Resumen Lecturas Junio 2017. Antesala veraniega y feliz verano

Lo mejor de llegar a junio es que, en el horizonte, asoman las vacaciones de verano y eso supone dedicar un tiempo valiosísimo a la lectura. Mientras llega ese momento, aquí tenéis mi resumen de junio:

El hombre de negro de Stephen King, uno de los relatos más conocidos (y premiados) del maestro del terror (aunque no es el mejor) se reedita ahora por Nórdica con una gran edición ilustrada con los dibujos de Ana Juan y se acompaña del cuento original de Hawthorne (estupendo) al que homenajeaba King; el resultado final es fantástico, una lectura cortita e intensa. 

Cuadernos de escritoras: El sueño de Sultana de Rokeya Sakhawat Hossain, maravillosa iniciativa la de Palabrero con esta original propuesta: sacar cuadernos con cuento inicial que se aprovecha para visibilizar una escritora que no haya sido conocida. En este caso, siendo el primero, la elegida es una autora india nacida en el siglo XIX, una fábula muy interesante con el objetivo de dar a conocer la situación social de la mujer de la época. 

Desastre & Total 4. Mundo de zumbados de Stephan Pastis, a estas alturas, y viendo el calvario que está sufriendo RBA ya no esperaba ningún número más de esta serie y… mira, ¡vaya sorpresa! Pastis es divertidísimo, la agencia de detectives de Timmy Desastre y el oso Total es simple en apariencia pero juega con cada palabra y con cada dibujo para reflejar ironías y sátiras mucho más allá de su público objetivo. Es un libro que pueden disfrutar tanto jóvenes (a un nivel) como adultos  (a otros niveles), lo que sí es necesario es leerlo sin complejos. 

Ciudad tumba de Albert Kadmon, la influencia de Lovecraft es una sombra muy alargada; no son pocos los autores que, inspirados por su mitología primigenia, crean nuevas historias actuales con la indudable presencia del autor en sus páginas; tal es el caso de Albert Kadmon en este primer título de terror de la colección que ha sacado la editorial Cerberus; buena propuesta en cuanto a precio que, además recuerda el formato de los antiguos bolsilibros; lástima que según la estaba leyendo me recordara tanto a Daniel Ausente y su Mataré a vuestros muertos, un Lovecraft quinqui muy bien perpetrado y que, desgraciadamente es bastante superior a esta otra muestra. Las dos líneas temporales están deslavazadas y todo es muy confuso en cuanto a trama y caracterización de los personajes, encima hay varios fallos en construcciones gramaticales y no está bien editado. En fin, entretiene lo justo. Priman los fallos sobre los aciertos. 

Ms Marvel vol. 5: Civil War II de Willow G. Wilson y Adrian Alphona, después del quinto volumen de la colección, tengo que reconocer que sigue en plena forma; el cruce con el típico mega evento de la factoría se utiliza en esta ocasión con muchísima inteligencia para evolucionar aún más emocionalmente al personaje en varios aspectos: desde su implicación como superheroína hasta su relación con sus amigos y su historia personal pasando por la definitiva separación con respecto a la que había sido su modelo. Parece mentira que cuenten y ocurran tantas cosas en tiempos de “decompressive storytelling”. Es un trabajo excepcional. 

La zona muerta de Stephen King, siguiente número de la Kingpedia, ese  proyecto en el que profundizamos en la obra del maestro desde sus orígenes. Más información sobre ella en breve en Canino. 

No, Mamá, no de Verity Bargate, más de uno saldrá impactado por esta historia, tremenda en su premisa inicial y que tiene un giro en su último acto tan impredecible como perverso. Habla sobre mujeres, sobre maternidad, sobre la instauración estructural de una serie de costumbres que se tienen que seguir pero también habla de sororidad y, sinceramente, vale la pena acercarse a él. 

Trece cuentos (1931-1963) de Luisa Carnés, qué trabajo más maravilloso de Hoja de lata por recuperar la obra de una de las grandes olvidadas del siglo XX; en esta ocasión se trata de una recopilación de trece cuentos que resultan aún más variados en temáticas que en su novela; la escritora estaba comprometida con todas las situaciones difíciles y es evidente que no le pasaban de largo, empezando por sus feminismo/sindicalismo y acabando con el racismo. Sorprende aún más que haya algún momento cómico pero, sobre todo, denota su capacidad creativa. 

La chica de Kyushu de Seicho Matsumoto, llevados por el gran acierto que supuso El expreso de Tokyo, en libros del Asteroide intentan solucionar el trimestre, escaso de novedades interesantes, con otra novela del escritor que consiguió llevar a convertir la minuciosidad en su sello de identidad. La novela es interesante nuevamente aunque no llega a la calidad que atesoraba la anterior. 

En busca de New Babylon de Dominique Scali, no dudé demasiado al incluir en la lista de libros para el verano de Canino está novela de vaqueros escrita por una mujer por varias razones: mantiene el regusto del western clásico sin ser demasiado de “machotes” y, sobre todo, porque revitaliza la estructura, alternando varias voces y puntos de vista de manera bastante ingeniosa. El resultado es muy interesante. 

Lamu vol. 11 de Rumiko Takahashi, sigo mi aventura con ella. Se va terminando, eso me da bastante pena.

Magneto Vol 1: Infamous de Cullen Bunn, ni idea de por qué he llegado yo a este cómic, tan prescindible que, claramente, no seguiré.

Clorofilia de Cristina Jurado, tenía ganas de probar a alguna de las autoras que está editando Cerbero en su colección de ciencia ficción y la primera elegida fue Cristina Jurado con está novelita muy original, bastante retadora por la historia que cuenta, una nueva forma de evolución de la especie humana ante un futuro apocalíptico. Tiene un mensaje ecológico, pero más allá de esto, vale la pena leerla por lo bien que la autora va planteando su narración. 

36 de Nieves Delgado, me encanta cómo la autora utiliza la excusa de la creación de nuevos tipos de inteligencias artificiales para afrontar cuestiones sobre identidad sexual, aprovechando de esta manera para subvertir tropos ya establecidos de manera estructural. Me parece muy ingeniosa la forma de plantear la interacción de las redes sociales, en anillos como si del infierno de Dante se tratara. Tengo que reconocer que compro lo que nos venden en Cerbero, tres libros después suscribo que son libros muy entretenidos y con un precio imbatible. 

Lamu vol. 12 de Rumiko Takahashi, os he contado lo… bla bla bla…. Sí, mantiene el nivel.

La cámara diabólica de Ernest William Hornung, otra propuesta interesante de Defausta traer al creador de Raffles en una historia de corte más detectivesco aderezada con elementos de terror. A pesar de su irregular desarrollo, vale la pena acercarse a ella, más en este tiempo veraniego, parece que lo está pidiendo. Diversión garantizada.

Papeles falsos de Valeria Luiselli, el primer libro que escribió la mexicana es una pequeña gran maravilla, corto en extensión, magnífico en cuanto a las posibilidades que ofrece en tan pocas palabras; son ensayos de todo tipo, de diferentes temas, pero, todos ellos sirven para replantearnos la realidad en la que vivimos. Es el tipo de libro que, en cada relectura, ofrecerá algo distinto a su lector. Fantástico. 

El enigma del pájaro azul  de Nii Ayikwei Parkes, es genial encontrar una propuesta tan divertida como esta; una novela policíaca ambientada en Ghana que aprovecha todo lo autóctono y lo mezcla de manera muy curiosa con la investigación del forense protagonista; lo mítico/tribal y la magia unidos a la más pura investigación del CSI, y todo al final parece una broma  (o no), mejor que lo leáis para saberlo.

El diario de la dama Izumi de Izumi Shibiku, fantástica edición de Satori para otra obra recuperada del siglo XI japonés; la escritora lleva el lirismo al extremo, siempre me ha parecido encantador que se hablaran entre ellos mediante poemas. Otra buena forma de conocer la cultura y las costumbres de una época y lugar tan lejanos.

Enterrado por placer de Edmund Crispin, siempre es un “placer” encontrarse con Crispin y su maravilloso y erudito detective/profesor de literatura de Oxford Gervase Fen. Esta vez es la política el hilo conductor que le sirve para soltar ironías a diestro y siniestro mientras se produce un asesinato y Gervase lo resuelve. Bien acabado aunque no esté al nivel de otras muestras excelentes.

Os pongo a continuación las últimas adquisiciones, las de Julio. Buena cosecha, dirían algunos.

Y este post me sirve para irme de vacaciones. Julio y Agosto suelen ser meses de descanso y de cargar pilas (manida expresión donde las haya). Volveré con un post de resumen de todas las lecturas de julio y agosto y luego espero avanzar en otros temas pendientes.

Pasad un gran verano y ¡Buenas lecturas!

Fajas Verano 2017. Ay… qué calor

Antes de irme de vacaciones quiero dejar otro post de fajas. Gracias a la ayuda desinteresada de algunos seguidores de twitter puedo conseguirlo sin problemas.  Y así están de actualidad, luego llegará septiembre y es otra historia, además de tratarse de una de las época de mayor actividad editorial. No lo pienso más. Allá van las fajas del verano:

-Muy mala pinta tiene la faja que han puesto en Espasa al thriller de Angela Marsons Nadie te oirá gritar; si su mejor baza es decir que va a ser tu Guilty pleasure (Ni siquiera está traducido para los que no conozcan la expresión “placer culpable”) y que es un “thriller perfecto”, o se lo han currado poco o es que, directamente, no da para más. Me quedo con lo último, no creo que vaya a leerla.

-Desde que Neil Gaiman escribiera sus Libros de magia y Sandman cada vez que se publica un libro suyo tengo una sensación de Deja Vú, siempre creo que está escribiendo la misma historia; esta faja podría haberse utilizado para casi todas sus historias; mal no está, bien tampoco,  porque ya sé que no es exactamente cierto. En sus manos “la magia es mucho más que un juego de engaños”. Lo sé desde su Sandman.

-Parece que en Salamandra Black se esfuerzan en traernos un montón de escritores desconocidos que resulta que son “Maestros”, en este caso “el maestro de la novela de espionaje contemporánea.” Creo que podemos tomar un chupito cada vez se diga esa palabra, cogorza asegurada. Por cierto, qué mal utilizar la faja para poner un resumen de lo que trata, más aún si es, como en este caso, tan manida.

-Me encanta Stephen King cuando escribe, lo he hablado alguna vez por aquí; otra de sus facetas conocidas es la utilización de su opinión para valorar otro libro; aquí no suelo estar tan de acuerdo con él. Suele ser muy previsible y dado a ponderación desmesurada cuando, muchas veces, no vale mucho la pena. Desconfío habitualmente de este tipo de frases suyas. La que han puesto en RBA para la última novela de Don Winslow transita por lo ya conocido, “un triunfo”, namedropping “El padrino con policías” y lo directamente simple (en su sentido más peyorativo), “buena”.  Desde luego, currada no está.

-Para acabar, el namedropping llevado hasta el extremo, en Anagrama son muy dados a este tipo de estrategias, como podéis comprobar en los posts que he ido dedicando, tienen de todo. A propósito de la última novela del nobel Modiano, aprovechan para usar una frase de la mismísima academia sueca, una boutade de proporciones mayúsculas “El PROUST de nuestro tiempo”, qué más podemos decir ante su Joyita (sí, ese es el título del libro…). Claro que, el resto de frases  no tiene pérdida, “Su Madame Bovary”, “no se olvida jamás” y, para terminar, “no tiene igual en la concepción literaria de la nostalgia”. Solo nos faltaba recomendar un libro por su nostalgia. Seguro que alguien se acercará por estas “joyas” pero, sinceramente, no va a ser mi caso.

Y eso es todo por ahora. Después del verano más.

Abrazos y ¡buenas lecturas!

Resumen Lecturas Mayo 2017. Estancamiento lector

Me da la impresión que este mes he estado un poco estancado en mis lecturas, de hecho, he mirado cuántas tenía y la verdad es que no han llegado a quince. Una pena, creía que habría hecho más. Pero no importa, llega el verano y suelo leer más en esta época. De momento, os pongo la lista de mayo:

¡Y he aquí que era un sueño!: Historias inquietantes de Rhoda Broughton, buena recuperación de una autora perdida por parte de Huso, las historias, de corte bastante propio de la época son más encantadoras que inquietantes y siguen la tradición especialmente de las historias de fantasmas; aunque posterior, me recordó bastante a la forma en que las hacía Henry James; también es cierto que no creo que haya pasado el tiempo tan bien por ellas, quizá demasiado inocentes.

Valerosas 1: Mujeres que solo hacen lo que ellas quieren de Pénélope Bagieu, magnífico cómic de la autora francesa en la que se hace una recopilación de mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado por hacer lo que ellas querían hacer, es decir por tener libertad. La selección es muy ecléctica y diversa en cuanto a nacionalidades y profesiones y el dibujo es fantástico, desde las viñetas para explicar las vidas de cada una de ellas hasta splash pages que muestran a todo color a modo de resumen en dos páginas lo que ha sido su devenir.

Una dirección equivocada de Elizabeth Daly, la colección de Siruela de clásicos policíacos avanza y sigue mostrándonos muestras fantásticas del género; en este caso tenemos a Elizabeth Daly, escritora norteamericana coetánea del Detection Club y que nos presenta a Henry Gamadge, un bibliófilo investigador muy ocurrente. Su corte clásico no amenaza la forma de hilar la trama y lo bien cerrada que está. Otra buena muestra de lo bien que puede estar una novela policíaca detectivesca.

Nog de Rudolph Wurlitzer, en Underwood están atreviéndose con cosas muy curiosas, no hay más que echarle un vistazo a la primera novela de Wurlitzer; escribiré algo respecto a esta lisérgica experiencia en el blog extendiéndome un poco más.

Carter de Ted Lewis, me encantan las novelas de la colección Al margen de Sajalín, y me encantan las novelas protagonizadas por sicarios. No podía fallar con esta novela. Espero escribir algo pronto sobre ella.

La Torre Oscura integral 1 – Canción de Roland de Stephen King, Peter David y Jae Lee, tengo que confesar que esta recopilación cayó por haber visto el tráiler de la película; no puedo evitar el hype a pesar de la errónea concepción del protagonista y de la saga; de ahí que me lanzara a por la saga de cómics para ver qué tal estaba. Toma los acontecimientos desde el cuarto libro (lo vuelve a narrar entero) y la continuación del mismo, es decir, la formación como pistolero de Roland.  Lógico que lo haga desde ahí, es la parte que enganchó de verdad a los lectores de la saga pero lo más enigmático es lo posterior, cuando no se conoce toda esta información. La historia no está mal llevada y los dibujos de Lee están muy bien aunque siempre me ha parecido muy estático, incapaz de mostrar una narración fluida.  Me empalaga mucho. Apunte loco… qué mal huelen las páginas en esta edición y qué pequeños se ven los bocadillos.

Nubes de Lluvia de Bessie Head, maravillosa recuperación de la escritora sudafricana por parte de Palabrero, tan maravillosa que merece la reseña que podéis pinchar en el título.

Lamu vol. 7 de Rumiko Takahashi, pero qué divertidísima es Takahashi, y cuánta madurez en esta entrega sin perder su buen humor. Lo tiene todo.

Costa Maldita de Douglas Preston y Lincoln Child, tras quince entregas de la serie protagonizada por el melifluo detective del FBI Aloysius X. L. Pendergast hay que reconocer un evidente desgaste de los autores y del protagonista. Esta entrega tiene dos partes diferenciadas por un falso final; la segunda parte es un tour de forcé clásico de ellos en los que nos encontramos con un monstruo final, que recuerda demasiado a Naturaleza Muerta y una persecución entre laberintos que es un clásico ya en la saga… (habría que contar en realidad cuántos libros no acaban igual). Otra vez tenemos un cliffhanger en el que el protagonista parece que ha muerto (como ocurrió anteriormente en varias entregas) y, la verdad, a estas alturas, ha perdido mucha frescura, además de ser demasiado previsible. Da la impresión de que siguen con el personaje porque es el más famoso  (y rentable) pero también parece que están un poco cansados de él, no hay frescura, no hay ideas, repiten situaciones. Espero que piensen mejor lo que hacen en próximas entregas, sigo pensando que un crossover con Giden Crew podría ser muy entretenido pero no terminan de arriesgarse. Lástima.

Lamu vol. 8 y 9 de Rumiko Takahashi, a este número también le aplica el comentario anterior sobre el 7 🙂

Cuando la vida te da un martillo de Kate Tempest, quiero escribir sobre él, es mejor aún de lo que podía esperar. No solo es un relato generacional de rabiosa actualidad sino que la autora tiene ambición; es capaz de juguetear con las novelas de género policíaco y dejarte con la miel en los labios con un final que no adoctrina.

Lamu vol. 10 de Rumiko Takahashi, número 10, más de 4000 páginas y Takahashi sigue añadiendo personajes, jugando con gags recurrentes de números anteriores y consigue que aún me desternille de risa. Es maravilloso.

