Resumen Diciembre 2014. Grandísimo colofón

Menuda forma de terminar el año. Diciembre fue un mes excelente por las lecturas escogidas. Empezó con Gaddis y acabó con Coover, pasando por Rohan O’Grady, Allie Brosh o “American Noir”. Todos ellos incluidos en mi top del año por méritos propios, por su calidad. Fue difícil llegar al reto que me había propuesto, porque la lectura de “La hoguera pública” estuvo marcada por su complejidad… ¡se reducía mi capacidad lectora a la mitad! Pero vaya lectura. Un mes, como de costumbre, muy variado y de buen nivel, con alguna pequeña decepción. El resumen, a continuación:

“Hipérbole y media” de Allie Brosh, entró con pleno derecho en el top del año la recopilación de posts del blog de la autora. Una mezcla irresistible de buen humor, estética inocente y tragicomedia.

“Los reconocimientos” de William Gaddis, una obra para nada redonda pero, sin embargo, una obra maestra en su irregularidad y pretensiones. Obra clave para entender el postmodernismo literario norteamericano.

“Nobles y rebeldes” de Jessica Mitford, por falta de tiempo no me pude extender en una reseña, sin embargo, no quiero dejar pasar la oportunidad de recomendar este libro; la hermana de Nancy  ofrece un ensayo autobiográfico al que no le falta diversión y un fresco inolvidable de su familia y la época histórica que vivió.

“El gran mínimo” de G. K. Chesterton, como ya comenté, no es la mejor obra para conocer al gran Chesterton, pero sí que es una manera de complementar su obra para los que ya estamos rendidos al orondo escritor británico.

“Pero…¿quién mató a Harry?” de Jack Trevor Story, tampoco hice reseña, no porque no lo mereciera sino por falta de tiempo. Una comedia negra que, a pesar de llevar un chiste hasta la extenuación sorprendentemente funciona.

“Las cinco máquinas simples” de Todd McEwen, Automática intentó repetir el éxito de su maravillosa “Boston” con esta recopilación de cuentos sexuales del autor. Desafortunadamente, está lejos de aquel, se deja leer pero no embriaga para nada. Prescindible.

“Matemos al tío” de Rohan O’Grady, una verdadera delicia que me sorprende que no haya aparecido en ninguna lista del año. Así están las cosas.

“La escucha oblicua, una invitación a John Cage” de Carmen Pardo, espléndido intento de explicar la figura del polémico Cage. En breve aparecerá reseña por aquí.

“Un impulso criminal”  de P.D. James, la segunda novela de su detective Dalgliesh es, como de costumbre, un gran ejemplo de las virtudes por las que destacó la inglesa.

“Ananda:108 poemas Zen” de Ko Un, qué lástima que no podamos ver más poesía del surcoreano por estos lares, todavía espero que gane el Nobel y se produzca el milagro.

“Los papeles de Mudfog” de Charles Dickens, uno de esos libros al que completistas como yo no nos podemos resistir a pesar de la desigual propuesta.

“American Noir” de varios autores, edición de James Ellroy y Otto Penzler, imprescindible selección de relatos negros con varios autores que han engrandecido el género.

“El nadador en el mar secreto” de William Kotzwinkle, me temo que no entré demasiado bien con él. Donde algunos ven sutileza yo veo torpeza a la hora de extender la metáfora en la que se basa y abuso del sentimentalismo como herramienta para empatizar con el lector. Me consta que muchas personas que lo están disfrutando, yo no lo he hecho.

“Viaje a Rusia” de Stefan Zweig, anecdótico viaje del escritor austriaco que tampoco pasará a la historia por su calidad.

“La hoguera pública” de Robert Coover, el último libro del año fue, sin lugar a dudas, una obra maestra. Y entra en ese panteón de los mejores libros que he leído. Intentaré en unos días escribir algo más largo sobre esta obra capital

No puede faltar, como de costumbre, una foto de las últimas adquisiciones de la biblioteca.

