Resumen de junio y….vacaciones, aprovechando el estío

Verano, calor, y, sobre todo… ¡vacaciones!

Debido a esta circunstancia, altamente saludable y recomendable, no me va a quedar más remedio que tomar un descanso en el blog también. Sobre todo porque no se puede estar administrando  desde otros sitios tan fácilmente y no me voy a llevar el portátil para hacerlo. Eso sí, os aseguro que no faltarán lecturas aprovechando el fantástico descanso.

El mes de junio se saldó con una buena cuota de lecturas que resumo a continuación:

“La muñeca ciega” de Giorgio Scerbanenco; lo que tienen las portadas, por esta en particular habría apostado, y más de uno lo haría también, por una novela más cercana al terror; nada más lejos de la realidad, ya que se trata de una historia de detectives con algún elemento original en la forma de desencadenar la resolución. Muy recomendable.

“Luther: el Origen” de Neil Cross, hablé de él, junto con el de “Little Boy Blue” de Edward Bunker. Mezcla excelente de “hardboiled” del bueno.

“Una canción del ser y la apariencia” de Cees Nooteboom, lo exploré en su enlace en profundidad. Este mes he avanzado mis lecturas pendientes del holandés.

“Noctuario” de Thomas Ligotti, terror muy alejado de lo cotidiano, gran heredero de Poe y Lovecraft, jugando con lo indeterminado y con las imposibilidades de la realidad. Interesante propuesta y, sobre todo, distinto a lo habitual.

“Mokusei/El buda tras la empalizada” de Cees Nooteboom, ficción exótica en Japón y Thailandia, ya hablé largo y tendido sobre ellos.

“La jugada maestra de Billy Phelan” de William Kennedy, todo un microcosmos de la sociedad norteamericana especificado en la ciudad de Albany con las relaciones entre sus habitantes y el hampa de fondo. Mafiosos, tramposos y el juego a través de la figura del superviviente Billy Phelan.

“La promesa de Kamil Modracek” de Jiri Kratochvil, una de las grandes sorpresas de lo que llevamos del año, ojito a la mezcla de novela policíaca, humor negro y juegos metaliterarios en una novela magistral que tiene en Nabokov a uno de sus protagonistas. Me extenderé en una reseña en no mucho tiempo. Lo merece.

“En las montañas de Holanda” de Cees Nootebom, ya lo comenté en el post que le dediqué, quizá es una de mis obras favoritas del autor y una estupenda puerta de entrada a su literatura.

“La historia siguiente” de Cees Nooteboom también, novela corta de una dificultad en el fondo bastante considerable, espléndida en ejecución, difícil de recomendar.

“El matrimonio de la señorita Buncle” de D.E. Stevenson, buena muestra de humor costumbrista inglés aunque no tan ambiciosa y redonda como el primer libro que salió de la autora.

“Eidolon” de Jane Johnson, olvidable pastiche que mezcla todo tipo de historias que se han contado mil veces. Un pequeño desastre.

“Zurbarán. El pintor del misticismo” de Cees Nooteboom, libro de arte, más que obra de literatura. Hermoso en demasía.

“Autorretrato de otro” de Cees Nooteboom y Max Neumann, experimento narrativo que mezcla dibujos y poesía en prosa, estimulante y diferente muestra del buen hacer de nuestro Cees.

“Entre moros y cristianos” de Daniel Pennac, entrega de la familia Malaussene que se había quedado inédita hasta este momento; es una maravilla encontrarse con estos personajes de nuevo, aunque no llegue a lo sublime que supusieron algunas de las anteriores entregas.

“Así pudo ser “ de Cees Nooteboom, otra muestra de su eclecticismo, esta vez en una muestra de poesía.

“Cómo ser europeos” de Cees Nooteboom, recopilación de ensayos con su preocupación por el “europeísmo” de fondo. De una clarividencia meridiana.

“Los relámpagos de agosto”  de Jorge Ibargüengoitia, cómo utilizar la ficción para explicar la realidad; en este caso la revolución mexicana, y encima con un humor a prueba de bombas.

Buena cosecha ha sido lo resultante. Aunque parezca mentira Julio ha empezado inmejorablemente con “Un paraíso inalcanzable” de John Mortimer y, a partir de ahí, se ha desencadenado lo que he denominado efecto “Plantador de Tabaco”:

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 La verdad es que la novela de Barth es un “tochazo” considerable que está provocando las siguientes consecuencias:

-Desarrollo de los bíceps del brazo izquierdo (el que uso normalmente para trasladarlo).

