About Mariano Hortal

Mariano Hortal (Madrid, 1976), Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones y ahora Licenciado en Filología Inglesa. Después de casi 15 años trabajando en el sector, se convierte en abanderado de todo aquello que signifique cultura. “La literatura y la Ópera son mi pasión… aunque también canto en mis ratos libres (que son pocos). No me faltan ganas e ilusión ahora que comienzo esta nueva andadura.” Me podrás encontrar en esta página y como corresponsal de www.operaworld.es a las órdenes de Francisco García Rosado desde el 7 de enero del 2013 “Deja un poco de la tristeza que llevas encima y empecemos una nueva aventura”

“Cuando sale la luna” de Gladys Mitchell

Ediciones Nevsky, de la que ya he hablado alguna vez, gracias a su sello Fábulas de Albión, inaugurado durante este año pasado, están enriqueciendo su catálogo y, por qué no decirlo, mejorado aún más si cabe la calidad de las obras que están publicando; ya que, al evidente catálogo de escritores rusos y afines a lo ruso, se están uniendo ahora obras de otro tipo de temática, más oscura, tirando al gótico y que vienen a complementar extraordinariamente a una de las editoriales más interesantes del panorama actual.

Mitchell_Portada_PrensaDentro de estas obras nos encontramos ahora con “Cuando sale la luna” de la autora británica Gladys Mitchell. Esta escritora, contemporánea de Agatha Christie y Dorothy L. Sayers, era una de las “tres grandes damas” de la ficción detectivesca los años 30 del siglo XX, la menos conocida de las tres, al menos por aquí, pero perteneciente como ellas al fabuloso “Detection Club”: la edad dorada de las historias de detectives. Su obra se caracterizó por utilizar lo clásico del género para intentar una interpretación más personal, llevando la novela policíaca a estructuras más novedosas, utilizando psicología freudiana y desembocando, según las circunstancias en novelas más oscuras, jugando con lo sobrenatural y creando casi novelas góticas.

En “Cuando sale la luna” tenemos a un asesino destripador que actúa en las noches de luna llena y que alterará la vida de un tranquilo lugar de vacaciones en la campiña británica, y muy especialmente la de los hermanos Keith y Simon Innes (el narrador), que, debido a la acusación que pende sobre su hermano mayor harán las pesquisas necesarias para averiguar el causante de los asesinatos.

La novela, en esta ocasión parte de un planteamiento tremendamente clásico, pero utilizando estas reglas le sirve para crear una historia más oscura, no revoluciona en cuanto a lo estructural, pero sí en cuanto a la caracterización psicológica de los personajes y en dotar de atmósfera, tenebrosa, a medio camino en lo macabro y el cuento de hadas desde el punto de vista del niño; la luna se convierte, claramente, en uno de los personajes del libro: “Para mí la luz de la luna siempre lo inundaba todo de un efecto tan romántico como siniestro. Aquel hombre peligroso estaba dentro de mis ideas sobre la noche”, omnipresente en todas sus páginas y dotando de un aire siniestro o lírico a la trama según el momento.

La novela, en estos parámetros, es deliciosa, además de reflejar lo que piensan los niños, también le sirve para pintar una situación social que vivía, en aquel tiempo de entreguerras la sociedad inglesa más costumbrista y le da un aire que en algunos momentos tira a lo mágico, como podemos ver en el excelente párrafo que pongo a continuación:

“La luna se volvía más pequeña y luminosa. Se estaba agrandando, volviéndose enorme. El efecto era el de un cuento de hadas, irreal, una ensoñación, hermoso. La maleza veraniega que bordeaba el canal era alta y untuosa. Las hierbas estivales comenzaban a crecer formando arbustos. Ya hacía tiempo que había pasado  la flor del espino, y las hojas eran espesas y entretejidas. En la orilla opuesta altos árboles se elevaban ennegrecidos contra la luz de la luna, ante nosotros vimos las siluetas de las vigas, líneas pesadas y gruesas, del puente de la vía del tren al otro lado del agua.”

Estamos ante una prosista excepcional y que complementa maravillosamente las clásicas novelas de detectives del resto de miembros del mejor club de detectives de ficción de la historia. Espero que tenga éxito, ya que la escritora tiene más de 65 libros en su haber y, posiblemente, sean, al menos, de una calidad parecida a este; tendríamos diversión garantizada durante mucho tiempo.

Mis tenores favoritos (1ª parte)

A raíz de este artículo de Rubén Amón en su siempre recomendable “Blog de Pecho” empecé a pensar en este tema, una de esas disquisiciones habituales, donde se tiende a absolutizar y/o denostar diferentes cantantes, más cuando hablamos de lo operístico.

