Resumen Abril 2016. ¡Qué barbaridad!

Esta vez no andaré con eufemismos, he leído un montón. Y, además, lo he disfrutado de igual manera. De las 23 lecturas, cinco fueron de hombres; el resto, escritoras. Sigo aumentando el número  de escritoras este año y añado algunas de las que todavía no había leído nada (ocho más). Vayamos a la ristra de abril: 

El misterio de Riddlesdale Lodge de Dorothy Leigh Sayers, lo más fascinante de haber leído este libro es haberlo hecho en la edición de tapa dura antigua que encontré, edición en la que también estaría el siguiente. La siguiente curiosidad es que este es el segundo libro de Sayers en el que tiene como protagonista a Lord Peter Wimsey y que, en estos momentos, es inencontrable. ¿Y el misterio? Bien, gracias.

Lord Peter descubre el delito de Dorothy Leigh Sayers, incluido en la edición que comenté anteriormente, esto es aún más curioso porque son historias cortas del mismo detective (no sabía que existieran); están ubicadas justo después de El misterio del Bellona Club, el único libro que me había leído hasta este mes. Lo bueno es que las distancias cortas no le sientan mal tampoco.

Frankestein de Mary Shelley, eterno pendiente que por fin ha llegado este año, ya tocaba. Una obra maestra disfrutable a muchos niveles. Espero poder escribir algo sobre él más adelante. 

El misterio de Gramercy Park de Anna Katharine Green, bravo por la labor de editoriales como dÉpoca, la recuperación de esta entrometida impertinente y subyugadora al mismo tiempo. Ahora mismo acaban de publicar su segunda aventura y no puedo esperar para ponerme con ella. Llegará la reseña, de verdad que sí. 

Mi abuelo de Valérie Mréjen, nueva autora, siempre me gusta probar con dos libros por lo menos para ver qué tal, en este caso,  curiosamente cogí el primero y el último y he disfrutado los dos por diferentes motivos. Me gustaría escribir algo conjunto de ambos ya que la escritora francesa es muy interesante. Veremos.

Selva negra de Valérie Mréjen, la confirmación de una autora a la que seguiré a partir de ahora.

Antología Poética de Wislawa Szymborska, cuando lees la poesía de Szymborska pasa lo que pasa, te vuelves incondicional. Es excepcional y lo comenté en un post junto con su prosa. Si pincháis en el título tendréis más información.

El libro de los divanes de Tamara Kamenszain, vuelvo a redundar en mi comentario, pero es cierto como la vida misma. Me sobrepasa, la argentina es buenísima, el prólogo de María Moreno es fantástico y siempre tengo la sensación de que me pierdo la mitad de la batalla aunque me gusta lo que leo. Mi déficit de literatura sudamericana es más palpable en estas ocasiones.

Que no, que no me muero de María Hernández Martí, un simple vistazo a los dibujos de Javi de Castro sirvieron para llamarme la atención, los textos de María Hernández Martí me convencieron definitivamente por esa mezcla inevitable que deviene en una tragicomedia donde la protagonista, con pareja, perro, familia, amigos y un cáncer de mama, tiene que afrontar los hechos que le van sucediendo desde una perspectiva muy diferente a la habitual; el tratamiento de estos temas siempre es complejo pero, en este caso, no me equivoco al afirmar que prácticamente no se puede hacer mejor.

Y eso fue lo que pasó de Natalia Ginzburg, ya dije que la italiana se ha convertido en una de mis favoritas y es genial porque me quedan varios libros por leer. En este caso esta segunda novela, cortita, pero de gran intensidad, es otro ejemplo más de su buen hacer. En el horizonte me espera, por fin, Léxico familiar.

El viaje de Francesca Sanna, qué manera más maravillosa de presentar un tema tan candente como el de los refugiados para que lo pueda entender un niño. Qué hermoso y… qué triste, también es cierto.

Metáfora y memoria: Ensayos reunidos de Cynthia Ozick, por fin he podido leer a la norteamericana y me ha convencido. Ahora tengo que convencer al resto. En un próximo post, al menos, lo intentaré.

Longshot de Ann Nocenti y Arthur Adams, relectura aprovechando que estoy buscando mujeres escritoras en cómics. Nocenti, en esta serie limitada, presentaba uno de los personajes más atractivos que he leído en el fértil universo mutante, qué imaginativa fue al crear al curioso y “suertudo” Longshot, qué bien el dibujo de Adams, cómo me gustaría ver publicada su etapa de Daredevil. Crucemos los dedos.

Muy lejos de Kensington de Muriel Spark, me queda poco por leer de escritora británica, pero encontrarse con ella es siempre un gran placer. Tanta sutileza parece imposible, tanta oscuridad en un envoltorio inglés es aún más difícil de encontrar.

Bordados de Marjane Satrapi, con el pretexto de una reunión de mujeres, la escritora iraní diagnostica con buen humor algo tan duro como la situación de la mujer en el Oriente medio. Un mundo radicalmente distinto del nuestro donde la libertad no es habitual y los pocos derechos que se han ganado aquí, allí no son ni alcanzables.

Lady Killer de Joëlle Jones, sinceramente, ni estaba previsto, lo encontré de casualidad y, la verdad, es satisfactorio encontrarte con las peripecias de una asesina profesional que es capaz de llevar a cabo su vida de ama de casa y, en sus tiempos libres, masacrar a quien le manden.

The Grownup de Gillian Flynn, supongo que en algún momento esto llegará aquí, en una edición de esas “sacacuartos” a las que nos tienen acostumbrados; historia corta que vuelve a demostrar que Flynn es una voz a seguir aunque solo sea por sus argumentos perversos. Tres libros suyos leídos, tres libros que recomiendo sin dudar.

La mucama del Ominculé de Rita Indiana, definitivamente, lo mío con Indiana es imposible, sobre el papel me debería haber gustado un montón este libro, al final acaba agotándome, es apabullante, su estilo fantástico, pero siempre sus historias me acaban cansándo(me) (aun siendo cortas) y me cuesta un horror acabarlo. Somos incompatibles, y me da pena. No consigo entrar en ellas.

Los disidentes

Marcelín de Sempé, dice el autor francés que “No creo que mis personajes sean minúsculos. Quizás el mundo sea demasiado grande.” Lo que está claro es que encontrarme con sus pequeños protagonistas me produce una irremediable ternura, una sensación de estar al borde de las lágrimas por lo que nos cuenta, la encantadora historia de dos niños que tienen atípicas molestias: sonrojarse sin ningún motivo y estornudar sin venir a cuento. Y cómo estas particularidades servirán para unirles en una amistad que durará a lo largo del tiempo a pesar de todas las dificultades que se encuentren. Con Sempé es imposible equivocarse. 

