22 recomendaciones para el día del libro

Siempre me gusta sacar una lista para el día del libro, aunque este año, todavía, no podamos hablar de una fecha como las de hace dos años. Pero se me antoja esencial intenta recuperar todo lo posible, y una de las cosas que intento no dejar aparte es, sin dudarlo, la compra de libros. Buena prueba de ese intento de hacer que vuelva la normalidad es que las editoriales están sacando una ingente cantidad de títulos y, como de costumbre, parece imposible elegir entre tantas posibilidades..

De hecho, está sucediendo que los dos grandes monopolizadores del negocio están sacando aún más de los que antes había, ocasionando un ahogo aún mayor a medianas y pequeñas editoriales que, además, tienen aún menos medios en los que aparecer. Esta lista, como de costumbre, siempre es una apuesta por esos títulos que pueden pasar inadvertidos y que pueden ser muy interesantes.

Bohemios del valle de Sesqua de W.H. Pugmire (Biblioteca de Carfax), las editoras de Carfax siempre traen sorpresas interesantes en su impecable catálogo de terror, ahora nada menos que con la publicación del ya fallecido Wilum Hopfrog Pugmire un autor del que se ha publicado muy poco por estos lares y que tuvo en su valle del Sesqua la ambientación perfecta para sus historias lovecraftianas; seis de ellas son las que aparecen en este volumen y son una fantástica forma de entrar en el valle y sus pintorescos habitantes . Traducción: Érica Couto-Ferreira


Domingo de Natalia Ginzburg (Acantilado), relatos, crónicas y recuerdos…. puede parecer lo mismo de siempre pero Ginzburg consigue siempre que sean interesantes, fue la primera autora con la que fui consciente de que lo confesional y, sobre todo, la nostalgia se podía utilizar literariamente, era muy reacio a libros con esa temática y ella me abrió los ojos, de par en par. Da gusto leer lo que nos cuenta, hay enseñanzas para una vida pero nunca falta su calidad Traducción: Andrés Barba


Tienes que mirar de Anna Starobinets (Impedimenta), llevo tiempo comprando todo lo que sale de la autora rusa, es una pena porque sus libros fueron publicados por Nevsky, una editorial que apostaba por la literatura de género (tanto terror como ciencia ficción e, incluso, policíaca) pero que ya no está activa y sus libros han ido quedándose descatalogados, especialmente interesantes son sus incursiones en el terror, como en los fabulosos La glándula de Ícaro o Una edad difícil. De ahí que me alegrara muchísimo con la publicación de un nuevo libro suyo en una editorial que siempre es una garantía. Y vaya libro, es imposible no rendirse ante el talento de Starobinets en un registro tan alejado de lo habitual: un terrorífico relato de su experiencia al descubrir que el hijo del que estaba embarazada tenía un defecto que ocasionaría su muerte. Durísimo e inolvidable, seguramente entre en mi lista de lo mejor del año. Qué impactante.  Traducción: Viktoria Lefterova y Enrique Maldonado




Lejos del Bosque de Chris Offutt (Sajalín Editorial), gracias al sello Al margen, los editores de Sajalín han conseguido traer una selección de autores muy particular, tal es el caso del maravilloso Bunker, todo un coloso, pero el resto no se quedan muy atrás. Offutt es una de sus últimas apuestas y es, ciertamente, único. Capaz de convertir Kentucky en un universo reconocible, casi como un subgénero propio. Me encanta, además, el enfoque de estos cuentos en los que se centra más bien aquellos que, por una razón u otra han tenido que abandonar la región y la recuerdan con una nostalgia diferente, ya que tampoco son buenos recuerdos, más bien al contrario. Traducción: Javier Lucini

En las profundidades de Rivers Solomon (Crononauta), sale un poco después del día del libro pero vale la pena guardarle un hueco. En Crononauta saben lo que se hacen. Sus editoras están seleccionando un catálogo más que interesante empezando por su excepcional Matreon de relatos. Esta novela está inspirada en hechos reales y en The Deep, una canción, y trata sobre Yetu y la historia de su pueblo que guarda en su interior, unos seres que viven en las profundidades del océano y que son descendientes de esclavas que tiraban por la borda en su travesía al nuevo mundo; ellos viven felices sin saber su origen pero Yetu tiene que contarlo una vez al año para que esta existencia permanezca así. ¿Podrá sobrevivir Yetu a tal responsabilidad? Qué ganas de tenerlo en mis manos. Traducción: Carla Bataller Estruch


Desubicados de María Sonia Cristoff (Minúscula), esta pequeña novela insólita está basada en las cavilaciones de una narradora en un banco  de un zoológico (el de Buenos Aires), dichos pensamientos van dirigidos hacia los animales y las condiciones en las que viven pero no se queda ahí la crítica sino, como dice la autora en su coda: “… no solo a los zoológicos sino al sistema alienante de captura y espectacularización en el que nos vemos condenadas a vivir todas las especies.” Cristoff utiliza la ironía para reflejar en cada pequeño capítulo algo que, en realidad, afecta a cómo estamos viviendo en la actualidad. Gran pequeño libro, cargado de píldoras de talento.

Las mareas negras del cielo de Neon Yang (Duermevela), nueva editorial de fantasía y comienzo aplastante con la novela de le autore no binarie Neon Yang; el libro en su lenguaje original fue escrito en género no binario y se ha optado por traducirlo de esta manera igualmente por su traductore. Se trata de una historia de fantasía con muchas novedades con respecto al tratamiento habitual de los géneros y dos gemeles, Mokoya y Akeha, que son les verdaderos protagonistas en su lucha contra el poder de le protectore. Además, el segundo volumen sale en Mayo, si os gusta, podréis repetir. Traducción: Carla Bataller Estruch

Sacrificios Humanos de María Fernanda Ampuero (Páginas de espuma), sinceramente, me parecen apabullantes los relatos de Ampuero, es imposible no rendirse a la evidencia: este universo brutal donde lo gótico se mezcla con lo regional y que le sirve para, además, presentar conflictos actuales (como las dificultades de los inmigrantes) no exento de la belleza de su forma de escribir. Buena muestra de ello es el apoteósico Biografía que abre la antología. Una autora sobresaliente.