The power de Naomi Alderman, ojalá ganara el Baileys Prize este año 2017 porque este libro de Alderman es “poderosísimo”(actualización, lo ganó!); partiendo de la potente premisa de un mundo matriarcal, la autora no se queda solo en el reflejo de una sociedad dominada por las mujeres en contraposición a la actualmente patriarcal sino que indaga en las consecuencias del abuso del poder y en los medios para evitar que se cambie lo que tradicionalmente está impuesto. Me encanta además lo ingeniosa que es al plantearlo: un libro dentro del otro libro, un libro de un hombre escrito en un mundo matriarcal. Delicioso.

Y eso es todo por este mes, Junio sí que es cierto que he empezado a tope y ya voy perpetrando una lista para Canino con posibles lecturas veraniegas. Os dejo con las compras del mes en @Lasombra. Impresionante mezcla… Doy pistas por adelantado. No podéis negar que soy trasparente siempre.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Febrero, Marzo y Abril 2017. Listado de lecturas

Este post es una consecuencia real de mi tendencia a la entropía de los últimos meses. Normalmente suelo hacer un post con todas las lecturas del mes y, en esta ocasión, el retraso me ha obligado a unir tres meses. Lógicamente hay otra consecuencia de esta situación: no poder hacer comentarios demasiado extensos de cada uno de ellos. Por lo menos puedo asegurar que dejar de leer no lo hago, otra cosa es que me dé tiempo para escribir sobre mis lecturas. El caso es que, a continuación os paso el listado:

Eileen de Ottessa Moshfegh, lo leí en inglés y tengo que reconocer que el libro funciona bastante bien, muy entretenido y con una cierta calidad. También es cierto que, por muchas nominaciones de premios que haya recibido, sigo pensando que Gillian Flynn está bastante por encima; aun así, fue una lectura interesante. 

El azor en el páramo  de Ted Hughes, la influencia de la tormentosa relación con Sylvia Plath, de la que siguen saliendo detalles escabrosos (y cada vez más truculentos, el maltrato fue evidente), está minando en el tiempo el valor de la poesía de un autor único. Esta selección que se reunió en Bartleby es alucinante, qué potencia, qué salvajes son los versos de este autor y qué placer leerle.

El lagarto negro  de Edogawa Rampo, recomendé esta reedición en Canino y no me equivoqué. Una historia estupenda con un detective tan peculiar como es Akechi y un regusto pulp divertidísimo, con metarreferencias a sus propias obras de terror. Qué bien, cada vez tenemos más Edogawas disponibles.

Los vengadores costa oeste 3: perdidos en el tiempo de Steve Englehart y Al Milgrom, sigo mi recuperación de esta época y, posiblemente, sea el que más me ha gustado. Me encanta este heterogéneo grupo liderado por Ojo de halcón.

Un asesino en escena  de Ngaio Marsh, otro de los libros que recomendé  en Canino y un verdadero disfrute. Segundo de los libros recuperados de la escritora neozelandesa en la colección clásica que ha sacado Siruela que tiene como protagonista a Roderick Alleyn y que demuestra, sin lugar a dudas, el dominio de la escritora además de mostrar las características que van a ser comunes a su obra; sobre todo, su relación de lo detectivesco con lo teatral.

Dame tu corazón  de Joyce Carol Oates, es fantástico el trabajo de editoriales como Gatopardo que se atreven a sacar autores que los grandes sellos tienen olvidadas; tal es el caso de la escritora estadounidense y está grandísima recopilación de cuentos cortos que recomendé en Canino y de la que quiero escribir algo más adelante.

Estanque de Claire-Louise Bennett, no entiendo muy bien lo que me ha pasado con este libro, suelo disfrutar de las antologías de cuentos pero hay algo artificial en todas estas historias. Achaco los problemas a una traducción deficiente pero no descarto que no fuera tampoco demasiado interesante en su lengua original. El caso es que es el peor libro de los últimos meses.

Prosas reunidas  de Wislawa Szymborska, hablé de ella aquí mismo. Si pincháis en el enlace podéis encontrar más información. Imprescindible.

Había mucha neblina o humo o no sé qué: Caminar con Juan Rulfo  de Cristina Rivera Garza, original el enfoque de la escritora mexicana a la hora de acercarse a la obra de Juan Rulfo, no es un análisis estilístico de su obra, tampoco una biografía, más bien es una exploración de su obra en la propia persona. Vale la pena acercarse a él para comprobar una manera diferente de narrar. También la puse en la recopilación de Canino para empezar el año.

Lamu: Urusei Yatsura 5  de Rumiko Takahashi, sigo avanzando/disfrutando de la obra de la autora japonesa. Que no pare la diversión.

Mi prima Rachel  de Daphne du Maurier, uno de esos thriller psicológicos clásicos que está recuperando con mucho acierto Alba en su sello Rara Avis. Du Maurier es una escritora excelente con un gran manejo de la tensión a lo largo de la trama. Es un clásico de las recomendaciones caninas.

Mi individualismo y otros ensayos  de Natsume Soseki, vaya cuatro ensayos que ha recuperado Satori por el 150 aniversario del nacimiento del autor japonés. Tenéis más información sobre él en el enlace del título.

Los niños perdidos  de Valeria Luiselli, estoy seguro de que, en no mucho tiempo escribiré algo más extenso sobre este fantástico libro. Permaneced atentos a las pantallas.

La sonámbula y más relatos inquietantes  de Marie Luise Kaschnitz, esta autora vale muchísimo la pena y esta recopilación vuelve a dar en la diana de la inquietud. Más información pinchando el título. 

Un policía en la luna  de Tom Gauld, pequeño cómic que aprovecha el pretexto de una situación poco convencional (la vida de un astronauta policía en la luna) para presentar una situación cotidiana en nuestras vidas: la búsqueda de la identidad y la relación con las personas así como sus dificultades. Más allá de su facilidad de la lectura, los dibujos de Gauld son muy expresivos para mostrarnos la situación. Es un disfrute.

Lamu: Urusei Yatsura 6  de Rumiko Takahashi, se lee poco a Takahashi, y es una pena.

Según venga el juego  de Joan Didion, tras la impactante lectura de El año del pensamiento mágico me propuse leer todo lo que viniera de ella; esta novela, corta, formada por retazos de la vida de una actriz en Hollywood, no es como aquella pero, indudablemente, se lee con bastante interés. Supone una razonable indagación de la identidad del individuo actual y las consecuencias del liberalismo desenfrenado.

El Azor  de T. H White, aquí está la historia que inspiró el grandísimo H de halcón de Helen MacDonald ; espero escribir algo más sobre él en poco tiempo pero ya digo que vale la pena.

Querida Ijeawele  de Chimamanda Ngozi Adichie, qué sencillo lo hace Chimamanda; un pequeño libro de consejos para ser feminista en un mundo como este, de ella a una madre y su hija; no hay forma de endulzarlo porque, ante todo, la autora se muestra sincera y firme en cuanto a lo que se puede encontrar. La verdad es que da envidia que pueda haber esto a estas alturas. Ojalá hubiera tenido algo así para aprender cuando era joven.

A propósito de las mujeres  de Natalia Ginzburg, antología de relatos de la autora italiana que vuelve a demostrar lo bien que escribía; una cosa buena de las efemérides es, desde luego, la posibilidad de darla a conocer y se está cumpliendo a la perfección.

Las aventuras agrícolas de un cockney  de Virginia Woolf, dos historias muy tempranas de una joven Woolf; sinceramente, esto es más para completistas de la autora, los dos relatos se dejan leer pero no aportan mucho más que no se supiera.

Bitch planet 1 de Kelly Sue DeConnick, me gusta siempre tener algún cómic a mano… y en esta ocasión me venía de perillas esta pasada. Una dixtopía bastante macarra que juega con muchos factores relacionados con el feminismo, racismo, etc. y que, más allá de ello, es un gran cómic y bastante bien dibujado.

La visión, Vol.1: Visiones del futuro y Vol.2: Poco mejor que una bestia  de Tom King, impresionante propuesta, se me había quedado en el plumero y encontrarla ha sido impactante; la historia que propone  el autor Tom King profundiza en la identidad del sintozoide convirtiéndolo en un método para indagar en su construcción de la identidad individual y social de cualquier individuo y, este caso, reflexionar sobre el papel de las inteligencias artificiales.

Un mal principio de Lemony Snicket, las originales aventuras de los hermanos Badelaure vuelven a vivir una reedición; aprovechando la realización de la serie en Netflix, en Montena (el sello infantil-juvenil de PRMH) han decidido empezar a sacar de nuevo todas sus historias que, principalmente, se caracterizan por acercarse de una manera diferente a la habitual.

El unicornio de Iris Murdoch, tengo pendiente escribir de una vez algo sobre ella. O sea que toca esperar hasta que llegue dicho momento. 

La habitación de los reptiles  de Lemony Snicket, segunda entrega prácticamente sacada al mismo tiempo que la primera. Basta decir que mantiene un nivel suficientemente alto para seguir disfrutando. De cabeza a por ella.

Los Vengadores Costa Oeste Vol.4: El ataque del Zodíaco  de Steve Englehart y Al Milgrom, continúan las aventuras del grupo liderado por el arquero, continúa la diversión salpicada de alguna reflexión interesante de tipo ético, sobre todo las consecuencias de la decisión de Pájaro Burlón.

Black Panther: A nation under our feet  Vol. 1 y Vol.2 de Ta-Nehisi Coates, esperaba mucho de Coates en esta nueva encarnación de Pantera Negra y… sinceramente… me ha dejado un poco frío el resultado final. Me da la impresión de haber leído este tipo de aventura muchas veces y, desgraciadamente, contado de mejor forma. No me añade nada nuevo y, peor aún, me aburrió en algunos momentos, incluso algo peor: no me causa ninguna impresión.

Houston, yo soy el problema de Óscar García Sierra, tras sucesivas recomendaciones por tuiter me atreví a acercarme al libro del escritor español y tengo que reconocer que la experiencia ha sido muy agradable. La propuesta de Óscar García Sierra es muy original al juntar referencias actuales y hacer poesía con ellas. La única pega que le puedo encontrar es que, al estar tan anclada en ellas, puede envejecer demasiado deprisa. Aun así, vale la pena disfrutarlo.

Las ratas de James Herbert, me fui de casa rural y lo que más me apetecía era el terror, este libro fue mi primera elección, todo un clásico británico de las novelas de bichos, centrándose en este caso en unas ratas hambrientas de un tamaño descomunal, encantadoras. Sigue un desarrollo clásico y predecible pero, igualmente, se lee muy bien ya que mantiene la tensión de los protagonistas cuando luchan con los bichines. Toda una declaración de intenciones  de la nueva editorial de terror Biblioteca de Carfax.

Los sauces de Algernon Blackwood, otro relato de corte clásico excepcional es el que nos trae por primera vez Hermida Editores al recuperar este texto del gran escritor inglés. Todo una fabulosa muestra de cómo se crea un ambiente claustrofóbico que rodea toda la narración y a sus protagonistas. No hace falta muchas veces que sea un terror palpable, hay más miedo en lo indefinido potencial.

Escuela de sangre de Sebastian Fitzek,  escrito bajo el pseudónimo del escritor alemán Max Rhode, esta propuesta de terror es totalmente distinta a lo que dice la sinopsis argumental; caso curioso en el que el lector potencial puede sentirse engañado al esperar otra cosa. Me gusta más lo que no se cuenta que lo que se contaba, ya que parte de un hecho sobrenatural que desencadena lo que se dice en la sinopsis, no pasará a la historia pero es, por lo menos entretenido.

Histopía de David Means, gratísima sorpresa con un libro que, en un principio, no pretendía leer y que, finalmente, tuve que recomendar para mi selección de Canino del día del libro uno de esos ejemplos en los que el “cómo” es más importante que el “qué” (nuevamente la guerra de Vietnam).

Mujer en punto cero de Nawal El-Saadawi, me habría gustado escribir algo más sobre esta fantástica novela, vale la pena acercarse a ella ya que la egipcia utiliza la ficción para mostrarnos la vida de Firdaus, una vida llena de abusos que puede encuadrarse, sin problemas en la realidad, como si de un ensayo se tratase. Es corta pero intensa y de gran dureza pero siempre clarificadora.

La dama desaparece de Ethel Lina White, maravillosa recuperación de Alba en su sello Rara Avis que recomendé sin dudar en Canino  y que hará las delicias de todo aficionado al género policíaco y al suspense.  No me extraña que Hitchcock la cogiera como idea para una de sus películas, es un thriller donde lo psicológico tiene una importancia primordial sobre la investigación y está muy bien dosificada a nivel de tensión.

Gorda de Moyoco Anno, buen cómic este realizado por Moyoco  Anno en el que se presenta una de las obsesiones actuales: la gordura. Una obsesión que suele minar la confianza de las personas y, sobre todo, su amor propio. La forma en que se presenta y el dibujo “feísta” (aunque muy expresivo) ayudan a entrar en el tema y comprender aún mejor un tema que preocupa a toda la sociedad, no solo la japonesa.

Magia Cruda de Paul Alexander, se está dilatando en el tiempo la reseña de esta fantástica biografía, pero prometo que llegará en algún momento. Atentos a este blog.

Piercing de Ryu Murakami, ahora puedo decir que me gusta Murakami, el “otro” Murakami, Ryu. Esta novela es fascinante… qué manejo de la potencialidad, de aquello que puede ocurrir. Qué personajes. Qué lástima que sea tan corta.

En el medio de la muerte de Lawrence Block, parece que, todavía, RBA conserva los derechos de Block en España, uno de los pocos que le quedan. (Momento de nostalgia para recordar la fenecida colección de novela negra). Lo extraño es que este volumen es el tercero de la saga de Scudder y han salido unos cuantos posteriores y resulta difícil encuadrar el momento del investigador. Además, siendo una novela primeriza, estando bien, pierde un poco con la comparación. Independientemente de todo esto, es una buena novela, porque Block es un gran novelista policíaco pero, si alguien lo descubre con este título que no se lleve a engaños, no es lo mejor ni de broma.

Canción dulce de Leïla Slimani, leo pocos autores franceses, de ahí que tuviera reticencias con esta novela inicialmente; menos mal que me tiré a la piscina porque la propuesta es muy interesante, en efecto se produce un crimen (de gravedad, se trata de niños), pero no importa tanto la investigación como la forma en que se ha llegado al crimen. Hay una indagación por parte de la autora de los motivos  que pueden causarlo desde el punto de vista psicológico así como la parte relativa a la sociedad. Es otro punto de vista, y enriquece lo habitual.

Alfa, Bravo, Charlie, Delta de Stephanie Vaughn, la única recopilación de relatos de la autora es un buen ejemplo de cómo mostrar, a través de cuentos, las preocupaciones de la época en la sociedad estadounidense.

Laura de Vera Caspary, clasicazo policíaco donde los haya. Sin complejos, una historia con sabor negro.

El ventanal de Lemony Snicket, ¡viva Lemony Snicket! ¿Lo he dicho antes?

El señor de las muñecas y otros cuentos de terror de Joyce Carol Oates, de este va a haber reseña, es un libro de relatos excepcional, nuevamente, este año dos libros de la autora y a cuál mejor. Es difícil escoger uno de ellos.

Cáscara de nuez de Ian McEwan, McEwan haciendo lo que más le gusta, ser él mismo. La excusa de utilizar un narrador diferente es un simple pretexto para incorporar sus ironías y reírse un poco de todo. Además incorpora una cierta trama policíaca y, como de costumbre, resulta muy entretenido. No es lo mejor, pero es divertido.

Amor libre de Ali Smith, nuevamente Gatopardo dando en el clavo, me ha convencido bastante esta recopilación de cuentos de la escocesa. Visiones distintas del manido tema del amor realizadas con mucha delicadeza, humor y buen gusto.

Los cinco y yo de Antonio Orejudo, me encanta Orejudo, es uno de mis escritores españoles favoritos pero, sin duda, esta es su peor novela con diferencia. Sobre todo si piensas en las primeras, como la excepcional Fabulosas narraciones por historias (enlace a reseña) de la que hablé aquí con no pocos elogios.  De todos modos, si solo fuera eso… pero no, noto al autor quemado, desencantado, decepcionado con la literatura, con el propio hecho de escribir y eso, de verdad, me apena. Espero que solo sea un bache.

El otro hombre de Hugh Walpole, bien por Defausta que se lanzan a una nueva colección de novela negra y empiezan con dos obras curiosas. Esta de aquí es el primer título y, aunque no es una investigación propiamente dicha, se agradece que aparezca una novela del autor por aquí.

Los casos del detective Kogoro Akechi de Edogawa Rampo, tengo pendiente reseña y puede que algo más. Atentos al blog.