Su pasatiempo favorito de William Gaddis, otro con el que no te equivocas nunca, nuevo tochazo del autor, sin pincháis en el título, tendréis mucha más información que ya comenté por aquí. 

Unas horas con los poetas muertos de Ko Un, fan incondicional del poeta surcoreano, esta nueva antología es una manera de recordarme de nuevo todo lo que me gusta. 

Donde viven los monstruos de Maurice Sendak, pero bueno, ¡qué delicia! 

Breve historia de siete asesinatos de Marlon James, me he extendido de sobra con esta obra en el post que hice al respecto. En el blog tenéis más información. No digo más, es una de las novelas del año.

Una vez acabado el resumen, no quiero irme sin poneros las adquisiciones de abril.

AdquisicionesAbril

Como os podéis imaginar, varios de ellos los tengo pendientes. Espero que vayan saliendo poco a poco. Aunque también creo que no va a ser en mayo. Bastante tengo con el Baileys Prize.

Un abrazo y ¡Buenas Lecturas!

Cuarto mes. Un mes desafiante

El mes pasado cogí buen ritmo; tengo la sensación de ir muy rápido y, al mismo tiempo, estar disfrutando como nunca, estoy descubriendo nuevas autoras y redescubriendo otras que ya tenía, además de consolidar las que eran mis favoritas. Cuando termine el año voy a tener una recopilación de autoras muy variada y de gran calidad. Ciertamente satisfactoria. Os pongo a continuación la recopilación de libros que quiero leer este mes de abril y a después resumo mis ideas:

cuartomes1

La foto es ciertamente ilustrativa, el desafío viene por dos obras de tamaño considerable, por un lado el último tocho de William Gaddis, Su pasatiempo favorito, con el que Sexto Piso da casi por finiquitada su particular recuperación de la magna carrera de uno de los estandartes del postmodernismo (a falta de su libro de ensayos); por el otro lado, atención al último ganador del Booker Prize, editado por Malpaso, Breve historia de siete asesinatos, sobre los intentos de asesinato de Bob Marley, promete mucho.

GaddisAnte la intromisión de estos dos elementos en mi proyecto de leer mujeres, he intentado seleccionar libros que puedan alternarse bien con los anteriores, libros más cortos de temáticas más variadas donde hay cómics, poesía, ensayo, un poco de todo. El otro leitmotiv del mes es introducir nuevas autoras. Con estas condiciones me han salido las siguientes:

-Probaré con la francesa Valérie Mréjen, me ha llegado la recomendación por varios sitios y es un buen momento. Selva negra y Mi abuelo son las opciones que he escogido.

-Aunque parezca mentira no había leído nada de Jennifer Egan, ni siquiera el muy conocido El tiempo es un canalla, acaba de salir uno de cuentos Ciudad Esmeralda que también entra en los posibles.

-Lo mismo puede decirse de la archiconocida  Clarice Lispector, este mes lo remediaré con dos ejemplos interesantes: La hora de la estrella y Un soplo de vida. No sé si serán los mejores, desgraciadamente he confiado más en mi intuición.

-Este mes toca segmento germánico, dos extremos, la filósofa Hannah Arendt de la que voy a probar su Más allá de la filosofía, Ingrid Noll será la otra cata, más cerca de lo noir (a su manera) con A la mesa.

BreveHistoria-Poquito a poco voy aumentando las escrituras de origen sudamericano (o centroamericano), este mes entran Sylvia Molloy, Rita Indiana (de la que quiero probar otro libro tras la mala experiencia anterior), Cristina Rivera Garza y vuelvo a programar a Gabriella Wiener (me encanta).

-Lo británico no puede dejar de estar presente, a la Edgeworth (que tengo pendiente ya dos meses) se le suman dos nuevas: Jeanette Winterson e Iris Murdoch.  La segunda es una elección personal por su cercanía a mi adorada Byatt, la primera es otra de esas escritoras que me recomiendan por todas partes. Ah, y una de las últimas novelas que me faltan de Muriel Spark.

-Lógicamente, no faltan escritoras norteamericanas, muchas ganas de Lucia Berlin y sus relatos cortos, de la historia de la actriz porno Madison Young y del ensayo de Jill Leovy sobre los conflictos raciales en New York. Y desde luego los ensayos de Ozick y las novelas de detectives de Anna K. Green, con su encantadora protagonista Amelia Butterworth.

-Las últimas mujeres escogidas (no nombro las que se repiten de otras ocasiones) son María Hernández Martí y su comprometido Que no, que no me muero, otro libro de Ginzburg y la grandísima Szymborska (ya en mi habitual flujo de lecturas) con una antología poética.

-Acabo esta previsión con dos hombres, Sempé y Ko Un, no me cansaré de recomendar cualquier antología que salga de mi poeta surcoreano favorito.

Vale, me he pasado, lo peor es que estoy en medio de otras lecturas…. O sea que  van cayendo por un lado u otro. Planifico estos posts como una manera de ordenar en lo posible, pero no es una regla fija, no puede convertirse en una regla fija. Porque la lectura nunca es previsible. Y tiene que seguir así.

Ya contaré qué tal ha ido este mes en el resumen correspondiente.

Un abrazo y ¡Buenas Lecturas!

Nobel 2015.Vuelven los suecos con sus excentricidades

No tenía claro este año sí iba a hacer un post, pero mira, al final me he decidido aunque no creo que este año vaya a acertar. Pongamos el contexto en primer lugar. El año pasado el ganador fue el insulso Patrick Modiano, uno de esos que tanto les gustan a los suecos, arrebatándoselo en última instancia al favorito N’gugi Wathiong’o. Este año, la cosa sigue más o menos igual en los primeros puestos como podemos ver en la ya tradicional página de apuestas de Ladbrokes

Apuestas_Nobel

Siendo los cinco primeros unos clásicos en estas lides:

Svetlana Aleksijevitj       5/1

Haruki Murakami            6/1

Ngugi Wa Thiong’o          6/1

Philip Roth                         10/1

Joyce Carol Oates            12/1

La elección de Munro hace dos años sigue inhabilitando a los norteamericanos durante bastante tiempo; con lo cual nos quedarían tres. Murakami también lo tiene difícil por la historia habitual del Nobel, Mo Yan está todavía demasiado cerca para que escojan un oriental otra vez, y cuando esté cerca lo va a tener reñido con “nuestro amigo surcoreano” Ko Un. Dicho esto y tras las típicas conversaciones que mantenemos en twitter con el hashtag #ElClubdelNobel  (lo más divertido con diferencia de este fenómeno mediático) mis apuestas van a ir por diferentes frentes temáticos que paso a enumerar.

