Mis lecturas favoritas del año 2018

Dicho lo anterior, es el octavo año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Lecturas favoritas Año 2017.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea. Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2018. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son dieciocho los elegidos, que parecen acordes en cantidad con los casi 170 libros que he leído.

-El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico, aunque este año se ha mezclado bastante, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Quería hacer una especial mención a algunos libros que podrían haber entrado pero que, por límites de extensión del post y otros motivos varios, no han sido escogidos como son los siguientes:

El Asesinato de mi tía de Richard Hull (Alba)

Cuentos Góticos  de Emilia Pardo Bazán (Uve Books)

Gamusinos de Raquel Froilán (Cerbero)

La balada de Tom el Negro de Víctor LaValle (LeeRunas)

Cuando te golpeo o retrato de la escritora como joven esposa de Meena Kandasamy (Malpaso)

Caza corazón, un umbral de Seanan McGuire (Lee Runas)

Hajira de Francisco Serrano (Episkaia)

 Uno de Nieves Delgado (Cerbero)

Florescencia de Kopano Matlwa (Alpha Decay)

Agua en los pulmones de varias autoras (Pulpture)

La súbita aparición de Hope de Claire North (Colmena ediciones)

Retiro Infinito de J.M. Sala (Cerbero)

La octava vida de Nino Haratichswili (Alfaguara)

Sin más dilación, que entre ya la lista de mis favoritos:


Deja que te cuente: Cuentos inéditos, ensayos y otros escritos de Shirley Jackson (Minúscula), poco a poco, demasiado poco a poco para mi inmensa sed lectora, parece que irá pareciendo la obra de la escritora norteamericana; esta colección de ensayos, historias cortas y textos de la autora es deliciosa, no solo porque es una gran autora sino porque no se puede ser más encantadora. Se lee con gusto y sirve especialmente para configurar a la escritora como persona, una figura muy diferente de sus personajes.


Lo que más me gusta son los monstruos. Vol 1 de Emil Ferris (Reservoir Books), no sé si hace falta decir algo más de esta maravilla, si alguien tiene dudas también lo comenté en Canino ; seguro que va a estar en todas las listas del año pero en este caso… la unanimidad es casi abrumadora.



Días sin final de Sebastian Barry (Alianza), uno de esos libros conmovedores y maravillosos que, por razones que no acabo de entender (probablemente que no está en la órbita de los grandes grupos), se quedan en una nube de ignorancia y no llegan al público lector a pesar de su gran calidad tanto para narrar la historia como para mostrar los sentimientos. Uno de esos tapados que, afortunadamente, no ha pasado desapercibido por estos lares…. sobre todo gracias al señor Mikel.




Patrick ha vuelto de Josephine Tey (Hoja de lata), estupenda la labor de Hoja de lata de nuevo, podría haber puesto algún otro libro más pero, de nuevo, vuelvo a abogar por la gran tapada de la época del Detection club, la edad dorada del whodunit, una autora que nunca descuidó la trama pero ofreció una caracterización psicológica de los personajes fuera de lo normal, además de cambiar muchas de las estructuras y tropos habituales. Un lujo.





Más trabajo para el enterrador de Margery Allingham (Impedimenta), hablando de lujos, aquí tenemos una de esas obras que da la verdadera medida de su escritura. Imposible no rendirse ante la creación de Allingham, una escritora del nivel de Sayers y Christie que buscó su propia personalidad en el género. Para qué limitarse a una sola habitación cerrada si puedes usar como escenario una calle entera con todos sus habitantes. Una genialidad más.


Las largas sombras de Elia Barceló (Roca), a estas alturas de la vida no tengo que reivindicar a Eliá Barceló, no lo necesita; es maravilloso que siga en tan buena forma y sacando una obra por año. Aquí tenemos una novela de esas en las que la trama está bien hecha, y acabada magníficamente, pero palidece en comparación con la forma de exponer a sus grandísimas protagonistas. Inolvidable.



Cómo acabar con la escritura de las mujeres de Joanna Russ (Barrett/Dos bigotes), la de años que han tenido que pasar para que se vea este libro traducido, inexplicable;  para mí, probablemente es el libro del año, por la inmensa capacidad de la autora para esgrimir sus razones y documentarlas a lo largo del tiempo. A partir de ahora me resisto a discutir sobre este tema, remitiré a este libro, ¿para qué voy a intentar hacerlo cuando Russ lo ha hecho a la perfección?



