Resumen Enero 2017. Empezando tranquilo

Empieza un nuevo año, y empiezan algunas novedades, no demasiadas; el mes de enero suele ser de transición todavía, de ahí que aproveche para leer algunos de los libros que se han ido quedando en el tintero el año pasado. Tampoco suele ser un mes en el que lea con demasiada constancia, da la impresión de que estoy cansado por haber terminado una maratón y es cierto que es más adelante cuando cojo velocidad de crucero.

A pesar de todo esto, la cosecha ha sido bastante razonable, han caído unos cuantos y por lo menos mantengo un ritmo constante y seguro, ¡que entre la lista!

Frida de Benjamin Lacombe, es el típico libro con el que suelo empezar el año debido a las circunstancias de mis vacaciones navideñas (poco tiempo para leer y concentrarse); de ahí que escoja lecturas ligeras y normalmente asociadas a libros ilustrados como este caso; aquí gracias a las fantásticas ilustraciones de Benjamin Lacombe que, en esta ocasión, siguen estructuras de hasta tres niveles según pasas las hojas, sirven para mostrarnos la vida de artista de una manera tan vistosa como su propia obra. 

Pesadilla en rosa de John MacDonald,  segunda historia de Travis McGee que publican en Libros del Asteroide y que, sinceramente, está pasando bastante desapercibida entre los seguidores habituales de novela policíaca. Las historias del “otro MacDonald” pasan de puntillas por lo hardboiled para mostrarnos historias cargadas de mucha alma ya que implican emocionalmente más de lo habitual al protagonista… sobre todo teniendo en cuenta que es el segundo número de una longeva serie. Buenas historias, siempre apetecibles.

Lamú 2 de Rumiko Takahashi, este año me leeré poco a poco, como ya comenté en otro resumen, todo este Urusei Yatsura; a estas alturas no me acuerdo por qué me gustó esta entrega pero si recuerdo que tanto este número como el siguiente supusieron la consolidación de la autora en la forma de plantear las tramas. En el primer volumen todos los números era un one-shot y en estos aprovecha localizaciones o situaciones para crear arcos argumentales de dos, tres o cuatro episodios, por ejemplo, una visita en la playa sirve para hacer tres historias de la playa distintas. Otra de las características que se asientan en estos números tiene que ver con los secundarios. Un montón de personajes que se convertirán en los protagonistas de las historias independientemente de las interacciones entre Ataru y Lamú.

Lamú 3 de Rumiko Takahashi, aplica igualmente lo comentado en el anterior número.

El oráculo oculto (Las pruebas de Apolo 1) de Rick Riordan, salido directamente de la serie de Los Héroes del Olimpo, este spin-off que tiene a Apolo como protagonista es una oportunidad más para que Riordan nos venda historias tremendamente entretenidas con una buena base mitológica. Es indudable que el autor es un especialista en hacer ficción para jóvenes y además enseñar algo de historia y, en este caso, aprovecha además para utilizar un personaje bisexual, cosa nada habitual en este tipo de aventuras.

Prosa inmortal: Delirium de VVAA, me gusta la idea, utilizar un elemento que vertebre las historias de ficción creadas por diferentes autores sirve para fomentar la creatividad y obtener, por lo menos, algo distinto. Lógicamente, con esta premisa, es difícil que todas las propuestas sean interesantes, es muy irregular; a pesar de todo, recomiendo su lectura aunque, en esta ocasión el tema vertebrador sea el más difícil de interpretar. Uno tiene sus debilidades, me gusta especialmente el cambio de estilo de Javi Avilés; también he disfrutado muchísimo de mi querida Esther Miguel Trula en el ensayo que lo finaliza y que parece que da una consistencia final a todo el libro (espero que se atreva con la ficción algún día).

Cine-Bis de VVAA, sexta entrega ya…  y sigue en plena forma, es imposible  no encontrar un artículo que te haga tilín especialmente; en esta ocasión hay varios, el final del artículo que se inició en el número anterior sobre el slasher y el comienzo de un nuevo artículo referido a esos inconmensurables hermanos Marx; larga vida a Cine-Bis, una apuesta por los contenidos de calidad.

Lamú 4 de Rumiko Takahashi, no me voy a extender, siguen las aventuras y Rumiko Takahashi se atreve con todo, puede acertar más o menos, pero cuando acierta plenamente consigue que me ría a carcajadas.

