Parece que el final del año 2021 se está caracterizando por el intento de volver a una normalidad pre-pandemia; en mi opinión, han cambiado tantas cosas (para bien y para mal) que no hacen factible este regreso; en mis hábitos de lectura, leo más literatura de género y uno de los géneros más beneficiados de este cambio es el terror. Me fijo más en las novedades que salen, hay bastantes editoriales que se están dedicando a su publicación y estoy aprovechando para recuperar títulos que tenía guardados (y no leídos). El caso es que puedo decir, sin miedo a equivocarme, que la lista de Halloween de este año es ecléctica como pocas.
Os dejo a continuación las listas que he realizado en anteriores años y que son un legado jugoso con un montón de títulos posibles (y que siempre sirven para esta época):
Y sin más preámbulos, allá van las de este año, hasta diecinueve posibilidades para todos los gustos:
Ser devorado de Sara Tantlinger (Dilatando mentes), me gusta muchísimo el trabajo que está haciendo la editorial Dilatando mentes con José Angel de Dios a la cabeza; sobre todo por su apuesta clarísima por la literatura de género y, en especial, por la literatura de terror, editando y publicando un montón de autores y autoras con temáticas de lo más variado y que consiguen enriquecer el género y mostrarnos un montón de vertientes posibles. Un libro como Ser devorado que aborda el canibalismo con la crudeza que uno puede esperar además de indagar en las consecuencias de la soledad se convierta en una de las grandes lecturas de terror del año. Lo estaba guardando para la lista de Halloween porque para mí resultó impactante. Desde luego no dejará indiferente a nadie, es un bombazo. Traducción: José Angel de Dios
Impías de Carmen Moreno (Cazador de Ratas), en Impías, la autora aprovecha para explotar la dicotomía sexo-religión (uno de los tropos más usados en el terror a lo largo del tiempo) para desarrollar tres historias, se pueden leer independientemente pero tienen su nexo en común, en las que tres mujeres se rebelan contra un orden establecido que las castiga, ser impías es su respuesta para intentar conseguir la libertad anhelada. Carmen Moreno se sirve de una escritura cargada de intensidad, muy explícita en su descripción del sexo, para mostrar una situación que, en realidad nos pilla bastante cerca en España. Es imposible no empatizar con los tormentos que sufren las protagonistas y con sus gritos de libertad. Estupenda historia, de esas que te dejan noqueado.
El Puente de las almas de V. E. Schwab (Puck), me parece estupendo que haya llegado ya la tercera parte de las crónicas de Cassidy Blake; Schwab ha ido metiéndose en la serie y hay que reconocer que esta última entrega es la más madura y divertida, los personajes interactúan a la perfección y consigue crear una atmósfera onírica y peligrosa para ellos en Nueva Orleans (tarde o temprano tenían que llegar aquí). Es terror pensado para jóvenes que introduce de maravilla elementos terroríficos sin resultar muy grave, es una serie perfecta para que los más jóvenes descubran si les gusta o no el género. Traducción: Estíbaliz Montero Iniesta
El asesinato de Leah Phar de Rafael de la Rosa (Cerbero), la colección Tíndalos de la editorial Cerbero siempre es una buena referencia para descubrir talento patrio; Rafael de la Rosa es una buena muestra de este saber hacer gracias a una historia tan bien desarrollada que consigue la implicación emocional del lector. El punto de partida es irresistible, Leah Phar, la protagonista, es un fantasma que nos habla desde la tumba, a modo de memorias de ultratumba va desgranando detalles de su vida y cómo ha llegado al final de su vida según va visitando a las personas que conoció. El miedo funciona a dos niveles, por un lado, el tradicional que ocasiona los que la hicieron pasar mal en vida; por el otro, el más realista: descubrir cómo los monstruos no son sobrenaturales sino muy cerca de nosotros. De fondo, una pequeña historia policíaca y todo se ensambla sin fisuras, un libro fácil de recomendar, la mayoría de lectores potenciales lo va a disfrutar seguro.