-El bloque africano, siguen vigentes sus posibilidades desde el año pasado tanto el caso del pobre N’gugi Wathiong’o como Adonis, otro de los que llevan tiempo entre los primeros, pueden resultar dos opciones muy viables para la academia sueca. Este año además los de PRH han aprovechado las fechas para reeditar y publicar libros del primero. Por fin podemos leer al famoso N’gugi. 

-Este año cobra importancia el bloque hispanohablante: el efecto Vargas Llosa ha pasado un poco (en lo literario, ya sabemos que en otras cosas no…) y podría ser posible que ganara  nuevamente uno de los nuestros, César Aira ha subido bastante en las apuestas, de los españoles Goytisolo y Marías cobran cada vez más fuerza. Quién sabe.

-Nada desdeñable es el bloque de europeos poco habituales, aquellos que no entran en los países más típicos, Svetlana es la más potente candidata, pero hace poco de la última mujer, luego vendrían los Fosse, Kadaré, Nadas, etc. exóticos y con un perfil que les gustaría a los suecos, sobre todo ahora que llevan dos años seguidos de perfiles más comerciales.

¿Y mis favoritos? Poco importan a estas alturas, en posts anteriores en el blog podéis ver algunos de ellos pero guardo pocas esperanzas con ellos.

Veremos lo que sucede este jueves.

¡Buenas lecturas!

Resumen Diciembre 2014. Grandísimo colofón

Menuda forma de terminar el año. Diciembre fue un mes excelente por las lecturas escogidas. Empezó con Gaddis y acabó con Coover, pasando por Rohan O’Grady, Allie Brosh o “American Noir”. Todos ellos incluidos en mi top del año por méritos propios, por su calidad. Fue difícil llegar al reto que me había propuesto, porque la lectura de “La hoguera pública” estuvo marcada por su complejidad… ¡se reducía mi capacidad lectora a la mitad! Pero vaya lectura. Un mes, como de costumbre, muy variado y de buen nivel, con alguna pequeña decepción. El resumen, a continuación:

“Hipérbole y media” de Allie Brosh, entró con pleno derecho en el top del año la recopilación de posts del blog de la autora. Una mezcla irresistible de buen humor, estética inocente y tragicomedia.

“Los reconocimientos” de William Gaddis, una obra para nada redonda pero, sin embargo, una obra maestra en su irregularidad y pretensiones. Obra clave para entender el postmodernismo literario norteamericano.

“Nobles y rebeldes” de Jessica Mitford, por falta de tiempo no me pude extender en una reseña, sin embargo, no quiero dejar pasar la oportunidad de recomendar este libro; la hermana de Nancy  ofrece un ensayo autobiográfico al que no le falta diversión y un fresco inolvidable de su familia y la época histórica que vivió.

“El gran mínimo” de G. K. Chesterton, como ya comenté, no es la mejor obra para conocer al gran Chesterton, pero sí que es una manera de complementar su obra para los que ya estamos rendidos al orondo escritor británico.

“Pero…¿quién mató a Harry?” de Jack Trevor Story, tampoco hice reseña, no porque no lo mereciera sino por falta de tiempo. Una comedia negra que, a pesar de llevar un chiste hasta la extenuación sorprendentemente funciona.

“Las cinco máquinas simples” de Todd McEwen, Automática intentó repetir el éxito de su maravillosa “Boston” con esta recopilación de cuentos sexuales del autor. Desafortunadamente, está lejos de aquel, se deja leer pero no embriaga para nada. Prescindible.

“Matemos al tío” de Rohan O’Grady, una verdadera delicia que me sorprende que no haya aparecido en ninguna lista del año. Así están las cosas.

“La escucha oblicua, una invitación a John Cage” de Carmen Pardo, espléndido intento de explicar la figura del polémico Cage. En breve aparecerá reseña por aquí.

“Un impulso criminal”  de P.D. James, la segunda novela de su detective Dalgliesh es, como de costumbre, un gran ejemplo de las virtudes por las que destacó la inglesa.

“Ananda:108 poemas Zen” de Ko Un, qué lástima que no podamos ver más poesía del surcoreano por estos lares, todavía espero que gane el Nobel y se produzca el milagro.

“Los papeles de Mudfog” de Charles Dickens, uno de esos libros al que completistas como yo no nos podemos resistir a pesar de la desigual propuesta.

“American Noir” de varios autores, edición de James Ellroy y Otto Penzler, imprescindible selección de relatos negros con varios autores que han engrandecido el género.

“El nadador en el mar secreto” de William Kotzwinkle, me temo que no entré demasiado bien con él. Donde algunos ven sutileza yo veo torpeza a la hora de extender la metáfora en la que se basa y abuso del sentimentalismo como herramienta para empatizar con el lector. Me consta que muchas personas que lo están disfrutando, yo no lo he hecho.

“Viaje a Rusia” de Stefan Zweig, anecdótico viaje del escritor austriaco que tampoco pasará a la historia por su calidad.

“La hoguera pública” de Robert Coover, el último libro del año fue, sin lugar a dudas, una obra maestra. Y entra en ese panteón de los mejores libros que he leído. Intentaré en unos días escribir algo más largo sobre esta obra capital

No puede faltar, como de costumbre, una foto de las últimas adquisiciones de la biblioteca.

Últimas compras

Como ya adelanté en este post  intentaré hacer una previsión de lecturas del mes, sobre todo para centrarme en las lecturas que me interesan más allá de cantidad. Las elegidas del mes de enero son las siguientes:

Lecturas_Enero Este mes he cogido varios de los que tenía pendientes del mes anterior como es el caso de los de King, Dickie, PD James, etc… y los he complementado con los del siguiente mes donde he puesto una muestra de literatura japonesa y alguno de mi proyecto como Dickens, Oates o Nooteboom. Claro que, al final, me he dado cuenta de que son más de los quince que tenía previstos. Es probable que no acabe con todos. Pero quiero ver hasta dónde va el asunto.

