Resumen Lecturas Julio y Agosto 2017. Un verano atípico

Volviendo  a las rutinas habituales no puede faltar el post de resumen de lecturas del verano. Tengo que reconocer que ha sido atípico. Me ha costado buscar tiempo  para las lecturas, sobre todo porque leo más cuando trabajo, el transporte público es un gran apoyo para la constancia. A pesar de estas dificultades, he leído varias cosas que os traigo a continuación:

Cortejo en la catedral de Kate Douglas Wiggin, dÉpoca ha escogido una forma de editar  que no tiene nada que ver con la mayoría. Sus recuperaciones de novelas de época (clásicos, comedias, mysterys) son siempre sorprendentes y ayudan a completar la visión de tiempos pasados. Esta comedia de la norteamericana Kate Douglas Wiggin es una de esas novelas que te sacan un buen rato y una permanente sonrisa. Inocente y encantadora.

Buda en el ático de Julie Otsuka, siempre es difícil escoger como narrador una primera persona de plural, es difícil mantenerlo durante mucho tiempo sin que el lector termine un poco cansado. Además, es complicado mantenerlo enganchado, no se empatiza tanto cuando se trata de un grupo que en el caso personal. Sin embargo, Julie Otsuka, en este caso, consigue que la historia de las mujeres japonesas que llegaron a San Francisco hace casi un siglo en busca de una mejor vida sea creíble y, sobre todo, muy dolorosa. Una novela cortita pero intensa.

Lamú 13 de Rumiko Takahashi, estaba llegando al final…. Y casi ni me lo creía.

Moon Girl y el dinosaurio diabólico 2. Amores cósmicos de Amy Reeder y Natacha Bustos, segundo volumen y, sinceramente, es una de mis series de cómic favoritas (junto con Ms Marvel); con episodios tan divertidos como en el que se produce un intercambio de mentes entre la protagonista y el dinosaurio… es imposible aburrirse.

Un bollito feliz de Sarah Andersen, nueva recopilación de las tiras de cómics que realiza Sarah Andersen y nuevo disfrute. Cada dibujo es una tragicomedia de nuestras vidas. Hay tiempo para reír y llorar al mismo tiempo.

El aserradero lúgubre de Lemony Snicket, cuarto y último título de la reedición de “Una serie de catastróficas desdichas” que espero que no sea de verdad el último pero habrá que esperar  al siguiente movimiento editorial. Ojalá la serie de Netflix sirva para que la gente  se acerque a leerlos. Por lo menos, es una forma distinta de escribir libros para jóvenes.

Experimental film de Gemma Files, sin lugar a dudas, este será uno de los libros del año. Gran dirección la que están siguiendo en Biblioteca de Carfax que se atreve a sacar mujeres contemporáneas que escriben terror (o con elementos terroríficos) con una calidad como la de este libro que presenta temas sobrenaturales además de hacer un repaso de temas referentes al cine, lo que la vuelve muy susceptible de ser adaptada la gran pantalla. No voy a decir que sea fácil pero sí un reto más que interesante. A mí, este camino me parece excitante.

Lamú 14 de Rumiko Takahashi, …. Penúltimo título… qué pena.

Lamú 15 de Rumiko Takahashi, parece mentira haber terminado con más de 6000 páginas de aventuras, el único consuelo que me queda es la posible relectura futura. Es imposible olvidar a Lamú, Godai y la inmensa galería de personajes que aparecen en sus páginas. Aventuras que juegan con muchísimos temas que pasan por la ciencia ficción, el terror, la mitología, la religión, la comedia romántica, etc. y siempre, en esto es especialista la autora japonesa, con gran creatividad y asegurando carcajadas. Ahora me es difícil decidir con cuál serie me quedaría. Las locuras de esta me parecen tan efervescentes que, posiblemente, sea la primera ahora. El caso es seguir leyendo a Takahashi, qué talento.

El caso de Betty Kane de Josephine Tey, bravo por Hoja de Lata que siguen trayendo libros de la británica, y una ola por traer las historias menos conocidas que, al mismo tiempo, resultan ser historias detectivescas poco convencionales. Tal era el caso de la fabulosa La señorita Pym dispone, y lo mismo sucede con este caso que, aunque encuadrado dentro de la serie de su detective Alan Grant, poco tiene que ver el detective en la resolución de una extraña situación: el aparente secuestro de Betty Kane. Como de costumbre, vuelve a resolverlo estupendamente y nos vuelve a demostrar que había otra gran escritora de novelas policíacas aunque no sea tan conocida actualmente.

Castigo de Anne Holt, llevaba tanto tiempo diciendo que me iba a leer a la escritora noruega que parecía que lo hubiera hecho y, sin embargo, este es el libro con el que he empezado con ella. Primer caso que tiene como protagonista a Inger Johanne Vik (y a Yngvar Stubo), es una novela durísima sobre todo por la gravedad de las víctimas: niños. Partiendo de ello, hay que reconocer que me cuesta recomendarla por la incomodidad que genera, si tuviera que hacerlo por su calidad, lo haría sin ninguna vergüenza, te deja sin aliento. La trama está muy bien cerrada hasta su golpe de efecto final y la caracterización de los personajes empezando por los dos principales y el propio asesino es modélica. Seguiré con la autora, es un hecho.

Maderos de Ken Bruen, si uno lee la sinopsis, probablemente no leería este libro, es un cúmulo de lugares comunes en lo policíaco: antiguo policía, alcohólico total, aprendiz de detective, todo depresivo, muy hardboiled….  No obstante, recomiendo su lectura porque la realización, el cómo realiza esto Ken Bruen no es para nada común. Está muy bien escrita e incluso juega con lo metaliterario, alternando poesía y fragmentos de otros libros así como reflexiones sobre el género. Vale mucho la pena.

El cerdo de vapor de James McClure, repasando entre todo lo que tenía pendiente, resulta que me quedaba este libro del sudafricano en la famosa edición de la mítica colección de Etiqueta negra de Júcar. Y precisamente se trata de la primera novela que protagonizaron Zondi y Kramer (aunque los lectores habituales sabemos que no es el caso en el que se conocieron) y sirve de tarjeta de presentación para lo que vendrá luego. Como de costumbre está muy bien acabada y trata sobre las ya habituales cuestiones racistas en el país. Deseando poder leer los pocos que me quedan de esta serie.

