Mis lecturas favoritas del año 2023

Otro año más que ha pasado y no sé decir exactamente cómo ha ido. De lo que sí estoy seguro es que he disfrutado mucho de mi vicio lector. He ralentizado un poco mis lecturas porque lo del año pasado era inviable en muchos aspectos pero este año debo ralentizarlo otra vez hasta llegar a un ritmo más sostenible. También me estoy planteando cómo van a ser mis lecturas del año que viene pero eso lo voy a poner en mi post de estadísticas y propósitos para el año 2024. Ha sido un año muy positivo y es el segundo año en el que más he leído desde que tengo conocimiento. No ha estado nada mal. En cuanto a tipos de libros, he leído mucho terror nuevamente, ciencia ficción, fantasía, policiaco, juvenil… son géneros bastante representados también.

Dicho lo anterior, es el decimotercer año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Lecturas favoritas Año 2017.

-Lecturas favoritas Año 2018.

-Lecturas favoritas Año 2019.

-Lecturas favoritas Año 2020.

-Lecturas favoritas Año 2021.

-Lecturas favoritas Año 2022.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea. Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática (seguramente cambien el año que viene):

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2023. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así, podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veintidós los elegidos, que parecen acordes en cantidad con las 310 lecturas que he disfrutado.

– El orden en el que aparecen intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

– No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre ya la lista de mis favoritos:

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña) nueva edición y traducción de una de las primeras obras con la que descubrí a Oates hace ya tantos años. Es una obra que sirve para conocer el estilo de la autora, sus temas, la ambigüedad a la hora de plantear la trama y sobre todo, su gran talento. La nueva edición de Contraseña es estupenda ya que acentúa de manera muy positiva sus virtudes. Traducción: Pepa Linares

Huir de Evan Dara (Pálido Fuego),conozco la obra del gran Evan Dara gracias a que existe una editorial como Pálido Fuego y su editor-traductor al frente, José Luís Amores. Siempre es un placer sumergirse en las obras de Dara. Es un autor que juega muy bien con la forma, transformando su estilo según lo que trate y que, además, propone abono fecundo para la reflexión como esta historia de la progresiva destrucción de un pueblo cuando cierra la fábrica en la que basa todo su bienestar. Traducción: José Luís Amores


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), sobre este libro ya escribí lo que me había maravillado a principios de año y pongo a continuación el comentario, no creo que escriba nada mejor sobre ella: “Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser“. Traducción: Elisa Díaz Castelo


La Jugada final deJennifer Lynn Barnes (Molino), el tercer libro de la saga de los Hawthorne y sus Juegos de la Herencia es la culminación del modelo de la autora. Jennifer Lynn Barnes consigue crear una historia juvenil muy entretenida y la dota de mucho dinamismo con capítulos cortos y buenos cliffhangers para que no pierdas en ningún momento las ganas de seguir con ella. Traducción: Martina García Serra


Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras),Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina.” Traducción: Rubén Martín Giráldez


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), a estas alturas prácticamente nadie se acordará de este libro de Percival Everett, sobre todo porque la editorial ha tenido el gran impacto de Jon Fosse y su nobel de literatura. Sería una pena que esta novela y este autor quedaran en el olvido, sinceramente, Fosse me parece muy aburrido. Con Everett me lo pasé genial y es una novela comprometida y divertida. Traducción: Javier Calvo


Finlay Donovan: Una detective de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), estaba repasando lo que dije sobre el libro en su momento y me parece perfecto para la ocasión: “El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega”. Traducción: Jorge Ollero Castela



Monje y Robot de Becky Chambers (Crononauta), me parece genial que en Crononauta hayan adoptado esta línea editorial, no sólo la de la diversidad y la valentía de publicar autores que no publican en las grandes sino una línea en cuanto al estilo porque Chambers es algo distinto, es una autora que exige un ritmo de lectura más sosegado, muy al contrario de cualquier best-seller; al mismo tiempo que te obliga a ese desafío te propone reflexiones, es una literatura radicalmente diferente a lo acostumbrado y eso está realmente bien. Traducción: Carla Bataller Estruch


Acércate de Sara Gran (Biblioteca de Carfax), ya dije que el terror iba a estar representado y empieza con este magnífico libro de Sara Gran, libro que, a pesar de haber sido publicado hace bastante tiempo, no ha visto la luz hasta este año gracias a las editrices de Carfax. Otro dato curioso al respecto es que este año ha habido dos libros de posesiones de nivel mayúsculo y que van a estar en esta lista. Este es el primero, toda una rara avis en la que la autora toma la perspectiva de la poseída. Algo totalmente inusual y que trae un enriquecimiento de la narración increíble. Es un libro fabuloso. Traducción: María Pérez de San Román

La mala costumbre de Alana S. Portero (Seix Barral), este libro lo vais a ver en un montón de listas de lo mejor del año y es lógico. El libro de Portero es una pequeña joya por su manejo de la forma y, sobre todo, porque utiliza la ficción como un vehículo inigualable para reflejar la realidad de una mujer trans. Y consigue que sea muy emocionante, un libro inolvidable.

Muertos de segunda de Christopher Buelhman (Hermida Editores),dentro del género del terror me encantan las novelas de vampiros; desgraciadamente, hay de todo y, en muchas ocasiones tengo que leer productos bastante irregulares o de una calidad ínfima. No es el caso de este hardboiled vampírico de Buehlman que viene a demostrar que se puede seguir escribiendo sobre vampiros y hacer cosas nuevas, aquí, hay un tratamiento de los personajes muy cuidado y la ambientación es una maravilla, como si de una novela negra se tratase. Es un libro espléndido y muy bien escrito. Traducción: Óscar Mariscal

La glándula de Ícaro de Anna Starobinets (Impedimenta), esto ha sido una sorpresa más que agradable, entre otras cosas porque los libros publicados por Starobinets están en su mayoría descatalogados (los sacó Nevsky, una editorial desaparecida); lo mejor de todo es que han escogido reeditar posiblemente su mejor libro de cuentos, una antología que, en esta relectura y con la nueva traducción ha ganado aún más enteros. Es excepcional. Es la mejor manera de conocerla. Traducción: Fernando Otero Macías


Nuestras esposas bajo el mar de Julia Armfield (Sigilo), bien por Sigilo que nos vuelve a traer un libro de la escritora británica Julia Armfield, sus cuentos ya fueron una aproximación diferente. Esta novela vuelve a conseguir adentrarse en un género como el terror de una manera muy diferente, sutil, intimista. Sin centrarse en los sustos o en lo explícito y construyendo una intriga psicológica con un gran desarrollo de sus dos personajes, eso es lo bueno del terror actual, que existen un montón de temáticas, puntos de vista y diversidad. Traducción: Virginia Higa


Una casa sobre tus huesos de Marina Tena Tena (Dimensiones ocultas), el editor de Dimensiones Ocultas, Robbie Darko, no para. Este año ha inaugurado un sello juvenil de terror e incluso un premio, el Lestat, para premiar una novela de terror española. No puedo estar más a favor de su primera ganadora, siempre es un placer leer a Marina Tena Tena porque siempre da un giro distinto a temáticas del terror. Este aparente cuento de hadas es tan perverso en su parte final que no puedes dejar de leerlo. Una pequeña maravilla.

Los chicos del valle de Phillip Fracassi (Dilatando Mentes), como ya he dicho anteriormente, esto ha sido una verdadera casualidad, quién iba a pensar que me iba a leer dos libros de posesiones tan excepcionales y diferentes en un mismo año. El de Fracassi no destaca por el punto de vista pero, sin embargo, tiene un desarrollo increíble de los personajes, la localización es en un orfanato y es brutal, con un crescendo que, además, es tremendamente emocional. Hay que leerlo para creerlo. Traducción: José Ángel de Dios


Todos en mi familia han matado a alguien de Benjamin Stevenson (Planeta), una vez superadas las reticencias iniciales (la irritante voz del narrador poco fiable), estamos ante una historia de corte clásico detectivesco (con muchas alusiones al Detection club) bien narrada y con una buena sorpresa final. Qué recorrido tan particular tiene este libro, como una aclimatación al narrador y luego un gran sentido de la maravilla por su inteligencia.  Traducción: Victor Ruiz Aldana


Un payaso en el maizal de Adam Cesare (Dimensiones ocultas), el gran año de una editorial tan pequeña y centrada en un público tan particular ha tenido el mejor colofón posible con la novela de Cesare, un slasher con una idea muy chula que, además le permite extenderla en una saga que ya tiene dos partes más y que vendrán de la mano de editoriales igualmente. A lo mejor las siguientes partes no serán tan inspiradas pero mientras tenemos este trallazo increíble. Traducción: Robbie Darko


Nada que decir de Silvia Hidalgo (Tusquets), el premio de novela Tusquets de este año está en la mejores manos. El talento de Hidalgo es un seguro de vida, nadie como ella para reflejar en una novela todo lo que hay que sufrir por el hecho de ser mujer y qué forma tan precisa y evocadora de formularlo. Es una autora excelente. Quiero más libros suyos. z


Mi corazón es una motosierra de Stephen Graham Jones (Biblioteca de Carfax), a estas alturas ya no voy a descubrir a nadie a ese coloso del terror que es Graham Jones,  en esta primera parte de su trilogía del lago indio, utiliza a su fabulosa protagonista, Jade Daniels, para realizar un homenaje total al género de los slashers con una cantidad desorbitada de referencias que usará para predecir los acontecimientos que se van a producir. Es un libro tremendo, todo un desafío porque el autor no es para nada sencillo, te obliga a leer de otra manera y es parte de su sello personal. Traducción: Manuel de los Reyes