Últimas compras

Como ya adelanté en este post  intentaré hacer una previsión de lecturas del mes, sobre todo para centrarme en las lecturas que me interesan más allá de cantidad. Las elegidas del mes de enero son las siguientes:

Lecturas_Enero Este mes he cogido varios de los que tenía pendientes del mes anterior como es el caso de los de King, Dickie, PD James, etc… y los he complementado con los del siguiente mes donde he puesto una muestra de literatura japonesa y alguno de mi proyecto como Dickens, Oates o Nooteboom. Claro que, al final, me he dado cuenta de que son más de los quince que tenía previstos. Es probable que no acabe con todos. Pero quiero ver hasta dónde va el asunto.

Lo que sí tengo claro es que son muy disfrutables y no me saldría de lo previsto cumpliendo con mi proyecto y con los objetivos de principios de año.

Ya os contaré qué tal va la cosa y cómo avanzo.

Mis lecturas favoritas del año 2014

Pasan los años y ya se está convirtiendo en una pequeña tradición realizar una selección con mis lecturas preferidas del año pasado. Os recuerdo que podéis consultar las de años anteriores en los siguientes enlaces.

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post que suelo hacer con las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog.

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2014. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todas. Otros años introducía un libro de otro año pero este año, habiendo varias reediciones, no lo creo necesario.

-El número de libros varía de un año a otro, no pongo límites, este año han caído veinte, eso lo adelanto ya.

-El orden en el que aparecen es cronológico, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean) y, por lo que he estado observando en otras listas, no suelen coincidir con la mayoría de ellas.

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

lepark_grandePasemos entonces a la lista en cuestión:

“Le park” Bruce Bégout, empezó el año inmejorablemente con esta novela del filósofo Bruce Bégout y que editó con mucho gusto Siberia; un parque de atracciones terrorífico por sus implicaciones y, quizá, porque está más presente en la realidad de lo que creemos. Muy poco se ha hablado de esta pequeña maravilla.

 

la-noche-a-traves-el-espejo-9788415973225“La noche a través del espejo” de Fredric Brown, reedición de la obra maestra de Brown que nos trae Reino de Cordelia y que debería hacer las delicias de cualquier aficionado a la novela policíaca; seguro que no va a estar en ninguna lista del año pero esta mezcla de onirismo y realidad es sencillamente mágica.

 

nariznotario“La nariz de un notario” de Edmond About, otra reedición de la mano, en este caso, de Ginger Ape Books & Films, una sátira de la beau monde parisien que le sirve de vehículo para criticar las relaciones de clase e indagar en la reflexión sobre la construcción de la identidad de una persona como fin último.

 

la-camara-sangrienta“La cámara sangrienta” de Angela Carter, otra más, en este caso la de los cuentos de Angela Carter que toman como base los cuentos de hadas de Perrault y los subvierte de tal manera que se convierten en vehículos para la defensa de la mujer y el feminismo, en una lectura de género ciertamente imprescindible. Máxime si, además, tienes las magníficas ilustraciones de Alejandra Acosta.

 

relatos-hispanicos-asombrosos-y-de-terror-9788437632667“Relatos hispánicos asombrosos y de terror” edición de Emilio J. Sales,  “asombrosa” recopilación de relatos a cargo de Cátedra que nos descubre una faceta deliberadamente ignorada: los escritores clásicos españoles también escribían narraciones de género, y lo hacían muy bien.

 

cuentosvictorianos“Cuentos de detectives victorianos” edición de Ana Useros, selección primordial para entender la evolución histórica de las novelas de detectives desde sus inicios, antes incluso de “Los crímenes de la calle Morgue”, que era considerada fundacional. Espléndida edición a cargo de Alba.

 

americanah“Americanah” de Chimamanda Ngozi Adichie, deliciosa novela que era de lo mejor del Baileys prize (junto con la novela de Lahiri) y que ahonda en el papel de la mujer, su emancipación y lucha contra el patriarcado inherente además de exponer con mucho humor los problemas de una inmigrante nigeriana. Una gran novela que se convierte en un clásico casi instantáneo de narrativa contemporánea con multitud de matices de raza y género.

