14 propuestas para el día del libro 2024

Mantengo mis listas porque la gente que me ha estado siguiendo desde hace tanto tiempo lo merece. No creo que vaya a sacar recomendaciones que no hayan visto en otros sitios pero sí es cierto que siempre intento poner aquellos libros con los que más he disfrutado. Esto siempre es lo más importante para mí y lo que he utilizado como criterio para crearlas.

También estoy intentando este año no pillar tanta novedad porque, la verdad, ni el espacio ni el dinero son infinitos y no se puede uno arruinar por hacerlo. Compro menos y lo alterno con alguno en digital pero no voy a dejar de comprar porque es lo que más me hace disfrutar y, sobre todo, lo que me da un equilibrio personal. Dicho todo esto, allá va la selección que he preparado para este día del libro:

El hombre sin nombre de Laird Barron (Biblioteca de Carfax), el mayor éxito de mi editorial favorita de terror tiene mucho que ver con el espléndido gusto de sus editrices a la hora de elegir el catálogo de sus colecciones; con la salida de Deméter, el sello en el que recopilan novelas cortas de terror, se vuelve a confirmar esta premisa. El buen gusto viene sobre todo porque sus filias son muy variadas y están llenando su catálogo de novelas distintas y muy eclécticas y eso lo hace imbatible. Barron nos ofrece yakuzas y fantasmas y aquí lo tenemos. Me gusta muchísimo esta colección, es la ideal para recomendar a personas que no lean normalmente terror: tratan muchas veces temas actuales y, además en un formato reducido. Es ideal para introducir el género a neófitos. Traducción: Antonio Rivas


Que las montañas sean mi tumba de Francesca Tacchi (Crononauta), ambientada en Italia en el año 1944, Tacchi parte de un hecho histórico universalmente conocido: la Segunda Guerra Mundial (en su vertiente italiana). Añade elementos sobrenaturales no tan conocidos (dioses mitológicos etruscos) y de esta manera monta una historia llena de acción y que sirve de homenaje a los partisanos y (al mismo tiempo) mata un nazi tras otro. Todo funciona a la perfección, tiene diversidad y una bonita historia de amor. El único problema es que se acaba demasiado rápido pero qué buen comienzo de año para la editorial. Grandísima elección. Traducción: Arrate Hidalgo


Doctor No de Percival Everett (De Conatus), sé que la editorial está más centrada en el último premio Nobel pero, sinceramente, lo mejor que publicó el año pasado fue Los árboles de Percival Everett; menos mal que este año nos ha traído otro libro suyo. Este Doctor No vuelve a usar las características que definen a este autor: utilizar el humor (a veces absurdo) para hacer una crítica social. En esta novela esto es llevado aún más a sus últimas consecuencias, mezclando además lo absurdo llevado el límite con la matemática y la filosofía. Un cóctel explosivo lleno de espías como una película de James Bond y que consigue sacarte una sonrisa en cada momento. Es un autor muy diferente y excepcional. Traducción: Javier Calvo



La riada de Michael McDowell (Blackie Books), siempre es de agradecer que una editorial se arriesgue a publicar de una manera distinta; si además esto supone que se puedan tener disponibles libros de un autor como Michael McDowell pues todavía mejor. He tenido la oportunidad de leer Los elementales y Agujas doradas gracias a la Bestia Equilátera pero no es una editorial fácil de encontrar. Blackie acomete la publicación de una saga entera del autor (Blackwater) en seis entregas quincenales, siendo este libro el inicio de la saga. La saga parte de un hecho, una riada que inunda un pueblo, para introducir un personaje que aparece misteriosamente (Elinor Dammert) y una serie de elementos fantásticos en un contexto diferente, un matriarcado con todo lo que eso supone. El resultado es un folletín con elementos fantásticos y de terror que se lee en un instante y resulta muy interesante. Además la portada de Pedro Oyarbide es puro arte. Una maravilla. Yo voy a seguir toda la saga, ha conseguido que me una al fenómeno. Traducción: Carles Andreu

La quinta bruja de Angela Slatter (Duermevela Ediciones), actualmente, Slatter es de esas autoras que consiguen que les compre todo lo que sacan y, además, estamos teniendo la suerte de tener a varias editoriales que están intentando sacar alguna de sus obras. Lo bueno es que tanto Dilatando Mentes como Duermevela están consiguiendo sacar algunas de ellas y lo hacen con mucho cariño y cuidado. Slatter lo merece porque es una narradora excelente, tanto en distancias cortas, como medias como en novelas largas. Es un talento único que, además, es capaz de tratar temas adultos desde la fantasía. Esta novella está ambientada en las calles de Whitechapel y los crímenes de Jack el Destripador, lo bien que le sienta la brujería a esta época y qué matiz tan interesante añade con la protagonista femenina en una época como aquella. La verdadera pena es que sea tan cortita pero parece mentira todo lo que se puede sacar para analizar. Traducción: Rebeca Cardeñoso

Chamanes eléctricos en la fiesta del sol de Mónica Ojeda (Penguin Random House), tengo la suerte de haber leído ya varios libros de la autora antes de su paso a una de las grandes editoriales; no puedo esconder que siempre tengo miedo de que algo cambie para mal porque, evidentemente, no es lo mismo el proceso de edición en una editorial pequeña que en un monstruo. Afortunadamente esta novela confirma que la autora ecuatoriana no pierde comba, desborda de nuevo con su propuesta estética, exuberante en el lenguaje y en la construcción sintáctica, desbordante en su imaginación. Un prodigio de nuevo con ecos terroríficos que me recordaron al excepcional Mandíbula. Es una autora única.

