También leo novelas juveniles: Proctor, Moriarty, De Sastre y Agatha

el-doctor-proctor-y-el-fin-del-mundo-o-no-9788424651671Siempre me ha gustado leer de todo, pero es bien cierto que desde que nació Alejandro tengo aún más interés en literatura infantil y juvenil. Hoy traigo una selección con recomendaciones y una no-recomendación para niños que suelen ir de diez años en adelante; bueno, excepto el de Agatha Mistery que pueden leerlo niños de menor edad, más infantil.

El primero sobre el que quiero hacer énfasis es una serie de la que me bajo por el motivo que os voy a exponer. Esperaba mucho más de la serie infantil del escritor noruego Jo Nesbo, mucho más conocido a nivel internacional por las novelas negras que protagoniza Harry Hole; sobre todo porque la serie policíaca atesora gran calidad.

El tercer libro de la saga infantil del Doctor Proctor se titula “El doctor Proctor y el fin del mundo. O no” de Jo Nesbo y vuelve a tener las feístas pero divertidas ilustraciones de Per Dybvig (aunque esta vez en blanco y negro). Ya comenté mis impresiones sobre la primera entrega por aquí  y sobre la más compacta segunda parte. Esta tercera parte, por el contrario, vuelve a las andadas y denota un mal gusto que me va  a obligarme a descolgarme de la serie.

La idea potencial es muy interesante y divertida. Darse cuenta de que llega el fin del mundo (o no) por las faltas de ortografía que se cometen es bastante educativo:

“-Y ayer mi padre dijo quería, en vez de querida. Y mi madre dijo preparao en vez de preparado y olvidao en vez de olvidado. ¿Eso no son errores de pronunciación?

-Puede ser una casualidad –dijo Tapón-. Puede que se les escapara la D. Quizá tenían un mal día, digamos.

-Pero piénsalo –insistió Lise-. ¿No te has dado cuenta de que en los últimos días todo el mundo está pronunciando mal?”

El uso de unas criaturas como los camaleones lunares como enemigo primordial también tiene su gracia.

“-Página trescientos quince –dijo, y empezó a citarla de memoria-: “Nadie sabe dónde se meten los camaleones lunares cuando están en la Tierra, pero se sabe que evitan la luz del día. Si tuvieras la mala suerte de ver un camaleón en pleno día, significaría que se está fraguando algo horrible. Algo superhorrible en verdad. Algo ultragigasupermegahorrible, para ser más exacto. O para ser absolutamente exacto del todo: el fin del mundo.”

E incluso que la música se convierta de nuevo en solución al problema no deja de tener su su aquel, sobre todo porque lo hace a través de las canciones de los Beatles:

“Y la banda de música más extraña que jamás haya tocado en un sidecar, no se hizo de rogar. Lise tocaba el clarinete, la señorita Strobe aporreaba un piano de juguete, Janne tocaba la tuba, Beatrice el saxofón, el papá comandante pulsaba una guitarra con dos cuerdas rotas, la mamá comandante tocaba un flautín, Truls y Trym el redoblante y la hermana de Tapón le atizaba al bombo mientras su madre gritaba tan alto, feo y desafinado que los turistas de la plaza, boquiabiertos, se llevaban las manos a las orejas: 

-¡Silovyuyeyeye! ¡Silovyuyeyeye!”

Si solo os hubiera puesto estos textos diríais que la crítica es positiva; sin embargo en la parte final ocurre una escena, que no pienso relatar, que denota un mal gusto brutal, y, desde luego, la carga de contenido sexual de dicha escena y sus implicaciones de fondo, no parecen los contenidos más adecuados para el público al que está dirigido. En este caso tengo que desaconsejar totalmente su lectura para niños. Un adulto lo puede leer pero tampoco es que la trama le vayaa seducir, volvemos a las simplicidades sin estar demasiado bien realizadas. Nesbo con esta serie está en modo de escritura automático, no dudo de que esté consiguiendo muchas ventas aprovechando al público dirigido pero, sin duda, no parece lo más apropiado. Una pena. Seguiremos, eso sí, la fantástica serie de Harry Hole.