Conejo Maldito de Bora Chung (Alpha Decay), no es fácil destacar escribiendo cuentos hoy en día, y es así porque hay mucha gente escribiendo y es cada vez más difícil hacer algo genuino, De ahí que esta antología brille con luz propia por convertirse en un mazazo brutal en el estómago. Los cuentos de fantasía, ciencia ficción y terror parecen salidos de las peores pesadillas de la cabeza de la autora coreana. Para mí, es la mejor antología del año. Traducción: Alvaro Trigo Maldonado


La escritura como un cuchillo de Annie Ernaux (Cabaret Voltaire), me encantan los libros en los que los autores/as hablan de sus obras y su método creativo. Aquí se realiza a lo largo de un diálogo durante un año de preguntas y reflexiones entre Annie Ernaux y Frédéric-Yves Jeannet. Me encanta Ernaux con todo lo que hace pero lo de este libro es aún más excepcional. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


El reloj de sol de Shirley Jackson (Minúscula), no se me ocurre mejor manera de finalizar mi lista de lecturas favoritas del año con un libro muy curioso; me encanta Shirley Jackson pero este libro me ha gustado de una forma muy diferente, qué talento el de la autora para construir una farsa total con unos personajes tan disfuncionales, también tiene elementos oscuros pero su talento para la comedia es innegable y me ha vuelto loco descubrirlo aquí. Traducción: Maia Figueroa Evans

Esto cierra el ciclo de mis lecturas favoritas de este año. Veremos cómo se presenta el siguiente. Nunca se sabe.

¡FELIZ AÑO 2024! ¡Buenas lecturas!

19 librazos para el día del libro del 2023

Este año me ha costado horrores llegar a esta lista. Las cosas han cambiado mucho. Antes, por escribir en un medio, no me cortaba en pedir a las editoriales sus planes para los próximos meses, a eso se sumaba que la librería en la que compraba estaba en Madrid y podía pasarme en cualquier momento a coger algún libro que me faltara para completar la lista. Ahora soy un simple particular que lee mucho. Pocas cosas hay más irrelevantes.

En un mundo tan globalizado y con tanta gente recomendando libros independientemente de lo que se lea, mi contribución es poco más que una anécdota, no aporto prácticamente nada. Y el año que viene espero aportar menos porque no puedo comprar lo que compro ahora mismo. Mantendré las listas este año… el año que viene, ya veremos. Dicho todo esto, allá va la selección que he preparado para este día del libro:

Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras), hay que reconocer que desde Malas Tierras están configurando un catálogo independiente muy interesante y que busca diferenciarse del resto de editoriales, y esto se está cuidando hasta en el formato escogido, diferente al de otras editoriales; quizá lo que más me ha gustado es la recuperación de autoras que han pasado bastante inadvertidas por estos lares y sin limitarse al mercado anglosajón. Tal es el caso de la francesa Marie Redonnet y la recuperación de este título tan peculiar. Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina. Traducción: Rubén Martín Giráldez


Cuentos de lo insólito de May Sinclair (Biblioteca de Carfax), siendo fiel a mis costumbres, lo que me gusta empezar el año con el primer libro que sacan en la Biblioteca de Carfax recuperando a alguna autora victoriana. En esta ocasión le toca a May Sinclair, prácticamente desconocida a pesar de ser, como dice en el prólogo, una “dama vanguardista que cayó en el olvido”. La selección está formada por siete cuentos, aunque uno de ellos (El defecto en el cristal) con la longitud de una novella. Historias que se leen y se disfrutan de una manera muy actual a pesar de ser del siglo XIX gracias las interesantes ideas de la autora. Una lectura estupenda. Traducción: Shaila Correa


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), ya iba tocando que De Conatus hiciera su aparición en mi lista y con la publicación de este libro del afroamericano Percival Everett es una ocasión estupenda para recomendar sus títulos. La novela de Everett es una mezcla de estilos muy atractiva donde se junta una investigación policíaca con un aparente serial killer que se dedica a asesinar a blancos que, en el pasado, se dedicaron a hacer linchamientos a personas de color. Ambientada en la actualidad (con Trump y el Ku Klux Klan….) no se centra solamente en ese margen de tiempo sino también en el pasado y el autor lo utiliza para reflexionar sobre el odio al diferente de una sociedad como la norteamericana. Lo mejor de todo es que, además, en esa aparente seriedad sobre los temas tratados siempre hay un esfuerzo cómico que funciona a la perfección, como comedia negra no tiene precio. Una de las primeras grandes obras del año. Traducción: Javier Calvo



Los noventa de Chuck Klosterman (Península), me da un poco de pena que este título se haya publicado en una de las grandes monopolizadoras literarias, de ahí que no pierda la oportunidad de recomendar las anteriores novelas del autor publicadas con tanto mimo y buen gusto en EsPop, no perdáis oportunidad de leer alguna de ellas. El blurb que aparece en la portada de este último título es, en mi opinión, muy acertado ya que estamos posiblemente ante uno de los mejores cronistas culturales de la generación X. Klosterman coge una década, la de los noventa, y vuelve a demostrar su capacidad de síntesis sin perder rigurosidad y añadiendo siempre pequeñas notas cómicas que hacen que sus ensayos siempre sean muy entretenidos. Evidentemente, el tema tratado está muy dirigido en esta ocasión a un público objetivo (yo estoy muy incluido) que ha vivido esa época y de la que guarda tantos recuerdos. De hecho, a pesar de algunas particularidades muy específicas de EEUU, la mayoría del contenido es perfectamente reconocible y disfrutable, como él bien dice es, posiblemente, la última etapa antes de la entrada global de internet donde este tipo de crónica será mucho más difícil por la falta de fenómenos centrales y la mayor distribución. Me gusta mucho todo lo que comenta pero, especialmente, cuando se refiere a temas culturales (música, cine.. etc..) me parece que está aún más inspirado (sólo hay que ver sus reflexiones sobre Nirvana y el Grunge o Tarantino y Pulp Fiction). Hacía tiempo que no ponía ensayos en mis listas y han vuelto por la puerta grande. Qué magnífica propuesta. Traducción: Ana Camallonga

Finlay Donovan: Una escritora de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), nome voy a atribuir el mérito de haber llegado a esta novela, no la tenía en el radar, es uno de esos ejemplos maravillosos por los que vale muchísimo la pena dejarse recomendar por buenos libreros, y para eso tengo uno de los mejores (para mí, el mejor); Jónatan sabe lo que leo, sabe mis compras, sabe lo que más disfruto, y según eso, es capaz de recomendarme escritoras que pueden gustarme y os puedo asegurar que acierta en un porcentaje altísimo. El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega. Traducción: Jorge Ollero Castela

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña), han pasado más de diez años desde que empecé a leer a Joyce Carol Oates (nada como tener a Goodreads para sacar este tipo de datos inútiles). Estaba casi convencido de que Bestias (en la edición de la extinta editorial Papel de Liar) fue el primer libro pero estaba equivocado. El primero fue el ahora inencontrable A Media Luz (publicado por Lumen en su momento); fue el segundo. Me acuerdo de él especialmente ya que me causó mucha impresión por lo que narraba y por la forma de hacerlo. Esta nueva edición (con nueva tradición del título) me ha parecido maravillosa. La portada no resulta tan impactante como la de la edición anterior pero el trabajo de la traductora subraya aún más las muchas virtudes de la historia, la decadencia de los protagonistas unida a su perversión, la sutileza con la que trata temas tan potentes y, sobre todo, un gusto poético a la hora de transmitir todo el lirismo de lo que nos cuenta. Sentí la necesidad de leer más lentamente para poder paladear cada frase, cada párrafo espléndidamente construido. Sólo espero que no sea la última obra que nos traigan de la autora. Traducción: Pepa Linares

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La Jugada Final de Jennifer Lynn Barnes (Molino), no me extraña nada el éxito de Lynn Barnes con esta saga y con la autora. Parece mentira que llevara ya más de veinte libros en su haber y nadie se hubiera atrevido a traerla por aquí. Me imagino que sería por el típico prejuicio a publicar novelas de género para jóvenes, afortunadamente, con el auge que estamos viviendo estos últimos años (también en España) para este tipo de novelas, ha encontrado su hueco y es un hueco tremendamente jugoso. Sus ingredientes para el éxito son claros, capítulos cortos, tramas muy bien urdidas, bastante culebrón, dejando cada capítulo con una revelación que ayude a continuar y, cómo no, mucha imaginación. Estos Juegos de la Herencia son el epítome de todo lo que hace bien la autora. No tengáis miedo, coged el primero y seguro que llegáis al tercero sin esfuerzo y disfrutando un montón Nota importante: a pesar de ser libros dirigidos para un público son disfrutables por todo el mundo igualmente. Traducción: Martina García Serra


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), qué maravilla todo lo que trae tránsito, en esta ocasión me ha costado escoger porque los tres títulos que han sacado últimamente son todos buenísimos y no me suele gustar repetir editoriales pero la ocasión lo merece. El primer título es de la escritora Myriam Gurba, una escritura norteamericana de origen mexicano que compone aquí su novela de formación autobiográfica personal. Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser. Traducción: Elisa Díaz Castelo


Huir de Evan Dara (Pálido fuego), probablemente, Dara sea el autor actual que mejor sabe utilizar el recurso del narrador colectivo (una narración en la que se van superponiendo las voces de un montón de personajes innominados); en Huir parece la mejor solución para contar la progresiva destrucción de un pueblo cuando el motor económico de la localidad echa el cierre de manera inesperada. Lo bueno de esta novela es que, en esta ocasión, lo alterna con algunas individualidades, personajes con nombre que actúan directamente ante los eventos que se suceden tanto para intentar evitarlo como para revitalizarlo posteriormente. De  esta manera una historia que refleja tan bien los problemas del capitalismo consigue mostrar cómo afecta en general y de manera personal a algunos de sus habitantes dando una implicación emocional al mismo tiempo que describe hechos objetivos. Con Dara nunca te equivocas, lecturas que ayudan a reflexionar y que se disfrutan en mayor medida con el manejo del lenguaje del autor. Traducción: José Luís Amores

La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán (Siruela), qué gran acierto por parte de Siruela incluir en su colección de clásicos de novela negra a la autora gallega, lo de doña Emilia es de no creerse lo buena que era. Capaz de transitar por cualquier tipo de género (terror incluido) y hacerlo antes que nadie. Esta pequeña narración policiaca vuelve a demostrar todos esos aspectos pero se magnifican aún más porque estamos hablando de 1911, no había prácticamente referentes españolas en esa época y Pardo Bazán decide nada menos que presentar el tropo del entrometido/a para narrar una historia que subvierte muchos de los tropos habituales inherentes al género en una época en la que no era nada común. El final es tremendo (y nuevamente poco habitual) y su estilo es, como ya sabemos, cuidado hasta el límite. Sinceramente, lo comparas con obras más modernas y tendrías serias dudas para saber cuál es la moderna (sólo el lenguaje la delata).

