14 propuestas para el día del libro 2024

Mantengo mis listas porque la gente que me ha estado siguiendo desde hace tanto tiempo lo merece. No creo que vaya a sacar recomendaciones que no hayan visto en otros sitios pero sí es cierto que siempre intento poner aquellos libros con los que más he disfrutado. Esto siempre es lo más importante para mí y lo que he utilizado como criterio para crearlas.

También estoy intentando este año no pillar tanta novedad porque, la verdad, ni el espacio ni el dinero son infinitos y no se puede uno arruinar por hacerlo. Compro menos y lo alterno con alguno en digital pero no voy a dejar de comprar porque es lo que más me hace disfrutar y, sobre todo, lo que me da un equilibrio personal. Dicho todo esto, allá va la selección que he preparado para este día del libro:

El hombre sin nombre de Laird Barron (Biblioteca de Carfax), el mayor éxito de mi editorial favorita de terror tiene mucho que ver con el espléndido gusto de sus editrices a la hora de elegir el catálogo de sus colecciones; con la salida de Deméter, el sello en el que recopilan novelas cortas de terror, se vuelve a confirmar esta premisa. El buen gusto viene sobre todo porque sus filias son muy variadas y están llenando su catálogo de novelas distintas y muy eclécticas y eso lo hace imbatible. Barron nos ofrece yakuzas y fantasmas y aquí lo tenemos. Me gusta muchísimo esta colección, es la ideal para recomendar a personas que no lean normalmente terror: tratan muchas veces temas actuales y, además en un formato reducido. Es ideal para introducir el género a neófitos. Traducción: Antonio Rivas


Que las montañas sean mi tumba de Francesca Tacchi (Crononauta), ambientada en Italia en el año 1944, Tacchi parte de un hecho histórico universalmente conocido: la Segunda Guerra Mundial (en su vertiente italiana). Añade elementos sobrenaturales no tan conocidos (dioses mitológicos etruscos) y de esta manera monta una historia llena de acción y que sirve de homenaje a los partisanos y (al mismo tiempo) mata un nazi tras otro. Todo funciona a la perfección, tiene diversidad y una bonita historia de amor. El único problema es que se acaba demasiado rápido pero qué buen comienzo de año para la editorial. Grandísima elección. Traducción: Arrate Hidalgo


Doctor No de Percival Everett (De Conatus), sé que la editorial está más centrada en el último premio Nobel pero, sinceramente, lo mejor que publicó el año pasado fue Los árboles de Percival Everett; menos mal que este año nos ha traído otro libro suyo. Este Doctor No vuelve a usar las características que definen a este autor: utilizar el humor (a veces absurdo) para hacer una crítica social. En esta novela esto es llevado aún más a sus últimas consecuencias, mezclando además lo absurdo llevado el límite con la matemática y la filosofía. Un cóctel explosivo lleno de espías como una película de James Bond y que consigue sacarte una sonrisa en cada momento. Es un autor muy diferente y excepcional. Traducción: Javier Calvo



La riada de Michael McDowell (Blackie Books), siempre es de agradecer que una editorial se arriesgue a publicar de una manera distinta; si además esto supone que se puedan tener disponibles libros de un autor como Michael McDowell pues todavía mejor. He tenido la oportunidad de leer Los elementales y Agujas doradas gracias a la Bestia Equilátera pero no es una editorial fácil de encontrar. Blackie acomete la publicación de una saga entera del autor (Blackwater) en seis entregas quincenales, siendo este libro el inicio de la saga. La saga parte de un hecho, una riada que inunda un pueblo, para introducir un personaje que aparece misteriosamente (Elinor Dammert) y una serie de elementos fantásticos en un contexto diferente, un matriarcado con todo lo que eso supone. El resultado es un folletín con elementos fantásticos y de terror que se lee en un instante y resulta muy interesante. Además la portada de Pedro Oyarbide es puro arte. Una maravilla. Yo voy a seguir toda la saga, ha conseguido que me una al fenómeno. Traducción: Carles Andreu

La quinta bruja de Angela Slatter (Duermevela Ediciones), actualmente, Slatter es de esas autoras que consiguen que les compre todo lo que sacan y, además, estamos teniendo la suerte de tener a varias editoriales que están intentando sacar alguna de sus obras. Lo bueno es que tanto Dilatando Mentes como Duermevela están consiguiendo sacar algunas de ellas y lo hacen con mucho cariño y cuidado. Slatter lo merece porque es una narradora excelente, tanto en distancias cortas, como medias como en novelas largas. Es un talento único que, además, es capaz de tratar temas adultos desde la fantasía. Esta novella está ambientada en las calles de Whitechapel y los crímenes de Jack el Destripador, lo bien que le sienta la brujería a esta época y qué matiz tan interesante añade con la protagonista femenina en una época como aquella. La verdadera pena es que sea tan cortita pero parece mentira todo lo que se puede sacar para analizar. Traducción: Rebeca Cardeñoso

Chamanes eléctricos en la fiesta del sol de Mónica Ojeda (Penguin Random House), tengo la suerte de haber leído ya varios libros de la autora antes de su paso a una de las grandes editoriales; no puedo esconder que siempre tengo miedo de que algo cambie para mal porque, evidentemente, no es lo mismo el proceso de edición en una editorial pequeña que en un monstruo. Afortunadamente esta novela confirma que la autora ecuatoriana no pierde comba, desborda de nuevo con su propuesta estética, exuberante en el lenguaje y en la construcción sintáctica, desbordante en su imaginación. Un prodigio de nuevo con ecos terroríficos que me recordaron al excepcional Mandíbula. Es una autora única.

.


Un retiro para escritoras mortal de Julia Bartz (Umbriel), cada uno tenemos nuestras filias y fobias, y estas influyen en tus compras y lecturas. La premisa de este libro me atrajo desde el minuto uno. Un retiro de escritoras propuesto por una escritora famosa que se convierte en una pequeña pesadilla por sus excentricidades es, exactamente, el tipo de lectura que me llama. Luego puede suceder que la ejecución no sea la mejor pero hay que reconocer a Bartz que, a pesar de la extensión, consigue mantener el interés y darle un par de vueltas para que avance la trama. Como apunte curioso, no esperaba sexo explícito entre mujeres y es me ha parecido diferenciador con respecto a otras novelas de este corte. Una propuesta muy curiosa de misterio. Traducción: Mia Postigo


Finlay Donovan los deja KO de Elle Cosimano (Contraluz), la nueva entrega de las aventuras de Finlay Donovan sí es exactamente lo esperaba tras su fantástico primer título (que fue una de mis lecturas favoritas del año pasado), vuelve a haber un misterio curioso que se deriva el anterior título, sigue habiendo esa química maravillosa entre Finlay y Vero que trae no pocos equívocos y situaciones delirantes, no falta el romance a “fuego lento” utilizando el triángulo que ya funcionó en la primera parte y, por supuesto, hay un humor inocente que consigue sacarte sonrisas de complicidad con las protagonistas. El único problema es que no trae ninguna innovación con respecto a la anterior entrega. Es una apuesta por la continuidad de una trabajo bien hecho. Traducción: Jorge Ollera Castelo


La casa de la orilla de Daphne Du Maurier (Alba), me encanta Du Maurier, sobre todo con su faceta más habitual orientada a las historias de terror psicológico y el misterio. Es una autora que conseguía dotar de atmósfera a sus narraciones sin perder un ápice de interés la trama. Este libro que nos trae Alba es ciertamente peculiar: se trata de una historia ciencia ficción con viajes en el tiempo. Como si se tratara de Connie Willis, juega a la perfección con los estándares del género y su prosa ayuda a presentar una época distinta. Siempre una lectura segura pro su calidad. Traducción: Concha Cardeñoso Sáenz de Miera

Visceral de María Fernanda Ampuero (Páginas de Espuma), vaya sorpresa de libro, vaya mazazo supone leer esta salvajada de la escritora ecuatoriana. Acostumbrado a sus cuentos no esperaba para nada que esto se tratara de un collage de autobiografía, memoria, autoficción… escrito desde la rabia, desde la injusticia que percibe en tantas facetas actuales. Es terroríficamente brutal, te remueve con cada una de sus palabras. Es increíble. Tengo la impresión de que va ser uno de mis libros del año (sí, ahora en abril me doy cuenta).

Un lugar soleado para gente sombría de Mariana Enríquez (Anagrama), “Las cosas que perdimos en el fuego” sigue siendo mi libro preferido de la autora argentina,  de hecho sigo pensando que me gusta más la Enríquez de las distancias cortas, de ahí que afrontara este nuevo libro suyo como el mayor de los optimismos. Y, afortunadamente, no estaba equivocado. Me gusta mucho como la autora parte de lo cotidiano, sobre todo relacionado con la mujer, para construir sus relatos muy a la manera de Stephen King. Funcionan estupendamente.  

Version 1.0.0

Linghun de Ai Jiang (Dilatando Mentes), la premisa de partida de esta novela es poderosísima: si tuvieras la oportunidad de ir a un sitio en el que te puedes comunicar con personas queridas que han fallecido. HOGAR es el nombre del sitio, sin embargo, como suele ocurrir habitualmente con otros pactos fáusticos, esto tiene un coste. “Este pueblo venera a los muertos pero no respeta a los vivos”. Linghun significa “alma” y según pasan los páginas te das cuenta de que está cada vez menos presente entre todos sus habitantes. Es descorazonador pero, al mismo tiempo, deja un poso tremendo, una reflexión increíble sobre la necesidad de avanzar y no quedarse en anclado y, cómo no, sobre la naturaleza humana y cómo reaccionamos ante la influencia inevitable de la muerte en nuestro caminar. Traducción: José Ángel de Dios


48 pistas sobre la desaparición de mi hermana de Joyce Carol Oates (RBA), no suelo leer reseñas, la mayoría de las veces me he formado un juicio y también las escribía en el pasado; sin embargo en esta ocasión, buscando el libro en la base de datos de Goodreads me llamó la atención cómo justificaba una lectora el haber puesto una estrella a este libro en particular; sus argumentos eran: que el narrador fuera poco fiable, que el final fuer ambiguo y que no aguantara al personaje. Me hizo mucha gracia porque, probablemente, sólo por estas características seguramente me iba a gustar. No me equivocaba. El libro es estupendo y Oates dedica cada capítulo a una pista para ir desenvolviendo poco a poco una trama donde la mayoría de los detalles son poco fiables, tan poco fiables como su narradora. Traducción: María Dolores Crispín


Yo navegué con Magallanes de Stuart Dybek (Pálido fuego), tengo una debilidad tremenda con este tipo de libros. Todo empezó conscientemente con Winnesburg, Ohio y la culpa fue de Sherwood Anderson, el autor aprovechaba una estructura de cuentos para unirlos entre sí de diferentes formas y confeccionar en realidad una gran novela formada por historias cortas entrelazadas. Además le servía para representar el zeitgeist de una sociedad como la norteamericana (con aspiraciones incluso a la gran novela americana). Dybek juega con el mismo tipo de factores, y, sinceramente, lo hace muy bien. Con una escritura muy detallada y una fantástica creación de personajes que son muy palpables a lo largo de sus páginas, es un trabajo redondo y me gusta mucho más que el anterior libro que publicó Pálido fuego. Traducción: José Luís Amores

Y con esto llego al final, catorce títulos entre los que más he disfrutado este comienzo de año. Es una aportación humilde. No me dedico a esto. Si aporta algo a alguien, bienvenido sea.

Mis lecturas favoritas del año 2023

Otro año más que ha pasado y no sé decir exactamente cómo ha ido. De lo que sí estoy seguro es que he disfrutado mucho de mi vicio lector. He ralentizado un poco mis lecturas porque lo del año pasado era inviable en muchos aspectos pero este año debo ralentizarlo otra vez hasta llegar a un ritmo más sostenible. También me estoy planteando cómo van a ser mis lecturas del año que viene pero eso lo voy a poner en mi post de estadísticas y propósitos para el año 2024. Ha sido un año muy positivo y es el segundo año en el que más he leído desde que tengo conocimiento. No ha estado nada mal. En cuanto a tipos de libros, he leído mucho terror nuevamente, ciencia ficción, fantasía, policiaco, juvenil… son géneros bastante representados también.

Dicho lo anterior, es el decimotercer año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Lecturas favoritas Año 2017.

-Lecturas favoritas Año 2018.

-Lecturas favoritas Año 2019.

-Lecturas favoritas Año 2020.

-Lecturas favoritas Año 2021.

-Lecturas favoritas Año 2022.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea. Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática (seguramente cambien el año que viene):

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2023. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así, podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veintidós los elegidos, que parecen acordes en cantidad con las 310 lecturas que he disfrutado.

– El orden en el que aparecen intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

– No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre ya la lista de mis favoritos:

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña) nueva edición y traducción de una de las primeras obras con la que descubrí a Oates hace ya tantos años. Es una obra que sirve para conocer el estilo de la autora, sus temas, la ambigüedad a la hora de plantear la trama y sobre todo, su gran talento. La nueva edición de Contraseña es estupenda ya que acentúa de manera muy positiva sus virtudes. Traducción: Pepa Linares

Huir de Evan Dara (Pálido Fuego),conozco la obra del gran Evan Dara gracias a que existe una editorial como Pálido Fuego y su editor-traductor al frente, José Luís Amores. Siempre es un placer sumergirse en las obras de Dara. Es un autor que juega muy bien con la forma, transformando su estilo según lo que trate y que, además, propone abono fecundo para la reflexión como esta historia de la progresiva destrucción de un pueblo cuando cierra la fábrica en la que basa todo su bienestar. Traducción: José Luís Amores


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), sobre este libro ya escribí lo que me había maravillado a principios de año y pongo a continuación el comentario, no creo que escriba nada mejor sobre ella: “Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser“. Traducción: Elisa Díaz Castelo


La Jugada final deJennifer Lynn Barnes (Molino), el tercer libro de la saga de los Hawthorne y sus Juegos de la Herencia es la culminación del modelo de la autora. Jennifer Lynn Barnes consigue crear una historia juvenil muy entretenida y la dota de mucho dinamismo con capítulos cortos y buenos cliffhangers para que no pierdas en ningún momento las ganas de seguir con ella. Traducción: Martina García Serra


Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras),Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina.” Traducción: Rubén Martín Giráldez


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), a estas alturas prácticamente nadie se acordará de este libro de Percival Everett, sobre todo porque la editorial ha tenido el gran impacto de Jon Fosse y su nobel de literatura. Sería una pena que esta novela y este autor quedaran en el olvido, sinceramente, Fosse me parece muy aburrido. Con Everett me lo pasé genial y es una novela comprometida y divertida. Traducción: Javier Calvo


Finlay Donovan: Una detective de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), estaba repasando lo que dije sobre el libro en su momento y me parece perfecto para la ocasión: “El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega”. Traducción: Jorge Ollero Castela



Monje y Robot de Becky Chambers (Crononauta), me parece genial que en Crononauta hayan adoptado esta línea editorial, no sólo la de la diversidad y la valentía de publicar autores que no publican en las grandes sino una línea en cuanto al estilo porque Chambers es algo distinto, es una autora que exige un ritmo de lectura más sosegado, muy al contrario de cualquier best-seller; al mismo tiempo que te obliga a ese desafío te propone reflexiones, es una literatura radicalmente diferente a lo acostumbrado y eso está realmente bien. Traducción: Carla Bataller Estruch


Acércate de Sara Gran (Biblioteca de Carfax), ya dije que el terror iba a estar representado y empieza con este magnífico libro de Sara Gran, libro que, a pesar de haber sido publicado hace bastante tiempo, no ha visto la luz hasta este año gracias a las editrices de Carfax. Otro dato curioso al respecto es que este año ha habido dos libros de posesiones de nivel mayúsculo y que van a estar en esta lista. Este es el primero, toda una rara avis en la que la autora toma la perspectiva de la poseída. Algo totalmente inusual y que trae un enriquecimiento de la narración increíble. Es un libro fabuloso. Traducción: María Pérez de San Román

La mala costumbre de Alana S. Portero (Seix Barral), este libro lo vais a ver en un montón de listas de lo mejor del año y es lógico. El libro de Portero es una pequeña joya por su manejo de la forma y, sobre todo, porque utiliza la ficción como un vehículo inigualable para reflejar la realidad de una mujer trans. Y consigue que sea muy emocionante, un libro inolvidable.

Muertos de segunda de Christopher Buelhman (Hermida Editores),dentro del género del terror me encantan las novelas de vampiros; desgraciadamente, hay de todo y, en muchas ocasiones tengo que leer productos bastante irregulares o de una calidad ínfima. No es el caso de este hardboiled vampírico de Buehlman que viene a demostrar que se puede seguir escribiendo sobre vampiros y hacer cosas nuevas, aquí, hay un tratamiento de los personajes muy cuidado y la ambientación es una maravilla, como si de una novela negra se tratase. Es un libro espléndido y muy bien escrito. Traducción: Óscar Mariscal

La glándula de Ícaro de Anna Starobinets (Impedimenta), esto ha sido una sorpresa más que agradable, entre otras cosas porque los libros publicados por Starobinets están en su mayoría descatalogados (los sacó Nevsky, una editorial desaparecida); lo mejor de todo es que han escogido reeditar posiblemente su mejor libro de cuentos, una antología que, en esta relectura y con la nueva traducción ha ganado aún más enteros. Es excepcional. Es la mejor manera de conocerla. Traducción: Fernando Otero Macías


Nuestras esposas bajo el mar de Julia Armfield (Sigilo), bien por Sigilo que nos vuelve a traer un libro de la escritora británica Julia Armfield, sus cuentos ya fueron una aproximación diferente. Esta novela vuelve a conseguir adentrarse en un género como el terror de una manera muy diferente, sutil, intimista. Sin centrarse en los sustos o en lo explícito y construyendo una intriga psicológica con un gran desarrollo de sus dos personajes, eso es lo bueno del terror actual, que existen un montón de temáticas, puntos de vista y diversidad. Traducción: Virginia Higa


Una casa sobre tus huesos de Marina Tena Tena (Dimensiones ocultas), el editor de Dimensiones Ocultas, Robbie Darko, no para. Este año ha inaugurado un sello juvenil de terror e incluso un premio, el Lestat, para premiar una novela de terror española. No puedo estar más a favor de su primera ganadora, siempre es un placer leer a Marina Tena Tena porque siempre da un giro distinto a temáticas del terror. Este aparente cuento de hadas es tan perverso en su parte final que no puedes dejar de leerlo. Una pequeña maravilla.

Los chicos del valle de Phillip Fracassi (Dilatando Mentes), como ya he dicho anteriormente, esto ha sido una verdadera casualidad, quién iba a pensar que me iba a leer dos libros de posesiones tan excepcionales y diferentes en un mismo año. El de Fracassi no destaca por el punto de vista pero, sin embargo, tiene un desarrollo increíble de los personajes, la localización es en un orfanato y es brutal, con un crescendo que, además, es tremendamente emocional. Hay que leerlo para creerlo. Traducción: José Ángel de Dios


Todos en mi familia han matado a alguien de Benjamin Stevenson (Planeta), una vez superadas las reticencias iniciales (la irritante voz del narrador poco fiable), estamos ante una historia de corte clásico detectivesco (con muchas alusiones al Detection club) bien narrada y con una buena sorpresa final. Qué recorrido tan particular tiene este libro, como una aclimatación al narrador y luego un gran sentido de la maravilla por su inteligencia.  Traducción: Victor Ruiz Aldana


Un payaso en el maizal de Adam Cesare (Dimensiones ocultas), el gran año de una editorial tan pequeña y centrada en un público tan particular ha tenido el mejor colofón posible con la novela de Cesare, un slasher con una idea muy chula que, además le permite extenderla en una saga que ya tiene dos partes más y que vendrán de la mano de editoriales igualmente. A lo mejor las siguientes partes no serán tan inspiradas pero mientras tenemos este trallazo increíble. Traducción: Robbie Darko


Nada que decir de Silvia Hidalgo (Tusquets), el premio de novela Tusquets de este año está en la mejores manos. El talento de Hidalgo es un seguro de vida, nadie como ella para reflejar en una novela todo lo que hay que sufrir por el hecho de ser mujer y qué forma tan precisa y evocadora de formularlo. Es una autora excelente. Quiero más libros suyos. z


Mi corazón es una motosierra de Stephen Graham Jones (Biblioteca de Carfax), a estas alturas ya no voy a descubrir a nadie a ese coloso del terror que es Graham Jones,  en esta primera parte de su trilogía del lago indio, utiliza a su fabulosa protagonista, Jade Daniels, para realizar un homenaje total al género de los slashers con una cantidad desorbitada de referencias que usará para predecir los acontecimientos que se van a producir. Es un libro tremendo, todo un desafío porque el autor no es para nada sencillo, te obliga a leer de otra manera y es parte de su sello personal. Traducción: Manuel de los Reyes

Conejo Maldito de Bora Chung (Alpha Decay), no es fácil destacar escribiendo cuentos hoy en día, y es así porque hay mucha gente escribiendo y es cada vez más difícil hacer algo genuino, De ahí que esta antología brille con luz propia por convertirse en un mazazo brutal en el estómago. Los cuentos de fantasía, ciencia ficción y terror parecen salidos de las peores pesadillas de la cabeza de la autora coreana. Para mí, es la mejor antología del año. Traducción: Alvaro Trigo Maldonado


La escritura como un cuchillo de Annie Ernaux (Cabaret Voltaire), me encantan los libros en los que los autores/as hablan de sus obras y su método creativo. Aquí se realiza a lo largo de un diálogo durante un año de preguntas y reflexiones entre Annie Ernaux y Frédéric-Yves Jeannet. Me encanta Ernaux con todo lo que hace pero lo de este libro es aún más excepcional. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


El reloj de sol de Shirley Jackson (Minúscula), no se me ocurre mejor manera de finalizar mi lista de lecturas favoritas del año con un libro muy curioso; me encanta Shirley Jackson pero este libro me ha gustado de una forma muy diferente, qué talento el de la autora para construir una farsa total con unos personajes tan disfuncionales, también tiene elementos oscuros pero su talento para la comedia es innegable y me ha vuelto loco descubrirlo aquí. Traducción: Maia Figueroa Evans

Esto cierra el ciclo de mis lecturas favoritas de este año. Veremos cómo se presenta el siguiente. Nunca se sabe.

¡FELIZ AÑO 2024! ¡Buenas lecturas!

19 librazos para el día del libro del 2023

Este año me ha costado horrores llegar a esta lista. Las cosas han cambiado mucho. Antes, por escribir en un medio, no me cortaba en pedir a las editoriales sus planes para los próximos meses, a eso se sumaba que la librería en la que compraba estaba en Madrid y podía pasarme en cualquier momento a coger algún libro que me faltara para completar la lista. Ahora soy un simple particular que lee mucho. Pocas cosas hay más irrelevantes.

En un mundo tan globalizado y con tanta gente recomendando libros independientemente de lo que se lea, mi contribución es poco más que una anécdota, no aporto prácticamente nada. Y el año que viene espero aportar menos porque no puedo comprar lo que compro ahora mismo. Mantendré las listas este año… el año que viene, ya veremos. Dicho todo esto, allá va la selección que he preparado para este día del libro:

Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras), hay que reconocer que desde Malas Tierras están configurando un catálogo independiente muy interesante y que busca diferenciarse del resto de editoriales, y esto se está cuidando hasta en el formato escogido, diferente al de otras editoriales; quizá lo que más me ha gustado es la recuperación de autoras que han pasado bastante inadvertidas por estos lares y sin limitarse al mercado anglosajón. Tal es el caso de la francesa Marie Redonnet y la recuperación de este título tan peculiar. Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina. Traducción: Rubén Martín Giráldez


Cuentos de lo insólito de May Sinclair (Biblioteca de Carfax), siendo fiel a mis costumbres, lo que me gusta empezar el año con el primer libro que sacan en la Biblioteca de Carfax recuperando a alguna autora victoriana. En esta ocasión le toca a May Sinclair, prácticamente desconocida a pesar de ser, como dice en el prólogo, una “dama vanguardista que cayó en el olvido”. La selección está formada por siete cuentos, aunque uno de ellos (El defecto en el cristal) con la longitud de una novella. Historias que se leen y se disfrutan de una manera muy actual a pesar de ser del siglo XIX gracias las interesantes ideas de la autora. Una lectura estupenda. Traducción: Shaila Correa


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), ya iba tocando que De Conatus hiciera su aparición en mi lista y con la publicación de este libro del afroamericano Percival Everett es una ocasión estupenda para recomendar sus títulos. La novela de Everett es una mezcla de estilos muy atractiva donde se junta una investigación policíaca con un aparente serial killer que se dedica a asesinar a blancos que, en el pasado, se dedicaron a hacer linchamientos a personas de color. Ambientada en la actualidad (con Trump y el Ku Klux Klan….) no se centra solamente en ese margen de tiempo sino también en el pasado y el autor lo utiliza para reflexionar sobre el odio al diferente de una sociedad como la norteamericana. Lo mejor de todo es que, además, en esa aparente seriedad sobre los temas tratados siempre hay un esfuerzo cómico que funciona a la perfección, como comedia negra no tiene precio. Una de las primeras grandes obras del año. Traducción: Javier Calvo



Los noventa de Chuck Klosterman (Península), me da un poco de pena que este título se haya publicado en una de las grandes monopolizadoras literarias, de ahí que no pierda la oportunidad de recomendar las anteriores novelas del autor publicadas con tanto mimo y buen gusto en EsPop, no perdáis oportunidad de leer alguna de ellas. El blurb que aparece en la portada de este último título es, en mi opinión, muy acertado ya que estamos posiblemente ante uno de los mejores cronistas culturales de la generación X. Klosterman coge una década, la de los noventa, y vuelve a demostrar su capacidad de síntesis sin perder rigurosidad y añadiendo siempre pequeñas notas cómicas que hacen que sus ensayos siempre sean muy entretenidos. Evidentemente, el tema tratado está muy dirigido en esta ocasión a un público objetivo (yo estoy muy incluido) que ha vivido esa época y de la que guarda tantos recuerdos. De hecho, a pesar de algunas particularidades muy específicas de EEUU, la mayoría del contenido es perfectamente reconocible y disfrutable, como él bien dice es, posiblemente, la última etapa antes de la entrada global de internet donde este tipo de crónica será mucho más difícil por la falta de fenómenos centrales y la mayor distribución. Me gusta mucho todo lo que comenta pero, especialmente, cuando se refiere a temas culturales (música, cine.. etc..) me parece que está aún más inspirado (sólo hay que ver sus reflexiones sobre Nirvana y el Grunge o Tarantino y Pulp Fiction). Hacía tiempo que no ponía ensayos en mis listas y han vuelto por la puerta grande. Qué magnífica propuesta. Traducción: Ana Camallonga

Finlay Donovan: Una escritora de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), nome voy a atribuir el mérito de haber llegado a esta novela, no la tenía en el radar, es uno de esos ejemplos maravillosos por los que vale muchísimo la pena dejarse recomendar por buenos libreros, y para eso tengo uno de los mejores (para mí, el mejor); Jónatan sabe lo que leo, sabe mis compras, sabe lo que más disfruto, y según eso, es capaz de recomendarme escritoras que pueden gustarme y os puedo asegurar que acierta en un porcentaje altísimo. El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega. Traducción: Jorge Ollero Castela

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña), han pasado más de diez años desde que empecé a leer a Joyce Carol Oates (nada como tener a Goodreads para sacar este tipo de datos inútiles). Estaba casi convencido de que Bestias (en la edición de la extinta editorial Papel de Liar) fue el primer libro pero estaba equivocado. El primero fue el ahora inencontrable A Media Luz (publicado por Lumen en su momento); fue el segundo. Me acuerdo de él especialmente ya que me causó mucha impresión por lo que narraba y por la forma de hacerlo. Esta nueva edición (con nueva tradición del título) me ha parecido maravillosa. La portada no resulta tan impactante como la de la edición anterior pero el trabajo de la traductora subraya aún más las muchas virtudes de la historia, la decadencia de los protagonistas unida a su perversión, la sutileza con la que trata temas tan potentes y, sobre todo, un gusto poético a la hora de transmitir todo el lirismo de lo que nos cuenta. Sentí la necesidad de leer más lentamente para poder paladear cada frase, cada párrafo espléndidamente construido. Sólo espero que no sea la última obra que nos traigan de la autora. Traducción: Pepa Linares

.