Los textos provienen de la traducción del noruego por Cristina Gómez-Baggethun.

EL JOVEN MORIARTY Y LA PLANTA CARNIVORAMucho mejor, afortunadamente, es el segundo libro de Sofía Rhei que narra las aventuras del archiconocido enemigo de Sherlock  Holmes en su versión juvenil: “El joven Moriarty y la planta carnívora”, acompañado de nuevo por las buenas ilustraciones de  Alfonso Rodríguez Barrera.

Si bien no conecté con el primer libro del joven Moriarty, en este caso la historia está muy bien llevada desde el principio y empezamos a ver los rasgos maquiavélicos del joven enemigo, hay una buena caracterización del peligro potencial que devengará en el futuro:

“Siempre pasaba lo mismo. Si Arabella corregía sus errores idiomáticos, a Frau Weiss le parecía muy bien. Si era yo quien lo hacía, se ponía como una hidra. Todo el mundo nos trataba de manera muy diferente. Y no era justo. Algún día las cosas cambiarían.

Lo tenía tan claro como que mi nombre era James… James Moriarty.”

De hecho alguna introspección nos revela una cierta poesía al imaginarse los lugares más oscuros donde cometer fechorías que resulta ciertamente inquietante:

“Cerré los ojos y sonreí, imaginando lo fabulosa que podría ser esa mazmorra. Tendría las paredes de piedra cubierta de musgo y líquenes, con un montón de insectos y de ratas que me harían compañía. Yo descubriría un pasadizo secreto que conduciría a unas catacumbas abandonadas, llenas de cráneos y ratas aún más grandes, con el pelaje blanco por no haber recibido jamás la luz del sol. Y entonces oiría un goteo sospechoso, y llegaría a un río subterráneo, y entonces…

Las palabras de la señorita Godard interrumpieron mi agradable ensoñación…”

Hablando con Leonora de casos de policías, definitivamente, empezamos a ser conscientes de por dónde van a tirar las apetencias de nuestro joven protagonista:

“-Estoy orgullosa de lo listo que es usted, señorito James. Algún día podría llegar a ser un gran policía.

Yo fruncí el ceño. No estaba seguro de que me apeteciera ser policía. La verdad era que cuando alguien me contaba historias de crímenes no podía evitar sentir más simpatías hacia aquellos que se atrevían a desafiar a la ley… los que hacían lo que les daba la gana en lugar de seguir las reglas establecidas. Los que conseguían hacer trampas sin que nadie les pillara.” 

Estupendo el trabajo, tanto en la trama como en la caracterización, además de tener el inevitable cameo que no quiero desvelar pero que está realizado con una escena llena de sutilezas para los conocedores del canon. Espero con verdaderas ganas la siguiente entrega de sus aventuras.

desastre-total-2_mira-lo-que-has-hecho_stephan-pastis_libro-MONL173Y la joya de la corona, nuevamente, es la segunda entrega de las historias de Timmy De Sastre y su oso Total, en “De Sastre & Total 2: Mira lo que has hecho” de Stephan Pastis con las divertidísimas ilustraciones del autor. Ya hablé de la primera magnífica entrega por aquí  y esta segunda vuelve a redundar en los elementos que suponían un triunfo.

Timmy De Sastre, nuestro simpar investigador, no necesita abuela, es el mejor investigador, sin lugar a dudas:

“Me siento tentado de hacer valer mi rango. De revelar quién soy.

Es un nombre tan reconocible que enseguida sabría que soy el fundador, presidente y consejero delegado de la mejor agencia de detectives de la ciudad y probablemente del estado. Puede que hasta de toda la nación.”

Aunque como el lector bien sabe, las investigaciones rozan el ridículo más espantoso,y ahí está una de las claves; este nivel autoconsciente, es perfectamente perceptible por el lector, y contribuye a que nos saque más de una sonrisa cuando resuelve cada uno de sus casos, ya que siempre se equivoca.

Pastis es muy original a la hora plantear los peligros que pueden fastidiar a nuestro héroe; de hecho, lo podemos ver, sobre todo, al presentar a su némesis , que ya salía en el anterior libro, y a la que, en esta ocasión, le cambia el nombre, aunque sea perfectamente reconocible de nuevo.