Golpe de Sangre de Sara Paretsky, otra autora a la que tenía ganas de hincarle el diente, por fin empiezo las aventuras de Victoria I. Warshawsky, una detective polaca divorciada con una personalidad desbordante y que es capaz de resolver un caso por sí misma además de cuestionar el status quo actual de la mujer en la sociedad. Vale la pena sumergirse en sus casos porque ofrece, al menos, algo distinto a lo que uno está acostumbrado.

El museo del silencio de Yoko Ogawa, novela sugerente y especialmente cautivadora que me produjo no poco placer con una trama muy curiosa: el encargo de un coleccionista a un museógrafo de organizar un museo en el que se exhibieran los objetos recogidos en el momento exacto de la muerte de alguien. Impresiona bastante la forma en que va en crescendo hasta su final sin perder el aura de fascinación.

Más allá del hielo de Douglas Preston y Lincoln Child, uno de los libros que me quedaban de los reyes del thriller ha vuelto a convertirse en una novela de las que no te dan un respiro, sobre todo en su parte final (y  a pesar de su comienzo un poco denso a la hora de plantear la historia). El pretexto no puede ser más épico, trasladar un meteorito gigantesco en barco. Como de costumbre, ocurren tantas cosas, tan bien argumentadas, que puedes creer todo lo que te cuentan. Son unos genios en esto.

Mujeres excelentes de Barbara Pym, por extraños caminos de la vida había postergado demasiado tiempo la lectura de esta escritora inglesa, lo que suponía un gran error porque me estaba perdiendo una deliciosa novela británica de esas que, habitualmente, suelo disfrutar. Me encanta cómo la autora refleja ese costumbrismo británico a través de los ojos de su narradora Mildred Lathbury, todo cargado de un pincel de ironía sencillamente encantador.

Aviso de muerte de Sophie Hénaff, cuando lees la segunda novela de una serie policíaca te suelen asaltar las dudas: ¿será como la anterior? ¿habrá sido un espejismo? ¿de verdad podemos esperar algo más de ella? Con Aviso de muerte se han confirmado los buenos augurios, la patrulla de perdedores de Anne Capestan viene para quedarse y hacer más felices nuestras vidas. Este nuevo caso vuelve a ser un perfecto entramado en el que brillan con luz propia los estrambóticos policías y que, gracias al cielo, vuelve a ser divertidísima, cosa poco habitual en la novela policíaca habitual, demasiado ocupada en parecer tremendamente seria.

Fuego de Joe Hill, tenía muchas ganas de encontrarme con lo nuevo de Joe Hil, hay que dar la enhorabuena a Nocturna por la edición de un libro que ya no creía verlo publicado por aquí. Hasta la traducción del título como Fuego (en vez del original el Bombero) me parecía más acertado para presentarlo porque reflejaba aún mejor el sentido de la historia: la plaga de la escama de dragón, una espora de manchas negras y doradas que aparece antes de originar una combustión espontánea. No diré que no haya disfrutado la historia pero, también es cierto que, a estas alturas, esperaba algo más del creador de Cuernos o NOS4O2; si bien los libros anteriores me parecían una forma muy destacada de desmarcarse del trabajo de su padre, esta novela parece el esfuerzo (erróneo) de hacer su propio Apocalipsis y, a pesar de momentos destacados al comienzo especialmente y un desarrollo muy irregular, el final es altamente previsible y, a lo largo del libro está más preocupado por mostrar referencias a otros productos culturales populares (como Harry Potter….) de una manera poco sutil, demasiado forzado. Tengo que reconocer que se me hizo bastante largo en su parte final y me provocó desgana. Una pena, un tropezón en el camino.

El extraño asesinato de Chester Himes, no quiero terminar las historias de Ataúd y Sepulturero, todavía me quedan un par para degustar. Si no conoces a Himes y te gusta la novela policíaca, te estás perdiendo un festín.

Apegos feroces de Vivian Gornick, espléndida novela autobiográfica que camina de tal manera que parece ficcional y que ahonda en las relaciones materno-filiales de una manera totalmente fidedigna y que sirvió como reflejo (en su momento) de la situación de la mujer en una sociedad que desprecia su papel más allá de lo establecido de manera tradicional. No hay perdido ni un ápice de su vigencia.

Llamarse nadie de Salvador Galán Moren, recopilación de relatos cortos que, la verdad no me dijo nada en especial, quería que me gustara y no pudo hacer más por conseguirlo. Lástima.

Un eco lejano de Val Mcdermid, la escocesa es una de mis favoritas y, nuevamente, con esta historia no me decepciona sino que confirma su calidad. Historia que transcurre en dos tiempos distintos sobre un crimen que se intenta cargar a los cuatro chicos que se encuentran el cadáver y que genera una historia de venganza en el futuro. Se podría ver como dos novelas distintas y funcionaría igual de bien pero las dos juntas son consistentes en su propuesta y, además, a la autora le sirve para ahondar en cuestiones de crítica social, cómo afecta un crimen al funcionamiento del pueblo en el que ocurre, incluso cuando no hayas sido culpable.

Y eso es todo. Tengo que escribir más cosas.

¡Bienvenidos a todos a este blog de nuevo!

Abrazos y  ¡Buenas lecturas!

Febrero, Marzo y Abril 2017. Listado de lecturas

Este post es una consecuencia real de mi tendencia a la entropía de los últimos meses. Normalmente suelo hacer un post con todas las lecturas del mes y, en esta ocasión, el retraso me ha obligado a unir tres meses. Lógicamente hay otra consecuencia de esta situación: no poder hacer comentarios demasiado extensos de cada uno de ellos. Por lo menos puedo asegurar que dejar de leer no lo hago, otra cosa es que me dé tiempo para escribir sobre mis lecturas. El caso es que, a continuación os paso el listado:

Eileen de Ottessa Moshfegh, lo leí en inglés y tengo que reconocer que el libro funciona bastante bien, muy entretenido y con una cierta calidad. También es cierto que, por muchas nominaciones de premios que haya recibido, sigo pensando que Gillian Flynn está bastante por encima; aun así, fue una lectura interesante. 

El azor en el páramo  de Ted Hughes, la influencia de la tormentosa relación con Sylvia Plath, de la que siguen saliendo detalles escabrosos (y cada vez más truculentos, el maltrato fue evidente), está minando en el tiempo el valor de la poesía de un autor único. Esta selección que se reunió en Bartleby es alucinante, qué potencia, qué salvajes son los versos de este autor y qué placer leerle.

El lagarto negro  de Edogawa Rampo, recomendé esta reedición en Canino y no me equivoqué. Una historia estupenda con un detective tan peculiar como es Akechi y un regusto pulp divertidísimo, con metarreferencias a sus propias obras de terror. Qué bien, cada vez tenemos más Edogawas disponibles.