El hombre joven de Annie Ernaux (Cabairet Voltaire), desde que le concedieron el Nobel de literatura, nueve libros suyos han pasado por mis estanterías (y seguirán cayendo). Me convence totalmente su estilo y la forma de narrar lo que le sucede, sobre todo cuando se trata de hechos que se salen de lo habitual. Por ejemplo, en este libro, una de las veces que está saliendo con el chico en cuestión, piensa lo siguiente: “A veces notaba en algunas mujeres de mi edad el deseo de atraer su mirada según, pensé, una lógica simple: “Si le gusta ella, es que prefiere a las mujeres maduras; entonces, ¿Por qué no a mí?”. Conocían perfectamente su lugar en la realidad del mercado sexual, y que fuera transgredido por una de sus semejantes les daba esperanza y audacia.” Ella es perfectamente consciente de cuánto está transgrediendo una situación, y no sólo piensa en cómo la mirarían los hombres (previsible) sino cómo se sentirían mujeres como ella, mujeres que están “fuera de mercado”. Qué audaz es Ernaux a la hora de transmitir sus sentimientos y qué necesario es que haya personas como ella que no tengan miedo a salirse de establecido. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


Los empleados de Olga Ravn (Anagrama), no suelo poner libros de Anagrama, posiblemente no vuelva a poner otro pero, en esta ocasión me lo voy a saltar con un libro distinto y poco habitual en su catálogo. Gracias a la recomendación de Adrián Álvarez me sumergí en su lectura y tengo que reconocer que su planteamiento me parece muy sugestivo: una distopía planteada desde una nave que lleva meses sobrevolando el planeta Reciente descubrimiento y en la que conviven humanos con humanoides de una manera simbiótica en su principio para acabar deformándose en la parte final. Tiene mejor planteamiento que conclusión pero yo me quedo con la narración sensorial de Olga Ravn, una narración muy atenta a los colores, los sabores y, sobre todo, los olores: “El resultado de mi investigación determina que el mejor modo de comunicarse con los objetos es a través de los aromas. Por eso, cuando estoy allí dentro, masco hojas de laurel. He logrado numerosos avances en mis estudios gracias a esta técnica, y he conseguido ni más ni menos que varios de los objetos respondan a mis peticiones desprendiendo ellos a su vez un aroma.  Cada objeto posee en su seno un aroma distintivo, y hasta me atrevería a decir que personal, y el objeto lo aferra como una mano que protegiera una perla.” Traducción: Victoria Alonso


Madres oscuras de Varias Autoras (Horror Vacui), curiosísima propuesta de Horror Vacui que se centra en la presentación de madres (ojo, no maternidades) desde un punto de vista más oscuro de lo habitual y lo hace con una combinación de autoras totalmente heterogénea que va desde George Sand y Willa Cather hasta autoras contemporáneas actuales como Eva Cid y Layla Martínez. Diez historias que tienen como objetivo que nos olvidemos de los ejemplos de madres habituales para demostrar que existen otras posibilidades y no todas ellas son satisfactorias, ahondando más en la idea de las “malas madres”. Lo mejor es acudir sin ideas predeterminadas y dejarse llevar, todo un festín de heterogeneidad. Traducción: Sergio Chesán


La llave maestra de Bernard Capes (Who editorial), me parece muy interesante el trabajo que está haciendo una editorial pequeña como Who, ya que de una manera marginal se está acercando a unas obras policíacas (de una época increíblemente pródiga en títulos) centradas en lo detectivesco pero sin sacar las opciones más habituales (dentro de un género que es un nicho en sí mismo más allá de Agatha Christie). De ahí que la traducción de este libro de Bernard Capes se convierta en todo un acontecimiento ya que, como dice Chesterton en el prólogo nos encontramos con un escritor que resulta ciertamente poético en su planteamiento de las situaciones y de la propia historia sin resultar un óbice para el avance de la trama principal. Tiene uno la impresión de estar ante un orfebre que alterna poesía con prosa sin que apenas nos demos cuenta; da gusto encontrar una posibilidad como esta, sobre todo si, como a mí, te apasiona la época del Detection Club. Traducción: Manuel Navarro Villanueva


El evangelio del Nuevo Mundo de Maryse Condé (Impedimenta), qué bien que Impedimenta haya tomado la sanísima costumbre de sacar un libro de Condé al año, la ganadora del Nobel alternativo el año que no hubo Nobel de literatura siempre es una opción segura en cuanto a calidad y entretenimiento. Este libro es, además, el último que se ha publicado de la autora a nivel internacional y es una visión alternativa del relato mesiánico sustituyendo la figura cristiana de Jesús por Pascal, un ambiguo personaje que actúa como si fuera un Mesías en unas circunstancias totalmente diferentes. Lo bueno como siempre es que la autora utiliza este relato para presentar temas relacionados con el colonialismo y el racismo y el relato no se resiente y resulta muy ameno. Los que conozcan el relato bíblico disfrutarán aún más de los contrastes que se van presentando. Traducción: Martha Asunción Alonso


Jesús y John Wayne de Kristin Kobes Du Mez (Capitán Swing), pues sí, en esta ocasión ha caído más de un ensayo en los títulos recomendados para este día del libro. Tengo que reconocer que el tema me interesaba bastante a nivel de actualidad política pero después de ver esa portada, es de esas pocas veces en que un título se vuelve irresistible desde que lo ves por primera vez. Si además te encuentras con un material tan bien meditado y desarrollado como el de Du Mez, me veo en la obligación de recomendarlo sin ningún tipo de reticencia. Traducción: Gemma Deza Guil

Less está perdido de Andrew Sean Greer (ADN Novelas), Less fue excepcional, sin medias tintas, conseguía un equilibrio maravilloso, como bien decía mi amigo Jónatan entre la comedia, lo queer y aquello que es dramático y no se puede controlar, un punto de desesperación ante la vida. La segunda novela con el mismo encantador protagonista no puede ir mal porque el escritor tiene mucho talento. Puede que no gane el Pulitzer (como ocurrió en la anterior entrega) pero seguro que uno se lo vuelve a pasar bien de nuevo con él. Traducción: Miguel Marqués Muñoz

Sólo quería bailar de Greta García (Tránsito), la “verborreica” y deslenguada autora, Greta García, compone en esta obra tan particular una tragicomedia andaluza, o un drama vestido de comedia, que casi sería más exacto. Tuve dudas entre esta novela y la de Lucille Clifton pero al final me he decantado por la opción española porque, al fin y al cabo, no suelo poner tantas por aquí. También la he puesto porque me ha resultado más potente a nivel de lenguaje, quitando los típicos estigmas que reciben los andaluces por su forma de hablar, y porque la autora es salvaje e irreverente, se atreve con todo. No es fácil encontrar un despliegue de tal calibre, hay que afrontarlo sin miedo a lo que puedas encontrar, seguro que consigue escandalizar en algún momento y me parece muy saludable.

Crímenes Reales de Samantha Kolesnik (Biblioteca de Carfax), la colección Deméter avanza y con cada título conforma una forma distinta de confeccionar un catálogo diferenciador con respecto a otras editoriales e incluso en comparación con su sello principal. Las editoras de Carfax no sólo se dedican a publicar terror sino que, con cada título que sacan, definen aún mejor su idiosincrasia gracias una selección sencillamente fabulosa. Ese libro de Kolesnik es una nueva piedra en esta construcción y vuelve a demostrar el buen gusto de las editrices. El relato es muy crudo, se acerca al splatterpunk pero sin recrearse en él, y sirve para reflejar lo importante que puede llegar a ser en la formación de una persona los abusos sufridos a lo largo de su infancia, hasta el punto de originar una nueva espiral de violencia de la que no es posible salir. Suzy y Lim son los perpetradores y víctimas al mismo tiempo y no hubo forma de que apartase la mirada del libro hasta que leí la última palabra. Duro, descarnado y doloroso en apenas doscientas páginas, intensidad pura para los amantes del terror . Traducción: Shaila Correa

Y con esto llego al final, diecinueve títulos entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato. ¡A disfrutar!

Mis lecturas favoritas del año 2019

Dicho lo anterior, es el noveno año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Lecturas favoritas Año 2017.