La Jugada Final de Jennifer Lynn Barnes (Molino), no me extraña nada el éxito de Lynn Barnes con esta saga y con la autora. Parece mentira que llevara ya más de veinte libros en su haber y nadie se hubiera atrevido a traerla por aquí. Me imagino que sería por el típico prejuicio a publicar novelas de género para jóvenes, afortunadamente, con el auge que estamos viviendo estos últimos años (también en España) para este tipo de novelas, ha encontrado su hueco y es un hueco tremendamente jugoso. Sus ingredientes para el éxito son claros, capítulos cortos, tramas muy bien urdidas, bastante culebrón, dejando cada capítulo con una revelación que ayude a continuar y, cómo no, mucha imaginación. Estos Juegos de la Herencia son el epítome de todo lo que hace bien la autora. No tengáis miedo, coged el primero y seguro que llegáis al tercero sin esfuerzo y disfrutando un montón Nota importante: a pesar de ser libros dirigidos para un público son disfrutables por todo el mundo igualmente. Traducción: Martina García Serra


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), qué maravilla todo lo que trae tránsito, en esta ocasión me ha costado escoger porque los tres títulos que han sacado últimamente son todos buenísimos y no me suele gustar repetir editoriales pero la ocasión lo merece. El primer título es de la escritora Myriam Gurba, una escritura norteamericana de origen mexicano que compone aquí su novela de formación autobiográfica personal. Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser. Traducción: Elisa Díaz Castelo


Huir de Evan Dara (Pálido fuego), probablemente, Dara sea el autor actual que mejor sabe utilizar el recurso del narrador colectivo (una narración en la que se van superponiendo las voces de un montón de personajes innominados); en Huir parece la mejor solución para contar la progresiva destrucción de un pueblo cuando el motor económico de la localidad echa el cierre de manera inesperada. Lo bueno de esta novela es que, en esta ocasión, lo alterna con algunas individualidades, personajes con nombre que actúan directamente ante los eventos que se suceden tanto para intentar evitarlo como para revitalizarlo posteriormente. De  esta manera una historia que refleja tan bien los problemas del capitalismo consigue mostrar cómo afecta en general y de manera personal a algunos de sus habitantes dando una implicación emocional al mismo tiempo que describe hechos objetivos. Con Dara nunca te equivocas, lecturas que ayudan a reflexionar y que se disfrutan en mayor medida con el manejo del lenguaje del autor. Traducción: José Luís Amores

La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán (Siruela), qué gran acierto por parte de Siruela incluir en su colección de clásicos de novela negra a la autora gallega, lo de doña Emilia es de no creerse lo buena que era. Capaz de transitar por cualquier tipo de género (terror incluido) y hacerlo antes que nadie. Esta pequeña narración policiaca vuelve a demostrar todos esos aspectos pero se magnifican aún más porque estamos hablando de 1911, no había prácticamente referentes españolas en esa época y Pardo Bazán decide nada menos que presentar el tropo del entrometido/a para narrar una historia que subvierte muchos de los tropos habituales inherentes al género en una época en la que no era nada común. El final es tremendo (y nuevamente poco habitual) y su estilo es, como ya sabemos, cuidado hasta el límite. Sinceramente, lo comparas con obras más modernas y tendrías serias dudas para saber cuál es la moderna (sólo el lenguaje la delata).

El hombre joven de Annie Ernaux (Cabairet Voltaire), desde que le concedieron el Nobel de literatura, nueve libros suyos han pasado por mis estanterías (y seguirán cayendo). Me convence totalmente su estilo y la forma de narrar lo que le sucede, sobre todo cuando se trata de hechos que se salen de lo habitual. Por ejemplo, en este libro, una de las veces que está saliendo con el chico en cuestión, piensa lo siguiente: “A veces notaba en algunas mujeres de mi edad el deseo de atraer su mirada según, pensé, una lógica simple: “Si le gusta ella, es que prefiere a las mujeres maduras; entonces, ¿Por qué no a mí?”. Conocían perfectamente su lugar en la realidad del mercado sexual, y que fuera transgredido por una de sus semejantes les daba esperanza y audacia.” Ella es perfectamente consciente de cuánto está transgrediendo una situación, y no sólo piensa en cómo la mirarían los hombres (previsible) sino cómo se sentirían mujeres como ella, mujeres que están “fuera de mercado”. Qué audaz es Ernaux a la hora de transmitir sus sentimientos y qué necesario es que haya personas como ella que no tengan miedo a salirse de establecido. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


Los empleados de Olga Ravn (Anagrama), no suelo poner libros de Anagrama, posiblemente no vuelva a poner otro pero, en esta ocasión me lo voy a saltar con un libro distinto y poco habitual en su catálogo. Gracias a la recomendación de Adrián Álvarez me sumergí en su lectura y tengo que reconocer que su planteamiento me parece muy sugestivo: una distopía planteada desde una nave que lleva meses sobrevolando el planeta Reciente descubrimiento y en la que conviven humanos con humanoides de una manera simbiótica en su principio para acabar deformándose en la parte final. Tiene mejor planteamiento que conclusión pero yo me quedo con la narración sensorial de Olga Ravn, una narración muy atenta a los colores, los sabores y, sobre todo, los olores: “El resultado de mi investigación determina que el mejor modo de comunicarse con los objetos es a través de los aromas. Por eso, cuando estoy allí dentro, masco hojas de laurel. He logrado numerosos avances en mis estudios gracias a esta técnica, y he conseguido ni más ni menos que varios de los objetos respondan a mis peticiones desprendiendo ellos a su vez un aroma.  Cada objeto posee en su seno un aroma distintivo, y hasta me atrevería a decir que personal, y el objeto lo aferra como una mano que protegiera una perla.” Traducción: Victoria Alonso


Madres oscuras de Varias Autoras (Horror Vacui), curiosísima propuesta de Horror Vacui que se centra en la presentación de madres (ojo, no maternidades) desde un punto de vista más oscuro de lo habitual y lo hace con una combinación de autoras totalmente heterogénea que va desde George Sand y Willa Cather hasta autoras contemporáneas actuales como Eva Cid y Layla Martínez. Diez historias que tienen como objetivo que nos olvidemos de los ejemplos de madres habituales para demostrar que existen otras posibilidades y no todas ellas son satisfactorias, ahondando más en la idea de las “malas madres”. Lo mejor es acudir sin ideas predeterminadas y dejarse llevar, todo un festín de heterogeneidad. Traducción: Sergio Chesán


La llave maestra de Bernard Capes (Who editorial), me parece muy interesante el trabajo que está haciendo una editorial pequeña como Who, ya que de una manera marginal se está acercando a unas obras policíacas (de una época increíblemente pródiga en títulos) centradas en lo detectivesco pero sin sacar las opciones más habituales (dentro de un género que es un nicho en sí mismo más allá de Agatha Christie). De ahí que la traducción de este libro de Bernard Capes se convierta en todo un acontecimiento ya que, como dice Chesterton en el prólogo nos encontramos con un escritor que resulta ciertamente poético en su planteamiento de las situaciones y de la propia historia sin resultar un óbice para el avance de la trama principal. Tiene uno la impresión de estar ante un orfebre que alterna poesía con prosa sin que apenas nos demos cuenta; da gusto encontrar una posibilidad como esta, sobre todo si, como a mí, te apasiona la época del Detection Club. Traducción: Manuel Navarro Villanueva


El evangelio del Nuevo Mundo de Maryse Condé (Impedimenta), qué bien que Impedimenta haya tomado la sanísima costumbre de sacar un libro de Condé al año, la ganadora del Nobel alternativo el año que no hubo Nobel de literatura siempre es una opción segura en cuanto a calidad y entretenimiento. Este libro es, además, el último que se ha publicado de la autora a nivel internacional y es una visión alternativa del relato mesiánico sustituyendo la figura cristiana de Jesús por Pascal, un ambiguo personaje que actúa como si fuera un Mesías en unas circunstancias totalmente diferentes. Lo bueno como siempre es que la autora utiliza este relato para presentar temas relacionados con el colonialismo y el racismo y el relato no se resiente y resulta muy ameno. Los que conozcan el relato bíblico disfrutarán aún más de los contrastes que se van presentando. Traducción: Martha Asunción Alonso


Jesús y John Wayne de Kristin Kobes Du Mez (Capitán Swing), pues sí, en esta ocasión ha caído más de un ensayo en los títulos recomendados para este día del libro. Tengo que reconocer que el tema me interesaba bastante a nivel de actualidad política pero después de ver esa portada, es de esas pocas veces en que un título se vuelve irresistible desde que lo ves por primera vez. Si además te encuentras con un material tan bien meditado y desarrollado como el de Du Mez, me veo en la obligación de recomendarlo sin ningún tipo de reticencia. Traducción: Gemma Deza Guil

Less está perdido de Andrew Sean Greer (ADN Novelas), Less fue excepcional, sin medias tintas, conseguía un equilibrio maravilloso, como bien decía mi amigo Jónatan entre la comedia, lo queer y aquello que es dramático y no se puede controlar, un punto de desesperación ante la vida. La segunda novela con el mismo encantador protagonista no puede ir mal porque el escritor tiene mucho talento. Puede que no gane el Pulitzer (como ocurrió en la anterior entrega) pero seguro que uno se lo vuelve a pasar bien de nuevo con él. Traducción: Miguel Marqués Muñoz

Sólo quería bailar de Greta García (Tránsito), la “verborreica” y deslenguada autora, Greta García, compone en esta obra tan particular una tragicomedia andaluza, o un drama vestido de comedia, que casi sería más exacto. Tuve dudas entre esta novela y la de Lucille Clifton pero al final me he decantado por la opción española porque, al fin y al cabo, no suelo poner tantas por aquí. También la he puesto porque me ha resultado más potente a nivel de lenguaje, quitando los típicos estigmas que reciben los andaluces por su forma de hablar, y porque la autora es salvaje e irreverente, se atreve con todo. No es fácil encontrar un despliegue de tal calibre, hay que afrontarlo sin miedo a lo que puedas encontrar, seguro que consigue escandalizar en algún momento y me parece muy saludable.

Crímenes Reales de Samantha Kolesnik (Biblioteca de Carfax), la colección Deméter avanza y con cada título conforma una forma distinta de confeccionar un catálogo diferenciador con respecto a otras editoriales e incluso en comparación con su sello principal. Las editoras de Carfax no sólo se dedican a publicar terror sino que, con cada título que sacan, definen aún mejor su idiosincrasia gracias una selección sencillamente fabulosa. Ese libro de Kolesnik es una nueva piedra en esta construcción y vuelve a demostrar el buen gusto de las editrices. El relato es muy crudo, se acerca al splatterpunk pero sin recrearse en él, y sirve para reflejar lo importante que puede llegar a ser en la formación de una persona los abusos sufridos a lo largo de su infancia, hasta el punto de originar una nueva espiral de violencia de la que no es posible salir. Suzy y Lim son los perpetradores y víctimas al mismo tiempo y no hubo forma de que apartase la mirada del libro hasta que leí la última palabra. Duro, descarnado y doloroso en apenas doscientas páginas, intensidad pura para los amantes del terror . Traducción: Shaila Correa

Y con esto llego al final, diecinueve títulos entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato. ¡A disfrutar!

Siempre a vueltas con el terror

Hacía tanto tiempo que ni recordaba la última vez que fui al cine a ver específicamente una película de terror; me da la impresión de que alguna vez lo hice con mi madre, cuando estaba soltero en las sesiones de cine en las que aprovechábamos los días de espectador. Eso se me antoja una cantidad desorbitada de tiempo.

El pasado sábado me regalaron una entrada para ir a ver de estreno la sexta entrega de una de mis sagas favoritas: Scream. Tenía un poco de miedo, la quinta fue un intento de revitalizar la saga que se quedó a medias en prácticamente todo (a pesar de su éxito comercial). Afortunadamente fue un acierto mayúsculo, es mucho mejor que la quinta y pone la base para continuar en siguientes entregas. Destacaría lo siguiente como hechos que dan optimismo al respecto:

-La combinación de las dos hermanas (Jenna Ortega y Melisa Barrera) como Final Girls funciona, tiene química y sirve para tener dos tipos distintos de ellas (con la posibilidad futura de que Sam pueda acabar siendo como su padre).

-Se ha subrayado aún más el whodunit en esta entrega sin dejar de lado los elementos terroríficos y de slasher. El escenario escogido mucho más amplio (New York) me daba mucho miedo ya que Woodsboro (más contenido) parecía ser lo ideal para una película de este subgénero. La realidad es que no se consigue un slasher al uso, esto no tiene ya nada que ver con el comienzo de la saga pero está evolucionando a algo manejable y que trae diferentes sensaciones.

-El final es toda una herencia de las novelas de Agatha Christie, evidentemente no diré cuál porque cualquier avispado se daría cuenta antes de tiempo.

-POR FIN deja atrás la mayoría de los personajes originales, un cambio necesario y que refuerce aún más la sensación de legado. Espero que Gale ya no aparezca en la siguiente.

-Sigue igual de sangrienta, o puede que más que las anteriores. Aumenta el body count considerablemente, y…. ¡empuña una escopeta!

Y, además, me llevé una figura de Ghosface. Noche redonda.

Bestias, mis comienzos con Joyce Carol Oates

Gracias a Goodreads (la aplicación que utilizo para llevar mi biblioteca) recordaba que hacía más de diez años que leí el primer libro de Oates, no fue Bestias, sino A media luz, un libro descatalogado en Lumen que fue mi puerta de entrada. El segundo sí fue esta historia con la edición de la extinta editorial Papel de liar y supuso la confirmación de mi gusto por la autora.

Lo he dicho alguna vez, una de las mayores virtudes de Oates es su capacidad de cambiar de estilo y de género, siempre consigue adaptarse a la historia que está contando y metamorfosear su manera de contarla. En Bestias esta adaptación es más que patente, de ahí que el traductor/a tenga que saber reflejar esta circunstancia.

La nueva edición de contraseña con traducción de Pepa Linares me ha parecido fabulosa, refleja a la perfección el clima decadente y opresivo en el que se mueven los dos profesores y que les sirve para subyugar a sus alumnas y abusar de ellas. Y todo ello lo consigue dotando a cada frase de lirismo. Esa dicotomía arte-perversión está muy lograda y resulta, en la mayoría de las ocasiones, ciertamente poética. Trata temas muy duros de una manera muy sutil y desde el principio queda clara la naturaleza de los dos profesores: “Somos bestias, ese es nuestro consuelo.”

Espero que siga la buena racha y puedan traer alguna propuesta más de la autora con esta calidad de edición.

Ronan, defeated

Ronan ha supuesto mi primer momento para construir mazos, es la primera vez que lo he necesitado entre tres campañas y cuatro escenarios. Sin duda, para mí, “Los más buscados de la galaxia” en modo campaña (no cada escenario de manera individual) es el escenario más difícil de superar. Y lo es, sobre todo, porque vas heredando una serie de desventajas que, aunque intentes compensarlas comprando en la tienda, no resulta suficiente para la dificultad general.

Incluso utilizando a Gamora, una heroína completísima como ya he contado en alguna ocasión, tuve que cambiar algunas de sus cartas para encontrar una solución. Ronan es muy difícil porque la amenaza avanza rapidísimo y porque sus cartas de encuentro (siempre como mínimo dos de ellas…) tienen la palabra clave Oleada impresa con frecuencia (que hace que se muestren más cartas de encuentro). De ahí que, en la fase del villano, puedas recibir ataques descomunales (por el poderío de ataque de Ronan gracias a su lanza y la gema del poder cuando te la quita), o que te avance el plan a la siguiente etapa o incluso que recibas cuatro o cinco cartas de encuentro. Es insostenible.

Mi primer diseño fue reforzar las cartas con eventos de intervención, desde luego me sirvió para controlar la amenaza y para quitar planes secundarios molestos como el molesto Maniobra de pinza (dos aceleradores de amenaza), pero me di cuenta de que en cuanto cambiaba al alter ego para recuperar vida, el plan avanzaba tan rápido que ya no podía pararlo. La solución fue cambiar algún evento de justicia y complementarlos con alguno de defensa. Especialmente útil es uno del mazo del Doctor extraño que cura dos de vida y hace dos de daño al enemigo. Un bombazo.

Aún así, llegué a las dos últimas rondas justito, le acaba de quitar un montón de vida y me arriesgué a no cambiar a alter ego, tenía sólo 3 puntos de vida casi al final del turno. Quién iba a imaginar que mi salvación iba a ser un aliado, en este caso, además, uno que no he utilizado mucho: Angela. Este aliado tiene una característica especial, tiene coste cero a condición de buscar en el mazo de encuentros un esbirro para ponerlo frente a ti. El esbirro que puede sacar además tenía ataque veloz (de 1 afortunadamente). Llegué a la fase de villano con 2 de vida, el villano con 3. Tenía que sobrevivir para poder matarle en mi turno. Había vaciado la amenaza, el ataque del villano iba a ser brutal pero utilicé a Angela para defender ese ataque. De los dos esbirros que estaban enfrentados a mí, defendí uno de ellos. Me quedaba uno de vida. Había que desvelar dos cartas de encuentro. Era casi imposible.

La primera carta obligaba al villano a avanzar el plan… ufff… por ahora sobrevivía

La segunda carta era Fanatismo, se le asignaba con dos contadores de furia a Ronan pero sería para su próximo ataque, tenía oleada…. Había que sacar una más…..

La tercera fue un plan secundario: Corte de energía… no me dejaba quitar del plan por su icono de crisis. ÉPICO.

Tres cartas de encuentro y sobreviví. En mi siguiente turno le lancé un cañonazo de 3 de energía y lo derroté. De verdad, qué partida para el recuerdo.

Me temo que Espiral (en el escenario de Mojomania) me va a obligar a tunear otro mazo… ya os contaré.

Cuidaos mucho

Un abrazo

Volver a Buffy y Angel

He retomado el visionado de las temporadas de Buffy y Angel; lo tenía abandonado porque estaba viendo demasiadas cosas a la vez y con el rebalanceo que hice la semana pasada he sacado el tiempo suficiente para ver todos los días un episodio. Alterno las dos series según el orden en que salieron en EEUU en su momento y ahora mismo me encuentro en el capítulo nueve de la quinta temporada de Buffy (la temporada en que se canceló, aunque luego volviera con sus dos últimas temporadas).

Después del horrible villano de la cuarta (Adam definitivamente no tenía carisma), Glory fue todo un avance, representaba una amenaza real aparentemente indestructible, desconocida para la patrulla de Buffy y con los suficientes elementos cómicos para aligerar la trama. La primera vez que la vi recordaba bastante bien sus vicisitudes, esa búsqueda constante de un plan para descubrir dónde está la llave (Dawn) y cómo fracasaba una y otra vez, también recordaba The body por motivos obvios. De lo que no era tan consciente, sin embargo, y ahora me llama más la atención, es el proceso que siguen Buffy (especialmente) y Dawn (de otra manera) hasta la llegada de dicho episodio.

Precisamente he empezado con el capítulo ocho Shadow y el nueve Listening to Fear, capítulos en los que Joyce descubre que tiene un tumor en la cabeza y la llevan a operar respectivamente. Hay que ver lo que suponen emocionalmente para la protagonista, ambos capítulos son dramas totales con el “Monster of the week” incluido y, definitivamente, asistimos al crecimiento como adulta de Buffy, abandonando de verdad la adolescencia y tratando un tema tan adulto como es la enfermedad de una madre. Hay que reconocer que están ambos muy equilibrados, presentando un conflicto que una cazavampiros, la elegida, no puede solucionar. Tiene gracia cómo incluso plantea la magia como solución a su patrulla y le hacen ver de las posibles consecuencias que puede traer este tipo de intromisiones (sabremos de ello en la sexta temporada). Lo bueno es que toda esta situación no interfiere en la trama principal de fondo y no dejan de presentar nuevas situaciones que se intercalan con ella.

Lo bueno de verla ahora tanto tiempo después del primer visionado es que me estoy fijando en aspectos a los que mi yo adolescente no les daba tanta importancia y, sin embargo, ahora me parecen claves en la evolución del personaje. ¿Estoy disfrutando de ello? Pues sí, de nuevo, pero por más motivos y, posiblemente, diferentes.

Nueva #carretilla

Os habréis dado cuenta pero, por si acaso, lo aclaro para los que lleguen de nuevas. Entre las toneladas de ocio que consumo siempre tiene prioridad la lectura. Una vez la lectura está ordenada y tiene su hueco diario es cuando ordeno las siguientes propuestas (series, cine, switch, juegos de mesa….); y esto es así porque me he dado cuenta de que si lo primero no lo tengo asegurado parece que no estoy equilibrado internamente. De ahí que en estas pequeñas cartas nunca faltará algún comentario referente a lectura y a sus hábitos, lo demás puede faltar pero eso nunca.

Esta semana me llegó la #carretilla de febrero (como siempre gracias a Jónatan y sus recomendaciones y la logística de La casa tomada). Su composición es ligeramente peculiar y está diseñada especialmente para seguir catando novedades que puedan ser susceptibles de aparecer en la lista que estoy haciendo para el día del libro (todavía me queda alguna posibilidad de la anterior pero estoy acelerando con ellas)

Sin duda el libro más esperado es la conclusión de los Inheritance Games de Jennifer Lynn Barnes (La Jugada Final), me estaba guardando el segundo para leerlos los dos seguidos y en cuanto termine con el excelente ensayo de Klosterman (Los Noventa), va a ser la máxima prioridad. El segundo que va a subir puestos en mi inmensa pila de lecturas es el de Finlay Donovan de Elle Cosimano, recomendación directa de mi querido Jónatan, y con buenas recomendaciones de otras personas, la idea de un Cozy crime divertido y bien escrito siempre me atrae.

En el segundo vagón de prioridad irían las propuestas de Shamini Flint (su detective malasio me gustó mucho en su primera entrega); Myriam Gurba (Tránsito siempre me trae historias interesantes escritas por mujeres) y Leila Slimani (En Cabaret Voltaire le están dando una continuidad que merece y mucho esta autora).

Bestias va a ser una relectura del libro de Joyce Carol Oates aprovechando que sale nueva traducción y edición de su obra, siempre apoyo a Contraseña con estos lanzamientos pensando en la posibilidad e que traigan alguna obra inédita.

Por último, tres mangas variados que caerán en el viaje a León (el concierto que tengo en dos semanas) y el resto que irán cayendo según lo que me apetezca más en cada momento. No tengo claro todavía cuando pero mis apetencias se van metamorfoseando según el contexto en el que me encuentre.

Quantumania

Aprovechando el cumpleaños de nuestro peque, nos acercamos al cine a ver la última película de Marvel. Ahora que lo que se lleva es poner a parir cada película que sacan tengo que reconocer que la disfruté muchísimo. Ni falta que hace que cada película tenga que ser un Endgame, con que consigan un entretenimiento solvente me vale. Al fin y al cabo, cuando lees cómics sabes que no todos ellos están destinados a trascender. Lo mismo sucede con la literatura, hay críticos culturales que leen veinte libros al año y todos son obras maestras, es demencial. Parece más importante demostrar que tú sólo lees obras maestras que de verdad disfrutar de la lectura, la pose está dejando atrás a la cultura.

Quantumania es una aventura estupenda que bebe de las raíces del Pulp, de los cómics de ciencia ficción de los años sesenta, con un diseño que busca el sentido de la maravilla a la hora de presentar el mundo cuántico y que sirve como legado para presentar a Estatura y a Kang como verdadera amenaza del MCU (tras lo de Loki). Y con batallas tremendamente divertidas y algún toque de humor.

