Resumen Febrero 2015. Manteniendo ritmo

Este mes llego aún más tarde al resumen del mes anterior. Y encima he publicado menos reseñas. No tengo tiempo personal, el trabajo me está ahogando y tengo una falta de fuerzas evidente para profundizar en las reseñas, por lo tanto, es a lo que llego. No voy a ahondar en dos muy buenos libros como son el de Nooteboom y Gerhardie, lo cual no quiere decir que no anime a leerlos por su calidad. Aquí tenéis lo que he leído durante el mes de febrero: 

Noticias de Berlín de Cees Nooteboom, me da pena no haber podido extenderme más sobre este compendio de las crónicas del gran holandés sobre sus estancias en Alemania antes, durante y después de la caída del Muro. Sus crónicas son más valiosas aún por su carácter único en busca de europeización (debe ser uno de los pocos que todavía cree en ella). La curiosidad es grande ya que, habitualmente sus textos se basan en viajes; en este caso se han realizado en base a sus estancias prolongadas.

“Lo repito, las fábulas son sencillas, no expresan la verdad, sino un sentimiento. ¿Dónde está la Europa con la que hemos soñado durante tantos años? ¿Dónde ha desaparecido? ¿Quién se la ha llevado? ¿Los serbios? ¿Los especuladores? ¿Los decidores de no daneses? ¿Los agricultores franceses? ¿Los obreros de las acerías polacas? ¿Los pescadores españoles? ¿Los políticos impotentes con sus palabras vacías? ¿Los muertos de Sarajevo? ¿Las minorías? ¿Los neofascistas? ¿Los parados de Alemania del Este? ¿La Bundesbank? ¿Los euroescépticos ingleses? ¿Dónde está? ¿En Bruselas o en Londres? ¿En Atenas o en Kosovo? ¿O quizá, a pesar de todo, en Maastricht? Si sigue en vida en alguna parte, nos gustaría recuperarla, no la Europa del Mercado y de los muros, sino la Europa de los países de Europa, de todos los países europeos. Un día, un erudito alemán, Helmuth Plessner, escribió un libro titulado Die Verspätete Nation (La nación retrasada). Fue en los años treinta, y nadie lo escuchó. Deberían devolvernos nuestra Europa antes de que realmente sea demasiado tarde.”

Galatea de Melisa Tuya, un inicio prometedor, si vais al enlace sabréis más sobre ella. Un entretenimiento que se lee sin que te des cuenta y que deja uno de esos finales que se quedan grabados por su audacia.

Asesinato en la planta 31 de Per Wahlöö, no deja de resultar curioso que RBA en su ya caótica y prácticamente desahuciada colección Serie negra (la mejor y más completa de los últimos años) se haya decidido a sacar este libro del sueco. Wahlöö, aquí sin Sjowall, nos ofreció un entretenimiento razonable pero lejos de sus novelas con el comisario Beck tanto en trama como en el humor que destilaba.

Playback de Raymond Chandler, Chandler y su última novela con el gran Marlowe, siempre un placer visitar al maestro; en esta última obra demuestra su buen oficio y no decepciona, es su final.

Secret War II (Segunda Parte): Círculo cerrado de Jim Shooter, segunda parte de las segundas Secret Wars, la obra que se convirtió en una extensión de su grado de endiosamiento; momentos febriles alternados con entretenimiento.

Las apariencias no engañan de Juan Madrid, todo el mundo se acordará de Juan Madrid cuando muera, como con Ledesma; su serie de Toni Romano (o Antonio Carpintero) es de lo mejor en género patrio; crónicas de una época como la transición de una sociedad como la madrileña. Hardboiled hispano que está muy alejado de las típicas novelas policíacas y muy cercano a lo más crudo y sórdido de las calles y sus personajes más marginales.

Glow de Ned Beauman, lástima. Beauman es un autor sobresaliente, ya he hablado alguna vez de él en el blog a propósito de sus anteriores novelas aquí y aquí; en esta ocasión, tenemos una muestra representativa de su buen hacer, muy superior a la media, pero, teniendo en cuenta lo que es capaz de perpetrar, me temo que este libro es un paso atrás en su imparable talento. Un libro muy disfrutable, un buen libro, nada más desgraciadamente.

La libélula de Amelia Roselli, podéis pinchar en el enlace para ver la reseña que hice en su momento. Otro logro de la colección de poesía de Sexto piso. 