El divismo es necesario y sirve como realimentación para crear debates y partidismos que, normalmente, hacen que la lírica gane adeptos, eso no lo vamos a discutir. Lo que sí voy a discutir es la idoneidad de elegir un cantante sobre el resto, y más en el caso de los tenores.tres_tenors

Después de mucho tiempo escuchando ópera y todo tipo de música soy más partidario de escoger cantantes más adecuados según repertorios; por qué limitarse a un cantante, ya sea Pavarotti o Domingo, si tienes la posibilidad de tener al mejor cantante para cada repertorio; en mi opinión, acaba resultando lo más idóneo y sensato.

Si intentáramos hacer esta clasificación, de todas maneras, ¿cuál sería el criterio? Rubén Amón, gran seguidor, biógrafo y defensor a capa y espada de Plácido Domingo acaba el artículo de esta manera:

“El tenor madrileño puede decir ahora, con razón, que es el número uno, aunque también tendría sus razones para reivindicar la misma plaza cuando Luciano Pavarotti vivía. Nadie ha cantado tantos papeles como él -más de 140- ni ha abierto en más ocasiones la temporada de los grandes teatros. Sin olvidar que Plácido ha sido tenor wagneriano en Bayreuth, ha cantado Otello durante 30 años y se ha mudado de voz hasta convertirse en barítono polifacético.”

Los criterios que utiliza son, para mí, desarmables por diversos motivos:

-Más de 140 papeles cantados, Domingo es voraz en este aspecto, no le importa decir que es barítono y coger aún más papeles aunque los cante de pena, ¿estará dentro de ellos cantar “Tristán” en versión estudio?, sólo por decir que lo ha cantado; ¿estará el “coso” ese que hizo cantando de barbero”?; ¿y Rigoletto?; sí, exactamente, estarán todos (nunca ha tenido demasiado decoro para destrozar papeles) aunque no sean  los más adecuados por diferentes motivos.

-Abrir en más ocasiones los grandes teatros, claro, cantando todo lo que canta, y ahora dirigiendo, pésimamente, así cualquiera.

-Tenor wagneriano en Bayreuth, seamos serios, el papel más adecuado para él es Sigmund, pero no, con esa dicción alemana de pueblo español sale de pena, destroza parte del encanto de cualquier ópera en alemán. El resto de papeles, pues como siempre, vaya Tannhäuser, Lohengrim.. en fin…

-Cantar un papel 30 años… y ¿lo de Hans Hotter qué fue? O ya en tenores ¿Lauritz Melchior?

Desgraciadamente es una clasificación tremendamente partidista y adecuada demagógicamente a lo que le interesaba.

Pero bueno, pasemos a la clasificación, en base a criterios distintos, de los tenores que más me han gustado según el repertorio más adecuado a su voz, no voy a poner muchos; hoy la parte más aguda y en un próximo post los de los registros más graves:

-Tenor lírico, prototipo de muchos papeles de Verdi y, por ejemplo, algunos papeles de Puccini como Pinkerton o Cavaradossi: sin duda la elección sería el gran Carlo Bergonzi, del que ya hablé por aquí , posiblemente ha habido pocos cantantes tan inteligentes a la hora de interpretar cada papel; era más bien spinto, que lírico puro, pero para el momento nos vale; apoyado en un fiato inconmensurable, su dominio de de la mezza voce le hace acreedor de posiblemente la voz más adecuada para cantar el tenor lírico verdiano, esa “rara avis” de la que no salen prácticamente ejemplos hoy en día; cada frase de su repertorio está cantada con tanta sapiencia, sacando jugo de cada nota, que resulta un verdadero manual de canto; el timbre era, además, bellísimo, a pesar de que el agudo estuviera forzado a veces, ya que su voz no era muy amplia; voy a poner un par de ejemplos relacionados con Verdi, para empezar el “Di tu se fedele” de “Un ballo in maschera”:

 Y ahora uno de los papeles menos conocidos, “Quando lo sere al placido”, el Rodolfo de “Luisa Miller”. No se puede cantar mejor, su voz me produce tantísima emoción al oírla, es difícil resistir las lágrimas.

 

-Desde este tipo de tenor vamos a subir en la tesitura e intención; si entramos en el terreno de los lírico-ligeros utilizaré como transición al gran Luciano Pavarotti, mucha gente le pone dentro de los líricos, pero con esa tesitura y los papeles que hizo, en fin, me resisto a clasificarlo así; .Pavarotti tenía una de las voces más claras que he oído nunca, y, en sus mejores tiempos, tenía unos agudos de una brillantez proverbial, estratosférica, insultante; si a eso sumamos un timbre aterciopelado, de una belleza sin discusión, estamos ante uno de los mayores fenómenos de la historia; voy a obviar que es Rodolfo (“La Boheme”) porque tiene mucho y muy bueno; la primera demostración es el Tonio de “La fille du Regiment” de Donizetti; no hay forma de cantarlo mejor, es brutal está versión en vivo que he encontrado de 1969 en La Scala (en italiano) del famoso aria de los 9 do’s de pecho que hace sin dificultad:

 

Y para acabar otro papel increíble, Arturo de “Il puritani” de Bellini, brillante es un adjetivo demasiado corto para este otro prodigio, “A te, O Cara”, es inmortal para siempre:

-De un portento a otro lírico-ligero que siempre estará en mi corazón, Alfredo Kraus, un prodigio técnico que siempre estuvo cantando al nivel más alto hasta el final de su carrera, con una elección exquisita del repertorio, especialmente francés, en el que tenía una dicción excelente, aunque también italiano, Mozart.. siempre consciente de sus limitaciones, rechazó cantar “La flauta mágica” porque su dicción alemana no era adecuada (Ay, Domingo…), siempre se identificó con Tristán pero fue su sueño frustrado, sabía que su voz se destrozaría cantando ese papel, muy a su pesar, por carácter podría haberlo bordado; con él voy a ser tópico, hay que poner “Werther” de Massenet, “Pourquoi me reveiller” estaba unida a su melancolía inherente, cuánta belleza, qué brillantez para dar cualquier agudo, no en vano era capaz de dar un mi sobregudo de pecho:

 Y otro ejemplo, sorprendente, el “O muto asil del pianto” del “Guillermo Tell” de Rossini con la nota optativa al Mi sobreagudo, el poder de la voz de Kraus:

 -El último lírico ligero que voy a poner, que me estoy extendiendo demasiado ya, va a ser el alemán Fritz Wunderlich, este no es tan conocido para el público más habitual, pero su voz  era de un encanto irresistible, desde que le escuché haciendo el “Dies Bildnis ist bezaubernd schön” de “La flauta mágica”, busco con avidez las pocas grabaciones disponibles que tiene (murió jovencísimo a los 35 años); qué dominio del canto legato, qué fluidez para ir de nota a nota, qué agudo cargado de armónicos, cuánta inspiración en cada pasaje, a disfrutar:

 Otro ejemplo de la delicadeza con la que cantaba es esta “Mi lusinga Il Dolce Affetto” del Alcina de Haëndel, es imposible no rendirse ante él, se me saltan las lágrimas cada vez que la oigo:

Bueno, ya está bien por ahora, que me extiendo demasiado. El próximo post tendrá un ligero, y los tenores más potentes: dramáticos y heldentenors.

“El americano perfecto” de Peter Stephan Jungk

Con motivo del estreno mundial el próximo día 22 de enero de la ópera sobre la vida de Walt Disney, “The perfect American” de Philip Glass, se ha publicado anteriormente el libro en el que se basa el libreto de la ópera: “El americano perfecto. Tras la pista de Walt Disney” (“Der König von America”) del norteamericano, aunque con lengua materna alemana, Peter Stephan Jungk.

americanoperfectoEl libro no es una biografía al uso, está a medio camino de la biografía y el relato de ficción y se basa en la vida de Wilhelm Dantine que es el que se encarga de construir la narración al completo desde su punto de vista. Dantine fue el creador de los bocetos para “La bella durmiente” y fue expulsado por el propio Disney en 1959, lo cual desencadenó su obsesión por el creador estadounidense:

“Echo la vista atrás y contemplo la historia de su vida, como si me fuera más próxima y familiar que la mía propia. Incluso ahora, treinta años después de nuestro último encuentro, le sigo dedicando mi primer pensamiento cuando me levanto al amanecer y el último cuando me voy a la cama por la noche. Hace algunas semanas, cuando me propuse dar forma a lo vivido, no sabía si saldría una elegía, un libelo difamatorio o una epopeya”

Esta mezcla de veneración y odio que deviene en obsesión nos hace ver, casi desde el principio, lo falible, lo poco fiable que es este narrador y; desde luego, todo lo que vaya sacando de Disney irá entre lo elegíaco y lo despreciativo. Construirá su vida desde los momentos en que se relacionó con él, pero también a través de los testimonios de aquellos lo trataron. Y todo con continuos cambios en el tiempo, según le interese, lo que convierte la narración en algo poco predecible y por supuesto tremendamente entretenida, además de estar bien escrita.

Casi al principio de todo nos damos cuenta de que era un “megalomaníaco” sin lugar a dudas:

“Soy un líder, soy un pionero, soy uno de los grandes hombres de mi época; en su interior, a Walt estas palabras le resuenan como un eco. Esta oración de alabanza de sí mismo se la repite todas las mañanas, mientras está tendido despierto, antes de que salga el sol, desde Blancanieves, desde 1937. Mi nombre está en boca de más personas que el de Jesucristo. Millones de personas conocen, por lo menos, una de mis películas. Soy un mito. Mi ratón gusta más que el Niño Jesús y Papá Noel juntos. Es algo que no existía antes de mí: un género artístico, una idea, un concepto, que llega a toda la humanidad, que gusta y deleita a todos. He creado un universo. Mi fama durará siglos.”