No busca en ningún momento ser seria y es autoconsciente de ello, busca entretener que, al fin y al cabo, el es fin principal de la cultura. Y lo logra con creces, ojalá Marvel siga la senda de esta y de otras como la última del Doctor Extraño y no se centre tanto en propuestas como Pantera negra, demasiado enfocada en parecer seria.

Os habéis salvado esta semana… no hay Marvel Champions…. La próxima nunca se sabe.

Cuidaos mucho

Un abrazo

Mi primera carta

Empezar un nuevo año suele venir cargado de buenos deseos, toda persona intenta buscar ese punto de partida para mejorar lo que no hace tan bien; por ello, es una época pródiga en comienzos de dietas, abandono de hábitos molestos, comienzos de gimnasios y ejercicios varios y un largo etcétera de nuevas costumbres que, en la mayoría de los casos, suele ser difícil de mantener.

En el ocio y lo cultural también se producen este tipo de fenómenos y, ya en mi caso personal, siempre pienso cómo compartir las cantidades ingentes de ocio/cultura/llámalo x que consumo. Entre otras cosas porque, a estas alturas, todavía pienso que puede serle útil a alguien y me siento responsable, de alguna manera, si no lo hago. Además, me obligo a escribir, algo que cada vez practico menos una vez me he alejado de medios culturales.

Ha sido un total quebradero de cabeza encontrar una forma de expresarme entre otras cosas porque, incluso hacer mini reseñas de todo lo que consumo sería algo desaforado y agobiante (y prácticamente imposible de mantener actualizado). La creciente popularidad de las Tiny Letters (y que vi alguna como la de Álvaro Arbonés que me gustó mucho) y la encuesta que hice en redes sociales me han decidido por este formato, aunque no usaré una nueva aplicación/interfaz sino que aprovecharé mi blog al que he añadido suscripción por correo para que, quien quiera, le lleguen directamente. Es un comienzo, intentaré que sean semanales pero, según cómo esté de liado en trabajo o vida personal pueden llegar cada dos semanas o la periodicidad que necesite.

Lo de los libros

Después del récord de lecturas del año pasado he empezado el año con la misma inercia: casi sin darme cuenta voy otra vez a lectura diaria. Y, aunque pueda parecer lo contrario, no es mi objetivo, sino leer exactamente lo que quiera leer y tirarme el tiempo necesario para cada una de las lecturas sin agobios. Creo que la única manera de lograrlo es ponerme a leer un libro voluminoso y centrarme en él sin llevar lecturas complementarias.

Mientras tanto, la semana pasada cayeron siete lecturas, la primera de ellas gracias a la suscripción que tengo con la pequeña editorial de terror Dimensiones ocultas, el muy divertido H/Armed de Dustin LaValley, fantásticamente definido por su editor como un “Battle Royal en el supermercado”. Es una lectura dinámica, potente, con buenas dosis de sangre y alguna sorpresa, ciertamente amena, lo único que podría criticarle es que el autor podría haber sido aún más original con las armas, eché de menos alguna situación aún más heterodoxa para resultar aún más descarnada. Un pequeño apunte solamente, los aficionados al terror la disfrutarán, vaya que sí.

También me gustaría destacar lo último de Alix E. Harrow: La rueca resquebrajada. Un retelling de la famosa historia de “La bella durmiente” en clave feminista y con un multiverso de realidades que no funciona del todo mal. Cayó el último libro de relatos de Joyce Carol Oates que nos trajo Siruela (Como un espectro/Miao Dao) con dos historias terriblemente ambiguas y descarnadas con mujeres como protagonistas (e incluso un gato en la segunda). Un poco más irregulares que las otras que sacó la editorial pero igualmente buen material de lectura.

Que no se me olvide comentar que sigo con cómics y me ha encantado volver a la antigua etapa de Excalibur con Claremont y Davis, es un goce total, qué diseños de personajes de Davis y cómo me gustan Rondador Nocturno y Gata Sombra (Kitty o Kate Pryde), dos de mis mutantes favoritos. He disfrutado de lo lindo también de Los X-Celentes, lo último de Milligan y los Allred.

The last of us…. Y el resto…..

No sé si os habéis enterado pero, por si acaso, os aviso. Han estrenado el primer capítulo de The Last of Us, el último mega estreno de HBO Max (por ahora).

Evidentemente no necesitabais mi aviso porque prácticamente no se ha hablado de otra cosa en lo audiovisual esta semana. Como consumidor habitual de todo lo que sale con zombis (me ocurre lo mismo con los vampiros) afronté este visionado inicial con muchas ganas y, me temo que me posiciono entre los que se han quedado un poco fríos.

Se nota (y mucho) el empaque, la producción, la pasta que se ha invertido en darle ese acabado estilo HBO que es tan reconocible en la mayoría de sus productos y que, cada vez, me resulta más anodino, no porque esté mal, sino porque ya sé lo que me voy a encontrar. Si vamos a la trama, no encuentro más que situaciones que he visto en multitud de ocasiones, hasta las interpretaciones (fantásticas Anna Torv, Bella Ramsey y Pedro Pascal) se intentan tomar demasiado en serio pero, de verdad, ya se ha visto antes. Seguiré viéndola por lo que dije anteriormente pero no entiendo el revuelo y el impacto mediático.

Otro día comentaré el resto de series o películas que voy viendo, me quedo, eso sí, antes de que se me olvide, un pequeño apunte FABULOSO en la segunda temporada de The White Lotus, qué increíble es sorprenderte escuchando en su último capítulo el lamento de Dido del Dido y Eneas de Purcell. Qué detalle más alucinante y qué acorde con el momento de la historia que estaba contando. Qué gran segunda temporada.

Hay vida más allá de los libros

Esta tiny letter se me está quedando poco tiny, y se me ocurrían muchas más cosas de las que hablar. Sobre todo de mi último lugar feliz: los juegos de mesa y, especialmente, el Marvel Champions LCG. Otro día me extenderé más sobre él y su diseño. Aviso: voy a ser un poco pesado porque estoy maravillado de lo adictivo y emocionante que es.

Gracias a unos amigos con los que quedamos para jugar estoy intentando integrar los juegos de mesa en nuestra semana. Siempre tengo la pretensión de reservar una tarde de juegos familiar, entre otras cosas porque todo lo que consiga con ella es tiempo que le quito al niño de estar viendo pantallas a todas horas. Lo que nunca me habría imaginado es que yo me iba a viciar más. Y los beneficios son evidentes, no sólo te quitas de estar mirando al móvil un buen rato sino que, además, los juegos de mesa estimulan la lectura comprensiva e inteligente, ese ir más allá de las reglas para saber cómo vencer un nuevo reto que se presente. Es refrescante. Otro día me extiendo más y profundizo en ello.

Cuidaos mucho y hasta la próxima carta

Un abrazo

Mis lecturas favoritas del año 2022

Este año ha sido muy muy diferente a lo que había planeado al principio. Me fui adaptando a las circunstancias. Mi idea era leer más libros de terror que otra cosa (quería nutrir el #LibTerrorTon que estaba haciendo en twitter), lo mezclé con cómics para coger rapidez lectora (y que muchas veces es lo que mejor puedo combinar a diario sin alterar planes familiares) y al final casi me metí sin querer en el reto de tener una lectura diaria. Y así ha pasado el año a una velocidad fascinante, a pesar del ligero desasosiego, he conseguido casi mantenerlo a falta de unos pocos días para terminarlo. Estoy orgulloso porque he disfrutado de una cantidad de lectura increíble. El año que viene va a ser muy diferente y bajaré velocidad para leer de otra manera. Esto no puede ser una carrera diaria.

Dicho lo anterior, es el duodécimo año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Lecturas favoritas Año 2017.

-Lecturas favoritas Año 2018.

-Lecturas favoritas Año 2019.

-Lecturas favoritas Año 2020.

-Lecturas favoritas Año 2021.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea. Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2022. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así, podréis comprobar que hay de todo. Este año particular hay más libros de terror por el asunto del #LibterrorTon que hice en twitter..

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veintisiete los elegidos, que parecen acordes en cantidad con las 363 lecturas que he disfrutado.

– El orden en el que aparecen intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

– No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática. Este año especialmente podréis comprobar que hay más literatura de género (terror especialmente) que nunca.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre ya la lista de mis favoritos:

El legado de Maude Donegal. El hijo superviviente de Joyce Carol Oates (Siruela) una de mis autoras refugio, Joyce Carol Oates. Celebré y mucho la llegada de este libro que ya estuvo a punto de salir el año pasado y que se retrasó. A propósito de ello escribí el siguiente comentario: “Siempre es una buena noticia que otra editorial se lance a publicar a la prolífica escritora estadounidense, una de mis escritoras favoritas y que sabe como nadie transitar entre los géneros sin apenas distinción. Lo que me vuelve loco es la forma en que han decidido hacerlo. Me costó un montón encontrar los títulos y es debido a que están incluidos en la recopilación Cardiff, by the sea, formada por cuatro “novellas”Curiosa situación que espero que sirva para que luego publiquen un segundo título de la autora con las dos restantes”. Al final de año llegó la segunda parte con los dos títulos que faltaban. De todos modos esta fue una buena elección. Funcionan a la perfección juntas, guardan similitudes y formas distintas de resolverlo. Traducción: Susana de la Higuera Glynne-Jones


Oreo de Fran Ross (Pálido Fuego), escribí hace tiempo lo siguiente al respecto de esta novela (“Tremendamente contento de que, por fin, una de mis editoriales favoritas se decida a publicar una escritora. Por lo menos, tengo que reconocer que este Oreo me interesa bastante. Y me imagino que su traductor habrá tenido bastante trabajo para reflejar el inglés con giros regionales y una mezcla de términos yiddish en esta epopeya en la que su protagonista busca a su padre judío desaparecido. Muchísimas ganas de tenerlo en mis manos para comprobar el resultado.”), es una obra excepcional que brilla por la inteligencia de una autora como Fran Ross, una escritora única, creativa y, sí, también hay que decirlo, muy divertida. Un prodigio que se convierte en una de mis obras favoritas a las que volver dentro de un tiempo. Qué goce es recuperar obras de este calibre. Traducción: José Luís Amores


Supersaurio de Meryem El Mehdati (Blackie Books), llegué a este libro por recomendaciones variadas (mi librero y otros lectores fiables), no conocía a la autora, ni siquiera la seguía en redes. Casi fue una caída en el vacío lector sin saber lo que me podía encontrar, teniendo en la cabeza a Andrea Abreu pero sabiendo que no iba a ser igual. Con estas condiciones de partida encontré un libro único con una narradora con un sello propio y personal que es capaz de relatar su vida, lo que le ocurre, en esa frontera en la que se mueve la tragicomedia: una sonrisa a la que le sucede un drama y viceversa; y todo ello con una honestidad y una madurez que parece mentira por la edad que tiene. Uno de los libros del año, una de esas historias que convierte la narración de lo cotidiano en una pieza minimalista y conmovedora, llena de cariño.


Entremedias de Tananarive Due (La Biblioteca de Carfax), qué verdadera maravilla es poder ver de nuevo publicada a Tananarive Due por estos lares. Entre otras cosas porque tiene una carrera ya muy extensa a sus espaldas centrándose en la ciencia ficción y el terror y este libro resultó un verdadero compendio de ambos temas. Ahora que está tan de moda el concepto de multiverso, pudimos disfrutar de uno escrito en 1995, hace ya unos cuantos años. Lo mejor de todo es que, utilizando como base la ciencia ficción, construyó un relato que profundizaba en las desigualdades raciales mostrando al mismo tiempo un relato inequívocamente terrorífico por una incertidumbre que no se resuelve hasta las últimas páginas. Un prodigio narrativo tremendamente bien escrito y desasosegante como pocos. Traducción: María Pérez de San Román


El peor escenario posible de Alejandro Morellón (Fulgencio Pimentel),no me sorprende nada que, de nuevo, Alejandro Morellón se volviera a llevar un premio por una antología de cuentos; en esta ocasión el premio Aldecoa (uno que lleva ya mucho tiempo…), y posiblemente, en mi opinión, estamos ante su obra más completa. Cada frase, cada palabra… cada punto y cada coma está perfectamente enclavado en la historia. Historias cinceladas con una perfección formal no exentas de un fondo abrumador, que desde luego puede ser pesimista pero no deja de ser un reflejo de una realidad que nos abruma. No se restringe a lo realista, más bien las fronteras de lo realista-ficcional se difuminan, todo ello para conseguir historias sólidas y cercanas. ¿Cómo consigue Morellón esta excelencia? Creo, sinceramente, que hay que tener una sensibilidad poética especial para elaborar estos cuentos, y él la tiene. Ojalá lo descubra más gente, llevo años recomendando todo lo que saca y nunca me decepciona.


La pequeña Eve de Catriona Ward (Lee Runas – Alianza), recomendé mucho y con pasión el anterior libro de la autora que publicó la misma editorial (La casa al final de Needless street), un gran libro, por otra parte, pero siempre teniendo en mente que quería que se publicara su anterior obra (Little Eve); afortunadamente, tuvo el suficiente éxito para verlo aquí por fin y la espera valió mucho la pena. Lo que nos proponía la autora, estando encuadrado en el terror, era una propuesta bastante más exigente de lo habitual, el libro requería un pequeño desafío ya que Ward jugaba de una manera decisiva con el lenguaje a la hora de transmitir los registros tan diferentes que se usaban en el culto/secta en el que estaban encerrados los habitantes de la isla, requería atención y podía dar la sensación de lentitud pero estoy seguro que esa era su intención sobre todo cuando se comparaba con los tiempos presentes. Esta forma de expresarlo, además de la ambientación, logradísima, transmitía una sensación de incertidumbre al lector, además de jugar nuevamente con la fiabilidad de los narradores. De esta manera, el final podía resultar tan sorprendente como eera. Es un libro excepcional en todos los sentidos. Traducción: Cristina Macía


Abrazando la revolución de Varias autoras (Crononauta), ya he comentado en varias ocasiones lo importante que ha sido para mí la existencia del Matreon de Crononauta. Me alegró muchísimo que se decidieran a publicar un volumen con una recopilación de varios de los relatos. Es una antología estupenda, variadísima en temas, autoras y estilos. Lo peor es que ya no tendremos más recopilaciones porque la editorial ha cerrado el proyecto. Habrá que quedarse con este testimonio excepcional de una forma distinta de hacer las cosas. Traducción: Carla Bataller Estruch



El ascenso a lo divino de Neon Yang (Duermevela), última parte de la saga del tensorado de le escritore no binarie Neon Yang y vaya viaje fabuloso que hemos tenido en estas cuatro novelas de fantasía. Un camino salpicado de personajes únicos y carismáticos, con una variedad de estilos y géneros dentro de la fantasía que ya quisieran muchos de los escritores más “famosos”. Y el colofón lo daba el artículo excepcional de Carla Bataller, le mejor traductore que podía tener. Una lástima que se haya terminado ya, pero qué lecturas más satisfactorias en tantos aspectos.. Traducción: Carla Bataller Estruch


Otra de Natalia Carrero (Tránsito), me encanta que Tránsito aparezca en mis lecturas de lo mejor del año, sobre todo porque es una editorial con una identidad propia, única y cargada de autoras que consiguen removerte por dentro. Para este año vuelven a aparecer gracias a Natalia Carrero y su Otra. Una indagación ocurrente y dolorosa sobre la adicción a la bebida en la mujer contemporánea. Uno de esos libros fascinantes desde casi cualquier punto de vista donde destaca tanto lo que cuenta como la forma de narrarlo.

El rastro del rayo de Rebecca Roanhoarse (Red Key Books), parece mentira que este libro no hubiera pisado España todavía, sobre todo por la repercusión que tuvo a nivel de premios pero, anyway, nunca es tarde si la dicha es buena y este libro era una bomba, con un ritmo de lectura muy alto y tremendamente adictivo y con una escritora que, como Stephen Graham-Jones, utiliza iconografía y motivos raciales para construir una distopía en la que su protagonista se convierte en una asesina cuando sus tótem entran en control; hay monstruos, dioses y criaturas de pesadilla pero los elementos anteriores sirven para construir la identidad de los personajes y avanzar la historia. Siendo la primera parte, sólo espero que haya suerte y podamos ver la segunda. El libro es un thriller de ciencia ficción colosal. Traducción: Raúl García Campos

Los niños de la casa grande de Ángela Porras (Foscanetworks),la inquieta escritora no puede parar de escribir y hay que reconocer que el resultado medio es más que recomendable. En esta ocasión he seleccionado esta pequeña historia de realismo negro ambientada en los 80 en Andalucía porque la ambientación, la historia en todas sus capas y, sobre todo el mal rollo y el desasosiego transmitido es un verdadero logro


Yo, Tituba, la bruja negra de Salem de Maryse Condé (Impedimenta), creo que es más por mi culpa que de la propia editorial pero creo que es el año en el que menos libros he comprado de Impedimenta. Afortunadamente, siempre dejan un libro de Condé para comenzar el año y eso ya es suficiente alegría. Este, probablemente, sea mi libro favorito por esa mezcla de temas relacionados con la magia, la esclavitud, el feminismo y la brujería. Traducción: Martha Asunción Alonso


Donde viven las damas salvajes de Aoko Matsuda (Quaterni), la autora japonesa aprovecha la tradición milenaria para recuperar historias populares de fantasmas y recontarlas de manera que sirvan para reflexionar sobre, especialmente, temas feministas. Se diluye la narrativa de fantasmas, no vas a encontrar sustos, pero, al mismo tiempo le sirve para reflexionar sobre temas actuales que tienen que ver con el papel de la mujer en la sociedad. Además, me parece genial que pusieran al principio de cada cuento, el cuento original al que se refiere la autora, así es más patente aún la comparación. Se trata de narraciones que llevan un ritmo más tranquilo pero muy esclarecedoras. Traducción: Juliana Buriticá Alzate


Las escritoras de Urras (año 2) de varias autoras, cierto que los relatos son del año 2021 pero la recopilación en libro de todos ellos llegó en el 2022 nuevamente gracias a las inefables Sofía Barker y Maielis González, verdaderas artífices de un proyecto maravilloso que no deja de descubrir o redescubrir autoras de género. La selección es maravillosa, buenas historias que llegan de tantas latitudes diferentes. Qué importante es seguir saliendo de tu zona de comodidad, me hace tremendamente feliz. Traducción: Sofía Barker

What moves the Dead de T. Kingfisher (Tor Nightfire), el viaje a EEUU se saldó con unos cuantos libros que llegaron de allí. Uno de ellos fue este excepcional retelling del clásico de Poe, La maldición de la casa Usher. En las manos de Kingfisher (aka Ursula Vernon) no podía salir mejor, nuevas perspectivas, nuevos matices que enriquecen el relato original. Ojalá alguna editorial se decida a traerlo por aquí.


Inanición de Daria Pietzrak (Dilatando Mentes), ya tenía ganas de leer una obra de la escritora polaca. En Inanición parte de una situación clásica (la llegada a un pueblo casi deshabitado para empezar a vivir en una casa que ha estado abandonada durante mucho tiempo) para instalar al lector en una sensación desasosegante ya que relata lo que va sucediendo desde el punto de vista de cada uno de los cónyuges (de una manera que resulta poco fiable) y lo alterna con narraciones a modo de flashback de lo que sucedió en el pueblo antes de que ellos llegaran. Y es desasosegante porque en ningún momento se sabe lo que es real o no, si hay habitantes o no, si saldrán vivos o no, etc. Y la forma de resolverlo es elegante y muy divertida ya que añade nuevos personajes y elementos a la trama, hay que esperar hasta el último momento para desvelar la última sorpresa y es, ciertamente muy satisfactorio. Añade a todo este lío narrativo lo bien que escribe Pietzrak y tienes una obra incalificable y maravillosa. Qué grandísima autora.  Traducción: José Ángel de Dios


Tú serás mi muerte de Karen McManus (Alfaguara ), ya van unos cuantos libros de McManus a cuestas y es siempre refrescante comprobar que no se está acomodando en un tipo de historia, aquí cambio totalmente su estructura y no solo salió indemne sino que, probablemente, sea su mejor novela hasta la fecha, qué grande es leer siempre thriller juvenil, si lo hace una de sus reinas, mejor todavía.  Traducción: Victoria Simó Perales


Hermanas de Daisy Johnson (Periférica), es por libros como este de Daisy Johnson que una lista de Halloween se convierte en algo muy especial, entre otras cosas porque estamos ante una escritora dotada de una forma de escribir muy distinta, sutil y refinada, que juega con los dobles sentidos, las elipsis y con no mostrar exactamente lo que está sucediendo, dejando al lector con una incertidumbre que se convierte en gozo cuando todo cuadra al final de la historia. Para ello es muy importante el uso de los narradores poco fiables y, en este caso, Julio, una de las hermanas, es un ejemplo de libro de cómo usarlos. Salvando las distancias (hablamos de una persona a la que le queda todavía mucho camino por seguir) pero desde luego es una heredera espiritual de la grandísima Shirley Jackson y eso es siempre una buena noticia. Traducción: Carmen Torres García y Laura Naranjo Gutiérrez


Una herencia en juego de Jennifer Lynn Barnes (Molino), en un momento verdaderamente dulce para el thriller juvenil, Jennifer Lynn Barnes consigue brillar por encima incluso de tanta buena novela con una historia que parte un punto de partida brutal: una desconocida se vuelve heredera de una fortuna increíble y tendrá que jugar un juego para ganarla. El título en inglés es maravilloso (Inheritance Games) y refleja a la perfección esta variación tremendamente adictiva de los Juegos del Hambre. Vaya talento de la autora para mover la historia y hacerla cada vez más excitante. Deseando que llegue el tercer título en febrero para cerrar la historia. Traducción: Martina García Sierra

La casa de las grietas de Krystal Sutherland (Océano Gran Travesía), técnicamente no es una novela de terror, pero esta fantasía oscura mereció estar en mi lista de Halloween porque ofrecía mala leche a raudales. Y parece mentira que se tratara de una novela enfocada al público juvenil. Principalmente por sus tres enigmáticas protagonistas: Gray, Vivi y Iris, desaparecidas en circunstancias extrañas cuando eran unas niñas y reaparecidas de manera muy distinta un mes después. Lo que parece una versión oscura de Narnia se convierte en algo con mucho menos inocencia y escenas poderosas que llevan a un reverso más que tenebroso. Sorprendentemente, es una novela que requiere un poco más de tiempo para leer por el cuidado a la hora de describir las situaciones de la escritora pero bien vale el esfuerzo. Traducción: Marcelo Andrés Manuel Bellon


Carne de Ángel de Laura Lee Bahr (Orcinny), carne, alas, corazón: los tres grandes ejes en los que se divide el libro de relatos de la autora norteamericana que, además, aparece en la portada de su propio libro y demuestra en estos nueve relatos que, aunque adscritos al bizarro, son más accesibles gracias a que la autora ha puesto su corazón y su propia pasión en ellos. La indiscutible reina del bizarro teje en estas historias un microuniverso que va desde lo cotidiano a la ciencia ficción pasando irremediablemente por el terror. Mi debilidad es el terror pero la consistencia y accesibilidad de la propuesta es un verdadero logro en sí mismo. Me parece una gran forma de conocerla y luego lanzarse a cualquiera de sus novelas (especialmente la fabulosa Fantasma). Aunque todos me han parecido estupendos me quedo con Mentirose y Hora feliz donde prima el horror y son versiones estupendas de historias ya contadas en otras ocasiones pero con su sello inconfundible. Traducción: Sofía Barker


La muerte de Jezabel de Cristianna Brand (Who Editorial), tenía ganas de probar a esta editorial que se está encargando de recuperar novelas de misterio de la época dorada. Algunas de hecho ya las tenía de otras ediciones (Ellery Queen y Anthony Berkeley) pero esta propuesta de Cristianna Brand es todo un acierto sobre todo porque se trata de una habitación cerrada muy particular (y extraña) con un montón de giros y algún detalle bastante macabro, me encanta leer estas historias. Traducción: Elena Magro Gómez y Manuel Navarro Villanueva


Un peculiar asesinato malayo de Shamini Flint (Amok), otra nueva editorial que apuesta por el noir pero, en esta ocasión, ambientado en otras latitudes; tal es el caso de este peculiar asesinato ambientado en Malasia y con un detective de Singapur. Aparte del exotismo inherente, tiene un par de giros bastante diferentes de lo que encontramos en novelas occidentales que justifican su lectura enteramente, eso y el más que “peculiar” detective. Traducción: Eva Carballeira

Las cuchillas de mi cabeza de Donnie Goodman (Dimensiones ocultas), en el año de la confirmación de esta nueva editorial de terror me quedo con los relatos de Donnie Goodman, divertidos, chisposos, creativos, la efervescencia de un creador de historias de terror. Se pasa un “mal” rato tremendamente entretenido. Traducción: Luís M. Cuena

La singularidad de Sara Sacristán Horcajada (Cerbero), es increíble este relato de viajes en el tiempo, singularidades y paradojas. Complejo y maravilloso y todo un lujo que tengamos una autora española que escriba ciencia ficción con este talento. Dos libros he leído de Sara Sacristán Horcajada y son dos joyas.

Panthers y Museo de fuego de Jen Craig (Pálido Fuego), no me suele gustar poner dos libros de una misma editorial si puedo evitarlo pero claro, con la de veces que he pedido al editor de Pálido fuego que publicara alguna autora y las dos autoras que nos ha traído este año, no queda más remedio que rendirse a la evidencia de tantísima calidad. Esta rareza magnífica de Jen Craig es increíble, estructurada como un simple paseo después de haber leído el manuscrito de una escritora y las reflexiones (tanto sobre el pasado como el futuro) que esa lectura suscita es una experiencia única y tridimensional, completísima, cargada de capas para interpretar. Una novela inclasificable e inolvidable. Traducción: José Luís Amores

La ocupación de Annie Ernaux (Cabaret Voltaire), no soy yo muy dado a caer en el influjo de los Nobel de literatura pero, este año, tras haber leído varios libros de Ernaux, me gustaría poner un libro de la autora, vale la pena muchísimo introducirse en su forma de narrar, tan honesta y clarificadora. Este retrato de los celos me ha parecido muy recomendable de lo leído este año. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez

Esto cierra el ciclo de mis lecturas favoritas de este año. Veremos cómo se presenta el siguiente. Nunca se sabe.

