Para hacer este artículo solamente hay que encontrar género; y es tan fácil como pasear una hora por la Casa del Libro o por la FNAC; hay tantas muestras de esta insigne ciencia que me resulta difícil escoger; hoy os traigo cuatro fajas, una por curiosidad, las otras por los motivos de costumbre: esas estrategias editoriales que van directas a las líneas de flotación de los lectores potenciales.
La primera es una curiosidad en el sentido positivo; curiosa la faja que se marcaron en Global Rythm Press para este Tras la sombra de una, por entonces, desconocida Hilary Mantel (no había llegado aún su trilogía de Cromwell); en un diseño transparente, sorprende no sólo porque no molesta ni para coger el libro, ya que se queda oculto por la solapa interior, sino por las frases escogidas, típicas de suplemento cultural, que intentan resaltar las virtudes de esta gran escritora, no hay engaños, de hecho, parecen honestos:
Tras este pequeño oasis, vamos a la tarea, las tres últimas son de las nos gustan. Empecemos con la última novela del archiconocido japonés; en efecto, Murakami; Tusquets vuelve a sacar novela suya, Hombres y mujeres, y viene servido con una llamativa faja amarilla que, todo sea dicho, contrasta muy bien con el negro de la editorial, la elección del blanco interior para las letras no parece tan afortunado. Pero no importa, porque hay cuatro palabras que sobresalen sobre el resto por el tamaño de letra y son aquellas que el lector va tener grabadas cuando la vea. ¿Adivináis cuáles son? El nombre y apellidos, claro, y “amor” y “desamor”, la editorial sabe lo que vende y Murakami es promesa de inolvidables amores y desamores. Nunca fallan.
El siguiente ejemplo abre tantas posibilidades futuras que podría convertirse en una estrategia muy rentable. Todo parece normal en la faja, el color rojo, las letras, la frase de Ricard Garzón… pero claro, llegamos a ese “Probablemente, una de mis mejores novelas” y hemos cruzado al siguiente nivel, en el que el propio autor dice que su libro es la leche en la faja. El narcisismo escrito en una faja, una opinión “imparcial” y “muy fiable”; ¿qué será lo siguiente?, imaginad a Pérez Reverte diciendo lo cojonudo que es su libro o cualquier otra mamarrachada; una cosa es poner amigos, se ve que Rosa Montero no tiene a muchos y se pone a ella misma. Alucinante.
Y para acabar, OJO, tenemos de vuelta al coloso de las letras, heredero del fénix de los ingenios… vale, me he pasado con la ironía; vuelve Gellida, vuelve a darle palos a nuestra maltratada lengua uno de los peores escritores actuales con Khïmera y encima fichando por un grande… pocas cosas hay más absurdas; no me dolería nada si hubieran dicho lo típico (adictivo, se lee de una sentada, trepidante, etc…), pero esa frase “un thriller que algunos ya han considerado una obra maestra”, esto es un “What the fuck” en toda regla; “algunos”, ese pronombre indefinido, sin citar a quien ha tenido las narices de decir semejante parida; pero claro, no creo que se atrevieran a aparecer si así hubiera sido. O sea que más bien lo tomaremos como una hipérbole más, de las que duelen, eso sí.
Espero que os haya gustado esta entrega, ya sabéis que, por correo o por twitter me podéis indicar otras. Siempre me ayuda para crear posts como este.