“Un empleado SOLO puede activar la alarma si se da uno de los dos casos siguientes de peligro mortal:

1. Se va a acabar el mundo.

2. Ha aparecido la CALZONA

CALZONA significa:

Cruel

Aficionada a

Los

Zarpazos

Ominosos y

Nunca

Amables.”

Capítulos cortos, que empiezan con reformulamientos conocidos como “Accidental, querida Escurri” o “Crónica de una falacia anunciada”, mucho buen humor, dobles sentidos, resoluciones chapuceras y la ternura de sus personajes nos vuelven a traer un libro para disfrutar tanto pequeños como adultos por todas sus posibilidades de lecturas. Qué disfrute, la verdad.

Los textos provienen de la traducción de Isabel Llasat

agatha-mistery-5-asesinato-en-la-torre-eiffel-9788424641757¡Bola Extra!: No me gustaría acabar sin una mención a la obra de Steve Stevenson y sus historias de detectives con claro aire holmesiano  y que he podido descubrir gracias a el “Asesinato en la Torre Eiffel” con las ilustraciones de Stefano Turconi.

De la presentación de la editorial la Galera podemos inferir los ingredientes:

“Aspirante a detective con un olfato extraordinario, rueda por el mundo con el chapucero de su primo Larry, su fiel mayordomo y el gato Watson para resolver los misterios más intrincados”

Nueva reescritura del mito que aprovecha para presentar elementos distintos, como una protagonista femenina, Agatha Mistery, con un olfato detectivesco del nivel de nuestro ya conocido detective, pero más afable que este, y con una familia que ayuda y colabora en sus casos. Hay una novela de formación de fondo y cada entrega se ambienta en un lugar del mundo distinto, con lo que añade exotismo y conocimiento de otras culturas. Si la trama, sin ser compleja, no toma por tontos a los lectores, estamos ante una más que recomendable serie para niños, un sano entretenimiento para recomendar.

“Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez?” de Lemony Snicket. Detectives para niños.

lemony-snicket-2cuando-la-vio-por-ultima-vez-9788424651732“Un pueblo, una estatua y una persona secuestrada. Cuando estaba en el pueblo, me contrataron para rescatar a esa persona, y pensé que la estatua había desaparecido para siempre. Tenía casi trece años y me equivoqué. Me equivoqué en todo. Debería haberme preguntado cómo podía estar una persona desaparecida en dos lugares a la vez. Pero me hice la pregunta equivocada. Cuatro preguntas equivocadas más o menos. Y en estas páginas relato la segunda.”

De esta guisa comienza este segundo libro de la saga “Preguntas equivocadas” del escritor Lemony Snicket (a.k.a. Daniel Handler); con la segunda pregunta equivocada, lo cual nos lleva a que, probablemente la saga tenga, al menos, cuatro entregas; esto, desde luego, es una suerte, habida cuenta de cómo la está llevando. Si en el primer volumen se dedica a presentar los personajes con una subtrama policíaca como línea principal y en un segundo nivel una trama general; en este volumen se dedica a presentarnos otra subtrama principal que le sirve, como en el anterior, para profundizar en la trama de fondo que está llevando en todos los volúmenes, relacionada con el genio criminal Hangfire.

Lo mejor: coge todos los personajes del anterior y empieza a evolucionarlos cada vez más, utilizando sus virtudes y llevándolas al máximo; un simple comentario de la periodista Moxie sirve para mostrarnos los pensamientos de un Lemony que va madurando desde sus escasos trece años:

“-Está bien saber quiénes son los buenos y los malos -continuó Moxie, pero yo negué con la cabeza. Se suele decir que las personas hacen cosas porque son buenas o malas, pero en mi experiencia eso no funciona así. Ellington Feint, por ejemplo, había mentido y robado, pero no porque fuese una persona malvada. Ella era buena persona, forzada a hacer cosas malas para liberar a su padre de las garras de Hangfire. Mi hermana, por poner otro ejemplo, era sin duda una buena persona, pero pronto cometería un delito con una de las piezas del museo.”

