“Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez?” de Lemony Snicket. Detectives para niños.

lemony-snicket-2cuando-la-vio-por-ultima-vez-9788424651732“Un pueblo, una estatua y una persona secuestrada. Cuando estaba en el pueblo, me contrataron para rescatar a esa persona, y pensé que la estatua había desaparecido para siempre. Tenía casi trece años y me equivoqué. Me equivoqué en todo. Debería haberme preguntado cómo podía estar una persona desaparecida en dos lugares a la vez. Pero me hice la pregunta equivocada. Cuatro preguntas equivocadas más o menos. Y en estas páginas relato la segunda.”

De esta guisa comienza este segundo libro de la saga “Preguntas equivocadas” del escritor Lemony Snicket (a.k.a. Daniel Handler); con la segunda pregunta equivocada, lo cual nos lleva a que, probablemente la saga tenga, al menos, cuatro entregas; esto, desde luego, es una suerte, habida cuenta de cómo la está llevando. Si en el primer volumen se dedica a presentar los personajes con una subtrama policíaca como línea principal y en un segundo nivel una trama general; en este volumen se dedica a presentarnos otra subtrama principal que le sirve, como en el anterior, para profundizar en la trama de fondo que está llevando en todos los volúmenes, relacionada con el genio criminal Hangfire.

Lo mejor: coge todos los personajes del anterior y empieza a evolucionarlos cada vez más, utilizando sus virtudes y llevándolas al máximo; un simple comentario de la periodista Moxie sirve para mostrarnos los pensamientos de un Lemony que va madurando desde sus escasos trece años:

“-Está bien saber quiénes son los buenos y los malos -continuó Moxie, pero yo negué con la cabeza. Se suele decir que las personas hacen cosas porque son buenas o malas, pero en mi experiencia eso no funciona así. Ellington Feint, por ejemplo, había mentido y robado, pero no porque fuese una persona malvada. Ella era buena persona, forzada a hacer cosas malas para liberar a su padre de las garras de Hangfire. Mi hermana, por poner otro ejemplo, era sin duda una buena persona, pero pronto cometería un delito con una de las piezas del museo.”

Buena prueba de la evolución positiva y necesaria de los personajes es el uso de “lo cómico” a través de la mentora de Lemony y de los policías: los Mitchum y su hijo, contrapunto de humor que nos sacan más de una carcajada de lo más saludable:

“Harvey y Mimi Mitchum estaban discutiendo como siempre, y Stew lucía su habitual sonrisa retorcida.

-Pensaba que te habías ido, Caramelito de Limón -me dijo-. En Stain’d-by-the-sea no hay sitio para los idiotas.

-¿En serio?-dije-. He oído que consiguen trabajo haciendo de sirena de policía.” 

Lemony adquiere cada vez más carisma, no exento de momentos divertidos que no ocultan la seriedad de un personaje cada vez más consciente de lo difícil que es avanzar:

“Le prometí la fórmula de una tinta invisible que funcionase verdaderamente a cambio de un encuentro con Hangfire. Es un buen plan Sr. Snicket.

-Seguro -dije-, más o menos como hacer malabares con dinamita, o darle una patada a un oso polar.

-No digas necedades.

-La necedad es intentar engañar a un criminal con algo tan simple.”

De hecho Snicket sabe que cualquier persona es susceptible de hacer el mal si llega la situación adecuada:

“-Mi padre nunca haría algo terrible.

No contesté. No le conocía. Me parecía que todo adulto termina haciendo algo terrible tarde o temprano. Y todos los chicos, pensé, tarde o temprano acaban siendo adultos. “

En esta situación, agravada por la trama familiar que continúa desde el primer libro, nuestro protagonista sabe que las cosas son muy difíciles y que no está seguro de nada a su edad, lo que sí tiene claro, como su compañero Widdershins, es que está aprendiendo cada día:

“-Apenas estoy seguro ya de nada, Widdershins -dije con un suspiro.

Widdershins volvió a asentir por última vez.

-Eso suena a aprendizaje -dijo-. Ninguno de nosotros está seguro de nada.”