-Reducción drástica del resto de lecturas.

-Adicción extrema a la narrativa del norteamericano.

-Hedonismo puro y duro ante el “estilazo” del autor.

A la vuelta de vacaciones tocará, como no puede ser de otra manera una reseña para esta joyita recién recuperada por la editorial Sexto Piso y que promete ser uno de los libros del año.

¡¡¡¡Buenas vacaciones para todos!!!!

“El pulp es el invitado del comienzo del año. Mi proyecto literario”

Enero estuvo marcado por tres hechos esenciales en lo literario: lo primero fue la lectura de la primera novela de la británica Zadie Smith, “White Teeth”, casi el “tochazo” del mes, 600 páginas de prosa desaforada en inglés marcada por influencias de todo tipo y con infinitas posibilidades de lectura, una visión, profunda, sobre el fenómeno de la inmigración en Gran Bretaña pero cargado de muy buen humor y con un final que a más de uno dejará con la boca abierta; el segundo acontecimiento fue la lectura de la recopilación de cuentos de terror que ha hecho Valdemar para conmemorar el 25 aniversario desde su creación, en breve pondré una buena reseña sobre él, lo merece; el último pilar del eje de lecturas del mes sería el comienzo de mi monográfico sobre literatura “pulp” marcado por la lectura de los imprescindibles volúmenes 1 y 2 de la recopilación “¡Bang, Bang. Estás muerto!” que continuaré a principios de febrero complementándola con un ensayo sobre el género además de un poco de “pulp” moderno.

Además de estas apasionantes lecturas, la primera del año resultó ser “El Vivo”, la nueva novela de Anna Starobinets que comenté en este enlace ; no faltó esta vez Chesterton del que próximamente pondré un comentario de su “Sobre el concepto de barbarie”, divertido panfleto sobre los peligros de los alemanes; también hubo un pequeño pero estupendo Dickens, sobre el que ya comenté por aquí; aprovechando el estreno de la ópera, cayó la obra de Peter Stephan Jungk sobre Walt Disney .

Las últimas compras las podéis ver en esta foto que os pongo a continuación. No voy a comentar más sobre lo que tocará el próximo mes, ya he adelantado, eso sí, la temática “pulp”.

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Enero, comienzo de año, suele ser el momento ideal para hacerse propósitos: adelgazar, dejar de fumar, etc…. En lo literario, este año, he podido constatar que estos propósitos suelen extenderse en los blogs literarios; esto, sin duda, suele resultar un acicate para tener, si cabe, aún más ganas de leer y fomentar la lectura del resto; es decir, hay una dimensión social aparte de la individual; de entre los retos, me he encontrado de todo, desde el típico de la página de goodreads donde la mayoría ponemos el número de libros (he vuelto a poner el del año pasado de 120 libros) que queremos leernos este año; hasta temas tan curiosos como proponerse leer 10 o 20 libros en inglés al año o leer un porcentaje mayor de autores femeninos (esto es, por otra parte, tremendamente absurdo, por distintas consideraciones que no vienen al caso).

En mi caso, esto me ha servido para darme cuenta de una realidad que se viene repitiendo año tras año: la demora de lecturas de los autores que más me gustan por las novedades recién salidas del horno, en aras de estar puesto al día de la más rabiosa actualidad. Esto, indudablemente, es una pena, siempre acabo lamentándome de haber olvidado a mis favoritos. Para solucionarlo, he preparado un proyecto al que llamaré ilustrativamente “Mi proyecto de lecturas (2013 a 2015)” donde pondré todos los títulos de ciertos autores que quiero leer ineludiblemente y que os pongo a continuación.

La mayoría los leeré en orden cronológico de aparición original, aunque en el caso de Zweig o King no la seguiré; en el resto se me antoja imprescindible, caso de Roth, David Foster Wallace o Coetzee, por ejemplo.

He creado una página personal, que será accesible en la web, de hecho ya la tenéis arriba; donde se irá actualizando con las reseñas que vaya haciendo de ellas según las lea… hay trabajo para aburrir…

A lo mejor me he columpiado demasiado, soy consciente de que es MUY exigente, pero la vida sin exigirte a ti mismo no es tan divertida ¿no? ¿Qué os parece?