Moonglow de Michael Chabon (Catedral Books), por Dios, se ve que si a Chabon no lo publica Mondadori a todo el mundo se le olvida que existe; una pena, porque el escritor sigue siendo buenísimo y este retrato autobiografíco/ficcional es una obra colosal que me ha proporcionado una felicidad inmensa “entre los resquicios”. (Mikel, gracias de nuevo)




El pescador de John Langan (Biblioteca de Carfax), una de mis editoriales favoritas sigue dando el do de pecho con todo lo que publica, podría haber escogido la novela de Poppy Z. Brite o los relatos de Du Maurier, pero al final me voy a quedar con esta obra impresionante. Me encanta cuando el autor hablaba de las dificultades que tenía para publicarla porque las editoriales de género le rechazaban por estar demasiado bien escrita y las editoriales serias por ser una novela de terror. No hay mejor forma de explicar lo que te puedes encontrar, solo tienes que añadir que, quizá, Lovecraft estuviera muy contento con el resultado.

Contar es escuchar de Ursula K. Le Guin (Círculo de Tiza), os voy a desvelar una de mis grandes vergüenzas, este es el primer libro que leo al completo de la grandísima Le Guin, nunca busqué el momento. Afortunadamente llegó, desgraciadamente en el año de su muerte. Es un libro apoteósico y destila toda la sabiduría de una escritora legendaria. En Canino lo elegí como uno de los libros del año y no creo equivocarme, aunque se publicara en enero.


C de Tom McCarthy (Pálido Fuego), vivía yo en el error pensando que McCarthy jugaba demasiado con la experimentalidad de la escritura, que se preocupaba más de la forma que del fondo; esta novela me ha quitado prejuicios, recorrer el siglo XX de la mano del protagonista ha sido una de esas experiencias difíciles de olvidar, buena parte de culpa la tiene el buen hacer del escritor. Un libro exigente y memorable.


Binti de Nnedi Okorafor (Crononauta), pongo la primera parte pero, quizá, sería más justo poner junto a ella a Binti:Hogar, la segunda parte de la saga de la autora; un proyecto enmarcado en el afrofuturismo y que es una de las grandes apuestas de esta pequeña editorial. Me encanta porque rebosa ideas y conceptos distintos a los habituales pero sin olvidar una idiosincrasia que está bastante alejada de lo que se suele leer. Sí, la diversidad es buena, ¿a quién le apetece leer siempre lo mismo?


Bienvenidos a Dietland de Sarai Walker (Carmot Press), hablando de diversidad, ¿se imaginó alguien que podría existir un club de la lucha de mujeres? Pues este libro, incómodo como pocos, muy arriesgado y dificultoso, es, posiblemente una de esas historias que te deja noqueado. Vale la pena  introducirse en una historia que te saca de tu zona de comodidad de esta manera tan potente. (Por cierto, la serie, aun con sus variaciones, vale mucho la pena)


Los desterrados de Kamila Shamsie (Malpaso), brutal, esta novela trata el terrorismos islámica de una forma que te hace cuestionarte un montón de cosas, Shamsie parte de una historia compleja que divide en varios personajes y configura una historia dolorosa como pocas con el final más impactante que he leído este año. Venga… una faja diría…. DESGARRADORA.

Distópicas/Poshumanas de varias autoras (Libros de la ballena), es imposible hablar de una antología sin la otra ya que ambas pertenecen al mismo proyecto al que aludía en este post llevado a cabo por Teresa López-Pellica y Lola Robles y que busca dar visibilidad a un montón de autoras que se han dedicado a escribir ciencia-ficción desde el siglo XIX hasta la actualidad. La nómina de autoras es de una calidad insultante y los relatos fabulosos.


Prestigio de Rachel Cusk (Libros del asteroide), parece que este es el año en que todos los críticos culturales de “renombre” han descubierto a la escritora canadiense; más vale tarde que nunca, yo la conocí gracias a uno de esos premios (Baileys prize for Women) que tanto desprecia uno de esos críticos de “renombre”. Vale la pena sumergirse en la prosa nada convencional de una autora única.


Su cuerpo y otras fiestas de Carmen María Machado (Anagrama), terroríficamente perversa esta recopilación de relatos que, por casualidades de la vida, ha salido en una editorial que no da ningún tipo de importancia al género como tal. No importa, lo bueno de estar en una editorial “prestigiosa” es que mucha gente va a llegar a ella de manera equivocada pero, estoy seguro de ello, va a quedar impactado con su propuesta.


La ladrona de tomates de Ursula Vernon (Cerbero), es difícil explicar lo absolutamente maravillosa que es esta novela, lo mejor es cogerla, dedicarle una tarde y quedar totalmente subyugado por las ideas de Vernon. Fantasía encantadora, de esas historias que te hipnotizan y te dejan con una sonrisa en la boca según la vas leyendo.


Y eso es todo, ya es demasiado por este año. Veremos cómo se presenta el siguiente.

¡FELIZ AÑO 2019! !Buenas lecturas!

