19 librazos para el día del libro del 2023

Este año me ha costado horrores llegar a esta lista. Las cosas han cambiado mucho. Antes, por escribir en un medio, no me cortaba en pedir a las editoriales sus planes para los próximos meses, a eso se sumaba que la librería en la que compraba estaba en Madrid y podía pasarme en cualquier momento a coger algún libro que me faltara para completar la lista. Ahora soy un simple particular que lee mucho. Pocas cosas hay más irrelevantes.

En un mundo tan globalizado y con tanta gente recomendando libros independientemente de lo que se lea, mi contribución es poco más que una anécdota, no aporto prácticamente nada. Y el año que viene espero aportar menos porque no puedo comprar lo que compro ahora mismo. Mantendré las listas este año… el año que viene, ya veremos. Dicho todo esto, allá va la selección que he preparado para este día del libro:

Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras), hay que reconocer que desde Malas Tierras están configurando un catálogo independiente muy interesante y que busca diferenciarse del resto de editoriales, y esto se está cuidando hasta en el formato escogido, diferente al de otras editoriales; quizá lo que más me ha gustado es la recuperación de autoras que han pasado bastante inadvertidas por estos lares y sin limitarse al mercado anglosajón. Tal es el caso de la francesa Marie Redonnet y la recuperación de este título tan peculiar. Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina. Traducción: Rubén Martín Giráldez


Cuentos de lo insólito de May Sinclair (Biblioteca de Carfax), siendo fiel a mis costumbres, lo que me gusta empezar el año con el primer libro que sacan en la Biblioteca de Carfax recuperando a alguna autora victoriana. En esta ocasión le toca a May Sinclair, prácticamente desconocida a pesar de ser, como dice en el prólogo, una “dama vanguardista que cayó en el olvido”. La selección está formada por siete cuentos, aunque uno de ellos (El defecto en el cristal) con la longitud de una novella. Historias que se leen y se disfrutan de una manera muy actual a pesar de ser del siglo XIX gracias las interesantes ideas de la autora. Una lectura estupenda. Traducción: Shaila Correa


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), ya iba tocando que De Conatus hiciera su aparición en mi lista y con la publicación de este libro del afroamericano Percival Everett es una ocasión estupenda para recomendar sus títulos. La novela de Everett es una mezcla de estilos muy atractiva donde se junta una investigación policíaca con un aparente serial killer que se dedica a asesinar a blancos que, en el pasado, se dedicaron a hacer linchamientos a personas de color. Ambientada en la actualidad (con Trump y el Ku Klux Klan….) no se centra solamente en ese margen de tiempo sino también en el pasado y el autor lo utiliza para reflexionar sobre el odio al diferente de una sociedad como la norteamericana. Lo mejor de todo es que, además, en esa aparente seriedad sobre los temas tratados siempre hay un esfuerzo cómico que funciona a la perfección, como comedia negra no tiene precio. Una de las primeras grandes obras del año. Traducción: Javier Calvo



Los noventa de Chuck Klosterman (Península), me da un poco de pena que este título se haya publicado en una de las grandes monopolizadoras literarias, de ahí que no pierda la oportunidad de recomendar las anteriores novelas del autor publicadas con tanto mimo y buen gusto en EsPop, no perdáis oportunidad de leer alguna de ellas. El blurb que aparece en la portada de este último título es, en mi opinión, muy acertado ya que estamos posiblemente ante uno de los mejores cronistas culturales de la generación X. Klosterman coge una década, la de los noventa, y vuelve a demostrar su capacidad de síntesis sin perder rigurosidad y añadiendo siempre pequeñas notas cómicas que hacen que sus ensayos siempre sean muy entretenidos. Evidentemente, el tema tratado está muy dirigido en esta ocasión a un público objetivo (yo estoy muy incluido) que ha vivido esa época y de la que guarda tantos recuerdos. De hecho, a pesar de algunas particularidades muy específicas de EEUU, la mayoría del contenido es perfectamente reconocible y disfrutable, como él bien dice es, posiblemente, la última etapa antes de la entrada global de internet donde este tipo de crónica será mucho más difícil por la falta de fenómenos centrales y la mayor distribución. Me gusta mucho todo lo que comenta pero, especialmente, cuando se refiere a temas culturales (música, cine.. etc..) me parece que está aún más inspirado (sólo hay que ver sus reflexiones sobre Nirvana y el Grunge o Tarantino y Pulp Fiction). Hacía tiempo que no ponía ensayos en mis listas y han vuelto por la puerta grande. Qué magnífica propuesta. Traducción: Ana Camallonga