-Lecturas favoritas Año 2018.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea. Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2019. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son diecisiete los elegidos, que parecen acordes en cantidad con los casi 165 libros que he leído.

– El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

– No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática. Este año especialmente podréis comprobar que hay más literatura de género que nunca.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Quería hacer una especial mención a algunos libros que podrían haber entrado pero que, por límites de extensión del post y otros motivos varios, no han sido escogidos como son los siguientes:

El jardín de infancia de Sara Sacristán Horcajada (Cerbero)

La chica salvaje  de Delia Owens (Ático de los libros)

La guerra de Dios de Kameron Hurley (Cerbero)

Diccionario en Guerra de Aixa de la Cruz (La Caja Books)

PoetX de Elizabeth Acevedo (Puck)

Una magia más oscura de Victoria E. Schwab (Minotauro)

Un chelín para velas de Josephine Tey (Hoja de lata)

Corazón giratorio de Donal Ryan (Sajalín Editores)

Vidas trans de varios/as autores/as (Antipersona)

La edad del desconsuelo de Jane Smiley (Sexto Piso)

Tierra de mujeres de María Sánchez (Seix Barral)

Zombi de Joyce Carol Oates (La Biblioteca de Carfax)

El último barco de  Domingo Villar (Siruela)

Corazón que ríe, corazón que llora de Maryse Condé (Impedimenta)

Sin más dilación, que entre ya la lista de mis favoritos:

En un lugar solitario de Dorothy B. Hughes (Gatopardo Ediciones), grandiosa representación del género policíaco que, inexplicablemente, permanecía inédita, cuando se trata de una verdadera joya que tiene todo lo que me vuelve loco en el noir, empezando por sus personajes y por la perspectiva perversa de su protagonista y acabando con la trama que se resuelve en uno de esos giros finales espectaculares. Todo un  clásico que deberían leer los aficionados y los no tan aficionados. Traducción: Ramón de España


Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez (Anagrama), mis miedos iniciales a enfrentarme a una narración larga de una escritora especialista en cuentos se destrozaron con apenas cien páginas. La argentina ha conseguido con este novelón que incluso anagrama de el premio Herralde a una novela de terror y vaya que vale la pena .



Asesinato es la palabra de Anthony Horowitz (Catedral), en un año en el que ha resurgido el terror como género se ha producido un franco retroceso en lo policíaco, menos editoriales, menos números menos calidad; afortunadamente siempre nos quedarán Hughes y Horowitz con esta novela metarreferencial cargada de metarreferencias y jueguecitos que hacen que valga muchísimo la pena. Poco material pero un par de obras maestras bien lo valen. Traducción: Julia Osuna Aguilar.




La maldición de Hill House de Shirley Jackson (Minúscula), esta nueva edición y traducción que nos ha brindado Minúscula me ha venido de maravilla para comprobar lo buena que es Jackson, es una diosa, sin más. Perversa y desasosegante, una grandísima autora de novelas de terror y de cualquier cosa que se escriba.Traducción: Carles Andreu




La última mujer de la mancha de Enerio Dima (Cerbero), el terror patrio está de moda, más si lo escribe Enerio Dima y lo ambienta como nadie en plena Castilla La Mancha. Apocalipsis manchego, de pisto, migas y lo que se tercie.


El cielo de piedra de N.K. Jemisin (NOVA), magnífica conclusión para una trilogía única y que se ha convertido en un clásico por su grandísima calidad. Fantasía dixtópica con toques de ciencia ficción de una autora que, ahora mismo, es imprescindible para entender por dónde irá la ciencia ficción en el futuro.Traducción: David Tejera Expósito.



Las primeras quince vidas de Harry August de ClaireNorth (Colmena edidiones), de acuerdo, esta novela no es de este año, ni del anterior… pero me resisto a creer que esta obra maestra de los viajes en el tiempo  no aparece en una de mis listas. Es una de las novelas que más he disfrutado en muchísimos años. Traducción: Jaime Valero Martínez



Un descanso para los muertos de Lucy Taylor (Pulpture), vaya antología de doce relatos que componen este libro, lo de Lucy Taylor es de otra galaxia, una vuelta de tuerca necesaria y perturbadora para el género de terror. Posiblemente sea el mejor libro de terror este año en un año glorioso para el género.Traducción: Sofía Barker


Quien Teme a la muerte de Nnedi Okorafor (Crononauta), vaya año para Nnedi Okorafor en España, podría haber puesto perfectamente el final de la saga de Binti pero al final me he decidido por este relato de formación con todas las particularidades que ofrece la originalidad de la que hace gala la autora. Un relato fantástico sin duda de una autora excepcional. Traducción: Carla Bataller Estruch.

Insólitas selección de Teresa López-Pellisa y Ricard Ruiz Garzón (Páginas de Espuma), grandísima recopilación de autoras hispanohablantes centradas en la ciencia ficción y la fantasía que vuelve a demostrar la gran cantidad de autoras de muchísima calidad que permanecían en un limbo que no merecen.

Mi hermana, asesina en serie de  Oyinkan Braithwaite (Alpha Decay),es trampa, lo leí en inglés este mismo año, pero me tiro a la piscina por Alpha Decay, esta novela es tan buenísima que seguro que vale la pena acercarse a la traducción; una pequeña joya que, además, se lee con suma facilidad.Traducción: Montse Meneses.


Los asesinos de la luna  de David Grann (PMRH), puede que la traducción no sea todo lo buena que necesitaba pero no desmerece el novelón de Grann; a medio camino entre la no ficción y el true crime, una de esas novelas que impresiona mucho por el tema tratado y por la crudeza del relato. Traducción: Luís Murillo Fort


Circe de Madeleine Miller (Alianza de Novelas), a estas alturas de año ya nadie se acordará de ella pero sí, este relato de unos hechos tan conocidos pero desde la perspectiva de Circe es un verdadero lujo y está lleno de detalles que se han enriquecido por la narración de Miller. Traducción: Celia Recarey Rendo


Tigerman de Nick Harkaway (Armaenia), otra novela, en este caso de aventuras, que ha pasado bastante desapercibida y que sorprende por su tratamiento de las relaciones patertno-filiales en un contexto aventurero y por uno de esos finales que quitan el aliento de lo bueno que es. Una maravilla.Traducción: Jacinto Pariente de Carranza.

La cadena fácil de Evan Dara (Pálido Fuego), no es El cuaderno perdido, pero Dara sabe perfectamente cómo recrear una narración colmena con múltiples punto de vista que siempre abruma pero convence. Es un autor experimental pero me resulta bastante accesible. Traducción: José Luís Amores.


Condición artificial: Los diarios de Matabot de Martha Wells (Alethé editores), el segundo libro de las aventuras de Matabot es exactamente lo que necesitamos: robots asesinos y planificadores, aventuras, misterio y mucha acción. Wells le ha cogido la medida a la perfección al personaje y necesitamos más aventuras ya. Traducción: Carla Bataller Estruch.


Halloween: La muerte sale de fiesta de David J. Skal (Espop Ediciones), parece mentira pero esta edición mejora la versión original, el contenido en cuanto a fotos y documentos es apabullante, lo de Skal, como siempre, un lujo para la no ficción de la cultura pop. Traducción: Laura Ibáñez García.


Y eso es todo, ya es demasiado por este año. Veremos cómo se presenta el siguiente.

¡FELIZ AÑO 2020! !Buenas lecturas!

Mis lecturas favoritas del año 2015

No lo puedo resistir, me encanta hacer el post de lo mejor del año. Entre tanta “desrecomendación”, listas polarizadas y postureos contra las listas mi única respuesta es hacer mi propia lista, con mis propios criterios y, desde luego, lo que más me ha hecho disfrutar este año con ese placer que es el de pasar páginas. Es el quinto año, todo un lujo, y aquí tenéis, por si tenéis curiosidad las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea.

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2015. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veinte los elegidos, que son muy acordes con los 226 libros que he leído.

-El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean) y, por lo que he estado observando en otras listas, no suelen coincidir con la mayoría de ellas.

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Como diría uno que conozco.. . ¡que entre la pila! En la mayoría de ellos pinchando en el título tenéis el enlace al comentario que realicé en mi blog o en otros espacios:

BowEl gran misterio de Bow de Israel Zangwill, un antecedente claro de la época dorada que ya he mencionado alguna vez donde el autor nos plantea una clásica habitación cerrada con un final muy ocurrente. Modélica en su género, traída gracias a la gran labor de Ardicia, que se está especializando en recordarnos lo que existía antes de Agatha Christie, En la niebla de Richard Harding Davis podría haber estado también pero me he decidido por esta. 