 

John M. Coetzee

Esperando a los bárbaros (1980)

Vida y época de Michael K (1983)

El maestro de Petersburgo (1994)

Contra la censura. Ensayos sobre la pasión por silenciar (1996)

Costas extrañas. Ensayos, 1986-1999 (2002)

Elizabeth Costello (2003)

Hombre lento (2005)

Diario de un mal año (2007)

Mecanismos internos. Ensayos, 2000-2005 (2007)

 

Philip Roth

Goodbye, Columbus (1959)

Deudas y dolores (1962)

Cuando ella era buena (1967)

Mi vida como hombre (1974)

Lecturas de mí mismo (1976)

Los hechos. Autobiografía de un novelista (1988)

Engaño (1990)

Patrimonio. Una historia verdadera (1991)

El teatro de Sabbath (1995)

Pastoral americana (1997)

Me casé con un comunista (1998)

La mancha humana (2000)

El oficio. Un escritor, sus colegas y sus obras (2001)

La conjura contra América (2004)

Sale el espectro (2007)

 

Don Delillo

Americana (1971)

Jugadores (1977)

Libra (1988)

Mao II (1991)

Submundo (1997)

En las ruinas del futuro (2001)

El hombre del salto (2007)

El ángel Esmeralda (2011)

 

Cormac McCarthy

El guardián del vergel (1965)

Suttree (1979)

II – En la frontera (1994)

III – Ciudades de la llanura (1998)

El Sunset Limited (2006)

 

Joyce Carol Oates

Un jardín de placeres terrenales (1967)

Bellefleur (1980)

Las hermanas Zinn (1982)

Solsticio (1985)

Qué fue de los Mulvaney (1996)

Blonde (2000)

Infiel (2001)

Monstruo de ojos verdes (2003)

Niágara (2004)

Mamá (2005)

Sexi (2005)

La hembra de nuestra especie (2006)

La hija del sepulturero (2007)

 

Cees Nooteboom

Una canción del ser y la apariencia (1981)

Mokusei (1982)

En  las montañas de Holanda (1984)

La historia siguiente (1991)

El desvío a Santiago (1992)

Zurbarán (1992)

Cómo ser europeos (1997)

El día de todas las almas (1998)

Hotel Nómada (2002)

Lluvia Roja (2007)

Perdido el paraíso (2004)

Tumbas de poetas y pensadores (2007)

 

David Foster Wallace

La escoba del sistema (1987)

La niña del pelo raro (1989)

La broma infinita (1996)

Entrevistas breves con hombres repulsivos (1999)

Extinción (2004)

Hablemos de langostas (2005)

El rey pálido (2011)

Conversaciones con David Foster Wallace (2012)

 

Charles Dickens

Escenas de la vida de Londres (1836)

Relatos londinenses (1838)

Nicholas Nickleby (1839)

La pequeña tienda de antigüedades (1841)         

Barnaby Rudge (1841)

Notas desde América (1842)

Cuento de Navidad (1843)

Las campanas (1844)    

El grillo del hogar (1845)

La batalla por la vida  (1846)      

El Hombre encantado (1848)      

(Incluidas estas cinco en cursiva en el volumen “Cuentos de Navidad”)

Vida y aventuras de Martin Chuzzlewit  (1844)

Dombey e hijo (1848)

Para leer al anochecer (1852)

Tiempos difíciles (1854)

Cuentos de viajeros y posadas (1855) (Con Wilkie Collins)

Pequeña Dorrit (1857)

Una casa de alquiler (1858) (con Wilkie Collins)

El viajero sin propósito (1860)

Grandes esperanzas (1861)

La señorita Lirriper (1863)            

Nuestro común amigo (1865)

El guardavías (1866)

 

Stefan Zweig

Fouché

La embriaguez de la metamorfosis

Miedo

Confusión de sentimientos

Clarissa

El candelabro enterrado

La impaciencia del corazón

Los ojos del hermano Eterno

(Incluídos los siete en cursiva dentro de la recopilación “Novelas”)

María Antonieta

Correspondencia (Herman Hesse)

Montaigne

La curación por el espíritu

La mujer y el pasaje

Tres maestros

Noche fantástica

El legado de Europa

Amok

Castellio contra Calvino

Las hermanas

El mundo de ayer

¿Fue él?

