Nuevo libro de la colección de poesía de Sexto Piso, nueva muestra de una buena elección de catálogo. En este caso nos encontramos con una escritora alemana, Rose Ausländer (1901-1988), una de las poetas en lengua alemana más destacadas del siglo XX que, tras la ocupación nazi de Bucarest tuvo que mudarse al gueto de Chernivtsi, donde permaneció dos años y llegó a conocer a quien la influenciaría para modernizar su estilo, Paul Celan.
Recientemente, he tenido la oportunidad de leer la poesía de Tamara Kamenszain y el contraste con la poética utilizada por Ausländer es ciertamente abismal: desde lo recargado, a veces barroco, de la propuesta de la primera (con múltiples referencias y difíciles metáforas) resalta aún más el minimalismo lírico, conciso, de versos y estrofas muy breves, que nos ofrece la segunda. Lo bueno es que, ambas propuestas, con sus diferentes estilos, resultan excelsas en su resultado final y es de una manera totalmente diferente como llegan a esa situación.
Ausländer opta por convertir su poética en algo mesiánica salvífico; ante la situación vivida en el siglo XX, la profunda desestabilización social a la que nos llevaron tantos hechos penosos (guerras, campos de concentración…) nos propone una opción más alejada de la habitual beligerancia de otros poetas, para ella el lenguaje poético sirve como elemento que nos lleva a la salvación, mejor aún, es la salvación para continuar con nuestra vida; para valorar la vida tal y como se merece; de esta manera sus primeros versos nos muestran el dolor de los conflictos que nos trae el mundo y su contraposición con los elementos que nos hacen vivir (voluntad del mundo-nuestro sueño) con victoria clara en la estrofa final de lo segundo:
PRUEBA DE FUERZA
“Por mucho tiempo te he mirado
Mundo
cómo te sacudes me sacudes
te esfuerzas
en sacudirme
Tu furia despertó
mi última cordura
no te considero
hipócrita
no eres libre
Por demasiado tiempo te he mirado
no me dejo desquiciar
mi camino de palabra va más lejos
Léelo
negro sobre blanco
mi sueño y yo
somos más fuertes
que tu veleidosa voluntad”
En esta lucha por los sueños cobra la mayor importancia el uso del lenguaje para construir la poesía (“jóvenes palabras que rejuvenecen el musgoso mundo”) ofreciéndonos la típica dicotomía viejo-joven donde lo joven está identificado con la creación poética:
VIEJO-JOVEN
“Mis dedos enmusgados
sostienen jóvenes lápices
Ante mí yace
intacta una hoja de papel
Hago venir jóvenes palabras
al musgoso viejo mundo
para rejuvenecerlo
Amigos
lo comprueban”
El mensaje está cargado de optimismo y busca nuestra afirmación a la vida y a todo lo que nos ofrece, aquello que en un primer momento no vemos y que sin embargo está presente:
“SÍ DECIR
Sí decir
a la vida
que contigo
y tus palabras
juega
Juegos de palabras
plenos de secretos
malicia y prodigios
Gozo y tragedia
de tu existencia”
Es lógico que este camino se convierta en una renovación, una resurrección que nos hace reafirmar los motivos por los que queremos vivir; la naturaleza, epítome de la belleza, sirve como catalizador de esta renovación de nuestra esperanza por vivir:
DE NUEVO II
“Haz de nuevo
agua de mí
Fluir quiero
en el raudal
En el mar
desembocar
Hambrientos de patria
Enterramos nuestra muerte diaria
en la palabra
resurrección”
Ni más ni menos que estar en comunión con la naturaleza, con todo aquello que nos ofrece y que nos ayudará a “celebrar la infiel vida”; estamos de acuerdo en que la vida es muy dura, siempre nos traerá penalidades, pero el mensaje de la poesía de Ausländer es un canto de optimismo que nos pide la aceptación de estas vicisitudes y celebrar todo lo bueno que la sombra de la tristeza borra de nuestra visión:
CON TODOS USTEDES
“Flotar
con el pájaro
con el sol
brillar
rodar con la
tierra
con todos ustedes
celebrar
la infiel
vida”
Un arcoíris, una rosa, colores, sueños… motivos de sobra para darnos cuenta de que cualquier día de nuestra vida podemos decir la palabra “hermoso” y eso es una razón única para sentir la felicidad que nos rodea:
CONCILIACIÓN
“De nuevo una mañana
sin visiones
en el rocío brilla el arcoíris
como signo de conciliación
Puedes alegrarte
por la perfecta estructura de la rosa
en verdes laberintos puedes
perderte y reencontrarte
en una forma más clara
Puedes ser un hombre
Ingenuo
El sueño de la mañana te relata
cuentos de hadas puedes
dar un orden nuevo a las cosas
repartir colores
y aún decir
hermoso
en esta mañana
tú creador y criatura”
El último poema de la antología actúa como cierre de un círculo que se abrió con el título inicial (Aún queda mucho por decir) y, al mismo tiempo, abre nuestro corazón a una esperanza duradera; no sólo hemos resucitado a la vida con estos versos sino que quedan muchos más por descubrir (y que citar en tus propios labios) que nos van a ayudar a rememorar cada día las ganas por vivir, más allá de las dificultades que nos podamos encontrar.
AÚN QUEDA
“Aún así magnífico
polvo de la carne
Este alumbramiento
en seno de pestañas
Labios
sí
aún queda
mucho por decir”
Los textos provienen de la traducción de Nuria Manzur Bernabéu de Aún queda mucho por decir de Rose Ausländer para la colección de poesía de Sexto Piso.