¡FELIZ AÑO 2023! ¡Buenas lecturas!

20 propuestas para el día del libro del 2022

No sé si al final lo acabaré haciendo así pero este año mi primera lista del año ha sido la del día del libro. Cuando publicaba mis listas en Canino siempre ponía una lista de invierno con muchas especulaciones pero este año, definitivamente he tenido que omitir su realización por unos motivos que expuse en Twitter y que reproduzco ahora: en primer lugar, que iba a ser demasiado especulativa, no había casi libros publicado en enero, parecía que las editoriales habían decidido lanzarse a los meses siguientes; en segundo lugar, no veo material interesante (y esto es más grave) para crear dos listas que valgan la pena.

De ahí que haya optado por crear una sola lista con lo mejor que he podido encontrar en estos cuatro meses de comienzo de año, eso es más realizable y, además, estoy convencido de que es una lista muy interesante y, como de costumbre, muy variada. La siguiente intentaré que sea la del verano. Normalmente suele ser fácil encontrar propuestas adecuadas. Allá va la lista, espero que os gusten las veinte propuestas.

El libro de Fénix de Nnedi Okorafor (Crononauta), todos los lectores tenemos nuestros escritores y escritoras refugio, aquellos/as que adelantan nuestras interminables pilas (la mía es un cuarto de largo, sin exagerar) porque nos dan una seguridad: la de saber que vamos a disfrutar con su lectura. Nnedi Okorafor entra de lleno entre este tipo de escritoras y se une a la idea de editorial refugio que me ofrece siempre Crononauta. Okorafor se ha ganado este estatus en los últimos tiempos desde que empecé a leer escritoras con más frecuencia y es un seguro de vida. Un viaje inimaginable que empieza, en esta ocasión, con un capítulo frenético de acción y que luego se convierte en una lucha contra la opresión y el racismo entre otras cosas. Me encanta especialmente que, en esta ocasión, la autora imagine la aventura como una historia oral, contada por la protagonista. Si a eso sumas la traducción de Carla (otro seguro de vida) y la mejor portada que han sacado (de Dale Halvorsen), estás ante una de esas obras que vuelven a demostrar que esta autora es una de mis favoritas. Traducción: Carla Bataller Estruch


El legado de Maude Donegal/El hijo superviviente de J. C. Oates (Siruela), y si hablo de autoras refugio, el caso de Oates viene de más lejos aún. Celebro y mucho la llegada de este libro que ya estuvo a punto de salir el año pasado y que se retrasó. A propósito de ello escribí el siguiente comentario: “Siempre es una buena noticia que otra editorial se lance a publicar a la prolífica escritora estadounidense, una de mis escritoras favoritas y que sabe como nadie transitar entre los géneros sin apenas distinción. Lo que me vuelve loco es la forma en que han decidido hacerlo. Me costó un montón encontrar los títulos y es debido a que están incluidos en la recopilación Cardiff, by the sea, formada por cuatro “novellas”. Curiosa situación que espero que sirva para que luego publiquen un segundo título de la autora con las dos restantes”. Una vez leído el título en cuestión, con las dos historias incluidas tengo que reconocer que ha sido una buena elección. Funcionan a la perfección. Y, sin saber la temática de las dos historias que han quedado sin publicar, las dos incluidas guardan similitudes y formas distintas de resolverlo. Traducción: Susana de la Higuera Glynne-Jones


La gaceta del misterio de C. K. McDonnell (Wonderbooks), hay géneros literarios que me atraen más que otros independientemente de la época en la que me encuentre y de mi estado mental: me ocurre con el terror, con la novela policíaca y … curiosamente me sucede también con la fantasía urbana. Siempre estoy abierto a probar nuevas propuestas y, como no podía ser menos, esta “gaceta del misterio” ha sido mi última cata; lo mejor de ella es que, inicialmente parece más una novela de fantasía con mucho humor al estilo (salvando las distancias) de lo que hacía el grandísimo Terry Prattchett; pero según avanza la novela se posiciona claramente en la fantasía paranormal con enemigos sobrenaturales temibles y el uso de la magia para poder vencerlos. El cóctel funciona realmente bien: imaginativa, divertida y con personajes muy carismáticos a la par que estrafalarios. Traducción: Núria Romero Gil




Relatos inquietantes de Violet Hunt (La biblioteca de Carfax), fieles a su tradición, las editoras de Carfax empiezan el año con la recuperación de alguna autora clásica más o menos olvidada. En este caso se trata de Violet Hunt, autora de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que no centró toda su producción literaria en el terror (también escribió novelas, biografías memorias…) pero, por la muestra reunida en este volumen, destaca por la variedad de sus temáticas ligadas al terror. En mi caso personal esperaba que las nueve historias se centraran en las apariciones (muy en la línea de la época) y me han sorprendido gratamente por sus variaciones, sobrenaturales o no, además de un gusto por lo perverso, la ambigüedad y la oscuridad ciertamente “inquietantes”. Lo que sí está claro es que cada relato tiene protagonistas femeninas muy poderosas (eligió esta manera de contar sus inquietudes feministas) y eso sumado a lo anterior conforma un cóctel muy satisfactorio. Si te gustan los cuentos de terror, esta es una elección segura de diversión. Traducción: Irma Pérez González

Otra de Natalia Carrero (Tránsito), creo que es imperdonable que hasta ahora no haya puesto ningún libro de la editorial Tránsito en mis listas de recomendaciones. Alguno sí ha ido a lo mejor del año pero no puede ser que siempre se queden un poco apartados. Sobre todo porque es una editorial con una identidad propia y única y cargada de autoras que consiguen removerte por dentro. El año que viene tenía que haber puesto la maravilla de Silvia Hidalgo: Yo, Mentira pero bueno, intento empezar a ser más justo con la elección de Natalia Carrero y su Otra. Una indagación ocurrente y dolorosa sobre la adicción a la bebida en la mujer contemporánea. Uno de esos libros fascinantes desde casi cualquier punto de vista donde destaca tanto lo que cuenta como la forma de narrarlo.


Agatha Raisin y la jardinera asesinada de M.C. Beaton (Salamandra), sin duda es un buen síntoma comprobar que se ha publicado el tercer volumen de las aventuras de Agatha Raisin, los dos primeros tienen que haber funcionado lo suficientemente bien para seguir con la serie. Y me alegro muchísimo de ello porque Beaton optó por un modelo sencillo pero efectivo: costumbrismo británico con un misterio sencillo, buen humor y unos personajes carismáticos como la maravillosa Agatha. Una lectura cómoda que proporciona diversión y sí, ni falta que hace que tenga más. Muy a favor de toda la serie. Traducción: Begoña Prat Rojo

Oreo de Fran Ross (Pálido Fuego), escribí hace tiempo lo siguiente al respecto de esta novela (“Tremendamente contento de que, por fin, una de mis editoriales favoritas se decida a publicar una escritora. Por lo menos, tengo que reconocer que este Oreo me interesa bastante. Y me imagino que su traductor habrá tenido bastante trabajo para reflejar el inglés con giros regionales y una mezcla de términos yiddish en esta epopeya en la que su protagonista busca a su padre judío desaparecido. Muchísimas ganas de tenerlo en mis manos para comprobar el resultado.”), una vez leído puedo decir sin temor a equivocarme que es una obra excepcional que brilla por la inteligencia de una autora como Fran Ross, una escritora única, creativa y, sí, también hay que decirlo, muy divertida. Un prodigio que se convierte en una de mis obras favoritas a las que volver dentro de un tiempo. Qué goce es recuperar obras de este calibre. Traducción: José Luís Amores

Cadenas invisibles de Michelle Renee Lane (Dilatando mentes), no las tenía todas conmigo para ver publicada esta historia debido a que estaba prevista para el año pasado y de pronto se retrasó sin ningún tipo de comunicado. Afortunadamente sólo fue un retraso y ha salido a principios de este año 2022. Y es una noticia fabulosa, porque la historia que nos cuenta Michelle Renee Lane refleja a la perfección los problemas que conlleva el haber nacido negra y mujer. Y todo ello lo hace en el marco de una novela de fantasía con toques de terror donde no faltan vampiros, hombres lobo y mucha mucha magia (negra y blanca). Cómo se nota el toque de la autora para mostrar asuntos de mucha violencia contra los protagonistas, qué importante es ser consciente de lo que significa y citarlo de manera sensible. Y encima termina bien tras tantas calamidades. Una gran propuesta. Traducción: José Ángel de Dios

El ascenso a lo divino de Neon Yang (Duermevela Ediciones), última parte de la saga del tensorado de le escritore no binarie Neon Yang y vaya viaje fabuloso que hemos tenido en estas cuatro novelas de fantasía. Un camino salpicado de personajes únicos y carismáticos, con una variedad de estilo y géneros dentro de la fantasía que ya quisieran muchos de los escritores más “famosos”. Y el colofón lo da el artículo excepcional de Carla Bataller, le mejor traductore que podía tener. Una lástima que se haya terminado ya, qué lecturas más satisfactorias en tantos aspectos. Traducción: Carla Bataller Estruch

Historia oculta de la rebelión negra  de Robin D. G. Kelly (Levanta fuego),  en la introducción del libro, el propio autor, muy a la manera que ejecutaba Arlie R. Hochschild en su fabuloso Extraños en su propia tierra, establece la clave de lo que va ser su ensayo “Si queremos comprender sus acciones en lugar de desecharlas por considerarlas inmaduras, producto de una falsa conciencia o de una rebeldía infantil, debemos comenzar a escarbar bajo la superficie de los sindicatos, las instituciones políticas y los movimientos sociales, sumergirnos en las vidas cotidianas, las culturas y las comunidades que hacen que las clases trabajadoras sean mucho más que personas que trabajan. Debemos aventurarnos en el complejo laberinto de la experiencia que conforma a la gente “corriente” como personas muy polifacéticas, diversas y complejas. Aún más importante: debemos romper con la noción tradicional de política.” No hay manera de entender movimientos de esta complejidad sin saber la “historia profunda” detrás de las personas. Es un punto de vista sólido y me convenció desde un primer momento, luego ya llega todo el relato y es exhaustivo (y plagado de notas que lo complementan), un ensayo estupendo para conocer algo de lo que no somos tan conscientes desde la lejanía. Traducción: Munir Hachemi

Bajar es lo peor de Mariana Enríquez (Anagrama), no esperaba yo, sinceramente, el éxito de Mariana Enríquez en España, no por su calidad de la que no tengo duda sino porque la autora arriesga creativamente, especialmente en sus increíbles cuentos. El premio Herralde a su fantástica novela Nuestra parte de la noche sí supuso en este caso un trampolín  a su trayectoria y buena prueba de su asentamiento es que se están recuperando todos los textos de la autora. En Bajar es lo peor (la primera novela de una “proto” Enríquez) se encuentran ya atisbos de las grandes virtudes de la autora y todos los fallos de una escritora en formación pero con toda la efervescencia inicial; me encanta explorar los orígenes de escritores y escritoras que me gustan, vale muchísimo la pena.

Bajo el cielo de azúcar/En un sueño ausente de Seanan McGuire (Lee Runas), me gusta muchísimo la saga de los niños descarriados, la autora Seanan McGuire ha construido un marco ficcional que le permite una gran flexibilidad manteniendo un set de reglas que le dan la suficiente lógica interna. Desde Lee Runas han decidido incluir en este volumen dos entregas totalmente distintas. La primera de ellas (Bajo el cielo de azúcar) continúa después de las dos entregas anteriores y la estupenda segunda parte (En un sueño ausente) es una precuela de toda la serie. Estaba pensando qué factores hacen que me guste tanto aparte de lo comentado y estoy convencido que la etiqueta de “weird fantasy”, rozando lo oscuro e incluso el terror (soft) es algo que me atrae mucho más que la fantasía habitual. Traducción: María Pilar San Román

La cultura del odio de Talia Lavin (Capitán Swing), nada como una pandemia y una posible guerra mundial como para quitarte los complejos y darte cuenta de que existen personas que tienen una percepción de la realidad verdaderamente diferente de la tuya hasta llegar a extremos que te podían parecer insospechados y que ahora casi parecen normales. Este ensayo de Talia Lavin no te puede pillar de nuevas pero si redunda en una cultura cada vez más habitual: la del odio. Es la única manera de entender ciertas actitudes. La autora realiza un gran trabajo para unir colectivos concretos que se caracterizan por dichas animadversiones y el resultado es terrorífico. Podría haberlo puesto en mi hilo de lecturas de terror #LibTerrorTon. El resultado es muy recomendable y clarificador pero piensa antes de leerlo si estás con una actitud positiva, a lo mejor si estás un poco bajo te hunde un poco más. Traducción: Íñigo García Ureta.


Venganza para víctimas de Holly Jackson (Cross Books), este va a ser el único libro de esta lista que no voy a leer por adelantado (porque no me llega con la nueva situación libresca en la que estoy inmerso) pero estoy seguro de no equivocarme al recomendarlo porque las dos aventuras relacionadas con Pip se colaron entre mis mejores lecturas del año pasado. El maravilloso misterio según el cual los mejores noir se están forjando desde la literatura juvenil. Muchísimas ganas de comprobar por dónde tira esta tercera entrega. Traducción: María Cárcamo Ramos

La noche era terciopelo de Silvia Moreno-García (Umbriel), me congratula comprobar que Umbriel se ha hecho con los derechos de las obras de Silvia Moreno-Garcia, tras el bombazo que supuso Mexican Gothic, hasta dos novelas más se van a traducir: la primera se aleja de la temática de su gran éxito, el noir es la principal excusa que mueve a La noche era terciopelo y es una digna heredera de El complot mongol de Rafael Bernal, la novela fundacional del noir en México. La historia parte de un hecho histórico para relatar a su manera las consecuencias de lo que sucedió en la década de los 70 en la capital y aprovecha para introducir un poco de todo, varios bandos diferenciados, un buen giro final y un poquito de romance para la estupenda protagonista. Traducción: Ana Cecilia Alduenda


El perfume de las flores de noche de Leila Slimani (Cabaret Voltaire), me parece especialmente interesante recorrer libros en los que se trazan caminos vitales relacionados con el proceso creativo. Entre otras cosas porque cada escritor, cada escritora, sigue un camino distinto y leerlo es tremendamente enriquecedor. Slimani utiliza la excusa de quedarse encerrada en un museo en medio de Venecia para explorar su capacidad de inventar y hablar sobre la literatura y deja perlas de todo tipo como la siguiente, muy ajustada a bastantes realidades:  “La escritura es la experiencia de un fracaso continuo, de una frustración insalvable, de una imposibilidad. Y, sin embargo, seguimos adelante. […] A menudo me preguntan qué puede hacer la literatura. Es como preguntar a un médico qué puede hacer la medicina. Cuanto más avanzas, más mides tu impotencia. Esa impotencia te obsesiona, te devora. Escribes a ciegas, sin comprender y sin que nada sea explicable.”Una experiencia más gratificante de lo que esperaba. Traducción: Malika Embarek López

Supersaurio de Meryem El Mehdati (Blackie Books), llegué a este libro por recomendaciones variadas (mi librero y otros lectores fiables), no conozco a la autora, ni siquiera la seguía en redes. Casi fue una caída en el vacío lector sin saber lo que me podía encontrar, teniendo en la cabeza a Andrea Abreu pero sabiendo que no iba a ser igual. Con estas condiciones de partida he encontrado un libro único con una narradora con un sello propio y personal que es capaz de relatar su vida, lo que le ocurre, en esa frontera en la que se mueve la tragicomedia: una sonrisa a la que le sucede un drama y viceversa; y todo ello con una honestidad y una madurez que parece mentira por la edad que tiene. Uno de los libros del año, una de esas historias que convierte la narración de lo cotidiano en una pieza minimalista y conmovedora, llena de cariño. Y todo eso lo pienso a pesar de que, como dice la autora en algún momento del libro: “Mmmm, Omar…. ¿Tú eres consciente del año en que vivimos?  Ya nadie escribe en blogs”. Me ha retratado enteramente, ¿qué hago yo todavía escribiendo en un blog?

Violación. Una historia de amor de J. C. Oates (Contraseña), me apetecía mucho sumergirme en la nueva traducción de esta historia ya que no suelo hacer muchas relecturas (y debería); no me acordaba de que había puesto un comentario en Goodreads, la verdad es que aplica la mayoría de él a estas alturas (no los fragmentos traducidos); siempre me sorprendo con la capacidad de la gran Oates para, en un puñado de páginas, insuflar tantísimos matices al hecho central para luego convertirlo en casi una historia de “rape&revenge” consiguiendo de nuevo difuminar las fronteras entre géneros. Buena labor de la editorial que nos ofrece además una nueva traducción estupenda de Pepa Linares. Traducción: Pepa Linares

Noches de circo de Angela Carter (Sexto Piso), coincido con Sarah Waters (la prologuista) en haber descubierto a la grandísima autora británica gracias su poderosísima subversión de los cuentos de hadas (“La cámara sangrienta y otros relatos”). Es una autora que se sale de todo lo establecido y sigue un camino, desgraciadamente malogrado por su muerte temprana, pero que es consistente en temas y estilo. Quizá el culmen de esa forma de hacer las cosas sea este magnífico libro, cumbre de estilo y subyugador gracias a la historia de su encantador personaje, caminando desde el realismo de una época hasta la más pura fantasía. Como diletante siempre gozo al encontrar un deleite de estas proporciones.  Traducción: Rubén Martín Giráldez

Y con esto llego al final, veinte novedades entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato. ¡A disfrutar!

21 propuestas literarias para recibir el otoño

La lista de finales de año, la que confecciono para extraer lo mejor de la (inserte esa palabra que utiliza todo el mundo), es, normalmente, la lista más incómoda para mí. Esta incomodidad viene dada porque me gusta leer todos los libros que comento pero, en este caso, tendría que esperar hasta noviembre para publicarla y ya no le sería útil a nadie. De ahí que sacrifique mi habitual disposición para jugar con la especulación sobre cuáles pueden ser los más interesantes. Además, tengo la impresión (totalmente subjetiva) de que este año viene un poco más floja y me cuesta encontrar títulos que quiera leer seguro.

Teniendo en cuenta estas circunstancias y que, además, no me gusta hacer listas inmensas ahora, allá va la selección de este año, ojalá os cuadre alguna de las veintiuna propuestas, lo que está claro es que he cogido lo que seguro me apetece leer:

Se buscan mujeres sensatas de Sarah Gailey (Crononauta), estoy muy satisfecho de haber comprado por adelantado todo lo que saca Crononauta, es la mejor manera de que, además llegué con un poquito de antelación con respecto a la venta y siempre me fío de su criterio a lo hora de escoger títulos. Buena muestra de ello es de nuevo este título de Sarah Gailey, une autore que plantea un western distinto: el de unas bibliotecarias queer que, en realidad, son espías que luchan contra el orden establecido. Con ese punto de partida es imposible resistirse, hay aventura, hay disparos y persecuciones y no falta una caracterización de las protagonistas. Un libro que se lee en un santiamén y que te deja el corazón “calentito”, diversión garantizada. Traducción: Carla Bataller Estruch


El legado de Maude Donegal/El hijo superviviente de Joyce Carol Oates (Siruela), siempre es una buena noticia que otra editorial se lance a publicar a la prolífica escritora estadounidense, una de mis escritoras favoritas y que sabe como nadie transitar entre los géneros sin apenas distinción. Lo que me vuelve loco es la forma en que han decidido hacerlo. Me costó un montón encontrar los títulos y es debido a que están incluidos en la recopilación Cardiff, by the sea, formada por cuatro “novellas”. Curiosa situación que espero que sirva para que luego publiquen un segundo título de la autora con las dos restantes. Hasta entonces, a disfrutar con la grandísima Joyce Carol Oates. Traducción: Susana de la Higuera Glynne-Jones



Wagnerismo de Alex Ross (Seix Barral), conocí a Alex Ross (y me imagino que la mayoría de sus lectores empezó igual) gracias al fabuloso ensayo sobre la música del siglo XX: El ruido eterno. Un libro en el que desgranaba a la perfección su evolución y la conectaba con los fenómenos sociales que sucedían al mismo tiempo. De ahí que esperase con verdadera pasión su ensayo sobre Wagner, uno de los mejores músicos de la historia y el mejor compositor operístico junto con Verdi. El libro promete mucho debido a la influencia del músico en la sociedad y música posteriores, desgranarlo parece toda una entelequia; a lo mejor las casi mil páginas de Ross nos ayudan a dilucidar todas sus perspectivas. Traducción: Luis Gago




Oreo de Fran Ross (Pálido fuego), tremendamente contento de que, por fin, una de mis editoriales favoritas se decida a publicar una escritora. Por lo menos, tengo que reconocer que este Oreo me interesa bastante. Y me imagino que su traductor habrá tenido bastante trabajo para reflejar el inglés con giros regionales y una mezcla de términos yiddish en esta epopeya en la que su protagonista busca a su padre judío desaparecido. Muchísimas ganas de tenerlo en mis manos para comprobar el resultado. Traducción: José Luís Amores

Bullshit: Contra la charlatanería de Carl T. Bergstrom y Jevin D. West (Capitán Swing), en un mundo globalizado como el que vivimos ahora mismo todo se está desdibujando hasta tal punto que cada vez es más difícil distinguir una noticia real de una falsa sobre todo por la manipulación en la forma de presentar los datos. Este libro me interesa especialmente porque sus autores buscan poder distinguir la desinformación y así poder combatir contra ella. Es curioso pero, debido a mi trabajo, el big data está muy presente en mi día a día y es una razón de peso para que tenga más ganas de leer lo que nos cuentan.  Traducción: Victoria Pradilla Canet


Los galgos, los galgos de Sara Gallardo (Malas Tierras), vaya trabajo más curioso en la sombra el que están realizando en la editorial Malas Tierras, con una elección de catálogo muy personal (tanto en lo anglosajón como en otras latitudes) y tratando de recuperar autores y autoras que se han quedado en un limbo literario desconocido. Tal es el caso de la escritora argentina Sara Gallardo, gran sorpresa gracias al fantástico Enero y que se ve refrendado ahora con la que ellos mismos dicen que es su novela más madura en una edición increíble en tapa dura y con un precio muy ajustado.

Un lugar desconocido de Seicho Matsumoto (Libros del Asteroide), el que avisa no es traidor, este libro sale en noviembre, es uno de los motivos por los que esta lista se estira demasiado en el tiempo; de todos modos vale la pena esperar y guardar un hueco de nuestra cartera para adquirirlo ya que es un autor estupendo, recuerdo que lo reseñé en esta mismo blog con su novela El Expreso de Tokio en la que nos presentaba un misterio en la misma tradición del Detection Club pero con las particularidades niponas. La trama de este libro promete y seguro que, en sus manos, estuvo más que bien desarrollada. Traducción: Marina Bornas

Los alcatraces de Anne Hébert (Impedimenta), siempre echo un vistazo a Impedimenta e intento coger algo distinto cada vez, afortunadamente varios de sus autores y autoras ya tienen un público lector así que me gusta arriesgar por alguna propuesta diferente; me ha convencido en esta ocasión probar con la quebequesa Anne Hébert y esta historia de dos mujeres que desaparecen en los años treinta, sobre todo porque el libro promete una indagación de una comunidad anquilosada en la tradición y el culto religioso y cómo los excesos pueden desencadenar tragedias. Traducción: Luisa Lucuix Venegas

Piranesi de Susanna Clarke (Salamandra), dieciséis años ha tardado la británica Susanna Clarke en volver a sacar una novela tras el éxito que supuso Jonathan Strange y el señor Norrell; no es un tema que me preocupe demasiado, estoy más interesado en el resultado y Piranesi es sencillamente, maravilloso. Una novela en la que la autora va desgranando de manera muy sutil sus misterios y que utiliza la fantasía para reflexionar sobre la soledad o, por qué no, la salud mental. Puede interpretarse como una fábula pero, independientemente de ello, la novela es deliciosa por su lirismo sin ser empalagosa. Traducción: Antonio Padilla Esteban

Historia de Shuggie Bain de Douglas Stuart (Sexto Pîso), este tipo de novela suele ser muy golosa y llamar la atención del público lector, a pesar de su ligeramente mayor extensión de lo habitual; y lo es sobre todo porque trata una historia de superación y valentía sin dejar de lado la compasión por los personajes. La historia de una familia escocesa hundida en la pobreza y su resistencia a quedar sepultada en su destino, y todo ello encarnado en el hijo menor, Shuggie Bain, que compone un relato de iniciación de esos que dejan sin aliento. Traducción: Francisco González López

Chicas en tiempos suspendidos de Tamara Kamenszain (Eterna Cadencia), la inclasificable y subyugadora Tamara Kamenszain vuelve con otra de esas propuestas que la hacen única; en esta ocasión con un libro cortito donde transita indistinguiblemente de la poesía al ensayo y viceversa, todo ello sin olvidar que la literatura que conmueve siempre se queda grabada en el lector. Deseando disfrutar de ella. ¡Qué autora más inabarcable y desafiante!