Guardianes de la Galaxia: Vengadores Cósmicos de Brian Michael Bendis, entretenida recopilación (y voluminosa) que pretendió lanzar en su momento a los Guardianes de la Galaxia gracias al (inesperado) éxito de la primera película. No está más desde luego, pero no es lo mejor de Bendis que, desgraciadamente, es muy reconocible por sus tics.

El perro espectral: investigadores de lo oculto de Alice Askew y otros, excelente recopilación reunida por Arellano para su Biblioteca del laberinto. Empieza flojo pero van mejorando los relatos (cronológicamente) mostrando muchas facetas y muy variadas de diferentes investigadores de lo paranormal. Da gusto encontrar un libro tan distinto y entretenido.

Black panther: A nation under our feet. Book 3 de Ta-Nehisi Coates, me temo que tengo que seguir hablando de las mismas sensaciones que tuve con los dos primeros volúmenes, y eso significa que ya toca abandonarla. Mala suerte.

Ultimate Spiderman HC vol1 de Brian Michael Bendis, me acuerdo cuando se lanzó el sello Ultimate en Marvel, la idea era montar nuevas colecciones de los héroes más emblemáticos partiendo desde cero y así evitar todas las cargas de la continuidad a la hora de buscar nuevos lectores; la idea era divertida y tuvo dos puntas de lanza evidentes. Una fueron los impactantes Ultimates, unos vengadores de nivel extremo dibujados por el increíble Bryan Hitch y guionizadas por Mark Millar que buscaban “hacerlos adultos” (tacos, violencia..) pero que, independientemente de los postureos, ofrecían historias muy entretenidas y espectacularmente dibujadas. El otro buque insignia fue, sin lugar a dudas, el Ultimate Spiderman de Bendis y Bagley, revisándolo tras varios años sigue funcionando a la perfección: Historias dinámicas, divertidas, juveniles, llenas de acción, diálogos más comedidos de Bendis y un tratamiento idóneo del conflicto juvenil. El dibujo de Bagley era perfecto para hacer buenas escenas de acción y se acercaba a la caricatura. La mezcla es consistente y no decae durante estas primeras 300 páginas, ¡qué divertido!

Y eso es todo, no he contado el número de libros pero ha sido cuantioso. El caso es que he disfrutado mucho.

A continuación os pongo las fotos de las #carretillas de esos meses que conseguí (como siempre) en La Sombra, mi librería y libreros favoritos.

Y eso es todo… más de 3000 palabras, hay que cortar ya.

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

La sonámbula y más relatos inquietantes de Marie Luise Kaschnitz. Renovada inquietud

Un 30 de octubre del 2015 salía publicada mi crítica al primer libro de la autora austriaca que publicaba la siempre interesante Hoja de lata, fue mi primera crítica en Canino y una apuesta por todo lo alto. Los cuentos que se incluían en dicha antología transitaban caminos inesperados que, finalmente, han tenido continuidad.

Después de un año y medio, los editores han sacado una segunda edición del título anteriormente mencionado y han podido sacar una nueva antología de Marie Luise Kaschnitz con el título La sonámbula y más relatos inquietantes;  es uno de esos casos en los que estoy más orgulloso ya que, de alguna manera, he contribuido a su difusión y ha habido confirmación de mis expectativas por el público.

¿Y qué nos ofrece este nuevo libro?

Afortunadamente otros doce momentos gozosos, en forma de inquietud/turbación.

En aquella crítica, utilicé turbación o inquietud en vez de los típicos términos usados para describir la literatura de terror debido a que, como otras autores van explorando, estas historias no buscan el susto fácil, al contrario, establecen situaciones en las que se van introduciendo elementos que nos causan incomodidad; me encanta recordar al hilo de esto la frase del epílogo del anterior libro del traductor y editor Santiago Martín Arnedo: 

“No es la suya una literatura de entretenimiento, de fantasía. No le interesa tanto explorar nuevos niveles de realidad como de iluminar zonas oscuras, investigar en el problema de la identidad, sacar a la luz los miedos y los sinsentidos en los que a veces estamos enredados, y la fantasía es un medio al servicio de este autoconocimiento. El conocimiento de algún modo nos hace ver todo de otra forma. Y al final del relato descubrimos que hemos profundizado un poco más en nuestra misteriosa condición de humanos.”

Su utilización de la fantasía es muy aplicada a la realidad, su objetivo último es que investiguemos sobre nosotros y lo que pasa, discernir lo más oculto de nuestra vida y la de los demás. Esta reflexión aplica a la perfección de nuevo a los relatos escogidos en esta ocasión; se le puede echar un vistazo a este fragmento de “La brizna de paja.”

“Todavía reina una calma tensa y de pronto le llega intensamente el aroma de los miles de arbustos del lugar, invisibles, dulces como la miel, amargos como la berza, y en esta quietud y esta intensidad aromática, el niño se desploma como un muñeco al que se le estuviera desparramando el serrín. Es imposible de concebir, se podría pensar que ha sido solo la mirada de Rosie, seguramente terrible, un instinto primigenio ha debido despertar en el interior del chico, el instinto de defensa, del mismo modo que antes había surgido el instinto de codicia en sus súplicas y en sus balbuceos y en sus últimas muecas embravecidas. Todo es novedoso, todo ha surgido por primera vez en esta tarde calurosa y radiante, experiencias desnudas, inéditas, el apego a la vida, el ansia y la vergüenza, estos chicos, El despertar de la primavera, pero sin amor, tan solo anhelo y temor.”

Me gusta mucho por su capacidad (muy viva) de mostrar una escena real mediante un uso acusado de adjetivos, encontramos la familiaridad y, sin embargo, se rompe en pedazos porque todo es nuevo y acaba en “anhelo y temor.” Ese momento hace que nos inquietemos y nos sintamos más incómodos, como es el caso de este otro texto de “La sonámbula”:

“Resultaba un alegre cuadro, al que la sonámbula se entregó con embelesamiento. Pero pronto se hizo evidente que no era el mejor momento para embelesarse inconscientemente. Pues apenas había entrado en la tienda, lo invisible se mostró de nuevo.

¿Qué ve usted?, preguntó.

Pescado, dijo la sonámbula con lago de candidez.

¿Qué clase de pescado?

La sonámbula se fijó en los ojos de los pescados y descubrió que parecían lagos de cráter entre collados cenagosos o platos de nácar en cuyo interior refulgían granos negros. Y entonces percibió en todos estos ojos algo de la inexorabilidad de la muerte violenta y algo de la terrible estupidez de las criaturas que no son capaces de mirar el futuro ni de atemorizarse.” 

No es solo que aparezca un elemento invisible, lo que de verdad me vuelve loco es la comparación de los ojos de los pescados (“lagos de cráter entre collados cenagosos…”), impactante, y cómo luego aprovecha ese símil para hablar de algo relacionado con lo que vivimos, en este caso de la “inexorabilidad de una muerte violenta” o de la incapacidad de muchas personas para mirar más adelante. 

Uno de los cuentos más logrados rompe un poco las reglas establecidas narrativamente en los anteriores, en “Historia de un barco” (de forma parecida a “Sueños de Jennifer”, incluido en la anterior entrega) utiliza un diario que, progresivamente, va mostrando elementos más bizarros, en un continuo crescendo que acaba con un final al estilo de Poe, con un fuerte efecto final: 

“Tal y como don Miguel ya había sospechado, las fotografías no acompañaban a los folios. En la quinta hoja que cogió, ya algo desanimado, Viola había registrado las cosas más extrañas, como el hecho de que en su barco fuera sencillamente imposible fijar la fecha, la hora o la posición. Todos los relojes, escribió ella, continuamente se retrasan o se adelantan, de camino al almuerzo pueden ser las doce y de vuelta al camarote pueden ser las cinco de la tarde. En el salón hay un almanaque que unas veces muestra un día perteneciente a un pasado lejano y otras veces un día del futuro más lejano. La banderita que debería indicar nuestra posición actual sobre el mapa del océano está ahora sobre los mares del polo norte, lo cual no puede ser otra cosa que una broma del oficial encargado de ubicar dicha banderita. Lo más sorprendente es la prensa de a bordo, que un día informa sobre acontecimientos del siglo pasado, y al día siguiente sobre las fiestas de recepción que han tenido lugar en Venus.”

Otro cuento estupendo (“Persona enigmática”) plantea, en un momento de su narración, una situación conocida, el momento de antes de dormirse, pero consigue darle la vuelta para mostrar un momento en el que la protagonista supera su miedo para entrar en un mundo de fantasía en la que ella es la reina; todo ello va muy unido a la necesidad de tener un refugio ante la existencia, ese lugar imaginario es un lugar seguro, un lugar necesario para luchar contra la adversidad:

“Me gusta leer un poco, respondí inocentemente.

No me refiero a eso, respondió con severidad la desconocida. Me refiero al momento en que apaga la luz.

Me pongo a pensar, dije yo.

Ajá, pensar, dijo la desconocida, y dejó caer la cabeza despectivamente hacia atrás. Eso no es nada.

¿Y  qué hace usted en ese tiempo?, pregunté con curiosidad.

Cuando era niña, respondió la desconocida rápidamente, nos permitían dejar abierta la puerta del dormitorio, la que daba al cuarto de al lado, hasta que nos durmiésemos, y un rayo de luz tenue se deslizaba hasta nosotros.  Mientras mis hermanos cerraban valientemente los ojos, comenzaba para mí, justo en ese preciso instante, propiamente la vida. Retiraba la colcha y me escurría bajo la sábana, que ahora albergaba, como una amplia tienda de campaña, diversos espacios con figuras y misterios. En este palacio encantado yo era la señora, en tal paisaje lunar yo era como una diosa extasiada…”

Ese lugar puede ser imaginario o puede ser, simplemente, la capacidad para superar los reveses que, inevitablemente, surgen a lo largo de nuestro devenir diario. Descubrir a Marie Luise Kaschnitz es descubrirse a sí mismo y descubrir a los demás, y todo ello gracias a la literatura, al poder indefinible de las letras, de los cuentos de la autora austríaca.

Los textos provienen de la traducción de Santiago Martín Arnedo de La sonámbula y más relatos inquietantes de Marie Luise Kaschnitz para Hoja de Lata.

Fajas Mayo 2017. Lo siguiente

Me está costando actualizar contenidos (por diferentes motivos, algunos más difícil de explicar que otros) y ya llega el momento de ponerse en marcha, de hecho, este post lo tenía previsto para abril y se me ha ido retrasando. Empiezo con un texto de fajas en el que, al fin y al cabo, el trabajo está casi hecho: las fajas las diseñan en las editoriales y siempre ofrecen nuevas posibilidades.

1 ª Quiero empezar por un faja que me gusta, que luego no se diga que sólo pongo fallos. Es la que aparece con el libro que ha sacado Impedimenta con Los casos de Horace Rumpole, abogado del no tan conocido John Mortimer (a pesar de su publicación hace unos años en Libros del asteroide con su excepcional Un paraíso inalcanzable); la faja es muy sobria en este sentido, tres partes muy diferenciadas y que aclaran al posible comprador lo que se puede encontrar en este libro. En primer lugar el nombre en letras mayúsculas grandes, al lado la típica frase donde se resaltan dos (o tres) factores que la identifican: “clásico” “ficción judicial” “más divertidas sagas”; el tercer elemento es una frase dicha por alguien famoso, en este caso la elección es una cita de la gran P.D. James “Como Jeeves y Sherlock Holmes, Rumpole es ya un personaje inmortal”, así tenemos ligado al protagonista con dos personajes famosos de la ficción y al mismo tiempo a dos de las categorías que antes habían sido mencionadas (humor y detectives). Me encanta, no hace falta más.

2ª Entre las fajas más irrelevantes de los últimos tiempos encontramos la que han puesto en RBA a la novela de Ruth Ware En un bosque muy oscuro, más que una faja, parece una continuación del título, “alguien va a casarse, alguien va a morir….”, a partir de aquí podemos añadir los “alguien” que queramos… “alguien va a investigar la muerte” “alguien va a cocinar” “alguien se va a enamorar”… en fin, siendo una policíaca parece que no nos brinda una información demasiado útil o diferencial.

Salamandra viene por partida doble en esta entrega, dejo la mejor para el final; mientras me voy a centrar en una faja que me despierta sentimientos encontrados, por un lado, tenemos un color llamativo, amarillo, que resalta sobre la portada naranja de la ópera prima de Yaa Gyasi Volver a Casa; en esta ocasión se han decidido por una sola frase del Lire con una peculiar clasificación entre los libros que emocionan y educan y los “valiosos” que nos hacen comprender “este mundo extraño”. Me temo que el lector que se lea toda la frase, quizá demasiado larga y sin resaltar nada en especial, puede salir “espantado” ya que, muchas veces se busca que los libros emocionen y eduquen…  Es decir, lo que intenta vender puede atraer a algunos pero a otros los rechazará. Curiosa elección en este caso.

4ª En este caso voy a poner dos fajas, una de una obra nacional y otra foránea que utilizan la misma táctica pero con matices distintos. Por un lado tenemos la nueva novela de Luís Mateo Díez utilizando el ya manido recurso de los premios que se ha llevado al que le suma la inexplicable irrelevancia de su pertenencia a la Real Academia Española (ya estoy viendo la próxima novela de Reverte con el mismo uso… ains) como si fuera definitivo a la hora de comprar un libro. La frase final que cierra la faja es gloriosa, una boutade de lujo “El más genuino heredero de Cervantes en nuestro tiempo” por parte de un crítico de El cultural.  Si Cervantes levantara la cabeza… Por otra parte, no estoy seguro de lo que le puede decir esta frase a un posible comprador, sobre todo teniendo en cuenta el montón de gente que considera El Quijote un “petardo infumable”. O quieren limitar el público potencial o, definitivamente, se han equivocado en la estrategia.

La segunda faja que entraría en esta categoría es la de El simpatizante de Viet Thanh Nguyen, sencillísima en su concepción, excesiva en su realización. Aparecen todos los premios que ha recibido, uno tras otro y dónde ha aparecido como mejor libro el año pasado…. Abrumadora demostración que podría bien inventarse porque nadie va a comprobar si ha recibido tantos premios. El único objetivo es decir: “mira en cuántos sitios ha sido considerada la mejor novela del año pasado además del Pulitzer…¿te la vas a perder?”. Sólo les ha faltado poner al final unos puntos suspensivos y las palabras Y MUCHOS MÁS!

5ª La maravillosa cuenta de twitter Eslosiguiente está acometiendo la difícil labor de enriquecer el vocabulario de los hispanohablantes que han optado por utilizar el recurso, (expresivo) pero empobrecedor hasta la náusea, de utilizar lo siguiente en vez de buscar un superlativo adecuado. Su cuenta es un lujo porque consiguen dar opciones creativas con grandísima educación, vale la pena seguirles.  Ellos me alertaron sobre la última infamia en nuestras fajas, esta vez perpetrada por Salamandra al hilo de la última novela de Manzini Sol de Mayo: “El subjefe Rocco Schiavone ¿Políticamente incorrecto? No, lo siguiente.” Por favor, que una editorial se muestre tan pobre en el uso de nuestro vocabulario me llena de tristeza. Con lo fácil que es preguntarles a nuestros amigos y que nos contesten, como siempre, de manera tan ingeniosa:

Siempre elocuentes.

Espero que os haya gustado esta entrega.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Mi individualismo y otros ensayos de Natsume Sōseki. Profundizar con el ensayo

Diez años llevan en Satori Ediciones acercándonos a la cultura nipona de la mejor manera posible: trayéndonos las obras emblemáticas de los/as grandes escritores/as japonesas. Coincidiendo con esta efemérides se cumple el 150 aniversario del nacimiento de Natsume Sōseki, todo un paradigma de lo que supone su cultura. Afortunadamente, su obra ficcional está siendo publicada por diferentes editoriales con cierta asiduidad, de ahí que hayan decidido centrarse en faceta ensayística, menos conocida, pero imprescindible para comprender lo poliédrico que era el autor.

En este libro se recogen cuatro ensayos, destacando especialmente el que le da el título, su obra más conocida en esta faceta, una obra que “marcó un punto de inflexión en la evolución del pensamiento japonés de comienzos del siglo XX e hizo germinar una nueva intelectualidad japonesa cimentada en la libertad individual y una mentalidad progresista.”  A pesar de la brevedad, la edición es un lujo, gracias sobre todo a la fabulosa traducción, notas y epílogo de Kayoko Takagi. Y lo es porque consigue introducir el contexto de una época, la Meiji, que, a estas alturas, nos queda un poco lejos a los potenciales lectores. El epílogo es ejemplar, ya que consigue explicar las pocas dudas que te hubieran quedado de los cuatro ensayos. Teniendo en cuenta esto, es difícil introducir ideas que no vaya a encontrar ya esbozadas, de ahí que me centré en algunos puntos que me han llamado la atención.