Ruina y putrefacción de Jonathan Maberry (Gran travesía), ¿se puede hacer una historia de muertos vivientes para jóvenes? Esa era la pregunta que me hacía una vez comprobé la existencia de este título a cargo de Jonathan Maberry. Sobre todo porque en las historias de zombis (tanto si se centran en la maldad humana como si lo hacen en los hordas de zombis) suele ser habitual que tiendan a ser muy explícitas, cosa que quizá no cuadra mucho con el público objetivo. Sin embargo, el autor tiene pensado una tetralogía de títulos ambientados en Ruina y putrefacción (un nombre muy sonoro, sobre todo en inglés) y habrá serie de televisión. Creo que el secreto está en reducir la explicitud (dejándolo más a la imaginación del lector y a la introducción de la filosofía y la reflexión al mismo tiempo que la presentación de la historia. El desarrollo de la historia abusa al principio de tropos que ya se han usado con frecuencia pero tiene un par de momentos interesantes en su segunda mitad que, unidos a un buen planteamiento de las escenas de acción, consiguen un resultado final bastante consistente. Habrá que esperar que haya buena suerte y se publiquen las siguientes entregas de la serie. Traducción: Alberto Chimal y Raquel Castro
En la oscuridad del invierno de Tim Winton (Catedral), la editorial no le está haciendo demasiada promoción y, sin embargo, este libro del australiano Tim Winton es una pequeña gran historia de terror en la que representa el poco familiar paisaje australiano desde una óptica minimalista y claustrofóbica (“Ronnie cruzó el umbral y se enfrentó a una losa de gélida oscuridad. No había ni luna ni estrellas en el cielo. Tenía los pies inertes dentro de las botas mojadas. Los huesos parecían encogerse del frío. La ropa se le adhería al cuerpo. No acertaba siquiera a ver su casa en medio de la oscuridad”) a través de las vidas de sus cuatro protagonistas, ubicados en un valle que recibe el nombre de Sumidero. Una novela muy atmosférica (el quinto protagonista) que indaga nuevamente sobre los miedos interiores y lo que ocultamos a los demás. Una propuesta desasosegante y muy interesante. Traducción: Angelica M. Ripa
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Maleficio. El brujo y su sombra de Claudia Andrade Ecchio (La máquina del ping), vaya propuesta perversa la de la escritora chilena; impresionante el trabajo de la autora para ambientar un mundo contemporáneo (que bien podría ser el que vivimos) en la que los brujos y las brujas conviven con “normalidad” con la sociedad y con sus “sombras”, unos seres unidos a ellos de manera indisoluble. La interacción entre brujos y brujas y sus sombras es constante a lo largo de la historia, realizado de una manera muy ingeniosa. Lo perverso viene porque, además de ser brujos guardan una serie de secretos que afectan tremendamente a toda la organización de brujería y que desencadenarán una serie de acontecimientos a cuál más morboso con un final cruel que no busca ningún tipo de redención. No apto para los que necesiten finales felices.