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Un retiro para escritoras mortal de Julia Bartz (Umbriel), cada uno tenemos nuestras filias y fobias, y estas influyen en tus compras y lecturas. La premisa de este libro me atrajo desde el minuto uno. Un retiro de escritoras propuesto por una escritora famosa que se convierte en una pequeña pesadilla por sus excentricidades es, exactamente, el tipo de lectura que me llama. Luego puede suceder que la ejecución no sea la mejor pero hay que reconocer a Bartz que, a pesar de la extensión, consigue mantener el interés y darle un par de vueltas para que avance la trama. Como apunte curioso, no esperaba sexo explícito entre mujeres y es me ha parecido diferenciador con respecto a otras novelas de este corte. Una propuesta muy curiosa de misterio. Traducción: Mia Postigo


Finlay Donovan los deja KO de Elle Cosimano (Contraluz), la nueva entrega de las aventuras de Finlay Donovan sí es exactamente lo esperaba tras su fantástico primer título (que fue una de mis lecturas favoritas del año pasado), vuelve a haber un misterio curioso que se deriva el anterior título, sigue habiendo esa química maravillosa entre Finlay y Vero que trae no pocos equívocos y situaciones delirantes, no falta el romance a “fuego lento” utilizando el triángulo que ya funcionó en la primera parte y, por supuesto, hay un humor inocente que consigue sacarte sonrisas de complicidad con las protagonistas. El único problema es que no trae ninguna innovación con respecto a la anterior entrega. Es una apuesta por la continuidad de una trabajo bien hecho. Traducción: Jorge Ollera Castelo


La casa de la orilla de Daphne Du Maurier (Alba), me encanta Du Maurier, sobre todo con su faceta más habitual orientada a las historias de terror psicológico y el misterio. Es una autora que conseguía dotar de atmósfera a sus narraciones sin perder un ápice de interés la trama. Este libro que nos trae Alba es ciertamente peculiar: se trata de una historia ciencia ficción con viajes en el tiempo. Como si se tratara de Connie Willis, juega a la perfección con los estándares del género y su prosa ayuda a presentar una época distinta. Siempre una lectura segura pro su calidad. Traducción: Concha Cardeñoso Sáenz de Miera

Visceral de María Fernanda Ampuero (Páginas de Espuma), vaya sorpresa de libro, vaya mazazo supone leer esta salvajada de la escritora ecuatoriana. Acostumbrado a sus cuentos no esperaba para nada que esto se tratara de un collage de autobiografía, memoria, autoficción… escrito desde la rabia, desde la injusticia que percibe en tantas facetas actuales. Es terroríficamente brutal, te remueve con cada una de sus palabras. Es increíble. Tengo la impresión de que va ser uno de mis libros del año (sí, ahora en abril me doy cuenta).

Un lugar soleado para gente sombría de Mariana Enríquez (Anagrama), “Las cosas que perdimos en el fuego” sigue siendo mi libro preferido de la autora argentina,  de hecho sigo pensando que me gusta más la Enríquez de las distancias cortas, de ahí que afrontara este nuevo libro suyo como el mayor de los optimismos. Y, afortunadamente, no estaba equivocado. Me gusta mucho como la autora parte de lo cotidiano, sobre todo relacionado con la mujer, para construir sus relatos muy a la manera de Stephen King. Funcionan estupendamente.  

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Linghun de Ai Jiang (Dilatando Mentes), la premisa de partida de esta novela es poderosísima: si tuvieras la oportunidad de ir a un sitio en el que te puedes comunicar con personas queridas que han fallecido. HOGAR es el nombre del sitio, sin embargo, como suele ocurrir habitualmente con otros pactos fáusticos, esto tiene un coste. “Este pueblo venera a los muertos pero no respeta a los vivos”. Linghun significa “alma” y según pasan los páginas te das cuenta de que está cada vez menos presente entre todos sus habitantes. Es descorazonador pero, al mismo tiempo, deja un poso tremendo, una reflexión increíble sobre la necesidad de avanzar y no quedarse en anclado y, cómo no, sobre la naturaleza humana y cómo reaccionamos ante la influencia inevitable de la muerte en nuestro caminar. Traducción: José Ángel de Dios


48 pistas sobre la desaparición de mi hermana de Joyce Carol Oates (RBA), no suelo leer reseñas, la mayoría de las veces me he formado un juicio y también las escribía en el pasado; sin embargo en esta ocasión, buscando el libro en la base de datos de Goodreads me llamó la atención cómo justificaba una lectora el haber puesto una estrella a este libro en particular; sus argumentos eran: que el narrador fuera poco fiable, que el final fuer ambiguo y que no aguantara al personaje. Me hizo mucha gracia porque, probablemente, sólo por estas características seguramente me iba a gustar. No me equivocaba. El libro es estupendo y Oates dedica cada capítulo a una pista para ir desenvolviendo poco a poco una trama donde la mayoría de los detalles son poco fiables, tan poco fiables como su narradora. Traducción: María Dolores Crispín


Yo navegué con Magallanes de Stuart Dybek (Pálido fuego), tengo una debilidad tremenda con este tipo de libros. Todo empezó conscientemente con Winnesburg, Ohio y la culpa fue de Sherwood Anderson, el autor aprovechaba una estructura de cuentos para unirlos entre sí de diferentes formas y confeccionar en realidad una gran novela formada por historias cortas entrelazadas. Además le servía para representar el zeitgeist de una sociedad como la norteamericana (con aspiraciones incluso a la gran novela americana). Dybek juega con el mismo tipo de factores, y, sinceramente, lo hace muy bien. Con una escritura muy detallada y una fantástica creación de personajes que son muy palpables a lo largo de sus páginas, es un trabajo redondo y me gusta mucho más que el anterior libro que publicó Pálido fuego. Traducción: José Luís Amores

Y con esto llego al final, catorce títulos entre los que más he disfrutado este comienzo de año. Es una aportación humilde. No me dedico a esto. Si aporta algo a alguien, bienvenido sea.

Mis lecturas favoritas del año 2023

Otro año más que ha pasado y no sé decir exactamente cómo ha ido. De lo que sí estoy seguro es que he disfrutado mucho de mi vicio lector. He ralentizado un poco mis lecturas porque lo del año pasado era inviable en muchos aspectos pero este año debo ralentizarlo otra vez hasta llegar a un ritmo más sostenible. También me estoy planteando cómo van a ser mis lecturas del año que viene pero eso lo voy a poner en mi post de estadísticas y propósitos para el año 2024. Ha sido un año muy positivo y es el segundo año en el que más he leído desde que tengo conocimiento. No ha estado nada mal. En cuanto a tipos de libros, he leído mucho terror nuevamente, ciencia ficción, fantasía, policiaco, juvenil… son géneros bastante representados también.