Japón Fantástico: Siglo XXI de VVAA, está claro que, a lo mejor, es una alta pretensión intentar escribir sobre el siglo XXI cuando sólo han pasado poco más de 16 años; dada la corta extensión, tampoco se podía esperar un estudio en profundidad, sin embargo, a pesar de todo esto, los ensayos recogidos no están mal pensados y consiguen mostrar una idea bastante aproximada de lo que se ha hecho en Japón para empezar este siglo XXI. Habrá que esperar entregas futuras que complementen aún más una idea inicial bastante interesante como esta.

Entre el mundo y yo de Ta-Nehisi Coates, cuando uno acaba de leer un libro como este todo lo que piensas da un vuelco irremediable. Las palabras sinceridad y valentía son las primeras que vienen a mi cabeza pero están inevitablemente unidas a la frustración, esa desagradable sensación de ser consciente que, mucha gente, por haber nacido con un color de piel, está condenada a una existencia llena de desventajas. Más aún,  soy capaz de entender gracias a Coates lo que son privilegios de nacimiento sin verlo como una amenaza. Me encanta que sea capaz de transmitir sus miedos por su hijo, especialmente sin resultar sensiblero, con un planteamiento tremendamente inteligente. Un libro único, sin más.

La larga marcha de Stephen King, esta relectura me vuelve a traer a un King soberbio, uno de los mejores libros que ha escrito el autor como Richard Bachman y que, próximamente, comentaremos unos intrépidos reporteros en la siguiente entrega de la Kingpedia en Canino.

Diarios Completos de Sylvia Plath, prometí que este sería uno de los primeros libros para empezar el 2017 y ha sido así, no podía ser de otra manera. Me fascina la relación que tuvieron Plath y Hughes y, sobre todo, las obras que hicieron ambos. Estos diarios vienen a completar muchos de los momentos de la vida de Plath y sorprenden porque no los utilizó como meros registros de los momentos de su vida sino que registraban el proceso creador de la escritora, cómo pasaba por buenos y malos momentos creativos y la forma en que evolucionaban unos y otros. No hay morbo, sino mucha experimentación literaria. 

Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza, primera muestra que leo de la autora mejicana y, definitivamente, seguiré leyéndola, la autora consigue unir su exhaustiva búsqueda de documentación de tal forma que sirve para la escritura, es decir, más como medio que como un fin. Es lo opuesto a todos esos documentalistas que la gente confunde con escritores.

La carrera por el segundo lugar de William Gaddis, tarde o temprano aparecerá por aquí un artículo sobre este libro de ensayos póstumo de Mr Difficult.

El tenis como experiencia religiosa de David Foster Wallace, la épica victoria de Federer inspiró esta lectura y un artículo al que se puede acceder pinchando en el título. Uno nunca sabe qué puede desencadenar un texto.

Y eso es todo este mes.

PS: Se me olvidaba la última #carretilla de La sombra… ¡no puede faltar!

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Resumen Monográfico Estival. Refrescante relax (1ª parte)

PrintMe encanta el verano, y este año había llegado muy cansado, este parón de todo me viene realmente bien para poner las cosas en perspectiva y, cómo no; si me permitís la manida frase “cargar las pilas” de cara al contenido del blog; septiembre  es una época excelente para la famosa “rentrée” literaria con el horizonte del nobel en octubre; el estío (me encanta esta palabra) me ha servido para leer un montón de libros, además, los he dedicado a un tema concreto: lo policíaco-detectivesco. El resultado ha sido un fabuloso monográfico donde tienen cabida muchas obras de diferentes facturas, nacionalidades y temáticas dentro del género; al ser tantas lecturas lo he dividido en dos posts donde haré pequeñas cápsulas de cada uno de ellos. No me entretengo más, aquí tenéis las lecturas de julio:

Agencia Lockwood: El Espejo perdido de Jonathan Stroud, entró de casualidad en el monográfico, la temática no es exactamente policíaca, tiraría más hacia el terror en una aproximación juvenil; de todos modos, la parte de investigación está presente en la mayoría del relato, o sea que “aceptamos barco”; segundo tomo de Stroud que continua las andanzas de Lockwood y su pequeña agencia en la lucha en un mundo marcado por la presencia habitual de fantasmas, maldiciones y aparecidos de todo tipo. Nuevamente demuestra su buen hacer con una narración marcada por las aventuras de los protagonistas con pinceladas de terror y una evolución cada vez mayor. Buena muestra de literatura juvenil de género bien realizada y acabada.