Ring Shout. Nuestro cántico de P. Djeli Clark (Obscura Editorial), me puedo acostumbrar perfectamente a que saquen dos novelas de P. Djeli Clark al año, una costumbre muy sana para leer historias adictivas y cargadas de imaginación. En Ring Shout, Clark parte de una base histórica para luego desplegar toda su creatividad, ambientada en 1915, el estreno de la película El nacimiento de una nación deja al país bajo la influencia de un hechizo terrible que hace que la población blanca acentúe sus temores y que crezcan la filas del Klan. Menos mal que existen las luchadoras de color Maryse, Chef y Sadie para confrontar las fuerzas malignas encabezadas por el carnicero Clyde. Me encanta que buena parte del éxito para conseguirlo estará relacionado con la música (“Es como esa noche de la licorería, un coro abigarrao sin el menor asomo de armonía ni de ritmo, como si lo hubieran concebío para resultar lo menos musical posible. […] ¡Yo también me sé unas cuantas canciones! Escucho a mi espá y dejo que las voces cantarinas me imbuyan. Por un instante, parece desatarse una batalla entre mis canciones y su coro disonante”) y con la sororidad encantadora de sus protagonistas. Desde la ficción, el autor propone una reflexión sobre el conflicto de raza en EEUU (y a nivel mundial) pero con un envoltorio exuberante por su colorido sin ser óbice para obtener una novela de fantasía absorbente. Maravilloso. Traducción: Raúl García Campos
La casa al final de Needles Street de Catriona Ward (Lee Runas – Alianza), fabulosa la entrada de Catriona Ward por estos lares, y deseando que esta primera aproximación a su obra sea un éxito para que podamos ver más muestras de su talento (como ese increíble y multipremiado Little Eve); la autora acomete La casa al final de Needles Street proponiendo un juego al lector: la no fiabilidad del relato que están contando sus protagonistas. Juego del que el lector es consciente porque es fácil encontrar las incongruencias en lo que está leyendo. A partir de ahí sólo se puede confiar en su creatividad y la forma en que cierra la historia es brillante con una poderosa reflexión sobre asuntos de salud mental. El libro transita entre géneros que van desde el horror de un posible asesinato a la simple supervivencia. Vale la pena dejarse llevar por las manos de Catriona Ward. Uno de mis libros preferidos de esta lista. Traducción: Cristina Macía
Los evangelios escarlata de Clive Barker (Hermida), aún con la idea en la cabeza de que he disfrutado bastante más de Barker en las distancias cortas (no sólo por sus Libros de Sangre), es imposible que no recomiende cualquier obra que saque. En esta ocasión tengo la sensación de que va a funcionar mejor ya que el autor vuelve al imaginario de Hellraiser (quizá su mejor propuesta aparte de la narrativa breve) presentando la lucha entre Harry D’Amour y nuestro querido Pinhead, una lucha a muerte en la que se decidirá el destino del infierno, la Tierra y lo que se tercie. Sinceramente, esta propuesta se vende sola. Traducción: Óscar Mariscal
El único indio bueno de Stephen Graham Jones (Biblioteca de Carfax), sale en noviembre la última novedad de la Biblioteca de Carfax, sin embargo, no dudo en ponerla en este listado porque, en este caso, es imposible equivocarse: no sólo porque se haya llevado todos los premios de literatura de terror de este año pasado sino porque, conociendo el gusto de sus editoras, será otra maravilla de su catálogo. Un Graham Jones del que ya tuve la suerte de degustar su Mestizos, una historia de hombres lobo muy particular con un uso muy cuidado del lenguaje por parte del autor. En esta última obra se puede encontrar nada más y nada menos que un slasher pero adaptado a las circunstancias que tan bien conoce: la de cuatro amigos indios americanos que, tras cometer un sacrilegio contra las tradiciones de su tribu, se verán perseguidos por algo que tratará de matarlos. Las ganas que tengo de tenerlo ya en mis manos. Traducción: Manuel de los Reyes
Animales de peluche de Ángela Pinaud (Apache), llevo siguiendo la trayectoria de Ángela Pinaud desde una época en la que se estaba publicando muy poco terror, prácticamente se reducía a Stephen King, la editorial Valdemar y poca cosa más. Recuerdo leer su Magical Mystery Tour con una cierta simpatía, encontré ideas y una cierta inocencia. Sin embargo, la autora que tengo el gusto de leer en estos momentos va mucho más allá de esa idea inicial. Su escritura ha madurado y su grado de perversión ha crecido hasta un nivel más que interesante. Hay mucho que encontrar en esta su última novela: en primer lugar una fusión entre la tecnología y lo sobrenatural, eso que también realizó Thomas Olde Heuvelt en Hex y que aquí le sirve a la autora de base para la creación de la historia; en segundo lugar, me apasionan sus ganas de retorcer la historia, aquí se sirve de un “aparente” bien común relacionado con la ecología para presentar una manipulación obsesiva de la identidad de una persona; en tercer lugar, es encomiable intentar el giro definitivo, no sobra ni mucho menos en esta ocasión y te deja con una sonrisa maquiavélica en la cara.
