“Navidades en Cold Comfort Farm” de Stella Gibbons

navidadescoldcomfortLa publicación hace algunos años de ”La hija de Robert Poste”  de Stella Gibbons fue un bombazo para la editorial Impedimenta, fue una de esas sorpresas que la gente recomendaba naturalmente, el boca a boca (o boca a oreja) sirvió para auparla y convertirla en un clásico de obligada visita, una diversión muy loca y metaficcional con las andanzas de un grupo de brutos ingleses que son visitados por la refinada Flora Poste y hace que cambien sus vidas; no en vano llevan ya 19 ediciones de este libro.

Su publicación original en 1932 ocasionó algo parecido, su autora ganó el reconocimiento general a nivel de crítica y público y le sirvió para ir publicando más libros, además de algunos relacionados con este gran éxito.

El caso de “Navidades en Cold Comfort Farm” en 1940 es un poco fruto de este aprovechamiento, el título es exacto al de la edición inglesa; pero sin embargo, una vez leído al completo, se da uno cuenta de que solo hay una historia, especie de “precuela” de la primera novela de la que hablé, ambientada en la granja “Cold Comfort Farm”, a pesar de estar llamado de esta manera el libro; otro dato curioso es el referente a las “historias navideñas” porque si bien es cierto que el libro empieza con una típica (“El arbolito de Navidad”), es también un evento aislado; ya que, en el resto de relatos, las referencias son tan sutiles que, a veces se  vuelven inexistentes.

Impedimenta aprovecha, no sabemos si conscientemente, estos mismos hechos y lo saca en período navideño para sacar el mayor filón posible de una de sus escritoras  más importantes y, para qué engañarnos, es una decisión excelente, porque el libro es fantástico, los relatos son muy eclécticos y funcionan, como de costumbre en esta insigne escritora, como disecciones perspicaces de la sociedad de la época, por citar algunos de los fantásticos cuentos:

Así, en “La marca del crimen” tenemos una historia de detectives a la vieja usanza con el boticario quiromántico capaz de ayudar a resolver un caso; en “Hermanas” el final está cargado de amargura, todo por  el desdén de una sociedad que se alimenta del escándalo; “Vanidad dorada” le sirve para hablar sobre la idealización del escritor por algunos lectores ahondando en los motivos por los que la gente lee libros para concluir que, muchas veces, no es por la calidad de los mismos; más doloroso por sus consecuencias es “Más que amable”, donde ataca despiadadamente la diplomacia sobre lo “políticamente correcto” en el trato personal y familiar; me gustaría citar también, por su audacia, esa joya freudiana e introspectiva que es “El hermano del señor Amberly”, donde profundiza aún más, si cabe, en el estudio de la identidad de la persona y en la forma de afrontar los miedos personales.

En fin, estamos, cómo no, ante una obra excelente, variada, exquisita y, desde luego, de calidad de una autora que, actualmente, aún siendo del siglo XX, me parece simplemente imprescindible. Stella Gibbons tiene ya varias de sus obras publicadas por aquí y, desde luego, nadie debería perderse ninguna de ellas.

¡Feliz Navidad con libros!

No podía dejar pasar la oportunidad de felicitar las navidades a los lectores de este blog, que, aunque sean pocos, desde luego son escogidos.

Se puede ver en la portada la imagen del Nacimiento que tenemos puesto en casa, una imagen navideña y con la que os hago partícipe de nuestra alegría para el año que viene.

Os pongo una foto de las últimas adquisiciones y aprovecho para recomendar alguna de ellas para estas fechas, aunque todavía no las haya leído pero puedo asegurar que van a cumplir su cometido.

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Mi primera recomendación es una recopilación de relatos ambientados en la Inglaterra costumbrista de comienzos del siglo XX, “Navidades en Cold Comfort Farm” de Stella Gibbons es un conjunto de historias cortas con los protagonistas de las dos anteriores novelas que ya hemos visto publicadas por aquí “La hija de Robert Poste” y “Flora Foste y los artistas”, con el acicate de ser, además, navideñas; nos puede ofrecer historias clásicas, muy divertidas y chisposas, un entretenimiento sano garantizado.

El segundo, aunque no aparezca en la foto, me va a caer en Reyes; es otra recopilación, la de los “Cuentos completos de Navidad” de Charles Dickens, con todos los que hizo el imprescindible escritor inglés para esta época y que viene muy a cuento para conmemorar el bicentenario del nacimiento del británico. ¿Hace falta defenderlo a estas alturas? Es tan necesario que toda persona debería tenerla en su casa.

El siguiente ya es algo más personal; con motivo del estreno de “The perfect American” de Philip Glass en el Teatro Real en Enero se acaba de publicar en España el libro homónimo que ha inspirado la obra en cuestión. Escrita por Peter Stephan Jungk, su lectura promete una visión muy distinta de la que tenemos en la cabeza del siempre interesante Walt Disney, espero que, desde luego, sea amena y, por qué no, enriquecedora como todo aquello que trastoca un canon establecido.

Y para acabar, algo más transgresor, dos predilecciones mías en cuanto a novela de género; para los amantes del terror, Valdemar acaba de sacar una edición con una espléndida recopilación de textos de los últimos 25 años, “Miedo en el cuerpo”, que asegura escalofríos y miedo del bueno para los grandes aficionados como yo. Y para los amantes de la novela negra de calidad, Sajalín nos trae la última de Edward Bunker, “Little Boy Blue”, hardboiled del más radical y muy bien escrito.

Eso es todo por ahora, a principios de año pondré la lista de lo que más me ha gustado este año que, por lo que estoy viendo no coincide casi con nada de lo que hacen en distintos periódicos y blogs… eso me llena de satisfacción, hay que reconocer que va a ser muy personal.

¡Feliz Navidad!! ¡Qué pases unos días muy entrañables con vuestras familias!