Ha sido un año mucho más duro de lo que esperaba, árido como pocos, por diversos y variados motivos me ha costado escribir, leer y casi cualquier cosa. Me molesta porque parece que ha sido una continuación del año anterior pero leyendo menos que es peor; de hecho, este año no he llegado al objetivo de libros que me había propuesto, y esto es la primera vez que me ocurre en 7 años. También es cierto que he leído más de los que pone en Good Reads pero no puedo ponerlos por ahora. Aún así, al acabar el año parece que la tendencia está cambiando, quiero creer que hay un atisbo de esperanza. Necesito normalizar mis temas de trabajo y, de esta manera, se estabilizará lo otro, ya os informaré según vaya avanzando y espero ir haciéndolo con posts más habituales de los que he conseguido en este período.
Dicho lo anterior, es el séptimo año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:
–Lecturas favoritas Año 2011.
–Lecturas favoritas Año 2012.
–Lecturas favoritas Año 2013.
–Lecturas favoritas Año 2014.
–Lecturas favoritas Año 2015.
–Lecturas favoritas Año 2016.
Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea.
Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:
-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2017. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.
-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veinte los elegidos, que parecen acordes en cantidad con los 170 libros que he leído.
-El orden en el que aparecen intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.
-No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.
–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).
-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.
Sin más dilación, que entre ya la lista:
Querida Ijeawele de Chimamanda Ngozi Adichie (Penguin Mondadori Random House), qué sencillo lo hace Chimamanda; un pequeño libro de consejos para ser feminista exhortados a una madre y su hija; no hay forma de endulzarlo porque, ante todo, la autora se muestra sincera y firme en cuanto a lo que se puede encontrar. Es difícil que alguien sea tan cariñosa y realista al mismo tiempo, no hay nadie más idóneo para que te lo cuente.
El señor de las muñecas y otros cuentos de terror de Joyce Carol Oates (Alba), tres libros hemos tenido este año de la norteamericana gracias especialmente al trabajo de editoriales más pequeñas, es para estar de enhorabuena; además estas pequeñas editoriales han sido las más inteligentes ya que se han centrado en sus libros de relatos que, en mi opinión, son ahora mismo el punto fuerte de la autora; podría haber escogido el fantástico Dame tu corazón que ha sacado Gatopardo pero al final me he decidido por la recopilación de Alba quizá por una mayor afinidad con los relatos o por el juego maravilloso que nos propone Oates en el último de ellos (Misterios S.A.). Quizá eso me rindió definitivamente. El caso es que valen la pena los dos…. no digo más…
Amor Libre de Ali Smith (Gatopardo Ediciones), el más que premiado How to be both me pareció un libro muy interesante en cuanto a la forma pero frío en su mensaje, dicha frialdad se me había pegado irremediablemente cada vez que veía algo de la autora escocesa; gracias a las chicas de Gatopardo le di una oportunidad con estos relatos y, por fin, disfruté de las peculiares historias sobre la vida y el amor que nos propone. Ali Smith se queda conmigo.
Una dirección equivocada de Elizabeth Daly (Siruela), el sello de clásicos policíacos de Siruela está trayendo muchas satisfacciones, recuperaciones fantásticas de novelas que, hasta hace poco, estaban totalmente desaparecidas e inencontrables. Lo bueno es que no se están limitando a lo británico (ese detection club) sino que buscan en otras latitudes y tal es el caso de la serie del detective y bibliófilo Henry Gamadge que desarrolló la norteamericana Daly; parece mentira que consiga integrar una cualidad tan poco habitual en la trama y que funcione pero lo logra, la trama está muy bien cerrada y ahonda especialmente en la psicología de los protagonistas. Una gran novela de misterio.
Nubes de Lluvia de Bessie Head (Palabrero), esta pequeña editorial está buscando su hueco y me gustan sus ideas, más si son casos como el de la sudafricana Bessie Head; nos guste o no, se publican pocas mujeres, si estas además son de color, están aún más lejos de ser publicadas; por eso resulta aún más sobresaliente este libro que nos muestra, desde una perspectiva muy diferente , sobre el papel de la mujer en un mundo tan dominado por hombres como es el del continente africano. Si además se tiene en cuenta el momento en que fue escrito, la relevancia es aún mayor. Necesito más recuperaciones como esta.