She Said de Jodi Kantor y Megan Twohey (Libros del KO), impresionante el trabajo de documentación realizado por las periodistas Kantor y Twohey para sacar a la luz el reportaje que salió en The New York Times y que destapó definitivamente los abusos sexuales cometidos por el todopoderoso Harvey Weinstein. Lo mejor de todo es que el trabajo de investigación sirve no sólo para el caso particular de dicho depredador sino para analizar el contexto en el que se produjo y sus repercusiones para el movimiento #MeToo. Grandísimo trabajo que se lee como si fuera una novela. Traducción: Lucía Barahona.

Cuánto oro esconden estas colinas de C. Pam Zhang (Gatopardo ediciones), se nos ha contado mil veces el mito de la fundación de Estados Unidos, tanto desde la literatura como, cómo no, desde la cinematografía. Lo que no se ha contado tanto es el punto de vista de dicho mito desde la óptica de otros inmigrantes, como es el caso de los chinos. C. Pam Zhang aborda en este libro una crítica a lo que sucedió y consigue una mezcla irresistible donde tienen cabida tanto las leyendas orientales como el imaginario del lejano Oeste. Traducción: Benito Gómez Ibáñez

Los chicos del cementerio de Aiden Thomas (Kakao Books), atención a esta novela, finalista de los Hugo y que tiene como protagonista a Yadriel, en su mundo los nahualos liberan espíritus; cuando su familia no acaba de aceptar su identidad Yadriel intentará demostrarles que es un auténtico nahualo invocando su primer espíritu, Julián Díaz, nada menos que el típico chico malo del instituto y que viene dispuesto a saber qué le sucedió a su primo. Un pretexto que le sirve al autor para marcarse una fantasía romántica paranormal llena de acción y de esas que no se puede dejar de leer. Una gran sorpresa. Traducción: Ana Ramírez Requena

Vacas de Ronald Sukenick (Malas Tierras/Underwood), ciertamente la cultura americana tiene una gran influencia a nivel mundial, todos estamos influenciados directa o indirectamente por su simple presencia, sobre todo a nivel cultural. Consumimos mucho de lo que se produce allí. Es tal la cantidad de lo que llega que, incluso, se está creando un mercado muy específico de productos que reflejan lo más oscuro y oculto de dicha cultura, lo referente a los habitantes del medio oeste, lo más profundo. Vacas es otra aproximación a este subgénero que sirve para conocer un poco más lo más desconocido y caótico del país. Traducción: Cé Santiago.

El chivo expiatorio de Daphne du Maurier (Alba), escriba lo que escriba, Daphne du Maurier siempre consigue hacerlo interesante, tanto si se trata de historias de terror como de intriga o espías. Pocos escritores consiguen tal grado de uniformidad en la calidad y son siempre tan divertidos. Y esta novela, como siempre, promete más de lo mismo, dos personas casi iguales, suplantación de personalidades, ambigüedades por todos lados y mucho mucho misterio.  Traducción: Concha Cardeñoso Sáenz de Miera


Afterland de Lauren Beukes (RBA), de verdad que, a estas alturas, no acabo de entender el misterio editorial por el cual se van traduciendo todas las novelas de la autora sudafricana y, sin embargo, se deja en el olvido la excepcional Zoo City; así que mientras me conformaré con esta nueva posibilidad de disfrutar a esta escritora extraordinaria, la premisa no es original pero estoy deseando ver cómo lo realiza. Traducción: Pilar Ramírez Tello

La doble jornada de Arlie R. Hochschild (Capitán Swing), me convenció y mucho el anterior libro de la autora que nos trajeron desde Capitán Swing (Extraños en su propia tierra), una disección fascinante y documentada de la derecha desde la óptica de una socióloga de izquierdas sobre todo porque se documenta maravillosamente y consigue transmitir sencillamente ideas aparentemente más complejas. De ahí que este libro, de ardiente actualidad en los tiempos que corren, sea una opción segura y apetecible para el próximo mes. Traducción: María Luisa Rodríguez Tapia


El buen nombre de Jhumpa Lahiri (Salamandra), no lo puedo esconder, Jhumpa Lahiri es una de mis múltiples debilidades, lo tengo todo y me faltaba, precisamente, su primera novela que ahora publica Salamandra. Ni hacía falta que me leyera la premisa para decidirme por su compra pero da la casualidad que me interesan mucho las peripecias de “un niño de padres bengalíes, nacionalidad estadounidense y nombre ruso” en busca de su identidad propia. Lo que está asegurado es el talento de la autora. Traducción: Juanjo Estrella

Tres de Haizea M. Zubieta (Fandom Books), desde que descubrí a la autora en Infinitas tengo claro que compraré todo lo que saque, Haizea M. Zubieta sabe hacer dixtopías juveniles plenas de acción y con una caracterización maravillosa de los personajes. En Tres, tres chicas se aliarán para conseguir evitar una tercera guerra mundial, como no voy a quererla. Cada vez más a favor de las novelas juveniles, muchas veces creadas sin complejos y sin la famosa “seriedad” adulta que me aburre más cada día. Buena parte de culpa la tienen Zubieta, Parente y Pascual y muchas más.

El canto de las montañas de Nguyen Phan Que Mai (Alianza de novelas) me encanta comprobar que, en los tiempos que corren, se pueden ver historias distintas y contadas por personas diferentes, tal es el caso de Nguyen Phan Que Mai, nacida durante la guerra de Vietnam (esa que nos han contado los estadounidenses unas pocas veces) que, tomando dicho suceso como punto central, nos contará la historia de una familia vietnamita a lo largo de tres generaciones. Es genial comprobar que cada vez se pueden contar más historias que desconocemos. Traducción: Carmen Francí Ventosa

Los bohemios menores de Eimear McBride (Seix Barral), me sorprende muy negativamente lo que se ha tardado en publicar a Eimear McBride por aquí, conocí su obra cuando ganó el Women’s Prize por su fascinante A girl is a half-formed thing allá por el 2014; por su estilo, contemporáneo y de una cierta dificultad, esperaba que lo publicara una editorial pero, al final, sigue publicando un hombre tras otro, una oportunidad perdida. Menos mal que el año pasado Impedimenta la sacó a la luz y ahora desde Seix Barral le dan continuidad. Es exigente pero vale la pena darle una oportunidad. Traducción: Rubén Martín Giráldez.