A pesar de que el discurso, ciertamente, acusa de delirio de grandeza, el tiempo nos ha mostrado que no estaba muy lejos de la realidad. Otras pinceladas de su personalidad, igualmente menos agradables, tenían que ver con su falta de reconocimiento de los demás en público:

“Walt casi nunca daba su aprobación, y cuando esto ocurría lo hacía de una manera indirecta, con rodeos: hacía saber que otro había hecho un trabajo sorprendentemente bueno. con lo cual quedaba implícito que, aquel al que se dirigía debía comprobar en sí mismo si había dado muestras satisfactorias de su capacidad para entusiasmar al jefe.”

O simplemente con sus sentimientos racistas o machistas:

“Siente usted una llamativa simpatía por los negros, así sí que no estamos de acuerdo. […] No permito, bajo ningún concepto (y en todo caso no se ha dado nunca hasta ahora) que trabajen para mí, ni aquí, en Anaheim, ni en los estudios de Burbank. Dejo que haya uno o dos como jardineros, y la mayoría de las mujeres de la limpieza del estudio son negras, por supuesto. Pero yo prefiero apartarme de su camino.”

“Que nunca ha permitido ni a una mujer tomar parte de un proceso creativo. Las mujeres estaban autorizadas a copiar, pintar y colorear con tintas las ideas, los patrones y los bocetos de los hombres, pero no a producir ni el más mínimo trabajo creativo.”

A pesar de estos delirios, se nos revela como hombre, con sus miedos, quizá el miedo mayor sea a que desaparezca en el tiempo su persona:

“En los últimos tiempos no me abandona la sensación de que mi nombre ya no me pertenece. Es como si yo fuera el portador de este nombre, cuyo propietario es, en realidad una empresa. Una compañía que ofrece mi nombre como si fuera el suyo ¿Yo soy yo o soy una empresa? Dentro de cincuenta años, mi estudio aún existirá, pero nadie sabrá ya que tras él había un hombre de carne y un hueso, un tal Walter Elías Disney”

Miedos visibles por la forma en que se refiere a los animales: “Prefiero los animales a las personas, con mucho. Y creo que a la mayoría de la gente le sucede lo mismo. El éxito, en todo caso, me da la razón.” Walt Disney resulta, cómo no en este tipo de grandes figuras, un personaje muy paradójico según lo que nos cuenta Dantine: por un lado tenemos al visionario e influyente empresario capaz de influir en las elecciones democráticas de EEUU, recibir al presidente ruso o hablar con Neil Armstrong para conseguir que sea el primero en salir a la luna con un muñeco de Mickey Mouse (si no lo consiguió es porque murió antes); por otro tenemos a una persona insegura, anclado en la nostalgia de su niñez (visitó muchas veces su ciudad de origen, Marceline), profundamente asexual (tuvo una amante con la que prácticamente ni se acostaba) y temeroso de las relaciones con las personas.

Sin embargo este hombre de contradicciones supo rodearse de personas de mucho talento, (tal es el caso de Ub Iwerks, creador de Mickey y “capaz de crear 700 dibujos en un día”. Ward Kimball,  creador de Dumbo, o el propio Dantine, etc.), y exprimirlos para crear lo mejor que se podía hacer con un punto de partida muy claro y que nunca perdió en su horizonte:

“Nosotros no producimos filosofía, Bill, sino entretenimiento. […] Puede que una metáfora tan rebuscada satisfaga tu cerebro retorcido, pero no a los millones de personas que forman mi público.”

Esta biografía ficcionalizada nos ofrece esto y más (las pequeñas anécdotas y muchos más datos es mejor descubrirlos leyéndolo), pinta a Walt desde una óptica postmodernista que podemos creernos o no pero que no está muy lejos de la realidad, y que pone en perspectiva a una de las más importantes figuras del siglo XX, un visionario que ya es inmortal (como su empresa), en boca de su colaborador Ward Kimball:

-De Leonardo todavía nos acordamos hoy, cuatro siglos y medio después de su muerte. Y lo mismo ocurre con Miguel Ángel, Rubens y Velázquez. De igual manera se recordará a Walt Dinsney, en un futuro lejano , muy lejano. Y así debe ser. Puede que las películas de Walt sean simplificaciones., pero son clásicos. Deberían ser preservadas; no, no deberían, se preservarán de hecho como la Biblia de Gutenberg.”

Guste o no, la influencia de Walt Disney y el imperio que creó es inmensa y, sobre todo, decisiva en la forma de entender la cultura popular :”Resulta difícil imaginar un mundo sin Walt”.

No me gustaría acabar sin una carta-anécdota que se nombra en las últimas páginas, tras su muerte, y es la que Disney dirigió a Charles Chaplin pidiéndole perdón por haberle acusado en la caza de brujas contra los izquierdistas; en esa carta Disney comenta: “Tan solo quería hacerle saber lo mucho que usted ha significado para mí. Sin su ejemplo, nunca habría existido el ratón Mickey. Sin su inspiración, no habrían existido Blancanieves ni Pinocho, ni casi ninguna de mis películas. Usted fue mi maestro y mi modelo. Sin usted, nunca habría existido Walt Disney.”