Dicho lo anterior, es el decimotercer año en que hago una selección de mis lecturas favoritas; aquí tenéis las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Lecturas favoritas Año 2016.

Lecturas favoritas Año 2017.

-Lecturas favoritas Año 2018.

-Lecturas favoritas Año 2019.

-Lecturas favoritas Año 2020.

-Lecturas favoritas Año 2021.

-Lecturas favoritas Año 2022.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea. Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática (seguramente cambien el año que viene):

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2023. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así, podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veintidós los elegidos, que parecen acordes en cantidad con las 310 lecturas que he disfrutado.

– El orden en el que aparecen intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

– No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre ya la lista de mis favoritos:

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña) nueva edición y traducción de una de las primeras obras con la que descubrí a Oates hace ya tantos años. Es una obra que sirve para conocer el estilo de la autora, sus temas, la ambigüedad a la hora de plantear la trama y sobre todo, su gran talento. La nueva edición de Contraseña es estupenda ya que acentúa de manera muy positiva sus virtudes. Traducción: Pepa Linares

Huir de Evan Dara (Pálido Fuego),conozco la obra del gran Evan Dara gracias a que existe una editorial como Pálido Fuego y su editor-traductor al frente, José Luís Amores. Siempre es un placer sumergirse en las obras de Dara. Es un autor que juega muy bien con la forma, transformando su estilo según lo que trate y que, además, propone abono fecundo para la reflexión como esta historia de la progresiva destrucción de un pueblo cuando cierra la fábrica en la que basa todo su bienestar. Traducción: José Luís Amores


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), sobre este libro ya escribí lo que me había maravillado a principios de año y pongo a continuación el comentario, no creo que escriba nada mejor sobre ella: “Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser“. Traducción: Elisa Díaz Castelo


La Jugada final deJennifer Lynn Barnes (Molino), el tercer libro de la saga de los Hawthorne y sus Juegos de la Herencia es la culminación del modelo de la autora. Jennifer Lynn Barnes consigue crear una historia juvenil muy entretenida y la dota de mucho dinamismo con capítulos cortos y buenos cliffhangers para que no pierdas en ningún momento las ganas de seguir con ella. Traducción: Martina García Serra


Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras),Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina.” Traducción: Rubén Martín Giráldez


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), a estas alturas prácticamente nadie se acordará de este libro de Percival Everett, sobre todo porque la editorial ha tenido el gran impacto de Jon Fosse y su nobel de literatura. Sería una pena que esta novela y este autor quedaran en el olvido, sinceramente, Fosse me parece muy aburrido. Con Everett me lo pasé genial y es una novela comprometida y divertida. Traducción: Javier Calvo


Finlay Donovan: Una detective de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), estaba repasando lo que dije sobre el libro en su momento y me parece perfecto para la ocasión: “El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega”. Traducción: Jorge Ollero Castela



Monje y Robot de Becky Chambers (Crononauta), me parece genial que en Crononauta hayan adoptado esta línea editorial, no sólo la de la diversidad y la valentía de publicar autores que no publican en las grandes sino una línea en cuanto al estilo porque Chambers es algo distinto, es una autora que exige un ritmo de lectura más sosegado, muy al contrario de cualquier best-seller; al mismo tiempo que te obliga a ese desafío te propone reflexiones, es una literatura radicalmente diferente a lo acostumbrado y eso está realmente bien. Traducción: Carla Bataller Estruch


Acércate de Sara Gran (Biblioteca de Carfax), ya dije que el terror iba a estar representado y empieza con este magnífico libro de Sara Gran, libro que, a pesar de haber sido publicado hace bastante tiempo, no ha visto la luz hasta este año gracias a las editrices de Carfax. Otro dato curioso al respecto es que este año ha habido dos libros de posesiones de nivel mayúsculo y que van a estar en esta lista. Este es el primero, toda una rara avis en la que la autora toma la perspectiva de la poseída. Algo totalmente inusual y que trae un enriquecimiento de la narración increíble. Es un libro fabuloso. Traducción: María Pérez de San Román

La mala costumbre de Alana S. Portero (Seix Barral), este libro lo vais a ver en un montón de listas de lo mejor del año y es lógico. El libro de Portero es una pequeña joya por su manejo de la forma y, sobre todo, porque utiliza la ficción como un vehículo inigualable para reflejar la realidad de una mujer trans. Y consigue que sea muy emocionante, un libro inolvidable.

Muertos de segunda de Christopher Buelhman (Hermida Editores),dentro del género del terror me encantan las novelas de vampiros; desgraciadamente, hay de todo y, en muchas ocasiones tengo que leer productos bastante irregulares o de una calidad ínfima. No es el caso de este hardboiled vampírico de Buehlman que viene a demostrar que se puede seguir escribiendo sobre vampiros y hacer cosas nuevas, aquí, hay un tratamiento de los personajes muy cuidado y la ambientación es una maravilla, como si de una novela negra se tratase. Es un libro espléndido y muy bien escrito. Traducción: Óscar Mariscal

La glándula de Ícaro de Anna Starobinets (Impedimenta), esto ha sido una sorpresa más que agradable, entre otras cosas porque los libros publicados por Starobinets están en su mayoría descatalogados (los sacó Nevsky, una editorial desaparecida); lo mejor de todo es que han escogido reeditar posiblemente su mejor libro de cuentos, una antología que, en esta relectura y con la nueva traducción ha ganado aún más enteros. Es excepcional. Es la mejor manera de conocerla. Traducción: Fernando Otero Macías


Nuestras esposas bajo el mar de Julia Armfield (Sigilo), bien por Sigilo que nos vuelve a traer un libro de la escritora británica Julia Armfield, sus cuentos ya fueron una aproximación diferente. Esta novela vuelve a conseguir adentrarse en un género como el terror de una manera muy diferente, sutil, intimista. Sin centrarse en los sustos o en lo explícito y construyendo una intriga psicológica con un gran desarrollo de sus dos personajes, eso es lo bueno del terror actual, que existen un montón de temáticas, puntos de vista y diversidad. Traducción: Virginia Higa


Una casa sobre tus huesos de Marina Tena Tena (Dimensiones ocultas), el editor de Dimensiones Ocultas, Robbie Darko, no para. Este año ha inaugurado un sello juvenil de terror e incluso un premio, el Lestat, para premiar una novela de terror española. No puedo estar más a favor de su primera ganadora, siempre es un placer leer a Marina Tena Tena porque siempre da un giro distinto a temáticas del terror. Este aparente cuento de hadas es tan perverso en su parte final que no puedes dejar de leerlo. Una pequeña maravilla.