La parábola del sembrador de Octavia Butler (Capitán Swing), no hace falta decir mucho sobre ella, me alegra sobre todas las cosas que varias editoriales estén arriesgando por sacar a la luz la obra de la excepcional Octavia Butler, una de las autoras más clásicas de la ciencia ficción que, desafortunadamente, permanecía olvidada, como en el caso de Le Guin, ahora estamos viviendo ese momento en el que ambas están siendo recuperadas, mejor no perderse la oportunidad de hacerse con todas. Traducción: Silvia Moreno Parrado

El grupo de Mary McCarthy (Impedimenta), vuelve Impedimenta a la carga con la gran Mary McCarthy y esta vez va fuerte con nada menos que su obra más emblemática y controvertida, publicada en 1963, con mucha carga autobiográfica, pero yendo más allá de ello mostrando la sociedad de la época en EEUU, un momento único en el que las mujeres por fin empezaban a hacerse notar. Todo ello a través del punto de vista de nueve universitarias que quieren seguir un camino diferente al esperado.  Traducción: Pilar Vázquez

El país de los otros de Leila Slimani (Cabaret Voltaire), si antes os recomendaba una obra ambientada en los sesentas, la última propuesta de esta lista se va un poco más atrás, a 1944, en medio de la segunda guerra mundial y a un marco espacial totalmente diferente: Marruecos; los conflictos que tienen lugar durante diez años  y que desembocarán en su independencia en 1956; la protagonista es Mathilde, que se enamora de un combatiente marroquí y que vivirá como mujer una época para nada propicia para sus vivencias. Traducción: Malika Embarek López

Y con esto llego al final, veintidós novedades entre las que seguro que encontráis una buena opción de lectura. Variedad no falta, en temáticas, en escritores/as, en estilos, en países… y, sobre todo, destinadas a que paséis un buen rato.  ¡A disfrutar!

Mis lecturas favoritas del año 2016

Ha sido un año duro, muy duro para mí a nivel lector y, sobre todo, como escritor en el blog. Partí con una idea inicial y me equivoqué tremendamente en la concepción del proyecto (leer escritoras, muchas más que hombres); la idea era buena, la realización no tanto. Debido a esto empecé a generar inseguridades que me han impedido escribir, me he bloqueado bastante al comentar libros. Me quiero quedar con lo positivo de cara al año siguiente que podría resumirse en estos puntos:

1º Soy consciente de que tenía un sesgo lector, leía sin querer muchos más hombres que mujeres. Este sesgo se aplicaba también en las compras.

2º He ampliado el rango de escritores/as que leo hasta un perfil casi inabarcable , por lo tanto me fijo en muchas más cosas al elegir compras/lecturas, equilibro de alguna manera.

3º No me siento capacitado para hablar de temas de género (es fácil que me equivoque), no puedo ser el adalid de una causa. Ellas son las protagonistas, yo voy a hablar solamente de cuestiones literarias.

4º He disfrutado muchísimo de mis lecturas, especialmente con el cómic.

Dicho lo anterior, es el sexto año, aquí tenéis, por si tenéis curiosidad, las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012. 

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea.

Los criterios de años anteriores eran estos y los he modificado un poco por un importante sesgo que introduje al principio:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2016 habitualmente (este año cambia). Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veinte los elegidos, que son muy acordes con los 222 libros que he leído.

-El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-Este año he dedicado buena parte del mismo a leer escritoras, por lo tanto la lista puede estar compuesta en su mayoría por libros escritos por ellas, naturalmente, puede haber libros de años distintos al 2016.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean) y, por lo que he estado observando en otras listas, no suelen coincidir con la mayoría de ellas (excepto casos puntuales).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre la lista:

El libro de la almohada de Sei Shōnagon /La historia de Genji de Murasaki Shikibu, son dos, pero me parecía buena idea unirlos, dos lecturas complementarias de las dos autoras milenarias japonesas; dos clásicos inolvidables que no solo muestran una época sino una manera de hacer las cosas, de expresarse, una manera más poética/artística.

La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexievich , este es probablemente uno de los libros que más me han impactado nunca, es tan doloroso que me parecía mentira estar leyéndolo, Alexievich es una cronista de las voces olvidadas, no necesita utilizar el estilo para mostrar los hechos, los hechos se muestran solos a través de los testimonios de aquellos que no pueden hablar, y lo hace de fábula. Es difícil no recomendar este ensayo, es difícil no emocionarse con él.

Pequeñas virtudes de Natalia Ginzburg, Ginzburg me enseñó con la primera obra que leía de ella que la nostalgia podía utilizarse de una manera que no resultara sensiblera y facilona; la escritora italiana sabe utilizar los sentimientos y su prosa rezuma emoción e inteligencia a partes iguales.

Middlemarch de George Eliot, soy un verdadero cobarde, no me atreví a escribir nada de esta obra maestra de una de las mejores escritoras en lengua inglesa. ¿Qué voy a decir a estas alturas de ella? Poco puedo aportar, solo la necesidad de leerla, una y otra vez.

El bosque de la noche de Djuna Barnes, todavía conservo la fascinación que me produjo su lectura; un tipo de lectura que se caracteriza por la ambigüedad de lo contado en cualquiera de sus vertientes; importa tan poco el “qué” cuando el “cómo” te embruja de esta manera.

Por no mencionar el perro de Connie Willis, venía con los deberes hechos, una persona muy sabia ya me comentó que con Willis hay que empezar por Oveja Mansa, sus cuentos o este libro. Empecé con este porque la mezcla de lo victoriano con la ciencia ficción, los viajes en el tiempo y mis queridas paradojas temporales me podía atraer un montón y, desde luego, acerté de pleno, vaya lectura más satisfactoria, otro de mis libros favoritos para siempre.

El corazón es un cazador solitario de Carson McCullers, este libro supuso un antes y un después en mi camino lector; McCullers creó un personaje inolvidable, John Singer, para ofrecernos un abismo emocional en el que hundirnos. Uno de esos libros que desembocan en lágrimas y casi ni sabes cómo ha ocurrido.

Antología poética de Wislawa Szymborska, podrían haber estado sus lecturas no obligatorias, pero al final me decidí por su poesía, absolutamente excepcional; esa poesía es la culminación de toda su filosofía de vida: la idea del no-saber, reconocer en todo momento que estás aprendiendo. Es tan interesante que la he tomado como parte de mí, es la mejor manera de estar siempre creciendo y no perder nunca la curiosidad por lo que venga.

Metáfora y memoria: Ensayos reunidos de Cynthia Ozick, me falta por leer mucho de esta extraordinaria autora, pero sus ensayos fueron una grandísima puerta de entrada. Me encantan sus reflexiones sobre el ensayo en sí mismo y sobre algunos autores,  especialmente sus disecciones de Henry James. Otro ensayo de esos que no hay que perderse y vuelven a demostrar lo entretenido que puede ser hablar de literatura.