Finlay Donovan: Una escritora de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), nome voy a atribuir el mérito de haber llegado a esta novela, no la tenía en el radar, es uno de esos ejemplos maravillosos por los que vale muchísimo la pena dejarse recomendar por buenos libreros, y para eso tengo uno de los mejores (para mí, el mejor); Jónatan sabe lo que leo, sabe mis compras, sabe lo que más disfruto, y según eso, es capaz de recomendarme escritoras que pueden gustarme y os puedo asegurar que acierta en un porcentaje altísimo. El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega. Traducción: Jorge Ollero Castela

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña), han pasado más de diez años desde que empecé a leer a Joyce Carol Oates (nada como tener a Goodreads para sacar este tipo de datos inútiles). Estaba casi convencido de que Bestias (en la edición de la extinta editorial Papel de Liar) fue el primer libro pero estaba equivocado. El primero fue el ahora inencontrable A Media Luz (publicado por Lumen en su momento); fue el segundo. Me acuerdo de él especialmente ya que me causó mucha impresión por lo que narraba y por la forma de hacerlo. Esta nueva edición (con nueva tradición del título) me ha parecido maravillosa. La portada no resulta tan impactante como la de la edición anterior pero el trabajo de la traductora subraya aún más las muchas virtudes de la historia, la decadencia de los protagonistas unida a su perversión, la sutileza con la que trata temas tan potentes y, sobre todo, un gusto poético a la hora de transmitir todo el lirismo de lo que nos cuenta. Sentí la necesidad de leer más lentamente para poder paladear cada frase, cada párrafo espléndidamente construido. Sólo espero que no sea la última obra que nos traigan de la autora. Traducción: Pepa Linares

.


La Jugada Final de Jennifer Lynn Barnes (Molino), no me extraña nada el éxito de Lynn Barnes con esta saga y con la autora. Parece mentira que llevara ya más de veinte libros en su haber y nadie se hubiera atrevido a traerla por aquí. Me imagino que sería por el típico prejuicio a publicar novelas de género para jóvenes, afortunadamente, con el auge que estamos viviendo estos últimos años (también en España) para este tipo de novelas, ha encontrado su hueco y es un hueco tremendamente jugoso. Sus ingredientes para el éxito son claros, capítulos cortos, tramas muy bien urdidas, bastante culebrón, dejando cada capítulo con una revelación que ayude a continuar y, cómo no, mucha imaginación. Estos Juegos de la Herencia son el epítome de todo lo que hace bien la autora. No tengáis miedo, coged el primero y seguro que llegáis al tercero sin esfuerzo y disfrutando un montón Nota importante: a pesar de ser libros dirigidos para un público son disfrutables por todo el mundo igualmente. Traducción: Martina García Serra


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), qué maravilla todo lo que trae tránsito, en esta ocasión me ha costado escoger porque los tres títulos que han sacado últimamente son todos buenísimos y no me suele gustar repetir editoriales pero la ocasión lo merece. El primer título es de la escritora Myriam Gurba, una escritura norteamericana de origen mexicano que compone aquí su novela de formación autobiográfica personal. Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser. Traducción: Elisa Díaz Castelo