Velvet, vol.2: The secrets lies of dead men de Ed Brubaker y Steve Epting, después del buen sabor de boca del primer volumen, este segundo arco temático iba a caer seguro; nuevamente Brubaker demuestra lo bien que hace este tipo de historias; sabor noir, espías, misterios, un personaje femenino protagonista fascinante y la narrativa de Epting vuelven a ofrecer un cómic fabuloso y que sigue dejándonos en un cliffhanger sin aliento para seguir leyendo sus historias. Muy bien la verdad.

El misterio de la Casa de los Trueques de Alberto Mussa, curiosa y atípica propuesta de novela policíaca del brasileño. La investigación policial es casi una excusa que le sirve al autor para presentarnos hechos colaterales, periféricos a ella. Especialmente relacionados con la historia de Brasil o con la propia actualidad de la ciudad de Río de Janeiro. A veces se convierte en un relato erótico, otras veces en un relato histórico, la mayoría de las veces en un relato policiaco. El resultado final no deja de ser interesante a pesar de que tanta digresión diluya un poco la buena trama policíaca. De todos modos, algo distinto y muy disfrutable.

Cine-Bis nº1 (Octubre 2013) de Javier G. Romero y otros, el inquieto creador de Quatermass, Javier G. Romero, lanzó este nuevo fancine en 2013 que busca realizar un pequeño análisis de todo lo relacionado con el Cine de género consiguiendo resultados inesperados por su calidad; normalmente se caracteriza por tener una serie de secciones que se repiten: monográficos sobre algún tema en particular (en este número sobre la Blaxploitation o sobre el cine fantástico filipino), análisis de películas concretas, entrevistas a artífices del género (directores o protagonistas), e incluso entrevistas a otros creadores de fancines. Este número, concretamente, solo por el artículo de Blaxploitation o por el análisis de la trayectoria del director Alain Corneau ya valía la pena.

Elegías de Duino  de Reiner Maria Rilke, cierto, este no entraba en el monográfico… es una sorpresa muy interesante. Una lectura ineludible. Más información en el enlace.

Cine-Bis nº2 (Junio 2014) de Javier G. Romero y otros, si el anterior número era bueno, este es fantástico, especialmente afortunado es el artículo que inaugura el Western crespuscular y finaliza el de Blaxploitation centrado en otros géneros (terror, thriller, erótico…) además de hablar de las mujeres protagonistas del fenómeno como la increíble Pam Grier. Si añades exponentes tan psicotrónicos como el estudio de la trilogía de Ilsa o el cine de educación sexual no puedo uno más que estar feliz y muy feliz con su lectura.

MemoriasAsesinoCine-Bis nº3 (Noviembre 2014) de Javier G. Romero y otros, ¿en qué otro sitio podríamos encontrar un monográfico sobre el thriller coreano? ¿Y otro sobre la serie de Emanuele Negra? ¿Y una entrevista detallada con el grandísimo Eli Wallach (sí, “El Feo”)? Tres razones de peso para volver a rendirse incondicionalmente ante la calidad de los contenidos de Romero y su equipo de colaboradores. La lástima es que, a estas alturas, solo me quedaba uno pendiente.

Cine-Bis nº4 (Abril 2015) de Javier G. Romero y otros, el último número hasta la fecha del fancine de Javier G. Romero vuelve a dejarnos con una buena tanda de artículos y entrevistas muy disfrutables. Especialmente curioso me ha parecido el monográfico sobre el cine musical ruso y la entrevista (fantástica y muy profunda) de Carlos Aguilar a Howard Vernon, además tenía la segunda parte sobre el thriller surcoreano que me ha resultado particularmente interesante. Habrá que esperar nuevas entregas pero sigue siendo una gran propuesta y de muy buenos contenidos. Un triunfo.