Buena prueba de la evolución positiva y necesaria de los personajes es el uso de “lo cómico” a través de la mentora de Lemony y de los policías: los Mitchum y su hijo, contrapunto de humor que nos sacan más de una carcajada de lo más saludable:

“Harvey y Mimi Mitchum estaban discutiendo como siempre, y Stew lucía su habitual sonrisa retorcida.

-Pensaba que te habías ido, Caramelito de Limón -me dijo-. En Stain’d-by-the-sea no hay sitio para los idiotas.

-¿En serio?-dije-. He oído que consiguen trabajo haciendo de sirena de policía.” 

Lemony adquiere cada vez más carisma, no exento de momentos divertidos que no ocultan la seriedad de un personaje cada vez más consciente de lo difícil que es avanzar:

“Le prometí la fórmula de una tinta invisible que funcionase verdaderamente a cambio de un encuentro con Hangfire. Es un buen plan Sr. Snicket.

-Seguro -dije-, más o menos como hacer malabares con dinamita, o darle una patada a un oso polar.

-No digas necedades.

-La necedad es intentar engañar a un criminal con algo tan simple.”

De hecho Snicket sabe que cualquier persona es susceptible de hacer el mal si llega la situación adecuada:

“-Mi padre nunca haría algo terrible.

No contesté. No le conocía. Me parecía que todo adulto termina haciendo algo terrible tarde o temprano. Y todos los chicos, pensé, tarde o temprano acaban siendo adultos. “

En esta situación, agravada por la trama familiar que continúa desde el primer libro, nuestro protagonista sabe que las cosas son muy difíciles y que no está seguro de nada a su edad, lo que sí tiene claro, como su compañero Widdershins, es que está aprendiendo cada día:

“-Apenas estoy seguro ya de nada, Widdershins -dije con un suspiro.

Widdershins volvió a asentir por última vez.

-Eso suena a aprendizaje -dijo-. Ninguno de nosotros está seguro de nada.”

La trama se resuelve tan satisfactoriamente como en el anterior volumen y nos deja con más ganas de seguir sus aventuras; las ilustraciones de Seth son, nuevamente, una perfecta muestra de cómo los dibujos pueden tener tal simbiosis con el texto. La edición de La Galera es, sencillamente, excepcional, para no perdérselo. Una novela que, como ya dije, tiene los suficientes ingredientes para que guste a niños y adultos, en diferentes niveles. Lo que sí es claro es que, aunque puede leerse como una aventura única, es mejor leerla después del que ya comenté por aquí, porque Handler utiliza elementos de aquél y los va introduciendo en pequeñas dosis cuando hace falta en este.

Lástima que haya que esperar al siguiente para ver cómo se sigue desarrollando la historia; eso sí, en mí van a volver a tener a un comprador fijo.

Los textos vienen de la traducción del inglés de Pepa Devesa Seva de “Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez”  de Lemony Snicket en Ediciones La galera.

Dos propuestas de literatura juvenil: “Doctor Proctor” y “Lemony Snicket.”

Da la casualidad que entre las últimas compras “han surgido” una serie de libros dedicados  específicamente al público juvenil, de 9 años en adelante; todas ellas propuestas interesantes y, además, de temáticas diversas. Los ordeno según la calidad de la obra y siempre desde el prisma lector de un adulto, buscando el impacto en lectores juveniles y, desde luego, si se pueden disfrutar por otros públicos. Desgraciadamente no puedo discernir si un niño de 9 o 10 años disfrutará mucho o poco con ellos. Habría que comprobarlo.

El doctor ProctorbañeraEl primero de ellos es la segunda parte de la saga infantil creada por el archiconocido escritor de novelas policíacas Jo Nesbo y lleva por nombre “El doctor Proctor y la bañera del tiempo”. Quiero creer que la primera entrega, del que hablé por aquí, tuvo éxito, acaba de llegar esta segunda y ya están anunciando una tercera.