MisterioMoscaEl misterio de la Mosca Dorada de Edmund Crispin, como ya he dicho aquí , ante la sistemática situación según la cual cada año tengo que encontrar en las listas de las mejores novelas negras/policíacas la ausencia de novelas más centradas en la investigación detectivesca,  esta elección supone una reivindicación de dicho tipo de novela, la “mistery novel”, de la que seguimos viendo publicadas, a cuentagotas, todo sea dicho, ejemplos magníficos de realización del género; Edmund Crispin, integrante del famoso club de detectives, y del que este año hemos visto publicado el primer caso de Gervase Fen nos demuestra a la perfección en sus novelas cómo lo popular no tiene que estar reñido con lo intelectual y, para colmo, es capaz de crear una trama consistente en todas sus consecuencias. Cada aventura supone una variedad de niveles de lectura que son disfrutables desde los menos exigentes hasta los lectores más avezados capaces de interpretar el desafío metarreferencial que despliega con una inteligencia más allá de lo común. Un perfecto reloj, un rompecabezas que nos provoca un deleite difícil de superar; y eso que es una “novelita policíaca.” 

esoESO de Inger Christensen, es toda una suerte disponer de la colección de poesía que lanzó Sexto Piso, sobre todo porque, gracias a ella, hemos podido ver obras de la escritora danesa tan potentes en lo poético como Alfabeto (que ya estuvo en mi selección del año anterior) y esta que os traigo hoy que olvida el minimalismo de la anterior para sumergirnos en toda una cosmogonía del lenguaje. Una obra compleja y abierta a muchas interpretaciones, pero siempre estimulante.

jackOFspadesJack of Spades de Joyce Carol Oates, es de suponer que este libro se pueda ver publicado alguna vez por aquí, pero no me pude resistir a leerlo antes por mi afinidad con la norteamericana; posiblemente, no hay autora tan prolífica en la actualidad y al ritmo actual, no veremos ni una cuarta parte de su variada obra. Este pequeño libro refleja uno de sus mayores rasgos: la difusa frontera entre lo serio y lo relativo a la literatura de género. De hecho, a su manera, constituye un pequeño homenaje a la obra de Stephen King pero sabiendo llevarlo a su terreno. Es la obra suya que más me ha gustado este año, aunque lo normal es que The Sacrifice le guste más al lector habitual.

Los-Desafortunados_baja-201x300Los desafortunados de B.S. Johnson, lo he dicho en The Sky Was Pink del gran Álvaro Arbonés, esta es una de mis opciones más personales. Desgraciadamente, es un libro que hemos leído pocos, y de los que lo hemos leído he encontrado opiniones contrapuestas incluso en los comentarios de mi propio blog. Por si fuera poco su estructura en forma de caja llena de pliegos y el orden de lectura aleatorio ha atraído a un tipo de lector que adora el libro físico como objeto en todas sus vertientes. Una verdadera lástima, ya que la verdadera fuerza es la perfecta conjunción del artificio formal con la fuerza cautivadora que subyace en la prosa de B. S. Johnson: un verdadero deleite que juega con la forma, seca, de frases largas, separadas por comas, muy “beckettiana” y con el fondo mediante continuos niveles de significación que permiten muchas interpretaciones y sentidos. Esta caja es un verdadero artefacto cultural donde no hay lugar para la nostalgia y sí para un camino de expiación y confrontación con la muerte. 

gilesGiles, el niño-cabra de John Barth, tras el éxito de El plantador de tabaco, Sexto Piso no podía augurar la frialdad con la que se ha recibido este tochazo del norteamericano que ha carecido de aceptación entre los lectores acostumbrados a estos ochomiles y al postmodernismo de alto nivel estilo Gaddis o Pynchon; para mí sin embargo, y a pesar de todo lo excesivo que pueda encontrar en él sigue, siendo una de las grandes lecturas del año no solo por tamaño sino por la calidad de la prosa de Barth.

PrintThe Golden age of murder de Martin Edwards, quería introducir igualmente alguna de las lecturas que alterno en inglés y que es difícil que vean luz por estos lares; este libro constituye todo un sueño para los amantes, como yo, de la novela policíaca detectivesca; un ensayo que refleja las vicisitudes del Detection Club desde su creación y avance histórico hasta el estudio crítico de las obras más representativas de algunos de sus autores además de enlazarlas con la época en que fueron realizadas. Un goce mayúsculo para los pocos que podemos apreciarlo.

MemoriasAsesinoMemorias de un asesino: Israel Rank de Roy Horniman, con la popularización del género, se ha llegado a una progresiva dramatización de la novela policiaca, un ahondamiento cada vez mayor en la identificación social que ahoga otras vertientes más lúdicas, que encuentran un mercado más restringido. Los dos casos que me vienen a la cabeza son las novelas de detectives (el whodunit de toda la vida) y aquellas novelas policíacas que tienen un alto contenido humorístico, normalmente de humor negro. A este segundo caso pertenece este libro publicado por Reino de Cordelia. Es un libro de muchísima fama en la pérfida Albión y que ha dado lugar a una película (Ocho sentencias de muerte, 1949) y a un musical (A Gentleman’s Guide to Love and Murder). Sin embargo, no recuerdo que este libro haya aparecido en los “blogs especializados” de novela negra y policíaca, ni aparecerá en ninguno de los múltiples festivales de novela negra… Una premisa inmejorable (“de cómo Israel Rank, el hijo de una mujer aristócrata venida a menos al casarse con un judío, se enfrenta desde niño a la discriminación inherente a la pobreza y a su raza y que, en su mayoría de edad, decide ascender de escalafón social asesinando a las ocho personas que le preceden en la línea sucesoria de un título nobiliario”) y un desarrollo colosal con un estilo cargado de fina ironía, donde se alternan los problemas debidos a su condición judía con sus tejemanejes a la hora de planear cada uno de los asesinatos, con un sentido común que escandaliza por su frialdad y, como no podía ser menos, con un final  memorable y lleno de mala leche.

Cubierta_PymLa señorita Pym dispone de Josephine Tey, edita con gusto Hoja de Lata y trae a la palestra una peculiar muestra de la novela policíaca de una Tey que habría pertenecido al Detection Club de Christie, Chesterton, Sayers y otros si hubiera conocido a las personas adecuadas. La inclusión en el club no excluía a ningún autor en este sentido, su simple problema fue no vivir más cerca de la capital; esto no debe ensombrecer la calidad de su obra, que se ejemplifica a la perfección con este título, un policíaco diferente que en sus primeros dos tercios tiene un desarrollo no demasiado alejado de las novelas costumbristas británicas (en este caso reflejando la vida en una prestigiosa escuela de educación física en medio de la campiña inglesa ) y le sirve como marco al crimen que se produce en la parte final. Todo con una entrometida maravillosa, la señorita Pym, y uno de esos finales que no se suelen olvidar por el vuelco que suponen y lo inesperado que resulta. Un maravilloso paradigma de presentación de un lugar idílico y cómo todo se puede tergiversar con las debidas evoluciones en los personajes.

buitreEl buitre de Gil Scott-Heron, que sorprende muy positivamente por su consistencia en estilo y trama. Es una novela muy negra de personajes negros y el autor alterna el punto de vista de varios narradores que, a modo de plano secuencia, van conformando una trama compleja en torno al asesinato del joven camello John Lee, que no se resuelve hasta la última página. Por si fuera poco, el autor consigue dotar a cada uno de ellos de un estilo propio, construyendo voces muy distintas de gran viveza y expresividad. Digno continuador de la estela de Chester Himes, hay que reconocer en él un manejo de la parte más literaria muy cuidadoso y donde no faltan las reflexiones racistas, que le sirven para profundizar en “lo racial” asociado a la comunidad de negros y su relación con la población blanca.

EducaciónladrónLa educación de un ladrón de Edward Bunker, en este caso hablamos de una reedición pero supone el colofón de una editorial como Sajalín que apostó por nuestro querido Mr Blue, gracias a ellos podemos disfrutar de la obra completa de un autor que representa, desde sus raíces más profundas, el epítome del hardboiled americano. Esta obra condensa a la perfección todas las virtudes del autor, su verosimilitud violenta que nos horroriza y su lirismo sorprendente para estas lides.

libro_1434013903Gokumon-To: La isla de las puertas del infierno de Seishi Yokomizolo dije en Canino y no me importa repetirlo de nuevo, nos encontramos ante un whodunit ambientado en esa época maravillosa de principios de siglo XX (en pleno apogeo del Detection club, la edad dorada de la novela de detectives británica) pero con un escenario diferente: una isla, Gokumon-To, la isla de las puertas del infierno donde tiene lugar una trama policial de alto voltaje con un detective, Kindaichi Kosuke, que es capaz de juntar en su cerebro todas las piezas de un puzle desenfrenado y peligrosamente poético en su concepción. La resolución, original y audaz, está a la altura de las expectativas, y la ambientación geográfica-histórica de la isla justo al acabar la segunda guerra mundial es excelente.

Cuaderno_CubiertaEl cuaderno perdido de Evan Dara, como comenté en Canino  El cuaderno perdido es paradigmático porque representa, sin lugar a dudas, el sello de identidad de su editorial Pálido fuego: una obra complicada, polifónica, donde los personajes no se identifican y todo se convierte en una narración conjunta (alguno lo bautizó como colmena) que, a pesar de lo que pudiera parecer, no resulta fría. Al contrario, consigue que empaticemos  aún más con la destrucción de una sociedad contemporánea que bien podría ser la nuestra en el futuro. Exigente, sin duda, pero un reto más allá de lo comercial que deja un montón de sensaciones inolvidables.

Cubierta_NiñaGordaLa niña gorda y otros relatos inquietantes de Marie Louise Kaschnitzturbadora recopilación de cuentos de la alemana que hacen aflorar lo más oscuro de la mente humana, lo más misterioso, lo más sutil de nuestra condición.

halcon_spa_provH de Halcón de Helen Macdonald,  la original forma de superar la muerte de su padre, mediante el entrenamiento de un azor nos brinda una “rara avis” donde lo lírico se mezcla con lo salvaje en una conjunción arrebatadora. Un libro único por su forma y por su contenido.

ZerovilleZeroville de Steven Erickson, tengo pendiente escribir algo sobre esta obra tan particular como excepcional, valga como adelanto que cualquier aficionado al cine disfrutará enormemente de las múltiples referencias con respecto al séptimo arte pero que la trama resulta tan consistente y envolvente que la experiencia lectora se convierte en algo inolvidable.  Un libro que ganará aún más con cada relectura que hagamos de él.