Huir de Evan Dara (Pálido fuego), probablemente, Dara sea el autor actual que mejor sabe utilizar el recurso del narrador colectivo (una narración en la que se van superponiendo las voces de un montón de personajes innominados); en Huir parece la mejor solución para contar la progresiva destrucción de un pueblo cuando el motor económico de la localidad echa el cierre de manera inesperada. Lo bueno de esta novela es que, en esta ocasión, lo alterna con algunas individualidades, personajes con nombre que actúan directamente ante los eventos que se suceden tanto para intentar evitarlo como para revitalizarlo posteriormente. De  esta manera una historia que refleja tan bien los problemas del capitalismo consigue mostrar cómo afecta en general y de manera personal a algunos de sus habitantes dando una implicación emocional al mismo tiempo que describe hechos objetivos. Con Dara nunca te equivocas, lecturas que ayudan a reflexionar y que se disfrutan en mayor medida con el manejo del lenguaje del autor. Traducción: José Luís Amores

La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán (Siruela), qué gran acierto por parte de Siruela incluir en su colección de clásicos de novela negra a la autora gallega, lo de doña Emilia es de no creerse lo buena que era. Capaz de transitar por cualquier tipo de género (terror incluido) y hacerlo antes que nadie. Esta pequeña narración policiaca vuelve a demostrar todos esos aspectos pero se magnifican aún más porque estamos hablando de 1911, no había prácticamente referentes españolas en esa época y Pardo Bazán decide nada menos que presentar el tropo del entrometido/a para narrar una historia que subvierte muchos de los tropos habituales inherentes al género en una época en la que no era nada común. El final es tremendo (y nuevamente poco habitual) y su estilo es, como ya sabemos, cuidado hasta el límite. Sinceramente, lo comparas con obras más modernas y tendrías serias dudas para saber cuál es la moderna (sólo el lenguaje la delata).

El hombre joven de Annie Ernaux (Cabairet Voltaire), desde que le concedieron el Nobel de literatura, nueve libros suyos han pasado por mis estanterías (y seguirán cayendo). Me convence totalmente su estilo y la forma de narrar lo que le sucede, sobre todo cuando se trata de hechos que se salen de lo habitual. Por ejemplo, en este libro, una de las veces que está saliendo con el chico en cuestión, piensa lo siguiente: “A veces notaba en algunas mujeres de mi edad el deseo de atraer su mirada según, pensé, una lógica simple: “Si le gusta ella, es que prefiere a las mujeres maduras; entonces, ¿Por qué no a mí?”. Conocían perfectamente su lugar en la realidad del mercado sexual, y que fuera transgredido por una de sus semejantes les daba esperanza y audacia.” Ella es perfectamente consciente de cuánto está transgrediendo una situación, y no sólo piensa en cómo la mirarían los hombres (previsible) sino cómo se sentirían mujeres como ella, mujeres que están “fuera de mercado”. Qué audaz es Ernaux a la hora de transmitir sus sentimientos y qué necesario es que haya personas como ella que no tengan miedo a salirse de establecido. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


Los empleados de Olga Ravn (Anagrama), no suelo poner libros de Anagrama, posiblemente no vuelva a poner otro pero, en esta ocasión me lo voy a saltar con un libro distinto y poco habitual en su catálogo. Gracias a la recomendación de Adrián Álvarez me sumergí en su lectura y tengo que reconocer que su planteamiento me parece muy sugestivo: una distopía planteada desde una nave que lleva meses sobrevolando el planeta Reciente descubrimiento y en la que conviven humanos con humanoides de una manera simbiótica en su principio para acabar deformándose en la parte final. Tiene mejor planteamiento que conclusión pero yo me quedo con la narración sensorial de Olga Ravn, una narración muy atenta a los colores, los sabores y, sobre todo, los olores: “El resultado de mi investigación determina que el mejor modo de comunicarse con los objetos es a través de los aromas. Por eso, cuando estoy allí dentro, masco hojas de laurel. He logrado numerosos avances en mis estudios gracias a esta técnica, y he conseguido ni más ni menos que varios de los objetos respondan a mis peticiones desprendiendo ellos a su vez un aroma.  Cada objeto posee en su seno un aroma distintivo, y hasta me atrevería a decir que personal, y el objeto lo aferra como una mano que protegiera una perla.” Traducción: Victoria Alonso