Su pasatiempo favorito de William Gaddis, este es un clásico en mis listas, a veces puedo ser previsible, y con Gaddis me salen todas las debilidades, su última novela ya publicada. Qué lástima que sólo nos queden sus ensayos y sus cartas.

Breve historia de siete asesinatos de Marlon James, mala suerte la de este libro increíble, el problema de publicarlo hace tantos meses es que pasan los meses y ya nadie se acuerda de él; pongo mi pequeño grano de arena recordándolo como uno de los mejores del año, una monumental polifonía en torno a Bob Marley con una traducción trabajadísima de Javier Calvo y Wendy Guerra.

La increíble boda de Gilbert y Moira de Joe Keenan, como dije en este resumen de agosto, esta delirante comedia lo tiene todo y ha conseguido que tenga las carcajadas más estentóreas del año. Su trama tiene un desarrollo excelente donde todo se va conjuntando, sorpresa a sorpresa, hasta llegar al espléndido final. Qué necesario es poder divertirse leyendo un libro.

El intérprete del dolor de Jhumpa Lahiri, en este texto de Canino elegí la reedición de esta ópera prima de la autora como uno de los mejores libros del año y no me bajo de mi opinión, en un año fabuloso para las grandes artesanas de los cuentos, Lahiri brilla con una luz serena y tersa, como la de sus palabras.

El signo del miedo de Margery Allingham, casi parece mentira pero ya tenemos libros de las cuatro grandes damas del Detection Club con libros en España; Impedimenta se ha comprometido a ir sacando uno cada cierto tiempo de Allingham y es una gran noticia porque es radicalmente distinta a las otras, su Albert Campion está más centrado en las aventuras sin dejar de lado lo detectivesco pero hay que reconocer que es otra visión del género. Este libro es magnífico, un buen exponente para saber si te puede gustar la autora.

Poesía completa de Alejandra Pizarnik, lo sé, es extraño que caiga ahora por aquí, pero es en este año cuando la he leído. Me quedaría a vivir en los versos de Pizarnik. No creo que pueda decirse mejor elogio.

Velázquez desaparecido: la obsesión de un librero con una obra de arte perdida de Laura Cumming, fantástico ensayo el de Laura Cumming que convierte la fascinante búsqueda de un cuadro del autor sevillano en toda una historia detectivesca; al mismo tiempo nos muestra el perfil más oculto del pintor y la vida de la corte en la época. El trabajo de investigación es un simple aderezo ante esta historia que trasciende el ensayo llegando casi a una historia de género policíaco.

Manual para mujeres de la limpieza de Lucia Berlin, no es que necesite mucha visibilidad este libro, afortunadamente aparece en casi cualquier lista (Alfaguara tiene sus influencias); independientemente de esta omnipresencia, este libro de relatos es excepcional, Berlin escribe tan bien, maneja tan cuidadosamente cada palabra dentro de cada párrafo que es capaz de hacerme llorar y reír a carcajadas en cuatro frases. Es de los mejores libros de relatos que he leído nunca.

Black Out de María Moreno, me llegó casi por casualidad este libro que no ha sido publicado aún en España y me he quedado maravillado. Se habla de ella como la gran cronista argentina y no me extraña, qué retrato cultural de los años sesenta y setenta alternando entre tres géneros y dando voz a los autores de la época. Qué pena me da llegar tarde a este universo, siento siempre la sensación (como con Kamenszain) de que me pierdo mucho de lo que va implícito en el relato, incluso de lo explícito, la formación anglosajona me ha limitado en estos aspectos. Afortunadamente, con estas limitaciones, lo he disfrutado a lo grande.

Tea Rooms de Luisa Carnés, vaya recuperación importante la de esta autora de la generación del 27 que nos traen desde Hoja de Lata; fiel reflejo de una época difícil para los derechos de la mujer, su prosa alterna entre diálogos secos, abruptos, muy bien pensados, con descripciones detalladas y bien ejecutadas. Es la primera de la punta del iceberg de la época. Queda mucho por descubrir.

Las Mitford en la edición de Charlotte Mosley, este libro es absolutamente fascinante, un colosal testimonio que recoge una muestra de las cartas que se enviaron entre sí las increíbles hermanas Mitford y al que no le falta nada de nada, eran tan diferentes entre sí, el camino de sus vidas transitó en paralelo con la historia del siglo XX y es todo un reflejo de una época convulsa. Es uno de los libros del año a pesar de su complejidad. Todo un microcosmos de nuestras propias vidas.

Y hasta aquí estaría la lista de libros, que normalmente suelo integrarla con cómics, sin embargo, este año se me hacía muy extensa si los añadía, de ahí que haya decidido introducir un apéndice excepcional con la mención de siete cómics y un libro sobre autoras del cómic en inglés. Os pongo el enlace a los sitios donde he comentado algo sobre ellos:

CBLDF Presents: She Changed comics

¿Podemos hablar de algo más agradable? de Roz Chast

Fun Home de Alison Bechdel

Ms Marvel de G. Willow Wilson y Adrian Alphona 

Leñadoras de Noelle Stevenson, Grace Ellis, Shannon Waters y Brooke B. Allen

Sarah’s Scribbles: Crecer es un mito de Sarah Andersen 

Una Entre muchas de Una 

Que no, que no me muero de María Hernández Martí y Javi de Castro

Y eso es todo, ya es demasiado por este año. Veremos cómo se presenta el siguiente año.

¡FELIZ AÑO 2017! !Buenas lecturas!

Lecturas Mayo 2014. Mes de antología(s) y Mujeres

Es curioso comprobar mes a mes por dónde te llevan las lecturas. Cada vez soy menos programático y las novedades que llegan van sustituyendo a otras sin ningún criterio en particular; sirva de ejemplo la feria del libro que ha ocurrido entre medias y que ha variado sustancialmente el orden de lecturas.

Pues bien, repasando las lecturas de mayo, me he dado cuenta de que se pueden resumir en tres ejes principales:

-Antologías de relatos, tanto de un autor único como de varios con un eje principal que las una.

-Escritoras, para eso ha influenciado claramente el fallo reciente del Baileys Womens Prize for  Fiction.

-Novela policíaca y de género.