Los chicos del valle de Phillip Fracassi (Dilatando Mentes), como ya he dicho anteriormente, esto ha sido una verdadera casualidad, quién iba a pensar que me iba a leer dos libros de posesiones tan excepcionales y diferentes en un mismo año. El de Fracassi no destaca por el punto de vista pero, sin embargo, tiene un desarrollo increíble de los personajes, la localización es en un orfanato y es brutal, con un crescendo que, además, es tremendamente emocional. Hay que leerlo para creerlo. Traducción: José Ángel de Dios


Todos en mi familia han matado a alguien de Benjamin Stevenson (Planeta), una vez superadas las reticencias iniciales (la irritante voz del narrador poco fiable), estamos ante una historia de corte clásico detectivesco (con muchas alusiones al Detection club) bien narrada y con una buena sorpresa final. Qué recorrido tan particular tiene este libro, como una aclimatación al narrador y luego un gran sentido de la maravilla por su inteligencia.  Traducción: Victor Ruiz Aldana


Un payaso en el maizal de Adam Cesare (Dimensiones ocultas), el gran año de una editorial tan pequeña y centrada en un público tan particular ha tenido el mejor colofón posible con la novela de Cesare, un slasher con una idea muy chula que, además le permite extenderla en una saga que ya tiene dos partes más y que vendrán de la mano de editoriales igualmente. A lo mejor las siguientes partes no serán tan inspiradas pero mientras tenemos este trallazo increíble. Traducción: Robbie Darko


Nada que decir de Silvia Hidalgo (Tusquets), el premio de novela Tusquets de este año está en la mejores manos. El talento de Hidalgo es un seguro de vida, nadie como ella para reflejar en una novela todo lo que hay que sufrir por el hecho de ser mujer y qué forma tan precisa y evocadora de formularlo. Es una autora excelente. Quiero más libros suyos. z


Mi corazón es una motosierra de Stephen Graham Jones (Biblioteca de Carfax), a estas alturas ya no voy a descubrir a nadie a ese coloso del terror que es Graham Jones,  en esta primera parte de su trilogía del lago indio, utiliza a su fabulosa protagonista, Jade Daniels, para realizar un homenaje total al género de los slashers con una cantidad desorbitada de referencias que usará para predecir los acontecimientos que se van a producir. Es un libro tremendo, todo un desafío porque el autor no es para nada sencillo, te obliga a leer de otra manera y es parte de su sello personal. Traducción: Manuel de los Reyes

Conejo Maldito de Bora Chung (Alpha Decay), no es fácil destacar escribiendo cuentos hoy en día, y es así porque hay mucha gente escribiendo y es cada vez más difícil hacer algo genuino, De ahí que esta antología brille con luz propia por convertirse en un mazazo brutal en el estómago. Los cuentos de fantasía, ciencia ficción y terror parecen salidos de las peores pesadillas de la cabeza de la autora coreana. Para mí, es la mejor antología del año. Traducción: Alvaro Trigo Maldonado


La escritura como un cuchillo de Annie Ernaux (Cabaret Voltaire), me encantan los libros en los que los autores/as hablan de sus obras y su método creativo. Aquí se realiza a lo largo de un diálogo durante un año de preguntas y reflexiones entre Annie Ernaux y Frédéric-Yves Jeannet. Me encanta Ernaux con todo lo que hace pero lo de este libro es aún más excepcional. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


El reloj de sol de Shirley Jackson (Minúscula), no se me ocurre mejor manera de finalizar mi lista de lecturas favoritas del año con un libro muy curioso; me encanta Shirley Jackson pero este libro me ha gustado de una forma muy diferente, qué talento el de la autora para construir una farsa total con unos personajes tan disfuncionales, también tiene elementos oscuros pero su talento para la comedia es innegable y me ha vuelto loco descubrirlo aquí. Traducción: Maia Figueroa Evans

Esto cierra el ciclo de mis lecturas favoritas de este año. Veremos cómo se presenta el siguiente. Nunca se sabe.

¡FELIZ AÑO 2024! ¡Buenas lecturas!

19 librazos para el día del libro del 2023

Este año me ha costado horrores llegar a esta lista. Las cosas han cambiado mucho. Antes, por escribir en un medio, no me cortaba en pedir a las editoriales sus planes para los próximos meses, a eso se sumaba que la librería en la que compraba estaba en Madrid y podía pasarme en cualquier momento a coger algún libro que me faltara para completar la lista. Ahora soy un simple particular que lee mucho. Pocas cosas hay más irrelevantes.

En un mundo tan globalizado y con tanta gente recomendando libros independientemente de lo que se lea, mi contribución es poco más que una anécdota, no aporto prácticamente nada. Y el año que viene espero aportar menos porque no puedo comprar lo que compro ahora mismo. Mantendré las listas este año… el año que viene, ya veremos. Dicho todo esto, allá va la selección que he preparado para este día del libro:

Hotel Splendid de Marie Redonnet (Malas Tierras), hay que reconocer que desde Malas Tierras están configurando un catálogo independiente muy interesante y que busca diferenciarse del resto de editoriales, y esto se está cuidando hasta en el formato escogido, diferente al de otras editoriales; quizá lo que más me ha gustado es la recuperación de autoras que han pasado bastante inadvertidas por estos lares y sin limitarse al mercado anglosajón. Tal es el caso de la francesa Marie Redonnet y la recuperación de este título tan peculiar. Hotel Splendid se puede entender en su inicio como una representación de la vida cotidiana de una familia (formada por tres hermanas) y los habitantes del hotel. Según avanza, el hotel se convierte en algo que va más allá, casi sobrenatural y enigmático al mismo tiempo. Contrasta muchísimo este tipo de narración con el estilo sencillo, minimalista, de la autora (lo que la emparenta con la escritura de Beckett o Ernaux). La mezcla de todo ello es subyugadora. Un viaje colosal por un purgatorio que no termina. Traducción: Rubén Martín Giráldez