9788416131167Aquí de Richard McGuire, como dije en este post de Canino, a pesar de que no ha sido este año uno de aquellos en los que leo muchos cómics sí me gustaría destacar éste  porque supone una concepción innovadora, que trae no pocas satisfacciones desde una premisa muy curiosa: el paso del tiempo en un mismo espacio. Un cómic en el que con solo dos páginas te encuentras inmerso en un viaje en el tiempo en donde la localización no cambia en ningún instante. La mayoría del tiempo es una habitación concreta pero siendo el abanico temporal tan extenso (desde la creación de la humanidad hasta un futuro muy lejano) uno tiene la sensación de poder encontrarse cualquier cosa, desde dinosaurios hasta hologramas pasando por una tribu de indios. Se genera un sense of wonder innegable porque nunca sabes qué habrá en la siguiente página, entre otras cosas porque McGuire  no se limita ubicar un espacio temporal sino que abre varias ventanas alternando escenas de diferentes épocas en una misma página y siempre con una excusa narrativa que las une.

SobrecubiertaPinocho en Venecia de Robert Coover, no es La hoguera pública pero ni falta que hace que lo sea, esta reescritura del cuento de Pinocho a la manera Coover es desternillante y excesiva y reúne, como no podía ser de otra manera, la inmensa prosa de un autor poco leído por aquí. Sin embargo, como decía su editor, esta es una obra para disfrutar en pleno invierno con una manta en los pies, enfrente de una chimenea y tomando un café caliente y humeante. Esto da una idea del placer que supone disfrutarla.

9788490626535Descolonizar la mente de Ngũgĩ wa Thiong’o, gracias a los premios Nobel de literatura se pueden descubrir autores que de otra manera permanecerían ignotos por la mayoría de habitantes de la comunidad lectora. Tal es el caso del keniata Ngũgĩ wa Thiong’o, un excelente autor que, gracias a estar a punto de ganarlo dos años consecutivos, hemos visto publicados este año dos libros de la mano de PMRH en su completísimo sello Debolsillo; uno ha sido una reedición que tenían de su catálogo de Alfaguara, El brujo del cuervo; el otro, Descolonizar la mente: La política lingüística de la literatura africana, una pequeña edición que nos trae cuatro conferencias-ensayos resumiendo su pensamiento al respecto de la lucha contra el neocolonialismo que subyuga al pueblo africano además de enfocarlo como una experiencia vital autobiográfica. Lo excepcional es que el autor, de manera clarividente, lo enfoca hacia el uso del lenguaje como elemento imprescindible para salirse del yugo colonizador constituyendo un texto que bien puede encuadrarse entre lo más florido de los estudios postcoloniales. El lenguaje, en las palabras de Ngũgĩ se convierte en un elemento crucial para la descolonización mediante la construcción de la identidad vernácula.

poridentidadCuentos escogidos de Shirley Jackson, todo un triunfo que Minúscula Ediciones se hayan vuelto a acordar de la escritora norteamericana, lástima que sea para una selección tan limitada que te deja con la boca abierta y, evidentemente con ganas de más; los cuento de Jackson son algo muy distinto, son tan perversos y sutiles al mismo tiempo que nos proporcionan momentos inigualables ; lo bueno, cómo no, incluye La Lotería, y eso ya sería motivo para que apareciera en esta selección. El resto tienen un gran nivel igualmente, me han entrado ganas de volver a leerlos de nuevo.

Será curioso comprobar cómo estas guías que he seguido y la propia lista pueden metamorfosearse el año que viene en algo radicalmente distinto, sobre todo por el hecho de que mi proyecto para leer mujeres va a originar que no esté totalmente al día de novedades. Ignoraré la  mayoría de hombres que salgan salvo algún disidente.

El año que viene seré un antisistema de verdad, o no. Tampoco importa demasiado.

¡FELIZ AÑO! !Buenas lecturas!

El cuaderno perdido de Evan Dara. Colmena narrativa

Cuaderno_CubiertaHoy en día se habla muchísimo de los editores, raro es el día en que no sale a la palestra la labor de Jaume Vallcorba (1949-2014) o del archiconocido Jorge Herralde, verdadero paradigma utilizado recurrentemente por la prensa dedicada a estos menesteres. A veces a su lado aparecen los “wannabes” esos aspirantes, más jóvenes, normalmente emparentados con editoriales más pequeñas, independientes en su mayoría.

José Luís Amores, el  fundador, editor y traductor de la mayoría de los libros que aparecen en la colección de la pequeña Pálido Fuego , no suele aparecer en estas entrevistas y clasificaciones; él no se puede permitir la publicidad y los “amiguismos” que se gastan otros para llegar ahí, no voy a señalar aquí ninguno porque ya tienen bastante publicidad por sí mismos; sin embargo , tras tres años de ardua lucha contra los elementos: esos gigantes editoriales que copan el mercado con novedades insustanciales en un ochenta a noventa por ciento, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que su catálogo, sus dieciocho títulos, constituyen una rara avis por la calidad que atesoran además de estar muy bien traducidos y editados, un trabajo artesanal, de mucho esfuerzo, de un cierto secretismo en cuanto al anunciar las novedades; privacidad necesaria para que sus libros no sean fagocitados por un mercado editorial controlado por dos inmensos colosos.

Como bien indica José Luís en esta publicación donde comenta cómo lo conoció y lo pudo publicar, El cuaderno perdido de Evan Dara supone un paradigma de todo lo que significa su editorial; libros arriesgados de gran calidad y, él es muy consciente, con un público objetivo alejado de los grandes números (excepto casos puntuales como la famosa Casa de hojas de Danielewski de la que ya hablé por aquí .

Cosas como que el crítico Stephen J. Burn haya realizado la introducción a esta publicación en español de la obra de Dara demuestran el cuidado con el que edita la obra de un tipo tan esquivo como Pynchon y Ferrante, que no duda en renegar de todo el negocio montado  a través de la literatura pero que cede ante propuestas tan interesantes como estas: tan alejadas del mainstream. Volviendo a Burn, es muy interesante comprobar cómo realiza la comparación de Dara con otros autores contemporáneos presentándonos características estilísticas como ese narrador colmena muy lejos de una narración individualizada:

“Con independencia de las diversas actividades capaces de coadyuvar al logro de presencia literaria en Estados Unidos, también es cierto que El cuaderno perdido (y la narrativa de Dara en general) es más difícil de equiparar con las expectativas comerciales de una novela convencional. Sea cual sea la cultura no literaria que salpique una novela de Franzen, Powers o Wallace, y sean cuales sean las excursiones estilísticas que tengan lugar en sus libros, en justicia cabe caracterizar cada novela de estos como un relato entrelazado con varias incursiones narrativas más o menos lineales sobre personajes individualizados y entretejidas en una estructura narrativa alterna. Por otro lado, El cuaderno perdido es una detonación más audaz y más radical del sistema de creencias subyacente en el corazón del género novelesco; detonación que comienza con su rechazo de la soberanía de la escena individualizada, discontinua, y que acaba con la reformulación de la soberanía del individuo por encima de sus distinciones de género.”

No solo subraya diferencias sino las similitudes con autores anteriores, el norteamericano no es un renovador, pero utiliza parte de lo vigente para desarrollar un estilo propio; para lectores de Gaddis, es empezar el libro y recordar muy vivamente Jota Erre; lo bueno del autor es que utiliza distintas estrategias para que no resulte repetitivo:

“Como antecesores del estilo radical de Dara a nivel técnico cabría señalar a Manuel Puig, Ronal Firbank y –quiá el más obvio- William Gaddis. Desde su segunda novela, JR (1975), en adelante, Gaddis transformó progresivamente su obra en un collage de diferentes textos y voces, apoyándose en la energía narrativa del diálogo para hacer avanzar el libro. Llevando la impersonalidad modernista a un nuevo nivel, durante largos tramos este diálogo se presenta sin las acostumbradas señales de posición de la novela realista –los “él dijo” o “ella dijo”-, lo cual proporciona a Gaddis una técnica extraordinariamente económica donde las mismas peroratas llevan implícitas sus propias acotaciones (gestos, relaciones espaciales, atuendo) tradicionalmente ofrecidas por un narrador esforzado.”

Este flujo continuo, nos cuenta Burn, se produce de una manera continua, sin transiciones diferenciadas y palpables entre los cambios de narradores, sientes que ha cambiado pero puede haberse pasado el cambio:

“Del mismo modo, las escenas individuales ya no están diferenciadas, si bien, en lo que tal vez sea el desarrollo más revolucionario de Dara, los cambios entre voces (y ubicaciones) tienen lugar con poca o ninguna fanfarria. El producto final es sorprendentemente legible, con un constante intercambio de voces que crea la sensación de un flujo veloz, en lugar del staccato de intermitencias de los habituales capítulos alternados. Sin embargo el libro no es una mera demostración formal asombrosa; de hecho, en un momento dado Dara parece avisarnos contra semejante conclusión, cuando un personaje se queja de que el “ingenio es enemigo del contenido (296).” Lo que convierte la novela en algo más que una representación de virtuosismo técnico es que el rechazo de Dara a adherirse a una figura exclusiva o trama única está íntimamente relacionado con la temática central del libro.”

Con esto llegamos a la idea dominante del libro:

“Esta visión de interconexión –“de conjunto, de un solo organismo respirando al unísono” (448)- posee una clara e importante dimensión ecológica, elaborada por muchas de las voces del libro. Aunque también se asienta en el hecho de que la cosa más cercana a un personaje unificador y recurrente en la novela es (en un movimiento reflejo del decreto estadounidense 1818 que define una empresa como un ser artificial) la empresa que parece representar la mayor de las amenazas para los diversos personajes y su entorno.”