El resultado del primer libro era muy irregular, más allá de lo escatológico, la aventura iba a trompicones, aunque apuntaba maneras y potencialmente le servía de introducción de los personajes y de las reglas a seguir. En este segundo Nesbo se empieza a lucir, la trama se va descaradamente a la ciencia ficción con la elección de los viajes en el tiempo como medio para realizarla. Se vuelve aún más ingenioso al establecer que la máquina del tiempo sea una bañera y el jabón que la contiene y se dispara la épica y el sentido de la maravilla, que se personifica en su pequeño protagonista Tapón:

“Mientras tanto, al otro lado de la calle, Tapón dormía profunda y felizmente soñando con volar propulsado por grandes pedos, con descifrar misteriosos códigos, con salvar a profesores geniales y con todas las cosas que seguramente -o al menos muy segurísimamente- saldrían bien. Pero sobre todo soñaba con bailar el cancán sobre el escenario del Moulin Rouge de París, mientras un público entusiasmado y todas las bailarinas daban palmadas al compás gritando: ¡Ta-pón! ¡Ta-pón!”

La historia se vuelve dúctil y tenemos la presentación de un enemigo rimbombante y enigmático, Raspa:

“-Exacto. La historia está tallada en piedra y solo quien está dispuesto a morir puede cambiar el texto. Anda a tomar viento fresco niños.

Raspa se dio media vuelta, se deslizó como un fantasma por el local sobre el patín chirriante y desapareció tras la cortina naranja.”

Todo se vuelve un “tour de force” con Tapón, Lise, Raspa y el Doctor, viajando a distintas etapas históricas, que se centran, especialmente en Francia, la aparición de Tapón en la batalla de Waterloo y su sustitución de Napoleón desencadena momentos hilarantes y creativos:

“-Bueno eso lo decide usted. Pero su última orden fue que lo llamáramos generador.

-Ya me he dado cuenta. ¿Y por qué quería llamarme yo así?

-¿Ya se le ha olvidado? General y dictador. Eso hace generador, ¿no?”

A la aventura no le faltan ni las paradojas temporales, ni la emoción ni  la diversión. Y por si fuera poco el final no abusa de moralinas, pero resulta edificante.

“[…] porque quería que le recordara algo importante: que aunque una persona haga algo malo, nunca, nunca, es demasiado tarde para enmendarlo. Y que en ese sentido todo el mundo puede cambiar un poco la historia en cualquier momento.”

Además  en esta ocasión las “feas” ilustraciones de Per Dybvig realzan aún más las situaciones descritas por Nesbo obteniendo un resultado fantástico. Este es el camino a seguir. Deseando estoy de ver publicada la siguiente entrega.

QuienseraaestashorasLemony Snicket es el seudónimo empleado por el escritor norteamericano Daniel Handler; protagonista de la famosa serie de libros “Una serie de catastróficas desdichas” donde el protagonista es el propio Lemony y que ahora Ediciones La galera nos trae con la nueva saga de libros “Preguntas equivocadas” del que vengo a comentar el primer volumen “¿Quién será a estas horas?”.  Ilustrado en esta ocasión por el gran dibujante Seth.

No puedo esconder mi predilección por las novelas policíacas; es un hecho. Si encima se intentan adaptar para que lo pueda leer un niño, es más que encomiable y atractivo. Si , además, se hace tan bien como en esta ocasión, el resultado es casi impecable.

Es innegable que el autor no se corta a la hora de plantear la trama, empieza “in medias res”, a mitad de todo, no conocemos nada de lo que está sucediendo: no conocemos al personaje, no sabemos qué está haciendo, no sabemos lo que puede suceder, todo va aportando pista a pista para ir construyendo dicha trama. Esto es muy retador, sobre todo teniendo en cuenta el público al que está dirigido:

“Soy Lemony Snicket –le respondí, y le di el sobre que llevaba en el bolsillo. Dentro había lo que se conoce como una carta de recomendación, que consistía en unos cuantos párrafos en los que se me describía como un excelente lector, un buen cocinero, un músico mediocre y un liante total.”

Pero cumple su objetivo de veras: Lemony servirá de identificación para el lector y la forma de presentarlo abrirá su apetito por tener ganas de averiguar lo que está sucediendo.