Por ejemplo, el prólogo de Carlos Martínez Shaw funciona a la perfección como introducción ya que presenta, precisamente esta faceta menos conocida del autor para, a continuación sacar los elementos comunes a las cuatro conferencias (1911), dos rasgos principales:

Su enraizamiento en los grandes dilemas generados  en Japón por la revolución Meiji (Modernización frente a mantenimiento de los valores del pasado, occidentalización frente a fidelidad para con las tradiciones autóctonas, derechos de los individuos frente a obligaciones impuestas por un estado fuertemente imbuido de nacionalismo y aun de belicismo expansionista) y su inteligencia para convertir estas cuestiones que responden a planteamientos de un tiempo y un lugar en una línea de pensamiento que va más allá de esta cronología y esta geografía concretas para hablarle al hombre de los tiempos venideros y alcanzar una dimensión universal.”

Una vez leídos los ensayos puedo confirmar esta percepción, reflejan muchos de los grandes dilemas que preocupan en la época y se adelantaban en cuanto a su marco temporal-geográfico, llegando a una universalidad que, al mismo tiempo, ayudaba a la sociedad japonesa a abrir sus puntos de mira más allá de sus fronteras. Buena muestra de ello es el primer ensayo en el que desgrana el significado de “kaika” (apertura y progreso), o el segundo de ellos en el que desarrolla los conceptos de forma y contenido para ponderar la importancia de la experimentación frente a “idealismos vacuos”, a veces contrarios a la naturaleza humana. O, el maravilloso Mi individualismo que sorprenderá a más de uno por, precisamente, resaltar la proyección social del individuo y la necesidad de “respetar la libertad de los demás al tiempo que se defiende la propia o la posibilidad de cohonestar la (prioritaria) autoexigencia personal con otros valores respetables como el servicio a la nación.” 

Yendo a los textos propiamente dichos, me gustaría comentar el siguiente extracto en el que demuestra facetas de su personalidad que, quizá, no eran discernibles en sus obras de ficción:

Para empezar, dicho título no es demasiado sugerente y el contenido tampoco parece atractivo. Hablo de vez en cuando, presentando ponencias en los congresos académicos a los que me invitan. Sin embargo, no tengo experiencia en hablar delante de un público variado, es decir, de gente con diferentes ocupaciones. Además, generalmente no me invitan a este tipo de actividad y, aunque me inviten, yo no acepto. La razón es que no me veo capacitado para hablar a un grupo de gente con diversos intereses y profesiones de un tema que pueda satisfacer a todos, siendo mi campo de estudio e interés bastante limitado. Por esta razón, intento evitarlo a ser posible, pero cuando, como hoy, no puedo rehusar la invitación, procuro elegir algún tema relaciona con la sociedad que pueda ser de provecho para todo tipo de personas. A pesar de ello, como cosa natural, mi modo de analizar la sociedad o de observar al ser humano también se contamina por lo que he estudiado e investigado hasta ahora y se inclina hacia una dirección de mi gusto.” 

Sorprende su educación, más todavía si hablamos de tiempos actuales, tal educación le lleva presentarse como casi una persona más, humilde, incapaz en muchas ocasiones de presentar algo que sea del interés de todo su público. Por si fuera poco, no elude su responsabilidad y, desde luego, no habla de manera dogmática, reconoce que su gusto es parte de lo que va a contar pero no está hablando de verdades absolutas e irrefutables, sino polarizadas por su experiencia. En su infinita educación, consigue romper el hielo y, además mostrarse especialmente cercano a los que le van a escuchar.

Natsume Sōseki es excepcionalmente didáctico, explica ideas más o menos complejas con elementos sencillos fácilmente comprensibles para la mayoría del público potencial, el texto siguiente es buena muestra de este didactismo:

Imaginen que tenemos un plano y que si se cruza otro plano tenemos que mostrar esa relación con los ángulos que se producen entre los dos planos. No se trata de decir cuál de los planos es más alto o más bajo. Pueden ser de treinta grados o de sesenta grados. Está tan claro que no hace falta explicar o preguntar más. Sin embargo, aun en esta situación, es una pena observar a la gente que pregunta cuál está más alto o más bajo, como si los planos fueran paralelos.” 

Parece mentira que luego utilice esta comparación para definir los conflictos entre las personas, mucho más complejos por no tener todos los elementos necesarios como para juzgarlos. Pero hay que reconocer que partir de lo sencillo para explicar algo más complejo es la mejor forma de hacerse entender. Es un método que el escritor utiliza en varias ocasiones y siempre con resultado muy satisfactorio en mi opinión.

Quiero terminar con el ensayo que da título a esta antología porque es paradigmático de su sapiencia y es un colofón maravilloso aplicable no solamente a su sociedad sino a la sociedad actual:

Sin embargo, al igual que uno decide, y su elección es respetada por la sociedad, sería lógico reconocer y respetar las tendencias de los otros. No me cabe ninguna duda de que esto es lo necesario y lo correcto. No es de recibo pensar que, como yo miro siempre a la derecha, no me agrada que el otro mire a la izquierda.” 

La palabra “respeto”, desgraciadamente, sigue sin estar de moda. Lo dijo el gran Natsume Sōseki pero no le hicimos caso.

Los textos provienen de la traducción (notas y epílogo) de Kayoko Takagi para Ediciones Satori.

La carrera por el segundo lugar de William Gaddis. Historia incompleta de la pianola

Nada más terminar de leer La carrera por el segundo lugar me vino a la cabeza la idea de que Gaddis no se sentía cómodo fuera de sus obras de ficción, como si el ensayo no fuera su medio de expresión. La publicación de estos ensayos (y textos de ocasión) de manera póstuma me reafirman en la idea de que el autor no estaba demasiado convencido en vida y la introducción y notas de Joseph Tabbi para esta edición aclaran ciertas ideas interesantes al respecto:

“Para Gaddis, la novela, en cuanto forma genérica, podía incluir cualquier cosa y, desde luego, era un buen medio para ejercer la crítica.” Dando este papel preponderante a la forma novelística, no creo que el ensayo le llamara demasiado como género, con la novela lo podía conseguir todo, lo que nos lleva al siguiente punto.

“[…] desarrolló algunos de los temas que aparecen en sus novelas en piezas escritas para la radio, revistas, ceremonias de entregas de premios, coloquios universitarios y una publicación académica. Incluso hay guiones de cine, tratamientos y discursos escritos para ejecutivos, todo de la época en que se ganaba la vida escribiendo para pequeñas empresas y corporaciones internacionales […] los ensayos y textos de ocasión están hechos, en muy buena medida, de retales de citas, no todas literarias; y, al igual que las obras de ficción de Gaddis, pueden leerse (o, mejor dicho, escucharse, como una partitura de varias voces.”  Dichos textos, en realidad, parece como si hubieran sido las semillas que generaron sus obras de ficción, más que escritos a propósito; es importante señalar igualmente su forma de gestarlos, como un continuo de citas que se sumaban a sus pensamientos y que, posiblemente, hicieran su concepción dificultosa para el autor. El propio Tabbi acaba reconociendo que “No todas las piezas son de primera categoría. Algunas nunca se publicaron, y hay unas pocas que no pasaron de ser borradores, meras notas para una intervención oral.”  Todo ello producto de lo que he dicho anteriormente y que sirve de argumentación para entender su lectura.

“Gaddis no había leído la obra de Benjamin sobre la mecanización y el arte cuando le pregunté por el tema en 1990, pero reconoció la “pertinencia” de Benjamin como un ejemplo más de convergencia, no de influencia.” Esto enlaza directamente con la obsesión de Gaddis por la pianola, esa historia incompleta de la que tenemos retazos en sus ensayos o en alguna de sus obras, pero de la que nunca sabremos enteramente lo que tenía pensado. El binomio mecanización-arte es, sin lugar a dudas, otro de los sellos de identidad del escritor.

4º “Gaddis, que estaba demasiado débil para asistir a la ceremonia (de recepción del Premio a la Trayectoria profesional que se le daría a Schnabel), elogió la obra de Schnabel por obligarnos a “mirar, y mirar de nuevo.” Este elogio deviene en una forma necesaria de interpretación de la compleja obra de William Gaddis, mirar de nuevo, una y otra vez, hasta poder discernir todo lo que nos quería transmitir.

Dicho lo anterior, esta recopilación de textos (que contiene ensayos, textos, discursos y homenajes) es, por la propia naturaleza de su creación, irregular, por momentos farragosa, pero, indudablemente, contiene destellos de la genialidad del autor que justifican su lectura. El ensayo homónimo, por ejemplo, es fantástico y recoge perlas como la siguiente al hilo de la unión entre tecnología y arte:

“La auténtica maravilla de nuestro complejo mundo tecnológico, dada la frustración que hay implícita en la ley de Murphy, no es que si algo puede salir mal, saldrá mal, sino que todavía haya algunas cosas que salgan bien.“

Especialmente ocurrente se mostró cuando tenía que recoger premios, impagable por ejemplo este texto cuando recibió el National Book Award por Jota Erre: 

“Debo decir que formo parte de esa estirpe en vías de extinción que piensa que los escritores deben leerle y no escucharse, y mucho menos verse. Creo que esto es porque en la actualidad parece haber una tendencia a colocar a la persona en el lugar de su obra, a convertir al artista creativo en un artista escénico, a considerar que lo que un escritor dice sobre la escritura es, en cierto modo, más válido, o más real, que su propia escritura.”

Me gusta especialmente el párrafo porque desvela varias facetas del autor: su aversión a la prensa y a ser una figura pública es ya conocida, a la manera de otros autores esquivos que consideraban que lo más interesante, lo que tienen que decir, está en sus libros, de ahí su incomodidad para ir a recoger un premio o tener que agradecerlo en público; parte de esta incomodidad viene igualmente de tener que expresarse mediante un ensayo, su medio era, sin lugar a dudas, la ficción. También porque la ficción la entendía como una extensión de su persona, de sus obsesiones, un proyecto de vida reflejado en todo lo que escribió. Todo se ordenaba con respecto a este fin.

No puedo terminar sin poner otro de los textos que más aparecerá en las reseñas/críticas que se hagan de estos ensayos y en el cuál se refiere a un crítico que comentó ciertos aspectos sobre su segunda novela:

“Recientemente, un grupo de críticos vanguardistas ha planteado la idea de que los libros deberían ser ilegibles. Este movimiento tiene ventajas evidentes. Al ser ilegible, un texto repele a los reseñistas, críticos, antólogos, académicos y otras formas parasitarias de vida.”. Y después sobre la idea de que cualquiera puede escribir un libro, añade: “¿Qué pasa entonces con el libro realmente ilegible? Sin duda esto parece estar alcance de cualquiera y sin embargo, no es así. Crear un texto ilegible, mantener este atractivo propósito a lo largo de 726 páginas, es algo que exige unas facultades poco corrientes. El señor Gaddis las tiene.”

Totalmente consciente de su estatus, Gaddis bromea sobre su ilegibilidad, una señal de identidad que se conserva en la actualidad; me siento privilegiado por haber disfrutado de todas sus obras (a falta de cartas 😉 y haberlas criticado todas en este humilde espacio virtual. Disfruto de sus momentos “ilegibles” porque, al final, me han llevado a momentos tremendamente lúcidos y, sobre todo, me he divertido descubriendo todas y cada una de sus obras.

El apéndice con el cuál finaliza esta recopilación lleva por título el Resumen del proyecto y notas sobre “Ágape se paga: la historia secreta de la pianola” y hay unas notas, hasta una cronología de la pianola hasta 1929, lástima que todo se quedará en retazos, me habría encantado descubrir la historia de la pianola que tenía en mente.

Para llenar este agujero no me va a quedar más remedio que leer sus cartas, necesito mi ración anual de Gaddis, bueno, también me quedan las relecturas. No parece un mal plan.

Los textos provienen de la traducción de Mariano Peyrou de La carrera por el segundo lugar de William Gaddis para Sexto Piso.

Resumen Enero 2017. Empezando tranquilo

Empieza un nuevo año, y empiezan algunas novedades, no demasiadas; el mes de enero suele ser de transición todavía, de ahí que aproveche para leer algunos de los libros que se han ido quedando en el tintero el año pasado. Tampoco suele ser un mes en el que lea con demasiada constancia, da la impresión de que estoy cansado por haber terminado una maratón y es cierto que es más adelante cuando cojo velocidad de crucero.

A pesar de todo esto, la cosecha ha sido bastante razonable, han caído unos cuantos y por lo menos mantengo un ritmo constante y seguro, ¡que entre la lista!

Frida de Benjamin Lacombe, es el típico libro con el que suelo empezar el año debido a las circunstancias de mis vacaciones navideñas (poco tiempo para leer y concentrarse); de ahí que escoja lecturas ligeras y normalmente asociadas a libros ilustrados como este caso; aquí gracias a las fantásticas ilustraciones de Benjamin Lacombe que, en esta ocasión, siguen estructuras de hasta tres niveles según pasas las hojas, sirven para mostrarnos la vida de artista de una manera tan vistosa como su propia obra. 

Pesadilla en rosa de John MacDonald,  segunda historia de Travis McGee que publican en Libros del Asteroide y que, sinceramente, está pasando bastante desapercibida entre los seguidores habituales de novela policíaca. Las historias del “otro MacDonald” pasan de puntillas por lo hardboiled para mostrarnos historias cargadas de mucha alma ya que implican emocionalmente más de lo habitual al protagonista… sobre todo teniendo en cuenta que es el segundo número de una longeva serie. Buenas historias, siempre apetecibles.

Lamú 2 de Rumiko Takahashi, este año me leeré poco a poco, como ya comenté en otro resumen, todo este Urusei Yatsura; a estas alturas no me acuerdo por qué me gustó esta entrega pero si recuerdo que tanto este número como el siguiente supusieron la consolidación de la autora en la forma de plantear las tramas. En el primer volumen todos los números era un one-shot y en estos aprovecha localizaciones o situaciones para crear arcos argumentales de dos, tres o cuatro episodios, por ejemplo, una visita en la playa sirve para hacer tres historias de la playa distintas. Otra de las características que se asientan en estos números tiene que ver con los secundarios. Un montón de personajes que se convertirán en los protagonistas de las historias independientemente de las interacciones entre Ataru y Lamú.

Lamú 3 de Rumiko Takahashi, aplica igualmente lo comentado en el anterior número.

El oráculo oculto (Las pruebas de Apolo 1) de Rick Riordan, salido directamente de la serie de Los Héroes del Olimpo, este spin-off que tiene a Apolo como protagonista es una oportunidad más para que Riordan nos venda historias tremendamente entretenidas con una buena base mitológica. Es indudable que el autor es un especialista en hacer ficción para jóvenes y además enseñar algo de historia y, en este caso, aprovecha además para utilizar un personaje bisexual, cosa nada habitual en este tipo de aventuras.

Prosa inmortal: Delirium de VVAA, me gusta la idea, utilizar un elemento que vertebre las historias de ficción creadas por diferentes autores sirve para fomentar la creatividad y obtener, por lo menos, algo distinto. Lógicamente, con esta premisa, es difícil que todas las propuestas sean interesantes, es muy irregular; a pesar de todo, recomiendo su lectura aunque, en esta ocasión el tema vertebrador sea el más difícil de interpretar. Uno tiene sus debilidades, me gusta especialmente el cambio de estilo de Javi Avilés; también he disfrutado muchísimo de mi querida Esther Miguel Trula en el ensayo que lo finaliza y que parece que da una consistencia final a todo el libro (espero que se atreva con la ficción algún día).

Cine-Bis de VVAA, sexta entrega ya…  y sigue en plena forma, es imposible  no encontrar un artículo que te haga tilín especialmente; en esta ocasión hay varios, el final del artículo que se inició en el número anterior sobre el slasher y el comienzo de un nuevo artículo referido a esos inconmensurables hermanos Marx; larga vida a Cine-Bis, una apuesta por los contenidos de calidad.

Lamú 4 de Rumiko Takahashi, no me voy a extender, siguen las aventuras y Rumiko Takahashi se atreve con todo, puede acertar más o menos, pero cuando acierta plenamente consigue que me ría a carcajadas.

Japón Fantástico: Siglo XXI de VVAA, está claro que, a lo mejor, es una alta pretensión intentar escribir sobre el siglo XXI cuando sólo han pasado poco más de 16 años; dada la corta extensión, tampoco se podía esperar un estudio en profundidad, sin embargo, a pesar de todo esto, los ensayos recogidos no están mal pensados y consiguen mostrar una idea bastante aproximada de lo que se ha hecho en Japón para empezar este siglo XXI. Habrá que esperar entregas futuras que complementen aún más una idea inicial bastante interesante como esta.

Entre el mundo y yo de Ta-Nehisi Coates, cuando uno acaba de leer un libro como este todo lo que piensas da un vuelco irremediable. Las palabras sinceridad y valentía son las primeras que vienen a mi cabeza pero están inevitablemente unidas a la frustración, esa desagradable sensación de ser consciente que, mucha gente, por haber nacido con un color de piel, está condenada a una existencia llena de desventajas. Más aún,  soy capaz de entender gracias a Coates lo que son privilegios de nacimiento sin verlo como una amenaza. Me encanta que sea capaz de transmitir sus miedos por su hijo, especialmente sin resultar sensiblero, con un planteamiento tremendamente inteligente. Un libro único, sin más.