Cuarteto de Otoño de Barbara Pym (Gatopardo), qué curioso es repasar la historia a posteriori, cómo cambia la perspectiva de la obra de un escritor o una escritora; sobre todo con esta novela y la propia autora, Barbara Pym, que tenía difícil encontrar un editor para publicarla y sólo pudo hacerlo tras el apoyo de escritores como Philip Larkin, y gracias a ello pudo ver la luz quizá una de sus mejores obras. En boca de Edwin (uno de sus protagonistas) se trata de una novela en la que se relata la vida de “Cuatro personas a punto de jubilarse, todos vivimos solos y sin ningún familiar cerca: sí, eso es lo que somos.” Pocas novelas reflejan tan bien la cotidianidad de la senectud, con toda la crudeza de lo que significa hacerse mayor en soledad y darse cuenta que no sabes qué hacer con tu vida. Desoladora, un poco, pero hay una pequeña luz al final del túnel. Traducción: Irene Oliva Luque

Agua Dulce de Akwaeke Emezi (Consonni), echar un vistazo al catálogo de Consonni es abogar por el riesgo y los desafíos, por buscar otras miradas y perspectivas a las establecidas y, sobre todo, de esta manera, descubrir nuevos autores y autoras. Le autore Akwaeke Emezi ilustra a la perfección lo que comentaba, su ópera prima Agua Dulce propone la muy difícil tarea de vivir desde un yo fracturado. La experiencia vital de la niña nigeriana Ada abrirá nuevas formas de entender y percibir la realidad. Todo un reto. Traducción: Arrate Hidalgo


Heatherley de Flora Thompson (Hoja de Lata), nueva entrega de la escritora inglesa y secuela posterior a la publicación de la Trilogía de Candleford en la que la autora vuelve a utilizar a su personaje principal, Laura, para narrar sus propias experiencias vitales cuando llegó a Grayshott donde Flora se estableción en 1898 como encargada de la oficina de correos. Otra nueva oportunidad para disfrutar de su descripción del entorno natural y sus gentes, una maestra a la hora de describir la sociedad de la Inglaterra rural victoriana. Traducción: Pablo González-Nuevo

Esto no es para vosotros y otras historias de Gemma Files (Biblioteca de Carfax), sinceramente, qué gran noticia la vuelta de Gemma Files, su Experimental Film fue excepcional, y los siete relatos cuidadosamente escogidos para esta antología son dinamita pura. En el prólogo la autora comenta “El mundo está lleno de un dolor que procede de nuestras heridas, de una ira que procede de nuestro miedo y de un millón de otras cosas destructivas a las que no queda más remedio que enfrentarse de cara, con bondad, tanto hacia los que amamos como hacia nosotros mismos”, no se me ocurre mejor forma ahora mismo de definir lo que genera el horror. Traducción: Pilar Ramírez Tello

El ingrediente secreto de Emoni Santiago de Elizabeth Acevedo (Puck), la creadora del estupendo PoetX, Elizabeth Acevedo, tiene muchísimo talento y sus libros se leen con verdadero deleite; en este caso, mucho más, como comenta la protagonista, Emoni: “Mi tía Sarah dice que lo llevamos en la sangre: una necesidad innata de contar una historia a través de la comida.” Como si de Laura Esquivel se tratara, la escritora dominicana no duda en utilizar el arte culinario como columna estructural de una historia que se convierte en una novela de iniciación de una protagonista que tiene que madurar más rápido de lo que debería debido a circunstancias dificultosas. Es uno de esos libros que deja el corazón “caliente” y eso siempre es bienvenido. Traducción: Silvina Poch

Los sonámbulos de Chuck Wendig (Roca Editorial), una pandemia, nada menos, parece mentir que a estas alturas me pueda interesar algo tan cercano. Sin embargo, la novela de Wendig  tiene los suficientes elementos para resultar más que interesante gracias a un autor que, por ahora, no ha tenido tanta suerte por aquí. Y claro, no me resisto a poner otro título de terror. Soy débil. Traducción: David Tejera Expósito

Mía es la Venganza de Maria Ndiaye (Gatopardo), me gustan las propuestas de Gatopardo, sobre todo porque alternan entre lo clásico y lo contemporáneo, alternan estilos y traen autores y autoras de otras latitudes, así tenemos el caso de Maria Ndiaye, escritora de madre francesa y padre senegalés, con veinte novelas a sus espaldas y de la que vamos a poder degustar un thriller psicológico con tres mujeres en el punto de mira desde diferentes ámbitos, son razones de sobra para que se venga a casa. Traducción: Palmira Feixas

Así se pierde la guerra del tiempo de Amar El-Mohtar y Max Gladstone (Insólita), Roja y Azul son los nombres de los protagonistas de este singular libro en el que se nos relata una guerra que se extiende más allá de los confines del espacio y el tiempo y cómo ellos inician una correspondencia privada, una correspondencia que se irá transformando en un peligroso desafío según busquen que su facción gane la guerra. Sinceramente, esta sinopsis me llama tanto la atención que no me puedo resistir. Lo necesito. Traducción: Christian Rodríguez


No entres en el bosque de Stephanie Perkins (La Galera), utilizar el thriller juvenil para desarrollar un slasher en un pequeño pueblo era algo que no esperaba a priori de su anterior y estupendo libro, sobre todo porque el resultado fue muy muy entretenido. De ahí que, viendo que el siguiente se desarrolla en una acampada (toma referencia a unos cuantos slasher  clásicos y actuales) tenga clarísimo que voy a ir a por él otra vez..  Traducción: Ángeles Leiva

Harrow la novena de Tamsyn Muir (Nova), no me gusta engañar a nadie, Gideon la Novena lo tengo pendiente, se me acumulan los libros y no he buscado el tiempo para ponerme con él. Aún así, me encanta el concepto de la historia que plantea Tamsyn Muir y me voy a hacer seguro con la segunda parte para leer los dos seguidos. Es el momento. Traducción: David Tejera Expósito


Y con esto llego al final, veintiuna novedades entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato.  ¡A disfrutar!

21 recomendaciones literarias para calentar el ánimo

Tengo que reconocer que tengo mucho vértigo con esta experiencia, hasta ahora hacía estas listas en un sitio como Canino que, indudablemente, tenía muchos más apoyos y no tenía que hacer la edición, corrección o utilizar WordPress. Ahora tengo que hacerlo todo y se me complican mucho las cosas cuando eres una sola persona y, además, no te dedicas a ello. De ahí que haya decidido no poner una cantidad tan desorbitada de libros como hacía antes. Algo más manejable.

Además, la primera lista del año siempre tiene un añadido de riesgo, no puedo haber leído todos los libros y eso me produce una cierta incomodidad, me gusta recomendar lo que he leído ya. Espero que vayan cayendo hasta que llegue el día del libro. Teniendo todo esto en cuenta, he seleccionado veintiuna propuestas que pueden resultar muy interesantes:  

El viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural de Mary E. Wilkins Freeman (Biblioteca de Carfax), a las editoras de Carfax les gusta empezar el año con una recuperación de algún clásico, el año pasado le tocó a Rhoda Broughton y este año la elegida es Mary E. Wilkins Freeman, y la verdad es que es un libro especialmente interesante, las seis historias que han seleccionado no se circunscriben únicamente a las historias de fantasmas de la época, en Luella Miller por ejemplo tenemos un cuento relacionado con el vampirismo y en las que más se acercan al subgénero siempre se encuentran elementos que las hacen diferentes. Es una antología de gran nivel y que consigue ser variada. Un gran comienzo de año. Traducción: Shaila Correa


Delatora de J. C. Oates (Alfaguara), como ya sabrán muchas de las personas que me conocen, J.C. Oates es una de mis grandes debilidades, una autora maravillosa capaz de moverse entre géneros sin ningún problema metamorfoseando su estilo para lo que haga falta, cada libro suyo me ofrece algo, muchas veces reflexión pero sobre todo diversión. En Delatora nos ofrece una historia muy dura que contrapone el sentido de la justicia y la fidelidad a la familia. La autora, siempre comprometida con situaciones complicadas de esta índole. Traducción: José Luís López Muñoz



Por qué haría yo de Mary Robison (Malas Tierras), hay que reconocer que en Malas tierras tienen una identidad editorial totalmente reconocible, una selección de catálogo muy particular y normalmente desafiante por temáticas y estilo. Mejor aún, un sello que recoge novelas contemporáneas y que se fija en autores y autoras por igual, y con resultados ciertamente sobresalientes. Un buen ejemplo de ello es este Por qué haría yo de Mary Robison, una de esas novelas de realismo sucio y profundamente fragmentadas (hasta 536 secciones) pero con sentido completo conjunto. Grandísima obra que recoge a la perfección el signo de los tiempos de la esa época.  Traducción: Cé Santiago




Asesinato en la estación terminal de Kyotaro Nishimura (Quaterni), siempre estoy atento especialmente a los títulos que saca Quaterni, no sólo es una de las pocas editoriales que saca autores y autoras japoneses sino que, además, está tratando de recuperar obras claves del género policíaco o terror, gracias a ellos se puede disfrutar de joyas de Yokomizo o Edogawa, por poner algún ejemplo significativo. Ahora le toca el turno a Kyotaro Nishimura, todo un especialista en hacer novelas de misterio en medio de trenes. Este Asesinato en la estación terminal es colosal, una trama bien urdida que te tiene hasta la última página en tensión, muy original en planteamiento y que propone un final muy ingenioso. Imprescindible para los que disfrutan de lo policíaco. Traducción: Kazumi Hasegawa

Una mirada a Alice B. Sheldon de James Tiptree JR (Crononauta), por si alguno de los que lleguen a este artículo no lo sabe todavía, Crononauta tiene un Matreon maravilloso donde todos los meses ponen relatos de ciencia ficción escritos por mujeres, nunca he estado más contento de poner dinero por algo que merezca tanto la pena, también sacan varios libros al año y su selección es, de nuevo, excepcional y variadísima. Este año empiezan con la recuperación de una autora que tuvo que escribir durante más diez años con un pseudónimo masculino para poder publicar su obra. El libro está formado por tres relatos y un ensayo escrito poco antes de su muerte (“Una mujer escribiendo ciencia ficción”). Para no perdérselo. Otra autora más recuperada. Traducción: Carla Bataller Estruch


La primera piedra de Val McDermid (Catedral), parece que RBA ha dejado de lado un poco la publicación de nuevas obras de la autora escocesa Val McDermid ya la verdad es que da un poco de pena, la autora de la impactante Lugar de Ejecución es sobresaliente, una de las mejores autoras de novela policíaca actuales. Por lo menos, esta publicación en editorial nueva me trae esperanzas y no me voy a cansar de recomendarla. Es una especialista en crear tramas claustrofóbicas en pueblos perdidos en las highlands y con un buen giro de guión final. La primera piedra pertenece a la serie de la detective Karen Pirie (como Lugar de ejecución y Un territorio oscuro) y la detective histórica afronta otro de esos misterios con base en el pasado. Una oportunidad fabulosa para descubrirla por primera vez (o de nuevo). Traducción: Marcelo E. Mazzanti Castrillejo

La deseada de Maryse Condé (Impedimenta), parece que la autora antillana se está afincando con éxito, Impedimenta continúa con la publicación de su obra y esta vez se atreve con su ficción (tras sus obras más autobiográficas) contando el relato de tres generaciones de mujeres a lo largo de la historia y que se encuentran unidas por la sangre, los abusos y la violencia que sufren. Todo ello con un lenguaje propio y único. Otra gran obra de la autora. Traducción: Martha Asunción Alonso

Agua pasada de Kopano Matlwa (Alpha Decay), otra gran noticia para empezar el año, se sigue con la publicación de las obras de la escritora sudafricana, Matlwa sigue desgranando en esta, su segunda novela, los temas cruciales de la sociedad post-apartheid en las vidas de los dos protagonistas de esta pequeña historia: Dos personas que tuvieron un romance en su adolescencia se encuentran quince años después rememorarán un pasado difícil que les hará cambiar su futuro, por mucho que lo tuvieran encauzado. Traducción: Aurora Echevarría

Las nubes de Juan José Saer (Rayo Verde), bastan un par de páginas para quedarse rendido al estilo de Juan José Saer, maravillosamente preciso y poético a la vez, Las nubes no iban a ser una excepción, esta vez en el marco de una pequeña epopeya de su protagonista, un joven psiquiatra que intenta llevar a cinco locos a una clínica viajando desde Santa Fe a Buenos Aires. Al final no deja de ser un pretexto para hablar sobre los temas centrales a su escritura que es valiosísimo en toda la obra de Saer; como siempre, una gran obra del autor argentino.

Hamnet de Maggie O’Farrell  (Gatopardo ediciones), uno de los premios anglosajones que me han dado más alegrías ha sido sin duda el Women’s Prize for fiction, estaba deseando que Libros del Asteroide publicara la ganadora del año anterior (que no pude leer por diferentes motivos) y aquí está y no sería honesto si no dijera que espero que sea una de las obras del año. La autora es tremendamente ambiciosa y parte de la historia familiar de Shakespeare para transitar entre ficción y realidad y recrear la gestación de una de las obras más importantes de la literatura universal. Lo necesito ya. Traducción: Concha Cardeñoso

Con total libertad de Zadie Smith (Salamandra), no estaba seguro de poner este libro pero dos hechos han ayudado a que al final lo seleccione: por un lado, leí Contemplaciones, una serie de pequeñas reflexiones y comentarios sobre la pandemia pero muy alejados del fenómeno y caracterizados por una observación profunda, deliciosos; por el otro lado, me dio por abrir una página de este libro de ensayos y salió por casualidad una pequeña reflexión súper interesante de las figuras de Michael Jackson y Prince, me pareció excepcional. Tiene tanto talento, quiero que, si alguien no la conoce, la descubra de una vez. Traducción: Eugenia Vázquez Nacarino

La Canción de Aquiles de Madeline Miller (ADN novelas), el tiempo que llevaba esperando la reedición de esta obra y ahora, por fin, en marzo, estará disponible en librerías de la mano de ADN y con esa portada fabulosa. Nada menos que el retelling de la Grecia de los grandes héroes, Patroclo, Aquiles y un montón de grandes personajes e historias. Deseando que esté en mis manos.Traducción: José Miguel Pallarés Sanmiguel

Invierno de Ali Smith (Nórdica), Otoño fue una de mis novelas favoritas del año pasado, lo dije por aquí, me parece que Ali Smith está en un momento fabuloso, muy cómoda con su estilo y dando una profundidad que antes sólo encontraba en sus cuentos. Invierno es la segunda novela del cuarteto estacional y va a ser una lectura especialmente adecuada para la época que está tocando vivir. Traducción: Magdalena Palmer


La madre de todas las preguntas de Rebecca Solnit (Capitán Swing), ahora que Solnit va a ser publicada en uno de los grandes grupos no quiero dejar pasar la oportunidad de promocionar de nuevo la editorial que apostó por ella desde el principio, Capitán Swing. En cuanto al contenido, como de costumbre, una buena selección de ensayos de la autora con la lucidez que la caracteriza y con un estilo ciertamente sugerente. Traducción: Lucía Barahona

Un par de cómicos de Don Carpenter (SextoPiso), interesante propuesta la de Don Carpenter y su Un par de cómicos centrada en las figuras de Jim Larson y Dave Ogilvie, un dúo cómico que le servirá para presentar la implacable maquinaria asociada al show Business sin olvidarse de la importancia que tiene la amistad en un mundo tan demoledor y superficial. Quizá hubiera preferido que hubiera más comedia (echo de menos libros de este tipo) que drama pero el resultado es satisfactorio sabiéndolo con antelación. Traducción: Rubén Martín Giráldez


Guerrera Akata de Nnedi Okorafor (Nocturna), y “por arte de magia” ya tenemos la conclusión de la bilogía que comenzó con Bruja Akata; la mezcla de magia y aventuras con elementos autóctonos de la cultura africana es irresistible. Okorafor es una autora única que imprime su sello de identidad tanto en la historia como en su estilo. Todo un lujo poder tener cada vez más obras de la autora en España. Traducción: Carla Bataller Estruch

El gran adiós de Sam Wassom (EsPop Ediciones), tomar como punto de partida el rodaje de Chinatown para describir el Hollywood de los años setenta es el tipo de premisa que necesitaba, sobre todo porque el autor es lo suficientemente hábil para salirse de los márgenes delimitados por el ensayo y transitar hacia los recursos que se utilizan en la novela de ficción construyendo una historia absorbente. Traducción: Óscar Palmer Yáñez

Gideon la novena de Tamsyn Muir (Nova) nigromantes lesbianas, espadas, revistas guarras, muertos vivientes…. O sea, ¿qué es esto? De vez en cuando me gusta salir de mi intervalo de comodidad y ampliarlo con nuevos/as escritores/as; este libro cumple a la perfección con el requisito, me encanta retarme a mí mismo como lector y no creo que con esos ingredientes me vaya a equivocar. Traducción: David Tejera Expósito

No es un río de Selva Almada (Literatura Random House), a falta de otro tipo de novedades, tengo que reconocer que me gusta mucho la iniciativa del mapa de lenguas en Random House, es una buena oportunidad de publicar con cierta regularidad autores y autoras sudamericanos/as que, de otra manera, sería difícil encontrarlas por aquí. Y más aún si una de las elegidas es Selva Almada, una de mis escritoras argentinas favoritas. Una escritora que refleja como nadie lo regional con todas sus implicaciones y con un estilo exquisito y único.


Las diez mil puertas de enero de Alix E. Harrow (Roca Editorial), tuve la oportunidad de leer el año pasado (y gracias al maravilloso Matreon de Crononauta) el cuento El sicomoro y la sibila, de la autora Alix E. Harrow y me encantó su ingenio, la magia que destilaba y el uso de su estilo de manera tan lírica; además, siempre me gusta poner muchos tipos de géneros en mis listas, disfruto cambiando de unos a otros, y la fantasía no puede faltar en ellas. Más si es de una autora tan interesante como esta y con una premisa tan cercana a una obra clave de la fantasía como siempre será La historia interminable: un libro que lleva a la protagonista a otros mundos. Traducción: David Tejera Expósito

Mil lunas de Sebastian Barry (AdN novelas), tuve el inmenso placer de conocer al autor gracias a la excepcional Días sin Final, una de esas novelas inolvidables que están tan bien escritas y son tan emocionantes que parece mentira que existan. De ahí que quisiera terminar esta lista con el nuevo libro del autor, un autor muy especial y que suele traerme no pocas alegrías. En esta ocasión, la vida de la joven Winona en el marco de la guerra de la independencia y su lucha por salir adelante a pesar de todas las dificultades que se encuentra. Muchísimas ganas de tenerlo entre mis manos.  Traducción: Susana de la Higuera Glynne-Jones


Y con esto llego al final, veintiuna novedades entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato.  ¡A disfrutar!

Mis lecturas favoritas del año 2017

Ha sido un año mucho más duro de lo que esperaba, árido como pocos, por diversos y variados motivos me ha costado escribir, leer y casi cualquier cosa. Me molesta porque parece que ha sido una continuación del año anterior pero leyendo menos que es peor; de hecho, este año no he llegado al objetivo de libros que me había propuesto, y esto es la primera vez que me ocurre en 7 años. También es cierto que he leído más de los que pone en Good Reads pero no puedo ponerlos por ahora. Aún así, al acabar el año parece que la tendencia está cambiando, quiero creer que hay un atisbo de esperanza. Necesito normalizar mis temas de trabajo y, de esta manera, se estabilizará lo otro, ya os informaré según vaya avanzando y espero ir haciéndolo con posts más habituales de los que he conseguido en este período.

Dicho lo anterior, es el séptimo año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

–Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea.

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2017. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veinte los elegidos, que parecen acordes en cantidad con los 170 libros que he leído.

-El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre ya la lista:

Querida Ijeawele de Chimamanda Ngozi Adichie (Penguin Mondadori Random House), qué sencillo lo hace Chimamanda; un pequeño libro de consejos para ser feminista exhortados a una madre y su hija; no hay forma de endulzarlo porque, ante todo, la autora se muestra sincera y firme en cuanto a lo que se puede encontrar. Es difícil que alguien sea tan cariñosa y realista al mismo tiempo, no hay nadie más idóneo para que te lo cuente.

El señor de las muñecas y otros cuentos de terror de Joyce Carol Oates (Alba), tres libros hemos tenido este año de la norteamericana gracias especialmente al trabajo de editoriales más pequeñas, es para estar de enhorabuena; además estas pequeñas editoriales han sido las más inteligentes ya que se han centrado en sus libros de relatos que, en mi opinión, son ahora mismo el punto fuerte de la autora; podría haber escogido el fantástico Dame tu corazón que ha sacado Gatopardo pero al final me he decidido por la recopilación de Alba quizá por una mayor afinidad con los relatos o por el juego maravilloso que nos propone Oates en el último de ellos (Misterios S.A.). Quizá eso me rindió definitivamente. El caso es que valen la pena los dos…. no digo más…

Amor Libre de Ali Smith (Gatopardo Ediciones), el más que premiado How to be both me pareció un libro muy interesante en cuanto a la forma pero frío en su mensaje, dicha frialdad se me había pegado irremediablemente cada vez que veía algo de la autora escocesa; gracias a las chicas de Gatopardo le di una oportunidad con estos relatos y, por fin, disfruté de las peculiares historias sobre la vida y el amor que nos propone. Ali Smith se queda conmigo.

Una dirección equivocada de Elizabeth Daly (Siruela), el sello de clásicos policíacos de Siruela está trayendo muchas satisfacciones, recuperaciones fantásticas de novelas que, hasta hace poco, estaban totalmente desaparecidas e inencontrables. Lo bueno es que no se están limitando a lo británico (ese detection club) sino que buscan en otras latitudes y tal es el caso de la serie  del detective y bibliófilo Henry Gamadge que desarrolló la norteamericana Daly; parece mentira que consiga integrar una cualidad tan poco habitual en la trama y que funcione pero lo logra, la trama está muy bien cerrada y ahonda especialmente en la psicología de los protagonistas. Una gran novela de misterio.

Nubes de Lluvia de Bessie Head (Palabrero), esta pequeña editorial está buscando su hueco y me gustan sus ideas, más si son casos como el de la sudafricana Bessie Head; nos guste o no, se publican pocas mujeres, si estas además son de color, están aún más lejos de ser publicadas; por eso resulta aún más sobresaliente este libro que nos muestra, desde una perspectiva muy diferente , sobre el papel de la mujer en un mundo tan dominado por hombres como es el del continente africano. Si además se tiene en cuenta el momento en que fue escrito, la relevancia es aún mayor. Necesito más recuperaciones como esta.

Valerosas 1 y 2: Mujeres que solo hacen lo que ellas quieren de Pénélope Bagieu (Dibbuks), he leído bastantes cómics este año, me ayudaban a no secarme en mis lecturas, y tengo que reconocer que estos dos volúmenes me han parecido excepcionales en forma, fondo y como objetos en sí mismos por la maravillosa edición de Dibbuks. Bagieu consigue que un recuento de biografías resulte extremadamente interesante gracias a la diversidad y eclecticismo de sus elecciones como a sus viñetas dotadas de una gran expresividad. Un trabajo magnífico e imprescindible.

The power de  Naomi Alderman (Viking), sí, no lo pude resistir, lo leí en inglés antes que en español y dio la casualidad que ganó el Baileys Prize este año; luego Roca lo publicó en Octubre o Noviembre y me dediqué a hacer proselitismo; cierto que puede decirse que va a remolque del gran éxito de Atwood pero me encanta que plantee la perspectiva contraria y nos ayude a reflexionar sobre cómo el poder puede afectar a la convivencia del mundo actual (y pasado). No sé si la traducción le hará justicia… a mí el libro en inglés me convenció y sus guiños me parecieron muy divertidos al mismo tiempo que aprendía un montón.

No, mamá, no de Verity Bargate (Alba), un sorpresón, este libro empieza con una premisa interesante y desemboca en un giro de guión delicioso por su imprevisibilidad. Rara Avis siempre es un sello a mirar, más cuando siguen retándose a sí mismos con joyas como esta. De verdad, cuánto se puede decir con tan poco. Espléndida elección.

En busca de new Babylon de Dominique Scali (Hoja de lata), bienvenidos al siglo XXI, una historia de vaqueros con corte clásico y formas postmodernas; otra escritora canadiense (y van…) a la que seguir; otro descubrimiento de sus editores que están configurando uno de los catálogos más diversos y de calidad que se pueden encontrar hoy en día.

Experimental Film de Gemma Files (La biblioteca de Carfax), lo he dicho antes aquí y aquí y no me voy a extender más. En efecto, estas chicas han creado la editorial con la que más me he divertido este año y, probablemente, si el camino que va a seguir el terror en estos próximos años se rige por libros como el de Gemma Files, me pongo una venda y me dejo llevar, me CONVENCE esta mezcla cargada de inteligencia.

El caso de Betty Kane de Josephine Tey (Hoja de lata), ¿quieres leer una historia de misterio que se salga de lo habitual? Está claro que Tey es una de las opciones más heterogéneas que te puedas encontrar. Cada libro es un reto a lo establecido y siempre resulta refrescante. Otra recuperación de lo policíaco que colma mis expectativas.

Apegos Feroces de Vivian Gornick (Sexto Piso), parece mentira que desde el año 1987 ninguna editorial se hubiera dignado a traer esta obra pero bueno, nunca es tarde si al final llega; este relato autobiográfico de la relación materno filial de la escritora y activista sorprenden por lo descarnado de su exposición; hay verdades que duelen, hay reproches que llegan al fondo del corazón, hay relatos que te desgarran por su sinceridad; estos son los apegos que nos trae Gornick.

Asesinato en el Honjin y otros relatos de Seishi Yokomizo (Quaterni), (aparte entre nosotros: no hay cosa que más motive a un aficionado a los relatos de misterio que encontrarse con un caso de habitación cerrada) este libro recupera más casos del gran detective tartamudo Kosuke Kindaichi y oh…. el primer caso, excepcional, es un ejemplo de habitación cerrada pero a la manera japonesa. Enrevesado como pocos. Divertido como todos. Los otros casos tampoco desmerecen un volumen magnífico con misterios japoneses.