The Golden Age of murder de Martin Edwards, para los verdaderos amantes de las novelas de detectives, del género en particular, esta obra es imprescindible, un festín en palabras mayúsculas; hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un libro; un ensayo magnífico que recoge la gestación y evolución del Detection Club, una de las ideas más fascinantes que se hayan llevado a cabo nunca. Conocer a sus miembros: Christie, Sayers, Chesterton, Berkeley… sus motivaciones, sus libros, sus juegos… En fin, una verdadera delicia. Un must-have que adquiriré en no mucho espacio de tiempo y que funciona, además, como generador de lecturas próximas. Tengo muchos libros pendientes de maestros del club que van a aparecer en las próximas fechas. Está clarísimo.

Vidas díficiles de James Sallis, ensayo espléndido, muy contenido pero bastante clarividente en cuanto al reflejo de las vidas biográfico-literarias de tres genios de la novela policiaca en su vena más hadrdboiled. Consigue, a pesar de su limitada extensión, entrar a gran profundidad en el estilo y los temas de Jim Thompson, Cherter Himes y David Goodis. Un excelente ejemplo de cómo un libro pequeño puede ser una maravilla 

Tarántula de Thierry Jonquet, no vi la película de Almodóvar, pero sí he leído esta joya perversa donde las casualidades se convierten en un leitmotif en sí mismas. Hay que reconocer que la mente maquiavélica del francés crea una de esas tramas donde todo es posible y el grado de enrevesamiento, a pesar de todo, resulta muy refrescante para el verano. No apto para estómagos sensibles…

Detectives imparables de Rob Lloyd Jones, tras la primera novela centrada en la presentación de los personajes y ambientación, todo estaba establecido para esta segunda novela donde el autor dedica el tiempo necesario al desarrollo de la trama; funciona a la perfección en casi cualquier aspecto, centrándose sobre todo en las cualidades detectivescas de Wild Boy y sin olvidar la evolución de los mismos. Una propuesta muy inteligente y disfrutable desde la óptica del público juvenil y desde el más adulto.

Cubierta_PymMemorias de un Asesino: Israel Rank de Roy Horniman, este libro no aparecerá en los “blogs especializados” de novela negra y policíaca, ni aparecerá en ninguno de los múltiples festivales de novela negra… pero cualquier buen lector no debería perdérselo por: una premisa inmejorable, un desarrollo colosal, fina ironía y un final cargado de mala leche. Debe aparecer en mi selección del año. 

La banda de los musulmanes de Chester Himes, me acordé, según lo estaba leyendo, de que tengo todos los libros de Ataúd y Sepulturero en casa y me faltan varios por leer. Habrá que solucionarlo, como de costumbre, literatura negra negra de mucha calidad. 

Era una broma de Gabriel Josipovici, bromita para nada insustancial del escritor británico (a pesar de ese nombre) que se lee a medio camino entre el policial y la comedia de enredo; una propuesta ciertamente diferente que se sale del habitual policíaco y que constituye una gran diversión. Bien por Rayo verde. 

La señorita Pym dispone de Josephine Tey, qué absurdo me suele parecer el esfuerzo de algunas editoriales con elogiar los autores que publican poniendo a parir los que sacan otras de similares características; aquí Hoja de Lata viene a decir que todo el Detection club era muy convencional en cuanto a tramas (sigh) y claro, Tey era la más original con respecto a todo el club; lo cual demuestra un desconocimiento importante por su parte que se solucionaría con leer un poco de la obra de Berkeley, Sayers, Bentley, Crispin y compañía; además, Tey habría pertenecido al club si hubiera conocido a las personas adecuadas, la inclusión en el club no excluía a ningún autor en este sentido, su simple problema fue no vivir más cerca de la capital (eso especula Edwards en el ensayo del que hable anteriormente); de todos modos, esto no debe ensombrecer que nos hayan traído esta magnífica obra, un policíaco diferente que en sus primeras dos terceras partes tiene un desarrollo no demasiado alejado de las novelas costumbristas británicas (en este caso en un internado femenino) y le sirve como marco al crimen que se produce en la parte final; con una entrometida maravillosa (la señorita Pym) y uno de esos finales que no se suelen olvidar por el vuelco que suponen. Una verdadera delicia. 