Una colmena que actúa como un único ser  y que adquiere dimensiones ecológicas (evidente según lees) que se vuelven épicas aplicadas a todos los aspectos extrapolables de la vida; se vuelve un texto de gran riqueza por el manejo de diferentes imágenes que nos van acercando al verdadero significado; como dice el prologuista, nuestro marco de referencia establecido muta a lo largo de la narración volviéndose cada vez más completo:

“Sin embargo, la auténtica riqueza de El cuaderno perdido estriba en que sus implicaciones y goces no acaban ahí. Si las cualidades de la narración cubista de Dara empujan al lector a pensar en la identidad en términos de yuxtaposición, donde el yo es redefinido como nodo individual inmerso en una red infinita, entonces las cualidades del pensamiento de los personajes de Dara empujan al lector a experimental el libro en estéreo: esto es, la plenitud intelectual del diálogo devuelve constantemente analogías para los propios procesos del libro que nos animan constantemente a modificar el marco de referencia que utilizamos para comprender el libro, y lo sitúa casi en contextos por momentos más alejados de los literario.”

La gran esperanza de Burn es palpable en el siguiente párrafo:

“Si los destinos contemporáneos de los libros de Melville y Dara nos enseñan algo es que la narrativa innovadora que plantea preguntas complejas acerca de los costes del imperio americano ha de ascender a menudo una empinada ladera para obtener mayor reconocimiento. Es de suponer que Dara ya era consciente de ello –a fin de cuentas, uno de los temas del libro es una extensa crítica de la frívola cultura publicitaria que abunda “en el adoctrinamiento de la fraudulencia” (254)- pero quizá esa traducción acabe ayudando a El cuaderno perdido a abrirse camino hasta un público cada vez más cansado de “reputaciones fabricadas”.

En efecto, forma y fondo se unen para ofrecer una experiencia lectora tan grata en lo formal como en el mensaje que transmite.

A estas alturas traía un montón de textos del fantástico libro… y me doy cuenta que he dado tanta información con el prólogo que me centraré en tres o cuatro párrafos de ejemplo y os dejo que lo descubráis.

Estos dos siguientes textos son muy representativos del estilo que usa el autor: el primero utiliza la imagen de la película para resaltar lo enriquecedor que sería disponer de la misma sin acabar, elaborando continuas versiones de dicha historia; emparenta directamente con el postmodernismo y su teoría de la recepción, reinterpretar una misma historia según las opiniones de aquellos que la reciben; no debemos olvidar que el autor cada vez que utiliza una imagen, esa imagen es directamente aplicable a lo que él está mostrándonos en el libro:

“[…] de hecho, mientras estaba allí sentado, escuchando a todas aquellas voces pintar el silencioso salón, la situación me recordó un poco a una película que había visto; se titulaba Rashomon, y cuando terminó, por algún motivo, lloré; recuerdo que no quería que la película acabase  que no se resolviera de ninguna forma; yo quería que la película simplemente continuara, que continuara elaborando más versiones de su historia, que continuara elaborando más personajes para que así estos pudieran añadir sus opiniones sobre el relato; de manera que me sentó fatal que la película sintiera la necesidad de llegar a una conclusión y se encendiesen las luces; me recuerdo camino de casa mordiéndome el puño, tratando de evitar llorar por la agitación;”

Tal es el caso del segundo texto, en el que utiliza una metáfora musical a través de una de sus estrategias, el vibrato (variaciones de frecuencia de una misma nota que realizan los cantantes para mantener notas en el tiempo) se convierte en una ruptura de lo establecido como es la variación de narradores dentro del libro de Dara:

“[…] y, dicho sea de paso, nosotros lo percibimos, sabemos instintivamente que hay más que lo que la monocultura musical occidental permite: considérese, por ejemplo, la forma más directa, más analógica con que expresamos emoción en la música: mediante el vibrato; y qué es el vibrato sino una ruptura de las rígidas divisiones entre tonos, una salida temporal de nuestra desgarrada segmentación musical: evocamos nuestros sentimientos más profundos e intensos retorciendo tonos entre el espectro lineal de la escala occidental, mediante la eliminación de su cualidad divisiva; ubicamos lo más humano entre medias, donde ya no estamos cuantificados, constreñidos…”

En el siguiente momento asistimos a su constatación de la necesidad de romper con sus formas narrativas, nuevamente extrapola lo literario con la propia narración:

“[…] … comprendí que había que acabar con mis estrategias fracasadas y compensaciones desesperadas.. que tenía que dejarlas atrás de una vez por todas… pues mis tendencias habían adquirido, advertí, la capacidad de perpetuarse a sí mismas, una fuerza de carácter narrativo, cuya autodeterminación irresistible, imparable, conducía cada vez más a la decepción… y por eso advertí que debía romper con mi narrativa, destrozar por completo esta serie de códigos que siempre traicionan su contenido…[…]”

Al final todo se convierte en una sucesión de voces que se alternan en pequeños diálogos, voces que sucesivamente conforman la destrucción de una sociedad que no puede hacer frente a un desastre ecológico abismal (curioso, en este momento recuerdo a la última premio Nobel Alexeievich y su Voces de Chernóbil, donde se cuida más el fondo que la forma utilizada pero, sin embargo, el fin resulta idéntico):

“-No disponemos de las herramientas adecuadas, ni siquiera de la experiencia científica apropiada, para evaluar estos problemas, le vi decir…

-Seguramente los científicos desconocen hasta el efecto a corto plazo que entre la mitad y un tercio de estas sustancias halladas en el suministro de agua residencial tienen en animales de laboratorio, oí en el Canal 9….

-Sin esta base de conocimiento, evaluar el efecto inmediato sobre las personas es casi imposible, vi…

-Menos conocimiento aún tenemos acerca de qué podría hacer cada una de estas sustancias químicas en un período de tiempo prolongado, oí en la KETC…

-Albert Butsen, funcionario del Departamento de Conservación Medioambiental de Misuri encargado de supervisar el cumplimiento por parte de Ozark de las normativas estatales medioambientales, declinó hacer comentarios sobre el anuncio de la APM, a la espera de su análisis por parte de los funcionarios estatales, condales y municipales, vi…

En este caos colmenar surgen voces individuales donde Dara muestra las imágenes más poéticas para mostrar las situaciones más dramáticas, más patéticas, sin embargo se convierten en pequeñas luces entre tanta sombra:

“-Estaba sentada en la rinconera de la cocina, salpicada por las últimas luces del día, filtradas por las copas de los matorrales del exterior; me había tomado un momento de calma para saborear un té aromático; abrazada por esta opulenta quietud, alargué el brazo y con las yemas de los dedos rocé los bordes de la mesa; y en seguida me descubrí estimulada por su solidez y su corpulencia rectangular la excelente y precisa homogeneidad de su oscura madera lacada, su lisura perfecta y su gravidez soportada por las cuatro patas y la consideración con que habían sido redondeados sus cantos; era, pensé tan manifiesta, y aun así expresaba su intensa presencia mediante atributos exquisitamente desprovistos de imposición; de hecho, era este juego de presencia pura y exquisita falta de imposición lo que confería a la mesa su valor; y volví a alargar una mano, deslizándola por una de las astilladas patas de la mesa, cuando mi hija, Jaquie, se acercó sigilosa –venía de jugar en el cuarto de estar-, me puso la mano en la rodilla y me dijo que debería tener otro niño…”

Mi consejo final: Leedlo. Hay pocas obras como esta.

Los textos provienen de la traducción del inglés de José Luís Amores de El cuaderno perdido de Evan Dara para la editorial Pálido Fuego.

Resumen Septiembre 2015.Disfrute ante todo

lapuertabroncePasan los meses, pasan los libros, algunos con más pena que gloria. Pero siempre con algo que aportar. Este mes de septiembre se ha caracterizado por la variedad nuevamente, aunque no he tenido mucha novela de género, lógico tras dos meses como los que he dedicado a policiaco. Ha sido un mes fantástico, os relato mis lecturas a continuación:

El rancho de la U alada de B. M. Bower, en el enlace podéis pinchar para ver la reseña que hice al comienzo del mes.

Mi vida como hombre de Philip Roth, poco más puedo añadir al comentario extenso que tenéis pinchando en la imagen. Los comienzos de Zuckerman.

Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozie Adichie,  extraño formato el escogido por la editorial para publicar el discurso que dio la nigeriana en las charlas TED; de todos modos, el precio es razonable y el contenido muy necesario; la autora particulariza su situación a Nigeria pero el caso es extrapolable a cualquier país y ahonda en la necesidad de establecer un discurso feminista desde el ámbito de la mujer y el hombre; para ello profundiza en los fenómenos machistas que se viven por costumbre, que se encuentran englobados en lo tradicional o, dicho de otra manera, en lo estructural y establecido por defecto en una cultura. Imprescindible lectura tanto para hombres como para mujeres, aunque duela es necesario darse cuenta de lo que está inherentemente aceptado siendo parte del machismo.

End Zone by Don Delillo, especialmente recomendado para los aficionados al fútbol americano, más que para los aficionados a Delillo.

Cuentos completos por E.L. Doctorow, parece mentira que haya tenido que conocer al autor precisamente por su faceta menos conocida. No es mala opción como explicaré en su reseña. 

Sonetos by William Shakespeare, más información sobre ella y las peculiaridades del gran William Shakespeare en el título. 

El patriarcado del osito Teddy de Donna Haraway, Haraway no se conforma con alertarnos de la estructuralidad asociada al feminismo sino que la extiende más allá. Este es uno de esos libros que nos ofrece una apertura a temas de los que, inconscientemente, no nos habríamos dado cuenta. Y eso es de agradecer.