Teniendo en cuenta estos temas principales, ¡que entre la pila! Como diría uno que yo me sé. Ya sabéis que siempre es estricto orden cronológico:

“Silencios de pánico. Historia del cine fantástico y de terror Español, 1897-2010” de Diego López y David Pizarro, voluminoso y consistente ensayo sobre ese gran desconocido para el público general, el cine fantástico y de terror. Quizá exhaustivo es una palabra que se queda corta en esta ocasión.

“La cámara sangrienta” de Ángela Carter, reedición de la estimulante recopilación de cuentos de la británica con el aliciente de las magníficas ilustraciones de Alejandra Acosta y una edición de excelente de Sexto piso. Una reescritura de los clásicos en clave de perversidad.

“¿Y tú qué clase de madre eres?” de Paula Daly, una de esas novelas tremendamente bien planteadas en la trama y que desfallece en su recta final. Policíaca para mujeres, pero disfrutable también por hombres.

“Los entusiastas” de Arturo Borja, nunca habría pensado que un libro para moteros pudiera convencerme e interesarme. Macadán y su autor Arturo Borja me llevan la contraria.

“Tras las huellas de Arsenio Lupin” de varios autores, irregular recopilación de historias que giran en torno a las novelas de Leblanc, cinco cuentos clásicos y un poco de morralla.

“Relatos hispánicos asombrosos y de terror” edición de Emilio J. Sales Dasí, se comienza a rellenar un hueco aún más escondido de nuestra literatura: los relatos de ciencia ficción y terror. Verdaderamente delicioso.

“Cuentos de detectives Victorianos” edición  de Ana Useros, desde su publicación esta antología se ha convertido en una obra de referencia. Necesaria para entender el devenir histórico de la novela policíaca antes de la edad dorada.

“La cábala” de Thornton Wilder, la primera novela del norteamericano plantea sus teorías conspiranoicas de una manera atractiva; el desarrollo, por el contrario, adolece de interés y se lee sin pasión; eso sí, su prosa embriaga por momentos.

“El estafador” de Ed McBain, la última de McBain denota una vez más las grandes virtudes de su autor. El final está cargado de tensión y se acerca, prácticamente a la perfección. Trepidante.

“Ritos funerarios” de Hannah Kent, ópera prima de la australiana, nominada para el Baileys. Una buena obra que trata de la Islandia del siglo XIX y el papel de la mujer en dicha sociedad. Es un tipo de obra que busca empatizar con el lector y lo consigue con creces con muy buenos momentos.

“El traficante” de Ed McBain,  leyendo la anterior del mismo autor, me acordé de que tenía pendiente la tercera de la serie del Distrito 87; dicho y hecho, leerla y disfrutar es todo uno. Otra muy buena novela policíaca.

“La última noche” de James Salter, forma excelente para comenzar a leer al escritor norteamericano. Una recopilación breve pero de una intensidad proverbial.

“La hondonada” de Jhumpa Lahiri, otro de los nominados al Baileys, la india-americana es una garantía segura de calidad. Gracias a esta maravillosa lectura en la feria del libro adquirí su primera gran obra “Tierra desacostumbrada”. La historia de dos hermanos indios a lo largo del tiempo le sirve de contexto para mostrar hechos históricos y reflejar con todo lujo de detalles las complejidades de las relaciones humanas y el papel de la mujer con una óptica postcolonialista de fondo.

“Bark: Stories” de Lorrie Moore, la última antología de la autora norteamericana no ha sido traducida al castellano aún. No pude resistir la espera. Es una debilidad y vale la pena disfrutarla en inglés.

“Asesinato en la torre Eiffel” de Steve Stevenson, una serie de libros de detectives infantiles con la gran inspiración de Sherlock Holmes de fondo. Muy bien ejecutada, con humor y una trama que no te toma por tonto. Buena serie que seguiré leyendo.

Y eso es todo, no ha ido mal. En cuanto a Junio, lo que decía de la feria es verdad, estas fueron las compras. Y alguna más que no está en foto; y han trastocado lo previsto.

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Lo que sí tengo claro es que me apetecen especialmente estas dos lecturas.

“Arte salvaje. Una biografía de Jim Thompson” de Robert Polito, todos los que amamos la obra de uno de los más grandes de lo policiaco-hardboiled esperábamos esta obra con verdadera ansia. Leído una cuarta parte, puedo certificar que la espera ha valido la pena.

“NOS4A2” de Joe Hill, el hijo de Stephen King ha entendido perfectamente cómo sacar su propia voz más allá de su parentesco  con el coloso del terror. Espero que siga la senda de “Cuernos” y veamos al mejor Hill.

Y lo demás, quién sabe… el próximo mes lo sabréis, ya estamos casi a mitad de año por cierto.

Baileys Prize: Un premio de (para) mujeres que gana más prestigio cada día

Si uno echa un vistazo a suplementos de cultura de España posiblemente no se entere de la existencia de ciertos premios literarios hasta que no se conceden, y a veces, ni eso. Uno de ellos es el Womens Prize for Fiction, instaurado en el año 1996 en el Reino Unido y que tiene una filosofía diferente a los habituales como podemos ver en su propia web:

“The UK’s most prestigious annual book award for fiction written by a woman is proud to return in 2014 as The BAILEYS Women’s Prize for Fiction.

The BAILEYS Women’s Prize for Fiction is awarded for the best novel of the year written by a woman of any nationality in the English language. Established in 1996, the prize was set up to celebrate excellence, originality and accessibility in writing by women throughout the world.”

Los requisitos para poder optar a él son:

-Ser mujer.

-Escribir en Inglés.

-Cualquier nacionalidad es susceptible de ganarlo.