Los vengadores costa oeste 3: perdidos en el tiempo de Steve Englehart y Al Milgrom, sigo mi recuperación de esta época y, posiblemente, sea el que más me ha gustado. Me encanta este heterogéneo grupo liderado por Ojo de halcón.

Un asesino en escena  de Ngaio Marsh, otro de los libros que recomendé  en Canino y un verdadero disfrute. Segundo de los libros recuperados de la escritora neozelandesa en la colección clásica que ha sacado Siruela que tiene como protagonista a Roderick Alleyn y que demuestra, sin lugar a dudas, el dominio de la escritora además de mostrar las características que van a ser comunes a su obra; sobre todo, su relación de lo detectivesco con lo teatral.

Dame tu corazón  de Joyce Carol Oates, es fantástico el trabajo de editoriales como Gatopardo que se atreven a sacar autores que los grandes sellos tienen olvidadas; tal es el caso de la escritora estadounidense y está grandísima recopilación de cuentos cortos que recomendé en Canino y de la que quiero escribir algo más adelante.

Estanque de Claire-Louise Bennett, no entiendo muy bien lo que me ha pasado con este libro, suelo disfrutar de las antologías de cuentos pero hay algo artificial en todas estas historias. Achaco los problemas a una traducción deficiente pero no descarto que no fuera tampoco demasiado interesante en su lengua original. El caso es que es el peor libro de los últimos meses.

Prosas reunidas  de Wislawa Szymborska, hablé de ella aquí mismo. Si pincháis en el enlace podéis encontrar más información. Imprescindible.

Había mucha neblina o humo o no sé qué: Caminar con Juan Rulfo  de Cristina Rivera Garza, original el enfoque de la escritora mexicana a la hora de acercarse a la obra de Juan Rulfo, no es un análisis estilístico de su obra, tampoco una biografía, más bien es una exploración de su obra en la propia persona. Vale la pena acercarse a él para comprobar una manera diferente de narrar. También la puse en la recopilación de Canino para empezar el año.

Lamu: Urusei Yatsura 5  de Rumiko Takahashi, sigo avanzando/disfrutando de la obra de la autora japonesa. Que no pare la diversión.

Mi prima Rachel  de Daphne du Maurier, uno de esos thriller psicológicos clásicos que está recuperando con mucho acierto Alba en su sello Rara Avis. Du Maurier es una escritora excelente con un gran manejo de la tensión a lo largo de la trama. Es un clásico de las recomendaciones caninas.

Mi individualismo y otros ensayos  de Natsume Soseki, vaya cuatro ensayos que ha recuperado Satori por el 150 aniversario del nacimiento del autor japonés. Tenéis más información sobre él en el enlace del título.

Los niños perdidos  de Valeria Luiselli, estoy seguro de que, en no mucho tiempo escribiré algo más extenso sobre este fantástico libro. Permaneced atentos a las pantallas.

La sonámbula y más relatos inquietantes  de Marie Luise Kaschnitz, esta autora vale muchísimo la pena y esta recopilación vuelve a dar en la diana de la inquietud. Más información pinchando el título. 

Un policía en la luna  de Tom Gauld, pequeño cómic que aprovecha el pretexto de una situación poco convencional (la vida de un astronauta policía en la luna) para presentar una situación cotidiana en nuestras vidas: la búsqueda de la identidad y la relación con las personas así como sus dificultades. Más allá de su facilidad de la lectura, los dibujos de Gauld son muy expresivos para mostrarnos la situación. Es un disfrute.

Lamu: Urusei Yatsura 6  de Rumiko Takahashi, se lee poco a Takahashi, y es una pena.

Según venga el juego  de Joan Didion, tras la impactante lectura de El año del pensamiento mágico me propuse leer todo lo que viniera de ella; esta novela, corta, formada por retazos de la vida de una actriz en Hollywood, no es como aquella pero, indudablemente, se lee con bastante interés. Supone una razonable indagación de la identidad del individuo actual y las consecuencias del liberalismo desenfrenado.

El Azor  de T. H White, aquí está la historia que inspiró el grandísimo H de halcón de Helen MacDonald ; espero escribir algo más sobre él en poco tiempo pero ya digo que vale la pena.

Querida Ijeawele  de Chimamanda Ngozi Adichie, qué sencillo lo hace Chimamanda; un pequeño libro de consejos para ser feminista en un mundo como este, de ella a una madre y su hija; no hay forma de endulzarlo porque, ante todo, la autora se muestra sincera y firme en cuanto a lo que se puede encontrar. La verdad es que da envidia que pueda haber esto a estas alturas. Ojalá hubiera tenido algo así para aprender cuando era joven.

A propósito de las mujeres  de Natalia Ginzburg, antología de relatos de la autora italiana que vuelve a demostrar lo bien que escribía; una cosa buena de las efemérides es, desde luego, la posibilidad de darla a conocer y se está cumpliendo a la perfección.

Las aventuras agrícolas de un cockney  de Virginia Woolf, dos historias muy tempranas de una joven Woolf; sinceramente, esto es más para completistas de la autora, los dos relatos se dejan leer pero no aportan mucho más que no se supiera.

Bitch planet 1 de Kelly Sue DeConnick, me gusta siempre tener algún cómic a mano… y en esta ocasión me venía de perillas esta pasada. Una dixtopía bastante macarra que juega con muchos factores relacionados con el feminismo, racismo, etc. y que, más allá de ello, es un gran cómic y bastante bien dibujado.

La visión, Vol.1: Visiones del futuro y Vol.2: Poco mejor que una bestia  de Tom King, impresionante propuesta, se me había quedado en el plumero y encontrarla ha sido impactante; la historia que propone  el autor Tom King profundiza en la identidad del sintozoide convirtiéndolo en un método para indagar en su construcción de la identidad individual y social de cualquier individuo y, este caso, reflexionar sobre el papel de las inteligencias artificiales.

Un mal principio de Lemony Snicket, las originales aventuras de los hermanos Badelaure vuelven a vivir una reedición; aprovechando la realización de la serie en Netflix, en Montena (el sello infantil-juvenil de PRMH) han decidido empezar a sacar de nuevo todas sus historias que, principalmente, se caracterizan por acercarse de una manera diferente a la habitual.

El unicornio de Iris Murdoch, tengo pendiente escribir de una vez algo sobre ella. O sea que toca esperar hasta que llegue dicho momento. 