La trama se resuelve tan satisfactoriamente como en el anterior volumen y nos deja con más ganas de seguir sus aventuras; las ilustraciones de Seth son, nuevamente, una perfecta muestra de cómo los dibujos pueden tener tal simbiosis con el texto. La edición de La Galera es, sencillamente, excepcional, para no perdérselo. Una novela que, como ya dije, tiene los suficientes ingredientes para que guste a niños y adultos, en diferentes niveles. Lo que sí es claro es que, aunque puede leerse como una aventura única, es mejor leerla después del que ya comenté por aquí, porque Handler utiliza elementos de aquél y los va introduciendo en pequeñas dosis cuando hace falta en este.

Lástima que haya que esperar al siguiente para ver cómo se sigue desarrollando la historia; eso sí, en mí van a volver a tener a un comprador fijo.

Los textos vienen de la traducción del inglés de Pepa Devesa Seva de “Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez”  de Lemony Snicket en Ediciones La galera.

Dos propuestas de literatura juvenil: “Doctor Proctor” y “Lemony Snicket.”

Da la casualidad que entre las últimas compras “han surgido” una serie de libros dedicados  específicamente al público juvenil, de 9 años en adelante; todas ellas propuestas interesantes y, además, de temáticas diversas. Los ordeno según la calidad de la obra y siempre desde el prisma lector de un adulto, buscando el impacto en lectores juveniles y, desde luego, si se pueden disfrutar por otros públicos. Desgraciadamente no puedo discernir si un niño de 9 o 10 años disfrutará mucho o poco con ellos. Habría que comprobarlo.

El doctor ProctorbañeraEl primero de ellos es la segunda parte de la saga infantil creada por el archiconocido escritor de novelas policíacas Jo Nesbo y lleva por nombre “El doctor Proctor y la bañera del tiempo”. Quiero creer que la primera entrega, del que hablé por aquí, tuvo éxito, acaba de llegar esta segunda y ya están anunciando una tercera.

El resultado del primer libro era muy irregular, más allá de lo escatológico, la aventura iba a trompicones, aunque apuntaba maneras y potencialmente le servía de introducción de los personajes y de las reglas a seguir. En este segundo Nesbo se empieza a lucir, la trama se va descaradamente a la ciencia ficción con la elección de los viajes en el tiempo como medio para realizarla. Se vuelve aún más ingenioso al establecer que la máquina del tiempo sea una bañera y el jabón que la contiene y se dispara la épica y el sentido de la maravilla, que se personifica en su pequeño protagonista Tapón:

“Mientras tanto, al otro lado de la calle, Tapón dormía profunda y felizmente soñando con volar propulsado por grandes pedos, con descifrar misteriosos códigos, con salvar a profesores geniales y con todas las cosas que seguramente -o al menos muy segurísimamente- saldrían bien. Pero sobre todo soñaba con bailar el cancán sobre el escenario del Moulin Rouge de París, mientras un público entusiasmado y todas las bailarinas daban palmadas al compás gritando: ¡Ta-pón! ¡Ta-pón!”

La historia se vuelve dúctil y tenemos la presentación de un enemigo rimbombante y enigmático, Raspa:

“-Exacto. La historia está tallada en piedra y solo quien está dispuesto a morir puede cambiar el texto. Anda a tomar viento fresco niños.

Raspa se dio media vuelta, se deslizó como un fantasma por el local sobre el patín chirriante y desapareció tras la cortina naranja.”

Todo se vuelve un “tour de force” con Tapón, Lise, Raspa y el Doctor, viajando a distintas etapas históricas, que se centran, especialmente en Francia, la aparición de Tapón en la batalla de Waterloo y su sustitución de Napoleón desencadena momentos hilarantes y creativos:

“-Bueno eso lo decide usted. Pero su última orden fue que lo llamáramos generador.

-Ya me he dado cuenta. ¿Y por qué quería llamarme yo así?

-¿Ya se le ha olvidado? General y dictador. Eso hace generador, ¿no?”

A la aventura no le faltan ni las paradojas temporales, ni la emoción ni  la diversión. Y por si fuera poco el final no abusa de moralinas, pero resulta edificante.