-Haber escrito una novela (no vale poesía, ni relatos cortos, etc…)

Naturalmente,  las jueces son mujeres; este año, en particular, se trata de las siguientes (cambian cada año como en el Man Booker):

Helen Fraser (chair)

Mary Beard

Denise Mina

Caitlin Moran

Sophie Raworth

El premio tiene una dinámica de trabajo parecida al más antiguo de mayor prestigio, Man Booker: elección de una longlist, reducción a shortlist y de ahí sacan el ganador.  Por las características que he citado anteriormente la shortlist final ha salido ciertamente variada tanto en nacionalidades como en temas tratados:

Chimamanda Ngozi Adichie (nigeriana) – “Americanah” (“Americanah”)

Hannah Kent (australiana) – “Burial Rites” (“Ritos Funerarios”)

Jhumpa Lahiri (india-americana) – “The Lowland” (“La hondonada”)

Audrey Magee (irlandesa) – “The Undertaking”

Eimear McBride (británica) – “A Girl Is A Half-Formed Thing”

Donna Tartt (norteamericana) – “The Goldfinch” (“El jilguero”)

En mi opinión esto da riqueza a la propuesta; lo que no sabía es que los británicos estuvieran tan cabreados; para tener todos los ingrediente del cabreo es necesario tener en cuenta la última decisión del Man Booker, premio pensando inicialmente solo para escritores ingleses y que, tras la victoria de Eleanor Catton con “The luminaries” (que curiosamente no pasó al shortlist de este Baileys ;-)), se decidiera ampliar las nacionalidades en sus próximas ediciones. Los británicos se sienten maltratados y estiman que así no va a ganarlo nunca ni un británico, a pesar de haberse creado ambos premios en el Reino unido. De hecho hay una campaña a favor de la única puramente británica de la lista, Eimear McBride, denostando en todo lo posible al resto de finalistas.

eljilgueroEn mi caso personal, sabiendo además que cuatro de los libros están publicados en España, me lie la manta a la cabeza para evaluar la calidad del premio y a día de hoy solo me falta acabar Americanah; así que aprovecharé para hacer una opinión crítica además de evaluar las posibilidades de cada uno. Lástima, porque los  de Magee y McBride no he llegado a leerlos, aunque prometo hacerlo si uno de ellos lo gana. La elección es el día 4 de junio, es decir, mañana.  Pasemos entonces al análisis:

La favorita: “The Goldfinch” (“El jilguero”) de Donna Tartt.

Cualquier posibilidad que contemple que no gane Tartt el premio suena descabellada a estas alturas; máxime tras haber ganado el Pulitzer de ficción y gozar de una opinión crítica y de público bastante unánime. De hecho ha conseguido esa rara cualidad de aunar ventas a una presunta calidad e incluso, prestigio; alimentado por un proceso productivo sosegado que le ha llevado a hacer cada uno de sus tres libros en un intervalo de diez años.

No me voy a dedicar a hablar de la trama más de la sinopsis que os pongo a continuación:

“Aged 13, Theo Decker, son of a devoted mother and a reckless, largely absent father, miraculously survives an accident that otherwise tears his life apart. Alone and rudderless in New York, he is taken in by the family of a wealthy friend. He is bewildered by his new home on Park Avenue, disturbed by schoolmates who don’t know how to talk to him, tormented by an unbearable longing for his mother, and down the years he clings to the thing that most reminds him of her: a small, strangely captivating painting that ultimately draws Theo into the criminal underworld.

As he grows up, Theo learns to glide between the drawing rooms of the rich and the dusty labyrinth of an antiques store where he works. He is alienated and in love – and his talisman, the painting, places him at the centre of a narrowing, ever more dangerous circle.”

Pensada como un flashback inmenso, asistimos a la narración en primera persona de un Theo Decker que se convierte en el paradigma dickensiano por su prácticamente real orfandad al perder a su madre en un atentado en un museo; un cuadro, el del Jilguero, se convetirá en su compañero de fatigas a lo largo de una vida sin sentido de añoranza y soledad:

“¿Cómo era posible añorar a alguien tanto como yo añoraba a mi madre? La echaba tanto de menos que quería morirme; una intensa nostalgia física, como la necesidad de aire bajo el agua. Desvelado en mi cama, intentaba recordar los mejores momentos que había compartido con ella y fijarlos en mi mente para no olvidarla, pero en lugar de los cumpleaños y las ocasiones felices, no paraban de acudir a mi memoria detalles absurdos, como que, pocos días antes de su muerte, ella me había parado en la puerta para quitarme un hilo del chaquetón.”

“¿Alguna vez se había sentido alguien tan solo? De nuevo en casa de los Barbour, en medio del estruendo y de la plenitud de una familia que no era la mía, ahora me sentía aún más solo que de costumbre.”

El cuadro le sirve a Tartt para sacar lo más lírico de su prosa además de unirlo a la sublimidad del arte y la importancia que puede tener en nuestras vidas:

“Era demasiado -demasiado tentador- tener en mis manos el cuadro y no mirarlo. Lo saqué rápidamente del paquete, y casi de inmediato me vi envuelto en su resplandor, algo casi musical, una dulzura interior que resultaba inexplicable más allá de una profunda y vibrante armonía de la rectitud, del mismo modo que el corazón te palpitaba lento y seguro cuando estabas con alguien con quien te sentías protegido y amado.”

Ciertamente no me convenció demasiado; Tartt fuerza excesivamente los parecidos con autores clásicos y le sirve en bandeja a los “críticos” la posibilidad de hacer un “namedropping” que se está convirtiendo en algo ciertamente monótono y, por qué no decirlo, enervante (me viene a la mente no solo Dickens sino Proust, Tostoy, Pushkin, etc..)

Esto no tendría que ser malo por defecto, el problema es la falta de sutileza de la autora y la inherente pretenciosidad; esa necesidad de, después de diez años, haber creado una obra maestra “por narices”; si se lee teniendo en cuenta esto se disfruta un poco más pero tampoco creo que sea especialmente buena como best-seller : ese final se sostiene difícilmente a nivel narrativo por la falta de coherencia y el alegato final a la sublimidad del arte, queda especialmente gris con el pesimista arrebato nihilista que le lleva a prácticamente  despreciar la vida por momentos (como en varias etapas del libro…).El uso narrativo de la primera persona se combina de una manera extraña, resultando incluso rancio por momentos; el estilo tampoco ayuda, decir que está cerca del de Dickens es una total entelequia.

Conclusión: Seguro que gana pero no se trata de esa obra maestra maravillosa que nos han querido vender. Más bien, un entretenimiento más o menos digno.

Los textos provienen de la traducción del inglés de Aurora Echevarría.

Hondonada, La_135X220Mi favorita: “The Lowland” (“La Hondonada”) de Jhumpa Lahiri

Sin lugar a dudas, estamos hablando de la mejor propuesta para este humilde lector, la propuesta de la escritora nacida en la india pero nacionalizada norteamericana, es una propuesta claramente postcolonialista que está llena de claroscuros que enriquecen un texto fantástico, matices que dan color sin dejar de ser sociales.

“From Subhash’s earliest memories, at every point, his brother was there. In the suburban streets of Calcutta where they wandered before dusk and in the hyacinth-strewn ponds where they played for hours on end, Udayan was always in his older brother’s sight.