Viaje al pasado

La lucha contra el demonio

El amor de Erika Ewald

María Estuardo

 

Stephen King

Danza Macabra

El ciclo del hombre lobo

Montando la bala

Colorado kid

Corazones en la Atlántida

Todo es eventual: 14 relatos oscuros

Rabia

La larga marcha

Carretera maldita

El fugitivo

 

Flannery O’Connor

Novelas

 

A.S. Byatt

La virgen en el jardín (1978)

Naturaleza muerta (1985)

La torre de babel (1996)

El libro de los niños (2009)

 

Alice Munro

La vida de las mujeres (1971)

Las lunas de Júpiter (1982)

Demasiada Felicidad (2009)

 

Carson McCullers

El corazón es un cazador solitario (1940)

Reflejos de un ojo dorado (1941)

El aliento del cielo (1951)

La balada del café triste (1951)

Reloj sin manecillas (1951)

 

A.M. Homes

El Fin de Alice

La hija del amante

 

Margaret Atwood

El cuento de la criada (1985)

El asesino ciego (2000)

Resurgir (1972)

Desorden moral (1979)

 

Virginia Woolf

El lector común (1925)

Al faro (1927)

Orlando (1928)

Las olas (1931)

Los años (1937)

Entreactos (1941)

Momentos de vida (1976)

Relatos completos (1985)

 

Doris Lessing

El Cuaderno Dorado.

“El americano perfecto” de Peter Stephan Jungk

Con motivo del estreno mundial el próximo día 22 de enero de la ópera sobre la vida de Walt Disney, “The perfect American” de Philip Glass, se ha publicado anteriormente el libro en el que se basa el libreto de la ópera: “El americano perfecto. Tras la pista de Walt Disney” (“Der König von America”) del norteamericano, aunque con lengua materna alemana, Peter Stephan Jungk.

americanoperfectoEl libro no es una biografía al uso, está a medio camino de la biografía y el relato de ficción y se basa en la vida de Wilhelm Dantine que es el que se encarga de construir la narración al completo desde su punto de vista. Dantine fue el creador de los bocetos para “La bella durmiente” y fue expulsado por el propio Disney en 1959, lo cual desencadenó su obsesión por el creador estadounidense:

“Echo la vista atrás y contemplo la historia de su vida, como si me fuera más próxima y familiar que la mía propia. Incluso ahora, treinta años después de nuestro último encuentro, le sigo dedicando mi primer pensamiento cuando me levanto al amanecer y el último cuando me voy a la cama por la noche. Hace algunas semanas, cuando me propuse dar forma a lo vivido, no sabía si saldría una elegía, un libelo difamatorio o una epopeya”

Esta mezcla de veneración y odio que deviene en obsesión nos hace ver, casi desde el principio, lo falible, lo poco fiable que es este narrador y; desde luego, todo lo que vaya sacando de Disney irá entre lo elegíaco y lo despreciativo. Construirá su vida desde los momentos en que se relacionó con él, pero también a través de los testimonios de aquellos lo trataron. Y todo con continuos cambios en el tiempo, según le interese, lo que convierte la narración en algo poco predecible y por supuesto tremendamente entretenida, además de estar bien escrita.

Casi al principio de todo nos damos cuenta de que era un “megalomaníaco” sin lugar a dudas:

“Soy un líder, soy un pionero, soy uno de los grandes hombres de mi época; en su interior, a Walt estas palabras le resuenan como un eco. Esta oración de alabanza de sí mismo se la repite todas las mañanas, mientras está tendido despierto, antes de que salga el sol, desde Blancanieves, desde 1937. Mi nombre está en boca de más personas que el de Jesucristo. Millones de personas conocen, por lo menos, una de mis películas. Soy un mito. Mi ratón gusta más que el Niño Jesús y Papá Noel juntos. Es algo que no existía antes de mí: un género artístico, una idea, un concepto, que llega a toda la humanidad, que gusta y deleita a todos. He creado un universo. Mi fama durará siglos.”