Lo que sí tengo claro es que son muy disfrutables y no me saldría de lo previsto cumpliendo con mi proyecto y con los objetivos de principios de año.

Ya os contaré qué tal va la cosa y cómo avanzo.

“Ananda. 108 poemas Zen” de Ko Un. Cuando los análisis (y las palabras) sobran

ananda-108-poemas-zen-9788486760748En este post hablé extensamente del poeta surcoreano Ko Un; a propósito de la lectura de “Ananda. 108 poemas Zen” opto por la simplicidad. Que mis palabras no emborronen la claridad y la sapiencia de cada verso del autor oriental. Que me convierta en simple transmisor de su obra. Una obra sencillamente magistral en su minimalismo aunque sin exención de lirismo. Bastan tres reflexiones del prólogo de Jesús Ferrero para introducirse en este libro:

“Estos sutras modernos salidos de la mente diáfana y turbia de Ko Un, son también una escritura flotante y transparente, que hiere y acaricia, que hiela y quema a la vez, y que convida a disfrutar en profundidad de la vida de la mente y de la vida de la piel.” 

“[..] la buena poesía no exige que la entendamos, exige que entremos en ella como quien entra en su casa (lo más propio) y como quien entra en el mar (lo más ajeno). Así hay que entrar también en Ananda: Cada poema es un atolón que pide que nos hundamos en su laguna para ver la luz que surge del mismo fondo, y es que la llave que abre el sentido y el sinsentido de cada composición está casi siempre en el último verso, que ilumina de forma inesperada los versos anteriores y que convierte cada poema en una pequeña revelación, en un pequeño satori.” 

“Acabo de darte las claves fundamentales para adentrarte en este archipiélago de ciento ocho islas afortunadas y te juro que no necesitas más. Ya sólo me queda desearte una feliz navegación. Cuando llegues al último poema, se sentirás despojado de gravedad y pesadumbre. Los poemas de Ko Un, que sin embargo no ocultan verdad alguna, son un antídoto contra el sentimiento tétrico de la vida y el sentimiento trágico de la existencia.”

A partir de aquí sólo quedan los versos de Ko Un:

 

“Bebé”

Antes de tu nacimiento

Antes que tu padre

Antes que tu madre

 

Tu balbuceo ya estaba ahí.

 

“Sala de meditación”

Intenta sentarte

No sólo un Kalpa

Sino durante diez Kalpas,

Ninguna iluminación llegará

 

Simplemente diviértete

Con tus angustias e ilusiones

 

Entonces levántate

*Un kalpa es el número de años que tardan el Cielo y la Tierra en completar un ciclo de terminación y renacimiento, la mayor unidad de tiempo concebible.

 

“Simplemente”

Se dice que seguimos

El camino que cada uno ha tomado

Porque alguien nos dijo que lo tomemos

Se dice que el agua que fluye simplemente

por el valle

Está fluyendo

Porque alguien le dijo que lo hiciera

 

Qué pobre es la sabiduría humana

 

“Verano”

Los veranos siguen al sol

                                                Ciegos

Las campanillas se abren a la luz de la luna

                                                Ciegas

 

¡Qué locura!

Esto es todo lo que saben

Las libélulas vuelan por el día

Los escarabajos por la noche

 

“Una siesta”

El mundo reposa en el útero

Aquello fue un buen sueño

Ahora quisiera salir afuera

 

Llorar. Eso es todo.

 

¿Verdad que no hace falta nada más?

 

Los textos provienen de la traducción del coreano de Jong Kwon Tae (revisada por Isabel R. Cachera) de “Ananda. 108 poemas Zen” de Ko Un para la Editorial Casariego.

El nobel de literatura 2013

Dr. Francis Crick's Nobel Prize Medal on Heritage Auctions

A falta de unas horas escasas para el nombramiento oficial, quería hacer un post resumen con las posibilidades que se ofrecen este año y, cómo no, con mis especulaciones sobre quién lo ganará. Como siempre la página de apuestas de Ladbrokes va mostrando las posibilidades aunque no se han hecho eco de la novedad de este año… una especie de shortlist de cinco autores (que no van a hacer públicos), estilo Man Booker Prize, y de ahí harán la elección final, no sé si este año, antes de la elección,dirán los cinco, es una incógnita, aunque me inclino a que no va a ser así. El secretismo es marca de la casa. En esta entrevista aparecen estas normas y es interesante cómo las comenta Peter Englund, es curioso comprobar como media hora antes de la proclamación llaman al galardonado, esto ocasiona que escritores como Vargas Llosa creyera que se trataba de una broma.

Entrando en materia, os pongo los primeros a estas alturas:

Haruki Murakami             5/2

Alice Munro                       4/1

Svetlana Aleksijevitj       6/1

Peter Nadas                        8/1

Joyce Carol Oates            8/1

Jon Fosse                            9/1

Ko Un                                   10/1

Assia Djebar                      12/1

Después de ganar el año pasado el chino Mo Yan, por mucho que le pese a sus fans, es bastante difícil que Murakami o Ko Un sean escogidos. La academia sueca nunca ha escogido dos asiáticos seguidos; todo sea que rompan la norma pero me inclino a que no va a ser así.

Se lleva especulando bastante tiempo con la posibilidad de elegir una mujer; más teniendo en cuenta las pocas que han sido galardonadas (12); yo estoy muy de acuerdo con esta posibilidad y es la que sostengo para este año. En cuanto a la nacionalidad hay dos opciones con muchas posibilidades: en primer lugar la norteamericana (tanto Canadá como EEUU); y, en segundo, la africana. Las europeas son más difíciles pero, aun así, en los últimos años, siempre ha habido alguna cercana.

Teniendo en cuenta  lo dicho anteriormente, la posible quiniela se reduce a las siguientes candidatas que han ido apareciendo regularmente en este blog, sobre todo con el monográfico “Mujeres de Nobel”:

AliceMunro“La favorita”: Alice Munro.

Visto el “odio” en general que han demostrado en repetidas ocasiones los académicos suecos, sería la forma de castigar aún más a los escritores de EEUU, eligiendo a una norteamericana canadiense. Munro ya ha estado los otros años muy cerca en la lista de apuestas. Es, casi sin dudarlo, la opción más clara. Nos encontramos ante la autora por excelencia del cuento; una capacidad innegable para ahondar en lo cotidiano mediante la narrativa corta; relatos de formación tanto de la persona como del artista. Las mujeres como protagonistas. Narración detallista. Un placer leerla. En mi opinión no es la más completa, ya que se dedica casi en exclusiva a la narrativa breve; pero no se puede poner en cuestión su calidad. En cuanto a sus novelas, os pongo a continuación aquellas de las que tengo  comentarios tanto en el blog como en mi biblioteca virtual de Goodreads, por si alguien quiere entrar más en profundidad en alguna de ellas: “La vida de las mujeres”, “Las lunas de Júpiter”, “Amistad de juventud” y “El amor de una mujer generosa.”