Divagaciones rossinianas de Alberto Zedda, ya hablé exhaustivamente sobre él. No creo que haga falta decir mucho más sobre sus indudables virtudes.

Regalo de la casa de Juan Madrid, ¿he dicho ya lo buenísima que es la serie del entrañable Toni Romano?

La sala del crimen de P.D. James, cualquier libro de la autora británica es todo un reto por su capacidad para crear tramas policíacas y por su buen hacer como escritora. Este es duodécimo de la serie de Adam Dalgliesh y, como es habitual, está muy bien hecho desde casi cualquier punto de vista.

La mujer de un solo hombre de A.S.A. Harrison, esperaba más del único libro de la canadiense; quizá es una cuestión de expectativas, pero Salamandra Black sigue ofreciendo forraje de calidad limitada en envoltorio de obras ineludibles; esperaba más de la colección, así que le vamos a dar un descanso porque ni Manzini ni Penny me interesan especialmente. Volveré con ella más adelante según lo que vayan sacando.

Los políglotas de William Gerhardie, ¡Ay del que se pierda al ruso nacionalizado británico! Es toda una tragedia no haberme podido extender como se merece con él pero os dejo un párrafo que ejemplifica su idea del humor extensible a esta fantástica novela:

“-No, así no funciona el humor. Hay humor cuando me río de ti y me río de mí al hacerlo (por reírme de ti), y me río de mí por reírme de mí, y así a la décima potencia. El humor es imparcial, libre como un pájaro. La inapreciable ventaja de la comedia sobre cualquier otro género literario que retrate la vida es que uno se sitúa discretamente por encima de todas las nociones, actitudes y circunstancias así retratadas. Reímos… reímos porque no podemos ser destruidos, porque no reconocemos nuestro destino en ningún logro en particular, porque somos inmortales, porque no existe este o aquel mundo, sino infinitos mundos: pasamos eternamente de uno a otro. En ello reside la hilaridad, la futilidad, la insuperable grandeza de la vida.”

Mujeres & mujeres de Juan Madrid, breve, condensado, pero no menor, para nada, esta cuarta entrega de la saga de Romano.

Desastre total 3: He vuelto de Stephan Pastis, me encanta Pastis, en este libro infantil, el tercero que se publica del autor, la inocencia se mezcla con las novelas de detectives; la creatividad como leit motiv.

Las compras, estas fueron las últimas, os pongo dos fotos porque se me han mezclado dos meses.

Compras_febrero_1

Compras_Marzo1

En cuanto a la previsión de lo que voy a leer en Marzo, en lo que estoy ahora mismo, me equivoqué en cuanto al número, cogí demasiadas. Es una nube de previsiones… como podéis ver en la foto.

Previsión_Marzo1

El próximo mes lo voy a limitar un poco más porque así no hay quién se centre. Lo que tengo claro es que sigo recuperando mucho de lo antiguo, ya que las novedades que están saliendo no están a la altura deseada. Lo bueno es que ha llegado Crispin, y abril promete a Roth, Barth, y muchas otras maravillas. Parece que la cosa empieza a mejorar.

“The teleportation accident” de Ned Beauman

The Teleportation AccidentNo hace mucho estaba hablando de la ópera prima de Ned Beauman “Boxer, Beetle” ; en su reseña me despachaba a gusto con todas sus virtudes; de ahí que me decidiera a ponerme con su segunda obra, “The teleportation accident” que, además, ganaba el Golden Sark para el imprescindible lector Jónatan Sark  en sus premios del año pasado. La descripción de la solapa, y la propia portada, me cautivaron:

“From de author of the acclaimed Boxer, Beetle comes a historical novel that doesn’t know what year it is; a noir novel that turns all the lights on; a romance novel that arrives drunk to dinner; a science fiction novel that can’t remember what isotope means; a stunningly inventive, exceptionally funny, dangerously unsteady and (largely) coherent novel about sex, violence, space, time, and how the best way to deal with history is to ignore it.”

En esta obra, Beauman parte de una base histórica (Berlin, 1931) y utiliza a uno de esos personajes inolvidables por lo enervantes que resultan, Egon Loeser (no puede ser casualidad que su nombre se derive de “Ego” y “Loser”). Es un perdedor obsesionado por dos temas: el científico Lavicini, al cual intenta replicar en su experimento de teleportación con efecto, más bien adversos en alguno de sus compañeros:

“Whatever the truth, that was Lavicini’s Teleportation Accident. As for Loeser’s Teleportation Accident, that wasn’t nearly so bad. Nobody died. The Allien Theatre was not rended apart. Klugweil just dislocated a couple or arms.”