La habitación de los reptiles  de Lemony Snicket, segunda entrega prácticamente sacada al mismo tiempo que la primera. Basta decir que mantiene un nivel suficientemente alto para seguir disfrutando. De cabeza a por ella.

Los Vengadores Costa Oeste Vol.4: El ataque del Zodíaco  de Steve Englehart y Al Milgrom, continúan las aventuras del grupo liderado por el arquero, continúa la diversión salpicada de alguna reflexión interesante de tipo ético, sobre todo las consecuencias de la decisión de Pájaro Burlón.

Black Panther: A nation under our feet  Vol. 1 y Vol.2 de Ta-Nehisi Coates, esperaba mucho de Coates en esta nueva encarnación de Pantera Negra y… sinceramente… me ha dejado un poco frío el resultado final. Me da la impresión de haber leído este tipo de aventura muchas veces y, desgraciadamente, contado de mejor forma. No me añade nada nuevo y, peor aún, me aburrió en algunos momentos, incluso algo peor: no me causa ninguna impresión.

Houston, yo soy el problema de Óscar García Sierra, tras sucesivas recomendaciones por tuiter me atreví a acercarme al libro del escritor español y tengo que reconocer que la experiencia ha sido muy agradable. La propuesta de Óscar García Sierra es muy original al juntar referencias actuales y hacer poesía con ellas. La única pega que le puedo encontrar es que, al estar tan anclada en ellas, puede envejecer demasiado deprisa. Aun así, vale la pena disfrutarlo.

Las ratas de James Herbert, me fui de casa rural y lo que más me apetecía era el terror, este libro fue mi primera elección, todo un clásico británico de las novelas de bichos, centrándose en este caso en unas ratas hambrientas de un tamaño descomunal, encantadoras. Sigue un desarrollo clásico y predecible pero, igualmente, se lee muy bien ya que mantiene la tensión de los protagonistas cuando luchan con los bichines. Toda una declaración de intenciones  de la nueva editorial de terror Biblioteca de Carfax.

Los sauces de Algernon Blackwood, otro relato de corte clásico excepcional es el que nos trae por primera vez Hermida Editores al recuperar este texto del gran escritor inglés. Todo una fabulosa muestra de cómo se crea un ambiente claustrofóbico que rodea toda la narración y a sus protagonistas. No hace falta muchas veces que sea un terror palpable, hay más miedo en lo indefinido potencial.

Escuela de sangre de Sebastian Fitzek,  escrito bajo el pseudónimo del escritor alemán Max Rhode, esta propuesta de terror es totalmente distinta a lo que dice la sinopsis argumental; caso curioso en el que el lector potencial puede sentirse engañado al esperar otra cosa. Me gusta más lo que no se cuenta que lo que se contaba, ya que parte de un hecho sobrenatural que desencadena lo que se dice en la sinopsis, no pasará a la historia pero es, por lo menos entretenido.

Histopía de David Means, gratísima sorpresa con un libro que, en un principio, no pretendía leer y que, finalmente, tuve que recomendar para mi selección de Canino del día del libro uno de esos ejemplos en los que el “cómo” es más importante que el “qué” (nuevamente la guerra de Vietnam).

Mujer en punto cero de Nawal El-Saadawi, me habría gustado escribir algo más sobre esta fantástica novela, vale la pena acercarse a ella ya que la egipcia utiliza la ficción para mostrarnos la vida de Firdaus, una vida llena de abusos que puede encuadrarse, sin problemas en la realidad, como si de un ensayo se tratase. Es corta pero intensa y de gran dureza pero siempre clarificadora.

La dama desaparece de Ethel Lina White, maravillosa recuperación de Alba en su sello Rara Avis que recomendé sin dudar en Canino  y que hará las delicias de todo aficionado al género policíaco y al suspense.  No me extraña que Hitchcock la cogiera como idea para una de sus películas, es un thriller donde lo psicológico tiene una importancia primordial sobre la investigación y está muy bien dosificada a nivel de tensión.

Gorda de Moyoco Anno, buen cómic este realizado por Moyoco  Anno en el que se presenta una de las obsesiones actuales: la gordura. Una obsesión que suele minar la confianza de las personas y, sobre todo, su amor propio. La forma en que se presenta y el dibujo “feísta” (aunque muy expresivo) ayudan a entrar en el tema y comprender aún mejor un tema que preocupa a toda la sociedad, no solo la japonesa.

Magia Cruda de Paul Alexander, se está dilatando en el tiempo la reseña de esta fantástica biografía, pero prometo que llegará en algún momento. Atentos a este blog.

Piercing de Ryu Murakami, ahora puedo decir que me gusta Murakami, el “otro” Murakami, Ryu. Esta novela es fascinante… qué manejo de la potencialidad, de aquello que puede ocurrir. Qué personajes. Qué lástima que sea tan corta.

En el medio de la muerte de Lawrence Block, parece que, todavía, RBA conserva los derechos de Block en España, uno de los pocos que le quedan. (Momento de nostalgia para recordar la fenecida colección de novela negra). Lo extraño es que este volumen es el tercero de la saga de Scudder y han salido unos cuantos posteriores y resulta difícil encuadrar el momento del investigador. Además, siendo una novela primeriza, estando bien, pierde un poco con la comparación. Independientemente de todo esto, es una buena novela, porque Block es un gran novelista policíaco pero, si alguien lo descubre con este título que no se lleve a engaños, no es lo mejor ni de broma.

Canción dulce de Leïla Slimani, leo pocos autores franceses, de ahí que tuviera reticencias con esta novela inicialmente; menos mal que me tiré a la piscina porque la propuesta es muy interesante, en efecto se produce un crimen (de gravedad, se trata de niños), pero no importa tanto la investigación como la forma en que se ha llegado al crimen. Hay una indagación por parte de la autora de los motivos  que pueden causarlo desde el punto de vista psicológico así como la parte relativa a la sociedad. Es otro punto de vista, y enriquece lo habitual.

Alfa, Bravo, Charlie, Delta de Stephanie Vaughn, la única recopilación de relatos de la autora es un buen ejemplo de cómo mostrar, a través de cuentos, las preocupaciones de la época en la sociedad estadounidense.

Laura de Vera Caspary, clasicazo policíaco donde los haya. Sin complejos, una historia con sabor negro.

El ventanal de Lemony Snicket, ¡viva Lemony Snicket! ¿Lo he dicho antes?

El señor de las muñecas y otros cuentos de terror de Joyce Carol Oates, de este va a haber reseña, es un libro de relatos excepcional, nuevamente, este año dos libros de la autora y a cuál mejor. Es difícil escoger uno de ellos.