El buitre de Gil Scott-Heron, me sorprende muy negativamente la poca repercusión que está teniendo esta fantástica novela negra; hardboiled desde el punto de vista de varios narradores que, a modo de plano secuencia, van conformando una trama compleja que no se resuelve hasta la última página; por si fuera poco el autor consiguió dotar a cada uno de ellos de un estilo propio construyendo voces muy distintas de gran viveza. Es un prodigio de estilo y trama. Uno de los libros del año. 

Esta oficina me mata de Viola Veloce, otra entrometida muy divertida, con toques de humor a la italiana (o española) y un entorno diferente, un crimen en la oficina con una investigadora poco usual. Lástima la abundancia de lugares comunes pero es un toque refrescante y veraniego. 

¿Qué tal el dolor? de Pascual Garnier, se disfruta y se agradece su comienzo por el final… el problema quizá es que el desarrollo queda debajo de las expectativas creadas; de todos modos, buena lectura. 

Cubierta_ElbuitreLa chica del tren de Paula Hawkins,  uno nunca sabe cómo una obra tan mal escrita y previsible se convierte en best seller; olvidable, lástima de día que gasté en leerla. Nota mental: No salirse del camino establecido. 

Los tres de Sarah Lotz, extraña publicación ubicada por RBA en su serie negra cuando, sin lugar a dudas, es un thriller con elementos terroríficos, pero claro, ahí está Jack Reacher; signos inequívocos de la defenestración total de la mejor colección de novela negra de los últimos años; eso sí, la novela de Lotz, narrada como una acumulación de documentos parte de una premisa muy interesante para aderezarlo con elementos terroríficos que, sobre todo, juegan con la potencialidad, más que con lo que ocurre realmente; es en esta posibilidad en lo que radica su forma de despertar el miedo más que en lo explícito. Una propuesta realmente buena. 

El veneno de la tarántula: Los misterios de Byomkesh Bakshi de Sharadindu Bandyopadhyay, magnífica colección de relatos del homólogo indio de Sherlock Holmes; el peculiar (y más divertido) Byomkesh Bakshi es una de las mejores opciones posibles derivadas de los relatos de Conan Doyle, ya que Bandyopadhyay no se limita a introducirlo en un contexto sino que añade gran personalidad a los protagonistas y no se olvida de construir buenas tramas. Creo que Quaterni tiene pensado una segunda recopilación y se va a convertir en un MUST. 

Flavia de los extraños talentos de Alan Bradley, saldado, esa fue la forma de encontrar este libro fabuloso, con una entrometida de once años, Flavia, simplemente deliciosa, divertida e inteligente; con una trama bien hilada y que, para ser una primera novela de la serie, consiguió presentar los personajes sin descuidar el misterio. Una gran posibilidad para los aficionados a las buenas novelas de detectives y con una chispa de buen humor.

Espero que os hayan gustado, en breve el resto de lecturas, con todo lo de agosto.

¡Buenas lecturas!

“Bolsilibro & Cinema BIS” edición de Javier G. Romero

Es más que reseñable que se realice un libro de este tipo, entre otras cosas porque suelen faltar propuestas de este estilo que, además, consigan cumplir su objetivo con sobriedad y se conviertan en una referencia. En el prefacio de Jesús Parrado nos comenta la función que se busca con esta recopilación de artículos: “Objetivo, pues, de este libro es destacar la relación fecunda y fluida entre la pulp fiction europea y su equivalente cinematográfico, donde literalmente hubo de todo, y para todos.”

bolsilibroSí, una mezcla de pulp con la cinematografía, más atractivo no se podía presentar, hay que ver si de verdad el objetivo se cumple; para ello Pablo Herranz y Javier G. Romero han dividido el volumen en cuatro partes bien diferenciadas:

Primera parte: en palabras del coordinador, “seleccionamos un cuarteto de escritores de los llamados “eternos” y “universales”, cuyas obras han sentado las bases para mucha literatura posterior, cada uno además de distinta nacionalidad: el español José Mallorquí, el italiano Emilio Salgari, el inglés Edgar Wallace y el alemán Karl May, padres, respectivamente, de mitos populares de la categoría del Coyote, Sandokán, el Krimi y Winnetou.”