Gracias Chaplin, gracias Walt, por haber hecho tantísimo por la cultura.

“Aquí y ahora (2)” de Paul Auster y J.M. Coetzee

Sabiendo que venimos de aquí ; en este segundo post voy a poner alguno de esos momentos que considero reseñables por algún hecho en particular y que paso a relatar sin más dilación:

jm+coetzee-1Me encanta la crónica espontánea que realiza Coetzee para referirse a las organizaciones de eventos culturales en Italia, reflejo de una mentalidad, la mediterránea, que, a pesar de lo caótico que pueda ser superficialmente, consigue obtener buenos resultados:

“A estas alturas ya he estado en bastantes eventos culturales en Italia como para no perder los nervios ante el caos que parece rodearlos. Nadie está del todo seguro de dónde ha de celebrarse el evento, al técnico de sonido no lo encuentra nadie, la intérprete está furiosa porque nadie la ha informado del orden de las intervenciones, etc, etc. Sin embargo, cuando llega la hora, todo sale bien: el público averigua milagrosamente adónde ha de ir, el equipo de sonido funciona y la intérprete lo hace de maravilla. Resulta que todo el caos era espurio.”

Uno de los momentos más sonrojantes tiene que ver con la figura de Philip Roth, el sudafricano acaba de leer “Sale el espectro” y realiza un análisis crítico del mismo, detallado, conciso, intentando ahondar, como crítico, en lo que está detrás del libro del autor norteamericano, olvidando el reduccionismo biográfico de la cultura americana sobre la que, además, le pregunta a Auster centrándose en Nueva York, ya que puede perderse algo que sea necesario para su análisis:

“Doy por sentado que has leído “Sale el espectro” y que sabrás que es un poco un batiburrillo. Incluye una diatriba completamente inmotivada sobre las tendencias del llamado periodismo cultural, puesta en los labios del personaje de Roth, Lonoff. Sin duda en esa diatriba hay mucho que yo, que no soy de Nueva York, me pierdo. Pero está claro que Lonoff (¿y también Roth?) no siente nada más que desprecio hacia esa mezcla de moralina y reduccionismo biográfico que pasa por crítica literaria en vuestros órganos culturales (y también en los nuestros). (Cuando hablo de reduccionismo biográfico me refiero a tratar la narrativa como una forma de camuflaje del yo que practican los escritores: la tarea del crítico es deshacer ese camuflaje y revelar la “verdad” que hay detrás)”.

Y, ¿cuál es la respuesta de Auster?, me guardo el comentario para luego, porque tiene chicha:

“¿Nado yo en las mismas aguas que Roth? No estoy seguro. Nuestros caminos se han cruzado unas cuantas veces, en dos ocasiones hemos cenado en un grupo de tres con Don Delillo (íntimo amigo mío desde hace muchos años), y hemos intercambiado un puñado de cartas. En otras palabras, es un conocido, no un camarada. Lo que a él más le interesa de mí, creo yo, es que ambos hemos nacido en Newark. En cuanto a Nueva York, sin embargo, no soy algo menos visible que él, sino muchísimo, quizá infinitamente menos visible. Roth es un dios cuya obra ha sido universalmente elegida desde su primer libro, mientras que yo solo soy un simple y esforzado mortal cuya obra ha recibo más coces de las que quisiera recordar. Y además, tiendo a evitar muchedumbres, fiestas y declaraciones públicas, prefiriendo cuidar de mi pequeño jardín en Brooklyn. Por otro lado, Roth ha tenido una enorme presencia literaria durante más de cincuenta años: una trayectoria excepcionalmente prolongada para todo escritor, sin duda la carrera más larga de cualquier autor norteamericano en la historia. Una prueba de su fama: es el único novelista vivo cuya obra se ha publicado en la Library of America”.

Auster Coetzee

Nuevamente utiliza la comparación (en este caso con Delillo) para establecer que Roth no es, ni mucho menos íntimo (“es un conocido”); solo hay que ver el comienzo (“¿Nado yo en las mismas aguas de Roth?”), esta frase tiene tanto resentimiento explícito que puede no ser peor, pero sí lo es, vaya que sí; comenta que a Roth no le interesa nada de él más allá del hecho de ser de la misma ciudad, se reconoce prácticamente invisible ante Roth en Nueva York, ignorado por los círculos críticos y culturales en comparación, y con esta frase (“Roth es un dios cuya obra ha sido universalmente elegida desde su primer libro, mientras que yo solo soy un simple y esforzado mortal cuya obra ha recibo más coces de las que quisiera recordar”) hace gala de una acritud sin límites, ese dios en minúscula, encumbrado (según él) por la crítica desde el primer momento, mientras que él, con todo lo que se esfuerza, no consigue lo mismo y le machacan. Hay mucho rencor detrás de toda la afirmación, un sentimiento de inferioridad manifiesto ante la efigie del gran Roth (en mi opinión, muy superior a él, como Coetzee), un complejo que no puede evitar sacar (me atrevo a decir que hay odio) y que le hace olvidarse totalmente de lo que le ha preguntado, muy profesionalmente, Coetzee. Anecdóticamente, antes de este párrafo, lo primero que reconoce es no haberse leído la obra comentada, aunque se haya leído muchas de Roth, ¿casualidad?, más bien no, es evidente que los dos escritores no se llevan muy bien y que, además, en EE.UU. hay mayor consideración por el segundo.