La larga marcha de Stephen King, esta relectura me vuelve a traer a un King soberbio, uno de los mejores libros que ha escrito el autor como Richard Bachman y que, próximamente, comentaremos unos intrépidos reporteros en la siguiente entrega de la Kingpedia en Canino.

Diarios Completos de Sylvia Plath, prometí que este sería uno de los primeros libros para empezar el 2017 y ha sido así, no podía ser de otra manera. Me fascina la relación que tuvieron Plath y Hughes y, sobre todo, las obras que hicieron ambos. Estos diarios vienen a completar muchos de los momentos de la vida de Plath y sorprenden porque no los utilizó como meros registros de los momentos de su vida sino que registraban el proceso creador de la escritora, cómo pasaba por buenos y malos momentos creativos y la forma en que evolucionaban unos y otros. No hay morbo, sino mucha experimentación literaria. 

Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza, primera muestra que leo de la autora mejicana y, definitivamente, seguiré leyéndola, la autora consigue unir su exhaustiva búsqueda de documentación de tal forma que sirve para la escritura, es decir, más como medio que como un fin. Es lo opuesto a todos esos documentalistas que la gente confunde con escritores.

La carrera por el segundo lugar de William Gaddis, tarde o temprano aparecerá por aquí un artículo sobre este libro de ensayos póstumo de Mr Difficult.

El tenis como experiencia religiosa de David Foster Wallace, la épica victoria de Federer inspiró esta lectura y un artículo al que se puede acceder pinchando en el título. Uno nunca sabe qué puede desencadenar un texto.

Y eso es todo este mes.

PS: Se me olvidaba la última #carretilla de La sombra… ¡no puede faltar!

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Prosas reunidas de Wislawa Szymborska. Ocurrencias geniales

Es habitual que, cada cierto tiempo, realice un artículo con las novedades verdaderamente interesantes que se aproximan en los meses siguientes; en el artículo de comienzos de este año 2017 una de mis elecciones era, sin dudarlo, este Prosas reunidas de Wislawa Szymborska por méritos propios; en este artículo hablaba someramente sobre algunas de las características de su poesía e, igualmente, me extendía con su prosa gracias a sus Lecturas no obligatorias; es sobresaliente la forma en que afrontaba las reseñas de libros (y su poesía) fundamentada en su filosofía del no-saber, toda una doctrina de vida que viene de reconocer que no se sabe sobre algo para, a continuación, estudiarlo y ponerse con ello.

Antes de hablar sobre ella de nuevo, me veo en la obligación de aclarar las características de la edición que nos trae Malpaso, el título puede llevar a engaño a un potencial lector que puede esperar obras de prosa ficcional; sin embargo, estas prosas recogen todas sus lecturas no obligatorias, es decir, reseñas de libros (la mayoría de ellos polacos y bastante desconocidos); lo más curioso es que todas ellas fueron publicadas con anterioridad por la editorial Alfabia en tres volúmenes: Lecturas no obligatorias, Más lecturas no obligatorias y Siempre lecturas no obligatorias. Por lo tanto, este libro agrupa los tres volúmenes en uno, la traducción y prólogo son los mismos, de Manel Bellmunt Serrano; buena idea por parte de la editorial que aprovecha para poner un precio más competitivo comparado con comprar los tres anteriores.

El contenido es, lógicamente, maravilloso, como ya comenté en la reseña que he mencionado; si bien es cierto que en esta ocasión me he fijado en la capacidad que tiene de sorprendernos y de hacer interesantes (y divertidas) reseñas de obras de autores polacos que, posiblemente, no los veamos publicados por aquí nunca. He sido aún más consciente de la capacidad que tenía la autora de centrarse en aspectos que nunca me pasarían por la cabeza en la lectura de un libro; todo se explica mejor con un ejemplo, como cuando realiza la reseña de un libro de memorias del excepcional tenor italiano Beniamino Gigli.

En la primera parte de su reseña, Szymborska recalca cómo es la vida habitual de un cantante de ópera, yendo durante 40 años de una estación a un hotel, de un hotel a la ópera, de vuelta al hotel, etc. Las mismas preguntas de los periodistas, más o menos las mismas respuestas. De hecho acaba indicando:

La vida del cantante trascurrió en medio de un inmenso ningún sitio, perpetuo escenario de un mismo teatro que solo cambiaba de nombre.” 

Sin embargo, a continuación, con su característico ingenio, le da la vuelta a esta aparente monotonía, dándole un vuelco al lector que, evidentemente, no lo espera:

Las memorias de Beniamino son aburridas, pero es un aburrimiento en cierta manera fascinante” 

¿Puede ser fascinante el aburrimiento? Desde luego, en las manos de la escritora polaca tiene una explicación que argumenta a continuación resaltando en primer lugar la época en que vivió el cantante, desde el comienzo de la I Guerra Mundial hasta un poco después de la II. Tiempo convulso donde lo haya para la mayoría de los mortales y que, sin embargo, no tiene ninguna importancia para Gigli, bautizado por la escritora como “el primer memorialista para el que no existe la historia.” 

Un tenor que se preocupó únicamente de su diafragma y de que su voz sonara hermosa para el espectador. Una despreocupación que no le impidió cantar en ningún sitio, ni siquiera para un espectáculo de Hitler, no era fingida su extrañeza cuando se le reprochó esto último. La escritora utiliza entonces una metáfora manida pero que, en el contexto de lo que estamos leyendo, suena diferente, ciertamente hermosa:

Cantó cómo un pájaro posado sobre la rama de un árbol, ¿por qué iba a preocuparte un pajarillo de quién había a su lado?” 

El último giro no hace más que refrendar lo fascinante que resulta leer a alguien así, con la única pretensión de cantar bellamente, un personaje que, sin duda conoció a los grandes ogros de la época pero que no tiene reparos en reconocer lo poco que le aportaron:

No presté atención a ninguno de esos señores. Y además, ni siquiera tengo algo interesante que decir sobre ellos.” 

Estoy seguro de que la grandísima Szymborska escribía cada uno de sus textos con una sonrisa en la cara, una sonrisa dulce que, probablemente, se ensanchara cuando cerraba cada una de sus reseñas. Da la impresión que ese gesto se transmite en cada una de sus palabras, como si estuviera leyéndolas a nuestro lado.

Los textos provienen de la traducción de Manel Bellmunt Serrano  de Prosas reunidas de Wislawa Szymborska para la editorial Malpaso.

Escribir sobre deporte. Momentos Federer.

Imaginad artículos capaces de explicar el deporte, artículos que fueran capaces de mostrar las grandes gestas, en general, talentos individuales, juego en equipo y, sobre todo, que no se dejaran llevar de las típicas parcialidades. Si esto fuera así, veríamos portadas diversas, incluso podríamos haber visto en portada que Serena Williams ha sido capaz de ganar la desorbitada cantidad de 23 gran slams.

Hay que dejar de soñar, porque la realidad es más bien al contrario, los grandes diarios deportivos no se dedican más que a poner el fútbol en portada, centrado especialmente en Barcelona y Real Madrid… y alguna portada para el Atlético. Lo cierto es que al público no le gusta el deporte, le gusta solo ver ganar a sus favoritos y todo se convierte en un juego de rivalidad que enturbia cualquier juicio crítico. Te llaman antimadridista si dices que has disfrutado del último gol de Messi, no puede haber filtraciones, o te gusta todo lo que haga tu equipo o no eres un verdadero forofo. En este orden de cosas, casi todos los comentaristas deportivos se dedican a escribir “patochadas” llenas de “forofismo” en las que solo describen lo que ha sucedido sin mayor análisis. Es desangelante.

Y no será por oportunidades, la final del Open de Australia de este año 2017 fue calificada por varios medios como “vintage”. No era para menos, se volvía a reeditar el duelo clásico de los últimos años hasta la irrupción de Djokovic y Murray: Rafa Nadal contra Roger Federer. También es cierto que el duelo le encanta a los medios, entre otras cosas, porque el Head 2 Head de Nadal contra Federer es desorbitado a su favor. Sin lugar a dudas, puede ser considerado la bestia negra del suizo, con ningún otro tiene esa desventaja. De hecho, el duelo cerraba un círculo, el que se inició en el 2009, en aquella increíble final Roger Federer acabó llorando de frustración tras haberlo dado todo y darse cuenta de que era insuficiente ante la tenacidad y la resistencia del jugador español.

De ahí que la mayoría de los medios creyeran, no sin razón, que iba a ser otra oportunidad de que Nadal hiciera crecer su palmarés; yo mismo pensé que no iba a haber color en esta final por las características inherentes de ambos tenistas. La historia, sin embargo, nos demostró en este año 2017 que todo puede cambiar: un Roger Federer, de 35 años nada menos, fue capaz de cambiar el sentido de un quinto set y ganar al mallorquín donde siempre perdía. Un momento único sin lugar a dudas.

Nada más acabar la final, me acordé de un ensayo de David Foster Wallace (Recogido en El tenis como experiencia religiosa, con traducción de Javier Calvo) llamado Federer, en cuerpo y en lo otro, que aproveché para volver a leer. El mismo comienzo fue revelador:

“Casi todo el mundo que ama el tenis y sigue el circuito masculino por televisión ha vivido durante los últimos años eso que se puede denominar Momentos Federer. Se trata de una serie de ocasiones en que estás viendo jugar al joven suizo y se te queda la boca abierta y se te abren los ojos como platos y empiezas a hacer ruidos que provocan que venga corriendo tu cónyuge de la otra habitación para ver si estás bien. Los Momentos Federer resultan más intensos si has jugado lo bastante al tenis como para entender la imposibilidad de lo que acabas de verle hacer.”

Inmediatamente me acordé del punto más largo de la final, 26 golpes seguidos entre ambos que terminó con un golpe ganador de Roger Federer; no he practicado tenis, pero ese punto, en el contexto en que se encontraba (quinto set y casi siempre ganado en el pasado por el español) suponía todo un presagio además de producirme las mismas sensaciones que comenta Wallace. Esa increíble sensación de estar ante algo tan increíble como imposible (también me sucedió lo de los ruidos, mi mujer lo puede certificar).

El autor, tras desvelar un Momentos Federer que recordaba de un partido contra Agassi expone cuál es el objetivo de su ensayo, y ese objetivo va más allá de convencionalismos y, sobre todo partidismos por un tenista u otro:

“El presente artículo trata más bien de la experiencia de presenciar el juego de Federer y del contexto de esa experiencia. La tesis concreta que presento es que si nunca has visto jugar en directo a ese joven y de pronto lo ves, en persona, sobre la hierba sagrada de Wimbledon, primero durante el calor literalmente abrasador y luego bajo el viento y la lluvia que imperan en la quincena del torneo de 2006, entonces tienes todos los números de vivir lo que uno de los conductores del autobús de prensa describe como “una puñetera experiencia casi religiosa.” 

Lástima no haber podido vivir esa experiencia, ya que no he podido verlo en directo pero, gracias a lo que escribe el norteamericano soy aún más consciente de que no tengo ni idea de la velocidad que llevan las bolas, el poco tiempo que tienen los tenistas para darle ni de lo deprisa que son capaces de moverse. En este contexto, un súper campeón como Federer es, posiblemente, aún más rápido y potente pero con una característica añadida, “la impresión engañosa de serlo sin esfuerzo alguno.”

Me encanta cómo intenta luego explicar esta sensación que produce el tenista, y es especialmente impresionante la que él llama la explicación metafísica según la cual sería uno de esos privilegiados, “atletas sobrenaturales que parecen estar exentos, por lo menos en parte, de ciertas leyes de la física”, esta frase gloriosa emparenta directamente con otros deportistas de élite como Michael Jordan o Zinedine Zidane, el primero siempre parecía que duraba más en el aire que el resto, el segundo llevaba siempre el balón pegado al pie de manera absolutamente imposible. Como si hubieran nacido para practicar estos deportes, como si fueran capaces de practicarlo sin crispación, con un estilo único e irrepetible.

Esta facilidad innata, esta forma de entender el deporte y de practicarlo ha sido y será una tendencia que ha provocado una nueva forma de jugar, Wallace es consciente de esto y lo transmite a la perfección en el siguiente párrafo:

“De la misma forma enfática, empírica y dominante en que Lendl comunicó su lección, Roger Federer está demostrando que la velocidad y la fuerza del tenis profesional de hoy día son simplemente su esqueleto, no su carne. Él ha reencarnado, de forma tanto literal como figurada, el tenis masculino, y por primera vez en años el futuro de este deporte resulta impredecible.”

Los sucesores más recientes han intentado imponer su forma de hacer las cosas, tal es el caso de Murray o Djokovic pero, sin lugar a dudas, les falta bastante para suponer un hito como el que ha supuesto Federer para la historia. Qué suerte tenemos de haber vivido una época como esta.

Fajas Febrero 2017. No para la maquinaria

Empieza un nuevo año, y empiezan algunas novedades, no demasiadas, el mes de enero suele ser de transición todavía, aun así no puedo resistirme a ir poniendo las primeras fajas del año junto con un par del año pasado que tenía pendientes.

Precisamente, la primera va a ser una del año pasado, muy curiosa, salió con el libro Cómo ser Bill Murray de… ahí va… si no se ve el autor. En efecto, la editorial en cuestión no pensó que fuera necesario poner esa minucia y colocó la faja justo debajo para no tapar nada de la cara del que se refiere el libro: Bill Murray. Con un mensaje aún más claro, “EL LIBRO DEFINITIVO” y “Sobre el genio más imprevisible del planeta. “ El autor es Gavin Edwards. Probablemente esté bien.

La segunda faja del año pasado tuvo tal revuelo en redes sociales que la editorial en cuestión tuvo que retirarla por sus implicaciones. No voy a hacer más sangre, ya se habló mucho sobre ella. Se sacó a colación del centenario de Elena Garro y reunía machismo junto el típico name-dropping que no busca más que vender un libro que no siempre es cosa fácil, como bien saben los editores. Tiene que estar aquí, al fin y al cabo voy poniendo todos los ejemplos de lo que sucede.

Entrando en las que han salido este año, no pueden faltar las fajas dirigidas de Anagrama, empezando por los autores consagrados como es el caso de Jonathan Coe y su última novela El número 11. Me temo que han reunido todos los clichés habituales en estos casos. Normalmente suelen ir desde la parte cualitativa hasta la inevitable adicción/enganche y en esta ocasión vuelve a funcionar de esta manera. La frase grande en mayúsculas resalta la capacidad para hacer sátira divertida sobre lo político “UNA SÁTIRA CRUDA Y DESTERNILLANTE SOBRE EL DESENCANTO POLÍTICO”. En estos tiempos es necesario recordarnos que podemos reírnos de los políticos, ese es el mensaje principal. Las frases que vienen a continuación reúnen unas cuantas constantes:

dickensiana”… el adjetivo que todo el mundo conoce… sinónimo de una calidad popular. Podemos tomar un chupito cada vez que salga.

sátira sobre la situación del país” “Coe ha vuelto … en plena forma”… la segunda cita reafirma el mensaje de sátira, la otra frase se utiliza con frecuencia con aquellos autores que tienen ganado un estatus, no descarto algo clavado con el próximo de McEwan en febrero.

Sin duda una novela política”… por si no estaba claro desde la frase inicial.

Te atrapa y no te suelta”… clásico fajero para recalcar su adicción.

No salgo de Anagrama, quiero centrarme en un caso distinto, Gonzalo Torné saca su nueva novela, Años Felices, tenía curiosidad por la forma en que habrán diseñado su faja; el contexto es muy distinto, Torné es un autor español que no goza del éxito de otros best-sellers pero que tiene ganada una buena posición entre la crítica.

Tengo que reconocer que me parece una faja muy inteligente, me consta que Anagrama quiero cuidar al autor y aquí se empieza a notar. No hay frase inicial potente, son conscientes de que necesitan dar estabilidad, darle a conocer al público resaltando especialmente su calidad literaria. De ahí la primera frase, de un crítico reputado como es Ignacio Echevarría, “La narrativa española sólo muy raramente tiene oportunidad de asistir al surgimiento de un escritor de la categoría de Gonzalo Torné” , esto sirve para poner en perspectiva al lector potencial, no lo conozco pero ojo, Echevarría dice que “raramente” surge un autor de esta categoría.

A continuación hay que entrar en materia sobre el estilo, la frase de Gándara viene al pelo como introducción: “Valor, destreza y penetración en las almas de primera”. Especialmente importante me parece resaltar la segunda parte, algo que suele influir en un lector que busca dicha caracterización de los personajes.

El refuerzo de estilo se realiza con la frase de Ricardo Senabre: “Una prosa deslumbrante, una afilada inteligencia y una capacidad analítica fuera de lo común”. Todo suma para mostrarnos la gran calidad de su prosa sobre todo si se habla de las características del autor: “afilada inteligencia y capacidad analítica”.