El cuaderno perdido de Evan Dara, todos los años Pálido fuego nos sorprende con algún título de alto nivel, este año ya han cumplido con esta excepcional obra de Dara. En breve me extenderé más.

El-marciano-Andy-WeirLa puerta de bronce y otros relatos de Raymond Chandler, curiosísima la propuesta de Cátedra que se centró en tres relatos del autor con más que evidentes careos con la ciencia ficción-género fantástico. Los relatos que aparecen son «Verano inglés», melodrama de tintes góticos; «El rapé del profesor Bingo», vuelta de tuerca sobre el tema del hombre invisible, y «La puerta de bronce», que presenta una misteriosa entrada a otro mundo de claras reminiscencias lovecraftianas. La calidad es diversa, resintiendo un poco el resultado global, pero la introducción de Julián Díez es completísima y se centra en el autor, su obra e incluso la poética del escritor norteamericano. Solo por ese texto (que ocupa más de la mitad) valdría la pena tener este libro. 

El marciano de Andy Weir, es totalmente lógico el éxito de esta novela y su posterior película, no tanto por el tema tratado, un “survival” de toda la vida, sino por la ambientación exótica: sobrevivir en Marte. Sus virtudes son indudables, se lee muy rápido por el estilo ágil del autor, sin artificios; el escritor sabe cómo hacer cercanos temas aparentemente lejanos relacionados con la ciencia, sabe explicar desde el cultivo de patatas hasta la propulsión de una nave pasando por cómo obtener oxígeno y resulta lógico cuando lo estás leyendo; está lleno de buen humor, y eso siempre es de agradecersolo podríamos acusarle por lo facilón del final y porque  el estilo ciertamente no es para tirar cohetes. Pero a estas alturas poco importa, nos ha hecho pasar un muy buen rato.

Personae de Sergio de la Pava, es inconcebible que este libro esté publicado. La traducción realizada por el propio autor convierte el texto en una amalgama de palabras sin sentido ni concierto. Es prácticamente ilegible. Y la culpa no creo que haya sido solamente del propio autor sino que parte de ella hay que repartirla con la editorial que permite que este engendro salga a la venta y engañe a los lectores que disfrutamos con gozo de su excepcional primer libro. Una verdadera pena. Dinero malgastado.

Hollywood gótico de David J. Skal, ¿quién dijo que los ensayos no pueden ser divertidos? Skal es un especialista en coger temas tan interesantes como este (“la enmarañada historia de Drácula”) y relatarlos con la suficiente amenidad (hasta tratándose de intrigas de derechos). Me extenderé más adelante con él. 

Papá Piernas-largas de Jean Webster, ya lo he dicho en el enlace, una verdadera delicia.

la-sonrisamarfilCarpe Diem de Saul Bellow, me temo que no he acertado con el primer libro que leía de Bellow, gracias a sabios consejos de grandes lectores enderezaré esta situación para coger próximos libros suyos. No es que sea malo, ¡para nada! Se lee con gusto y puedes ver trazas de lo que puede hacer pero el resultado es tremendamente irregular para emitir una opinión más en firme sobre el autor. Habrá que esperar.

El buen relato de J. M. Coetzee y Arabella Kurtz, sorprendente mezcla de psicoanálisis y saber literario que funciona mejor de lo que se podría esperar, y sin indigestiones. En breve la reseña más completa.

La sonrisa de marfil de Ross MacDonald, vuelvo a los libros del gran MacDonald con un Lew Archer incisivo y cínico en una trama de secuestro que deviene en unos cuantos asesinatos. Lo bueno del escritor es que nada es lo que parece y vuelve demostrarlo hasta la última página con un giro inesperado.  Puede que no sea la mejor, pero es un entretenimiento de mucha calidad.

Y eso ha sido todo este mes. Sobre el siguiente no os sé poner qué es lo que tocará porque depende de los sitios donde pongo contenidos. Quizá os sorprenda lo que vaya llegando.

Pero siempre y ante todo, buenas lecturas a todos.

Lecturas previstas para septiembre 2015. Vuelvo al proyecto

No suele ser habitual que haga un post de estas características. En este caso no me ha quedado más remedio, ya que los textos que hice para resumir las lecturas del verano han sido ya demasiado extensos de por sí. O sea que no me viene mal extenderme un poco más en las lecturas que he programado y que aparecen en la siguiente foto:

Lecturas_sept_1

Tengo claro que uno de los objetivos más importantes es retomar mi Proyecto Literario y para ello he decidido centrarme en la figura de Philip Roth, del que solo me quedan doce lecturas y que pienso terminar entre septiembre y octubre. Ya he empezado con Mi vida como hombre, y espero que le sigan en poco tiempo Lecturas de mí mismo, Los hechos, Engaño, Patrimonio y El teatro de Sabath. La trilogía americana caerá en octubre. También dentro de este epígrafe tengo previsto lo último que ha salido de Coetzee El buen relato, y el segundo libro de Delillo que ahora van a publicar y que yo leeré en inglés: End Zone.

Esto me lleva a un segundo bloque de lecturas en inglés donde, aparte del ya mencionado, he recordado que tenía uno de Sonetos de Shakespeare en edición bilingüe y, aprovechando que se han decidido a sacar la antología de Joyce Carol Oates en Alfaguara-PRH en octubre con el curioso nombre de Mágico, sombrío, impenetrable, leeré su versión en la lengua original Lovely, Dark, Deep Stories; ya dije en algún momento que la editorial me ha perdido, sacando uno de la autora al año, no llegará nada suyo nunca (sobre todo sabiendo que publica tres libros al año) y me sale bastante más económico; de hecho por ese precio me están mandando ya desde Book Depository el último libro de la autora que se va a publicar en octubre: The Lost Landscape: A Writer’s Coming of Age, texto en tapa dura de tipo ensayo con tintes autobiográficos que promete ser apasionante y que os comentaré en blog.

Otro bloque interesante podría ser de novedades de este año; he hecho una pequeña selección con las lecturas que más me apetecen en este momento; brilla con luz propia El cuaderno perdido de Evan Dara en la que se “narra la historia de la desintegración de una comunidad de la América moderna, y ofrece una visión de reconstitución” al mismo tiempo  “Plasmando la totalidad social de dicho conjunto de personas mediante la representación de sus distintas voces”, me parece que esto puede ser una lectura gozosa, Pálido fuego tiene una selección de libros de una calidad contrastada.

Dentro de ese bloque me apetecen muchísimo también:

Hollywood Gótico de David J. Skal, publica EsPop Ediciones la historia de Drácula a través del prisma siempre interesante de Hollywood.

Los viernes en Enrico’s de Don Carpenter, gracias a Sexto Piso voy a descubrir al autor norteamericano del que no había leído nada aún y del que no oigo más que maravillas.

1453. La caída de Constantinopla de Roger Crowley, no he faltado todavía a la cita de historia que nos propone Ático Libros en su fantástico sello y esta no podía ser menos. Imperios del mar fue una novela absorbente y espero que con esta se cumpla también.

Cuentos completos de E. L. Doctorow, uno de mis eternos pendientes, más ahora que ha fallecido recientemente, esta edición única y completa de sus cuentos, que trabajó a propósito (eligiendo orden y cuentos) con la editorial Malpaso, es una buena manera de aliviar un poco mi conciencia. Ya lo he empezado y pinta muy bien tanto por estilo como por el contenido.

Personae de Sergio de la Pava, esperaba mucho de él como ya he comentado en alguna ocasión tras su excepcional ópera prima; me temo que puedo encontrar algún problemilla que va convertirla en un posible fiasco debido a lo que he comentado con otros lectores. Veremos qué es lo que pasa finalmente.

El patriarcado del osito Teddy de Donna Haraway, me llamó mucho la atención el título de este ensayo que promete, al menos, ser distinto a lo habitual.

El último bloque  podríamos llamarlo de recuperaciones, esas novelas que, por una razón u otra, demoro en su lectura y que, sin embargo, pueden ofrecerme buenos momentos, entrarían en esta categoría los siguientes:

Carpe Diem de Saul Bellow, mi primer Bellow, a estas alturas. Imperdonable. Necesario más que nunca, junto con Malamud para entender las obras posteriores de Philip Roth.

En un metro de bosque de Georg Haskell, recomendado especialmente por Pilar, la editora de Noema en Turner, tiene una premisa (estar observando un bosque durante un año) muy original en el planteamiento y potencialmente tediosa en el desarrollo, tengo mucha curiosidad por ver cómo funciona el autor.

El marciano de Andy Weir, a puntito de estrenarse la película no tengo excusa para leerlo; las opiniones son tan contrapuestas que quiero comprobar por mí mismo el motivo de su éxito.

-No quería dejar sin programar alguna novela policíaca pero sin abusar, el monográfico que hice en el verano me ha servido para vaciar un poco lo policíaco pendiente, así que he cogido alguno de los clásicos que tengo pendientes, el antepenúltimo de Chandler (ya solo me queda el de relatos completos y uno de ensayos) además de coger dos libros de Ross Macdonald, me quiero poner al día con el autor para cuando Navona se disponga a continuar su publicación en noviembre.

Ah, se me olvidaba, también dentro de estas recuperaciones estaría El rancho de la U Alada de B. M Bower, un curioso western, amable, más cercano a las novelas costumbristas británicas y cargada de buen humor. Otro gran logro de Hoja de lata (ya lo había leído cuando estaba haciendo este artículo).

Y esto es todo lo previsto, veremos si consigo leerlos al completo.

¡Buenas lecturas!