Cuentos de lo insólito de May Sinclair (Biblioteca de Carfax), siendo fiel a mis costumbres, lo que me gusta empezar el año con el primer libro que sacan en la Biblioteca de Carfax recuperando a alguna autora victoriana. En esta ocasión le toca a May Sinclair, prácticamente desconocida a pesar de ser, como dice en el prólogo, una “dama vanguardista que cayó en el olvido”. La selección está formada por siete cuentos, aunque uno de ellos (El defecto en el cristal) con la longitud de una novella. Historias que se leen y se disfrutan de una manera muy actual a pesar de ser del siglo XIX gracias las interesantes ideas de la autora. Una lectura estupenda. Traducción: Shaila Correa


Los árboles de Percival Everett (De Conatus), ya iba tocando que De Conatus hiciera su aparición en mi lista y con la publicación de este libro del afroamericano Percival Everett es una ocasión estupenda para recomendar sus títulos. La novela de Everett es una mezcla de estilos muy atractiva donde se junta una investigación policíaca con un aparente serial killer que se dedica a asesinar a blancos que, en el pasado, se dedicaron a hacer linchamientos a personas de color. Ambientada en la actualidad (con Trump y el Ku Klux Klan….) no se centra solamente en ese margen de tiempo sino también en el pasado y el autor lo utiliza para reflexionar sobre el odio al diferente de una sociedad como la norteamericana. Lo mejor de todo es que, además, en esa aparente seriedad sobre los temas tratados siempre hay un esfuerzo cómico que funciona a la perfección, como comedia negra no tiene precio. Una de las primeras grandes obras del año. Traducción: Javier Calvo



Los noventa de Chuck Klosterman (Península), me da un poco de pena que este título se haya publicado en una de las grandes monopolizadoras literarias, de ahí que no pierda la oportunidad de recomendar las anteriores novelas del autor publicadas con tanto mimo y buen gusto en EsPop, no perdáis oportunidad de leer alguna de ellas. El blurb que aparece en la portada de este último título es, en mi opinión, muy acertado ya que estamos posiblemente ante uno de los mejores cronistas culturales de la generación X. Klosterman coge una década, la de los noventa, y vuelve a demostrar su capacidad de síntesis sin perder rigurosidad y añadiendo siempre pequeñas notas cómicas que hacen que sus ensayos siempre sean muy entretenidos. Evidentemente, el tema tratado está muy dirigido en esta ocasión a un público objetivo (yo estoy muy incluido) que ha vivido esa época y de la que guarda tantos recuerdos. De hecho, a pesar de algunas particularidades muy específicas de EEUU, la mayoría del contenido es perfectamente reconocible y disfrutable, como él bien dice es, posiblemente, la última etapa antes de la entrada global de internet donde este tipo de crónica será mucho más difícil por la falta de fenómenos centrales y la mayor distribución. Me gusta mucho todo lo que comenta pero, especialmente, cuando se refiere a temas culturales (música, cine.. etc..) me parece que está aún más inspirado (sólo hay que ver sus reflexiones sobre Nirvana y el Grunge o Tarantino y Pulp Fiction). Hacía tiempo que no ponía ensayos en mis listas y han vuelto por la puerta grande. Qué magnífica propuesta. Traducción: Ana Camallonga

Finlay Donovan: Una escritora de muerte de Elle Cosimano (Contraluz), nome voy a atribuir el mérito de haber llegado a esta novela, no la tenía en el radar, es uno de esos ejemplos maravillosos por los que vale muchísimo la pena dejarse recomendar por buenos libreros, y para eso tengo uno de los mejores (para mí, el mejor); Jónatan sabe lo que leo, sabe mis compras, sabe lo que más disfruto, y según eso, es capaz de recomendarme escritoras que pueden gustarme y os puedo asegurar que acierta en un porcentaje altísimo. El libro de Elle Cosimano podría ser considerado un cozy crime pero, partiendo de esa raíz, ofrece mucho más, en particular, el desencadenante aleatorio de la trama principal es una pequeña maravilla y la autora consigue darle sentido a una situación tan altamente improbable durante casi quinientas páginas y siempre con un exquisito buen humor. Las dos protagonistas, aliadas involuntarias para al final siendo grandes amigas, están muy bien perfiladas y rehúyen a tópicos del género para mostrar algo diferente. Mi mayor alegría es que es sólo el primer libro de la trilogía y que la editorial tiene pensado publicar los siguientes. Mientras tanto a disfrutar a lo grande con la primera entrega. Traducción: Jorge Ollero Castela

Bestias de Joyce Carol Oates (Contraseña), han pasado más de diez años desde que empecé a leer a Joyce Carol Oates (nada como tener a Goodreads para sacar este tipo de datos inútiles). Estaba casi convencido de que Bestias (en la edición de la extinta editorial Papel de Liar) fue el primer libro pero estaba equivocado. El primero fue el ahora inencontrable A Media Luz (publicado por Lumen en su momento); fue el segundo. Me acuerdo de él especialmente ya que me causó mucha impresión por lo que narraba y por la forma de hacerlo. Esta nueva edición (con nueva tradición del título) me ha parecido maravillosa. La portada no resulta tan impactante como la de la edición anterior pero el trabajo de la traductora subraya aún más las muchas virtudes de la historia, la decadencia de los protagonistas unida a su perversión, la sutileza con la que trata temas tan potentes y, sobre todo, un gusto poético a la hora de transmitir todo el lirismo de lo que nos cuenta. Sentí la necesidad de leer más lentamente para poder paladear cada frase, cada párrafo espléndidamente construido. Sólo espero que no sea la última obra que nos traigan de la autora. Traducción: Pepa Linares