 

thompson_portada“Arte Salvaje. Una biografía de Jim Thompson” de Robert Polito, exhaustiva es la palabra que mejor define este ensayo de Robert Polito sobre el gran Jim Thompson, no creo que se pueda escribir más y mejor sobre la vida y obra del autor. Además, se me antoja muy acertado el análisis crítico de su obra. Un triunfo de Es Pop Ediciones, que trabaja cada obra como si fuera la última en una edición excelente.

 

NOS4A2_cover“NOS4A2” de Joe Hill, el hijo del señor King sigue demostrando libro a libro que puede hacer obras del nivel de su padre; en esta conjuga su amor por lo clásico y le añade los suficientes elementos modernos para crear una narración ciertamente fascinante sin caer en los tópicos habituales.

 

maestro_previa_corregida_rgb“El maestro y Margarita” de Mikhail Bulgákov, esta reedición del clásico ruso se convierte, por derecho propio en la edición definitiva de la obra de Bulgákov. La traducción de Marta Rebón y la edición de Nevsky en consonancia contribuyen a realzar aún más esta obra, ya imperecedera, con infinidad de matices y posibilidades.

 

Nacido de hombre“Nacido de hombre y mujer (y otros relatos espeluznantes)”  de Richard Matheson, parece mentira que, después de tantos años, tengamos el primer volumen de los relatos de Matheson. La espera ha valido la pena, Matheson entendía a la perfección el género y los artificios que sirven a ello.

 

Una-singularidad-desnuda“Una singularidad desnuda” de Sergio de la Pava, no se ha hablado suficiente de la primera excelente novela de Sergio de la Pava. El autor nos brinda una novela muy completa ahondando en una manera de hacer postmodernismo desde el humanismo y, encima, está cargada de buen humor. Es imposible que Casi, su protagonista, no te seduzca.

 

los-ninos-se-aburren-los-domingos-9788494236709“Los niños se aburren los domingos” de Jean Stafford, se acostumbra uno a que Sajalín Editores nos saque siempre alguna joya y claro, nuevamente este año, lo vuelven a hacer recuperando varios de los cuentos que hicieron famosa a la norteamericana y por los que ganó el Pulitzer en 1970. Cuentos que, enmarcados en el gótico sureño, nos traen a colación las penurias de ser mujer en una época como la que vivió la escritora y la forma en que reaccionó ante estas injusticias. Sencillamente necesarios.

 

Alfabeto2“Alfabeto” de Inger Christensen, Sexto piso inició su nueva colección poética de manera inmejorable. Este largo poema que sigue el abecedario y la serie de Fibonacci no se encorseta en una faja sino que ahonda en la libre composición y en la diversidad de estilos y temas. Una verdadera delicia poética.

 

comemadre 1“La comemadre” de Roque Larraquy,  dentro de su nueva colección “El cuarto de las maravillas” Turner nos ha traído esta pequeña rareza dentro de su “gabinete de curiosidades”; en esta obra no vas a encontrar algo habitual, tenlo por seguro, pero también ten en cuenta que vas a disfrutar de lo lindo.

 

Hiperbolemedia“Hipérbole y media” de Allie Brosh, hablando de rarezas… esta recopilación de entradas del blog de la inimitable Brosh se sale también de lo habitual y me vuelve loco con esta tragicomedia ilustrada cargada de humor negro.

 

losreconocimientos“Los reconocimientos” de William Gaddis, lo sé, Gaddis ya es un habitual, todos los años aparece por aquí. Pero ¿os habéis dado cuenta de qué primera novela se marcó? Ambición es una palabra que se queda corta para lo que intenta abarcar en esta novela fundacional. Un ochomil literario.

 

MatemosTío“Matemos al tío” de Rohan O’Grady, utilizar niños en una narración siempre es espinoso; en este caso lo es más por la forma de mezclarlos con una trama gótica, con elementos ciertamente perversos; pero el resultado es excepcional e inolvidable.