Lo salvaje de Julia Elliott (Horror Vacui), la carta de presentación de la nueva editorial Horror Vacui es, ciertamente, impactante. Los cuentos de Julia Elliott no son estrictamente de terror, aunque muchos de ellos tengan elementos relacionados con el género; lo que más sorprende de los once relatos es cómo se difuminan los límites de los géneros, encuadrándose en la tradición del gótico sureño pero transitando por el terror, la ciencia ficción, los cuentos de hadas… con una narración que nace de lo clásico pero afronta una indagación de la realidad a través de la representación de lo grotesco, lo absurdo. Y todo ello con un lenguaje exuberante en recursos y colorido, barroco y sensorial (“La sangre caliente goteaba por mi garganta. Los mosquitos cayeron sobre mis mejillas para lamer el líquido con sus lenguas invisibles. Comí más carne: hamburguesas secas y desmenuzadas, lomo de cerdo graso y trozos de hígado amargo, cordero de sabor fuerte y trozos gelatinosos de ternera. Mordí los tendones de las patas de pavo y saboreé salchichas que se derritieron como caramelos en mi lengua.”). Además, muchos de sus cuentos tienen una ácida crítica implícita a ciertas convenciones sociales como la necesidad de estar en forma o seguir una dieta, conformando un conjunto de relatos completísimo y que sobresale en un año en el que está habiendo un gran nivel en las distancias cortas. Un lujazo de libro. Traducción: Sarai Herrera y Sergio Chesán
La cabaña del fin del mundo de Paul Tremblay (Nocturna), esta es la típica novela que generará opiniones dispares, sobre todo si conoces la novela por la que Tremblay saltó a la fama, esa actualización del género del exorcismo actualizado al fenómeno televisivo que resulta excepcional, tomando la idea clásica y actualizándola a nuestra realidad (Una cabeza llena de fantasmas); y la razón es porque La cabaña del fin del mundo parte de una premisa muy poderosa (para nada clásica) para luego tener un desarrollo complejo que puede exasperar a alguno en su espera. Se trata de un “home invasion” donde siempre se tiene un elemento de incertidumbre, ya que no se sabe en ningún momento si lo que dicen los invasores es cierto. Hasta llegar al final se producirán varios estallidos de violencia a cuál más crudo (sobre todo el primero) pero el autor opta por no desvelar toda la información hasta buena parte del final. Sinceramente, me parece que la novela es un intento de hacer algo muy diferente y siempre es de agradecer nuevas exploraciones en el género, muy muy interesante. Traducción: Manuel de los Reyes
Cuentos retorcidos de Tom Holland (Applehead), mientras Tremblay se la juega, el otro Tom Holland (el director de Muñeco diabólico y Noche de miedo) opta menos por la originalidad de sus historias que por componer relatos cargados de acción. Los cuatro cuentos incluidos en esta antología no son ajenos a lectores de King o Matheson, pero abogan más por montar una historia que no deje aliento. Tampoco se puede hablar de terror propiamente dicho, el primer relato tiene que ver con un robo, el segundo tiene poderosas similitudes con cierto John Coffey… lo bueno es que se leen con diligencia y proponen un buen rato de entretenimiento para el lector. De hecho, son fácilmente programables para la noche de Halloween porque se leen con facilidad. Conseguir diversión siempre es un buen objetivo. Traducción: Javier Moragón Cardeña
Infestación. Una historia cultural de las casas encantadas de Érica Couto-Ferreira (Dilatando mentes), siempre me gusta colar en estas listas para Halloween algún ensayo relativo al género y gracias a Érica Couto-Ferreira este estudio teórico sobre la historia cultural sobre las casas encantadas puede ser una opción más que razonable. Tenía otra posibilidad pero lo leeré después de Halloween. La autora ha optado por una aproximación más académica que completista y, apoyándose en varios textos que considera necesarios para analizar la evolución del tratamiento cultural de las casas encantadas, se extiende cronológicamente desde sus inicios hasta comienzos del siglo XX terminado con Daphne Du Maurier y Shirley Jackson. De esta manera consigue reflejar las características y sus tropos asociados y tipificarlos de alguna manera además de reflejar la evolución. Echo de menos un análisis de algunos textos contemporáneos a la luz de lo que comenta anteriormente o, incluso, el cómo estas características se han aplicado a lo audiovisual pero hay que reconocer que el análisis es exhaustivo en lo que ha escogido y es muy útil para entender el papel de este tipo de subgénero. Una gran lectura.