Cáscara de nuez de Ian McEwan, McEwan haciendo lo que más le gusta, ser él mismo. La excusa de utilizar un narrador diferente es un simple pretexto para incorporar sus ironías y reírse un poco de todo. Además incorpora una cierta trama policíaca y, como de costumbre, resulta muy entretenido. No es lo mejor, pero es divertido.

Amor libre de Ali Smith, nuevamente Gatopardo dando en el clavo, me ha convencido bastante esta recopilación de cuentos de la escocesa. Visiones distintas del manido tema del amor realizadas con mucha delicadeza, humor y buen gusto.

Los cinco y yo de Antonio Orejudo, me encanta Orejudo, es uno de mis escritores españoles favoritos pero, sin duda, esta es su peor novela con diferencia. Sobre todo si piensas en las primeras, como la excepcional Fabulosas narraciones por historias (enlace a reseña) de la que hablé aquí con no pocos elogios.  De todos modos, si solo fuera eso… pero no, noto al autor quemado, desencantado, decepcionado con la literatura, con el propio hecho de escribir y eso, de verdad, me apena. Espero que solo sea un bache.

El otro hombre de Hugh Walpole, bien por Defausta que se lanzan a una nueva colección de novela negra y empiezan con dos obras curiosas. Esta de aquí es el primer título y, aunque no es una investigación propiamente dicha, se agradece que aparezca una novela del autor por aquí.

Los casos del detective Kogoro Akechi de Edogawa Rampo, tengo pendiente reseña y puede que algo más. Atentos al blog.

Guardianes de la Galaxia: Vengadores Cósmicos de Brian Michael Bendis, entretenida recopilación (y voluminosa) que pretendió lanzar en su momento a los Guardianes de la Galaxia gracias al (inesperado) éxito de la primera película. No está más desde luego, pero no es lo mejor de Bendis que, desgraciadamente, es muy reconocible por sus tics.

El perro espectral: investigadores de lo oculto de Alice Askew y otros, excelente recopilación reunida por Arellano para su Biblioteca del laberinto. Empieza flojo pero van mejorando los relatos (cronológicamente) mostrando muchas facetas y muy variadas de diferentes investigadores de lo paranormal. Da gusto encontrar un libro tan distinto y entretenido.

Black panther: A nation under our feet. Book 3 de Ta-Nehisi Coates, me temo que tengo que seguir hablando de las mismas sensaciones que tuve con los dos primeros volúmenes, y eso significa que ya toca abandonarla. Mala suerte.

Ultimate Spiderman HC vol1 de Brian Michael Bendis, me acuerdo cuando se lanzó el sello Ultimate en Marvel, la idea era montar nuevas colecciones de los héroes más emblemáticos partiendo desde cero y así evitar todas las cargas de la continuidad a la hora de buscar nuevos lectores; la idea era divertida y tuvo dos puntas de lanza evidentes. Una fueron los impactantes Ultimates, unos vengadores de nivel extremo dibujados por el increíble Bryan Hitch y guionizadas por Mark Millar que buscaban “hacerlos adultos” (tacos, violencia..) pero que, independientemente de los postureos, ofrecían historias muy entretenidas y espectacularmente dibujadas. El otro buque insignia fue, sin lugar a dudas, el Ultimate Spiderman de Bendis y Bagley, revisándolo tras varios años sigue funcionando a la perfección: Historias dinámicas, divertidas, juveniles, llenas de acción, diálogos más comedidos de Bendis y un tratamiento idóneo del conflicto juvenil. El dibujo de Bagley era perfecto para hacer buenas escenas de acción y se acercaba a la caricatura. La mezcla es consistente y no decae durante estas primeras 300 páginas, ¡qué divertido!

Y eso es todo, no he contado el número de libros pero ha sido cuantioso. El caso es que he disfrutado mucho.

A continuación os pongo las fotos de las #carretillas de esos meses que conseguí (como siempre) en La Sombra, mi librería y libreros favoritos.

Y eso es todo… más de 3000 palabras, hay que cortar ya.

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

Las lecturas de Marzo del 2014. Cogiendo “carrerilla”….

El subtítulo que he puesto a este habitual resumen que hago de las lecturas del mes anterior no puede ser más explícito. Tengo que reconocer que este mes se ha caracterizado por coger una velocidad de crucero lectora bastante interesante, que me ha permitido alternar lecturas de todos los tipos posibles por géneros, nacionalidades, etc…; hay un par de peros que sí podría poner: me ha faltado alguna lectura en inglés y mi proyecto ha avanzado poco, sinceramente. No tengo que dejar en el mes de abril que las novedades me “coman” todo el espacio lector.

Me enrollo sin necesidad, a continuación el pequeño resumen de las lecturas; ya sabéis que pinchando en muchas de ellas tenéis reseña completa en el blog o Goodreads. Hay algún caso en el que no he hecho la reseña.

“El último guardián” de Eoin Colfer, la octava entrega del irlandés me reconcilia nuevamente con la saga; una aventura que puede que sea la última del protagonista pero nunca se sabe… lo lleva diciendo ya durante mucho tiempo.

“El joven Moriarty. El misterio del dodo” de Sofía Rhei,  novela juvenil con muy buenas ilustraciones de Alfonso Rodríguez Barrera que hará las delicias de dicho público. Para los adultos quedarán los guiños al archiconocido enemigo de Sherlock Holmes ofreciendo otro nivel de lectura

“Jagannath” de Karin Tidbeck, otra de esas apuestas que ensalzan a Nevsky Prospects; esta recopilación de cuentos donde lo fantástico se entremezcla con la realidad auguran un buen camino para una autora muy diferente y que hay que leer ya.

“Deudas y dolores” de Philip Roth, la segunda novela del maestro norteamericano es toda una declaración de intenciones de su literatura posterior. Una obra densa y con múltiples interpretaciones y lecturas.

“El regreso de Titmuss” de John Mortimer, la segunda de la saga de novelas ambientada en los tiempos del gobierno de Margaret Thatcher, nos vuelve a traer a los inolvidables personajes de “Un paraíso inalcanzable” ,con suerte irregular (pero con), un buen libro.

“Un zombi ilustrado y otras anomalías” de Freddy Arteaga Canessa, los primeros relatos de Freddy suponen toda una sorpresa por su juventud en el momento de realizarlos. Para que luego digan que no se conoce a gente interesante por las redes sociales.

“La noche a través del espejo” de Fredric Brown, por fin la reedición de una de esas obras geniales de la novela policíaca; qué mezcla más mágica entre sueño y realidad que, en efecto, no solo trasciende el género sino la ficción en sí.