El nombre de la serie de libros ofrece pistas también y le sirve como elemento humorístico continuo que utilizará en base al avance, el caso siguiente es evidente de este uso:

“-¿Y la cena? –pregunté.

-Ya he cenado, gracias.

-¿Y qué pasa con mi cena?

Theodora levantó las cejas y se fue hacia las escaleras.

-Esta es la pregunta equivocada. Snicket. Hay cosas más importantes que la cena. Concéntrate en el caso.”

Es importante reseñar que, a pesar de no ser literatura para adultos, el autor norteamericano no ceja en un empeño de escribir con calidad, en la descripción de Ellington Feint podemos comprobarlo:

“Pese a la oscuridad podía ver sus extrañas cejas curvadas, enrolladas como signos de admiración. Tenía los ojos verdes y sus cabellos eran tan negros que en la oscuridad parecían pálidos. Sus dedos, que sobresalían de las mangas de su camisa, eran largos y acababan en unas uñas de color negro. Antes de empezar a bajar por la escalera vi su sonrisa a la luz de la luna. Era una sonrisa que podía querer decir cualquier cosa. “

Al final, nada es lo que parece en lo planteado inicialmente. El propio Lemony lo reconoce:

“Me había equivocado sobre cada pista del misterio oscuro y manchado de tinta que pesaba sobre mí y sobre todos los demás. Sonó una campana en mi cabeza; equivocado, equivocado, equivocado. Estaba equivocado, pensé, pero quizás si me quedaba en el pueblo podría acabar haciendo las cosas bien.”

Y todo queda abierto en un tremendo cliff-hanger para el que será el siguiente libro de la serie. Espléndido. Una excelente propuesta para jóvenes y adultos con una edición exquisita de La galera y…. ay, que se me olvidaba!! Unas ilustraciones en bitono del dibujante Seth que, sí, quitan el aliento. Son fabulosas… otro motivo más para disfrutarlo.

Los textos de “El Doctor Proctor  y la bañera del tiempo” de Jo Nesbo proceden de la traducción del noruego de Cristina Gómez Baggethum para esta edición de la Galera.

Los textos de “¿Quién será a estas horas” de Lemony Snicket vienen de la traducción de Julián Aguilar para esta edición de la Galera.

Libros de género ilustrados infantiles

Da la casualidad que, recientemente, han salido dos libros ilustrados para niños que, indudablemente, me atraían por diferentes motivos. El primero de ellos, además, trataba de convertirse en una novela de detectives para niños, por lo tanto, se trató de la primera elección por mi afinidad con el género.

desastre--total-agencia-de-detectives-9788427204041El norteamericano Stephan Pastis, creador de la exitosa tira cómica “Pearls Before Swine” ha comentado sobre “Desastre & Total. Agencia de detectives”, el primer libro infantil que escribe e ilustra: “Cuando era pequeño me encantaba reír. Y espero que este libro consiga esto, tanto con los niños como con sus padres. Yo solo quiero darles una historia que tenga algo divertido en cada capítulo.”

En el primer capítulo “Bla, bla, bla, bla” esta intención es patente en la presentación del singular detective:

 “Vale, primero la parte aburrida y así nos la quitamos de encima. Me llamo De Sastre. Timmy De Sastre. […] Se ve que antes nuestro apellido era De Remendón. Pero algún listillo de la familia le quiso dar más categoría. No se os ocurra hacer chistes con lo de “desastre”. Porque soy todo lo contrario. Soy el fundador, presidente y consejero delegado de la agencia de detectives que lleva mi nombre. De Sastre Detectives. De Sastre Detectives es la mejor agencia de detectives de la ciudad y probablemente del estado. Puede que hasta de toda la nación.”

Esta presentación está aderezada con los dibujos simples y efectivos del ilustrador,; no se puede ocultar que realzan la intención de ofrecer diversión y diferentes niveles de lectura; esta metarreferencialidad de la que hace gala, es más que evidente en los títulos que utiliza, muy representativos de diferentes películas o novelas, basten unos cuantos ejemplos como los siguientes:

“Zumo de naranja. Agitado, no revuelto.” “Timmynator, el juicio final.” “No es país para FLOjos” “El código Da Corrina.”