Y si aún no lo tienes claro… la editorial recurre al típico namedropping que suele funcionar estupendamente para dar cuerpo a la sensación que estás teniendo. ¿A qué autores se puede parecer? La cita del Independent irlandés (prestigio internacional)  lo compara de una manera peculiar con Philip Roth y Knausgard para concluir que es un “maestro del tono”. Tengo que reconocer que encuentro más diferencias que semejanzas entre estos dos escritores, pero la mayoría de la gente sólo se va  a quedar con los dos nombres y eso es lo que interesa. Uno de ellos tiene sello Anagrama, por lo tanto no viene mal, posiblemente esa es la causa de la elección. Habrá que comprobar al lado de quién está.

Y para acabar, quiero terminar con la apuesta de Nova en ciencia ficción, el curiosísimo Estados Unidos de Japón de Peter Tieryas; la estrategia en este caso va por otro lado, en primer lugar se resalta (en letra mayúscula pero no destacada) de lo que trata la novela: “JAPÓN HA GANADO LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y GOBIERNA ESTADOS UNIDOS CON ROBOTS GIGANTES”, el lector sabe que estamos en una dixtopía y cómo se ha llegado allí.

A continuación tenemos una frase en mayúsculas en cinco filas que alterna tamaños, los mensajes destacados son definitivos, se imprimen en el cerebro según los lees:

DESLUMBRANTE NOVELA            deslumbrante es un clásico en toda faja

FINANCIAL TIMES                            medio de prestigio reconocido que la recomienda

ÉXITO DE VENTAS                            naturalmente es un éxito de ventas…..

JAPÓN                                                  … en Japón… claro… lógico que lo sea allí… ¿es una broma?

Seguro que cualquier lector tendrá claro si quiere comprarla, echo de menos las fajas con frases de Obama….

Esto es todo por ahora.

Prometo volver.

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

Adoptando una autora: Iris Murdoch

Antes de preparar esta entrada estaba leyendo los diarios completos de Sylvia Plath cuando me encontré con la siguiente cita:

La estructura increíblemente compleja e irrefutable de las novelas de Iris Murdoch: la capacidad para perfilar a los personajes, sus pensamientos y observaciones, este, aquel, y sacarlo todo a la luz. También sus atmósferas, siempre bien conseguidas, siempre luminosas. Las palabras que usa: “iridiscente”, “radiante”, “diáfano”, etc.” 

Me ha hecho gracia comprobar cómo mis propias lecturas me llevan a un fin, en este caso ponerme de una vez con la autora que he adoptado para este año. Al menos con una entrada introductoria, luego llegarán sus obras. Y me sirve de introducción a sus temas, se puede comprobar de primera mano que Plath quedó bastante alucinada con la estructura de las novelas, sus atmósferas, la forma de perfilar los personajes e, incluso, su elección de vocabulario. Gracias su Wikipedia en inglés empiezo a desgranar al personaje:

Apuntes biográficos 

Dame Jean Iris Murdoch (15 July 1919 – 8 February 1999) nació en Phibsborough, Dublin, (Ireland), hija de Irene Alice y Wills John Hughes Murdoch. Su padre,  en 1915, se alistó  como soldado  y sirvió en Francia durante la primera Guerra mundial. Su madre tomó clases de canto antes del nacimiento de Iris.

Murdoch fue educada en escuelas independientes, formando parte de la Froebel Demonstration School en 1925 y asistiendo a la Badminton School en Bristol como interna desde 1932 a 1938. En 1938 ingresó en el Somerville College de Oxford. Allí estudió Filosofía y asistió a diferentes seminarios. Se graduó con honores 1942 y se fue a trabajar a Londres. Tras una estancia en el extranjero (Bruselas, Graz, Innsbruck) por motivos de trabajo desde 1947 a 1948 Iris Murdoch volverá a estudiar filosofía en el Newnham College de Cambridge. Conoció allí a Wittgenstein y en 1948 empezó a enseñar filosofía en el St Anne’s College de Oxford, hasta 1963.

En 1956 Murdoch contrajo matrimonio con John Bayley, un novelista y crítico literario que fue catedrático de inglés en la Universidad de Oxford de 1974 a 1992. La pareja, a pesar de ser poco habitual en su planteamiento, duraría más de 40 años, hasta la muerte de Murdoch. Bailey consideraba el sexo como “inescapably ridiculous.” (inevitablemente ridículo), en contraposición, Murdoch tuvo “multiple affairs with both men and women which, on discomposing occasions, [Bayley] witnessed for himself”. No creo que haga falta traducirlo.

La primera novela de Iris Murdoch, Under the Net, se publicó en 1954. Sin embargo, ya había publicado previamente varios ensayos de filosofía, incluida la primera monografía en inglés sobre Jean-Paul Sartre. Realizó 25 novelas más y otras obras adicionales de filosofía, poesía o incluso teatro. Su última novela, Jackson’s Dilemma, fue publicada en 1995. Iris Murdoch fue diagnosticada con Alzheimer en 1997 y murió en 1999 en Oxford.

Apuntes sobre su obra

Habiendo escrito obras en diversos géneros, es indudable que Murdoch destacó especialmente en Filosofía y Ficción (por sus novelas). A continuación pongo una serie de ideas que se comentan sobre ella y que tendré que ir comprobando según empiece a leerla.

Filosofía

Sus escritos estuvieron muy influenciados por Simone Weil y Platón, de hecho, muchas veces tomaría partido por él, de esta manera  da mucha fuerza a la realidad del bien y a un sentido de la moral como peregrinaje que va desde la ilusión a la realidad. La obra de Murdoch ofrece una crítica perspicaz de Kant, Sartre y Wittgenstein. La alegoría principal (que aparece en su obra The Sovereignty of Good, viene a recalcar la importancia de la vida interior con respecto a la acción moral. El filósofo Justin Broakes resumió su postura así: “combined a form of moral realism or ‘naturalism’, allowing into the world cases of such properties as humility or generosity; an antiscientism; a rejection of Humean moral psychology; a sort of particularism; special attention to the virtues; and emphasis on the metaphor of moral perception or seeing moral facts.”

Ficción

Sus novelas, por lo tanto, siguiendo su atención por la vida interior de la gente particular, sigue la tradición de novelistas como Dostoyevsky, Tolstoy, George Eliot, y Proust, además de mostrar un constante amor por Shakespeare. Sin embargo consiguió una gran variedad en toda su obra. No tiene nada que ver una obra cómica inicial como Under the Net (1954) con la compleja estructura de varias capas cargada de imaginación de The Black Prince (1973)

The Unicorn (1963) ha sido interpretado como un sofisticado romance Gótico o como una novela con elementos góticos o, en ocasiones, como una parodia del modo de escribir gótico.   En cambio, The Black Prince se suele ver como un estudio de la obsesión erótica y el texto se vuelve cada vez más complicado sugiriendo interpretaciones de todo tipo.

Aunque sus novelas difieren entre sí y se produce la lógica evolución de estilo, sí que es cierto que sus temas son recurrentes. Frecuentemente sus novelas incluyen intelectuales masculinos de clase media-alta con dilemas morales, refugiados, homosexuales, anglo-católicos con crisis de fe o incluso a veces un poderoso demonio masculino que impone su voluntad al resto.

Murdoch fue galardonada con el Booker Prize en 1978 por The Sea, the Sea, quizá su obra más conocida, en la que profundiza en el amor y en la pérdida.  En 1997 fue premiada con el  Golden PEN Award by English PEN por “a Lifetime’s Distinguished Service to Literature”.

Listado de obras.

Voy a dejar los títulos en inglés aunque luego haya varias que lea en castellano porque se encuentran disponibles en diferentes ediciones. Por ahora simplemente pondré el listado:

Novelas

Under the Net (1954)

The Flight from the Enchanter (1956)

The Sandcastle (1957)

The Bell (1958)

A Severed Head (1961)

An Unofficial Rose (1962)

The Unicorn (1963)

The Italian Girl (1964)

The Red and the Green (1965)

The Time of the Angels (1966)

The Nice and the Good (1968)

Bruno’s Dream (1969)

A Fairly Honourable Defeat (1970)

An Accidental Man (1971)

The Black Prince (1973), winner of the James Tait Black Memorial Prize

The Sacred and Profane Love Machine (1974), winner of the Whitbread literary award for Fiction

A Word Child (1975)

Henry and Cato (1976)

The Sea, the Sea (1978), winner of the Booker Prize

Nuns and Soldiers (1980)

The Philosopher’s Pupil (1983)

The Good Apprentice (1985)

The Book and the Brotherhood (1987)

The Message to the Planet (1989)

The Green Knight (1993)

Jackson’s Dilemma (1995)

 

Cuentos cortos

Something Special (1957)

 

Filosofía

Sartre: Romantic Rationalist (1953)

The Sovereignty of Good (1970)

The Fire and the Sun (1977)

Metaphysics as a Guide to Morals (1992)

Existentialists and Mystics: Writings on Philosophy and Literature (1997)

 

Teatro

A Severed Head (with J.B. Priestley, 1964)

The Italian Girl (with James Saunders, 1969)

The Three Arrows & The Servants and the Snow (1973)

The Servants (1980)

Acastos: Two Platonic Dialogues (1986)

The Black Prince (1987)

 

Poesía

A Year of Birds (1978; revised edition, 1984)

Poems by Iris Murdoch (1997)

En cuanto a los próximos pasos. Probablemente en febrero empiece con El mar, El mar y con su obra filosófica El fuego y el sol. Estoy deseándolo sinceramente.

Mis estadísticas del 2016

Siempre empiezo igual todos los años, pero es irrelevante  ya que este post es de números, los números sirven para poner en perspectiva. Ese es su objetivo: complementar la visión cualitativa que ya comenté en Mis libros favoritos del 2016.

En el 2016, por fin, me he estabilizado,  he llegado a 222 libros… pero el año anterior fueron 226. Han supuesto un total de de 59011 páginas comparadas con las 61486 del año anterior.  Este número de páginas supone que:

1º El libro medio tenía 274 páginas; sin embargo, en el 2015 fue de 277 páginas aproximadamente, ha habido una cierta disminución.

2º Teniendo en cuenta los 12 meses del año, la media de libros mensual ha sido de casi 19 (lo que supone unas 4918 páginas mensuales)

El “tocho” del año fue un libro de música clásica de Santiago Martín Bermúdez, El siglo de Jenufa  con 950 páginas.

En cuanto a la lista de libros este año no la pongo al final, me cuesta mucho hacerla y no vale la pena a nivel práctico, lo que sí os pongo es el enlace a Good Reads donde podéis echarle un vistazo y está muy bien ordenada cronológicamente. Aquí la tenéis enlazada junto con las imágenes que pone  la aplicación.

Esto significa que mi proyecto a tres años, que lo he alargado a cuatro (y se irá a cinco) , ha avanzado poco o nada… He leído 169 libros escritos por mujeres que suponen un 76% del total, el resto serían de hombres, en esta estantería los podéis ver si os apetece . En inglés, ha habido tan pocos este año que no me parece reseñable ponerlo, habrá que mejorar mucho este aspecto.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, esto es lo que me planteo para este año:

-Es un año de transición, probablemente no me ponga mucho reto.

-Habrá más lecturas de novedades, estaré al día de lo que me interese.

-Posiblemente lea más en inglés.

-Leeré con más frecuencia una autora que he adoptado: Iris Murdoch

He bajado mi reto de cantidad a algo más cómodo (180) y me voy a centrar en lo anteriormente mencionado.

No quiero extenderme demasiado, este post es útil para mí, si alguien lo encuentra útil, bienvenido sea.

Eso es todo por ahora.

Un abrazo y ¡Buenas lecturas!

Mis lecturas favoritas del año 2016

Ha sido un año duro, muy duro para mí a nivel lector y, sobre todo, como escritor en el blog. Partí con una idea inicial y me equivoqué tremendamente en la concepción del proyecto (leer escritoras, muchas más que hombres); la idea era buena, la realización no tanto. Debido a esto empecé a generar inseguridades que me han impedido escribir, me he bloqueado bastante al comentar libros. Me quiero quedar con lo positivo de cara al año siguiente que podría resumirse en estos puntos:

1º Soy consciente de que tenía un sesgo lector, leía sin querer muchos más hombres que mujeres. Este sesgo se aplicaba también en las compras.

2º He ampliado el rango de escritores/as que leo hasta un perfil casi inabarcable , por lo tanto me fijo en muchas más cosas al elegir compras/lecturas, equilibro de alguna manera.

3º No me siento capacitado para hablar de temas de género (es fácil que me equivoque), no puedo ser el adalid de una causa. Ellas son las protagonistas, yo voy a hablar solamente de cuestiones literarias.

4º He disfrutado muchísimo de mis lecturas, especialmente con el cómic.

Dicho lo anterior, es el sexto año, aquí tenéis, por si tenéis curiosidad, las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012. 

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Lecturas favoritas Año 2015.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea.

Los criterios de años anteriores eran estos y los he modificado un poco por un importante sesgo que introduje al principio:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2016 habitualmente (este año cambia). Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veinte los elegidos, que son muy acordes con los 222 libros que he leído.

-El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-Este año he dedicado buena parte del mismo a leer escritoras, por lo tanto la lista puede estar compuesta en su mayoría por libros escritos por ellas, naturalmente, puede haber libros de años distintos al 2016.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean) y, por lo que he estado observando en otras listas, no suelen coincidir con la mayoría de ellas (excepto casos puntuales).

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Sin más dilación, que entre la lista:

El libro de la almohada de Sei Shōnagon /La historia de Genji de Murasaki Shikibu, son dos, pero me parecía buena idea unirlos, dos lecturas complementarias de las dos autoras milenarias japonesas; dos clásicos inolvidables que no solo muestran una época sino una manera de hacer las cosas, de expresarse, una manera más poética/artística.

La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexievich , este es probablemente uno de los libros que más me han impactado nunca, es tan doloroso que me parecía mentira estar leyéndolo, Alexievich es una cronista de las voces olvidadas, no necesita utilizar el estilo para mostrar los hechos, los hechos se muestran solos a través de los testimonios de aquellos que no pueden hablar, y lo hace de fábula. Es difícil no recomendar este ensayo, es difícil no emocionarse con él.

Pequeñas virtudes de Natalia Ginzburg, Ginzburg me enseñó con la primera obra que leía de ella que la nostalgia podía utilizarse de una manera que no resultara sensiblera y facilona; la escritora italiana sabe utilizar los sentimientos y su prosa rezuma emoción e inteligencia a partes iguales.

Middlemarch de George Eliot, soy un verdadero cobarde, no me atreví a escribir nada de esta obra maestra de una de las mejores escritoras en lengua inglesa. ¿Qué voy a decir a estas alturas de ella? Poco puedo aportar, solo la necesidad de leerla, una y otra vez.

El bosque de la noche de Djuna Barnes, todavía conservo la fascinación que me produjo su lectura; un tipo de lectura que se caracteriza por la ambigüedad de lo contado en cualquiera de sus vertientes; importa tan poco el “qué” cuando el “cómo” te embruja de esta manera.

Por no mencionar el perro de Connie Willis, venía con los deberes hechos, una persona muy sabia ya me comentó que con Willis hay que empezar por Oveja Mansa, sus cuentos o este libro. Empecé con este porque la mezcla de lo victoriano con la ciencia ficción, los viajes en el tiempo y mis queridas paradojas temporales me podía atraer un montón y, desde luego, acerté de pleno, vaya lectura más satisfactoria, otro de mis libros favoritos para siempre.

El corazón es un cazador solitario de Carson McCullers, este libro supuso un antes y un después en mi camino lector; McCullers creó un personaje inolvidable, John Singer, para ofrecernos un abismo emocional en el que hundirnos. Uno de esos libros que desembocan en lágrimas y casi ni sabes cómo ha ocurrido.

Antología poética de Wislawa Szymborska, podrían haber estado sus lecturas no obligatorias, pero al final me decidí por su poesía, absolutamente excepcional; esa poesía es la culminación de toda su filosofía de vida: la idea del no-saber, reconocer en todo momento que estás aprendiendo. Es tan interesante que la he tomado como parte de mí, es la mejor manera de estar siempre creciendo y no perder nunca la curiosidad por lo que venga.

Metáfora y memoria: Ensayos reunidos de Cynthia Ozick, me falta por leer mucho de esta extraordinaria autora, pero sus ensayos fueron una grandísima puerta de entrada. Me encantan sus reflexiones sobre el ensayo en sí mismo y sobre algunos autores,  especialmente sus disecciones de Henry James. Otro ensayo de esos que no hay que perderse y vuelven a demostrar lo entretenido que puede ser hablar de literatura.

Su pasatiempo favorito de William Gaddis, este es un clásico en mis listas, a veces puedo ser previsible, y con Gaddis me salen todas las debilidades, su última novela ya publicada. Qué lástima que sólo nos queden sus ensayos y sus cartas.