Un buen comienzo para iniciarse con ella es la primera de las que he comentado, una verdadera delicia que reúne todo lo mejor de la prosa de Munro. De los habituales recopilatorios de cuentos cortos, “Amistad de Juventud” es un buen compendio.

assia_djebar“La segunda opción favorita”: Assia Djebar.

La otra gran posibilidad además de la norteamericana; hace ya unos años (2003) de la elección de Coetzee del continente africano; la argelina sería entonces un opción más que loable si quieren premiar esta ausencia prolongada (nunca comparable con los 20 años de EEUU), de hecho, si no es este año, posiblemente entre en posteriores.  Hay poco disponible de la autora por aquí, aun así, “Lejos de Medina”, con la que me inicié podría ser una buena puerta de entrada. Es una narración que mezcla la historia musulmana con el papel de la mujer, ninguneada habitualmente, y busca darle importancia en una sociedad de por sí, patriarcal, que niega los derechos que poseen, por lo menos en el occidente.

“La opción deseada, mi favorita”: Joyce Carol Oates.

joyce-carol-oates_grandeLos que me seguís con frecuencia ya sabéis que esta sería mi opción desde hace bastante tiempo. Los motivos son múltiples: es completísima y muy versátil, capaz de escribir cualquier tipo de narración y estilo y llevarlos a la excelencia. Colosal narradora, muy buena cuentista y ensayista, capacidad analítica. Capaz de ejecutar sabias mezclas de novela de género con “literatura seria”. Es camaleónica en su manera de afrontar cada narración, en mutar la estructura de acuerdo a lo que quiere contar y a quién se lo quiere contar. Es imposible etiquetarla en un solo género o movimiento literario. Qué eclecticismo. En fin, estamos ante  que debería ser la opción preferencial. Además seamos egoístas, es la única posibilidad de que se dé un empujón a la publicación en España de su inmensa carrera literaria. Es prolífica como pocas.

Entre sus innumerables obras, si estáis interesados, tenéis comentarios de las siguientes para escoger: “Hermana mía, mi amor”, “Una hermosa doncella”, “Mujer de barro”, “Infiel”, “Del boxeo”, “Violación: una historia de amor”, “Puro Fuego”, “Sexy”, “El primer amor”, “Memorias de una viuda”, “Ave del paraíso”, “Bestias” y “A media luz”.

Empezar con ella es entrar en un universo de sensaciones donde lo escabroso y polémico se mezcla con la inefable dulzura de su prosa. Cuántas sensaciones genera cada uno de sus excelentes libros.

atwood-margaret-2005-credit-jallen“Si no gana la opción deseada que sea esta…”: Margaret Atwood.

La canadiense es, por derecho propio, la aproximación más cercana a Oates. Se encarga de fusionar géneros como la estadounidense y transformar su estilo según las necesidades de la narración. Capaz de hacer tanto una dixtopía como un relato ecológico mezclando entre medias poesía, ensayo o relato corto. Quien lea “El asesino ciego” será capaz de paladear lo que es capaz de perpetrar esta insigne señora. Vaya obra maestra. De ellas tengo comentarios de todos los libros que he leído: “El asesino ciego”, “Asesinato en la oscuridad”, “El cuento de la criada”, “Un día es un día”, “Resurgir”, “La maldición de Eva”, “Chicas bailarinas” e, incluso, “Miedos de medio minuto” (recopilación de mini-relatos de terror que contiene también un cuento de Oates).

maraini5“La opción extraña”: Dacia Maraini

Ya, no la conoce nadie. Pero da la casualidad de que la escritora italiana ha estado en los primeros puestos en los años anteriores, por lo tanto, descartable no es. Maraini juega con factores típicos pero muy efectivos, el manejo de la nostalgia en la narración, el juego de lo sensorial mediante una prosa preciosista y de potentes imágenes. Mezclas de relatos de formación con la historia y la política italianas del presente y del pasado. “Bagheria” es un ejemplo paradigmático de su buen hacer.

“La opción romántica, pero casi imposible”: A. S. Byatt

Siendo realistas, es poco probable que se acerque ni a la posibilidad. Pero quería que apareciera por aquí porque su prosa, su estilo, son ciertamente inigualables. Erudita pero no byatt-250exenta de emoción, capaz de crear una obra tan compleja y apasionante al mismo tiempo como “Posesión”, monumento literario donde no hay adjetivos que puedan calificarlo. Os dejo comentarios sobre varias de sus obras: “Ángeles e insectos” , “Posesión” y “El libro negro de los cuentos.” No exagero si digo que es imprescindible leerla.

Y por último…. Que no falte nunca nombrar al que debería tenerlo ya y que, posiblemente, como Joyce, Proust o Borges, no lo gane nunca:

“Si no gana una mujer, el más grande”: Thomas Pynchon

He comentado alguna vez mis preferencias con el esquivo escritor norteamericano. Hoy  no me voy a extender con él, ya que no es su momento, dejemos paso a las féminas, este año, les toca a ellas. Que gane la mejor. Eso sí, pase lo que pase, no dejéis de leer a esta constelación de estrellas actuales, lo más granado de la prosa contemporánea sin el premio de marras.

“Luz por todas partes” antología poética de Cees Nooteboom

luztodaspartesAcababa de terminar de leer la inencontrable “Así puede ser” de mi holandés favorito, una antología de su obra poética hasta 1999 realizada por Huerga y Fierro cuando, justo este año, acabo de ver publicada su antología más reciente por la editorial Visor de libros: hablo de “Luz por todas partes” y recoge poemas del autor desde “El poema negro” (1960) hasta el homónimo título del 2012. Por lo tanto, engloba la mayoría de lo que ya salió antes y se complementa con obras más recientes. De hecho, la traducción e introducción de los textos que voy a poner pertenecen a la misma persona, Fernando García de la Banda. Es decir, se puede omitir la compra de la primera, ya que esta segunda es completísima, y ya que hablo de ella en general, es excepcional.