 

american-noir“American Noir” de varios autores, edición de Ellroy y Penzler, ¿de verdad hace falta que recomiende a alguien una recopilación de relatos de novela negra que incluye a Goodis, Ellroy, Oates, Leonard, etc.? Pues eso, si te gusta el género negro te apasionará. Si no te gusta, también. Qué buena colección de novela negra está montando Navona.

 

Hoguera_Cubierta“La hoguera pública” de Robert Coover, a pesar de su dificultad a todos los niveles, este es uno de los mayores acontecimientos literarios del años,  José Luís Amores lo ha vuelto a hacer con su humilde “Pálido Fuego”, esta vez para traernos la obra maestra del autor y una de las obras claves de la literatura contemporánea norteamericana.

 

Termino, agradeciendo, como siempre a los lectores de este blog su presencia y sus lecturas. No os cortéis en opinar sobre esta extensa lista y aportar vuestras lecturas favoritas.

 

Ah… y ¡Feliz año 2015 cargado de lecturas!

“Hipérbole y media” de Allie Brosh. Tragicomedia (aparentemente) inocente

Allie Brosh decidió un buen día llevar a cabo la ”pésima”  idea de “escribir y dibujar cosas y colgarlas en Internet”; el resultado fue la creación de un blog extremadamente original y divertido que se hizo muy famoso, el nombre del blog era “Hipérbole y media”; en el 2013, en vista del éxito del blog decidió pasar varios de sus posts a libro con el maravilloso subtítulo: “situaciones desafortunadas, maneras equivocadas de solucionar problemas, caos y otras cosas que pasan”.

No pocas virtudes tiene el libro (y el blog) que explican el fenómeno; en primer lugar la elección del dibujo:

hiperbole

Las ilustraciones son sencillas, para nada requieren una elaboración muy grande; en pocos trazos y con un uso más bien limitado de colores transmiten una inocencia y una simplicidad que, a veces no tienen nada que ver con el texto que está mencionando.

Es fundamental el uso del humor del que hace gala, en dos vertientes, primero el que surge de la observación; Brosh en el siguiente párrafo refleja a la perfección lo que siente un niño cuando le niegan tomarse un pastel e intenta buscar la forma de comérselo por encima de cualquier prohibición:

“Me lo comí entero. Recuero que en un momento dado fui dolosamente consciente de la opresiva saturación que crecía en mi interior, pero seguí comiendo por una mezcla de tozudez y rencor. Nadie podía decirme que no me comiera el pastel entero –ni mamá, ni Santa Claus, ni Dios-, nadie. Era mi pastel y todos se podrían ir a la mierda.”

La otra vertiente es más relativa al humor absurdo, muchas veces aplicado a los consejos que da a los animales, muy en particular a los perros, a los que atribuye cualidades humanas; el siguiente caso con un perro apretando varias veces un juguete se ajusta a este patrón:

Hiperbolemedia“Apretar el juguete que pita durante tres horas seguidas mientras estás tirada en el suelo ni siquiera es técnicamente un juego, pero vosotras creéis que sí y por eso ya no podéis tener juguetes que hagan ruido.

La lección importante a extraer de este tema es que se debe practicar la moderación en todo lo que hagáis, incluso mordisquear los juguetes que al apretarlos pitan. Si sentís impulso de hacer algo muchas veces, hacedlo solo una décima parte de las veces que tenéis ganas de hacerlo.”

No se acaban aquí las excelencias de la autora, falta aquello por lo que se diferenció: el tratamiento psicológico que hizo de diferentes asuntos, por ejemplo la depresión. Su tratamiento racionalizado, mezclado con humor y la combinación con los dibujos aparentemente inocentes eran un cóctel explosivo que convertía la obra en una tierna tragicomedia ciertamente deliciosa; solo hay que ver su descripción de la depresión para rendirse ante el novedoso tratamiento empleado:

“Es muy frustrante sentirse triste sin motivo. La tristeza puede ser casi placenteramente indulgente cuando está justificada. Puedes escuchar canciones tristes e imaginar que eres el protagonista de alguna película dramática. Puedes mirar por la ventana mientras lloras y pensar: “Es todo tan triste. No puedo creer lo triste que es mi situación. Apuesto a que una recreación de mi tristeza haría que todo el público del cine acabara bañado en lágrimas.”