A pesar de que el discurso, ciertamente, acusa de delirio de grandeza, el tiempo nos ha mostrado que no estaba muy lejos de la realidad. Otras pinceladas de su personalidad, igualmente menos agradables, tenían que ver con su falta de reconocimiento de los demás en público:

“Walt casi nunca daba su aprobación, y cuando esto ocurría lo hacía de una manera indirecta, con rodeos: hacía saber que otro había hecho un trabajo sorprendentemente bueno. con lo cual quedaba implícito que, aquel al que se dirigía debía comprobar en sí mismo si había dado muestras satisfactorias de su capacidad para entusiasmar al jefe.”

O simplemente con sus sentimientos racistas o machistas:

“Siente usted una llamativa simpatía por los negros, así sí que no estamos de acuerdo. […] No permito, bajo ningún concepto (y en todo caso no se ha dado nunca hasta ahora) que trabajen para mí, ni aquí, en Anaheim, ni en los estudios de Burbank. Dejo que haya uno o dos como jardineros, y la mayoría de las mujeres de la limpieza del estudio son negras, por supuesto. Pero yo prefiero apartarme de su camino.”

“Que nunca ha permitido ni a una mujer tomar parte de un proceso creativo. Las mujeres estaban autorizadas a copiar, pintar y colorear con tintas las ideas, los patrones y los bocetos de los hombres, pero no a producir ni el más mínimo trabajo creativo.”

A pesar de estos delirios, se nos revela como hombre, con sus miedos, quizá el miedo mayor sea a que desaparezca en el tiempo su persona:

“En los últimos tiempos no me abandona la sensación de que mi nombre ya no me pertenece. Es como si yo fuera el portador de este nombre, cuyo propietario es, en realidad una empresa. Una compañía que ofrece mi nombre como si fuera el suyo ¿Yo soy yo o soy una empresa? Dentro de cincuenta años, mi estudio aún existirá, pero nadie sabrá ya que tras él había un hombre de carne y un hueso, un tal Walter Elías Disney”

Miedos visibles por la forma en que se refiere a los animales: “Prefiero los animales a las personas, con mucho. Y creo que a la mayoría de la gente le sucede lo mismo. El éxito, en todo caso, me da la razón.” Walt Disney resulta, cómo no en este tipo de grandes figuras, un personaje muy paradójico según lo que nos cuenta Dantine: por un lado tenemos al visionario e influyente empresario capaz de influir en las elecciones democráticas de EEUU, recibir al presidente ruso o hablar con Neil Armstrong para conseguir que sea el primero en salir a la luna con un muñeco de Mickey Mouse (si no lo consiguió es porque murió antes); por otro tenemos a una persona insegura, anclado en la nostalgia de su niñez (visitó muchas veces su ciudad de origen, Marceline), profundamente asexual (tuvo una amante con la que prácticamente ni se acostaba) y temeroso de las relaciones con las personas.

Sin embargo este hombre de contradicciones supo rodearse de personas de mucho talento, (tal es el caso de Ub Iwerks, creador de Mickey y “capaz de crear 700 dibujos en un día”. Ward Kimball,  creador de Dumbo, o el propio Dantine, etc.), y exprimirlos para crear lo mejor que se podía hacer con un punto de partida muy claro y que nunca perdió en su horizonte:

“Nosotros no producimos filosofía, Bill, sino entretenimiento. […] Puede que una metáfora tan rebuscada satisfaga tu cerebro retorcido, pero no a los millones de personas que forman mi público.”

Esta biografía ficcionalizada nos ofrece esto y más (las pequeñas anécdotas y muchos más datos es mejor descubrirlos leyéndolo), pinta a Walt desde una óptica postmodernista que podemos creernos o no pero que no está muy lejos de la realidad, y que pone en perspectiva a una de las más importantes figuras del siglo XX, un visionario que ya es inmortal (como su empresa), en boca de su colaborador Ward Kimball:

-De Leonardo todavía nos acordamos hoy, cuatro siglos y medio después de su muerte. Y lo mismo ocurre con Miguel Ángel, Rubens y Velázquez. De igual manera se recordará a Walt Dinsney, en un futuro lejano , muy lejano. Y así debe ser. Puede que las películas de Walt sean simplificaciones., pero son clásicos. Deberían ser preservadas; no, no deberían, se preservarán de hecho como la Biblia de Gutenberg.”

Guste o no, la influencia de Walt Disney y el imperio que creó es inmensa y, sobre todo, decisiva en la forma de entender la cultura popular :”Resulta difícil imaginar un mundo sin Walt”.