Madres oscuras de Varias Autoras (Horror Vacui), curiosísima propuesta de Horror Vacui que se centra en la presentación de madres (ojo, no maternidades) desde un punto de vista más oscuro de lo habitual y lo hace con una combinación de autoras totalmente heterogénea que va desde George Sand y Willa Cather hasta autoras contemporáneas actuales como Eva Cid y Layla Martínez. Diez historias que tienen como objetivo que nos olvidemos de los ejemplos de madres habituales para demostrar que existen otras posibilidades y no todas ellas son satisfactorias, ahondando más en la idea de las “malas madres”. Lo mejor es acudir sin ideas predeterminadas y dejarse llevar, todo un festín de heterogeneidad. Traducción: Sergio Chesán


La llave maestra de Bernard Capes (Who editorial), me parece muy interesante el trabajo que está haciendo una editorial pequeña como Who, ya que de una manera marginal se está acercando a unas obras policíacas (de una época increíblemente pródiga en títulos) centradas en lo detectivesco pero sin sacar las opciones más habituales (dentro de un género que es un nicho en sí mismo más allá de Agatha Christie). De ahí que la traducción de este libro de Bernard Capes se convierta en todo un acontecimiento ya que, como dice Chesterton en el prólogo nos encontramos con un escritor que resulta ciertamente poético en su planteamiento de las situaciones y de la propia historia sin resultar un óbice para el avance de la trama principal. Tiene uno la impresión de estar ante un orfebre que alterna poesía con prosa sin que apenas nos demos cuenta; da gusto encontrar una posibilidad como esta, sobre todo si, como a mí, te apasiona la época del Detection Club. Traducción: Manuel Navarro Villanueva


El evangelio del Nuevo Mundo de Maryse Condé (Impedimenta), qué bien que Impedimenta haya tomado la sanísima costumbre de sacar un libro de Condé al año, la ganadora del Nobel alternativo el año que no hubo Nobel de literatura siempre es una opción segura en cuanto a calidad y entretenimiento. Este libro es, además, el último que se ha publicado de la autora a nivel internacional y es una visión alternativa del relato mesiánico sustituyendo la figura cristiana de Jesús por Pascal, un ambiguo personaje que actúa como si fuera un Mesías en unas circunstancias totalmente diferentes. Lo bueno como siempre es que la autora utiliza este relato para presentar temas relacionados con el colonialismo y el racismo y el relato no se resiente y resulta muy ameno. Los que conozcan el relato bíblico disfrutarán aún más de los contrastes que se van presentando. Traducción: Martha Asunción Alonso


Jesús y John Wayne de Kristin Kobes Du Mez (Capitán Swing), pues sí, en esta ocasión ha caído más de un ensayo en los títulos recomendados para este día del libro. Tengo que reconocer que el tema me interesaba bastante a nivel de actualidad política pero después de ver esa portada, es de esas pocas veces en que un título se vuelve irresistible desde que lo ves por primera vez. Si además te encuentras con un material tan bien meditado y desarrollado como el de Du Mez, me veo en la obligación de recomendarlo sin ningún tipo de reticencia. Traducción: Gemma Deza Guil

Less está perdido de Andrew Sean Greer (ADN Novelas), Less fue excepcional, sin medias tintas, conseguía un equilibrio maravilloso, como bien decía mi amigo Jónatan entre la comedia, lo queer y aquello que es dramático y no se puede controlar, un punto de desesperación ante la vida. La segunda novela con el mismo encantador protagonista no puede ir mal porque el escritor tiene mucho talento. Puede que no gane el Pulitzer (como ocurrió en la anterior entrega) pero seguro que uno se lo vuelve a pasar bien de nuevo con él. Traducción: Miguel Marqués Muñoz

