Lo que fue septiembre y parte de octubre… y el miedo!

Con el acontecimiento del Nobel he dejado pasar bastante tiempo entre el resumen de septiembre y parte del de octubre; ciertamente las mujeres con posibilidades de ganar el Nobel han sido las verdaderas protagonistas del pequeño monográfico que dediqué; pero no fueron las únicas lecturas de ese mes y medio; a continuación: ellas y el resto; la mayoría tienen post en el blog o review en goodreads que enlazo en el título:

“La mujer del teniente francés” de John Fowles: una obra maestra del postmodernismo británico, una leyenda por su juego de perspectiva y variabilidad final. Una obra asentada en una base clásica, prácticamente decimonónica y que, sin embargo, al desarrollarla subvierte la propia narración. Una obra imperecedera.

“El Loro de Flaubert” de Julian Barnes: Barnes es tan variado que puedes encontrar todo tipo de temáticas; en esta curiosa obra ficción y realidad se juntan en la figura del escritor francés Flaubert y lo realiza con tal maestría que me abruma.

“Un puñado de polvo” de Evelyn Waugh: poco se conoce a este autor británico más allá de su “Brideshead”, mal hecho; este novelón sorprende en todo momento, qué humor más negro que tenía el puñetero.

“Resurgir” de Margaret Atwood: Atwood fue gran protagonista del monográfico, esta novela supuso en mi caso un descubrimiento por lo diferente de sus propuestas habituales.

“El cadáver” de Preston y Child: segundo libro de la saga de Gideon Crew, siguen sin ofrecer algo diferenciador, no acaban de despegar.

“Un día es un día” de Margaret Atwood: buena manera de relanzar la obra de la canadiense, sobre todo si goza de continuidad, lo que está por ver ahora por el tema Munro… en fin.

“El señor de las moscas” de William Golding: obra de una inusitada violencia, potentísima, de poderosas e inolvidables imágenes y con multiplicidad de interpretaciones. Genial, qué arriesgado era el británico.

“Fantasmas Vs Extraterrestres” de Javier Avilés: el creador de uno de esos blogs que hay que seguir “El lamento de Portnoy” compuso un relato libre y estimulante. Un buen ejemplo de narrativa breve.

“JSA Justice Be Done” de James Robinson: primero de los volúmenes de la JSA que se relanzó hace algunos años, revisitación de cómics en inglés que iré haciendo.

“La vida de las mujeres” de Alice Munro: la única novela de Munro o un ciclo de relatos cortos de formación de la protagonista y una declaración de principios de la escritora en sus comienzos. Imprescindible para entender su evolución estilística.

“La maravillosa O” de James Thurber: fábula para niños y adutos que, a pesar de su brevedad, se convierte en una delicia.

“JSA Darkness Falls” de Geoff Johns: Segundo de los volúmenes que comentaba, buena historia, a pesar de la irregularidad.

“Las Lunas de Júpiter” de Alice Munro: una de esas recopilaciones fantásticas de relatos que han supuesto los méritos para que gane el Nobel.

“Bagheria” de Dacia Maraini: una espléndida manera de descubrir la prosa de una de las escritoras italianas más importantes, si no es la que más.

“Zoo City” de Lauren Beukes: la sudafricana es un valor seguro de diversión; escribe maravillosamente y resiste cualquier categorización; esperemos que esta obra la podamos ver traducida en breve.

“La rata en llamas” de George V. Higgins: siempre hace lo mismo, pero lo hace tan bien que se lo podemos perdonar. Higgins es un maestro de los diálogos y del humor.

“El amor de una mujer generosa” de Alice Munro: solo el excelso relato homónimo merece el esfuerzo de leerla al completo.

“Las luminosas” de Lauren Beukes: un asesino en serie que viaja en el tiempo, ¿qué mejor premisa se puede uno encontrar? Y más con ese desarrollo, acción desenfrenada y caracterización. Imprescindible.

“JSA The return of Hawkman” de Geoff Johns: por recopilaciones como esta vale la pena leer esta etapa.

“JSA Fair Play” de Geoff Johns: la innegable relajación ante nuevos retos.

“Sexy” de Joyce Carol Oates: hasta en los relatos para adolescentes  sabe lo que se hace,

“Infiel. Historias de Transgresión” de Joyce Carol Oates: una obra maestra de la transgresión de la subversión de todo lo establecido. Hacía tiempo que un cuento no me causaba esta impresión. Aquí lo hacen varios. Brutal.

“El libro de Nebal” de Carmen del Bosque: un buen relato infantil con ilustraciones a juego, en la fiel tradición de los grandes, no hay innovación pero hay buen hacer.

“Lejos de Medina” de Assia Djebar: muy buena aproximación a la prosa de la argelina, relato fundado en una base histórica y que sirve para reescribir la historia de las mujeres en el Islam.

“El viento en la sangre” de M.A. West: novela muy pulp del recuperado escritor norteamericano, Navona Negra quiere dejar huella en el género.

Cierto, han sido unos pocos.

De las compras del mes que os pongo a continuación:

2013-10-14 23.06.24

Caerá alguno seguro, y más los relacionados con el género del Terror; en efecto, aprovechando la proximidad de Halloween realizaré un pequeño monográfico en noviembre con varias novelas de terror. Espero que os guste. Habrá variedad. No todo puede ser King, aunque estará presente por supuesto.

Y con esto finalizo el resumen, en otro mes y medio nos vemos en esta sección habitual.

¡Buenas lecturas!

