Llegó el cambio de año: ¡Bienvenido 2013!!, y como no podía ser de otra manera, me gustaría hacer una de esas listas que tanto se prodigan por todas partes; a mí, como a alguno más, me encanta comprobar en ellas el “zeitgeist” aplicado al microcosmos literario, si se me permite extenderlo de esta manera; además, después de la lista de las malas noticias, hay que empezar el año con fuerzas y alegría.
Siempre me gusta hacer un pequeño resumen de mi situación literaria a nivel personal y lo visto del panorama más general que, a continuación, paso a contar.
En lo personal ha sido un año inmenso, he batido mi récord lector, haciendo más de ciento treinta libros y el nivel ha sido muy alto; quiero destacar especialmente que ha sido un año en el que he profundizado tanto en estudios como en las propias lecturas; la filología me ha exigido un esfuerzo que, sin lugar a dudas, ha complementado la variedad de lecturas y el grado de reflexión al que he llegado en varias de ellas, no en vano he podido finalizar a Pynchon, leer mucho Roth, Delillo, Zweig, Oates, Byatt, Spark… algunos de ellos en su lengua original y eso, indudablemente, enriquece la visión y ayuda a disfrutar al máximo la escritura de estos colosos. Con esta perspectiva el año que viene promete, y ya estoy pensando en cuáles serán los pilares de mi camino lector futuro.
En cuanto al panorama literario, este año se ha confirmado la tendencia que ya subrayé el año pasado en este artículo ; y que se puede resumir en pocas palabras: abundante variedad de novela negra y policíaca (incluso con recuperaciones detectivescas) y labor ingente de editoriales pequeñas que se están volviendo tremendamente interesantes con catálogos muy selectos y retadores; todo ello coincidiendo con el declive de interés que me inspiran las grandes dominadoras del mercado. Sólo hay que echar un vistazo a algunas de estas para ver ejemplos ilustrativos: Impedimenta, Sajalín, Nevsky y su sello Fábulas de Albión, Funambulista, El Reino de Cordelia, Minúscula, Libros del Silencio, Libros del asteroide, Valdemar… en fin, un cúmulo de propuestas con diferentes posibilidades, a cuál más atrayente. Echadle un vistazo por internet y veréis qué interesantes. Siempre nos queda RBA y su colección negra, que ahora intenta sacar un sello de Ciencia Ficción; lo que tenemos perdido, y esto no cambia, es el terror; poco, se sigue publicando muy poco, y últimamente sólo de temática zombi….
No me voy a enrollar más, voy a lo que interesa a la mayoría, la selección que hecho con las lecturas que más me han gustado, los criterios no son ni más ni menos que mi propio criterio, no dependo de nadie ni tengo acciones en ninguna editorial, por lo tanto solo pongo lo que me ha gustado sin partidismos. Las lecturas las intento coger de entre las que han salido este año y siempre cuelo alguna que no se ha publicado en este por su especial relevancia; ya aviso que este año la lista de candidatos ha sido extensa porque he tenido mucha diversión; en el camino quedan “Miami Blues” de Willeford, “Retrato de Humo” de Ballinger, “El redentor” de Nesbo, “La novia vestía de negro” de Woolrich, “El cristiano mágico” de Southern, “La caída y auge de Reginald Perrin” de Nobbs, “Mis Memorias” de Vidocq, “Fascinación” de Delillo, “Mátalos suavemente” de George V. Higgins y “Noir”, la visión postmodernista de la novela negra de Robert Coover; no todos pueden estar, así que sin más dilación:
“El caso de los bombones envenenados” de Anthony Berkeley, la obra maestra del representante del Detection Club vio la luz a principios de año y nos proporcionó un paradigma de lo que tiene que ser una novela de detectives, hablé de ella en este post. Si te gusta Agatha Christie o Chesterton y quieres una trama inteligente y al mismo tiempo divertida, este libro llenará de satisfacción a cualquiera.
“Una Edad difícil” de Anna Starobinets, una de esas pocas novelas de terror que hemos tenido la suerte de ver por aquí, recopilación de cuentos cortos, con ecos de ciencia ficción y de los grandes del terror, las influencias son evidentes pero tiene voz propia y es tremendamente desasosegadora. Parece, además, que tuvo éxito, Nevsky ha publicado ya el segundo libro de la escritora rusa “El vivo”, que tengo pendiente de leer. Si queréis más información de este primero aquí me extiendo más.