Sólo quería bailar de Greta García (Tránsito), la “verborreica” y deslenguada autora, Greta García, compone en esta obra tan particular una tragicomedia andaluza, o un drama vestido de comedia, que casi sería más exacto. Tuve dudas entre esta novela y la de Lucille Clifton pero al final me he decantado por la opción española porque, al fin y al cabo, no suelo poner tantas por aquí. También la he puesto porque me ha resultado más potente a nivel de lenguaje, quitando los típicos estigmas que reciben los andaluces por su forma de hablar, y porque la autora es salvaje e irreverente, se atreve con todo. No es fácil encontrar un despliegue de tal calibre, hay que afrontarlo sin miedo a lo que puedas encontrar, seguro que consigue escandalizar en algún momento y me parece muy saludable.

Crímenes Reales de Samantha Kolesnik (Biblioteca de Carfax), la colección Deméter avanza y con cada título conforma una forma distinta de confeccionar un catálogo diferenciador con respecto a otras editoriales e incluso en comparación con su sello principal. Las editoras de Carfax no sólo se dedican a publicar terror sino que, con cada título que sacan, definen aún mejor su idiosincrasia gracias una selección sencillamente fabulosa. Ese libro de Kolesnik es una nueva piedra en esta construcción y vuelve a demostrar el buen gusto de las editrices. El relato es muy crudo, se acerca al splatterpunk pero sin recrearse en él, y sirve para reflejar lo importante que puede llegar a ser en la formación de una persona los abusos sufridos a lo largo de su infancia, hasta el punto de originar una nueva espiral de violencia de la que no es posible salir. Suzy y Lim son los perpetradores y víctimas al mismo tiempo y no hubo forma de que apartase la mirada del libro hasta que leí la última palabra. Duro, descarnado y doloroso en apenas doscientas páginas, intensidad pura para los amantes del terror . Traducción: Shaila Correa

Y con esto llego al final, diecinueve títulos entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato. ¡A disfrutar!

Dos Antologías: “Tras las huellas de Arsenio Lupin” y “Relatos hispánicos asombrosos y de terror”

tras-las-huellas-de-arsenio-lupin-9788494148941Lo que son las cosas, estas últimas semanas no hago más que leer antologías de cuentos de diferentes tipos; las dos propuestas que traigo hoy tienen que ver con el género y se caracterizan por tener autores de lo más variado, no son de un autor únicamente.

La primera, desde su título, “Tras las huellas de Arsenio Lupin” nos aclara de alguna manera por dónde puede ir, en el prólogo de Miguel Ángel de Rus de M.A.R. Editor queda meridiana esta condición:

“Cinco clásicos se reúnen en este libro, para deleite de quieres conocieron la literatura negra, criminal y detectivesca en sus orígenes: Maurice Leblanc, Marcel Schwob, Ambrose Bierce, Arthur Conan Doyle y Guillaume Apollinaire. Les rinden homenaje autores que en su obra literaria han buscado habitualmente el lado más oscuro del alma humana como Manuel A. Vidal, Kalton Harold Bruhl, Isaac Bélmar, Juan Guerrero Sánchez, Andrés Fornells y Joseba Iturrate, y autores que han preferido decantarse por disfrutar del hecho histórico, de la vivencia de la época, como Montserrat Suáñez, Belén Rodríguez Quintero, Raymond Mora Espinosa, Sol Antolín Herrero, Ángela Hernández, Pilar Mata Solano, Javier Fernández Jiménez y Sonia Ehlers. 

M.A.R. Editor ofrece al lector volver al pasado y sanar las heridas del alma. El lector decide si avanza a través de sus páginas.”

Los cinco clásicos que comenta son ciertamente imprescindibles: desde el ocurrente caso de Arsenio Lupin en “El collar de la Reina” hasta “Su último saludo en el escenario” de Doyle pasando por “Mi crimen favorito” (Incluido también en “El clan de los parricidas y otras historias macabras” de Bierce que comenté aquí) que rebosa maldad y buen hacer a partes iguales (“Sin excepción, creo poder afirmar que en lo referido a atrocidad artística, mi asesinato del tío William ha sido superado muy pocas veces”) .