“El viento en la sangre” de M. A. West

viento-y-sangre-9788492840496

ACTUALIZACIÓN IMPORTANTE AL FINAL DE LA RESEÑA SOBRE EL AUTOR DE ESTA OBRA.

 

Navona editorial se ha lanzado con un nuevo sello dentro de su fantástica colección; en este caso se trata de Navona Negra y, sinceramente, no pueden haber empezado mejor: han etiquetado el increíble “La promesa” del austríaco Dürrenmatt (del que hablé ya en otro momento); o están incluyendo clásicos de Chejov o Conan Doyle; incluso están dedicándose a recuperar autores y ese es el pretexto que me sirve para publicar esta reseña.

Martin Aloysius West (en adelante M.A. West) fue un autor norteamericano del que no se sabe prácticamente nada, más allá de su nacimiento en 1923 y de publicar una serie de novelas enraizadas en el pulp más clásico de la época y que tienen como protagonista al Rudy Bambridge, una mezcla de sicario y solucionador de problemas.

“El viento en la sangre” es la novela de M.A. West que Navona ha elegido para embarcarse en esta aventura; y no puede haber comenzado mejor, la novela es irresistible desde las primeras páginas hasta el fantástico final. Es un pulp con todo lo bueno del género, esas características que lo hicieron único. Solo hay que ver la siguiente descripción de Danny Morton, uno de los personajes, para caer enamorado en un vistazo:

“Pequeño y escuchimizado, Morton tenía un semblante pálido y anguloso, con una gran nariz cuyas dimensiones intentaba disimular inútilmente sirviéndose de un ridículo bigote tan negro y fino que parecía dibujado con lápiz de ojos. Se movía con la resolución característica de los tipos duros, aunque sabía (como sabían todos los que le conocían) que siempre había sido y nunca sería más que un perdedor, un segundón que se arrimaba a quienes valían más que él para alimentarse con sus sobras.”

La novela está estructurada en capítulos cortos, con continuos cambios de puntos de vista según el personaje del que se trate y avanzan a toda velocidad, sin respiro, dejando un cliffhanger en cada uno de ellos que contribuye a que te apetezca aún más leer los siguientes; además, no se cortan en describir con todo lujo de detalles alguno de los temas escabrosos que salen, la violencia está a la orden del día, pero se trata con humor:

“-Quiero que ese hijo de perra tenga una muerte lenta y dolorosa. Quiero que le arranques uno a uno los cinco miembros mientras aún está vivo y que, cuando todo acabe, cada trozo de su carne sirva para alimentar a los peces del río Chicago en un barrio distinto.”

La mezcla de comedia y tragedia es sello de la casa y no puede ser más sabia, el dolor está tan presente como en nuestras vidas; a pesar de todo lo que supone la parodia del género; la ficción se convierte en una de las mejores maneras de reflejar la realidad en la que vivimos:

“Lorna no pudo continuar hablando. De nuevo se echó a llorar sin poder reprimirse. Lloró por Tom, por Helen, por Danny Morton, por ella misma. Lloró por todos ellos, por lo que habían hecho y por lo que habían dejado que hacer, por sus decisiones equivocadas y por las cosas que no habían podido evitar. Ahora Danny estaba muerto y ellos, los tres, tenían las manos manchadas con su sangre. Y las manchas de sangre jamás se limpian.”

Es curioso que, en los tiempos que corrían, M.A. West decidiera hacer ese paradójico final, pero se agradece encontrarlo; no solo por el cambio de perspectiva sino por atreverse a ir más allá del típico macho protagonista. La novela, pues, se convierte en una subversión  que coge lo mejor de los Thompson, Goodis, MacDonald…  una excelente propuesta que esperamos que tenga su continuidad con próximos títulos que recuperen a un autor tan interesante, sobre todo para aficionados al buen pulp como nosotros.

Los textos provienen de la traducción de Thalía Rodríguez y Alexis Ravelo para esta edición de “El viento y la sangre” de M.A.West para Navona.

—————————————————————————-

ACTUALIZACIÓN DÍA  01/09/2014

Lo que son las cosas…. resulta que esta novela no pertenece a ningún M. A. West sino que fue escrita por el canario Alexis Ravelo que ha explicado en el siguiente post  los motivos que le llevaron a perpetrar este pequeño juego. 

Desgraciadamente este post no me deja muy bien como bloguero/crítico de cara a mis lectores. Siempre he querido contrastar fuentes y, en este caso, por confiar en la editorial e impulsar una nueva colección de novela negra (que tanto quiero) he cometido un error que es achacable más a mí que al propio engaño urdido entre editorial y escritor. Y que, me guste o no, es un engaño para los que me leen también.

Esta lección me sirve para que, en futuras reseñas que publique no cometa errores de este calibre, comprobaré las fuentes y la coherencia de lo publicado por respeto a mí mismo y al de los que me leen.

La obra es muy disfrutable, independientemente de esta pequeña mascarada y no voy a dejar de recomendar su lectura, eso sí la reseña estaba fundamentada en otros factores y no recomiendo su lectura por el montón de imprecisiones.

Lo que no aseguro es que los libros de alguna editorial entren tan fácilmente en mi amplísima lista de lecturas, entre otras cosas porque no me “fiaré” mucho de sus propuestas. No es una rabieta, es, sencillamente un medio más para elegir lecturas. Todo vale para el bagaje literario que sigue en su vida. Y esto, indudablemente, no será fácil de olvidar.

Un abrazo a todos.