Y, ¡cómo no!, por el sexo, o más bien su falta de él:

“The fact that you are so neurotic about your past lovers makes it both fortunate and predictable that you have so few of them. It’s one of those elegant self-regulating systems that one so often finds in nature.” “I can’t lose this break-up. We’ve all seen what happens to the defeated.” “You didn’t even like her.” “I know. But at least she had sex with me. And it was really good. When am I ever going to have sex with anyone again?” I mean, without paying. Honestly- when? Sometimes I wish I was queer like you. I’ve never seen you worry about all this. Upon how many lucky pilgrims have you bestowed your blessing this year?”

Lo que empieza como una comedia adolescente en el tiempo se va transformando en relatos de distintos géneros, que van desde el simple relato histórico hasta lo noir, pasando por la ciencia ficción; mezcla de géneros que es marca de la casa, y que, como ya he comentado en alguna otra ocasión,  deviene en una narración caracterizada por su ingenio, multirreferencialidad y capacidad de innovación; reforzando su carácter metaficcional. Sólo tenemos que comprobar, en palabras del protagonista, su opinión por la historia:

“History is a sort of fantasy, and Fantasy softens the blow.”

En esta ficción, no puedo negar que me ganó definitivamente en el momento en que encuentra una carta de Lavicini a Nicolas Sauvage para entrar en los terrenos del terror y la ciencia ficción: “Nicolas, my dear friend, mark this: if you persist in your intention to conquer those… dark lower depths, then you will soon find yourself entombed in them. I know it is your proud belief that man should be free to make these –I haven’t been able to work out quite what this next phrase means- unprecedented travels? (ese aviso en la intención de conquistar aquellas bajas y oscuros abismos en los que te puedes sentir como enclaustrado en una tumba, esos viajes sin precedentes, no creo que sea el único que pensó en Lovecraft y sus terrores primigenios y primordiales).

Sensación que se vio corroborada en la segunda parte “Ten pins in a map”  ambientada en Los Ángeles gracias al librero Blimk: “Blimk held up a magazine. It was called Astounding Stories, and on the cover was a lurid painting of a big green blob with lots of eyes and tentacles chasing two explorers through an icy cave, above a banner advertising a serial called “At the mountains of Madness” by H. P. Lovecraft.”

“Who’s H.P.Lovecraft?” “Fella from Rhode Island. Writes stories about monsters from other dimensions. Cults. Human sacrifice. Alien Gods. They’re pretty good.”

De ahí hasta el final todo es posible, viajes en el tiempo y en el espacio, asesinos en serie, amor y… como colofón, una cuarta parte  llamada “Zeitgeisterbahnhöfe (four endings)” donde se suceden cuatro conclusiones:

En uno de los finales, el de Washington de 1947 Loeser acabará diciendo sobre la historia…

“THE CHIEF INVESTIGATOR: So what you’re contending, Mr Loeser, is that history is a nightmare from which you are trying to awake?

MR LOESER: No. History is an alarm clock I want to throw through the window”

Por si aún no nos había quedado claro que la historia es un simple pretexto para construir su ficción.

Los otros finales, bastante sorprendentes, sobre todo el último, los dejo para quien se atreva a leer esta pequeña maravilla de novela contemporánea que aún no está disponible en castellano, sólo es posible leerla en su lengua original; yo creo que, si hay que hacer el esfuerzo, mejor hacerlo con esta. No exagero al considerar que, con lo buena que era su ópera prima, posiblemente esta sea aún mejor. Habrá que esperar la siguiente, el listón se ha puesto muy alto, esperemos que se supere aún más.

Abril 2013, un mes dedicado a la literatura de género

Sin duda, marzo ha supuesto coger carrerilla en las lecturas; ya que han aumentado tanto en calidad como en cantidad. De los catorce libros que han caído ha habido de todo; en español, en inglés; de ciencia ficción, histórico, novela negra, comedia; una mezcla que, sinceramente, ha resultado muy fructífera. Paso a resumirlas de modo somero, dado que de algunas ha habido ya reseñas y de otras llegarán más adelante:

“Americana”  del gran Don Delillo , la primera novela del autor norteamericano resultó ser un comienzo brutal, donde ya podíamos ver un escritor maduro, nos mostraba lo que sería su literatura posterior.