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La Jugada Final de Jennifer Lynn Barnes (Molino), no me extraña nada el éxito de Lynn Barnes con esta saga y con la autora. Parece mentira que llevara ya más de veinte libros en su haber y nadie se hubiera atrevido a traerla por aquí. Me imagino que sería por el típico prejuicio a publicar novelas de género para jóvenes, afortunadamente, con el auge que estamos viviendo estos últimos años (también en España) para este tipo de novelas, ha encontrado su hueco y es un hueco tremendamente jugoso. Sus ingredientes para el éxito son claros, capítulos cortos, tramas muy bien urdidas, bastante culebrón, dejando cada capítulo con una revelación que ayude a continuar y, cómo no, mucha imaginación. Estos Juegos de la Herencia son el epítome de todo lo que hace bien la autora. No tengáis miedo, coged el primero y seguro que llegáis al tercero sin esfuerzo y disfrutando un montón Nota importante: a pesar de ser libros dirigidos para un público son disfrutables por todo el mundo igualmente. Traducción: Martina García Serra


Mala onda de Myriam Gurba (Tránsito), qué maravilla todo lo que trae tránsito, en esta ocasión me ha costado escoger porque los tres títulos que han sacado últimamente son todos buenísimos y no me suele gustar repetir editoriales pero la ocasión lo merece. El primer título es de la escritora Myriam Gurba, una escritura norteamericana de origen mexicano que compone aquí su novela de formación autobiográfica personal. Lo increíblemente fascinante es que es capaz de desbordar totalmente con el lenguaje, con una exuberancia que me ha recordado a la mejor Rita Indiana (gracias a una traducción impresionante de Elisa Díaz Castelo) y que no descuida para nada en lo que cuenta abordando todo tipo de temas que van desde al racismo a lo queer sin solución de continuidad, todo fragmentado y con gotas de un humor cáustico. Todo ello reivindicando la maldad como leit motiv de su existencia. Un libro inolvidable, hermoso en su unicidad, totalmente distinto, literatura desde las entrañas de tu mismo ser. Traducción: Elisa Díaz Castelo


Huir de Evan Dara (Pálido fuego), probablemente, Dara sea el autor actual que mejor sabe utilizar el recurso del narrador colectivo (una narración en la que se van superponiendo las voces de un montón de personajes innominados); en Huir parece la mejor solución para contar la progresiva destrucción de un pueblo cuando el motor económico de la localidad echa el cierre de manera inesperada. Lo bueno de esta novela es que, en esta ocasión, lo alterna con algunas individualidades, personajes con nombre que actúan directamente ante los eventos que se suceden tanto para intentar evitarlo como para revitalizarlo posteriormente. De  esta manera una historia que refleja tan bien los problemas del capitalismo consigue mostrar cómo afecta en general y de manera personal a algunos de sus habitantes dando una implicación emocional al mismo tiempo que describe hechos objetivos. Con Dara nunca te equivocas, lecturas que ayudan a reflexionar y que se disfrutan en mayor medida con el manejo del lenguaje del autor. Traducción: José Luís Amores

La gota de sangre de Emilia Pardo Bazán (Siruela), qué gran acierto por parte de Siruela incluir en su colección de clásicos de novela negra a la autora gallega, lo de doña Emilia es de no creerse lo buena que era. Capaz de transitar por cualquier tipo de género (terror incluido) y hacerlo antes que nadie. Esta pequeña narración policiaca vuelve a demostrar todos esos aspectos pero se magnifican aún más porque estamos hablando de 1911, no había prácticamente referentes españolas en esa época y Pardo Bazán decide nada menos que presentar el tropo del entrometido/a para narrar una historia que subvierte muchos de los tropos habituales inherentes al género en una época en la que no era nada común. El final es tremendo (y nuevamente poco habitual) y su estilo es, como ya sabemos, cuidado hasta el límite. Sinceramente, lo comparas con obras más modernas y tendrías serias dudas para saber cuál es la moderna (sólo el lenguaje la delata).

El hombre joven de Annie Ernaux (Cabairet Voltaire), desde que le concedieron el Nobel de literatura, nueve libros suyos han pasado por mis estanterías (y seguirán cayendo). Me convence totalmente su estilo y la forma de narrar lo que le sucede, sobre todo cuando se trata de hechos que se salen de lo habitual. Por ejemplo, en este libro, una de las veces que está saliendo con el chico en cuestión, piensa lo siguiente: “A veces notaba en algunas mujeres de mi edad el deseo de atraer su mirada según, pensé, una lógica simple: “Si le gusta ella, es que prefiere a las mujeres maduras; entonces, ¿Por qué no a mí?”. Conocían perfectamente su lugar en la realidad del mercado sexual, y que fuera transgredido por una de sus semejantes les daba esperanza y audacia.” Ella es perfectamente consciente de cuánto está transgrediendo una situación, y no sólo piensa en cómo la mirarían los hombres (previsible) sino cómo se sentirían mujeres como ella, mujeres que están “fuera de mercado”. Qué audaz es Ernaux a la hora de transmitir sus sentimientos y qué necesario es que haya personas como ella que no tengan miedo a salirse de establecido. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez


Los empleados de Olga Ravn (Anagrama), no suelo poner libros de Anagrama, posiblemente no vuelva a poner otro pero, en esta ocasión me lo voy a saltar con un libro distinto y poco habitual en su catálogo. Gracias a la recomendación de Adrián Álvarez me sumergí en su lectura y tengo que reconocer que su planteamiento me parece muy sugestivo: una distopía planteada desde una nave que lleva meses sobrevolando el planeta Reciente descubrimiento y en la que conviven humanos con humanoides de una manera simbiótica en su principio para acabar deformándose en la parte final. Tiene mejor planteamiento que conclusión pero yo me quedo con la narración sensorial de Olga Ravn, una narración muy atenta a los colores, los sabores y, sobre todo, los olores: “El resultado de mi investigación determina que el mejor modo de comunicarse con los objetos es a través de los aromas. Por eso, cuando estoy allí dentro, masco hojas de laurel. He logrado numerosos avances en mis estudios gracias a esta técnica, y he conseguido ni más ni menos que varios de los objetos respondan a mis peticiones desprendiendo ellos a su vez un aroma.  Cada objeto posee en su seno un aroma distintivo, y hasta me atrevería a decir que personal, y el objeto lo aferra como una mano que protegiera una perla.” Traducción: Victoria Alonso