So close in the age, they were inseparable in childhood and yet, as the years pass – as US tanks roll into Vietnam and riots sweep across India – their brotherly bond can do nothing to forestall the tragedy that will end up as their lives. Udayan – charismatic and impulsive – finds himself drawn to the Naxalite movement, a rebellion waged to eradicate inequality and poverty. He will give everything, risk all, for what he believes, and in doing so, will transform the futures of those dearest to him.”

Tomando como eje la vida de los dos hermanos indios, Subhash y Udayan, la novela camina fuera de la linealidad, con continuos flashbacks (en presente y pasado) que sirven para reconstruir los hechos pasados que puedan explicar el presente y lo que va a suceder. También hay cambios de puntos de vista entre los dos hermanos, la esposa de Udayan Gauri y Bela, la hija de Gauri y Udayan, que enriquecen aún más la narración.

Esta hermandad sirve como eje a los hechos que van sucediendo y por extensión le ayudan a la autora para presentarnos hechos históricos de indudable relevancia para los protagonistas y que suponen, de fondo, una  crítica al imperialismo británico:

“La carta terminaba con una cita: “La guerra traerá la revolución; la revolución pondrá fin a la guerra.”

Subhash releyó la carta varias veces. Era como si Udayan estuviera allí, hablándole, pinchándolo. Sentía que la lealtad que se profesaban el uno al otro, su cariño, se extendía a través de medio mundo. Se tensaba al máximo por todo lo que ahora se interponía entre ellos, pero al mismo tiempo se resistía a romperse.”

Entre esta maraña de hechos históricos, Lahiri no desdeña el lirismo;más si lo asocia a las relaciones amorosas entre los protagonistas, un buen ejemplo es cuando Subhash se relaciona con Holly, a la que conoce durante su periplo americano.

“La superficie de su piel lo fascinó. Todas las pequeñas señales e imperfecciones, los dibujos trazados por pecas, lunares y granos. La variedad de colores y tonos que contenía, no solo las marcas del bronceado, que realzaban partes de su cuerpo que él veía por primera vez, sino también una textura más delicada, inherente, tan sutilmente abigarrada como un puñado de arena, que solo ahora, a la luz de una lámpara, podía distinguir.”

Subhash no duda en ayudar a su hermano y a su mujer, adoptando un rol que no será tan cómodo como él esperaba, en ojos de Gauri, la mujer de su hermano, asistimos a la omnipresencia invisible de este último, que se resolverá solo en las últimas páginas, en un flashback. El poder de las mujeres durante todo el libro se hace patente en la impotencia de Subhash para controlar su propia vida, siempre a merced de las decisiones de Gauri, Bela e incluso su madre:

“Allí estaba, de pie detrás de un codón del aeropuerto, esperándola. Su cuñado, su marido. El segundo hombre con quien se casaba en dos años.

La misma estatura, una constitución parecida. Dobles, compañeros, aunque ella nunca los hubiera visto juntos. Subhash es una versión más afable. Comparada con la de Udayan, su cara era como el sello ligeramente imperfecto que el funcionario de inmigración acababa de estampar en el pasaporte de Gauri para confirmar su llegada, y que había vuelto a estampar por segunda vez para darle mayor énfasis.[…]

Allí estaba para recibirla, para acompañarla a partir de entonces. Nada había cambiado en él; al final de su viaje, no la recibió nada más que la realidad de la decisión que había tomado.”

ritosfunerar-896453Un relato que ahonda aún más  en el papel de la mujer, a caballo entre la sociedad india (patriarcado impuesto y establecido) y la norteamericana (patriarcado implícito); la lucha de la mujer ante una sociedad que la condena a un papel impuesto.

Conclusión: Sería bonito que ganara, su propuesta tiene mucha calidad.

Los textos provienen de la traducción de Gemma Rovira Ortega.

La tapada: “Burial Rites” (“Ritos funerarios”) la ópera prima de Hannah Kent.

En esta edición del premio hay tres óperas primas, la primera de ellas, recientemente publicada por Alba, es esta obra de la australiana Hannah Kent; una propuesta ciertamente curiosa:

“In Northern Iceland, 1829, Agnes Magnusdottir is condemned to death for her part in the brutal murder of her lover.

Agnes is sent to wait out her final months on the farm of district officer Jon Jonsson, his wife and their two daughters. Horrified to have a convicted murderer in their midst, the family avoid contact with Agnes. Only Toti, the young assistant priest appointed Agnes’s spiritual guardian, is compelled to try and understand her. As the year progresses and the hardships of rural life force the household to work side by side, Agnes’s story begins to emerge – and with it the terrible realization that all is not as they had assumed…”

Curiosa porque está ambientada en la Islandia del siglo XIX y tiene como protagonista a Agnes Magnusdottir que es condenada a muerte por el brutal asesinato de su amante. No parece el tema más habitual de una novela anglosajona; sin embargo, a Kent le sirve de pretexto para tratar unos temas que por ser comunes no dejan de tener su importancia: el papel de la mujer en el siglo XIX con todo lo que conlleva. Lo bueno de reflejar lo que sufre en particular Agnes es que se puede extender a todo lo que sufre el género de por sí, antiguamente y en la actualidad; y este sufrimiento no es solo físico:

“Por fin Margrét, arremangada y con los dientes apretados, le había quitado el trapo y la había frotado con él hasta que no quedó un milímetro de tela limpia. Mientras la lavaba, y sin poderlo evitar, había buscado esas imperfecciones que Lauga había pensado que serían visibles, la marca de la asesina. Solo los ojos de Agnes habían sugerido algo. Parecían distintos, pensó Margrét. Muy azules y muy claros, pero de un color demasiado pálido para considerarse bonito.

El cuerpo de la mujer había sido un territorio de malos tratos. Incluso Margrét, acostumbrada a las heridas, a las inevitables contusiones que traen consigo el trabajo duro y los accidentes, se había conmocionado.”

Sino también espiritual:

“Hay momentos en los que me pregunto si no estaré ya muerta. Esto no es vida; esperar en la oscuridad, en silencio, en una habitación tan mísera que he olvidado a qué huele el aire fresco. El orinal está lleno de mis desperdicios que como alguien no venga a recogerlo pronto va a rebosar.

¿Cuándo fue la última vez que vino alguien? Todo es ya una larga noche.”