Vida y Arte de Verdi de Julian Budden (Turner), otro de los grandes fallos de este año es no haber podido leer más ensayos; mientras pienso en cómo solucionarlo, en ese desierto ha brillado con luz propia este excepcional ensayo sobre una de las figuras más importantes de la historia de la música. Budden disecciona con un bisturí muy preciso la obra del mejor compositor de óperas junto con Wagner. Un libro que puede hacer disfrutar a un neófito pero que parece imprescindible para los que ya están metidos en el mundillo como es mi caso. Simplemente imprescindible.

Desplazar el centro  de Ngũgĩ wa Thiong’o (Rayo verde), qué incómodo es leer al escritor keniata, mucho; es como si te echaran sal en una herida y la restregaran hasta que llores, lo comentaba una vez con la editorial, si los suecos leen su obra de verdad… no le dan el Nobel de literatura nunca, y tiene pinta de que algo han leído y no se atreven. En serio, este libro pone a occidente tan mal, nos hace tan conscientes de los abusos que llevamos cometiendo desde hace siglos que no creo que nadie le pueda dar un premio a esto hoy en día. Leedlo, este escritor se mueve por el ensayo como nadie. Sencillo y, a la vez, demoledor.

Un lugar mejor  de Michael Wehunt (Dilatando Mentes), si antes hablaba de Gemma Files como la punta de lanza del camino que puede seguir el terror, estoy convencido de que Wehunt debe ser la inspiración a la hora de realizar relatos; esta selección es absolutamente excepcional, consigue que te preguntes cada dos por tres dónde estás, dónde vas… y que esta incomodidad te inspire aún más miedo del que puedas sentir. Todo está marcado por una creatividad a prueba de bombas y la edición de Dilatando Mentes es deliciosa, en todos los aspectos. Adentraos en este infinito y más allá del terror y sabréis a lo que me refiero.

La bestia ciega de Edogawa Rampo (Satori Ediciones), y mientras en Quaterni nos traen a Yokomizo, en Satori están empeñados en traernos todo lo posible del maestro del eroguro Edogawa Rampo, así que voy a gritar como uno que yo me sé (RAAAAAMMMMPOOOOOO)… fuera bromas, esta obra es lo que llamaríamos un paradigma del eroguro y, sinceramente, es brutal en todo momento. Vaya mezcla que urdió el escritor japonés. Comprobadlo vosotros mismos… y estad preparados para cualquier cosa.

Una cabeza llena de fantasmas de Paul Tremblay (Nocturna Ediciones), bravo por Nocturna que, definitivamente, están confiando en el terror como parte de su catálogo, la edición del Fuego de Joe Hill este año presagiaba más lanzamientos de este tipo pero no me esperaba que se atrevieran con este bombazo de Tremblay; ¿quién dijo que las novelas/películas de posesiones no tenían posibilidades? La inteligentísima propuesta del escritor norteamericano da una vuelta de campana a todo lo establecido, añade los realities shows y el influjo de la tv y lo utiliza para crear aún más ambigüedad a cada uno de los protagonistas, lo recuerdos se mezclan con lo que es real de tal manera que ya no sabes qué es real; y todo ello genera situaciones terroríficas, escalofriantes para llegar a un final apoteósico. La verdad es que este año ha sido, en general, un año para el terror en mi camino lector pero claro, con libros como los que he comentado, es difícil que no lo fuera.

El último caso de Phillip Trent de E. C. Bentley (Siruela), otro de esos clásicos policíacos que nos ha traído en este año el maravilloso sello de Siruela y otra genialidad con un ingrediente maravilloso que la hace única: la falibilidad del detective. Tiene gracia que, utilizando esa base, consiga hacer que el caso esté bien cerrado. Aficionados a lo policíaco… este libro, a pesar de algún anacronismo, proporciona una gran diversión.

Sobre lo azul de William H. Gass (La navaja suiza), posiblemente no hay mejor colofón a esta lista que poner esta obra maestra del recién fallecido escritor como última lectura del año; gracias a la excepcional traducción de Cé Santiago podemos disfrutar en plenitud de una de las obras más complejas y, al mismo tiempo, impactantes de William H. Gass. Es dificilísimo trasladar a otro idioma tantos matices relacionados con el azul y, al menos en mi caso, ha conseguido trasladarme la potencia del texto en inglés, el lirismo, la musicalidad y, al fin y al cabo, la genialidad de un autor que no gozó de gran éxito en España. Han prometido traer más libros del autor tras su fallecimiento y, desde luego, habrá que ir a por ellos. Mi más sincera enhorabuena por este trabajo inconmensurable.

Y eso es todo, ya es demasiado por este año. Veremos cómo se presenta el siguiente.

¡FELIZ AÑO 2018! !Buenas lecturas!

Febrero, Marzo y Abril 2017. Listado de lecturas

Este post es una consecuencia real de mi tendencia a la entropía de los últimos meses. Normalmente suelo hacer un post con todas las lecturas del mes y, en esta ocasión, el retraso me ha obligado a unir tres meses. Lógicamente hay otra consecuencia de esta situación: no poder hacer comentarios demasiado extensos de cada uno de ellos. Por lo menos puedo asegurar que dejar de leer no lo hago, otra cosa es que me dé tiempo para escribir sobre mis lecturas. El caso es que, a continuación os paso el listado:

Eileen de Ottessa Moshfegh, lo leí en inglés y tengo que reconocer que el libro funciona bastante bien, muy entretenido y con una cierta calidad. También es cierto que, por muchas nominaciones de premios que haya recibido, sigo pensando que Gillian Flynn está bastante por encima; aun así, fue una lectura interesante. 

El azor en el páramo  de Ted Hughes, la influencia de la tormentosa relación con Sylvia Plath, de la que siguen saliendo detalles escabrosos (y cada vez más truculentos, el maltrato fue evidente), está minando en el tiempo el valor de la poesía de un autor único. Esta selección que se reunió en Bartleby es alucinante, qué potencia, qué salvajes son los versos de este autor y qué placer leerle.

El lagarto negro  de Edogawa Rampo, recomendé esta reedición en Canino y no me equivoqué. Una historia estupenda con un detective tan peculiar como es Akechi y un regusto pulp divertidísimo, con metarreferencias a sus propias obras de terror. Qué bien, cada vez tenemos más Edogawas disponibles.

Los vengadores costa oeste 3: perdidos en el tiempo de Steve Englehart y Al Milgrom, sigo mi recuperación de esta época y, posiblemente, sea el que más me ha gustado. Me encanta este heterogéneo grupo liderado por Ojo de halcón.

Un asesino en escena  de Ngaio Marsh, otro de los libros que recomendé  en Canino y un verdadero disfrute. Segundo de los libros recuperados de la escritora neozelandesa en la colección clásica que ha sacado Siruela que tiene como protagonista a Roderick Alleyn y que demuestra, sin lugar a dudas, el dominio de la escritora además de mostrar las características que van a ser comunes a su obra; sobre todo, su relación de lo detectivesco con lo teatral.

Dame tu corazón  de Joyce Carol Oates, es fantástico el trabajo de editoriales como Gatopardo que se atreven a sacar autores que los grandes sellos tienen olvidadas; tal es el caso de la escritora estadounidense y está grandísima recopilación de cuentos cortos que recomendé en Canino y de la que quiero escribir algo más adelante.

Estanque de Claire-Louise Bennett, no entiendo muy bien lo que me ha pasado con este libro, suelo disfrutar de las antologías de cuentos pero hay algo artificial en todas estas historias. Achaco los problemas a una traducción deficiente pero no descarto que no fuera tampoco demasiado interesante en su lengua original. El caso es que es el peor libro de los últimos meses.

Prosas reunidas  de Wislawa Szymborska, hablé de ella aquí mismo. Si pincháis en el enlace podéis encontrar más información. Imprescindible.

Había mucha neblina o humo o no sé qué: Caminar con Juan Rulfo  de Cristina Rivera Garza, original el enfoque de la escritora mexicana a la hora de acercarse a la obra de Juan Rulfo, no es un análisis estilístico de su obra, tampoco una biografía, más bien es una exploración de su obra en la propia persona. Vale la pena acercarse a él para comprobar una manera diferente de narrar. También la puse en la recopilación de Canino para empezar el año.

Lamu: Urusei Yatsura 5  de Rumiko Takahashi, sigo avanzando/disfrutando de la obra de la autora japonesa. Que no pare la diversión.

Mi prima Rachel  de Daphne du Maurier, uno de esos thriller psicológicos clásicos que está recuperando con mucho acierto Alba en su sello Rara Avis. Du Maurier es una escritora excelente con un gran manejo de la tensión a lo largo de la trama. Es un clásico de las recomendaciones caninas.

Mi individualismo y otros ensayos  de Natsume Soseki, vaya cuatro ensayos que ha recuperado Satori por el 150 aniversario del nacimiento del autor japonés. Tenéis más información sobre él en el enlace del título.

Los niños perdidos  de Valeria Luiselli, estoy seguro de que, en no mucho tiempo escribiré algo más extenso sobre este fantástico libro. Permaneced atentos a las pantallas.

La sonámbula y más relatos inquietantes  de Marie Luise Kaschnitz, esta autora vale muchísimo la pena y esta recopilación vuelve a dar en la diana de la inquietud. Más información pinchando el título. 

Un policía en la luna  de Tom Gauld, pequeño cómic que aprovecha el pretexto de una situación poco convencional (la vida de un astronauta policía en la luna) para presentar una situación cotidiana en nuestras vidas: la búsqueda de la identidad y la relación con las personas así como sus dificultades. Más allá de su facilidad de la lectura, los dibujos de Gauld son muy expresivos para mostrarnos la situación. Es un disfrute.

Lamu: Urusei Yatsura 6  de Rumiko Takahashi, se lee poco a Takahashi, y es una pena.

Según venga el juego  de Joan Didion, tras la impactante lectura de El año del pensamiento mágico me propuse leer todo lo que viniera de ella; esta novela, corta, formada por retazos de la vida de una actriz en Hollywood, no es como aquella pero, indudablemente, se lee con bastante interés. Supone una razonable indagación de la identidad del individuo actual y las consecuencias del liberalismo desenfrenado.

El Azor  de T. H White, aquí está la historia que inspiró el grandísimo H de halcón de Helen MacDonald ; espero escribir algo más sobre él en poco tiempo pero ya digo que vale la pena.

Querida Ijeawele  de Chimamanda Ngozi Adichie, qué sencillo lo hace Chimamanda; un pequeño libro de consejos para ser feminista en un mundo como este, de ella a una madre y su hija; no hay forma de endulzarlo porque, ante todo, la autora se muestra sincera y firme en cuanto a lo que se puede encontrar. La verdad es que da envidia que pueda haber esto a estas alturas. Ojalá hubiera tenido algo así para aprender cuando era joven.

A propósito de las mujeres  de Natalia Ginzburg, antología de relatos de la autora italiana que vuelve a demostrar lo bien que escribía; una cosa buena de las efemérides es, desde luego, la posibilidad de darla a conocer y se está cumpliendo a la perfección.

Las aventuras agrícolas de un cockney  de Virginia Woolf, dos historias muy tempranas de una joven Woolf; sinceramente, esto es más para completistas de la autora, los dos relatos se dejan leer pero no aportan mucho más que no se supiera.

Bitch planet 1 de Kelly Sue DeConnick, me gusta siempre tener algún cómic a mano… y en esta ocasión me venía de perillas esta pasada. Una dixtopía bastante macarra que juega con muchos factores relacionados con el feminismo, racismo, etc. y que, más allá de ello, es un gran cómic y bastante bien dibujado.

La visión, Vol.1: Visiones del futuro y Vol.2: Poco mejor que una bestia  de Tom King, impresionante propuesta, se me había quedado en el plumero y encontrarla ha sido impactante; la historia que propone  el autor Tom King profundiza en la identidad del sintozoide convirtiéndolo en un método para indagar en su construcción de la identidad individual y social de cualquier individuo y, este caso, reflexionar sobre el papel de las inteligencias artificiales.

Un mal principio de Lemony Snicket, las originales aventuras de los hermanos Badelaure vuelven a vivir una reedición; aprovechando la realización de la serie en Netflix, en Montena (el sello infantil-juvenil de PRMH) han decidido empezar a sacar de nuevo todas sus historias que, principalmente, se caracterizan por acercarse de una manera diferente a la habitual.

El unicornio de Iris Murdoch, tengo pendiente escribir de una vez algo sobre ella. O sea que toca esperar hasta que llegue dicho momento. 

La habitación de los reptiles  de Lemony Snicket, segunda entrega prácticamente sacada al mismo tiempo que la primera. Basta decir que mantiene un nivel suficientemente alto para seguir disfrutando. De cabeza a por ella.

Los Vengadores Costa Oeste Vol.4: El ataque del Zodíaco  de Steve Englehart y Al Milgrom, continúan las aventuras del grupo liderado por el arquero, continúa la diversión salpicada de alguna reflexión interesante de tipo ético, sobre todo las consecuencias de la decisión de Pájaro Burlón.

Black Panther: A nation under our feet  Vol. 1 y Vol.2 de Ta-Nehisi Coates, esperaba mucho de Coates en esta nueva encarnación de Pantera Negra y… sinceramente… me ha dejado un poco frío el resultado final. Me da la impresión de haber leído este tipo de aventura muchas veces y, desgraciadamente, contado de mejor forma. No me añade nada nuevo y, peor aún, me aburrió en algunos momentos, incluso algo peor: no me causa ninguna impresión.

Houston, yo soy el problema de Óscar García Sierra, tras sucesivas recomendaciones por tuiter me atreví a acercarme al libro del escritor español y tengo que reconocer que la experiencia ha sido muy agradable. La propuesta de Óscar García Sierra es muy original al juntar referencias actuales y hacer poesía con ellas. La única pega que le puedo encontrar es que, al estar tan anclada en ellas, puede envejecer demasiado deprisa. Aun así, vale la pena disfrutarlo.

Las ratas de James Herbert, me fui de casa rural y lo que más me apetecía era el terror, este libro fue mi primera elección, todo un clásico británico de las novelas de bichos, centrándose en este caso en unas ratas hambrientas de un tamaño descomunal, encantadoras. Sigue un desarrollo clásico y predecible pero, igualmente, se lee muy bien ya que mantiene la tensión de los protagonistas cuando luchan con los bichines. Toda una declaración de intenciones  de la nueva editorial de terror Biblioteca de Carfax.

Los sauces de Algernon Blackwood, otro relato de corte clásico excepcional es el que nos trae por primera vez Hermida Editores al recuperar este texto del gran escritor inglés. Todo una fabulosa muestra de cómo se crea un ambiente claustrofóbico que rodea toda la narración y a sus protagonistas. No hace falta muchas veces que sea un terror palpable, hay más miedo en lo indefinido potencial.

Escuela de sangre de Sebastian Fitzek,  escrito bajo el pseudónimo del escritor alemán Max Rhode, esta propuesta de terror es totalmente distinta a lo que dice la sinopsis argumental; caso curioso en el que el lector potencial puede sentirse engañado al esperar otra cosa. Me gusta más lo que no se cuenta que lo que se contaba, ya que parte de un hecho sobrenatural que desencadena lo que se dice en la sinopsis, no pasará a la historia pero es, por lo menos entretenido.

Histopía de David Means, gratísima sorpresa con un libro que, en un principio, no pretendía leer y que, finalmente, tuve que recomendar para mi selección de Canino del día del libro uno de esos ejemplos en los que el “cómo” es más importante que el “qué” (nuevamente la guerra de Vietnam).

Mujer en punto cero de Nawal El-Saadawi, me habría gustado escribir algo más sobre esta fantástica novela, vale la pena acercarse a ella ya que la egipcia utiliza la ficción para mostrarnos la vida de Firdaus, una vida llena de abusos que puede encuadrarse, sin problemas en la realidad, como si de un ensayo se tratase. Es corta pero intensa y de gran dureza pero siempre clarificadora.

La dama desaparece de Ethel Lina White, maravillosa recuperación de Alba en su sello Rara Avis que recomendé sin dudar en Canino  y que hará las delicias de todo aficionado al género policíaco y al suspense.  No me extraña que Hitchcock la cogiera como idea para una de sus películas, es un thriller donde lo psicológico tiene una importancia primordial sobre la investigación y está muy bien dosificada a nivel de tensión.

Gorda de Moyoco Anno, buen cómic este realizado por Moyoco  Anno en el que se presenta una de las obsesiones actuales: la gordura. Una obsesión que suele minar la confianza de las personas y, sobre todo, su amor propio. La forma en que se presenta y el dibujo “feísta” (aunque muy expresivo) ayudan a entrar en el tema y comprender aún mejor un tema que preocupa a toda la sociedad, no solo la japonesa.

Magia Cruda de Paul Alexander, se está dilatando en el tiempo la reseña de esta fantástica biografía, pero prometo que llegará en algún momento. Atentos a este blog.

Piercing de Ryu Murakami, ahora puedo decir que me gusta Murakami, el “otro” Murakami, Ryu. Esta novela es fascinante… qué manejo de la potencialidad, de aquello que puede ocurrir. Qué personajes. Qué lástima que sea tan corta.

En el medio de la muerte de Lawrence Block, parece que, todavía, RBA conserva los derechos de Block en España, uno de los pocos que le quedan. (Momento de nostalgia para recordar la fenecida colección de novela negra). Lo extraño es que este volumen es el tercero de la saga de Scudder y han salido unos cuantos posteriores y resulta difícil encuadrar el momento del investigador. Además, siendo una novela primeriza, estando bien, pierde un poco con la comparación. Independientemente de todo esto, es una buena novela, porque Block es un gran novelista policíaco pero, si alguien lo descubre con este título que no se lleve a engaños, no es lo mejor ni de broma.

Canción dulce de Leïla Slimani, leo pocos autores franceses, de ahí que tuviera reticencias con esta novela inicialmente; menos mal que me tiré a la piscina porque la propuesta es muy interesante, en efecto se produce un crimen (de gravedad, se trata de niños), pero no importa tanto la investigación como la forma en que se ha llegado al crimen. Hay una indagación por parte de la autora de los motivos  que pueden causarlo desde el punto de vista psicológico así como la parte relativa a la sociedad. Es otro punto de vista, y enriquece lo habitual.

Alfa, Bravo, Charlie, Delta de Stephanie Vaughn, la única recopilación de relatos de la autora es un buen ejemplo de cómo mostrar, a través de cuentos, las preocupaciones de la época en la sociedad estadounidense.

Laura de Vera Caspary, clasicazo policíaco donde los haya. Sin complejos, una historia con sabor negro.

El ventanal de Lemony Snicket, ¡viva Lemony Snicket! ¿Lo he dicho antes?

El señor de las muñecas y otros cuentos de terror de Joyce Carol Oates, de este va a haber reseña, es un libro de relatos excepcional, nuevamente, este año dos libros de la autora y a cuál mejor. Es difícil escoger uno de ellos.

Cáscara de nuez de Ian McEwan, McEwan haciendo lo que más le gusta, ser él mismo. La excusa de utilizar un narrador diferente es un simple pretexto para incorporar sus ironías y reírse un poco de todo. Además incorpora una cierta trama policíaca y, como de costumbre, resulta muy entretenido. No es lo mejor, pero es divertido.

Amor libre de Ali Smith, nuevamente Gatopardo dando en el clavo, me ha convencido bastante esta recopilación de cuentos de la escocesa. Visiones distintas del manido tema del amor realizadas con mucha delicadeza, humor y buen gusto.

Los cinco y yo de Antonio Orejudo, me encanta Orejudo, es uno de mis escritores españoles favoritos pero, sin duda, esta es su peor novela con diferencia. Sobre todo si piensas en las primeras, como la excepcional Fabulosas narraciones por historias (enlace a reseña) de la que hablé aquí con no pocos elogios.  De todos modos, si solo fuera eso… pero no, noto al autor quemado, desencantado, decepcionado con la literatura, con el propio hecho de escribir y eso, de verdad, me apena. Espero que solo sea un bache.

El otro hombre de Hugh Walpole, bien por Defausta que se lanzan a una nueva colección de novela negra y empiezan con dos obras curiosas. Esta de aquí es el primer título y, aunque no es una investigación propiamente dicha, se agradece que aparezca una novela del autor por aquí.

Los casos del detective Kogoro Akechi de Edogawa Rampo, tengo pendiente reseña y puede que algo más. Atentos al blog.

Guardianes de la Galaxia: Vengadores Cósmicos de Brian Michael Bendis, entretenida recopilación (y voluminosa) que pretendió lanzar en su momento a los Guardianes de la Galaxia gracias al (inesperado) éxito de la primera película. No está más desde luego, pero no es lo mejor de Bendis que, desgraciadamente, es muy reconocible por sus tics.

El perro espectral: investigadores de lo oculto de Alice Askew y otros, excelente recopilación reunida por Arellano para su Biblioteca del laberinto. Empieza flojo pero van mejorando los relatos (cronológicamente) mostrando muchas facetas y muy variadas de diferentes investigadores de lo paranormal. Da gusto encontrar un libro tan distinto y entretenido.

Black panther: A nation under our feet. Book 3 de Ta-Nehisi Coates, me temo que tengo que seguir hablando de las mismas sensaciones que tuve con los dos primeros volúmenes, y eso significa que ya toca abandonarla. Mala suerte.

Ultimate Spiderman HC vol1 de Brian Michael Bendis, me acuerdo cuando se lanzó el sello Ultimate en Marvel, la idea era montar nuevas colecciones de los héroes más emblemáticos partiendo desde cero y así evitar todas las cargas de la continuidad a la hora de buscar nuevos lectores; la idea era divertida y tuvo dos puntas de lanza evidentes. Una fueron los impactantes Ultimates, unos vengadores de nivel extremo dibujados por el increíble Bryan Hitch y guionizadas por Mark Millar que buscaban “hacerlos adultos” (tacos, violencia..) pero que, independientemente de los postureos, ofrecían historias muy entretenidas y espectacularmente dibujadas. El otro buque insignia fue, sin lugar a dudas, el Ultimate Spiderman de Bendis y Bagley, revisándolo tras varios años sigue funcionando a la perfección: Historias dinámicas, divertidas, juveniles, llenas de acción, diálogos más comedidos de Bendis y un tratamiento idóneo del conflicto juvenil. El dibujo de Bagley era perfecto para hacer buenas escenas de acción y se acercaba a la caricatura. La mezcla es consistente y no decae durante estas primeras 300 páginas, ¡qué divertido!

Y eso es todo, no he contado el número de libros pero ha sido cuantioso. El caso es que he disfrutado mucho.

A continuación os pongo las fotos de las #carretillas de esos meses que conseguí (como siempre) en La Sombra, mi librería y libreros favoritos.

Y eso es todo… más de 3000 palabras, hay que cortar ya.

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

Resumen Febrero 2016. Cómics, poesía y más

Va siendo hora de poner el resumen de Febrero, como de costumbre me faltan algunos de los libros por reseñar pero no quiero agobiarme con este hecho. A estas alturas no puedo dejarlo pasar más, está llegando abril. Febrero fue un mes estupendo y variadísimo, sigo con mis mujeres y ha habido de todo: poesía, cómics, narrativa, novela policíaca, ciencia ficción… hasta once autoras nuevas han entrado entre los veinte libros disfrutados. Sólo dos han sido de hombres, esto está marchando a la perfección. Paso al pequeño resumen y, en el caso de haber reseña, está enlazada con el título: 

Es el verbo tan frágil de Sandra Santana, empecé el mes con mucha poesía, y tan contento, tengo la sensación de poder disfrutar de la literatura más allá del género o temática que me encuentre y eso me hace más ecléctico. Este libro de Sandra Santana es cortito, conciso, y, desde luego, demuestra en cada verso lo contrario del título, para nada el verbo es frágil, muy al contrario, el lenguaje, a pesar de su infidelidad, le sirve para la construcción de la identidad. 

El azul es un color cálido de Julie Maroh, espléndido, un cómic delicado, cargado de sentimientos tratados con mucha sensibilidad,; el dibujo, especialmente atractivo, sirve de acompañamiento a una historia donde los secretos son los verdaderos protagonistas, secretos revelados que devienen en momentos difíciles de vivir. La vida es tremendamente complicada cuando vas contracorriente, más en el caso de identidad sexual. 

Fun Home. Una familia tragicómica de Alison Bechdel, hablando con otra persona a la que le había gustado este cómic me comentaba que muchas personas sentían un especial rechazo ante la historia que narra; la autora aprovecha las posibilidad que le ofrece este medio para contar una autobiografía desde su infancia, a modo de relato de formación, donde utiliza diferentes perspectivas para explorar las relaciones paterno-filiales y la construcción de la identidad. 

Deudas contraídas de Ana Rosetti, gran recopilación de poesía donde prima el reflejo de la sociedad por encima de otros supuestos. Rosetti nos trae un tipo de poesía que deviene en fotografía actual de la sociedad en la que vivimos. Afortunadamente, aparte del fondo, la forma está muy bien tratada. La verdad es que ha sido una sorpresa más que agradable por la intimidad que desprende, convirtiéndose en un diálogo interior entre escritora y lector/a. 

¿Podemos hablar de algo más agradable? de Roz Chast, espléndido retrato autobiográfico con reflexiones sobre las relaciones entre padres e hijos además de reflejar maravillosamente el paso de la juventud a la vejez y todo lo que lleva asociado. El dibujo es muy particular y contrasta con alguno de los momentos que aparecen pero le da un toque de ligereza y buen humor que, particularmente, me parece exquisito. Una joya.

Tiempos de Hielo de Fred Vargas, siempre entretenida la escritora francesa con el torpe Adamsberg y un buen surtido de personajes secundarios perfectamente caracterizados. Si bien es cierto que esta entrega me ha resultado inferior a las anteriores, incluso he echado de menos ese intento de presentar un fenómeno sobrenatural. Aun así, es una buena opción policíaca.