Madres oscuras de Varias Autoras (Horror Vacui), curiosísima propuesta de Horror Vacui que se centra en la presentación de madres (ojo, no maternidades) desde un punto de vista más oscuro de lo habitual y lo hace con una combinación de autoras totalmente heterogénea que va desde George Sand y Willa Cather hasta autoras contemporáneas actuales como Eva Cid y Layla Martínez. Diez historias que tienen como objetivo que nos olvidemos de los ejemplos de madres habituales para demostrar que existen otras posibilidades y no todas ellas son satisfactorias, ahondando más en la idea de las “malas madres”. Lo mejor es acudir sin ideas predeterminadas y dejarse llevar, todo un festín de heterogeneidad. Traducción: Sergio Chesán


La llave maestra de Bernard Capes (Who editorial), me parece muy interesante el trabajo que está haciendo una editorial pequeña como Who, ya que de una manera marginal se está acercando a unas obras policíacas (de una época increíblemente pródiga en títulos) centradas en lo detectivesco pero sin sacar las opciones más habituales (dentro de un género que es un nicho en sí mismo más allá de Agatha Christie). De ahí que la traducción de este libro de Bernard Capes se convierta en todo un acontecimiento ya que, como dice Chesterton en el prólogo nos encontramos con un escritor que resulta ciertamente poético en su planteamiento de las situaciones y de la propia historia sin resultar un óbice para el avance de la trama principal. Tiene uno la impresión de estar ante un orfebre que alterna poesía con prosa sin que apenas nos demos cuenta; da gusto encontrar una posibilidad como esta, sobre todo si, como a mí, te apasiona la época del Detection Club. Traducción: Manuel Navarro Villanueva


El evangelio del Nuevo Mundo de Maryse Condé (Impedimenta), qué bien que Impedimenta haya tomado la sanísima costumbre de sacar un libro de Condé al año, la ganadora del Nobel alternativo el año que no hubo Nobel de literatura siempre es una opción segura en cuanto a calidad y entretenimiento. Este libro es, además, el último que se ha publicado de la autora a nivel internacional y es una visión alternativa del relato mesiánico sustituyendo la figura cristiana de Jesús por Pascal, un ambiguo personaje que actúa como si fuera un Mesías en unas circunstancias totalmente diferentes. Lo bueno como siempre es que la autora utiliza este relato para presentar temas relacionados con el colonialismo y el racismo y el relato no se resiente y resulta muy ameno. Los que conozcan el relato bíblico disfrutarán aún más de los contrastes que se van presentando. Traducción: Martha Asunción Alonso


Jesús y John Wayne de Kristin Kobes Du Mez (Capitán Swing), pues sí, en esta ocasión ha caído más de un ensayo en los títulos recomendados para este día del libro. Tengo que reconocer que el tema me interesaba bastante a nivel de actualidad política pero después de ver esa portada, es de esas pocas veces en que un título se vuelve irresistible desde que lo ves por primera vez. Si además te encuentras con un material tan bien meditado y desarrollado como el de Du Mez, me veo en la obligación de recomendarlo sin ningún tipo de reticencia. Traducción: Gemma Deza Guil

Less está perdido de Andrew Sean Greer (ADN Novelas), Less fue excepcional, sin medias tintas, conseguía un equilibrio maravilloso, como bien decía mi amigo Jónatan entre la comedia, lo queer y aquello que es dramático y no se puede controlar, un punto de desesperación ante la vida. La segunda novela con el mismo encantador protagonista no puede ir mal porque el escritor tiene mucho talento. Puede que no gane el Pulitzer (como ocurrió en la anterior entrega) pero seguro que uno se lo vuelve a pasar bien de nuevo con él. Traducción: Miguel Marqués Muñoz

Sólo quería bailar de Greta García (Tránsito), la “verborreica” y deslenguada autora, Greta García, compone en esta obra tan particular una tragicomedia andaluza, o un drama vestido de comedia, que casi sería más exacto. Tuve dudas entre esta novela y la de Lucille Clifton pero al final me he decantado por la opción española porque, al fin y al cabo, no suelo poner tantas por aquí. También la he puesto porque me ha resultado más potente a nivel de lenguaje, quitando los típicos estigmas que reciben los andaluces por su forma de hablar, y porque la autora es salvaje e irreverente, se atreve con todo. No es fácil encontrar un despliegue de tal calibre, hay que afrontarlo sin miedo a lo que puedas encontrar, seguro que consigue escandalizar en algún momento y me parece muy saludable.

Crímenes Reales de Samantha Kolesnik (Biblioteca de Carfax), la colección Deméter avanza y con cada título conforma una forma distinta de confeccionar un catálogo diferenciador con respecto a otras editoriales e incluso en comparación con su sello principal. Las editoras de Carfax no sólo se dedican a publicar terror sino que, con cada título que sacan, definen aún mejor su idiosincrasia gracias una selección sencillamente fabulosa. Ese libro de Kolesnik es una nueva piedra en esta construcción y vuelve a demostrar el buen gusto de las editrices. El relato es muy crudo, se acerca al splatterpunk pero sin recrearse en él, y sirve para reflejar lo importante que puede llegar a ser en la formación de una persona los abusos sufridos a lo largo de su infancia, hasta el punto de originar una nueva espiral de violencia de la que no es posible salir. Suzy y Lim son los perpetradores y víctimas al mismo tiempo y no hubo forma de que apartase la mirada del libro hasta que leí la última palabra. Duro, descarnado y doloroso en apenas doscientas páginas, intensidad pura para los amantes del terror . Traducción: Shaila Correa

Y con esto llego al final, diecinueve títulos entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato. ¡A disfrutar!

Volver a Buffy y Angel

He retomado el visionado de las temporadas de Buffy y Angel; lo tenía abandonado porque estaba viendo demasiadas cosas a la vez y con el rebalanceo que hice la semana pasada he sacado el tiempo suficiente para ver todos los días un episodio. Alterno las dos series según el orden en que salieron en EEUU en su momento y ahora mismo me encuentro en el capítulo nueve de la quinta temporada de Buffy (la temporada en que se canceló, aunque luego volviera con sus dos últimas temporadas).