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Me he extendido mucho con lo anterior pero creo que valía la pena, me gustaría poner también el comentario que hace Coetzee sobre el signo de los tiempos, ese cambio a lo electrónico que, desde luego, no tolera demasiado bien:

“Hace poco me llegó una revista […]. Incluía un artículo que celebraba la inauguración de una nueva biblioteca universitaria, con terminales informáticas, cubículos para estudiar, salas para seminarios e incontables espacios de trabajo. Leí el artículo y lo volví a leer para asegurarme. Pero no me equivocaba la primera vez. La palabra “libro” no aparecía ni una sola vez. […]

¿Qué tiene esa gente contra los libros? ¿Por qué no comparten mi idea de la biblioteca como hectáreas y hectáreas de estanterías sumidas en penumbra que sostienen hileras interminables de libros apelotonados extendiéndose hasta el infinito en todas direcciones?

El argumento en contra de la biblioteca borgiana es casi demasiado tedioso como para repetirlo: demasiado tedioso y demasiado concluyente, en una época en que la economía ha sido proclamada reina de las ciencias. Y es que los libros ocupan demasiado espacio.”

Sí quería terminar con algo que entronca claramente con la realidad vivida este año, un hecho que los dos escritores complementan: su preocupación por el momento en que deberían dejar de escribir. Coetzee se ve incapaz de detectar ese momento:

“Lo que me interesa en la situación presente es la cuestión de cómo y cuándo se anunciará el agotamiento de las energías. No se puede seguir escribiendo eternamente; y tampoco quiere uno despedirse con un producto vergonzosamente malo de la chochez. ¿Cómo detecta uno que simplemente ha perdido la capacidad para hacerle justicia a un tema?”

Auster es más positivo al respecto, estupendo el hilado que hace con la novela de Willeford (autor de novela negra, por cierto):

“Una frase me ha estado rondando por la cabeza durante estas últimas semanas: New hope for the dead (Nueva esperanza para los muertos- Novela de Charles Willeford) […] y la tengo muy presente después de enterarme de que Doctorow acaba de publicar un nuevo libro de relatos a los ochenta años, de hablar con Coover (79) acerca de la conferencia sobre Beckett que dará en Irlanda este otoño, de cenar con Roth (78) y Delillo (74), y al encontrar a todos esos presuntos ancianos en un increíble estado físico, llenos de proyectos, contando chistes, comiendo con saludable apetito, me sentí animado por lo que vi y oí. Nueva esperanza para los muertos. Lo que significa: “Nueva esperanza para nosotros”.

Sin embargo, ya sabemos que escritores como Roth y Kertész se han retirado de su carrera literaria, quizá no estemos tan lejos de la retirada de estos grandes escritores, lo cuál siempre me embarga con un poco de pena; prefiero quedarme con el mensaje que nos envía, para acabar la correspondencia Coetzee: “El mundo sigue enviándonos sorpresas. Y nosotros seguimos aprendiendo.”

“Aquí y ahora (1)” de Paul Auster y J.M. Coetzee

“Aquí y ahora” es un diálogo epistolar entre los dos autores, el norteamericano Paul Auster y el sudafricano/australiano J. M. Coetzee, desde que se conocieron en el año 2008 y que mantuvieron hasta el 2011. Estos dos grandes amigos charlan, a su manera, de temas que van desde el deporte hasta la crisis económica pasando por las malas críticas, el amor, el matrimonio, etc…

Aqui y ahoraEl resultado de tal experimento es, desde luego irregular, por varios motivos: uno, al ser simples cartas, Coetzee, que es inteligente, cohíbe su estilo, y desde luego no intenta que destaque tanto la forma como el fondo de lo que está contando, de esta manera tenemos unas cartas en las que predominan los mensajes sobre la forma de reflejarlos. El segundo motivo es, sin lugar a dudas Auster; es buen escritor, pero no le llega ni a la manga del chaleco a Coetzee; sus comentarios, la mayoría de las ocasiones, se convierten en anécdotas sin gracia basadas en experiencia personal, pero muy superficiales, o en diatribas contra lo primero que pille como ya relataré en otro momento; el caso es que sus intervenciones son bastante prescindibles como luego pasaré a exponer con algún ejemplo concreto.

Teniendo en cuenta todo esto, aún así, es interesante leerlo, ya que hay momentos muy buenos y esos son los que voy a intentar reflejar en dos o tres posts distintos.