Es especialmente destacable, en el capítulo sobre Emilio Salgari, la descripción que se realiza del estilo y prosa del italiano y que se puede aplicar a parte de la novela pulp en general: Ya se dijo antes: técnicamente no era un gran escritor y, además, escribía a destajo, sin ocasión de corregir. Algo debía estar haciendo muy bien para compensar todo eso y mantener hipnotizada a su gran masa de lectores. Aunque tienda a olvidarse, ciertamente “redactar” no es sinónimo de “escribir”. Emilio Salgari quizá no redactase muy bien, pero imaginaba en su fantasía desmesurada historias que uno quería oír, leer, conocer. Las narraría mal, de forma atropellada, con diálogos increíbles y situaciones imposibles… pero creaba personajes, escenarios y acontecimientos que llevaban al lector a donde este nunca había estado y ensoñaba estar.”

Esa sensación de sueño, de magia, de fantasía… que arrastraba a los lectores, se reafirma en el  dedicado a Karl May: “Lo cierto es que el Oriente de Kara Ben Nemsi o el Oeste de Winnetou tienen tanto que ver con las ubicaciones auténticas como el exaltado lector quiera. No son lo real, sino la imagen enfebrecida, idealizada, mítica, de la idea de lo real. En ese marco legendario, más grande que la vida,; desde luego más grande que la vida de los lectores e incluso que la de May, novelesca de por sí,; los europeos podían vivir sus propias aventuras, crear sus propios paisajes y construir su propia mitopoética en tierra extraña, en un país de sueños, en una topografía mental.”

Las mismas virtudes aparecen en distintos autores que resaltan además esa capacidad para crear una mitopoética de una tierra extraña, tan atractiva para el lector de estas novelas.

En la segunda parte escogieron personajes de gancho: dos policías americanos y una heroína francesa, Lemmy Caution, Jerry Cotton y Angélica.

Muy interesante resulta especialmente el retrato que hacen del primero de ellos, verdadero precursor de la literatura posterior: “Lemmy Caution (creado por el escritor inglés Peter Cheney) surgió en 1936, agente del FBI, prefigura esa retahíla de detectives/policías/espías típica de los decenios posteriores, que esgrimen cual tarjeta de visita una fanfarronería machista que hoy por hoy resulta casi (auto) caricaturesca, incluyendo el gusto por la violencia y una lujuria sin fondo. En efecto, sin Lemmy Caution acaso no habrían existido Mike Hammer y James Bond (creaciones de Spillane y Fleming, respectivamente), por escoger los epígonos más populares y representativos de sus continentes correspondientes.”

Que además entrelazan con el actor que le dio vida en la pantalla grande (Eddie Constantine) “logró ganar una celebridad especial, por esta su recreación de Humphrey Bogart en formato irónico-casposo, valga la definición con su físico algo simiesco, los ojos saltones, una faz correosa con secuelas de viruela y una sonrisita repelente.”

Esto mismo lo realizan con Jerry Cotton y con la menos conocida Angélica que, sin embargo, se trata prácticamente de una institución en Francia: “Ningún francés o aficionado avezado al folletín contemporáneo, ha dejado de reconocer a Angélica. En ese homenaje al género de capa y espada, que es Belladona, aparecen hermanados, con categoría de mitos, los tres mosqueteros, el jorobado de Lagardere y Angélica.”

En la presentación de los tres personajes ya tenemos ese esfuerzo por emparentarlos con sus documentos cinematográficos, y esto se agradece porque sirve para comprobar cómo de las grandes fuentes pulp surgieron historias para el cine y cómo se realizaron dichas adaptaciones a un medio tan distinto.

Ya en la tercera parte contemplamos los espléndidos capítulos dedicados a la relación entre los bolsilibros y la cinematografía; en el caso español se relata la menor o mayor suerte en estas adaptaciones de autores como Keith Luger, Curtis Garland o Clark Carrados; en la parte europea no podían faltar los entrañables Fantomas, Fu Manchú o el Doctor Mabuse.

Para acabar, la última parte contiene un repaso final a la labor que desempeñaron portadistas e ilustradores realizando verdaderas obras de arte  que contribuyeron con su arte al éxito de los bolsilibros.

La galería de portadas del final de este conjunto de artículos es un digno colofón, muy gráfico, para finalizar un libro estupendo, bien documentado, riguroso, y que se lee sin esfuerzo para mostrar un marco de tiempo tan atractivo como olvidado. Más que recomendable para aficionados al género y su extensión al cine.