Valerosas 1 y 2: Mujeres que solo hacen lo que ellas quieren de Pénélope Bagieu (Dibbuks), he leído bastantes cómics este año, me ayudaban a no secarme en mis lecturas, y tengo que reconocer que estos dos volúmenes me han parecido excepcionales en forma, fondo y como objetos en sí mismos por la maravillosa edición de Dibbuks. Bagieu consigue que un recuento de biografías resulte extremadamente interesante gracias a la diversidad y eclecticismo de sus elecciones como a sus viñetas dotadas de una gran expresividad. Un trabajo magnífico e imprescindible.
The power de Naomi Alderman (Viking), sí, no lo pude resistir, lo leí en inglés antes que en español y dio la casualidad que ganó el Baileys Prize este año; luego Roca lo publicó en Octubre o Noviembre y me dediqué a hacer proselitismo; cierto que puede decirse que va a remolque del gran éxito de Atwood pero me encanta que plantee la perspectiva contraria y nos ayude a reflexionar sobre cómo el poder puede afectar a la convivencia del mundo actual (y pasado). No sé si la traducción le hará justicia… a mí el libro en inglés me convenció y sus guiños me parecieron muy divertidos al mismo tiempo que aprendía un montón.
No, mamá, no de Verity Bargate (Alba), un sorpresón, este libro empieza con una premisa interesante y desemboca en un giro de guión delicioso por su imprevisibilidad. Rara Avis siempre es un sello a mirar, más cuando siguen retándose a sí mismos con joyas como esta. De verdad, cuánto se puede decir con tan poco. Espléndida elección.
En busca de new Babylon de Dominique Scali (Hoja de lata), bienvenidos al siglo XXI, una historia de vaqueros con corte clásico y formas postmodernas; otra escritora canadiense (y van…) a la que seguir; otro descubrimiento de sus editores que están configurando uno de los catálogos más diversos y de calidad que se pueden encontrar hoy en día.
Experimental Film de Gemma Files (La biblioteca de Carfax), lo he dicho antes aquí y aquí y no me voy a extender más. En efecto, estas chicas han creado la editorial con la que más me he divertido este año y, probablemente, si el camino que va a seguir el terror en estos próximos años se rige por libros como el de Gemma Files, me pongo una venda y me dejo llevar, me CONVENCE esta mezcla cargada de inteligencia.
El caso de Betty Kane de Josephine Tey (Hoja de lata), ¿quieres leer una historia de misterio que se salga de lo habitual? Está claro que Tey es una de las opciones más heterogéneas que te puedas encontrar. Cada libro es un reto a lo establecido y siempre resulta refrescante. Otra recuperación de lo policíaco que colma mis expectativas.
Apegos Feroces de Vivian Gornick (Sexto Piso), parece mentira que desde el año 1987 ninguna editorial se hubiera dignado a traer esta obra pero bueno, nunca es tarde si al final llega; este relato autobiográfico de la relación materno filial de la escritora y activista sorprenden por lo descarnado de su exposición; hay verdades que duelen, hay reproches que llegan al fondo del corazón, hay relatos que te desgarran por su sinceridad; estos son los apegos que nos trae Gornick.
Asesinato en el Honjin y otros relatos de Seishi Yokomizo (Quaterni), (aparte entre nosotros: no hay cosa que más motive a un aficionado a los relatos de misterio que encontrarse con un caso de habitación cerrada) este libro recupera más casos del gran detective tartamudo Kosuke Kindaichi y oh…. el primer caso, excepcional, es un ejemplo de habitación cerrada pero a la manera japonesa. Enrevesado como pocos. Divertido como todos. Los otros casos tampoco desmerecen un volumen magnífico con misterios japoneses.
Vida y Arte de Verdi de Julian Budden (Turner), otro de los grandes fallos de este año es no haber podido leer más ensayos; mientras pienso en cómo solucionarlo, en ese desierto ha brillado con luz propia este excepcional ensayo sobre una de las figuras más importantes de la historia de la música. Budden disecciona con un bisturí muy preciso la obra del mejor compositor de óperas junto con Wagner. Un libro que puede hacer disfrutar a un neófito pero que parece imprescindible para los que ya están metidos en el mundillo como es mi caso. Simplemente imprescindible.