“Acuéstala sobre los lirios” de James Hadley Chase, en Abril pondré un comentario sobre él, aprovechando el mes monográfico. Baste adelantar que el británico es un seguro en materia policíaca.

“Asesinato en la oscuridad” de Margaret Atwood, mi debut con ella presagiaba muchas maravillas a descubrir.

“El canto del cisne” de Edmund Crispin, otra inspirada novela de detectives con el gran Gervase Fen, encima ambientada en el mundo de la ópera, mezcla irresistible.

“El cuento de la criada” de Margaret Atwood, la confirmación, en mi caso personal, de una de las más grandes actuales.

“¡Abajo el colejio!” de Geoffrey Willans y Ronald Searle, gamberrada británica ilustrada, divertida, satírica…

“Algodón en Harlem” de Chester Himes, no, ahora no voy a defender al norteamericano, quien no lo conozca todavía, se pierde uno de los más grandes de literatura policíaca.

 “Boxer, beetle” de Ned Beauman, el comienzo de mis reseñas de novelas en inglés; una propuesta arriesgada, una narración contemporánea, una novela actual.

“En la corte del lobo” de Hilary Mantel, ¿quién ha dicho que la novela histórica no puede ser interesante?, ¿quién ha dicho que no se puede contar el período de los Tudor otra vez y no aburrir?

“Ubik” de Philip K. Dick, apasionante muestra de la mejor ciencia ficción, hay vida más allá de “Blade Runner”.

“Integridad” de Luisfer Romero Calero, me extenderé este mes, debut excepcional de uno de los hijos bastardos de Philip K. Dick.

“El asesino ciego” de Margaret Atwood, sí, una obra perfecta, ya hablaré ya…

“The teleportation accident” de Ned Beauman, segunda obra del escritor británico, un festín literario en todos los sentidos.

“La saga del sagú de Slatery” de Flann O’Brien, póstumo comienzo de una serie de novelas que prometían… pero que no pudo acabarlas por su temprana muerte. Una lástima…

Para el mes de abril me apetece un montón olvidarme un poco de mi proyecto literario y dedicarlo a la novela de género; caerán lecturas de todo tipo, con predilección por la novela negra/policíaca; pero también habrá ciencia ficción, aventuras, etc… los motivos para realizar este monográfico son, más o menos, los siguientes:

-Acumulación de títulos, de esta manera liberaré la ingente pila de libros pendientes.

-Necesidad de centrarme en la carrera el tiempo disponible, leeré los títulos que me quedan en inglés. De ahí que necesite alternarlo con títulos más ligeros y fáciles de leer.

-Darle la importancia que se merece a este tipo de literatura, poner un granito de arena a impedir que sea denostada sistemáticamente por no ser “literatura”.

Entre los libros que caerán, echad un vistazo a mis últimas adquisiciones….

2013-04-04 23.04.19

Sí, varias de ellas van a ir, y algunas de las que tengo ya por aquí. Como no sé por dónde concluirá el tema, prefiero dejarlo ahí. Será sorpresa tras sorpresa. Será un mes fantástico para introducirse en nuevas historias, nuevas fabulaciones. Eso es literatura.

“Boxer, Beetle” de Ned Beauman

Boxer BeetleUna de las grandes ventajas de la globalización actual es el acceso casi en tiempo real a un montón de documentación por todas partes; no solo a través de Internet, sino a través de tiendas y otros medios con los que se puede conseguir casi de todo. Hace años era impensable conseguir en España, por poner un ejemplo, todas las temporadas del Doctor Who (aunque sean en inglés), a menos que te fueras a Inglaterra a comprarlas y te las trajeras, tarea harto dificultosa por la cantidad de Dvds que tendrías que poner en varias maletas.

Hoy, si el inglés no es un impedimento, puedes acceder a mucha cultura; y como seas inquieto, estás perdido; porque intentarás conseguir una cosa tras otra, las posibilidades son infinitas. En mi caso personal, tengo que reconocer que estoy utilizando estas opciones y lo voy a empezar a utilizar igualmente en el blog; ¿y cómo será eso? Ya desde hace tiempo alterno lecturas en nuestra lengua con la de la pérfida Albión e iré poniendo aquellas que valgan la pena; algunas estarán disponibles en España en diversas traducciones pero otras, posiblemente, solo se puedan leer en la lengua original porque difícilmente alguna editorial las traerá por aquí. La lectura que escojo para inaugurar este espacio de lecturas es “Boxer Beetle” del jovencísimo (27 años) Ned Beauman, escritor inglés que ejerce de crítico literario y que debutó con esta novela en el 2010.