Después del horrible villano de la cuarta (Adam definitivamente no tenía carisma), Glory fue todo un avance, representaba una amenaza real aparentemente indestructible, desconocida para la patrulla de Buffy y con los suficientes elementos cómicos para aligerar la trama. La primera vez que la vi recordaba bastante bien sus vicisitudes, esa búsqueda constante de un plan para descubrir dónde está la llave (Dawn) y cómo fracasaba una y otra vez, también recordaba The body por motivos obvios. De lo que no era tan consciente, sin embargo, y ahora me llama más la atención, es el proceso que siguen Buffy (especialmente) y Dawn (de otra manera) hasta la llegada de dicho episodio.

Precisamente he empezado con el capítulo ocho Shadow y el nueve Listening to Fear, capítulos en los que Joyce descubre que tiene un tumor en la cabeza y la llevan a operar respectivamente. Hay que ver lo que suponen emocionalmente para la protagonista, ambos capítulos son dramas totales con el “Monster of the week” incluido y, definitivamente, asistimos al crecimiento como adulta de Buffy, abandonando de verdad la adolescencia y tratando un tema tan adulto como es la enfermedad de una madre. Hay que reconocer que están ambos muy equilibrados, presentando un conflicto que una cazavampiros, la elegida, no puede solucionar. Tiene gracia cómo incluso plantea la magia como solución a su patrulla y le hacen ver de las posibles consecuencias que puede traer este tipo de intromisiones (sabremos de ello en la sexta temporada). Lo bueno es que toda esta situación no interfiere en la trama principal de fondo y no dejan de presentar nuevas situaciones que se intercalan con ella.

Lo bueno de verla ahora tanto tiempo después del primer visionado es que me estoy fijando en aspectos a los que mi yo adolescente no les daba tanta importancia y, sin embargo, ahora me parecen claves en la evolución del personaje. ¿Estoy disfrutando de ello? Pues sí, de nuevo, pero por más motivos y, posiblemente, diferentes.

Nueva #carretilla

Os habréis dado cuenta pero, por si acaso, lo aclaro para los que lleguen de nuevas. Entre las toneladas de ocio que consumo siempre tiene prioridad la lectura. Una vez la lectura está ordenada y tiene su hueco diario es cuando ordeno las siguientes propuestas (series, cine, switch, juegos de mesa….); y esto es así porque me he dado cuenta de que si lo primero no lo tengo asegurado parece que no estoy equilibrado internamente. De ahí que en estas pequeñas cartas nunca faltará algún comentario referente a lectura y a sus hábitos, lo demás puede faltar pero eso nunca.

Esta semana me llegó la #carretilla de febrero (como siempre gracias a Jónatan y sus recomendaciones y la logística de La casa tomada). Su composición es ligeramente peculiar y está diseñada especialmente para seguir catando novedades que puedan ser susceptibles de aparecer en la lista que estoy haciendo para el día del libro (todavía me queda alguna posibilidad de la anterior pero estoy acelerando con ellas)

Sin duda el libro más esperado es la conclusión de los Inheritance Games de Jennifer Lynn Barnes (La Jugada Final), me estaba guardando el segundo para leerlos los dos seguidos y en cuanto termine con el excelente ensayo de Klosterman (Los Noventa), va a ser la máxima prioridad. El segundo que va a subir puestos en mi inmensa pila de lecturas es el de Finlay Donovan de Elle Cosimano, recomendación directa de mi querido Jónatan, y con buenas recomendaciones de otras personas, la idea de un Cozy crime divertido y bien escrito siempre me atrae.

En el segundo vagón de prioridad irían las propuestas de Shamini Flint (su detective malasio me gustó mucho en su primera entrega); Myriam Gurba (Tránsito siempre me trae historias interesantes escritas por mujeres) y Leila Slimani (En Cabaret Voltaire le están dando una continuidad que merece y mucho esta autora).

Bestias va a ser una relectura del libro de Joyce Carol Oates aprovechando que sale nueva traducción y edición de su obra, siempre apoyo a Contraseña con estos lanzamientos pensando en la posibilidad e que traigan alguna obra inédita.

Por último, tres mangas variados que caerán en el viaje a León (el concierto que tengo en dos semanas) y el resto que irán cayendo según lo que me apetezca más en cada momento. No tengo claro todavía cuando pero mis apetencias se van metamorfoseando según el contexto en el que me encuentre.

Quantumania

Aprovechando el cumpleaños de nuestro peque, nos acercamos al cine a ver la última película de Marvel. Ahora que lo que se lleva es poner a parir cada película que sacan tengo que reconocer que la disfruté muchísimo. Ni falta que hace que cada película tenga que ser un Endgame, con que consigan un entretenimiento solvente me vale. Al fin y al cabo, cuando lees cómics sabes que no todos ellos están destinados a trascender. Lo mismo sucede con la literatura, hay críticos culturales que leen veinte libros al año y todos son obras maestras, es demencial. Parece más importante demostrar que tú sólo lees obras maestras que de verdad disfrutar de la lectura, la pose está dejando atrás a la cultura.

Quantumania es una aventura estupenda que bebe de las raíces del Pulp, de los cómics de ciencia ficción de los años sesenta, con un diseño que busca el sentido de la maravilla a la hora de presentar el mundo cuántico y que sirve como legado para presentar a Estatura y a Kang como verdadera amenaza del MCU (tras lo de Loki). Y con batallas tremendamente divertidas y algún toque de humor.

No busca en ningún momento ser seria y es autoconsciente de ello, busca entretener que, al fin y al cabo, el es fin principal de la cultura. Y lo logra con creces, ojalá Marvel siga la senda de esta y de otras como la última del Doctor Extraño y no se centre tanto en propuestas como Pantera negra, demasiado enfocada en parecer seria.

Os habéis salvado esta semana… no hay Marvel Champions…. La próxima nunca se sabe.

Cuidaos mucho

Un abrazo