“Nuestra señora de París. Vol. 1.” de Víctor Hugo con ilustraciones de Benjamin Lacombe, el maravilloso de texto de Víctor Hugo esta vez acompañado de los dibujines del francés; buena simbiosis entre ambos.

“Jugadores” de Don Delillo, cierto que no es la mejor novela de Delillo, pero por sumergirse uno en esa prosa tan alejada de los lugares comunes, bien vale el tiempo gastado en ella.

“Historia estúpida de la literatura” de Enrique Gallud Jardiel, me tenía que haber gustado más, estaba seguro pero… algo no funcionó y no conecté… a veces pasan estas cosas.

“Las dos señoras Abbott” de D.E. Stevenson, el tercer libro de la saga de la señorita Buncle resulta esperanzador y nuevamente divertido, está claro que seguiré con la compra de los libros de Stevenson, el exquisito costumbrismo británico.

“El hombre que arreglaba las bicicletas” de Ángel Gil Cheza, este hombre hecho a sí mismo pega el salto a una editorial grande tras su paso por la autoedición con una historia donde los sentimientos afloran por doquier en el trío de mujeres protagonistas, con un giro final que guarda sorpresas para el lector.

“La nariz de un notario” de Edmond About, una de esas pequeñas delicias que no llamarán atención por el tamaño pero siempre he dicho que las esencias vienen en frascos pequeños. Una estupenda propuesta de la editorial Ginger Ape.

“Trabajos de amor ensangrentados” de Edmund Crispin, este sí que no baja el pistón en ningún momento, tercer libro del detective Gervase Fen y, como de costumbre, un disfrute.

“Confusión de sentimientos” de Stefan Zweig, el austríaco nos mostró en este caso una historia llena de lirismo intimista.

“La ciudad de N” de Leonid Dobychin, la única novela del olvidado escritor ruso recuperada por obra y gracia de Nevsky, una gran muestra del puntillismo ruso.

“Muerto el perro” de Carlos Salem, el argentino vuelve a la novela negra en plena forma con una historia “de” y “para mujeres” pero que gustará  a todo el mundo.

“Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez?” de Lemony Snicket, ¿quién dijo que no se podían hacer novelas de detectives inteligentes para jóvenes? Esta saga de Lemony Snicket con las ilustraciones de Seth es un ejemplo más que digno de ello.

“Nuestra señora de París. Vol. 2.” de Víctor Hugo nuevamente con ilustraciones de Benjamin Lacombe, volumen que recoge el final de la estupenda y amarga obra de Víctor Hugo, más disfrutable aún con el trabajo de Lacombe, ya que sus ilustraciones refuerzan el texto.

No pueden faltar, tras este resumen, las adquisiciones del mes que podéis ver en la siguiente foto.

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Aunque en Marzo lo tuve más claro, no sé, sin embargo, cuáles van a ser las lecturas de abril; va a depender mucho de lo que me venga a la cabeza. Lo que sí está claro es que el “tochazo” del mes va a ser “El jilguero” de Donna Tartt; a partir de ahí, el único que tengo claro es el nuevo libro de McClure “Piel de serpiente”, el sudafricano es imprescindible.

Veremos lo que sucede, un poco de incertidumbre lectora es buena también, no se puede ser tan programático.

“Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez?” de Lemony Snicket. Detectives para niños.

lemony-snicket-2cuando-la-vio-por-ultima-vez-9788424651732“Un pueblo, una estatua y una persona secuestrada. Cuando estaba en el pueblo, me contrataron para rescatar a esa persona, y pensé que la estatua había desaparecido para siempre. Tenía casi trece años y me equivoqué. Me equivoqué en todo. Debería haberme preguntado cómo podía estar una persona desaparecida en dos lugares a la vez. Pero me hice la pregunta equivocada. Cuatro preguntas equivocadas más o menos. Y en estas páginas relato la segunda.”

De esta guisa comienza este segundo libro de la saga “Preguntas equivocadas” del escritor Lemony Snicket (a.k.a. Daniel Handler); con la segunda pregunta equivocada, lo cual nos lleva a que, probablemente la saga tenga, al menos, cuatro entregas; esto, desde luego, es una suerte, habida cuenta de cómo la está llevando. Si en el primer volumen se dedica a presentar los personajes con una subtrama policíaca como línea principal y en un segundo nivel una trama general; en este volumen se dedica a presentarnos otra subtrama principal que le sirve, como en el anterior, para profundizar en la trama de fondo que está llevando en todos los volúmenes, relacionada con el genio criminal Hangfire.

Lo mejor: coge todos los personajes del anterior y empieza a evolucionarlos cada vez más, utilizando sus virtudes y llevándolas al máximo; un simple comentario de la periodista Moxie sirve para mostrarnos los pensamientos de un Lemony que va madurando desde sus escasos trece años:

“-Está bien saber quiénes son los buenos y los malos -continuó Moxie, pero yo negué con la cabeza. Se suele decir que las personas hacen cosas porque son buenas o malas, pero en mi experiencia eso no funciona así. Ellington Feint, por ejemplo, había mentido y robado, pero no porque fuese una persona malvada. Ella era buena persona, forzada a hacer cosas malas para liberar a su padre de las garras de Hangfire. Mi hermana, por poner otro ejemplo, era sin duda una buena persona, pero pronto cometería un delito con una de las piezas del museo.”

Buena prueba de la evolución positiva y necesaria de los personajes es el uso de “lo cómico” a través de la mentora de Lemony y de los policías: los Mitchum y su hijo, contrapunto de humor que nos sacan más de una carcajada de lo más saludable:

“Harvey y Mimi Mitchum estaban discutiendo como siempre, y Stew lucía su habitual sonrisa retorcida.

-Pensaba que te habías ido, Caramelito de Limón -me dijo-. En Stain’d-by-the-sea no hay sitio para los idiotas.

-¿En serio?-dije-. He oído que consiguen trabajo haciendo de sirena de policía.” 

Lemony adquiere cada vez más carisma, no exento de momentos divertidos que no ocultan la seriedad de un personaje cada vez más consciente de lo difícil que es avanzar:

“Le prometí la fórmula de una tinta invisible que funcionase verdaderamente a cambio de un encuentro con Hangfire. Es un buen plan Sr. Snicket.

-Seguro -dije-, más o menos como hacer malabares con dinamita, o darle una patada a un oso polar.

-No digas necedades.

-La necedad es intentar engañar a un criminal con algo tan simple.”