Los vampiros nunca mueren, edición de Zoraida Córdova y Natalie C. Parker (RBA), creo que ya lo he dicho alguna vez y puede ser redundante que lo diga de nuevo pero intento leer/ver todo lo relacionado con vampiros y zombis… debilidades de uno. Así que una recopilación de historias de vampiros siempre me atrae por encima de todas las cosas, máxime si la idea de las editoras es la siguiente: “Con los relatos de esta antología, queremos demonstrar que no hay una única manera de escribir sobre vampiros. Al fin y al cabo, un ser con capacidad para cambiar de forma debería exhibir muchas caras y contar muchas historias. En estas páginas vas a encontrar relatos de vampiros que amplían y reinventan lo que se ha contado tradicionalmente. Después de cada una de las lecturas, nosotras, tus editrices, te explicamos cómo ha vuelto a imaginar cada relato los tropos que todos conocemos y amamos.”Sinceramente, no me ocurre mejor forma de plantearlo, maravilloso a todos los niveles. Traducción: V.M. García de Isusi
Guía del club de lectura para matar vampiros de Grady Hendrix (Minotauro), como bien comentaba Jónatan en su web, Grady Hendrix es un autor competente de novelas de terror con un ensayo (Paperbacks from Hell) absolutamente imprescindible. Tengo que reconocer que esta última entrega me gusta especialmente por varios motivos: el primero de ellos, es comienzo a lo Mujeres Desesperadas donde las vecinas de una ciudad se reúnen en torno a un no-club de lectura, lo segundo, la amenaza que va a cambar sus vidas se desarrolla de una manera sutil, con una cierta calma a la hora de desarrollarla y, tercero, por supuesto… VAMPIROS. No hace falta más. Traducción: Paz Pruneda
A tumba abierta de Joe Hill (Nocturna), nunca recomiendo a Stephen King en estas listas por dos motivos fundamentales: el primero es que no necesita ningún tipo de publicidad para vender, lo que nos lleva al segundo motivo, está siendo publicado por uno de los grandes monopolizadores en España. De ahí que, a pesar del éxito aparente de Joe Hill (series, películas, muchos libros y cómics), este éxito es más bien internacional, aquí no está tan establecido, de hecho, se publica por una editorial (Nocturna) que no es precisamente de las más grandes, conclusión, sigo poniéndolo en mis recomendaciones. Además, esta vez se trata de una antología de cuentos (dos de ellos co-escritos con su padre), terreno en el que le veo más consistente y con la garantía de dos grandísimos traductores al mando. No se puede pedir más. Traducción: Pilar Ramírez Tello y Manuel de los Reyes
Y con esto llego al final, diecinueve novedades entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura para tener algún escalofrío que no sienta nada mal. ¡A disfrutar y cuidaos mucho!