2018_09_12: Recuerdos del verano, actualidad lectora

Hablar a estas alturas de mis lecturas de verano es bastante complicado; ha sido, como de costumbre, una cantidad bastante elevada de ellas; afortunadamente, gracias a GoodReads podéis echarle un vistazo en el enlace que os he puesto.

Ha sido un verano variado y tomé como base la lista que hice para el verano en Canino y añadí otros que salieron posteriormente. La verdad es que funcionó  a la perfección, he disfrutado mucho de la lectura.

Entre ellos, brilla con luz propia el dúo que forman Dixtópicas /Poshumanas, proyecto asombroso de Teresa López-Pellisa y Lola Robles que tiene como resultado una recopilación de pequeñas historias de ciencia ficción de autoras españolas desde el siglo XIX hasta la actualidad que cumplen a perfección su cometido: dar visibilidad, quitar prejuicios sobre ellas y, sobre todo, disfrutar de historias mucha calidad y suficientemente variadas por la amplitud de los temas escogidos.

Dos grandes triunfos del verano (y del año!) son las nuevas historias de Josephine Tey y Margery Allingham, escogidas de nuevo con gran acierto por los editores de Hoja de Lata e Impedimenta. Lo de Tey es un festín absoluto de lo policíaco, siempre capaz de mostrar nuevos puntos de vista y, al mismo tiempo, añadir un desarrollo psicológico de los personajes a la altura de las circunstancias, en Patrick ha vuelto no importa tanto lo que va a pasar sino el cómo se ha llegado a esa situación y es una evolución realizada con maestría. Excepcional, igualmente, Más trabajo para el enterrador, novela de madurez de una de las autoras menos conocidas del “detection club” y que demuestra su manera de crear una trama mediante el desarrollo de una ambientación, en un barrio, inteligentísima y realmente bien escrita. Un lujo en nuestras manos.

El terror también ha triunfado este verano en mi pila de libros. Gracias especialmente a dos editoriales que tienen muy claro hacia dónde van. Por un lado, Orcinny; por el otro, Cerbero.

Orcinny sigue con su apuesta (todavía minoritaria) de publicar “bizarro” y se ha lanzado este verano pasado con otros dos títulos de grandísimo nivel que tuve el placer de disfrutar. Volvió Laura Lee Bahr, la autora del impactante Fantasma, con un libro de nombre provocador: Porno religioso improvisado (llevarlo en transporte público era una fiesta de caras ajenas). El libro no es tan arriesgado en cuanto a estilo pero, sin embargo, tira por otros derroteros, lo policíaco está muy presente y el humor negro también. La mezcla funciona muy bien nuevamente gracias a las convenientes dosis de misterio que propone la autora. Mejor incluso diría que es Monstruos Bizarros,  una antología de cinco historias de bizarro muy originales y altamente recomendables para hacerse una idea de los tropos que se utilizan en este subgénero.

Con Cerbero estoy encantado, haberles seguido desde el principio me ha hecho más consciente de su evolución y me da la impresión que se han asentado en un estándar de calidad mayor. No me pierdo ningún título de su sello de terror (Tíndalos) y Micosis, de Enerio Dima, además de Agnus Dei de Nieves Mories son dos títulos tremendamente interesantes y de temáticas muy variadas. Me parece que el camino para que el terror funcione en España está siendo allanado cada vez más.

Otro día hablo de otro par de lecturas de verano, pero que no falte un apunte de lo actual. Estoy en medio de una lectura de largo recorrido, una de las apuestas fuertes de esta temporada en el sello Alfaguara: La octava vida (Para Brilka), de Nino Haratischwili, una escritora georgiana que se ha atrevido a realizar una de esas sagas familiares monumentales que transcurre a lo largo del agitado siglo XX. No quiero dar pistas sobre mis impresiones todavía, no sería justo adelantarlo, más en una lectura de más de mil páginas. Ya iré comentando cosas que surjan en este pequeño diario.

Una de mis prácticas lectoras más habituales cuando me introduzco en “tochos” de este calibre es alternarla con otras lecturas que sean, además, radicalmente distintas. Se gana mucha destreza y consigues que no te canse el recorrido. Buen ejemplo de esto es el libro que acabo de terminar, La casa del reloj en la pared, de John Bellairs, una fantasía juvenil que tiene como mayor virtud introducir elementos terroríficos de una manera no demasiado horripilante, con pequeñas gotas de buen humor, elementos mágicos y un personaje que lucha, como cualquier adolescente, por integrarse en la sociedad tras una tragedia como es perder a sus padres. Tic-Tac, un reloj de fondo que presagia el apocalipsis y mucha imaginación del autor confluyen en un cóctel irresistible.

Creo que esta entrada se ha extendido más de lo que esperaba, otro día más.

Abrazos y ¡buenas lecturas!