No me gustaría acabar sin una carta-anécdota que se nombra en las últimas páginas, tras su muerte, y es la que Disney dirigió a Charles Chaplin pidiéndole perdón por haberle acusado en la caza de brujas contra los izquierdistas; en esa carta Disney comenta: “Tan solo quería hacerle saber lo mucho que usted ha significado para mí. Sin su ejemplo, nunca habría existido el ratón Mickey. Sin su inspiración, no habrían existido Blancanieves ni Pinocho, ni casi ninguna de mis películas. Usted fue mi maestro y mi modelo. Sin usted, nunca habría existido Walt Disney.”

Gracias Chaplin, gracias Walt, por haber hecho tantísimo por la cultura.

“Felices reyes sabios”

Espero que vuestros reyes hayan ido muy bien. Los míos han sido “sabios” y me han regalado verdaderas maravillas que paso a comentar a continuación. Una imagen, esa que vale a veces más que mil palabras, lo dice todo:

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Aparte de otros regalos de tipo más pragmático, como tiene que ser; en cuanto a lo cultural, que es lo que aparece en la foto, me gustaría comentarlos.

En libros tengo ya en mis manos dos recopilaciones extraordinarias:

En primer lugar el que ya comenté como posible regalo navideño en este post a comienzos de la Navidad : los “Cuentos de Navidad” de Charles Dickens, qué mejor colofón para acabar el bicentenario de su nacimiento con esta recopilación plagada de buenas historias y muy adecuadas para la época en la que estábamos.

El segundo lugar, una recopilación excelente de las “Novelas” de Stefan Zweig, el imponente escritor austríaco que nos ofrecía siempre buena literatura; en este caso tenemos todas sus novelas, con el aliciente de haber tres inéditas: “Miedo”, “Confusión de sentimientos” y “Clarissa”. A pesar del precio, es tan recomendable que si tuviera que llevarme una novela a  una isla desierta me llevaría esta, casi sin dudarlo.

También es conocida mi predilección por la música, y, especialmente, por la ópera; pero como dice mi hermano, cada día es más difícil encontrar algo que ya no tenga; pues sí, este año lo han vuelto a conseguir, un monográfico Haëndel con varias óperas de él que no tenía: “Tolomeo”, “Solomon” y “Eracle”. Un festín musical que disfrutaré mucho.

Aunque no aparezca en la foto me gustaría comentar el regalo de la función de  “The perfect American” de Philip Glass, un estreno mundial que espero con expectación.

Para acabar los Reyes, una noticia etérea pero que desemboca una esperanza a seguir este año y es el anuncio por parte de la editorial Penguin de la publicación, aún sin fecha, del nuevo libro de Thomas Pynchon, “The Bleeding Edge”.

Y eso es todo por ahora. ¡Disfrutad lo que queda del día!

En octubre “Escucha esto” y mucho más.

Un poco tarde, desde luego, pero llega el momento de hacer balance en el plano literario de mi vida del mes de septiembre.

La causa de la tardanza ha sido, como no podía ser de otra manera, la lectura del “Contraluz” de Pynchon, lectura tremendamente absorbente, compleja en fondo y forma, poco ágil, que me ha ocupado buena parte del tiempo dedicado a leer; ha valido la pena y mucho, es una obra magnífica, hija de, quizás, el mayor escritor vivo en la actualidad; hablaré de ella largo y tendido, ya he empezado en este comentario. Pero no sólo de Pynchon puede vivir el lector, también hubo hueco para “Zuckerman encadenado” y “La contravida”, de otro coloso de las letras estadounidenses, Philip Roth; momentos increíbles igualmente, que me han llevado a una determinación distinta en la lectura de las obras de este escritor y que otro día comentaré. Obras de este estilo requieren alternancia con otras más llevaderas, de lo contrario, la fatiga tras leer algunas como la primera citada puede llevar a un cansancio no del todo sano. Así, cayeron dos obritas cortas del gran escritor austríaco Stefan Zweig, un seguro de calidad y buen hacer; estas fueron “Ardiente secreto” y la demoledora “Carta a una desconocida”. Alguno puede preguntarse si hubo algo de novela negra; claro, ¿cómo no? “Mátalos suavemente” de George V. Higgins fue exactamente lo esperado, otro clásico del género cargado de amargura; no menos duras resultaron “Un cuchillo en la mirada” y “Noche Salvaje” del perverso y siempre imprescindible Jim Thompson. No faltó un poco de novela negra con el apartheid de fondo con “El huevo ingenioso” de James McClure, escritor con poca suerte en España y que, sin embargo, tiene novelas consistentes y bien escritas.