De hecho Snicket sabe que cualquier persona es susceptible de hacer el mal si llega la situación adecuada:

“-Mi padre nunca haría algo terrible.

No contesté. No le conocía. Me parecía que todo adulto termina haciendo algo terrible tarde o temprano. Y todos los chicos, pensé, tarde o temprano acaban siendo adultos. “

En esta situación, agravada por la trama familiar que continúa desde el primer libro, nuestro protagonista sabe que las cosas son muy difíciles y que no está seguro de nada a su edad, lo que sí tiene claro, como su compañero Widdershins, es que está aprendiendo cada día:

“-Apenas estoy seguro ya de nada, Widdershins -dije con un suspiro.

Widdershins volvió a asentir por última vez.

-Eso suena a aprendizaje -dijo-. Ninguno de nosotros está seguro de nada.”

La trama se resuelve tan satisfactoriamente como en el anterior volumen y nos deja con más ganas de seguir sus aventuras; las ilustraciones de Seth son, nuevamente, una perfecta muestra de cómo los dibujos pueden tener tal simbiosis con el texto. La edición de La Galera es, sencillamente, excepcional, para no perdérselo. Una novela que, como ya dije, tiene los suficientes ingredientes para que guste a niños y adultos, en diferentes niveles. Lo que sí es claro es que, aunque puede leerse como una aventura única, es mejor leerla después del que ya comenté por aquí, porque Handler utiliza elementos de aquél y los va introduciendo en pequeñas dosis cuando hace falta en este.

Lástima que haya que esperar al siguiente para ver cómo se sigue desarrollando la historia; eso sí, en mí van a volver a tener a un comprador fijo.

Los textos vienen de la traducción del inglés de Pepa Devesa Seva de “Lemony Snicket 2: ¿Cuándo la vio por última vez”  de Lemony Snicket en Ediciones La galera.

Se acerca el fin de año

2013-09-24 12.23.50Noviembre se ha acabado ya y ya está uno pensando en diciembre, las últimas lecturas del año e, inevitablemente, en la selección de lo mejor del año. Este año me va a costar bastante (como siempre digo) por el aumento de lecturas. Pero promete ser interesante y, espero, ecléctica. Por ahora vamos a repasar los últimos libros leídos que se han encontrado con tres escollos considerables que han jerarquizado mi ritmo lector: “Bleeding Edge”,” Jota Erre” y “La Casa de Hojas”.

“La maldición de Hill House” de Shirley Jackson, una de las grandes del género en una novela que se caracteriza por su sutileza.

“Prince” de Matt Thorne, sorprendentemente exhaustiva biografía del gran genio musical con el que me aficioné a la música pop. Es difícil no disfrutar de ella.

“Bleeding Edge” de Thomas Pynchon, el coloso ha vuelto, en plena forma, para demostrar con su creatividad que es el más grande vivo.

“Diario de una dama de provincias” de E.M. Delafield, divertidísimo diario con mucho humor inglés y que no se limita a lo anecdótico.

“¿Quién será a estas horas?” de Lemony Snicket, historia de detectives para niños, inteligencia a raudales, dibujos de Seth, ¿hace falta algo más?

“Los drusos de Belgrado” de Rabee Jaber, viaje a lo largo de las desdichas, una maravillosa forma de comenzar la nueva colección de ficción contemporánea árabe de Turner.

“El oasis” de Bahaa Taher, viaje a un oasis de contradicciones con  Alejandro Magno en retrospectiva, el pasado como argumento. Una muy buena propuesta y de calidad.

“El doctor proctor y la bañera del tiempo” de Jo Nesbo, el noruego deja a Harry Hole aparcado para hacer literatura juvenil, esta vez, con viajes en el tiempo. Hay sobrados motivos para disfrutarlo.

“La música de los bosques” de Carmen del Bosque, una propuesta clásica de literatura para niños.

“El Sunset Limited” de Cormac McCarthy, no es lo mejor del titán, pero es McCarthy.

“El consejero “ de Cormac McCarthy, la ultimísima de McCarthy, más thriller que novela contemporánea, razonable calidad. Entretenimiento digno.

“El árbol” de Slawomir Mrozek, mi pequeño homenaje póstumo al escritor polaco, un maestro de la micronarrativa.

2013-11-14 21.12.04“La casa y el cerebro” de Edward Bulwer-Lytton, un clásico del subgénero de casas encantadas del siglo XIX que se lee en un suspiro.

Si decía que las han jerarquizado es porque el primero supuso muchas horas terminarlo, Pynchon en inglés, es posiblemente, de lo más complejo a lo que puedas aspirar leyendo la lengua de la Pérfida Albión. Una lectura excelente, eso sí.

En cuanto a “Jota Erre” y “La Casa de hojas”, están suponiendo la lectura de finales de noviembre  y parte de principio de diciembre. Sobre todo la primera de ellas resulta bastante densa y absorbente: una obra de mucha calidad pero que requiere su tiempo, ya que, además, son casi 1200 páginas. “La Casa de Hojas” es otra cosa, una experimentación no sólo de la palabra sino de cómo se dispone en el propio libro, la tipografía utilizada, el color, etc… todo ellos para promover diferentes niveles de lectura. Hablaré de las dos en cuanto las acabe. Próximamente en este blog.

Esta es la foto con las últimas compras.

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Diciembre se presenta como poco bonito, con muchas posibilidades de alternar entre grandes autores. Será difícil decidir lo que voy a leer, nunca había sentido esta sensación pero creo que vale la pena vivir la incertidumbre de no saber qué elegir porque todo lo que tienes, a priori, tiene tan buena pinta.

El siguiente artículo de este tipo serán los mejores del año. Nada más y nada menos.

Dos propuestas de literatura juvenil: “Doctor Proctor” y “Lemony Snicket.”

Da la casualidad que entre las últimas compras “han surgido” una serie de libros dedicados  específicamente al público juvenil, de 9 años en adelante; todas ellas propuestas interesantes y, además, de temáticas diversas. Los ordeno según la calidad de la obra y siempre desde el prisma lector de un adulto, buscando el impacto en lectores juveniles y, desde luego, si se pueden disfrutar por otros públicos. Desgraciadamente no puedo discernir si un niño de 9 o 10 años disfrutará mucho o poco con ellos. Habría que comprobarlo.

El doctor ProctorbañeraEl primero de ellos es la segunda parte de la saga infantil creada por el archiconocido escritor de novelas policíacas Jo Nesbo y lleva por nombre “El doctor Proctor y la bañera del tiempo”. Quiero creer que la primera entrega, del que hablé por aquí, tuvo éxito, acaba de llegar esta segunda y ya están anunciando una tercera.

