en prosa con otros protagonistas con los que se va encontrando; su técnica es ingeniosa, es una narración intradiegética a través de otros y no lo esconde, ellos son los instrumentos para presentar sus ideas o características de la protagonista:

“Ya había intentado escribir sobre la dinámica familiar en otras ocasiones, pero más fresca que sacara la idea del congelador de su corazón, si empre terminaba hecha papilla en sus manos. Ahora se daba cuenta de que el problema estaba en que había tratado de describir a su marido con materiales –sus propios sentimientos- que solo ella era capaz de ver. La presencia del hámster lo cambiaba todo. Podía describir a su marido y a su hija mimando al ratoncito, mientras que a ella le ponía los nervios de punta verlo encarcelado, y contar cómo el animal fortalecía los vínculos  entre su marido y su hija a la vez que ella se sentía excluida. ¿Qué clase de amor era aquel que necesitaba domesticar y encarcelar el objeto amado? Y, si era amor lo que allí se ofrecía, ¿por qué ella no recibía siquiera un poco?”

Un simple hámster como elemento para desarrollar la narrativa y evolución de una familia, un ejemplo sencillo pero ilustrativo.

Otro de los grandes méritos de la autora es conseguir jugar con la meta-narrativa, es decir, cada personaje e historia que cuenta se puede dividir a su vez en subhistorias y subtramas que se van desarrollando en paralelo hasta volver a pasar a otra escena. De esta manera, la narración no es lineal en tiempo ni en espacio y consiguen hilarse sucesivas tramas con la historia principal, aquella de la que conocemos tan poco, la de la escritora que vuela a Europa para hacer promoción de su último libro.

Todo ello se une para conformar una lectura exigente, adictiva, sumamente original y promueve la reflexión. Hay mucho que sacar del trabajo de esta fantástica escritora.

Noticias frescas, ya tengo seleccionadas las lecturas que voy a proponer para la lista de otoño de Canino. Ahora queda lo más largo, escribir el comentario para cada una de ellas. Pista: son más de treinta.

Abrazos y ¡buenas lecturas!

2018_09_14: Otros recuerdos, comienzo “Prestigio”

El verano se acabó, pero sigo teniendo grandes recuerdos gracias a mis lecturas. Hoy voy a destacar otro par de ellas que me impactaron y de las que no había comentado nada todavía.

La primera es Hajira del gran Francisco Serrano, autor al que conocí a raíz de leer Perros del desierto y que con esta pequeña novella vuelve a confirmar un talento innato para crear historias. En este caso se trata de una dixtopía en la que el clima (tan de actualidad) forma parte de la trama de manera indisoluble, no falta la acción, una protagonista fabulosa y un cierto aire a western inevitable pero, al mismo tiempo, encantador. La verdadera lástima es que la historia se acaba en menos de cien páginas y se te hace excesivamente corta. Habrá que releerla de nuevo.

El segundo libro que quería mencionar, y que llegó casi finalizando el verano, fue Las largas sombras de Elia Barceló, libro que no tiene nada que ver con la ciencia ficción y que, sin embargo, se ha convertido en una de mis novelas favoritas de este año. En este caso, tenemos una historia que, a primera vista, tiene una premisa bastante típica, historia en dos tiempos, los protagonistas tienen una historia que ocultar, etc… sin embargo, en este caso el “cómo” es un ejemplo de oficio impresionante, no importa tanto la trama policíaca (que por cierto está maravillosamente trazada, con un buen giro final que te pilla bastante de sorpresa pero del que va dejando las pistas necesarias) sino la impresionante caracterización de las protagonistas, de sus relaciones pasadas y presentes y la evolución que ha habido en el camino; según la leía me venía a la cabeza la palabra sororidad, no se me ocurre mejor novela de las últimas que he leído que lo refleje mejor que Barceló en este policíaco. Una pena que no lo leyera antes de confeccionar la lista de verano de Canino, debería haber estado.

Hubo otras muchas lecturas satisfactorias…. Lo último de Semple me gustó bastante y me hizo reír, lo mismo puede decirse de la ingeniosa La torre, esta sí que tiene una premisa inicial rompedora (y divertida).  De todos modos no quiero liarme ya con ellas. Toca volver al presente.

Si hay algo en lo que estoy inmerso actualmente es en la selección de la lista de canino para este otoño. Tengo casi elegidos los libros a falta de un par de flecos, van a ser más de treinta. Y eso que tengo que eliminar varios.

Por otro lado, he empezado con Prestigio, la ¿“tercera parte”? de ese curioso proyecto que ha venido realizando la canadiense Rachel Cusk, me encanta cuando, en un momento concreto el editor de la protagonista le comenta lo necesario que es que se vendan los libros de sudokus para que ella y otros escritores puedan ser publicados.  La vida misma, buscad los ejemplos de aquí…. Otro día traigo algo más de él.

La próxima semana llegaré con más información de La octava vida, mientras tanto, buen fin de semana a todos.

Calla, que no se me olvide, hoy empieza la nueva temporada de American Horror Story y vuelven Emma Roberts y Taissa Farmiga. Es imposible que no caiga rendido a sus pies. Viva Ryan Murphy. ¿Os he contado lo buena que es Pose?

Abrazos y ¡buenas lecturas!

2018_09_12: Recuerdos del verano, actualidad lectora

Hablar a estas alturas de mis lecturas de verano es bastante complicado; ha sido, como de costumbre, una cantidad bastante elevada de ellas; afortunadamente, gracias a GoodReads podéis echarle un vistazo en el enlace que os he puesto.

Ha sido un verano variado y tomé como base la lista que hice para el verano en Canino y añadí otros que salieron posteriormente. La verdad es que funcionó  a la perfección, he disfrutado mucho de la lectura.