Y, ¿qué estoy pensando para octubre? A continuación podéis ver algunas de las adquisiciones del mes.

Tengo claro que “Escucha esto” del crítico musical Alex Ross, va a ser la “lectura-tochal”, su anterior libro “El ruido eterno” ahondaba de una manera muy didáctica, sin perder profundidad, los entresijos de los autores contemporáneos de música clásica; era un ensayo que se complementaba maravillosamente con una web en la que se ponían los fragmentos a los que se refería el escritor y el resultado era una lectura tridimensional, cargada de detalles, además de enriquecedora. En este último ensayo se propone, aparentemente, ligar música clásica con algunas manifestaciones de música pop, veremos cómo lo realiza y si el resultado es satisfactorio.

Otras lecturas que seguro que haré van a ser los dos libros de poemas del surcoreano Ko Un, “Fuente en llamas” y “Diez mil vidas”, todo debido al continuo seguimiento que hago habitualmente de los Nobel, me propongo descubrir a este, uno de sus sempiternos candidatos.

También quiero, por fin, introducirme en el universo de lecturas de Elmore Leonard, “Un tipo implacable” y “Mr Paradise” parecen buenas formas de hacerlo. No debería dejar pasar tiempo sin leer esas sátiras británicas que tanto me gustan, de ahí la presencia de “Augustus Carp” de Henry Howarth Bashford y de “La caída y auge de Reginald Perrin” de David Nobbs.

Y hasta aquí lo que, más o menos considero seguro; luego cualquier cosa puede ocurrir, lo cual es excitante de manera implícita, dependerá mucho del humor y del momento en que me encuentre; asimismo empezaré con las lecturas de la carrera, Coetzee e Ishiguro para empezar, no está nada mal.

El horizonte de compras se presenta apetecible igualmente, la última obra de Delillo en España son unos cuentos; se aproxima otra novela, cercana en este caso al género policial con la  última de Joyce Carol Oates, y luego las cartas de Auster y Coetzee; y en novela negra, la penúltima de los padres de la novela sueca, un nuevo McBain, un nuevo King, Crispin…. No sé el resto, pero, en mi caso, tengo un “hype” que no me aguanto.

Una de premios: El príncipe de Asturias y la cercanía del Nobel.

Presumiblemente, el próximo jueves 11 de octubre del 2012, tendrá lugar el acontecimiento literario más importante del año: la entrega del premio Nobel de literatura. Mucho antes, a nuestro nivel, el español, ya se ha decidido el premio príncipe de Asturias de las Letras que es el premio más importante, a nivel internacional, entregado en España. No quería dejar pasar la oportunidad de mencionar especialmente que este año ha recaído en uno de los “eternos aspirantes al Nobel”; el cliché por excelencia que oiremos en las próximas semanas hasta en la sopa en todos los medios de información. El norteamericano Philip Roth, un coloso de las letras que, posiblemente, no reciba sin embargo el máximo galardón, debido a la animadversión de la academia sueca con respecto a Estados Unidos.

El gran escritor norteamericano como agradecimiento al galardón contestó a los organizadores con el siguiente mensaje:

“Estoy encantado de recibir el Premio Príncipe de Asturias y emocionado porque el jurado haya encontrado mi obra merecedora de tal honor.

Es particularmente conmovedor para mí haber recibido la noticia del premio sólo unas semanas después de la muerte de Carlos Fuentes, quien recibió el premio en el año 1994. Carlos fue un querido amigo mío y un colega generoso durante muchas décadas y, por supuesto, uno de los más grandes novelistas en español de nuestra era. Quisiera que estuviese vivo para que pudiera oír su voz melodiosa al otro lado del teléfono dándome la enhorabuena con su cortesía habitual”.