El comienzo de dicha novela no puede más que arrancarnos una sonrisa:

“In idle moments I sometimes like to close my eyes and imagine Joseph Goebbels’ forty-third birthday party. I like to think that even in the busy autumn of 1940, Hitler might have found time to organise a surprise party for his close friend.”

Estos pensamientos, relacionados con una fiesta de cumpleaños de Hitler a Goebbels, están en la cabeza de nuestro oloroso protagonista Kevin, que posee una enfermedad que le hace apestar a pescado, de ahí su sobrenombre Fishy y que se dedica a buscar y coleccionar cualquier tipo de accesorio o recordatorio relacionado con los Nazis; la trama se desencadenará cuando encuentre una carta de agradecimiento a un tal Doctor Erskine por parte del mismísimo Hitler:

“Dear Doctor Erskine,

I have received gifts from popes, tycoons, and heads of state, but none have ever been so singular or unexpected as your king tribute. It is a reminder that the conquests of the scientists are every bit as important to our future as the conquests of the soldier. I hope you will keep me informed of the progress of your work – perhaps one day the Third Reich will have a position for you. How is your German?

Fond regards

Adolf Hitler.”

Esto desembocará en dos líneas temporales, por un lado la de Fishy intentando encontrar qué es lo que hizo tan feliz a Hitler que fuera tan singular e inesperado comparado con regalos de magnates y papas; por el otro, una línea ubicada en 1935-1936, donde el protagonista será el boxeador Seth Roach Sinner; sus genes y la manipulación genética que Erskine, como típico “mad doctor” intentará realizar en el cuerpo de Sinner, incluso después de su muerte:

 “I want to buy your body as one might buy a dog or an armchair. I won’t restrict your freedom in any meaningful way, but until your death you’ll submit to whatever experiments and observations I wish to perform in the service of my theories. And after that, I will have custody of your remains.”

Las sorpresas se irán sucediendo en ambos tiempos para confluir en una solución final, pero todo en la novela es retador: la creación de una nueva lengua al estilo del Esperanto, un proto Esperanto de hecho; la evolución genética de un escarabajo (beetle) con genes humanos dando lugar a ese encantador espécimen que es el Anopthtalmus hitleri; la fusión de géneros se va sucediendo según va avanzando irremisiblemente la trama… hasta un sorprendente y emocionante final.

El momento en que la hermana de Philip Erskine comenta lo siguiente supone, quizá, en ese instante, la definición del tipo de novela que Beauman quiere crear, lo que quiere transmitir:

 “It sounds wrong! That’s exactly it – in a manner of speaking. You see, everyone says atonality is a perversion. Serial music is supposed to be foreign and sinister and subversive. All those fools think the tonal system is God’s law, so if you cast it aside you must be mad or bad. And they’re right that the tones pull towards triads and triads pull towards tonality, but the whole point of life is to resist whatever pulls on your –you must know that even better than I do.” “Schoenberg says, “What distinguishes dissonances from consonances is not a greater or lesser degree of beauty, but a greater or less degree of comprehensibility.” But he’s wrong. Beethoven is not easier to understand that Berg. It’s not about beauty or comprehensibility. It’s about life. Dissonance is the sound of life in the twentieth century.”

Quizá lo que sucede es que estamos demasiado acostumbrados a las consonancias de tiempos pasados, pero parafraseando al escritor “la disonancia es el sonido de la vida en el siglo veinte”, y ya puestos, en el siglo veintiuno.

escarabajo-hitlerEste relato disonante refleja más de nosotros mismos y de nuestro tiempo que lo que podemos pensar inicialmente, es un reto, quizá las narraciones contemporáneas tienen que ir por ahí; podríamos llamarlo postmodernismo, pero más bien tendería a inclinarme por los “Cultural Studies”, “interracialidad” de géneros, referencias pop, falta de linealidad temporal, personajes aparentemente enervantes, extraños…. Vaya unión explosiva de elementos para una novela diferente, original, divertida y, sobre todo, innovadora.

Para los que no puedan leerlo en inglés tenemos la versión española traducida aquí por “Escarabajo Hitler” y publicada por la editorial Funambulista . Los que se atrevan, sí, mejor en inglés, vaya que sí. Una buena ocasión de leer algo distinto.