Uno de los temas que quería reflejar es la opinión de los dos escritores sobre la crisis mundial que nos azota, la incomprensión de Coetzee ante el fenómeno:

“Por la gracia de Dios, en 2008 no sufrimos ninguna calamidad. Nuestras ciudades siguen intactas, nuestras granjas siguen siendo productivas y nuestras tiendas están llenas de vituallas.

Entonces ¿qué pasó que nos hizo más pobres?

La respuesta que nos han dado es que ciertos números han cambiado. Ciertos números que solían ser elevaos de repente han descendido, y por esa razón somos más pobres.”

Esos números que reflejan su indefensión, la de un hombre de letras que no puede entenderlos, los números que suben y bajan como metáfora de bienestar o crisis según su tendencia. Auster no puede más que decir que corroborar su impresión y añadir el elemento personal de los que la sufren:

 “La crisis únicamente se acabará cuando se disipe el pánico. Pero qué producirá el fin del pánico es un misterio para mí.”

Me temo que, en ambos casos, la respuesta es más bien tibia, quizá influenciados por políticas editoriales.

Más interesante resulta cuando Auster empieza a hablar del atractivo del deporte para el público aunque lo equipare, más bien erróneamente, con la literatura de género (thrillers, novelas policíacas); queriéndose poner por encima estas formas, un elitismo snob que desprecia un fenómeno y lo simplifica exageradamente, uno de los complejos del norteamericano que van surgiendo a lo largo del libro:

“No hay duda de que los deportes poseen un sólido elemento narrativo. Seguimos los giros y peripecias del encuentro con objeto de saber el resultado final. Pero no, no es exactamente lo mismo que leer un libro; al menos no la clase de libros que tú y yo tratamos de escribir. Aunque quizá tenga una relación más estrecha con la literatura de género. Piensa en los thrillers  o en las novelas policiacas por ejemplo, que siempre son el mismo libro, incesantemente repetido, miles de sutiles variaciones de la misma historia, y sin embargo el público siente un apetito insaciable por esas novelas. Como si cada una de ellas fuera la representación de un ritual”.

Afortunadamente tenemos al gran sudafricano que, partiendo de una volea de revés de Federer:

“Federer haciendo una volea cruzada de revés. Y me pregunto: ¿acaso es realmente la estética, o únicamente la estética, lo que da vida a esos momentos para mí?.

A mí me parece que mientras presencio la jugada me pasan dos pensamientos por la cabeza: (1) si yo también me hubiera pasado la adolescencia practicando golpes de revés en lugar de lo que hice… entonces también habría podido hacer juagadas así y provocar que el mundo entero ahogara un grito de asombro. Y a continuación: (2) por mucho que me hubiera pasado la adolescencia entera practicando golpes de revés, jamás podría haber hecho esa jugada, mucho menos bajo el estrés de la competición y de forma voluntaria. Y por consiguiente: (3) acabo de ver algo que es al mismo tiempo humano y más que humano; acabo de ver algo que viene a ser el ideal humano materializado.

Lo que quiero reflejar en esta serie de réplicas es la forma en que la envidia levanta primero la cabeza y luego se ve sofocada. Uno empieza envidiando a Federer, de ahí pasa a admirarlo, y por fin termina ni envidiándolo ni admirándolo, sino exaltado ante la revelación de lo que puede hacer un ser humano, o por lo menos uno como él.

Y considero que eso se parece mucho a mi respuesta a las obras de arte a las que he dedicado mucho tiempo (de reflexión y análisis), hasta el punto de tener una buena idea de lo que contribuyó a su creación: puedo ver cómo se hicieron pero jamás las podría haber hecho yo, están fuera de mi alcance; pero fueran hechas por un hombre (de vez en cuando una mujer) como yo; ¡qué honor pertenecer a la especie de la que es representante!

Y llegado a este punto ya no puedo distinguir lo ético de lo estético”

Extrapola la idea del deporte a su ideal de apreciación de la belleza en el arte, la búsqueda de lo sublime en las obras de personas a las que puede admirar, apreciación que comparto plenamente y que se parece mucho a lo que me sucede a mí al apreciar manifestaciones artísticas. Él no necesita denostar, o ponerse por encima, para reflejar lo que quiere pensar, es un titán, y en el siguiente post lo seguiré mostrando.

“Macbeth desde el vouyerismo” en el Teatro Real

 El pasado día 30 asistí a la última función programada en el Teatro Real del “Macbeth” de Verdi. Era la primera vez desde que se abrió últimamente el teatro y, desde luego, era un acontecimiento más que reseñable por la calidad de una obra que, sin embargo, no es tan conocida para el público más generalista; de hecho se caracteriza por tener una buena cantidad de números para coro, a cuál mejor, que suelen entrar muy bien a la gente si están bien ejecutados.