El resultado del primer libro era muy irregular, más allá de lo escatológico, la aventura iba a trompicones, aunque apuntaba maneras y potencialmente le servía de introducción de los personajes y de las reglas a seguir. En este segundo Nesbo se empieza a lucir, la trama se va descaradamente a la ciencia ficción con la elección de los viajes en el tiempo como medio para realizarla. Se vuelve aún más ingenioso al establecer que la máquina del tiempo sea una bañera y el jabón que la contiene y se dispara la épica y el sentido de la maravilla, que se personifica en su pequeño protagonista Tapón:

“Mientras tanto, al otro lado de la calle, Tapón dormía profunda y felizmente soñando con volar propulsado por grandes pedos, con descifrar misteriosos códigos, con salvar a profesores geniales y con todas las cosas que seguramente -o al menos muy segurísimamente- saldrían bien. Pero sobre todo soñaba con bailar el cancán sobre el escenario del Moulin Rouge de París, mientras un público entusiasmado y todas las bailarinas daban palmadas al compás gritando: ¡Ta-pón! ¡Ta-pón!”

La historia se vuelve dúctil y tenemos la presentación de un enemigo rimbombante y enigmático, Raspa:

“-Exacto. La historia está tallada en piedra y solo quien está dispuesto a morir puede cambiar el texto. Anda a tomar viento fresco niños.

Raspa se dio media vuelta, se deslizó como un fantasma por el local sobre el patín chirriante y desapareció tras la cortina naranja.”

Todo se vuelve un “tour de force” con Tapón, Lise, Raspa y el Doctor, viajando a distintas etapas históricas, que se centran, especialmente en Francia, la aparición de Tapón en la batalla de Waterloo y su sustitución de Napoleón desencadena momentos hilarantes y creativos:

“-Bueno eso lo decide usted. Pero su última orden fue que lo llamáramos generador.

-Ya me he dado cuenta. ¿Y por qué quería llamarme yo así?

-¿Ya se le ha olvidado? General y dictador. Eso hace generador, ¿no?”

A la aventura no le faltan ni las paradojas temporales, ni la emoción ni  la diversión. Y por si fuera poco el final no abusa de moralinas, pero resulta edificante.

“[…] porque quería que le recordara algo importante: que aunque una persona haga algo malo, nunca, nunca, es demasiado tarde para enmendarlo. Y que en ese sentido todo el mundo puede cambiar un poco la historia en cualquier momento.”

Además  en esta ocasión las “feas” ilustraciones de Per Dybvig realzan aún más las situaciones descritas por Nesbo obteniendo un resultado fantástico. Este es el camino a seguir. Deseando estoy de ver publicada la siguiente entrega.

QuienseraaestashorasLemony Snicket es el seudónimo empleado por el escritor norteamericano Daniel Handler; protagonista de la famosa serie de libros “Una serie de catastróficas desdichas” donde el protagonista es el propio Lemony y que ahora Ediciones La galera nos trae con la nueva saga de libros “Preguntas equivocadas” del que vengo a comentar el primer volumen “¿Quién será a estas horas?”.  Ilustrado en esta ocasión por el gran dibujante Seth.

No puedo esconder mi predilección por las novelas policíacas; es un hecho. Si encima se intentan adaptar para que lo pueda leer un niño, es más que encomiable y atractivo. Si , además, se hace tan bien como en esta ocasión, el resultado es casi impecable.

Es innegable que el autor no se corta a la hora de plantear la trama, empieza “in medias res”, a mitad de todo, no conocemos nada de lo que está sucediendo: no conocemos al personaje, no sabemos qué está haciendo, no sabemos lo que puede suceder, todo va aportando pista a pista para ir construyendo dicha trama. Esto es muy retador, sobre todo teniendo en cuenta el público al que está dirigido:

“Soy Lemony Snicket –le respondí, y le di el sobre que llevaba en el bolsillo. Dentro había lo que se conoce como una carta de recomendación, que consistía en unos cuantos párrafos en los que se me describía como un excelente lector, un buen cocinero, un músico mediocre y un liante total.”

Pero cumple su objetivo de veras: Lemony servirá de identificación para el lector y la forma de presentarlo abrirá su apetito por tener ganas de averiguar lo que está sucediendo.

El nombre de la serie de libros ofrece pistas también y le sirve como elemento humorístico continuo que utilizará en base al avance, el caso siguiente es evidente de este uso:

“-¿Y la cena? –pregunté.

-Ya he cenado, gracias.

-¿Y qué pasa con mi cena?

Theodora levantó las cejas y se fue hacia las escaleras.

-Esta es la pregunta equivocada. Snicket. Hay cosas más importantes que la cena. Concéntrate en el caso.”

Es importante reseñar que, a pesar de no ser literatura para adultos, el autor norteamericano no ceja en un empeño de escribir con calidad, en la descripción de Ellington Feint podemos comprobarlo:

“Pese a la oscuridad podía ver sus extrañas cejas curvadas, enrolladas como signos de admiración. Tenía los ojos verdes y sus cabellos eran tan negros que en la oscuridad parecían pálidos. Sus dedos, que sobresalían de las mangas de su camisa, eran largos y acababan en unas uñas de color negro. Antes de empezar a bajar por la escalera vi su sonrisa a la luz de la luna. Era una sonrisa que podía querer decir cualquier cosa. “

Al final, nada es lo que parece en lo planteado inicialmente. El propio Lemony lo reconoce:

“Me había equivocado sobre cada pista del misterio oscuro y manchado de tinta que pesaba sobre mí y sobre todos los demás. Sonó una campana en mi cabeza; equivocado, equivocado, equivocado. Estaba equivocado, pensé, pero quizás si me quedaba en el pueblo podría acabar haciendo las cosas bien.”

Y todo queda abierto en un tremendo cliff-hanger para el que será el siguiente libro de la serie. Espléndido. Una excelente propuesta para jóvenes y adultos con una edición exquisita de La galera y…. ay, que se me olvidaba!! Unas ilustraciones en bitono del dibujante Seth que, sí, quitan el aliento. Son fabulosas… otro motivo más para disfrutarlo.

Los textos de “El Doctor Proctor  y la bañera del tiempo” de Jo Nesbo proceden de la traducción del noruego de Cristina Gómez Baggethum para esta edición de la Galera.

Los textos de “¿Quién será a estas horas” de Lemony Snicket vienen de la traducción de Julián Aguilar para esta edición de la Galera.