Y no me ahorro apelativos porque, sinceramente, no soy muy dado a leer poesía, debido a mi inclinación natural a leer ficción y tengo que reconocer que, últimamente, leo bastante más del primero y la culpa la tienen autores tan diversos como el surcorenano Ko Un (del que hablé por aquí…), el holandés que ya todos conocéis y del que hablaré a continuación y, más ortodoxo, Ted Hughes, por demostrarme el místico término del aliento y la energía poética y que está presente en su estimulante obra. Y no solo la leo, sí, la disfruto muchísimo.

En la exhaustiva introducción, el traductor expone muy acertadamente las características generales de la poesía de Nooteboom y es relevante cuando al hilo de la dificultad de sus poemas indica lo siguiente: “El hermetismo citado no ha de extrañar, si tenemos en cuenta que el concepto clave de su poesía –junto con el ver, el mirar- es el enigma o misterio, ‘radseel’ en neerlandés  (que en su acepción más lúdica significa también ‘adivinanza’, ‘acertijo’).  Nooteboom concibe la literatura, y en general todo el arte, como una indagación en el misterio: ‘El gran arte te enreda en enigmas que tienes que resolver.”

Característica que, en mi opinión, constituye uno de sus mayores encantos.

En dicha introducción a la manera de prólogo también informa sobre el proceso “traductológico”, seguido con las dificultades generales de traducción de la poesía neerlandesa y en particular la de Nooteboom y constituye una guía de introducción para principiantes de inestimable valor para el mayor disfrute de lo que viene después.

Lo único discutible o a lo que se le podría poner un pero es la falta de imágenes  que sirven de inspiración a algunas antologías poéticas como la de “Autorretrato de otro” (de la que hablé en este enlace) y el orden cronológico inverso en el tiempo, de más reciente a más antiguos. Parecía más lógico haberlas colocado en orden inverso: de más antiguos a modernos para ver la evolución. De todos modos esto no ensombrece un resultado final grandioso del que os voy a poner a continuación una pequeña muestra de los poemas que demuestran su eclecticismo a la hora de elegir temas, su manejo de estructuras variadas y su sensibilidad.

De “Luz por todas partes” (2012), este “Fuera” es un canto a cada momento que vivimos:

 

No voy ahora fuera,

ya estoy fuera. A medio camino entre la palmera

y la higuera. Bajo la media luna,

a siete horas del rocío.

Gotas sobre el plumbago.

 

¿Cómo se llama cada hora

de la noche, cómo cada minuto

de la hora? Si los días tienen nombres,

¿por qué no los minutos?

 

Cada instante de nuestra vida

debería tener un nombre

que no se pareciese al nuestro,

que nos olvidase. Cada segundo

una cifra en un registro

 

de atisbos, murmullos

escuchados, versos

trabados con diarios,

susurros de escarcha y nieve,

el poema más lento

de la duración.

 

Y este fragmento de “Borges” que refleja a la perfección lo indefinible de la producción del enigmático autor:

 

[…]

Así arrojaste tu obra

al tiempo, palabras, un día empezadas como nada,

como pensamiento, como frase, como poema,

escritura transformada en libro

de mármol, y luego hundiéndose

perdida, corroída

por mil ojos aún no nacidos,

otra vez convertida en palabras sin poeta,

y más aún, letras en la piedra más y más ilegibles,

susurro de fragmentos,

el eco enigmático de un tiempo prehistórico,

 

hasta esa única y última

redención,

 

alcanzada

ausencia

 

En la mencionada “Así pudo ser (1999)”, “Quimera” representa uno de sus estudios de la identidad, cómo somos, cómo se construye:

 

Nunca fuiste quien quisiste ser,

quien creías que eras.

El traje equivocado

en un mundo volcado.

 

Siempre has ido con la mentira,

la más antigua prometida, nunca creíste

que los dichos cercanos

 

son los más íntimos. Para ti era

más familiar la aparición

que el primer pensamiento,

 

tenías demasiado  mundo, demasiado musgo

en tu estatua, estabas

con el libro que tú mismo no querías leer,

 

un hombre de carne que se volvió de cal,

un ángel de sombra, solo,

y envuelto en el vacío oficio

de tu nombre.

 

Y “Acertijo”, el más idiosincrático para mí, ¿es él la persona a la que se está refiriendo? Yo creo que sí y que emparenta con esa necesidad de resolver enigmas en el arte a la que se refiere el propio autor:

 

El grillo es el monje del pájaro.

Su madre un cardo,

su hija un guijarro.

 

¿Y yo? Yo construyo mi nido

en las algas ondulantes

y me sumerjo en el acertijo

 

donde se está fresco

y se percibe el aroma

de un tiempo sin fin.

 

Podría poner más muestras, pero voy a finalizar con un poema de la recopilación “Ausente, presente” (1970) y esta joya:

 

NADA

La vida

deberías poder

recordarla

como un viaje al extranjero

y con amigos o amigas

comentarla luego

y decir

no ha estado mal

la vida,

y ver pasar jirones de mujeres, misterios

y paisajes

y luego recostarte satisfecho

pero los muertos no pueden recostarse.

Ni tampoco pueden hacer nada.

 

Espero que la vida se convierta siempre en algo que disfrutes gracias a la gran literatura. La de autores como Cees Nooteboom.

En Noviembre: Joyce Carol Oates y el resto

El octubre otoñal ha sido un mes de lo más musical gracias a Alex Ross y su “Escucha esto” del que próximamente pondré por aquí una reseña de lo más jugosa. Antes de esto tocó finalizar “Contraluz” como ya comenté y del que empiezo a hablar aquí . El descanso necesario tras tan mastodóntica aventura fue la maravillosa poesía de Ko Un, concretamente sus selecciones de poemas “Diez mil vidas” y “Fuente en llamas” con el que ya puse el siguiente comentario ; el humor llegó con “Augustus Carp” de Henry Howarth Bashford, lectura entretenida pero no especialmente reseñable, la sátira se fuerza tanto que, al final del libro, resulta ligeramente cargante; la novela negra tuvo su representación con “Un tipo implacable” de Elmore Leonard y “La canción del perro” de James McClure, dos joyas de las que hablaré próximamente; me sorprendió nuevamente Joyce Carol Oates con su ensayo “Del boxeo” que citaré este mes tras la lectura de su obra más reciente. No acabó el mes hasta que leí “Los inquilinos” de Malamud y “The quiet American” de Graham Greene, de la primera tengo ya preparado un comentario porque lo merece; de la segunda, no voy a descubrir al autor ahora, además, ahora puedo decir con conocimiento de causa que en inglés es accesible y satisfactorio.