Los motivos para incluir ciertas historias en una antología con este nombre están, en algunos casos, ciertamente difusos, hay una sensación de irregularidad más que patente que desluce el resultado final.

A pesar de algunos relatos reseñables como “Los comediantes” de Raymond Mora Espinosa (“-El mundo es un teatro, y los hombres no son más que meros comediantes”) o el “Gambito Veneciano” ambientado en la Venecia del siglo XIX de Montserrat Suáñez; o incluso “El foulard escarlata” de Pilar Mata Solano, donde la prensa se convierte en el desencadenante de los asesinatos.

Junto a estos, nos encontramos un despropósito total en cuanto a historia, edición y faltas de ortografía en cada página: “La encantadora Madame Delamieux” de Andrés Fornells. No es posible que un cuento de esta calaña haya pasado algún filtro, me sorprende desagradablemente.

Por fortuna, la recopilación no deja mal sabor de boca por un par de buenas historias en su etapa final: “Ojos Pardos” de Joseba Iturrate,  con una historia que le da la  vuelta al mito del destripador, a la inversa, con las prostitutas acuchillando a criminales o el fantástico “El caso de la muchacha de los cabellos de seda” de Juan Guerrero Sánchez con un guiño final muy conforme  a Leblanc y su Arsenio.

En conclusión, una mezcla ciertamente irregular y agridulce.

relatos-hispanicos-asombrosos-y-de-terror-9788437632667Sin embargo la segunda propuesta que os traigo “Relatos hispánicos asombrosos y de terror” en la edición de Emilio J. Sales Dasí es tan genial que no sé cómo no os la habéis leído ya.

Vale la pena ver la nómina de autores escogida (Relatos de Juan Montalvo, Pedro Antonio de Alarcón, Julio Calcaño, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Miguel de Unamuno, Miguel Sawa, Rubén Darío, Vicente Blasco Ibáñez, Amado Nervo, Pío Baroja, Abraham Valdelomar); en primer lugar, por su calidad; en segundo, porque se demuestra que ellos también se dedicaron a realizar historias de terror o ciencia ficción; esto confirma que cada vez se derriba más la frontera entre literatura “seria” y de género y esto es una gran noticia. Sobre todo porque se trata de una edición didáctica, muy pensada para la enseñanza, que no ignora el valor de dicha literatura.

En la imprescindible introducción  tenemos un esbozo del género citando a sus referentes en el extranjero, los Lovecraf, Hoffmann, Poe, etc… para luego centrarse en los autores escogidos y su implicación en lo fantástico:

“La atracción hacia lo fantástico, en todo caso, fue más relevante en unos escritores que en otros. Cuantitativamente, Alarcón, Pardo Bazán, Darío, Nervo o el propio Pérez Galdós probaron las posibilidades de lo inverosímil en varios de sus relatos, mientras que la incursión en estos territorios sería más ocasional en Blasco Ibáñez o Baroja. Por otra parte la oportunidad de tales ejercicios surgió en momentos diferentes de la trayectoria creativa de cada escritor. Así, mientras el cuento “Médium” se integraría en “Vidas sombrías”, primer título dado a la imprenta por Pío Baroja, el relato “¿Dónde está mi cabeza?” fue escrito por Galdós después de su etapa naturalista, en tanto que “El préstamo de la difunta” apareció cuando Blasco Ibáñez ya era un autor sobradamente conocido por sus novelas valencias.”

La selección, no como en la anteriormente mencionada, posee una ordenación cronológica y una unidad temática que aglutina y da sentido al resultado final:

“En la selección de los relatos que integran la antología se ha tenido en cuenta el criterio cronológico, recopilando títulos representativos del cuento fantástico y de terror en castellano del siglo XIX y principios de la centuria siguiente. Pero, asimismo, se ha atendido al propósito de conferirle a la colección una interesante variedad temática que resulte ilustrativa de los motivos característicos de dicho género  y, a la vez, asegure el entretenimiento, sin descartar la opción de animar al público juvenil a la lectura futura de otras obras de la misma índole. […] Si la literatura fantástica se caracteriza por desafiar a las certezas que todos admitimos tradicionalmente, deberás considerar los ejercicios planteados también como un reto que te impulse a penetrar en los reinos del misterio y lo ambiguo. Para esos deberás estar bien despierto y no dejarte doblegar por cualquier visita inesperada. Por si acaso.”