La novela funciona perfectamente a pesar de la previsibilidad argumental; poco importa lo que vaya a ocurrir cuando la reivindicación es evidente, la mujer con un destino impuesto por una sociedad patriarcal:

“Igual debería decirle, pobrecito mío, vuélvete a la parroquia y a tus queridos libros. Me he equivocado. No puedes hacer nada por mí. Dios ha tenido Su oportunidad de liberarme y, por razones que solo Él conoce, me ha destinado al infortunio, y aunque he hecho todo lo posible, he sido pasto una y otra vez del desastre; el destino me ha clavado su cuchillo hasta la empuñadora.”

Conclusión: sería un sorpresón, sin más. No estamos hablando de una novela que vaya a pasar la historia, aunque sí es una buena novela que encantará por grado de empatización a los lectores.

Los textos provienen de la traducción de Laura Vidal.

americanahMi segunda favorita: “Americanah” de Chimamanda NGozi Adichie.

No la he terminado todavía, pero hay que reconocer que la propuesta de la nigeriana es consistente, aunque esté alejada de las posibilidades reales de ganarlo; ya que por su obra “Half of a yellow sun” ya lo ganó en el año 2007. La historia tiene la siguiente sinopsis:

“As teenagers in a Lagos secondary school, Ifemelu and Obinze fall in love. Their Nigeria is under military dictatorship, and people are leaving the country if they can. Ifemelu – beautiful, self-assured – departs for America to study. She experiences defeats and triumphs, finds and loses relationships and friendships, all the while feeling the weight of something she never thought of back home: race.

Obinze – the quiet, thoughtful son of a professor – had hoped to join her, but post 9/11 America will not let him in, and he plunges into a dangerous, undocumented life in London. Years later, he is a wealthy man in a newly democratic Nigeria, while Ifemelu has achieved success as a writer of an eye-opening blog about race in America. But when Ifemelu decides to return home, she and Obinze will face the toughest decisions of their lives.”

La historia de amor entre los nigerianos Ifemelu y Obinze a caballo entre Norteamérica y Nigeria es el hilo conductor de una novela que juega con los siguientes factores en la primera impresión que he sacado:

-El papel de la mujer en una sociedad como la nigeriana fuertemente dominada por el patriarcado (un poco como ocurría en el caso de la India); es más fácil buscar el problema en la mujer que en el abuso del hombre:

“La bolsa de la chica estaba en el suelo, abierta, con la ropa asomando. Kosi, de pie al lado, sostenía en alto, con las puntas de los dedos, una caja de condones.

-¿Esto para qué es? ¿Eh? ¿Has venido a mi casa para ejercer de prostituta?

Al principio la chica bajó la vista, en silencio; finalmente miró a Kosi a la cara y dijo:

-En mi último empleo el marido de la señora me forzaba continuamente.

Kosi la miró con ojos desorbitados. Hizo además de abalanzarse sobre ella, como para agredirla de algún modo, y de pronto de detuvo.”

-En este contexto, la mujer empieza a querer tomar cartas en la elección de su destino y lo manifiesta al hombre, es el comienzo de una emancipación largamente buscada.

“-¿No vamos a besarnos? –preguntó ella.

Él pareció sorprenderse.

-¿Y eso a qué viene?

-Es solo preguntar. Llevamos aquí sentados mucho rato.

-No me gustaría que pensaras que eso es lo único que quiero.

-¿Y qué pasa con lo que quiero yo?”

-Por último, el papel del inmigrante en un país que le acoge, un papel que puede desencadenar un sentimiento de inferioridad por una gratitud mal entendida:

“Ahí estaba otra vez, esa extraña candidez con la que la tía Uju se había envuelto como una manta. A veces, mientras mantenían una conversación, Ifemelu tenía la impresión de que la tía Uju había dejado atrás adrede una parte de sí misma, una parte esencial, en un lugar lejano y olvidado. Obinze dijo que era la exagerada gratitud derivada de la inseguridad del inmigrante.”

the-girl_fb-500x697Conclusión: Estupenda propuesta, de hecho es la segunda que más me ha encandilado. Pocas posibilidades reales de ganar el premio por lo anteriormente mencionado.

Las otras óperas primas: la obra de Eimear McBride “A Girl Is A Half-Formed Thing”, la más británica de las propuestas podría tener algo que decir. La novela es ciertamente original en su concepción:

“Eimear McBride’s debut tells the story of a young woman’s relationship with her brother and the long shadow cast by his childhood brain tumour. It is not so much a stream of consciousness as an unconsciousness railing against a life that makes little sense, forming a shocking and intimate insight into the thoughts, feelings and chaotic sexuality of a young and isolated protagonist. To read A Girl is a Half-formed Thing is to plunge inside into the narrator’s head, experiencing her world first-hand. This isn’t always comfortable – but it is always a revelation.”

Un relato solipsista que juega con el flujo de pensamiento desencadenado tras la muerte del hermano de la protagonista por un tumor cerebral. Si tuviera que leer uno de los dos que me quedan desde luego apostaba por este; sostener un relato de este estilo requiere de un estilo más que depurado para no caer en monotonía, no hablamos de manejo de una trama, sino de la expresión interna de los sentimientos.

El último libro que aparece en la shortlist es el de la irlandesa Audrey Magee “The Undertaking”, con el que nos encontramos algo diferente a los anteriores:

the undertaking“Desperate to escape the Eastern front, Peter Faber, an ordinary German soldier, marries Katharina Spinell, a woman he has never met; it is a marriage of convenience that promises honeymoon leave for him and a pension for her should he die on the front. With ten days’ leave secured, Peter visits his new wife in Berlin; both are surprised by the attraction that develops between them.

When Peter returns to the horror of the front, it is only the dream of his wife that sustains him as he approaches Stalingrad. Back in Berlin, Katharina, goaded on by her desperate and delusional parents, ruthlessly works her way into the Nazi party hierarchy, wedding herself, her young husband and their unborn child to the regime. But when the tide of war turns and Berlin falls, Peter and Katharina, ordinary people stained with their small share of an extraordinary guilt, find their simple dream of family increasingly hard to hold on to.”

Que nos trae el imposible sueño de una familia en el marco de la segunda Guerra mundial. Aprovechar el relato histórico para desarrollar temas característicos y que ya he indicado en obras anteriores. No parece que vaya a tener muchas posibilidades.

Conclusión: la obra de McBride podría tener alguna posibilidad real, de hecho está segunda en las apuestas, la de Magee no parece estar en ninguna apuesta.

Y esto es todo por ahora, veremos quién gana… perdonad el tremendo párrafo, aunque creo que, en esta ocasión, lo merece.