Noviembre, aprovechando Halloween ha empezado con los escalofríos divertidos de “Miedos de medio minuto” en la edición de Susan Rich y los más terroríficos de Shirley Jackson con “Siempre hemos vivido en el castillo” que continuaré después de la anterior. Estas dos obras y otras tantas que van a formar parte de las lecturas del mes provienen de las últimas adquisiciones que os pongo a continuación.

Continuando con ello, está claro que esta vez sí que toca “Caída y auge de Reginald Perrin”, que se me había traspapelado por ahí y la tengo muchas ganas; también habrá lectura en inglés con Ishiguro y su “The remains of the day” sin poder quitarme a Anthony Hopkins y Emma Thompson de la cabeza. Luego pueden ocurrir muchas cosas, pero mi idea es que el libro 120 con el conseguiré el reto de lectura de este año sea para una estrella, y la elegida ha sido Joyce Carol Oates y su “Hermana mía, mi amor”; como homenaje de no-ganadora del Nobel que todavía espero que pueda ganar el año que viene; a priori nos podemos encontrar con una novela llena de las obsesiones de la escritora y tirando a novela policíaca, veremos si es así, la lectura promete;. entre medias, irán cayendo cosas como el “Poesía Cruel” de Vicki Hendricks, resultado del crowdfunding exitoso de Es pop ediciones; me espera el Sr King con la última aventura de su descomunal Torre Oscura y la recopilación de cuentos de Don Delillo; puede que ventile los que tengo pendientes de Sallis y su detective Lew Griffin, pero también es cierto que tengo el último de McBain, o el de Ballinger, o el de Hadley Chase… dudas, dudas… veremos lo que pasa en el siguiente resumen.

El año está acabando, apenas quedan lanzamientos reseñables, aunque siempre caerá algo, como esas cartas entre Coetzee y Auster, principalmente por ese genio que es el sudafricano; también parece que Impedimenta nos tiene reservadas sorpresas como los nuevos libros de Crispin y su detective Gervase Fen del que ya hablé aquí  y otra entrega de la grandísima Stella Gibbons ambientada en la Navidad, será un buen momento para adquirir alguna de esas novelas que se quedó en el camino por otras compras.

Sí, va a ser un mes grande, Joyce Carol Oates en el centro, como no podía ser de otra manera, con una de las mejores escritoras vivas, si no  la mejor.

“Fuente en llamas” de Ko Un

Este artículo inicialmente iba a ser dirigido a Mo Yan, flamante ganador del premio Nobel de literatura, pero como el tema me iba a llevar a realizar una nota biográfica-literaria de la cual están abusando en casi todas las fuentes, ¿para qué me voy a molestar a hacer lo mismo?. Lo que sí voy a realizar es una reseña de uno de esos escritores asiáticos que llevaban sonando en las quinielas de los últimos años y que, tras la elección del primero, ha disminuido sus posibilidades de ganarlo de manera exponencial; suelen pasar muchos años entre asiático y asiático (más de 10 años) y, teniendo en cuenta que nació en 1933, estamos hablando de recibirlo con más de 92 o 93 años; no digo yo que no pueda ocurrir, pero es altamente improbable.

El escritor en cuestión es el surcoreano Ko Un, nació en Kunsan (Corea) y es una de las figuras literarias de su país; ha publicado hasta el momento más de cien libros, poesía especialmente, pero también novela y ensayo. Es, como se puede deducir, una fuente inagotable de literatura y está plenamente activo en la actualidad.

En España tenemos tres libros suyos publicados, paso a comentar el fantástico “Fuente en llamas”, editado de manera excelente por Linteo, traducido, además, directamente del coreano por Paciencia Ontañón de Lope y Sung-Chul Suh. Cito especialmente la edición porque es una recopilación muy significativa de la obra poética de Ko Un y un esfuerzo más que encomiable intentar transmitir poesía desde una lengua tan dispar.

La verdadera fuerza del poeta no es solo su producción sino, como dice Sung-Chul Suh en la documentada y clarificadora introducción,  que “nos ha mostrado con cuerpo y alma todo lo que un hombre pudiera experimentar en el itinerario de una vida difícil: hijo de campesinos pobres, la colonización japonesa, la huida de casa, su sensibilidad, la guerra fratricida de Corea, la violencia ideológica, el caos abrumador, la entrada en la orden budista, la vuelta a la vida secular, la tortura de sí mismo, la sumersión en el nihilismo, las tentativas constantes de suicidio, la lucha vehemente contra el régimen dictatorial, la división de la patria…” 

Todo esto aparece reflejado en su obra, en  una evolución constante desde sus inicios, y lo podemos percibir en la selección que se ha hecho en este libro. Así, tenemos que en sus primeros libros desde 1960 hasta más o menos 1974, el tono principal de las historias es el nihilismo, la muerte, la nada, consecuencia del dolor y la ruina que dejó la guerra de Corea. Se tratan temas profundos, cargados de existencialismo y abstracción, lenguaje poético refinado pero con apasionamiento, lo podemos observar por ejemplo en este poema perteneciente a “Sensibilidad desde la otra orilla (1960)”:

CORAZÓN DE POETA

“Un poeta ha nacido entre chirriar de crímenes,

hurtos, asesinatos, fraudes o violencias

en algún oscuro rincón del mundo.

Primero las palabras del poeta van deslizándose

en chirridos, en ásperas y espantosas blasfemias

que se escuchan en los barrios más pobres y violentos

y por un tiempo dominan a la sociedad.

Después el corazón del poeta forja un grito

con todas las verdades, como vienen, rezumando,

a través de las grietas del mal y la mentira

y los demás corazones que lo golpean hasta la muerte.

El corazón del poeta está condenado, es cierto.”

A partir de “En la aldea Munui”(1974), abandonará este nihilismo, estamos en un punto crucial de su obra, dejará los grandes temas, las abstracciones… para entrar en una etapa donde se identificará con pasión con su nación y con su historia, se volverá cada vez más comprometida y social, aunque ciertamente, lo poético se debilitará en aras de otros temas. Una muestra podría ser este fragmento incluido en “Después del retiro en la montaña” (1977):

PARA MÍ MISMO

“¡No cubras mis ojos para dispararme!

Moriré de pie.

Acusado injustamente en esta hermosa tierra,

¡moriré de pie!