Philip Roth, Nueva York, 6 de junio de 2012

Es tan inteligente que liga su premio al gran Carlos Fuentes, demostrando que, al menos, conoce el premio y que incluso ha mirado los ganadores desde 1994; añadiendo una nota conmovedora al agradecimiento que con una nota formal/cortés habría bastado, esperemos que venga a recoger el premio; su discurso será, sin lugar a dudas, un acontecimiento a seguir. Roth, con sus temas, tiene una carrera literaria muy meditada y, desde luego merece lo mejor. En breve espero poner un comentario sobre la increíble “La contravida”, otro exponente de su saber hacer.

Curiosamente la lista de los premios Príncipe de Asturias en los últimos años es bastante consistente y más consecuente que la de los Nobel; que hace gala de unos partidismos que, por otra parte, la hacen bastante divertida por todo lo asociado, digamos, “lateralmente” al premio.

El pistoletazo de salida del premio suele ser la apertura de la casa de apuestas de Ladbrokes con su página dedicada a este premio en particular. Aquí tenéis la página para seguir la evolución. Además, coincide con el artículo estándar que realizan en todos los medios para contar lo mismo de todos los años, con la única actualización de cuál va primero en las apuestas en ese instante.

Cierto es que un premio, que debería ser hipotéticamente el más importante a nivel mundial en el ámbito literario, no ha sido entregado a clásicos insustituibles de la talla de Joyce, Proust o Nabokov entre otros, se desacredita por sí mismo; pero también es cierto que, para todos los que amamos la literatura tenemos siempre la esperanza de que se premie a los mejores.

Algunos datos curiosos: Francia es el país con más laureados, nada menos que catorce, luego van Reino Unido y EE. UU; sin embargo este recibió su último premio en 1993, hace casi veinte años; España lo ha recibido en cinco ocasiones; en los últimos diez años solo tres mujeres han sido galardonadas. Digo estos datos porque desde luego suelen dar pistas para  ver cuál puede ser el de este año.

Y, concretando, ¿cómo están las apuestas ahora mismo? Suenan con fuerza los nombres de Murakami, Bob Dylan, Mo yan, Nooteboom, Kadaré, Adonis, Ko Un, Dacia Maraini o Philip Roth y Cormac McCarthy. Pero no hay que dejarse engañar, en años anteriores el verdadero ganador suele aparecer en los primeros puestos en los dos últimos días.. y esta lista evoluciona un montón según pasa el tiempo; solo hay que recordar los casos flagrantes, en cuanto a subida meteórica y posible filtración, de Le Clezio y Hertha Müller.

Os recuerdo los últimos laureados, desde el año 2002:

2002 Imre Kértesz

2003 J.M Coetzee

2004 Elfriede Jelinek

2005 Harold Pinter

2006 Orhan Pamuk

2007 Doris Lessing

2008 Le Clezio

2009 Hertha Müller

2010 Vargas Llosa

2011 Tomas Tranströmer

Lo que parece claro es que, este año, no va a ser un poeta; no suelen repetirse los géneros, excepto en ficción; lo más probable es que sea mujer, llevamos pocas en los últimos años, y las últimas nacionalidades que menos se han repetido son la norteamericana y la asiática, se pueden descartar los europeos. Con este perfil y, teniendo en cuenta la animadversión evidente a EE. UU. de la academia sueca, o será canadiense o será asiático, y si es posible, será mujer, no digo nombres  y que cada uno haga sus cábalas; yo añadiría los africanos, hace bastante de Coetzee también, y podrían estar ahí. Todas estas elucubraciones las discuto todos los años con mi librero, es parte del juego, y muchas conclusiones son suyas.

Y, ¿quién me gustaría a mí que ganara? El corazón, la mente, y cada fibra de mi piel querría a Pynchon, pero es casi imposible, aunque aparezca en las apuestas, además, seguro que no iba a recoger el premio o renunciaba a él; no me importaría tampoco que fuera Roth (aunque con el Príncipe de Asturias es difícil, solo Lessing en los últimos años ha recibido ambos premios). Una opción bonita aunque no realista sería la del holandés “errante” Nooteboom; no estaría mal tampoco Delillo, o McCarthy, pero están lejos de ser posibles; me encantaría, de manera egoísta, y más probable sería el caso de Joyce Carol Oates, mujer y norteamericana; además, falta mucho suyo por publicarse por aquí, esto sería un espaldarazo definitivo para conseguir ver toda su increíble carrera literaria.

Con estas últimas consideraciones lo dejo por ahora, y ya veremos cuánto acertamos, a veces se lleva uno sorpresas, es realmente entretenido.