La novela de la poesía de Tamara Kamenszain, ese momento en el que te das cuenta, no solo que has llegado tarde, sino que, posiblemente, no consigas estar a la altura. Kamenszain juega con una serie de factores  que me quedan demasiado lejanos por mi formación anglosajona (y mi falta de lecturas hispanoamericanas), montones de referencias a los grandes escritores de la zona que me hacen sentir que me estoy perdiendo mucho. Independientemente de este hecho, este intento de montar una novela de poemas tiene un cuidado excepcional por la forma poética (y complejo) y es muy disfrutable a pesar de mi limitación.

Proleterka de Fleur Jaeggy, al final no preparé nada sobre ella, y no lo voy a preparar. Me temo que este segundo libro me gustó bastante menos que el anterior y la dejo entre los autores que se pueden leer pero no me atraen demasiado. Se disfruta del momento pero  habiendo otras, hay que elegir. 

Pagarás con maldad de Margaret Millar, Millar es un seguro de vida a la hora de leer un clásico de novela negra. Sus desarrollos suelen ser muy enigmáticos y siempre se guarda giros finales que te dan buenas sorpresas. Hay que leerla. 

Aún queda mucho por decir de Rose Ausländer, si pincháis en el título podréis ver una muestra de su fantástica poesía y el comentario que hice al respecto.

La niña de oro puro de Margaret Drabble, parece mentira que podamos tener en circulación otro libro de la escritora británica. Siempre interesante, está no es una ocasión menor de disfrutarla. En la reseña hice un análisis al respecto de sus técnicas. 

Monstruo de ojos verdes de Joyce Carol Oates, me extendí bastante con esta novela juvenil que trata el tema de la violencia de género a la manera de Oates, es estupendo. 

Ms Marvel: Fuera de lo normal de Willow G. Wilson, vaya, vaya, y no me había enterado de esta versión alternativa con una nueva Ms Marvel; divertida, sin complejos, y, aunque odie el adjetivo, fresca visión del mundo superheroico con disquisiciones religiosas (sobre todo referentes al mundo musulmán) y cuestiones de género imbuidas en una historia que tiene una superheroína deliciosa como protagonista. El dibujo de Alphona es más que digno y conjuga muy bien con el tono de lo que escribe Wilson. 

El bosque de la noche de Djuna Barnes, sé que voy a escribir algo sobre esta novela ambigua y oscura pero ciertamente prodigiosa. También sé que todo lo que escriba, en casos así, se queda muy por debajo del talento exhibido por Barnes. Ya veremos lo que consigo hacer. Un clásico del siglo XX.

Por no mencionar al perro de Connie Willis, es injusto, este libro debería haberlo leído hace mucho tiempo; también es injusto que no vaya a tener una reseña, pero, sin embargo, alguno se va llevar una sorpresa cuando lo vea al final de año. Se ha convertido en uno de mis libros favoritos. Una perfecta conjunción de novela de enredo victoriano-mistery- viajes en el tiempo aderezada con un montón de referencias a los clásicos del detection club y muchísimo buen humor. Es perfecta. 

El corazón es un cazador solitario de Carson McCullers, vaya, otra de esas novelas perfectas. Por fin. Habrá reseña, tiene que haberla. Espero que en poco tiempo. 

Silas Marner de George Eliot, con el tiempo quiero rellenar mis huecos pendientes con la escritora inglesa, esta pequeña novela reúne, de manera condensada, su buen hacer. Se disfruta mucho.

Out de Natsuo Kirino, este es uno de esos ejemplos donde una novela de género policíaco consigue ser muchísimo más interesante que muchas novelas que nacen con la pretensión de ser “literarias” (signifique lo que signifique); partiendo de una premisa que pone al límite a cuatro protagonistas, todo se irá convirtiendo en un hardboiled brutal que desencadena un duelo entre dos protagonistas como si se tratara de un western… ah, y por el medio hay descuartizamientos y mucha mala leche. En fin, una novelaza que no te deja indiferente  y no aburre en ningún momento.

Los disidentes

Sólo dos ha habido este mes y han sido obligados, unos encargos que no podía dejar pasar y que aparecieron en primer lugar en Ópera World :

La ópera como teatro cantado de Gabriel Menéndez Torrellas, si pincháis en el enlace veréis de qué trataron las conferencias reunidas en este pequeño libro con ideas muy interesantes.

Nietzsche y la música de Blas Matamoro, tengo la reseña en el horno, así que no me voy a extender, buen trabajo del autor que nos tiene acostumbrados a este tipo de estudios que aportan nuevas visiones a épocas conocidas de la música. En este caso la época en que vivió el filósofo.

Por último, las adquisiciones de Febrero:

 

AdquisicionesFebrero

Sorprendentemente me acabo de dar cuenta que no he programado más que una de ellas. Vaya lío que se me montó en marzo. Tengo que pensarme muy bien alguna de ellas y que vayan entrando, además son novedades. Uno de los beneficios de este año es que las novedades no están dictando mis lecturas. Esto, sinceramente, me parece muy sano.

Un abrazo y ¡Buenas Lecturas!

Monstruo de ojos verdes de Joyce Carol Oates. Violencia de género para jóvenes

Monstruo de ojos verdesAprovechando la lectura de Sexy de la misma autora, ya comenté por aquí la faceta de la autora relacionada con la creación de libros para jóvenes; libros que aprovecha para contar temas controvertidos en clave más accesible a nivel de estilo pero con el suficiente fondo para que valgan la pena. El tratamiento que realiza la autora va encaminado a hacer conscientes a los jóvenes de actitudes que pueden ser difíciles de percibir y el modo de hacerlo es llevándolo a su terreno: aquí mismamente recurre a una historia policíaca.

La historia comienza con la típica historia familiar a la que añade elementos que auguran distintos desarrollos. La protagonista, Franky, afronta la posibilidad de que un chico la viole y del que consigue escapar afortunadamente; es parte de la evolución de su identidad, consciente del hecho, tan joven, de haber podido ser violada desarrollará una escisión de su identidad, una especie de reverso tenebroso que le servirá para afrontar todo lo que se encuentre y que sea peligroso para su vida:

“Pero ahora estoy A SALVO.

Soy una buena corredora. Me gusta correr casi tanto como nadar. Así que me voy corriendo hacia casa junto a la carretera de la costa, evitando los coches, con el pelo al aire y dándome contra la espalda. Supongo que para los que pasan en coche tengo aspecto de loca. Pero me siento muy bien. No es lo que podría esperarse; ni siquiera pienso: Oh, Dios, casi me violan. Al contrario, pienso en lo contenta que estoy. Mi madre decía que ella había sido más afortunada que lista cuando tenía mi edad. Creo que yo he sido afortunada y también lista. He luchado contra el atacante y no ha podido conmigo. Le he dado con la rodilla en la ingle, le he dado patadas y le he mordido. Me he escapado. Ni siquiera he tenido tiempo de tener miedo. Era un abusón y un miedica y me imagino que ahora estará preocupado por si les cuento a mis padres lo que ha sucedido y se ve metido en un buen lío.” 

Ese reverso es su personalidad como Monstruo de ojos verdes y se trata de un mecanismo de defensa que utilizará de forma alienante, evadiéndose de hechos a los que no encuentre explicación. Es importante la aparición de este elemento de la identidad ya que, al mismo tiempo que actúa como escudo, inconscientemente irá enmascarando acciones que van sucediendo y que afectan a la relación con sus padres: 

“Bueno, no lo iba a contar. Era suficiente con haber escapado.

Él me había llamado “MONSTRUO DE OJOS VERDES.”

El MONSTRUO DE OJOS VERDES me salvó la vida.”

De hecho, aunque sea capaz de ver el cambio en la personalidad de su madre, cambio que se expresa igualmente en la apariencia y en la forma de actuar, deliberadamente optará por omitirlos, como si una especie de filtro operase en su cerebro:

“Mamá empezó a usar pañuelos. Hermosos pañuelos de seda de colores vivos, chales, blusas de manga larga y jerséis. A veces las mangas eran demasiado largas y le ocultaban por completo las muñecas.

¿Qué ocultaba? ¿Cardenales en las muñecas, en el cuello, en la parte superior de los brazos? ¿Violentas marcas rojas hechas por los dedos fuertes de un hombre?

No podía preguntar. Las palabras se me amontonaban en la garganta pero de allí no pasaban. En presencia de mamá empecé a estar muy callada. Y ella estaba más callada conmigo.”

En este orden de cosas, la toxicidad del ambiente no le ayuda a superar estas reticencias, preguntará a su hermano por lo que está sucediendo y el no contestará (más adelante nos enteraremos de que el hermano es hermanastro y está profundamente influenciado por la fuerte personalidad del padre):

“Pasaba gran parte de las noches en vela, así que, ya muy tarde, solía mandar mensajes de correo electrónico en mi cabeza. A veces, un poco desesperada, me levantaba, revisaba mi correo (casi nunca tenía mensajes; los releía continuamente de forma compulsiva y respondía enseguida) y envidaba alguno. Muchas veces a Todd; me daría vergüenza echar la cuenta de cuántos le envié. 

Hola, Todd…

No sé de ti desde hace algún tiempo. Espero que las cosas te vayan bien por ahí.

Me preguntaba si sabes lo que pasa entre papá y mamá estos días (supongo que si papá se lo cuenta a alguien será a ti).

Franky.”

Oates refleja a la perfección cómo los hechos van afectando a los hijos (especialmente a las hijas y particularmente a Franky) y cómo sus reacciones están cargadas de absolutismos, no hay grises cuando eres joven, o es blanco o es negro, a veces es casi imposible elegir entre una y otra cosa porque están muy cerca; tal es el caso cuando tiene que elegir entre padre y madre, no hay un término medio que lo aúne:

“-¿Lo ha dicho? ¿Papá?

-Y no hemos hablado de divorciarnos, cariño. Si Samantha habla sobre eso alguna vez, Franky, por favor, dile que tu padre y yo no hemos hablado de divorciarnos, ni ahora ni nunca.

Su forma de decir estas palabras, “ni ahora ni nunca”, fue extraña, como si no fueran suyas sino de alguien más.

Mamá se dio la vuelta, frotándose los ojos, y salió de mi habitación. Quería pedirle que volviera, quería abrazarla y sentir sus brazos alrededor de mí. Pero a la vez quería que se fuera; no soportaba seguir viendo esa sonrisa o el cardenal amoratado que le asomaba un poco bajo la mandíbula.”

Esto se demuestra especialmente ante las acusaciones del padre de infidelidad de la madre; la potente figura heteropatriarcal manipula poco a poco con su personalidad dominante la percepción que pudieran tener las hijas, hasta el punto de incitar un odio manifiesto hacia la madre, culpabilizada de los problemas de la pareja:

“Enamorada de otro hombre. Nunca podremos perdonarla.

¿Me creía estas palabras? No lo sé. ¿Creía que había un hombre en la vida de mamá? No lo sé. ¿Me lo creía cuando me parecía saber que no, que no había un hombre, no podía haber un hombre, puesto que mamá se había ido a Skagit Harbor para ser libre? Sin embargo, si papá decía que había un hombre, entonces tenía que haber un hombre.

Y nunca la perdonaríamos.”

La forma de conseguir esta manipulación es una mezcla de violencia (de la que a veces ni es consciente) y un chantaje emocional que le sirve como desencadenante de una situación final insostenible; al final la madre acaba desapareciendo y todo se articula como una investigación policíaca:

“Ha conocido a alguien más con quien se quiere casar. Todo este numerito que ha montado es por dinero. Chantaje. Ha estado exigiendo millones de dólares por el divorcio, además de pagos mensuales y pagos por manutención de las hijas, y yo me he negado, porque no quiero que destruya nuestra familia. Me importa un comino el dinero. Solo me importáis tú, Samantha y Todd. Yo no creo en el divorcio. Me he resistido a sus exigencias, y esto es lo que nos hace, no solo a mí, sino a todos nosotros.. Tú me crees, cielo, ¿verdad?

Vi brillar la verdad en los ojos de papá, y la verdad era el amor y la verdad me protegería.”

Solo la aparición de unos terceros, los investigadores y otros familiares conseguirá sacar de su burbuja a la protagonista que empezará a ser consciente de lo que de verdad estaba sucediendo, el maltrato al que le sometía su padre:

“Sí. Creo que los llegué a oír, a veces.

Nunca delante de nosotras. Normalmente en dormitorio, con la puerta cerrada.

Mi padre se enfada con facilidad. Yo antes pensaba que mi madre le provocaba, pero esa es una forma equivocada de pensar, culpar a mi madre por ser maltratada.

Llevaba pañuelos al cuello, mangas largas para tapar las marcas. Pero yo sabía de qué se traba.

Porque yo tenía miedo, creo. Era más fácil odiarla.”

Maltrato que se replicaba igualmente con las dos hijas; la escritora norteamericana consigue mostrarnos las dudas de un joven ante una situación de este tipo y, al acabar como acaba la investigación policíaca, nos alerta (especialmente al joven lector/a) de las consecuencias que pueden desencadenarse por no actuar a tiempo:

“¡No! Estoy bien, no estoy llorando. Quiero que sigamos.

Sí, es verdad. A veces, Era “disciplina”.

No recuerdo muy bien. Lo tengo un poco borrado, como una pesadilla o algo que has visto en la tele hace mucho tiempo y se te mezcla con la vida real.

Azotes, bofetadas, puñetazos, sacudidas fuertes. Papá me agarraba por los hombros y me sacudía, me sacudía como si quisiera romperme el cuello.”

Un libro ciertamente fantástico para utilizarlo en las aulas; además la editorial ha incluido una guía final muy educativa relacionada con las formas de actuar ante un caso de violencia de género que resulta muy ilustrativa. Espléndida muestra del buen hacer de una escritora comprometida.

Los textos provienen de la traducción de Mª Dolores Crispín de Monstruo de ojos verdes de Joyce Carol Oates para la editorial SM

Tercer mes. Muchos rezagados y el caos…

Definitivamente (abusando de la típica imagen), me están creciendo los enanos para conseguir llevar al día las lecturas, reseñas y resúmenes. Me faltan todavía un par de lecturas de enero por reseñar, el resumen de febrero y muchas reseñas del mismo. Entre el trabajo habitual, que me quita muchísimo tiempo y fuerzas, y ciertos compromisos que van surgiendo que hacen que tenga que variar las lecturas previstas (incluso introduciendo más disidentes), es lógico que, no dedicándome a esto, se retrasen las cosas. Espero vuestra paciencia y a ver si puedo buscar los pocos huecos que tengo para ir actualizando en los diversos sitios donde van saliendo mis textos.

En febrero he leído bastante pero, también es cierto, tenía tantas lecturas programadas que se han quedado muchas en el camino. De esta manera, marzo se va a componer de un montón de rezagados de los anteriores meses junto con algunas nuevas lecturas que vienen de las últimas adquisiciones. La foto queda así entonces:

tercermes

-Como podéis comprobar la mayoría ya las he comentado en enero y febrero. Así que me centraré en las nuevas:

El resplandor es una relectura que tiene que ver con cierto proyecto que ya habéis visto a propósito de otra obra de Stephen King; no me extenderé más porque ya tendréis noticias sobre ella.

Los crímenes del jorobado de Edogawa Rampo es una novedad de verdadero lujo a la que le tenía muchas ganas, no es habitual que se publique al gran escritor japonés, será otro disidente…

-Aunque no se ve, este mes he añadido el pequeño ensayo De la enfermedad de Woolf, que se sumará a El lector común este mes.

-Dos adquisiciones que entran en este mes y que tienen diferentes alcances son Teoría King Kong de Despentes y Un susurro en la oscuridad de Louisa May Alcott; la primera es todo un tratado condensado sobre el feminismo, la segunda nos revela una faceta distinta de la creadora de Mujercitas, el thriller psicológico.

-También añado cuatro cómics a la ración mensual, dos de la Ms Marvel de Willow Wilson, espléndida colección que se centra en aspectos de género, raza y religión sin perder de vista la visión superheroica; en cambio, Una entre muchas indaga sobre el fenómeno de la violencia de género y su estructuralidad; el último es una recopilación de los Vengadores costa Oeste… ¿me encanta Ojo de Halcón!

-Añado una nueva autora de la que no he leído nada: la chilena Diamela Eltit y sus Fuerzas especiales, no quiero que me falte descubrir una nueva autora cada mes.

-Claro, se me olvidaba, Margaret Millar se une de nuevo este mes a las Sayers, Grafton y compañía.

Fuera de la fotografía, me he dado cuenta de que tengo también el Departamento de especulaciones de Jenny Offill, sinceramente, me atrae.

Como podéis ver cumplo con varias de las constantes que os comenté en el post de febrero: hay clásico, está Woolf, Atwood, Oates, Grafton, Sayers… una serie de autoras que, la verdad, al final no entraron en el mes de febrero; espero que este marzo se dé mejor y pueda dar salida a tanta buena lectura potencial. Me temo que va a ser difícil porque pueden llegar lecturas a las que tengo que dar prioridad en el camino.

Tengo la necesidad de ordenar un poco este caos de lecturas. Me va a venir muy bien para lo que  me espera en el futuro. El próximo mes os diré si lo he conseguido.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Resumen Enero 2016. ¡Que no llego!

No me queda más remedio que poner el resumen del mes, aunque me faltan tres reseñas por poner en el blog que llegarán (espero) la siguiente semana: las de Ginzburg, Eliot y Chimamanda (espléndidas las tres, por cierto).

Aquí vengo con el primer resumen de este año tan particular, 16 libros han sido los que me han hecho la vida tan feliz durante este tiempo; la lista es la siguiente, como siempre, en el caso de haber reseña completa, podéis pinchar en el título para acceder a ella: 

Solsticio de Joyce Carol Oates, tenéis una reseña en profundidad de esta obra prácticamente desconocida de la norteamericana.

El libro de la almohada de Sei Shonagon, un clásico oriental y de la literatura universal  que sorprende, precisamente, porque fue escrito por una mujer en tiempos tan lejanos. Como siempre, más información en el enlace.

La bestia de París y otros relatos de Marie-Luise Scherer, esta recopilación de relatos es variada y está escrita con mucho criterio. Fue olvidada en el momento de su lanzamiento, buen momento para recordarla.

La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich, la última premio Nobel de literatura nos garantiza puntos de vista distintos y la óptica de los olvidados; a estas alturas me atrevo a recomendarla vivamente y este ensayo es una forma genial de descubrirla.

Black water de Joyce Carol Oates, una nouvelle que utilizó la norteamericana para narrar unos hechos reales desde un punto de vista muy distinto. En este caso de la víctima, la mujer que acompañaba al senador.

Ejercicios para el endurecimiento del espíritu de Gabriella Wiener, uno llega a lo que llega, si quiero reseñar otras obras esta es demasiado para este mes. El siguiente mes tengo previsto otro libro de ella. Espero dedicarle un tiempo. De todos modos, el poemario está muy bien y os dejo una muestra:

 

“tuve un novio que quería matarme

 

durante el día boxeábamos

por la noche nadie curaba las heridas

 

el viernes santo escapé

llegué hasta la plaza de armas

las mujeres llevaban hojas de palma en las

manos

compré una pensando si acaso servirían

para desinfectar el alma

el olor a vísceras fritas se esparcía en el aire

el azufre del infierno

y una procesión subiendo el cerro san cristóbal

siguiendo remolonamente a cristo

el sujeto disfrazado de mecías

y su cruz descomunal”

 

Érase una vez de Margaret Atwood, uno de mis ºfallos habituales al comprar es no comprobar el contenido, craso error, ya que este libro es una edición anterior de Lumen que incluía la mayoría de cuentos que salieron en Chicas Bailarinas que ya comenté por aquí y no me voy a detener más en ello. El comentario se aplica perfectamente a las estrategias utilizadas por Atwood en esta buena selección de cuentos. 

El viento que arrasa de Selva Almada, me he prometido que voy a leer autoras en habla castellana y aquí van llegando; también es cierto que, gustándome, no me ha convencido tanto. Tengo previsto otro libro suyo en un par de meses… y a ver si le puedo dedicar un poco más de espacio a su descripción de ambientes y personajes en la tradición de  la novela norteamericana sureña:

“Esto ocurrió hace casi diez años. Leni no recuerda con exactitud la cara de su madre. Sí que era una mujer alta delgada y elegante. Cuando se mira al espejo piensa que heredó su porte. Al principio creía que era solo una expresión de deseo, parecerse a ella. Pero ahora que es una mujer ha pescado más de una vez a su padre mirándola con una mezcla de fascinación y desprecio, como se mira a alguien que nos trae, al mismo tiempo, buenos y malos recuerdos.”

Pequeñas virtudes de Natalia Ginzburg, otra de esas autoras que inexplicablemente se habían quedado en mi pila de obras pendientes. Solucionado con esta primera muestra, me ha convencido hasta el punto de adquirir el resto de sus obras. Espero desarrollarlo más pero entra por la puerta grande, ya está entre mis favoritas.

Las efímeras de Pilar Adón, lástima, por las mismas razones no voy a poder hacer un comentario extenso (y lo merece) este relato claustrofóbico y tremendamente endogámico que plantea un microcosmos contenido que es un reflejo de la realidad con preocupaciones y disquisiciones de género desde su propia contención; espero dedicar este año otro libro a la autora; me parece ciertamente interesante:

“En un escenario plano, aislado y fácilmente inundable, donde parecían darse la mano la indiferencia y el retraimiento después de haber establecido sus corazas sobre sus habitantes. Porque, al fin y al cabo, de eso se trataba. Ésa era la esencia del orden creado en la Ruche, la comunidad en la que vivían las Oliver: salvar a las especies más frágiles sin permitir ataques externos. Sin factores tóxicos ni competidores por el espacio o el alimento, propiciando las condiciones  óptimas para que sus protegidos pudieran crecer y desarrollarse. Decidiendo qué especies sí y qué especies no. En qué número y en qué cantidad.

El ambiente, controlado e inofensivo. El sustrato, nutritivo. La estructura, perfecta.”

Middlemarch de George Eliot, típico libro que siempre retrasas en el tiempo por las típicas razones: prosa victoriana, número de páginas, etc… Imperdonable. Este libro es una verdadera delicia por mil y una razones que intentaré explicar en breve tiempo. Guardad un hueco, no os decepcionará.

Medio sol amarillo de Chimamanda Ngozi Adichie, tras tres libros de la nigeriana estoy convencido de que es una de las mejores voces actuales. No exagero si digo que veo como candidata al Nobel en 20 años si sigue de esta manera. Independientemente de los premios, trata muchísimos temas y lo hace muy bien. En sus obras se respira una especie de sensación de estar ante algo grande. 

Los peores años del castigo de Fleur Jaeggy, no estaba prevista en este mes… pero, a veces, tengo que improvisar por diferentes circunstancias, por ejemplo, lecturas de fin de semana; en fin de semana coger un libro grande y ponerse a leer es harto difícil, de ahí que escoja otro tipo de lecturas. Lo mejor de todo es que esta escritora (nacida en Suiza) de raíces italianas me ha proporcionado una buena lectura con esta descripción de los años de juventud de la protagonista en un internado femenino. De esta no haré reseña porque tengo previsto Proleterka en el próximo mes y ahí pienso desgranar el estilo y los temas utilizados por la autora. Aun así, esta novela es bastante recomendable para introducirse en su obra.

 

Los disidentes

Este pequeño apartado aparecerá (o no) en todos los resúmenes del año, e incluirá aquellos libros que se han salido del objetivo anual, este primer mes los afortunados son los siguientes:

Locke & Key Omnibus 1 de Joe Hill y Gabriel Rodríguez, ya comenté que alguno podía haber cada mes, no pude evitarlo, fue el regalo de SSMM los reyes magos de oriente y tengo que reconocer que llevaba tiempo desenado leerlo. Este ómnibus recoge los tres primeros arcos argumentales de la historia que gestó el hijo de Stephen King con los dibujos de Gabriel Rodríguez;  una vieja mansión de Nueva Inglaterra, la mansión de las llaves, donde cada llave origina una serie de acciones de diferente índole. La historia desborda por su imaginación y originalidad, con una mezcla de géneros, siendo el terror y lo policíaco lo predominante; el dibujo de Rodríguez es perfecto para una historia que a primera vista puede resultar sucia en sus trazos pero que, sin embargo, está muy bien hilvanada. Una verdadera maravilla del noveno arte.

Los Caza- Zombis de John Kloepfer, ejem, nunca sabe uno los designios que originan que lea un libro como este. En fin. La curiosidad mató al gato. Algún día explicaré la causa. 

Poema a tres voces de Minase. Renga de Shôchô, Shôhaku, Sôgi, ¿he dicho alguna vez lo que me encanta la colección de poesía de Sexto Piso? En este poema a tres voces se vuelven a sumar más motivos para esta predilección. Más información en el enlace, como siempre.

Solamente tres lecturas de las 16 resultantes están fuera del proyecto. No está nada mal. Lo mejor de todo es que al final he tenido doce mujeres distintas, y de ellas ocho, nada menos, son nuevas dentro de mi abanico de lecturas habitual. Todo un triunfo.

No quiero irme sin la tradicional foto de adquisiciones del mes de enero:

AdquisicionesEnero

De los que podéis ver en la foto ya os podéis figurar que algunos van a esperar hasta el año que viene por mi proyecto. El resto me gustarían que entraran todos este año. De hecho, tres de ellos han entrado en febrero: Los dos cómics y la poesía de Ana Rosetti. Los cuentos de Ozick necesitan más tiempo disponible, serán para más adelante; probablemente la de Stevenson caiga antes.

Un abrazo y ¡Buenas Lecturas!

Black Water de Joyce Carol Oates. Reescritura en clave femenina

41Cjjl7H0iLGracias a la Wikipedia encuentro esta información sobre el Chappaquiddick incident :

“The Chappaquiddick incident was a single-vehicle automobile accident on Chappaquiddick Island, Massachusetts on July 18, 1969. The incident involved longtime U.S. Senator Ted Kennedy. His young colleague, Mary Jo Kopechne, drowned. 