No llamaré a mi madre

ni a nadie más.

Cuanto más espantosa la muerte,

más gozosa es.

La muerte no es derrota,

ni desgracia, ni senilidad.

Debería ser una flor roja, un jacinto blanco.

Debería ser la oscuridad de la filosofía

que es como un acantilado en la más profunda noche.

¡Dispara ahora, dispara

cinco balas de un M16!

Después, el tiro de gracia.

Este es el único momento

en toda la historia de nuestra nación

en que puedo ser un artista.

¡Dispara ahora!

¡Dispara!

¡No cubras mis ojos!

¡He vivido con mis ojos,

con mis ojos moriré, joven guardia!”

Se acentuará aún más esta sensibilidad en  los poemas que escribió tras la gran masacre de la ciudad de Kwangju, poemas cada vez más combativos, directos, bruscos, dolorosos como toda la división que sufre Corea durante toda su historia y que tan bien refleja el poeta. Ya en los años noventa su poesía buscará no tanto la lucha sino la armonización de la vida del individuo, la autorrealización, la “macroidentidad” de la persona, desde el comienzo hasta ahora ha habido una evolución evidente. Es totalmente consecuente con la realización de su obra más ambiciosa “Diez mil vidas” (1986-), obra abierta en la que intenta describir su relación, de una manera idealizada, con ese número de personas; el mastodóntico proyecto es, en sí, de una belleza cautivadora: expresar poéticamente los encuentros que ha tenido con diez mil personas a lo largo de su vida.

CHAE-SUK

“Chae-suk, la hija casadera de los Shiam,

mira a la lejanía

mientras camina con el cántaro rebosante de agua

en la cabeza.

¡El camino abierto del otoño temprano

está totalmente franco!

El próximo año

Chae-suk dejará la aldea, Chae-suk, cuyo corazón

                está lleno

de expectación.

Chae-suk, como la oscuridad que queda

cuando la luna se pone.”

Este es uno de tantos frescos, ahora está inmerso en la publicación de los volúmenes 21 a 23 de la obra, sigue abierta, quiere acabarla, posiblemente lo haga; pero lo más seguro es que, aquí, no lo veamos publicado nunca sin el impulso de un Nobel; esto es así, disfrutemos por lo menos lo que nos ha llegado: una magnífica muestra de poesía, con su evolución histórica y de la identidad. Y aviso, estoy más acostumbrado a leer ficción, pero esto no solo no me ha dejado indiferente sino que me ha maravillado y emocionado al mismo tiempo.

En octubre “Escucha esto” y mucho más.

Un poco tarde, desde luego, pero llega el momento de hacer balance en el plano literario de mi vida del mes de septiembre.

La causa de la tardanza ha sido, como no podía ser de otra manera, la lectura del “Contraluz” de Pynchon, lectura tremendamente absorbente, compleja en fondo y forma, poco ágil, que me ha ocupado buena parte del tiempo dedicado a leer; ha valido la pena y mucho, es una obra magnífica, hija de, quizás, el mayor escritor vivo en la actualidad; hablaré de ella largo y tendido, ya he empezado en este comentario. Pero no sólo de Pynchon puede vivir el lector, también hubo hueco para “Zuckerman encadenado” y “La contravida”, de otro coloso de las letras estadounidenses, Philip Roth; momentos increíbles igualmente, que me han llevado a una determinación distinta en la lectura de las obras de este escritor y que otro día comentaré. Obras de este estilo requieren alternancia con otras más llevaderas, de lo contrario, la fatiga tras leer algunas como la primera citada puede llevar a un cansancio no del todo sano. Así, cayeron dos obritas cortas del gran escritor austríaco Stefan Zweig, un seguro de calidad y buen hacer; estas fueron “Ardiente secreto” y la demoledora “Carta a una desconocida”. Alguno puede preguntarse si hubo algo de novela negra; claro, ¿cómo no? “Mátalos suavemente” de George V. Higgins fue exactamente lo esperado, otro clásico del género cargado de amargura; no menos duras resultaron “Un cuchillo en la mirada” y “Noche Salvaje” del perverso y siempre imprescindible Jim Thompson. No faltó un poco de novela negra con el apartheid de fondo con “El huevo ingenioso” de James McClure, escritor con poca suerte en España y que, sin embargo, tiene novelas consistentes y bien escritas.

Y, ¿qué estoy pensando para octubre? A continuación podéis ver algunas de las adquisiciones del mes.

Tengo claro que “Escucha esto” del crítico musical Alex Ross, va a ser la “lectura-tochal”, su anterior libro “El ruido eterno” ahondaba de una manera muy didáctica, sin perder profundidad, los entresijos de los autores contemporáneos de música clásica; era un ensayo que se complementaba maravillosamente con una web en la que se ponían los fragmentos a los que se refería el escritor y el resultado era una lectura tridimensional, cargada de detalles, además de enriquecedora. En este último ensayo se propone, aparentemente, ligar música clásica con algunas manifestaciones de música pop, veremos cómo lo realiza y si el resultado es satisfactorio.

Otras lecturas que seguro que haré van a ser los dos libros de poemas del surcoreano Ko Un, “Fuente en llamas” y “Diez mil vidas”, todo debido al continuo seguimiento que hago habitualmente de los Nobel, me propongo descubrir a este, uno de sus sempiternos candidatos.

También quiero, por fin, introducirme en el universo de lecturas de Elmore Leonard, “Un tipo implacable” y “Mr Paradise” parecen buenas formas de hacerlo. No debería dejar pasar tiempo sin leer esas sátiras británicas que tanto me gustan, de ahí la presencia de “Augustus Carp” de Henry Howarth Bashford y de “La caída y auge de Reginald Perrin” de David Nobbs.

Y hasta aquí lo que, más o menos considero seguro; luego cualquier cosa puede ocurrir, lo cual es excitante de manera implícita, dependerá mucho del humor y del momento en que me encuentre; asimismo empezaré con las lecturas de la carrera, Coetzee e Ishiguro para empezar, no está nada mal.

El horizonte de compras se presenta apetecible igualmente, la última obra de Delillo en España son unos cuentos; se aproxima otra novela, cercana en este caso al género policial con la  última de Joyce Carol Oates, y luego las cartas de Auster y Coetzee; y en novela negra, la penúltima de los padres de la novela sueca, un nuevo McBain, un nuevo King, Crispin…. No sé el resto, pero, en mi caso, tengo un “hype” que no me aguanto.