Breve historia de siete asesinatos de Marlon James, mala suerte la de este libro increíble, el problema de publicarlo hace tantos meses es que pasan los meses y ya nadie se acuerda de él; pongo mi pequeño grano de arena recordándolo como uno de los mejores del año, una monumental polifonía en torno a Bob Marley con una traducción trabajadísima de Javier Calvo y Wendy Guerra.

La increíble boda de Gilbert y Moira de Joe Keenan, como dije en este resumen de agosto, esta delirante comedia lo tiene todo y ha conseguido que tenga las carcajadas más estentóreas del año. Su trama tiene un desarrollo excelente donde todo se va conjuntando, sorpresa a sorpresa, hasta llegar al espléndido final. Qué necesario es poder divertirse leyendo un libro.

El intérprete del dolor de Jhumpa Lahiri, en este texto de Canino elegí la reedición de esta ópera prima de la autora como uno de los mejores libros del año y no me bajo de mi opinión, en un año fabuloso para las grandes artesanas de los cuentos, Lahiri brilla con una luz serena y tersa, como la de sus palabras.

El signo del miedo de Margery Allingham, casi parece mentira pero ya tenemos libros de las cuatro grandes damas del Detection Club con libros en España; Impedimenta se ha comprometido a ir sacando uno cada cierto tiempo de Allingham y es una gran noticia porque es radicalmente distinta a las otras, su Albert Campion está más centrado en las aventuras sin dejar de lado lo detectivesco pero hay que reconocer que es otra visión del género. Este libro es magnífico, un buen exponente para saber si te puede gustar la autora.

Poesía completa de Alejandra Pizarnik, lo sé, es extraño que caiga ahora por aquí, pero es en este año cuando la he leído. Me quedaría a vivir en los versos de Pizarnik. No creo que pueda decirse mejor elogio.

Velázquez desaparecido: la obsesión de un librero con una obra de arte perdida de Laura Cumming, fantástico ensayo el de Laura Cumming que convierte la fascinante búsqueda de un cuadro del autor sevillano en toda una historia detectivesca; al mismo tiempo nos muestra el perfil más oculto del pintor y la vida de la corte en la época. El trabajo de investigación es un simple aderezo ante esta historia que trasciende el ensayo llegando casi a una historia de género policíaco.

Manual para mujeres de la limpieza de Lucia Berlin, no es que necesite mucha visibilidad este libro, afortunadamente aparece en casi cualquier lista (Alfaguara tiene sus influencias); independientemente de esta omnipresencia, este libro de relatos es excepcional, Berlin escribe tan bien, maneja tan cuidadosamente cada palabra dentro de cada párrafo que es capaz de hacerme llorar y reír a carcajadas en cuatro frases. Es de los mejores libros de relatos que he leído nunca.

Black Out de María Moreno, me llegó casi por casualidad este libro que no ha sido publicado aún en España y me he quedado maravillado. Se habla de ella como la gran cronista argentina y no me extraña, qué retrato cultural de los años sesenta y setenta alternando entre tres géneros y dando voz a los autores de la época. Qué pena me da llegar tarde a este universo, siento siempre la sensación (como con Kamenszain) de que me pierdo mucho de lo que va implícito en el relato, incluso de lo explícito, la formación anglosajona me ha limitado en estos aspectos. Afortunadamente, con estas limitaciones, lo he disfrutado a lo grande.

Tea Rooms de Luisa Carnés, vaya recuperación importante la de esta autora de la generación del 27 que nos traen desde Hoja de Lata; fiel reflejo de una época difícil para los derechos de la mujer, su prosa alterna entre diálogos secos, abruptos, muy bien pensados, con descripciones detalladas y bien ejecutadas. Es la primera de la punta del iceberg de la época. Queda mucho por descubrir.

Las Mitford en la edición de Charlotte Mosley, este libro es absolutamente fascinante, un colosal testimonio que recoge una muestra de las cartas que se enviaron entre sí las increíbles hermanas Mitford y al que no le falta nada de nada, eran tan diferentes entre sí, el camino de sus vidas transitó en paralelo con la historia del siglo XX y es todo un reflejo de una época convulsa. Es uno de los libros del año a pesar de su complejidad. Todo un microcosmos de nuestras propias vidas.

Y hasta aquí estaría la lista de libros, que normalmente suelo integrarla con cómics, sin embargo, este año se me hacía muy extensa si los añadía, de ahí que haya decidido introducir un apéndice excepcional con la mención de siete cómics y un libro sobre autoras del cómic en inglés. Os pongo el enlace a los sitios donde he comentado algo sobre ellos:

CBLDF Presents: She Changed comics

¿Podemos hablar de algo más agradable? de Roz Chast

Fun Home de Alison Bechdel

Ms Marvel de G. Willow Wilson y Adrian Alphona 

Leñadoras de Noelle Stevenson, Grace Ellis, Shannon Waters y Brooke B. Allen

Sarah’s Scribbles: Crecer es un mito de Sarah Andersen 

Una Entre muchas de Una 

Que no, que no me muero de María Hernández Martí y Javi de Castro

Y eso es todo, ya es demasiado por este año. Veremos cómo se presenta el siguiente año.

¡FELIZ AÑO 2017! !Buenas lecturas!

Fajas Noviembre 2016. Efervescencia fajista

¿Quién podía pensar hace unos años cuando comencé esta sección que iba a evolucionar de esta manera? A estas alturas el #fajismo (Gracias José Luís) es toda una forma de vender libros que se utiliza por las editoriales como un instrumento más de promoción y hay que reconocer que sigue dándonos grandes momentos, gracias a elecciones de todo tipo. Esto no se acaba ni mucho menos, sigue en plena forma y hay mucho por hacer todavía. Vamos a repasar algunas de las últimas que me han llegado gracias a un montón de gente que se acuerda de la sección.

1-davidsonkolima-Esta vez voy a empezar con dos fajas poco trabajadas, siendo la primera la última novedad de Salamandra en su sello Black, Bajo los montes de Kolima de Davidson, una verdadera pena que la única frase que hayan puesto sea TAN manida. Poco puede atraer utilizar “por primera vez en castellano, el gran maestro del thriller”.

En la misma categoría de faja poco trabajada nos encontramos, 2-hecatombepor una vez, con una de Impedimenta, que vuelve a utilizar la frase Waugh para referirse a Gerhardie (“yo tengo talento, pero lo de Gerhardie es genialidad”) de la que ya hable cuando salió su anterior obra. Por lo menos añaden una de Nabokov, aunque no sea de lo más inspirado (“Para nosotros, Gerhardie fue el “nuevo novelista” más importante aparecido en nuestras vidas”).

3-ishiguro-Toda una subcategoría es la llamada faja Anagrama, todo un clásico, consolidándose mes a mes como un tipo único en su especie, que nos ha regalado momentos gloriosos; aprovechando la salida de lo nuevo de Ishiguro tenemos dos frases estupendas: por un lado de Alex Preston (Observer) que no duda en calzar como sea una analogía con la serie del momento (Juego de tronos), “Juego de tronos con consciencia”, de ahí que el
siguiente símil con Merlín el Encantador (“Merlín el Encantador para la época de la industria del trauma”) quede tan regulero. Lo que interesaba era meter la serie en cuestión. Por el otro lado, David Mitchell se lanza al vacío con un impactante “Si me obligaran a punta de navaja a decir cuál es mi novela favorita…”, este impulso barriobajero llama profundamente la atención y lleva nuestras fajas al nivel más callejero, es una lucha, y sólo puede quedar una. No 4-martinexpansedescarto elementos más agresivos en el futuro. (apunte, no comento las otras frases porque son de sobra conocidas: “hipnótico” “Cautivado” “logro” “obra maestra” etc…)

-Tendría que crear una categoría solo relacionada con Juego de Tronos y su creador George R.R. Martin, no falla el mes en el que están presentes en alguna; si antes hablaba de cómo se le citaba por Ishiguro, el caso de James S.A. Corey y El despertar del Leviatán es otro ejemplo más de citar al autor como fuente fidedigna de calidad, asociada a su obra más conocida. No hay nada como citar al autor (“Hacía tiempo que no leía una space opera tan buena”) que todo el mundo conoce y ligarlo al éxito de la serie porque, no nos engañemos, The 5-problema3cuerposexpanse no sirve más que para atraer a los escasos seguidores de la serie en España (gracias por la foto a @InfinitoAlex).

-A la hora de citar gente conocida que recomienda libros no hay (casi) nada mejor que citar al presidente de los Estados Unidos Barack Obama, la primera vez que se utilizó este argumento de autoridad lo comenté por aquí ; esta vez, para reforzarlo se recurre a unirlo con otro personaje muy conocido como es Mark Zuckerberg y acompañarlo de los consabidos éxitos en ventas (un millón de ejemplares) y premios (premio Hugo). Mezcla explosiva que veremos si funciona con El problema de los tres cuerpos de Cixin Liu. ¿Con la entrada de TRUMP volveremos a ver fajas de este estilo? “La novela que enamoró a TRUMP”, me

6-pradatemo que no…

-Parece que se va a convertir en tendencia la Autofaja, aquella faja en la que el propio autor aparece mencionado, ya tuvimos una perla de Rosa Montero, pero Juan Manuel de Prada no se quiere quedar atrás en su nueva propuesta “Un ajuste de cuentas conmigo mismo y con el mundo editorial” , hay que reconocer que consigue, al menos, llamar la atención por parecer outsider… aunque luego no lo sea.

7-lavidadelpastor-Para acabar sí que hay que inaugurar una nueva categoría, la de aquellas fajas que buscan una continuidad posterior en redes sociales, especialmente en estos dos casos, las referencias están ligadas a tuiter. El primer caso es la que aparece en La vida del pastor de Rebanks, “el campo no es solo una postal” es glorioso, las ovejas en la faja… todo muy rural; el colofón es poner la cuenta de tuiter del pastor tuitero (@herdysheperd1), tu experiencia no acaba cuando termines 8-bromainfinitael libro, puedes seguir viviéndolo con él en persona. Fantástico.

El último ejemplo de la entrega de este mes es otra relacionada con tuiter, echad un vistazo a la reedición de La broma infinita:

Lo habéis visto bien…. “Sigue la conversación con el editor en @claudiothelopez”. La idea es muy chula porque nos habla de cercanía, de poder comentar la obra con el propio editor, pero, por otra parte, Claudio es un hombre ocupado… ¿podrá contestar tantas conversaciones sin perder la paciencia? Claro que, si se trata de haberla leído antes… a lo mejor no llegan tantos. En fin, habrá que preguntarle a él.

Y ya lo  dejo por hoy. Espero que os haya gustado la entrega.

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

Resumen Octubre 2016. Nobel y terror… toda una mezcla

Octubre ha sido un mes difícil… Si recordáis los que venís con frecuencia, este año he intentado dedicarme a leer más mujeres que hombres… y justo en el mes que todo el mundo se decide a hacerlo, es mi peor mes con diferencia de todo el año. La culpa la han tenido dos posts, porque, aunque parezca mentira, a mí me gusta prepararlos leyendo los libros que van a salir. Y claro, uno iba de Ngũgĩ wa Thiong’o y su posibilidad de ganar el Nobel de literatura , siendo hombre; el otro de novelas de terror que hayan salido últimamente y, desgraciadamente, se publica muy poco y menos si eres mujer; de ahí el desequilibrio obligado; aun así, he conseguido más o menos un 50% de ambos y estoy bastante contento porque en noviembre y diciembre lo regularizará de nuevo.

El caso es que estas han sido las lecturas resultantes:

Ms Marvel 4: Superfamosa de G. Willow Wilson y Adrian Alphona, cuatro volúmenes ya de uno de mis personajes favoritos, es increíble lo bien que lo tiene pensado Willow Wilson, lo bien que funcionan las historias de Kamala, lo divertida que es sin olvidarse de la esencia superheroica. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con una colección regular. Es un lujo.

Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout, nada previsible, narración entre dos mujeres (una madre y su hija) en un hospital debido a la convalecencia de la segunda. El relato es muy fragmentado, con muchos huecos, como si lo contara yo, que a veces no recuerdo lo que me ha sucedido ayer pero sí lo de hace dos semanas. Las elipsis son parte de mi vida, una vida cargada de sensaciones que me quedan tras haber vivido un momento o una conversación y Strout sabe reflejar esto con gran sentido narrativo. Un gran libro sobre la dificultad de las relaciones humanas, sobre todo las familiares.

El fantasma sin rostro y otras historias de terror de Sean Michael Wilson y la ilustradora Michiru Morikawa, recopilación de seis relatos de terror de Lafcadio Hearn adaptados para convertirse en un cómic gracias a Wilson y a Morikawa; hay que reconocer que el resultado es desigual, si bien en algunos casos está logrado como el del título homónimo, hay otros que el dibujo no parece cuadrarse con el texto y son ligeramente estáticos. Sirve para pasar un buen rato sin más pretensiones.l

El brujo del cuervo de Ngũgĩ wa Thiong’o, como he comentado al principio, aquí tenéis un resumen específico del autor y su obra, con detalles específicos relativos a esta obra.

El diablo en la cruz de Ngũgĩ wa Thiong’o, lo referente al autor y su obra lo tenéis en el post que hice en Canino.

Leñadoras de Shannon Watters y Noelle Stevenson, impresionante, sin más, estamos ante uno de los cómics del año; una historia en la que conviven la ciencia ficción, el terror y las aventuras mezcladas con ingenio y mucha creatividad y en la que el dibujo cuadra a la perfección con el tono de lo contado. Una de esas raras simbiosis que a veces se dan y que, además, está cargadita de buen humor. Ojalá se atrevan a publicar Nimona porque es otro comic fantástico.

Sueños en tiempos de Guerra de Ngũgĩ wa Thiong’o, el último libro del autor, podéis pinchar en el enlace para ver la reseña que realicé al respecto.

Árbol de Oriente: Antología poética, 1957-2007 de Adonis, estando tantas veces entre los posibles ganadores del premio Nobel, tenía ganas de catar algo de la obra del autor sirio; esta completísima antología poética es un comienzo más que interesante para adentrarse en su ingente carrera. Toda una forma de integrar la tradición musulmana con los nuevos tiempos.

Los huesos de Louella Brown y otros relatos de Ann Petry, vaya recuperación la de Palabrero en el caso de la escritora afroamericana Ann Petry, relatos que, muy al contrario de lo que pudieras pensar en un primer momento, juegan muy bien con el humor y con los elementos fantásticos sin perder la perspectiva del momento. Queremos más de ella. A ver si puedo dedicarle unas palabras en una reseña más adelante.

Maison Ikkoku vol 6 de Rumiko Takahashi, me parece que ya he dicho que está muy bien, ¿verdad?

El fantasma de Arnold Bennett, leí este libro a propósito y dio la talla para el post que he dedicado en Canino con una lista de novelas de terror para este otoño, intriga de corte clásico con fondo operístico. ¡Buena mezcla!

Paseando con hombres de Ann Beattie, tengo que digerirlo un poco más pero tengo la impresión de haberlo disfrutado con sus particularidades. Curiosa la forma que adopta Beattie para narrar esta historia que resultará retadora para muchos lectores pero a la que no se faltan elementos de interés.

Mantente firme de Kate Tempest, afortunada edición bilingüe, no tengo el placer de haber leído la traducción. La poesía de Tempest es como un rap en ritmo y tiene ambición por su referencias a lo clásico. Sinceramente, seguiré leyéndola, me parece un gran hallazgo para su edad.

The loney (El Retiro) de Andrew Michael Hurley, leí este libro a propósito también y entró en Canino con mi lista de novelas de terror para este otoño más información en el enlace.

13 días a medianoche de Leo Hunt, mucho mejor de lo esperado esta ópera prima del autor británico y que aparece en Canino con mi lista de novelas de terror para este otoño, más información en el enlace.

El molino de momias de Petr Stancik, intragable, de lo peor que he leído últimamente, un quedarse a medias de todo con una prosa que se te atraganta en cada capítulo.

Magical Mystery Tour de Angela Pinaud, otra de las elegidas para mi lista canina de terror, más información en el enlace.

Sarah’s Scribbles: Crecer es un mito de Sarah Andersen, delicioso, esos dibujos, el tratamiento de temas femeninos con tantísimo humor. Una sonrisa y carcajada continua.

Varney el Vampiro – Volumen 1 (Capítulos 1.17) de James Malcolm Rymer, la última lectura de las elegidas para mi lista canina de terror, más información en el enlace.

Nimona de Noelle Stevenson, tras leer Leñadoras no me pude resistir y adquirí este título en inglés directamente, y no me ha decepcionado para nada. Buen dibujo, buena historia de corte fantástico y un final emocionante. Y encima es divertida. Espero verla algún día publicada en español para seguir recomendándola.