Pero mi tristeza carecía de propósito. Escuchar música triste e imaginarme como la protagonista de un drama me hacía sentir extraña porque no acababa de hacerme a la idea de una película en la que la protagonista está triste sin motivo.”

Incluso para ir describiendo la evolución de la depresión:

“Al principio intentaba explicarles que ya no era negatividad ni tristeza, sino más bien una niebla distante y sin sentido en la que no sientes nada por nada –ni siquiera por las cosas que amas, ni por las divertidas- y te sientes aburrida y sola de un modo horrible, pero puesto que has perdido tu habilidad para conectar con todas las cosas que habitualmente te harían sentir menos aburrida y sola, estás atrapada en el vacío aburrido, solitario y sin sentido sin nada que te distraiga de lo aburrido, solitario y sin sentido que es.” 

¡Y cómo no es tan fácil salir de ella!, es capaz de extrapolarlo a sus períodos felices de juventud y refleja su incapacidad ante esta situación:

“Pero de mayor se volvió cada vez más difícil acceder a aquel gran espacio de mi imaginación que hacía que mis juguetes fueran divertidos. Recuerdo haberlos mirado y haberme sentido frustrada y confundida porque las cosas ya no fueran como antes.”

La memoria, el recuerdo, no sirve en esta situación como refugio ni para recuperarse de la sensación depresiva. La descripción de todo el proceso depresivo es cristalina, con prosa sencilla pero demoledora en lo que cuenta.

En el capítulo dedicado a sus “Pensamientos y sentimientos” tenemos nuevos alardes de su creatividad, en este caso para definir sus reglas inconscientes:

“Tengo una serie de reglas inconscientes sobre cómo debería funcionar la realidad. No las desarrollé a propósito, y la mayoría de ellas no tienen sentido –lo que resulta preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que su objetivo es gobernar el comportamiento de la realidad-, pero existen y juegan un papel importante a la hora de determinar cómo reacciono ante las cosas que me pasan. Tan importante, de hecho, que la mayoría de mis sentimientos son una reacción al hecho de que la realidad no se ajuste a mi arbitraria lista de reglas.”

Lo que la lleva a reflejar a continuación su necesidad de sorprenderse ante lo que le ofrece la vida. Sí podemos hablar  de sinceridad a la hora de escribir, una sinceridad que te deforma y que reconoces más palpable en tu propia vida. Es esta empatización con el lector otra de las razones para su triunfo: sabe expresar inigualablemente lo que nos ha sucedido alguna vez y lo compensa con su dibujo de estética “naif”:

“Parece que paso mucho tiempo sintiéndome vagamente decepcionada por cosas que no son decepcionantes. Sin embargo, parecen decepcionantes porque siempre quiero que las cosas me impresionen o sorprendan. Me produce placer encontrar cosas excepcionales de forma inesperada. Incluso si la cosa en sí no me gusta, me sigue produciendo un subidón descubrir que algo es malo de verdad. Si estuviera herida y desangrándome, pero la cantidad de sangre fuera sorprendente, me sentiría casi animada al verla. Me gusta tanto que las cosas me impresionen que busco esa sensación activamente.”

Creo, sinceramente, que está tragicomedia aderezada con dibujos no puede dejar a nadie indiferente; te hace reír, te hace sufrir y, sobre todo, te ayuda a vivir. No hay que perdérselo.

“Al pensar en hacer buenas obras te sientes casi como si las hicieras. Disfruto de todas las buenas sensaciones sin ninguno de los inconvenientes. Es repugnante lo orgullosa que estoy de mí misma por cosas que nunca he hecho.”

¡Genial! ¿O no?

Los textos provienen de la traducción de la traducción del inglés de Joan Eloi Roca de  “Hipérbole y media” de Allie Brosh para Principal de los Libros.