Desplazar el centro de Ngũgĩ wa Thiong’o (Rayo verde), qué incómodo es leer al escritor keniata, mucho; es como si te echaran sal en una herida y la restregaran hasta que llores, lo comentaba una vez con la editorial, si los suecos leen su obra de verdad… no le dan el Nobel de literatura nunca, y tiene pinta de que algo han leído y no se atreven. En serio, este libro pone a occidente tan mal, nos hace tan conscientes de los abusos que llevamos cometiendo desde hace siglos que no creo que nadie le pueda dar un premio a esto hoy en día. Leedlo, este escritor se mueve por el ensayo como nadie. Sencillo y, a la vez, demoledor.
Un lugar mejor de Michael Wehunt (Dilatando Mentes), si antes hablaba de Gemma Files como la punta de lanza del camino que puede seguir el terror, estoy convencido de que Wehunt debe ser la inspiración a la hora de realizar relatos; esta selección es absolutamente excepcional, consigue que te preguntes cada dos por tres dónde estás, dónde vas… y que esta incomodidad te inspire aún más miedo del que puedas sentir. Todo está marcado por una creatividad a prueba de bombas y la edición de Dilatando Mentes es deliciosa, en todos los aspectos. Adentraos en este infinito y más allá del terror y sabréis a lo que me refiero.
La bestia ciega de Edogawa Rampo (Satori Ediciones), y mientras en Quaterni nos traen a Yokomizo, en Satori están empeñados en traernos todo lo posible del maestro del eroguro Edogawa Rampo, así que voy a gritar como uno que yo me sé (RAAAAAMMMMPOOOOOO)… fuera bromas, esta obra es lo que llamaríamos un paradigma del eroguro y, sinceramente, es brutal en todo momento. Vaya mezcla que urdió el escritor japonés. Comprobadlo vosotros mismos… y estad preparados para cualquier cosa.
Una cabeza llena de fantasmas de Paul Tremblay (Nocturna Ediciones), bravo por Nocturna que, definitivamente, están confiando en el terror como parte de su catálogo, la edición del Fuego de Joe Hill este año presagiaba más lanzamientos de este tipo pero no me esperaba que se atrevieran con este bombazo de Tremblay; ¿quién dijo que las novelas/películas de posesiones no tenían posibilidades? La inteligentísima propuesta del escritor norteamericano da una vuelta de campana a todo lo establecido, añade los realities shows y el influjo de la tv y lo utiliza para crear aún más ambigüedad a cada uno de los protagonistas, lo recuerdos se mezclan con lo que es real de tal manera que ya no sabes qué es real; y todo ello genera situaciones terroríficas, escalofriantes para llegar a un final apoteósico. La verdad es que este año ha sido, en general, un año para el terror en mi camino lector pero claro, con libros como los que he comentado, es difícil que no lo fuera.
El último caso de Phillip Trent de E. C. Bentley (Siruela), otro de esos clásicos policíacos que nos ha traído en este año el maravilloso sello de Siruela y otra genialidad con un ingrediente maravilloso que la hace única: la falibilidad del detective. Tiene gracia que, utilizando esa base, consiga hacer que el caso esté bien cerrado. Aficionados a lo policíaco… este libro, a pesar de algún anacronismo, proporciona una gran diversión.
Sobre lo azul de William H. Gass (La navaja suiza), posiblemente no hay mejor colofón a esta lista que poner esta obra maestra del recién fallecido escritor como última lectura del año; gracias a la excepcional traducción de Cé Santiago podemos disfrutar en plenitud de una de las obras más complejas y, al mismo tiempo, impactantes de William H. Gass. Es dificilísimo trasladar a otro idioma tantos matices relacionados con el azul y, al menos en mi caso, ha conseguido trasladarme la potencia del texto en inglés, el lirismo, la musicalidad y, al fin y al cabo, la genialidad de un autor que no gozó de gran éxito en España. Han prometido traer más libros del autor tras su fallecimiento y, desde luego, habrá que ir a por ellos. Mi más sincera enhorabuena por este trabajo inconmensurable.
Y eso es todo, ya es demasiado por este año. Veremos cómo se presenta el siguiente.
¡FELIZ AÑO 2018! !Buenas lecturas!