Rampo, la mira perversa de Rampo Edogawa, tercer libro en un año de Rampo, y acabamos con estos seis relatos excepcionales recopilados por Satori con una nueva traducción de Daniel Aguilar sencillamente magistral, capaz de transmitir a la perfección cada uno de los relatos. ¿En qué tipo de mente puede caber un relato de la perversidad de “La oruga”? Exacto, solo en la mente del gran autor japonés. Entrar en estos relatos es adentrarse en un mundo más allá de la normalidad, todo un universo de rarezas a cual más imposible.

La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick III, con la excusa de montar un sello con lo bizarro, los chicos de Orcinny están montando una colección altamente recomendable; en este caso, el segundo título es todo un tour de force por lo “weird” lleno de sorpresas y momentos fascinantes que, encima, se leen con verdadera pasión. Es imposible no caer en sus garras. Altamente fascinante es encontrar la lógica interna bizarra.

Y acabo con las compras que hice en octubre. Vamos avanzando. Espero que lleguen reseñas la próxima semana.

adqusicionesoctubre2

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

Resumen Septiembre 2016. De vuelta del verano

Disculpas, antes que nada, por lo tardío de este resumen, el tiempo no me da para mucho más y me está costando automatizar un poco mis procesos para ser más pragmático. El caso es que es ahora cuando lo preparo y espero que el de Octubre no tarde tanto. Septiembre fue la vuelta de vacaciones, mi rentrée particular que estuvo marcada por un inmenso artículo que preparé para Canino donde indagaba en todos los catálogos editoriales y que me quitó tiempo para preparar los artículos de mi blog personal. Pasado este momento, estoy en disposición de presentaros el resumen de los 16 libros que cayeron en septiembre: 

Leviatán o la ballena de Philip Hoare, es frustrante no haber podido preparar un post más largo para hablar de las virtudes del libro de Hoare. Por lo menos, que no falta esta pequeña nota laudatoria. Este ensayo fascinará a todos aquellos que, como yo, en algún momento alucinaron con la historia de Melville; el autor es capaz de presentar su entusiasmo ante las ballenas y su historia de una manera muy amena, más teniendo en cuenta que lo consigue durante más de quinientas páginas. Una guía imprescindible para entender los cetáceos y su entorno. 

El hombre jazmín: Impresiones de una enfermedad mental de Unica Zürn, descubrir a la artista alemana a través de este libro es entrar en un universo de colapso psicológico; estamos ante ese tipo de libros en el que, a pesar de sus tintes autobiográficos, prima ante todo un relato onírico de su proceso mental, deseos, ansiedades y mucho dolor que conforman una personalidad obsesiva y una alienación constante de su vida. Todo ello a través de la expresión de sus dificultades lingüísticas expresadas a través de la creación compulsiva de anagramas. Todo un reto a pesar de su corta extensión. 

El trapecio del destino y otros cuentos de Unica Zürn,  en este volumen se recogen varios de los cuentos de la autora, relatos breves, a veces de una o dos páginas que buscan reflejar, de alguna manera, la época en la que vivió (sobre todo la posguerra) y que adereza con pequeñas notas biográficas. A pesar de su irregularidad en cuanto al valor de cada uno de los relatos son más que dignos y transitan por lo desconocido de cara al lector que debe agarrarse a los pocos asideros que nos deja la autora. 

Maison Ikkoku vol 1 de Rumiko Takahashi, por fin acometo la relectura de una de las mejores obras de la fabulosa escritora japonesa. Primer volumen de los diez que sacó en su momento Glenat y que me van a hacer reencontrarme con sus enredos amorosos, encuentros, desencuentros y, sobre todo, muchísimo humor. 

Grotesco de Natsuo Kirino, el título de esta novela de la creadora de Out es muy significativo. Esta novela es hardboiled porque el contenido tratado es durísimo, sin compasión y, sobre todo sin redención para las protagonistas. Un poco estirado y no tan bien acabado, pero ciertamente desangelador, el ambiente, las penurias reflejadas. Kirino no es cómoda, ni  falta que hace. 

Infiltrado de Connie Willis, conocía la Willis de largas distancias, pero la de cortas funciona a la perfección también. Esta pequeña novela juega con los equívocos y  consigue que estés muy atento a una trama que trata sobre el desenmascaramiento de los falsos espiritistas. Tengo que ir ya a por su recopilación de cuentos cortos. 

Maison Ikkoku vol 2 de Rumiko Takahashi, siempre fantástica. ¿Qué más puedo decir? 

Vivir de Anise Postel-Vinay, parece mentira que, a estas alturas, todavía se puedan contar cosas interesantes sobre la segunda guerra mundial. Este es un ejemplo muy válido de otra visión, la de la resistencia en medio de la guerra. Espero buscar tiempo para escribir algo más en firme. 

Lamu: Urusei Yatsura vol 1 de Rumiko Takahashi, la relectura de Maison Ikkoku ha ocasionado que, por fin, me lancé a leer esta otra obra de la autora japonesa y, posiblemente, me guste más todavía. Este delirante e infernal primer número es todo un prodigio que demuestra varias cosas sobre la autora: en primer lugar su versatilidad, en segundo lugar su gran sentido del humor con algo tan distinto,; en tercer lugar, una creatividad anárquica, deliciosa.

Maison Ikkoku vol 3 de Rumiko Takahashi, todo bien, todo muy bien.

Los hombres me explican cosas de Rebecca Solnit, no me siento capacitado para escribir sobre estos temas, me siento como un niño que empieza un camino plagado de nuevas ideas que le resulta difícil de entender. También me siento cada vez más consciente de muchos fallos que cometo en el día a día; este libro de Solnit explica de manera muy sencilla temas aparentemente más complejos y lo hace con mucha inteligencia y yo, en mi incomodidad, aprendo y sigo adelante.

Un grano de trigo de Ngũgĩ wa Thiong’o, con este libro comencé mi mes en particular dedicado al escritor keniata. Todo ello tuvo como resultado este post en Canino  donde me extiendo en profundidad sobre el escritor y su obra.

Maison Ikkoku vol 4 de Rumiko Takahashi, cuarto volumen y mucha diversión. No decae. 

Entre pillas anda el juego de Janet Evanovich, encontré este libro casi por casualidad y saldado. Toda una pena ya que las aventuras de Stephanie Plum son descacharrantes, todo ello gracias a la ayuda de unos secundarios a cuál más divertido e historias de diverso calado. Una mirada diferente a la novela policíaca y con nuevas perspectivas. Lástima que por aquí no tenga demasiado tirón.

Cada día es del ladrón de Teju Cole, en este mes extraño es cuando me encuentro con el autor nigeriano y certifica mi necesidad de leer su obra más importante. Su prosa se paladea y da la sensación de ser sincero y valiente en la exposición de temas no siempre populares. Gran autor al que dedicaré mejores lecturas en otros momentos.

Maison Ikkoku vol 5 de Rumiko Takahashi, excepcional, como de costumbre.

Acabo este post apresurado (y no demasiado elaborado) con una foto de las adquisiciones de septiembre, varios de esos libros entraron en mis lecturas de septiembre y octubre.

adqusicionesseptiembre2

Próximamente, habrá post de octubre. Lo prometo.

Un abrazo y ¡buenas lecturas!

Sueños en tiempos de Guerra de Ngũgĩ wa Thiong’o. La plenitud de una idea

suenyos-en-tiempos-de-guerraEscribía no hace mucho tiempo este artículo sobre Ngũgĩ wa Thiong’o en la web de Canino  para justificar la más que sobrada trayectoria del escritor keniata para ganar el premio Nobel de literatura. En dicho post establecía una unión indisoluble de la experiencia vital del autor con su literatura y cómo se ha erigido en uno de los principales adalides del postcolonialismo y, además, aprovechaba para repasar aquellas obras que habían sido publicadas en España.

Sueños de guerra (Dreams in a Time of War: a Childhood Memoir, 2010) es el primer libro de una trilogía de memorias autobiográficas que nos trae la editorial Rayo Verde; por ahora solo se han publicado dos volúmenes pero esta primera entrega supone, como comentaba en el texto, toda una vuelta a sus orígenes, un repaso a su infancia y a la vida de su familia y, al mismo tiempo, el retrato de una época caracterizada por una serie de cambios políticos y sociales de gran calado.

Da la impresión de que Ngũgĩ quiere transmitir a sus lectores, gracias a esta ambiciosa trilogía, una historia del colonialismo/imperialismo vs postcolonialismo y ligarlo definitivamente a su biografía y la de su familia. Su vida ha estado marcada por estas circunstancias, por un compromiso que le ha causado no pocos problemas pero el escritor, incansable en su propuesta, no quiere dejar que nos olvidemos de lo que ha sucedido y sigue sucediendo:

“Los cambios en el paisaje físico y social no se sucedían según un orden discernible sino que se solapaban entre sí, lo que contribuía a generar cierta confusión. No obstante, y a pese a ello, con el tiempo empecé a atar cabos y a verlo todo con más claridad, como si dejara atrás una densa niebla. Aprendí que nuestra tierra no era exactamente nuestra; que nuestro poblado familiar se hallaba en una finca propiedad de un terrateniente africano, el señor reverendo Stanley Kahahu o bwana Stanley, como lo llamábamos nosotros; también aprendí que nos habíamos convertido en ahoi, desposeídos, arrendatarios sin contrato ni derechos cuya suerte dependía de la voluntad del amo. ¿Cómo habíamos acabado convertidos en ahoi en nuestras propias tierras? ¿Acaso habían pasado a manos de los europeos? La niebla no acababa de disiparse.”

El pasaje anterior le sirve al autor para mostrarnos como una epifanía el modo en que despierta ante la situación colonialista/imperialista; utiliza la figura de la niebla que se disipa (aunque no totalmente) y el cómo su familia y sus habitantes son una suerte de “desposeídos” (ahoi), sus tierras no les pertenecen y lo que todavía no es capaz de discernir es cómo ha llegado esa situación. Se puede hablar de cómo el autor configura, a través de estas memorias, un relato de formación del postcolonialismo del que hará partícipe al lector en su mismo camino, un coming of age que, seguramente alargará en sus dos siguientes volúmenes de memorias.

Lo bueno de estas memorias es que no solo se limita a lo que he dicho anteriormente (historia y biografía) sino que utiliza los recuerdos  (los suyos y los que le cuentan) para discutir sobre el proceso de creación literaria. Me encanta la parte en la que habla de los relatos orales, de aquello que utilizaban sus compañeros para entretenerse por no tener otras posibilidades:

“Además, ningún juego lograba cautivarnos como los relatos. En el camino de vuelta solíamos apiñarnos en torno al compañero que estuviera contando una historia, y aquellos que poseían un talento especial como narradores se convertían en los héroes del momento. A veces, en el afán por situarse cerca del orador, unos chicos lo empujaban hasta apartarlo del camino mientras otros hacían lo propio desde el lado contrario, y todo el grupo seguía avanzando en zigzag como un rebaño de ovejas.”

Es fascinante que uno de ellos se convirtiera en un héroe por el hecho de ser mejor narrador que ninguno; el germen de su literatura viene, por tanto, de la tradición oral y funciona como fundamento a la hora de crear todas sus obras; si a ello le sumamos lo siguiente:

“Juntar retazos de aquí y allá para formar un relato coherente, como hacía Ngandi, no es tarea fácil. Es como intentar completar un rompecabezas al que le faltan piezas. Puede que Ngandi sintiera lo mismo, pero reemplazaba las piezas ausentes con su fértil imaginación. No pasa nada si no alcanzo el nivel del  maestro narrador, me consuelo porque no tengo que contar mis historias ante un público deseoso de comer de la palma de mi mano.”

En efecto, toda una serie de retazos se junta para “formar un relato coherente”; Ngũgĩ wa Thiong’o es consciente de que quizá no sea el mejor narrador del mundo, ni tenga todas las piezas pero se consuela en el hecho de no tener que aparentar una forma de escribir. Esta obra da comienzo al que puede ser el colofón de su carrera. El trabajo que corrobore y dé todavía más sentido a su compromiso. Una forma de aunar toda la historia del postcolonialismo con sus memorias autobiográficas y que se configuren, al mismo tiempo, como un relato de formación artística.

No puedo más que aplaudir la iniciativa de una editorial independiente como Rayo Verde que arriesga y nos trae unas de las mejores formas de conocer a este aspirante al Nobel, a lo mejor el año que viene tiene más suerte pero, independientemente de este hecho, es un escritor magnífico.

Los textos provienen de la traducción de Rita da Costa de  Sueños en tiempos de Guerra de Ngũgĩ wa Thiong’o para la editorial Rayo Verde.

Tan poca vida e Instrumental. ¿Caminos paralelos?

9788416290437Más de uno ha quedado sorprendido con el éxito de Instrumental del artista James Rhodes; al principio nada presagiaba el éxito de ventas actual; el que se haya convertido en un long seller que funciona, precisamente, por la recomendación de unos lectores a otros. Es el tipo de libro que le encanta a las editoriales, ya que les ayuda a tener un margen y sacar otras cosas, sobre todo en el caso de las editoriales independientes. Todas las que aguantan suelen tener un libro de esta categoría, que se lo digan a Sexto piso (Del color de la leche) o a Impedimenta (La hija de Robert Poste), Blackie Books no puede negar que el fenómeno Rhodes le está dando muchas alegrías. 

El libro, por si alguien no sabe de qué va, es, resumiendo, un relato autobiográfico del concertista; relata con bastante crudeza los abusos que sufrió siendo un niño y cómo la música clásica le sirvió para superar este estigma, de hecho habla concretamente de ciertas piezas musicales al comienzo de cada capítulo y las liga a momentos concretos de su vida. Fenómenos de este estilo suelen resultar inexplicables para la crítica y es curioso ver surgir artículos que intentan dar algún tipo de lógica. 

Dentro de ellos, es muy interesante este de Santiago Gerchunoff  en El Español titulado “La aristocracia del dolor”, donde establece una teoría ciertamente curiosa y que quizá no está muy alejada de lo que sienten sus seguidores, en sus palabras: “pero mi sospecha es que lo que hace que la gente esté embelesada con Rhodes (fue contratado incluso como concertista en el ciclo “los veranos de la villa” por el Ayuntamiento de Madrid), no es su talento como pianista clásico sino su condición de ex niño violado.”

Como crítico operístico y de música clásica no he hecho el esfuerzo de escucharlo todavía, no puedo hablar de si tiene talento o no pero  el libro hay que reconocer que funciona en el ámbito que establece: toda su fuerza se desencadena en la empatía que despierta en el lector. Los hechos que relata son tan dolorosos que es inevitable que despierten los sentimientos de los que lo leen no sólo por solidaridad sino como cierta catarsis: leer sufrimientos ajenos sirve para relativizar los nuestros. Además, estoy bastante de acuerdo con el autor del artículo en que la utilización de la música clásica como elemento de superación desmitifica su (posible) dificultad (la mayoría de la gente considera que es muy culto escuchar música clásica y que alguien les haga ver su valor terapéutico de una manera tan pasional se convierte en un éxito asegurado).

tan-poca-vidaEl pasado día 15 de septiembre salió a la venta la novela Tan poca vida de la escritora Hanya Yanagihara, salvando las distancias, ya que esta última es totalmente ficcional y no hay ninguna conexión con la música como elemento salvífico, encuentro una comparación interesante que podría llevarla por un camino paralelo a la de Rhodes; siendo la del músico lo más cercano a un relato confesional, la multipremiada novela de Yanagihara emula parte de las temáticas de este tipo de novelas, centrándose igualmente en el dolor como elemento conductor a lo largo de sus más de mil páginas.

La novela nos presenta el relato generacional de cuatro amistades masculinas, enfocándose sobre todo en uno de ellos, Jude, del que se va descubriendo todo lo que ha sufrido en el pasado y cómo ese sufrimiento supedita su presente y futuro. La escritora es capaz de relatar una barbaridad detrás de otra de las que va pasando el protagonista, parece mentira ser capaz de aguantar tanto dolor leyendo un libro. Todo un catálogo de atrocidades que nos llevan al uso del dolor empáticamente y como elemento catártico, como ocurría con el de James Rhodes, lo que leemos, tantos abusos, relativizan muchos de nuestros sufrimientos y de ahí que se pueda leer hasta el final a pesar de estar pasándolo tan mal. Buena parte de culpa llegar a terminarlo tiene que ver, sin embargo, con Willen, su mejor amigo y novio, verdadero elemento aglutinador en medio de todo ese masoquismo;  pero de esto, el lector no se da cuenta hasta el final. Después quedan pocas esperanzas ya que el relato no ofrece redención de ningún tipo, brilla por un nihilismo feroz en el que la vida supera a aquellos que la están viviendo. Esa es la mayor diferencia con Instrumental, y su mayor hándicap, no ofrece consuelo.

Está por ver si un libro de estas características podrá conseguir el mismo éxito que el otro, la editorial está apostando fuerte por él aunque, por ahora, no esté despuntando demasiado en las listas de ventas. ¿Demasiado dolor? Solo el tiempo nos lo dirá.