“[…] porque quería que le recordara algo importante: que aunque una persona haga algo malo, nunca, nunca, es demasiado tarde para enmendarlo. Y que en ese sentido todo el mundo puede cambiar un poco la historia en cualquier momento.”

Además  en esta ocasión las “feas” ilustraciones de Per Dybvig realzan aún más las situaciones descritas por Nesbo obteniendo un resultado fantástico. Este es el camino a seguir. Deseando estoy de ver publicada la siguiente entrega.

QuienseraaestashorasLemony Snicket es el seudónimo empleado por el escritor norteamericano Daniel Handler; protagonista de la famosa serie de libros “Una serie de catastróficas desdichas” donde el protagonista es el propio Lemony y que ahora Ediciones La galera nos trae con la nueva saga de libros “Preguntas equivocadas” del que vengo a comentar el primer volumen “¿Quién será a estas horas?”.  Ilustrado en esta ocasión por el gran dibujante Seth.

No puedo esconder mi predilección por las novelas policíacas; es un hecho. Si encima se intentan adaptar para que lo pueda leer un niño, es más que encomiable y atractivo. Si , además, se hace tan bien como en esta ocasión, el resultado es casi impecable.

Es innegable que el autor no se corta a la hora de plantear la trama, empieza “in medias res”, a mitad de todo, no conocemos nada de lo que está sucediendo: no conocemos al personaje, no sabemos qué está haciendo, no sabemos lo que puede suceder, todo va aportando pista a pista para ir construyendo dicha trama. Esto es muy retador, sobre todo teniendo en cuenta el público al que está dirigido:

“Soy Lemony Snicket –le respondí, y le di el sobre que llevaba en el bolsillo. Dentro había lo que se conoce como una carta de recomendación, que consistía en unos cuantos párrafos en los que se me describía como un excelente lector, un buen cocinero, un músico mediocre y un liante total.”

Pero cumple su objetivo de veras: Lemony servirá de identificación para el lector y la forma de presentarlo abrirá su apetito por tener ganas de averiguar lo que está sucediendo.

El nombre de la serie de libros ofrece pistas también y le sirve como elemento humorístico continuo que utilizará en base al avance, el caso siguiente es evidente de este uso:

“-¿Y la cena? –pregunté.

-Ya he cenado, gracias.

-¿Y qué pasa con mi cena?

Theodora levantó las cejas y se fue hacia las escaleras.

-Esta es la pregunta equivocada. Snicket. Hay cosas más importantes que la cena. Concéntrate en el caso.”

Es importante reseñar que, a pesar de no ser literatura para adultos, el autor norteamericano no ceja en un empeño de escribir con calidad, en la descripción de Ellington Feint podemos comprobarlo:

“Pese a la oscuridad podía ver sus extrañas cejas curvadas, enrolladas como signos de admiración. Tenía los ojos verdes y sus cabellos eran tan negros que en la oscuridad parecían pálidos. Sus dedos, que sobresalían de las mangas de su camisa, eran largos y acababan en unas uñas de color negro. Antes de empezar a bajar por la escalera vi su sonrisa a la luz de la luna. Era una sonrisa que podía querer decir cualquier cosa. “

Al final, nada es lo que parece en lo planteado inicialmente. El propio Lemony lo reconoce:

“Me había equivocado sobre cada pista del misterio oscuro y manchado de tinta que pesaba sobre mí y sobre todos los demás. Sonó una campana en mi cabeza; equivocado, equivocado, equivocado. Estaba equivocado, pensé, pero quizás si me quedaba en el pueblo podría acabar haciendo las cosas bien.”

Y todo queda abierto en un tremendo cliff-hanger para el que será el siguiente libro de la serie. Espléndido. Una excelente propuesta para jóvenes y adultos con una edición exquisita de La galera y…. ay, que se me olvidaba!! Unas ilustraciones en bitono del dibujante Seth que, sí, quitan el aliento. Son fabulosas… otro motivo más para disfrutarlo.

Los textos de “El Doctor Proctor  y la bañera del tiempo” de Jo Nesbo proceden de la traducción del noruego de Cristina Gómez Baggethum para esta edición de la Galera.

Los textos de “¿Quién será a estas horas” de Lemony Snicket vienen de la traducción de Julián Aguilar para esta edición de la Galera.