Cada capítulo (corto y adictivo) te saca una sonrisa, puede ocurrirte con un dibujo, con uno de los divertidísimos diálogos o con alguna de las hilarantes reflexiones del genuino personaje principal:

“De verdad que no quiero dedicar ni un minuto más de lo estrictamente necesario a escribir sobre el Centro del Mal en el Universo. Primero, porque nunca dedico ni un minuto a pensar en ella. Y segundo, porque realmente la odio mucho. Así que seré breve: La Bestia Negra tiene una agencia de detectives, la CCIA, que, según ella, significa “Corrina Corrina Investigación en Acción”. Según yo, significa “Corrina Corrina la Idiota que Alucina.”

En el antepenúltimo capítulo “Elemental, querido Gunnar”, resuelve, como no podía ser de otra forma, los cabos pendientes a su manera y nos lleva a un final esperanzador con el resurgimiento de la agencia y el gran detective.

Estamos ante una de las obras del año que puede ser leída y disfrutada tanto por niños como por adultos debido al juego que propone el inteligente Pastis. Labor aparte la de la traducción realizada por Isabel Llasat Botija, espléndida en el manejo de los juegos de palabras necesarios para disfrutarla en su plenitud. Esperemos que Editorial del Molino consiga poder seguir publicando las siguientes entregas porque valen muchísimo la pena.

doctorproctorEl segundo caso es radicalmente distinto se trata de “El doctor Proctor y los polvos tirapedos” del noruego Jo Nesbo; el creador del investigador Harry Hole lleva a cabo aquí su primera incursión en la literatura infantil acompañado de Per Dybvig en las ilustraciones. Después de la más que competente labor de Nesbo en la novela policíaca me entró la curiosidad.

Esta novela de aventuras tiene a Lise y Tapón como protagonistas, especialmente el diminuto pelirrojo: “Lise se puso de puntillas y miró por encima de la verja. Y descubrió a un niño pequeño y pelirrojo, bueno, no es que fuera pelirrojo, es que tenía el pelo rojo como un tomate. Y no es que fuera pequeño, es que era diminuto. Tenía una cara diminuta con dos diminutos ojos azules y, entre ellos, una diminuta nariz respingona. Lo único grande que tenía en la cara eran las pecas.”; y a un científico loco, en sus propias palabras: “Soy el doctor Proctor –dijo el doctor. Sus erres sonaban como un cortacésped mal engrasado-. Soy un profesor chiflado. O casi chiflado.”

Nesbo aprovecha la típica fascinación por lo escatológico que demuestran los niños a una cierta edad, para crear una historia llena de aventuras alrededor de una fórmula que hace que tires pedos hasta incluso ponerte en órbita; esos “pedonautas”, con malos malosos como se par de gemelos, escapadas de prisiones y mucha escatología conforman la historia.

La historia es sencilla en el planteamiento y se lee sin prácticamente dificultad; sin embargo está hecha para niños solamente, no hay posibles segundas lecturas; ciertamente funciona a ese nivel, pero un adulto no va a encontrar muchos alicientes en este pastiche de aventuras. Además, tengo que reconocer que no es un libro que dejaría a un niño a edad temprana… este párrafo por ejemplo, es difícilmente explicable por todo lo que puede implicar…

“-Hablábamos sobre lo que pasa cuando mujeres como Lise y como usted son más listas que nosotros los hombres, señora Strobe –dijo Tapón-. En mi opinión, las mujeres deberían hacerse cargo del mundo, exterminar a todos los hombres, congelar células de esperma para tener hijos y matar a los bebés niño al nacer.”

Sin estar mal, se queda a un nivel mucho más bajo que el de Pastis, maravilla y delicia total. Sigo prefiriendo a Nesbo en sus novelas policíacas.

PS. Los textos de “El Doctor Proctor y los polvos tirapedos” provienen de la traducción realizada por Meritxell Salvany para la edición de la obra en Ediciones la Galera.