According to his own testimony, Kennedy accidentally drove his car off a one-lane bridge and into a tidal channel before swimming free, leaving the scene, and not reporting about the accident for nine hours. Meanwhile, Kopechne had died in the car through drowning or suffocation. The next day, Kopechne’s body and the car were finally recovered by divers. Kennedy pleaded guilty to a charge of leaving the scene of a crash after causing injury and later received a two-month suspended jail sentence. The Chappaquiddick incident became a national scandal, and likely influenced Kennedy’s decision not to campaign for President in 1972 and 1976”

En 1969 el Senador Ted Kennedy su acompañante Mary Jo Kopechne tuvieron un accidente de coche tras una fiesta que tuvo lugar en la pequeña isla de Chappaquidick, como consecuencia de dicho accidente Mary Jo murió ahogada. El asunto estuvo cargado de mucha polémica debido a la tardanza del senador a la hora de notificar los hechos (nueve horas después del accidente) tras conseguir él escapar del coche. Este hecho supuso, sin lugar a dudas, la muerte política del candidato, que no se presentó como candidato a la presidencia en años sucesivos.

Veintitrés años después (1992), Joyce Carol Oates, decidió acometer la difícil tarea de convertir dicha tragedia (bien conocida por el público general) en un drama con el nombre de Black Water (más una novella)  donde explora las pasiones, los miedos y las decisiones puntuales que pudieron ocasionar esta situación.

En esta claustrofóbica narración Oates adopta una diferente perspectiva, en este caso la de la víctima (con otro nombre: Kelly Kelleher) enriqueciendo la historia con un punto de vista más terrenal, para desentrañar lo más humano. La estructura que escoge parte del hecho conocido, el accidente, contado en el mismo momento en el que ocurre: 

“She heard, as the Toyota smashed into a guardrail that, rusted to lacework, appeared to give way without retarding the car’s speed at all, The Senator’s single startled expletive –“Hey!”

And then the water out of nowhere flooding over them. Over the hood of the car. Over the cracked windshield. Churning in roiling waves as if alive, and angry.”

A partir de ahí, se producirán sucesivas analepsis que le sirven para establecer los momentos anteriores al suceso en cuestión, en todos estos momentos escoge una serie de estrategias que son muy destacables para transmitir ese nuevo punto de vista:

“And then The Senator said, a chuckle deep in this throat like phlegm, “this is a shortcut, Kelly. There’s only one direction and we can’t be lost.”

“Yes,” said Kelly, very carefully very tactfully, licking her lips which were parched, staring ahead too but seeing nothing except the headlights illuminating the tunnel of the road, vegetation, mirror-shards glittering out of the shadows,” –but the road is so poor.”

“Because it’s a shortcut, Kelly. I’m sure.” 

La víctima, Kelly, tiene nombre; el senador, sin embargo, no es nombrado en ninguna ocasión. De esta manera consigue que empaticemos con la verdadera víctima de la situación, su acompañante, la que fue abandonada; por otro lado, esta humanización contrasta con la figura de un ente poderoso, el senador y posible candidato a la presidencia: puede ser Ted Kennedy pero podría ser otro con un resultado parecido; que utiliza su poder para dominar, para tomar decisiones que generan una condescendencia con los que están debajo de él; en el texto anterior esta actitud está presente cuando le dice a Kelly que ha cogido un atajo y él no puede estar equivocado; ante este manejo  del poder investido en su persona, Kelly solo puede callarse y aceptar lo que le comenta; es dominada por la figura patriarcal que no le deja estar en desacuerdo.

De hecho, Kelly, siente la atracción de dicho poder, siente que se siente feliz solo por el hecho de que el Senador pronuncie su nombre; no quiere disentir de lo que le diga porque quiere creer que ella es especial para él:

Kelly! –her heart tripped absurdly, her face went hot, hearing her name, that name given her by schoolgirl friends, on this man’s lips. So casually so intimately on this man’s lips as if he knows me, feels affection for me.

Just before the car flew off the road.”

Precisamente por ello, Kelly idealiza la figura de este ente de poder que se supone que debe guiar el destino de la sociedad norteamericana hasta el punto de atribuirle cualidades humanas que, sin embargo, son exactamente lo contrario de lo que ella piensa; Oates no duda en presentar al senador como una figura manipuladora que muestra una imagen lo suficientemente atractiva para abusar de su poder y conseguir conquistar a quien se proponga, nuevamente la imagen del poder masculino como dominador del género más débil históricamente, los siguientes textos presentan a la perfección la actitud de entrega e idealización de Kelly y el dominio, el abuso de poder de la figura manipuladora del senador:

“He turned out to be really warm, really nice, not at all condescending, Kelly Kelleher began to compose her account of that memorable Fourth of July on Grayling Island –spoke to us all as if we were, not just equals, but old friends.

He’d kissed her, too. But that was later.”

“Shaking Kelly Kelleher’s small-boned hand, squeezing.  “Kelly, is it? Callie? Kelly.”

She’d laughed. Liking the sound of her schoolgirl name on a U.S. senator’s lips.

He wasn’t as I’d imagined him, he turned out to be really warm, really nice, not at all condescending-

Shaping the precise words that would encapsulate, in her memory, in her recounting of memory to friends, perhaps Mr Spader himself who had known the Senator years ago but was distant from him now.

How courteous, genuinely friendly, interested in who we were and what we thought of his Senate proposals, the Medicaid, the welfare reform, yes and he is a visionary. I don’t think it is an exaggeration to say-

How crucial for us to rehearse the future, in words.

Never to doubt that you will live to utter them.”

Esta idealización desencadena un sentimiento de culpa en la mujer, él es perfecto, amable, es decisivo para el futuro del país; en este contexto, que se hayan estrellado y puedan morir ahogados ha sido causado por ella: no quería ofenderle antes diciéndole que se había equivocado, y esa indecisión les ha llevado a una situación límite. Es paradójico, ya que, estructuralmente, ella siente que es la culpable, olvida que el hombre se puede equivocar (y esa es la más probable causa del accidente), pero lo hace porque está coaccionada por un sentimiento íntimo impreso a fuego en su interior: el hombre no se puede equivocar, menos si se trata de un personaje tan poderoso como es el senador; estamos de nuevo ante una estructuralidad que limita la libertad de la mujer en su capacidad de elección además de obligarle a actitudes perniciosas:

“Kelly Kelleher who, after G—-, vowed she would never take her life for all life is precious.

And so it was a matter of her strength, her will. The concentration of her soul. Not to give in. Not to weaken. The black water was rising by choppy degrees to splash over her chin, her mouth, but If I can keep by head up it was a matter of knowing what to do and doing it.

Why had she hesitated to say they were lost, why hadn’t she told him to turn the car around, to reverse their course, oh please! –but she had not dared offend him.

The black water was her fault, she knew. You just don’t want to offend them. Even the nice ones.

He was nice. Even knowing they were so closely watching, memorizing him, certain of his remarks, his jokes. The way, in the spontaneous heat of a tennis volley, he gripped his jaws tight, bared his teeth.” 

Joyce Carol Oates es muy valiente a lo largo de esta pequeña gran obra, no solo por hablarnos de la corrupción del poder y sus consecuencias, sino por dar voz a la víctima, adoptando una perspectiva mucho más humana, conmovedora y, desde luego, más terrenal. Es un canto lleno de indignación ante las figuras que abusan de él.

Segundo mes, segunda selección. Engordando la nómina de escritoras.

Me va a costar, pero creo que vale la pena que vaya escribiendo este tipo de posts. Entre otras cosas porque quiero que mi año de lectura de mujeres quede muy bien documentado, al menos en lo posible. Febrero acaba de empezar y, nuevamente, os traigo la selección potencial de escritoras que tengo pensado (intentar) leer en este tiempo. Empezaré con las que me faltaron de la selección del mes anterior :

IMG_20160130_201103

Es curioso pero se me quedaron las policíacas en el camino, tanto Anna Katherine Green como Fred Vargas, así como El leñador de Michael Witkowski van a ser prioritarias este mes. Eso seguro. Lo mismo sucede con dos de las que tenía en inglés, con nada menos que Joyce Carol Oates y George Eliot. Las otras prioritarias van a ser Drabble, Atwood y Djuna Barnes, que ya  comenté el mes pasado, no voy a decir más sobre ellas. Quiero pasar a las que se añaden este mes para hacer aún más grande la lista de escritoras. Os pongo la foto donde aparecen la mayoría.

IMG_20160130_201341

Todos los meses iréis comprobando una serie de constantes debido, principalmente, a que tengo un montón de libros de dichas autoras y hay que programarlas mes a mes, para ir dando salida; también es cierto que me lo puedo saltar según lo que venga en novedades pero sí me gustaría tener una serie de ideas fijas y autoras (mis favoritas) de las que siempre tenga algo que leer. De ahí que este mes haya conseguido poner algunas de las constantes del mes anterior y he añadido otras, os las explico a continuación:

-Siempre habrá uno (o dos) libros de Margaret Atwod y Joyce Carol Oates. A Nada se acaba y Expensive People podéis ver que he sumado Doña Oráculo y Monstruo de Ojos Verdes. Es muy probable que me centre en aquellas publicadas en castellano con incursiones en inglés para las últimas que salgan pero todavía no lo tengo tan claro.

-Me gustaría leer uno o dos clásicos, si el mes anterior leía a la prodigiosa George Eliot, este mes sumo a Maria Edgeworth y su Ennui al Silas Marner de la primera.

-A partir de este mes A. S. Byatt y Virginia Woolf van a ser fijas. Dos de mis autoras favoritas de las que iré desgranando la mayoría de su obra. En el caso de la primera, empiezo con el cuarteto de Frederica (La virgen en el jardín). Con Woolf, leeré cronológicamente todo lo que me queda (bastante) de ella, empezando con ese El lector común. Lo mismo puede aplicarse a Alice Munro, seguiré el mismo criterio que con Woolf, empezando por El progreso del amor.

-En lo policíaco quiero también poner alguna regla. Sue Grafton va a proporcionar letras de su abecedario del crimen todos los meses. Ahí está la E de Evidencia. Lo mismo va a suceder con Dorothy L. Sayers, su serie de Lord Peter Wimsey será habitual, empezando este mes por dos de sus primeros casos.

El resto se tratará de temas más aperiódicos, por lo tanto, los describo a continuación:

-Este mes he programado tres cómics escritos por mujeres, Alison Bechdel (Fun home), Julie Maroh (El azul es un color cálido) y Roz Chast (“¿Podemos hablar de algo más agradable?”). Tres estilos y temáticas bastante distintos que pueden resultar muy  interesantes.

-También he pensado en tres poemarios de autoras que no conozco: Sandra Santana, Ana Rosetti y Tamara Kamenszain. De esta manera, leo poesía y me abro a más posibilidades. Veremos cómo va el experimento.

-Dos autoras que llevaba pensando hace tiempo aparecen por fin en este blog. Por un lado la nobel Wislawa Szymborska, por el otro Carson McCullers, en ambos casos con dos obras emblemáticas, Lecturas no obligatorias y El corazón es un cazador solitario. Creo que he acertado plenamente en la elección, y seguro que el próximo mes alguna vuelve por aquí.

-Después del libro de poemas que me leí, buen libro, me apetece un montón el Llamada perdida de Wiener, una autora que disfruté y de la que quiero profundizar más.

En cuanto a lecturas de género, bastantes buenas representantes, de las que aparecen en la foto:

-El libro ilustrado del Frankenstein de Mary Shelley, me falta poner algo más de terror en los próximos meses. Todo llegará.

Pagarás con maldad, por fin Margaret Millar para demostrar que no era, precisamente una sombra del gran Macdonald.

Fuera de la fotografía, ojo a los tres libros que tengo previstos:

-Por un lado Out de Natsuo Kirino, novela negra japonesa de una autora que tenía en el olvido.

-Por el otro, por fin, Por no mencionar el perro, Connie Willis, uno de los libros por los que tenía más ganas de empezar este reto literario.

-Ah, y casi se me olvida, el segundo libro que leo de Fleur Jaeggy, Proleterka.

Y esto es todo, sinceramente me he pasado, algunos se van a quedar en el tintero… pero no hay problema. Los terminaré en marzo.

Y me quedan muchas autoras en  la recámara. El próximo mes más.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Solsticio de Joyce Carol Oates. Confrontación psicológica

303580Decidir cómo comenzar este año tan especial era fundamental para dar impulso a mi idea; lo único que tenía claro era que quería empezar con algo que me gustara mucho; al fin y al cabo se trata de leer, y si no te diviertes leyendo, estás apañado; de ahí que, a modo de círculo que se cierra casi desde el primer instante, pensé en mi querida Joyce Carol Oates. El libro fue puro azar, un libro descatalogado y que tuve que poner directamente en Good Reads porque nadie lo había puesto en la base de datos, esto es ciertamente extraño teniendo en cuenta que el libro es de 1985 y esta edición, en concreto, del año 2002.

Anécdotas aparte, la elección ha sido muy adecuada; dentro de las eclécticas posibilidades que nos ofrece la vida y obra de Oates, este libro concretamente, por el tema trata y la forma de hacerlo tiene que ver con una forma de escribir que podría estar asociada más a mujeres, al tratar la extraña relación de amor-odio entre ellas. Al estar leyéndola, de hecho, me vino a la cabeza la idea que sostenía Adrienne Rich según la cual las mujeres llegan a un grado de amistad tan íntimo, tan especial que no puede ser replicado por ninguna amistad entre hombres, ni siquiera homosexual. Rich lo contextualizaba incluso entre amigas que no tienen por qué ser lesbianas.

En Solsticio, Joyce Carol Oates aborda este tipo de amistad entre dos mujeres radicalmente distintas, por origen y condición social, por un lado tenemos a Mónica, a pesar de su juventud es experimentada en la vida, a sus veintinueve años se ha divorciado ya, está huyendo del recuerdo de una época que le hizo olvidar lo preciada que era por sí misma:

“Mónica, sin sentimentalismo, se vio como una mujer, anteriormente una jovencita con el poder (que no sabía de dónde provenía) de convencer a los demás, durante un tiempo, de su cualidad de “dorada” y especial. La lógica emocional del amor por ella.

Se había casado a los veintiún años y divorciado a los veintinueve. Tenía que rendir cuentas por los ocho años, más o menos. (Se había ido a vivir con su novio, en lo que figuraba ser un gesto de desafío, siete u ocho meses antes de la boda. Pero ni la familia de él ni la suya decidieron responder al desafío.) Estaba empezando a olvidar muchas cosas. Ya había olvidado mucho.”

Por el otro la poderosísima figura de Sheila Trask, artista con un marido famoso y relacionado con el arte; su descripción es muy significativa, utiliza las características físicas para subrayar la psicología que hay detrás, su llamativa personalidad, incluso la adopción de rasgos de hombre, pero singularmente atractiva:

“Así, cuando en la animada fiesta de los Green vio por casualidad a una mujer alta, que entraba en la habitación, de pelo oscuro, vestida de forma descuidada, lo único que pensó Mónica fue que era extraña, llamativa, un “carácter” con un estilo no del todo tangible. Era una mujer de cinco o seis años mayor que Mónica, de unos treinta y pico años, y bastante atractiva, incluso –casi- hermosa, con unos ojos negros burlones, unas espesas cejas sin depilar y una boca grande, seria y curiosa. Tenía un tipo casi dolorosamente anguloso, los hombros caídos, y toda ella era desgarbada. A diferencia de los demás invitados de los Green, no se había tomado el acontecimiento con la suficiente seriedad como para vestirse en consecuencia; llevaba una falda negra sin forma que le caía irregularmente sobre las pantorrillas y una camisa de algodón, barata y demasiado lavada, y lo que parecía ser una chaqueta de hombre de tweed, sin abrochar, que le colgaba de los delgados hombros. Una curiosa ave rapaz, pensó Mónica, maniobrando para poder observar más fácilmente a la mujer.”

La amistad entre ambas será el eje de un libro que juega con la caracterización psicológica, en una relación de opuestos, extraña, más difícil de entender desde una perspectiva de un hombre; una relación de extremos donde el odio y el amor aparecen íntimamente relacionados:

“Mónica, mirándola fijamente, no lograba decidir si le disgustaba profundamente Sheila Trask y quería que se marchara o bien sentía el tirón de su poderosa atracción.

Sheila empezó a meditar en voz alta, diciendo a Mónica que envidiaba sus libros, estos libros concretamente (ejemplares de las Brontë, de Dickens, George Eliot, Trollope, Penguins de lomo naranja) estaban tan doblados en las puntas y gastados, tan subrayados y anotados, que era evidente que el lector no sólo había leído las novelas, sino que las había vivido. ¿Qué valor tenía una novela si no se podría vivir?… ¿Si no era más que una cuestión de palabras colocadas con pericia?”

En el anterior texto podemos comprobar estos extremos en el párrafo inicial; en lo siguiente Oates define el sentido de la novela, más como experiencia que simple entretenimiento; si no podemos vivir una novela, ¿qué valor tiene juntar letras?

Esta confrontación de dos personalidades tan radicalmente opuestas es utilizada por la autora para caracterizar cuestiones de género de diferentes formas, una de ellas es la presencia de la mujer en el arte, como expliqué anteriormente con El mundo deslumbrante de Siri Hustvedt la mujer tiene que luchar aún más por conseguir abrirse un hueco en la cultura, por conseguir que la valoren por su obra más allá de ser “la mujer… de alguien conocido”:

“Si hablaban de Sheila Trask en algún aspecto profesional, era sólo para hablar de Morton Flaxman, quien fue uno de los “grandes nombres” de la región durante muchos años. Había vendido su obra a museos y colecciones de todo el mundo, se había escrito sobre él en revistas nacionales, se le habían concedido premios y había rechazado premios. Había aceptado encargos y rechazado encargos, se le había mencionado junto a Moore, Calder, Lipchitz, David Smith.. En su época fue polémico; no tenía pelos en la lengua. Frente a la biblioteca de la escuela se exhibía orgullosamente una de sus obras tempranas, una especie de figura de piedra, aluminio y bronce: su enigmático nombre era Solsticio.”

Sin embargo, con Mónica aborda temas más estructurales sin ser explícita, como el hecho de tener que comportarse de una manera a pesar de estar pasándolo mal, su creencia errónea de que eso le vendrá bien porque se la ha educado así:

“En Wrightsville, secuestrada en su habitación, se pasó varias horas (intoxicantes y agotadoras) estudiando detenidamente los álbumes de recortes que había hecho en el bachillerato, buscando a Mónica, la muchacha dorada, Mónica la reina del baile (el penúltimo curso: había sido acaso la vertiginosa cumbre de su vida social?), para darse ánimo con sus tempranos éxitos. Sabía cómo sonreír, entonces, tal como demostraban esas fotografías, sabía cómo expresar felicidad aun cuando no siempre la sintiera. Pues lo volveré a intentar, pensó Mónica inspirada: seré de nuevo esa muchachita.”

Más explícitas son las referencias posteriores, pero no menos gráficas, como el caso de la enfermera que, en una clínica abortista, acepta, como si no hubiera posibilidad, la maldición de que este sea un mundo de hombres; lo más doloroso es que se da cuenta de ello en un lugar enteramente dedicado a mujeres, que “huela a desinfectante”, es una cualidad que Oates asocia a una situación en la que la mujer necesita ser desinfectada, desparasitada…

“Este es un mundo de hombres, había dicho una de las enfermeras, hacía años, en la clínica de abortos. Este es un mundo de hombres: dicho con un suspiro, como si hablara del tiempo o de la hora del día. Un mundo de hombres, precisamente ese mundo, una clínica iluminada por fluorescentes y oliendo a desinfectante, poblada exclusivamente por mujeres.”

Extremo tras extremo, como en el momento en que Mónica sufre una violación; su único refugio es Sheila y aún en esa situación, con su apoyo, no es capaz de encontrar la culpa en el hombre que la ha maltratado sino que se acusa a sí misma; otro indicio de la estructuralidad inherente y establecida donde se convierte a la víctima en la causante de su daño:

“Sheila le tomó la cabeza en sus brazos, la meció, le preguntó si quería que la llevara a un médico. Si quería que Sheila denunciara a ese hijo de puta a la policía.

Porque, al fin y al cabo la había violentado. Técnicamente y legalmente era una violación.

Mónica se echó a reír, y luego a llorar otra vez, en los brazos de Sheila.

No, no quería ir al médico, y no quería denunciarlo a la policía, sobre todo había sido culpa suya, déjalo estar…”

Mónica, Sheila, dos mujeres, muchos contrastes, una lucha psicológica donde, a pesar de las diferencias entre ellas, se produce un vínculo que más allá de la diversidad, como comentaba al principio sobre Rich:

“Mónica se había equivocado, no estaba mejorando rápida, delirantemente. Le intrigaba el pensar que pronto los huesos le atravesarían la piel. Los huesos de la pelvis, las clavículas, las costillas. Le intrigaba que el “envoltorio protector” de la piel, su piel, pronto se podría disolver; y todo el mundo le entraría.

Ahora hubiera llamado para pedir ayuda, pero se encontraba demasiado floja.

Una llamada a los Jensen de Whightsville, Indiana, pero estaba demasiado floja.

Demasiado floja también para defenderse de Sheila Trask; Sheila imponiéndose ante ella: abriéndose paso a la fuerza en la soledad de Mónica donde no se la quería.”

Nuevas perspectivas que consiguen que abra mi mente a lo que puede ser posible aunque, en un principio, no lo pueda entender.

Empieza mi año, y el estreno es (casi) inmejorable. Lo que me queda por disfrutar.

Los textos provienen de la traducción del inglés de Isabel Sancho para Solsticio de Joyce Carol Oates.

Primer mes, primera selección. Una buena mezcla para Enero de 2016

“Nuevo año, nuevos retos y, sobre todo, mucha ilusión.”

Esa es la frase que definiría mi comienzo de año literario, mis expectativas son altas y pretendo hacer algo que no había hecho anteriormente, supondrá pasar de leer en un año 40 mujeres a terminar con más de 150! (si todo va bien, claro). El caso es que, para cumplirlo, me gustaría programar las lecturas del mes como ya dije para no salirme de los objetivos propuestos. Con esta premisa aquí tenéis la foto con la primera selección que ya estoy leyendo desde el día 1 de enero:

PrimerMes1

En cuanto a la elección de autoras, hay algunas que os esperabais seguro si me seguís con frecuencia. En efecto, no pueden faltar libros de mis queridas Margaret Atwood  y Joyce Carol Oates; de la primera he previsto Nada se acaba y Érase una vez, el primero es el último que han publicado en Lumen, el segundo es cortito, una recopilación de cuentos que tenía pendiente.

En cuanto a Oates, tengo tantos que quiero leer dos o tres por mes. Las elecciones son un poco arbitrarias pero me he lanzado con dos títulos en inglés (Expensive People y Dark Water) que me vienen bien para coger aire en el idioma, el tercer título es tan raro que no estaba ni en Good Reads y ya os puedo adelantar que es fantástico: Solsticio.

MiddlemarchPor fin, este mes he programado la obra más importante de la escritora británica George Eliot, un clásico indiscutible que, por cuestiones que no vienen al caso, todavía no había leído. En efecto, aunque no se vea en la foto, sabéis que estoy hablando de Middlemarch. Sin duda va a ser la lectura prolongada del mes por su gran extensión; y volveré a desarrollar bíceps, la edición de Alba pesa lo suyo. Lo compaginaré, si es posible, con su Silas Marner, esta vez en la lengua original. Puede resultar una experiencia muy interesante.

Debate (también Acantilado, pero menos) se ha puesto las pilas para traernos obras de la reciente premio Nobel de literatura, Svetlana Alexiévich, y no puedo estar más contento, ya estoy inmerso en La guerra no tiene rostro de mujer y me atrevo a recomendarlo encarecidamente, ya hablaré más sobre él por aquí.

Este mes voy a recuperar a mi escritora nigeriana favorita, Chimamanda, un valor seguro, me gusta todo lo que escribe, y resulta que tengo dos o tres obras antiguas suyas sin leer. La de este mes es Medio sol amarillo, pero van a llegar otras a lo largo del año.

No quería que me faltara este mes una selección de escritoras en lengua hispana y para ello he escogido tres autoras: Gabriella Wiener, Selva Almada y Pilar Adón. He llegado a ellas por diversas recomendaciones fiables, van a ser un total descubrimiento, ya que no he leído nada de sus carreras. Cercana a ellas, en el carácter mediterráneo, estará la italiana Natalia Ginzburg, otra de esas escritoras que por una razón u otra no había comenzado hasta este año, espero mucho de la lectura de Las pequeñas virtudes.

LaniñaoropuroGracias a Sexto Piso y su fondo editorial, van a venir otras dos autoras de gran nivel: por un lado la alemana Marie-Luise Scherer y sus relatos ambientados en París; por el otro, llega de nuevo a España un libro de la hermana de A.S. Byatt, Margaret Drabble, una gran autora que no ha tenido demasiada suerte por aquí, veremos lo que nos ofrece La niña de oro puro.

No sé cómo no me había atrevido antes, pero uno de esos libros legendarios por su dificultad, El bosque de la noche, de la norteamericana Djuna Barnes, tiene su cabida en este mes. Si a este le sumamos el ancestral El libro de la almohada, de Sei Shonagon,  una adquisición tardía que no entró en la foto que os he puesto, la selección alcanza un grado de exotismo muy interesante.

Para terminar este mes, no he querido olvidar un poco de novela policíaca (menos de la que me habría gustado, espero solucionarlo en próximas entregas), con dos novelas muy diferentes entre sí, tanto la contemporánea Fred Vargas con la última entrega de su comisario Adamsberg  como un clásico protodetectivesco de la mano de Anna Katherine Green gracias a la editorial dÉpoca (El misterio de Grammercy Park).

Es un comienzo, si se cumple, espero que así lo sea, supone un buen espaldarazo al proyecto y coger la dinámica necesaria para los próximos meses.

Un abrazo y ¡Buenas Lecturas!