Todos los aficionados a la literatura de terror tenemos muy presente el papel que representa la editorial Valdemar en su publicación en España; entre otras cosas porque es un hecho relevante publicar este tipo de libros por aquí, habida cuenta de lo residual que es su venta, más allá de lo más generalista, como es el caso de King, Ann Rice, y alguna cosilla más, sobre todo relacionado con Zombis u otros autores como Charlaine Harris, por poner algún ejemplo relevante
Teniendo en cuenta estos hechos, que esta editorial llegue a 25 años de publicación ininterrumpida es una noticia magnífica, tanto por la dificultad de hacerlo como por la selección de un catálogo excelente y que se ha ganado un público fiel que lo respalda; no olvidemos que no sólo publican terror, ahí está esa línea de clásicos maravillosa (con Proust, Dickens, Kafka…) e incluso una línea de novelas del oeste; pero, ciertamente, el terror es su insignia, su sello de identidad, no en vano, en el prólogo de este “Miedo en el cuerpo. 25 años de terror con Valdemar”, los editores comentan:
“Con más de mil relatos de terror publicados en estos veinticinco años de vida, parecía evidente que la manera más adecuada de conmemorar nuestro aniversario era elaborando una amplia antología de cuentos de terror que abarcara las mejores y más significativas historias del género ya publicadas en Valdemar.”
Y todo ello teniendo en cuenta que, esta recopilación, es la tercera que han realizado desde su inicio, las dos primeras “Felices pesadillas. Los mejores relatos de terror aparecidos en Valdemar (1987-2003)” y “Malos sueños. Felices Pesadillas 2”, ya eran de por sí excelentes y recogían cuentos que no podían utilizar en esta tercera, además de verse limitados por el tamaño de las historias para poder poner varios autores de los que ellos consideraban imprescindibles.
A pesar de estas aparentes dificultades, la muestra recogida en sus casi novecientas páginas es impresionante: es toda una declaración de principios empezar con “El hombre de la multitud” de Poe, una curiosa forma de empezar porque el cuento no es tanto de terror como una fábula enervante que refleja la realidad; en “La casa del juez” con el autor de Drácula, tenemos ya un relato clásico de casa encantada con final previsible pero de una intensidad envidiable y, como nos gusta, terrorífico; y a partir de ahí todos los relatos van de buenos a sencillamente magistrales, no hay tiempo para el descanso y sí para la diversión, para el miedo con letras mayúsculas; y todo ello porque otra de las palabras que definen las historias es “eclecticismo”: hay variedad de monstruos y pesadillas:
En “El fabricante de monstruos” de William Chambers Morrow tenemos una nueva revisitación, maquiavélica del mito del Mad Doctor; los vampiros aparecen en un relato clásico del Conde Stanislaus Eric Stenbock; la licantropía hace acto de presencia en el curiosón “La mujer lobo” de Clemence Housman, una de la pocas mujeres escogidas; los muertos no están tan muertos en el increíble “El signo amarillo” de Robert W. Chambers donde lo onírico se mezcla con lo real; tenemos reminiscencias lovecraftianas en el “Negotium Perambulans” de Edward Frederic Benson, casi más cercanas que el propio Lovecraft que, naturalmente, aparece más tarde; y qué decir de la fantástica historia “La nave abandonada” de William Hope Hodgson, terror en el mar, vibrante, con un enemigo indefinible e indestructible; hasta el antiguo Egipto con la reencarnación de fondo sirven como recuerdo de civilizaciones pasadas, presentándonos a un fantasma que no tiene todo cerrado para descansar en paz en “Un profesor de Egiptología” de Guy Boothbuy.
Esto es un pequeño resumen representativo, podría contar maravillas de casi todos los relatos, sobre todo en la recta final, con la aparición de Matheson, Lovecraft, o ese “El pequeño asesino” del fallecido el año pasado, Ray Bradbury, una joya terrorífica, de las que te hace pasar un mal rato de veras, pero que justifican enteramente la lectura completa de esta recopilación.
No creo que haga falta más para recomendar su compra, encima es una edición muy razonable en cuanto a precio y la edición es más bien tirando a lujo para el montón de historias que trae; en fin, una delicia para los amantes del género y que asegura unas cuantas horas de diversión.