“Blancanieves debe morir” de Nele Heuhaus, atípico libro policíaco dentro de la editorial Maeva (sí, la de Camilla Lackberg), novela alemana de una calidad excelente, magnífico planteamiento y desarrollo de la trama en una ciudad donde los secretos y las sociedades ocultas están a la orden del día, un detective carismático y un final nuevamente genial, en serio, es magnífica. Aquí hablé sobre ella y otras muestras de buena novela negra alemana.
“Rehenes” de Stefan Heym, excelente relato de novela negra durante la ocupación alemana, caracterización sublime de personajes y una trama que no acaba de resolverse hasta las últimas páginas, ya dije en su momento en este post, que sería una de las novelas del año, puede pasar desapercibida por estar en una pequeña editorial como Funambulista, y sería una pena perderse este festín.
“La contabilidad privada de Christie Malry” de B.S. Johnson, ojo a esta pequeña joya, el autor era un innovador nato, un buscador de nuevas formas estilísticas que intentó superar la monotonía que impartían sus coetáneos,; esta novela es corta, intensa, plagada de humor negro y, como decía, especialmente bien escrita y estructurada, aunque comprendo que es rara, con esa belleza rara que tienen algunas cosas en la vida pero que te subyugan. Guardo la esperanza de que la misma editorial que se ha arriesgado, Libros del Silencio, ponga en marcha “The Unfortunates”, su obra maestra.
“El libro de la señorita Buncle” de D.E. Stevenson, Alba sacó un sello nuevo, Rara Avis, para poner recuperaciones clásicas de este estilo, y no podemos más que estar de enhorabuena; desternillante historia de principios del siglo XX que no dudo en recomendar porque te puede proporcionar uno de los ratos más divertidos de este año, es impagable, aquí tenéis el comentario que hice sobre esta obra ineludible.
“22/11/63” de Stephen King, si hubiera que hacer un libro propenso a ganar premios y aunar crítica y público, este libro sería un ejemplo perfecto, como cuando vemos “Una mente maravillosa” o “Titanic”, este es el mayor defecto que he oído; tiene más, pero la historia, en mi opinión, es excelsa, paradojas temporales, un romance de fondo y en el tiempo y, como siempre el buen hacer de este fabulador que es King. También ha salido otro de la Torre oscura, pero ese es más personal para recomendarlo, así que me quedo con este y lo recomiendo fervientemente.
“La canción del perro” de James McClure, ya comenté lo que me gustó el canto del cisne de la pareja de detectives del mejor escritor sudafricano de novela negra en este artículo , baste decir que siendo el final, es el principio y se puede leer igual, una maravilla de un autor olvidado en España pero de gran prestigio internacional. Un reencuentro inolvidable.
“Siempre hemos vivido en el castillo” de Shirley Jackson, que Minúscula haya sacado este libro y lo complemente con un postfacio ejemplar de Joyce Carol Oates da una idea del calibre de la obra con la que nos encontramos. Esta novela gótica a medio camino del horror es asfixiante y claustrofóbica, y es extraña, por qué no decirlo, cargada de sutilezas, un descubrimiento subyugador que te atrapará si caes en sus redes. Una verdadera delicia.
“Hermana mía, mi amor” de Joyce Carol Oates, otro ladrillo de perfección en la insigne obra de mi candidata favorita del año que viene para el Nobel de literatura. Este prodigio se ríe de los géneros, se ríe del postmodernismo o no… y se disfruta a tantos niveles que es imprescindible, conmovedora, traicionera, pero siempre, genial, aquí tenéis el comentario que hice sobre esta obra maestra de la norteamericana.
Y la novela de otros años que se cuela en este es, y no podría ser de otra manera si habéis seguido este blog, “Contraluz” de Thomas Pynchon, también cayó este año la excepcional “Mason y Dixon”, pero he elegido esta por muchas otras razones; quizá se trate de una obra irregular, pero es perfecta en sus imperfecciones, una obra que refleja como nada hoy en día el “zeitgeist” del que hablaba al principio, ese momento en el que vivimos, relativizaciones, ambigüedades, perfección dentro de esos grises. Una obra imprescindible para entender nuestro tiempo y la literatura moderna. Aquí tenéis el último comentario que hice y que aunaba los cinco que hice a propósito de ella.
Al final han sido once, y no es por la metáfora futbolística, os lo puedo asegurar. Es un número que me gusta, espero que os hayan gustado.