A partir de ahí, solo tenemos que dejar volar nuestra imaginación y disfrutar de lo lindo con propuestas de todo tipo de una gran calidad, por citar alguna:

En “La mujer alta” de Alarcón se afrontan las figuras fantasmagóricas:  “…cuando, a poco de penetrar en mi calle por el extremo que da a la de Peligros, y al pasar por delante de una casa recién construida de la acera que yo llevaba, advertí que en el hueco de su cerrada puerta estaba de pie, inmóvil y rígida, como si fuese de palo, una mujer muy alta y fuerte, como de sesenta años de edad, cuyos malignos y audaces ojos sin pestañas se clavaron en los míos como dos puñales, mientras que su desdentada boca me hizo una mueca horrible por vía de sonrisa….”

En “¿Dónde está mi cabeza?” de Galdós, asistimos a una faceta no tan conocida del autor de “Misericordia”, su capacidad para mostrarnos una situación altamente terrorífica con todo nivel de detalle:

“Antes de despertar, ofreciose a mi espíritu el horrible caso en forma de angustiosa sospecha, como una tristeza hondísima, farsa cruel de mis endiablados nervios que suelen desmandarse con trágico humorismo. Desperté; no osaba moverme; no tenía valor para reconocerme y pedir a los sentidos la certificación material de lo que ya tenía en mi alma todo el valor del conocimiento… Por fin, más pudo la curiosidad que el terror; alargué mi mano, me toqué, me palpé… Imposible exponer mi angustia cuando pasé la mano de un hombro a otro sin tropezar en nada.. El espanto me impedía tocar la parte, no diré dolorida, pues no sentía dolor alguno…, la parte que aquella increíble mutilación dejaba al descubierto….”

En “El que se enterró” de Unamuno encontramos una clave oculta que, en realidad está inherente en nuestras vidas, aunque no queramos ser conscientes de ello:

“En el tratado a que hago referencia sostenía, según me dijeron, que a muchas, a muchísimas personas les ocurren durante la vida sucesos trascendentales, misteriosos, inexplicables, pero que no se atreven a revelar por miedo a que se les tenga por locos. “La lógica –dice- es una institución social a la que se llama locura una cosa completamente privada. Si pudiéramos leer en las almas de los que nos rodean veríamos que vivimos envueltos en un mundo de misterios tenebrosos, pero palpables.”

En “Médium” de Pío Baroja la frontera entre el sueño y la realidad se desvanecen peligrosamente:

 “¿Quién ha dicho que estoy loco? ¡Miente!, porque los locos no duermen, y yo duermo… ¡Ah! ¿Creíais que yo no sabía esto? Los locos no duermen, y yo duermo. Desde que nací, todavía no he despertado.”

El “Finix Desolatrix Veritae” de Valdelomar  nos trae una dixtopía desasosegante, un mundo destruido incomprensible, parece mentira que estemos ante un autor clásico español, ¿verdad?

“-Decidme, por Dios, una palabra! […] ¿Dónde estamos?…

-En la tierra.

-Pero ¿y el Tiempo?

-Ya no hay Tiempo.

-¿Y el Espacio?

-Ya no hay Espacio.

-¿Y el Sol?

-Vele allí, que agoniza; ya está inmóvil.

-¿Qué ha pasado por el mundo?

-Los siglos.

-¿Estamos, pues, en el fin? ¿Hemos sido llamados por Dios?…

-¡Quién sabe!”

Simples ejemplos para demostrar la grandeza de la selección y la edición impecable de esta antología que nos trae Cátedra.  Esto sí que vale la pena.