Entre ellos, brilla con luz propia el dúo que forman Dixtópicas /Poshumanas, proyecto asombroso de Teresa López-Pellisa y Lola Robles que tiene como resultado una recopilación de pequeñas historias de ciencia ficción de autoras españolas desde el siglo XIX hasta la actualidad que cumplen a perfección su cometido: dar visibilidad, quitar prejuicios sobre ellas y, sobre todo, disfrutar de historias mucha calidad y suficientemente variadas por la amplitud de los temas escogidos.

Dos grandes triunfos del verano (y del año!) son las nuevas historias de Josephine Tey y Margery Allingham, escogidas de nuevo con gran acierto por los editores de Hoja de Lata e Impedimenta. Lo de Tey es un festín absoluto de lo policíaco, siempre capaz de mostrar nuevos puntos de vista y, al mismo tiempo, añadir un desarrollo psicológico de los personajes a la altura de las circunstancias, en Patrick ha vuelto no importa tanto lo que va a pasar sino el cómo se ha llegado a esa situación y es una evolución realizada con maestría. Excepcional, igualmente, Más trabajo para el enterrador, novela de madurez de una de las autoras menos conocidas del “detection club” y que demuestra su manera de crear una trama mediante el desarrollo de una ambientación, en un barrio, inteligentísima y realmente bien escrita. Un lujo en nuestras manos.

El terror también ha triunfado este verano en mi pila de libros. Gracias especialmente a dos editoriales que tienen muy claro hacia dónde van. Por un lado, Orcinny; por el otro, Cerbero.

Orcinny sigue con su apuesta (todavía minoritaria) de publicar “bizarro” y se ha lanzado este verano pasado con otros dos títulos de grandísimo nivel que tuve el placer de disfrutar. Volvió Laura Lee Bahr, la autora del impactante Fantasma, con un libro de nombre provocador: Porno religioso improvisado (llevarlo en transporte público era una fiesta de caras ajenas). El libro no es tan arriesgado en cuanto a estilo pero, sin embargo, tira por otros derroteros, lo policíaco está muy presente y el humor negro también. La mezcla funciona muy bien nuevamente gracias a las convenientes dosis de misterio que propone la autora. Mejor incluso diría que es Monstruos Bizarros,  una antología de cinco historias de bizarro muy originales y altamente recomendables para hacerse una idea de los tropos que se utilizan en este subgénero.

Con Cerbero estoy encantado, haberles seguido desde el principio me ha hecho más consciente de su evolución y me da la impresión que se han asentado en un estándar de calidad mayor. No me pierdo ningún título de su sello de terror (Tíndalos) y Micosis, de Enerio Dima, además de Agnus Dei de Nieves Mories son dos títulos tremendamente interesantes y de temáticas muy variadas. Me parece que el camino para que el terror funcione en España está siendo allanado cada vez más.

Otro día hablo de otro par de lecturas de verano, pero que no falte un apunte de lo actual. Estoy en medio de una lectura de largo recorrido, una de las apuestas fuertes de esta temporada en el sello Alfaguara: La octava vida (Para Brilka), de Nino Haratischwili, una escritora georgiana que se ha atrevido a realizar una de esas sagas familiares monumentales que transcurre a lo largo del agitado siglo XX. No quiero dar pistas sobre mis impresiones todavía, no sería justo adelantarlo, más en una lectura de más de mil páginas. Ya iré comentando cosas que surjan en este pequeño diario.

Una de mis prácticas lectoras más habituales cuando me introduzco en “tochos” de este calibre es alternarla con otras lecturas que sean, además, radicalmente distintas. Se gana mucha destreza y consigues que no te canse el recorrido. Buen ejemplo de esto es el libro que acabo de terminar, La casa del reloj en la pared, de John Bellairs, una fantasía juvenil que tiene como mayor virtud introducir elementos terroríficos de una manera no demasiado horripilante, con pequeñas gotas de buen humor, elementos mágicos y un personaje que lucha, como cualquier adolescente, por integrarse en la sociedad tras una tragedia como es perder a sus padres. Tic-Tac, un reloj de fondo que presagia el apocalipsis y mucha imaginación del autor confluyen en un cóctel irresistible.

Creo que esta entrada se ha extendido más de lo que esperaba, otro día más.

Abrazos y ¡buenas lecturas!

Aniversario 6 años: la vuelta al “cole”

Mi blog ahora siempre vuelve cuando mi hijo y el resto de sus compañeros vuelven a clase; septiembre es el mes de la vuelta y, cómo no, el mes de los propósitos.

Mi propósito es poder conseguir regularidad en lo que escribo ya que, afortunadamente, leer sigo leyendo, pero me da pavor dejar algo de lectura para poder escribir más. La lectura sigue siendo mi refugio, un disfrute personal e intransferible. Algo que me da un equilibrio cada vez más necesario según pasan los años.

Ojalá pueda seguir transmitiendo todo lo que me sucede al leer un libro y analizarlo un poco para vosotros, grandes sufridores/seguidores de este pequeño y humilde blog.

Por de pronto, esta vez ha coincidido con las compras de septiembre:

La #carretilla no para en ningún momento y en estas novedades ya podéis ir viendo varias de las primeras novedades del mes…. Alguna de ellas seguro que aparece en la lista que ya estoy preparando para Canino.

Espero seguir dando un poco de guerra, con la mayor frecuencia posible (espero que mi idea de diario funcione mejor ahora) y, mientras tanto:

Muchas gracias por estar ahí!!! Sin vuestro apoyo esto sería imposible.

Abrazos y ¡buenas lecturas!