macb--644x362Como de costumbre en estos casos, ya conociendo como conozco la obra, me fijé mucho más en la parte escénica; había que comprobar la visión de Dmitri Tcherniakov: el comienzo, novedoso, se iniciaba a telón cerrado con un gigantesco mapa encima del telón a la manera de Google Maps, este mapa se utilizaba como transición entre todas las escenas, que tampoco es que fueran más que dos: uno, la calle, para reflejar los movimientos del pueblo y, dos, la corte que se hacía un zoom desde el mapa para centrarse en una ventana que mostraba el salón de una casa y que, en tamaño pequeño, como si fuéramos “voyeurs”, nos servía para acechar lo que hace la realeza con sus vidas (las escenas con Macbeth, Lady Macbeth, etc..).  La metáfora era evidente, en la línea del “Ocaso de los dioses” wagneriano, la casa que albergaba la corte se hacía cada vez más decrépita según avanzaba la obra y observábamos desde fuera, la caída de la monarquía por el pueblo, idea que, por otra parte se está repitiendo durante toda la temporada en estos primeros títulos, incluso en ballet. A continuación podéis ver parte de este montaje en el vídeo oficial del Real:


Lo que podría parecer una idea interesante, resultaba, al final de la ópera, tremendamente repetitivo y acababas muy cansado del mapa que servía para ocultar las carencias de dirección artística de las grandes escenas: mucha gente en escena y sin embargo muy estáticos; además de dejar el final prácticamente sin escena con el coro cantando desde el foso de la orquesta o la claustrofobia de todas la escenas ambientadas en la corte, poco acorde con la música de Verdi. Si a eso sumamos las típicas irreverencias sin sentido que se hacen porque le apetece al director de escena: poner a Macduff cantando metido en una cuna no tiene ningún sentido o que Macbeth acabe en calzoncillos su escena de muerte tampoco es de recibo. Se le puede buscar a todo un significado pero, ¿vale la pena?.

macbeth-tr-2En cuanto a lo musical, en fin, parece ser que mi día fue el de los entusiastas, sin que sirva de precedente, todo merecía bravos, estaba tan asombrado que no me lo creía. La dirección de Teodor Currentzis fue muy interesante, sacando bastante partido a la partitura a pesar de la velocidad con que llevó los dos primeros actos de una manera extraña. Luego el sosiego ayudó a que todo se ensamblara mejor, de hecho, en los primeros coros el coro titular se perdía, llegando tarde a muchas entradas, a partir de un sublime “Patria opressa” estuvo simplemente perfecto, como ya es habitual; hasta aquí lo más sobresaliente. Lo demás, regular tirando a malo, Ulyanov como Banco empezó tremendamente frío en el dúo inicial con Macbeth, no dieron una, pero, por lo menos, nos regaló un estupendo final en su muerte ya con la voz en plenitud. Tiliakos en cambio no tuvo ni un momento bueno, empezó frío y cuando calentó su voz no daba más de sí, tremendamente pequeña y absorbida por la densidad orquestal de un Currentzis que no se refrenaba; no pido un Cappucilli, pero algo más sí. Violeta Urmana, ya se avisó desde el principio que tenía un proceso gripal y eso la salvó de cara al publicó, que vitoreó todas sus intervenciones con entusiasmo a pesar de la estridencia de los agudos que le obligó a dar más de un gallo y más de dos; además de que su voz, le guste o no, no es la más adecuada para cantar Lady Macbeth, espero que se dé cuenta porque está perdiendo el tiempo. Sorprendente el Macduff de Stefano Seco, que en su aria “Ah la paterna mano”, hizo una demostración de cómo no se debe cantar, a pesar de la cuna, parece increíble que se pueda cantar calada casi todo el aria, desastroso; eso sí, el público rendido, fue justo después del coro “Patria opressa”. El resto, aceptables, no estuvo mal el Malcolm de Alfredo Nigro.

Sensación agridulce con este montaje del que esperaba un poco más, aunque la música de Verdi todo lo soluciona y te hace olvidar esos momentos.

“El post de las estadísticas”

Todos los años, desde hace ya tiempo, intento realizar una retrospectiva a nivel cuantitativo, de los libros leídos, esto se suele complementar con la visión más cualitativa que pasé el día anterior con las lecturas que más me han gustado; y sirve para hacerme una idea de mi avance literario desde otro punto de vista.

floating admiralDe tal manera, el 2012 no puede ser menos, fríamente hablando, he leído una cantidad bastante aceptable de libros, mi reto lector era 120, y al final he llegado a 131 libros, superado con creces como podéis comprobar (sirva como referencia que el año anterior leí 100 libros); de todos modos este dato es aún más divertido si comparamos el número de páginas leídas, en el 2011 fueron 30.000 páginas; este año han llegado a las 40581 páginas; esto sí asustará algo más al lector ocasional o no-lector porque supone lo siguiente:

1º El libro medio en el 2011 tenía unas 300 páginas de media; sin embargo, este año ha sido de 310 páginas aproximadamente.

2º Teniendo en cuenta los 12 meses del año, la media de libros mensual ha sido de casi once (lo que supone unas 3382 páginas mensuales)

3º Si dividimos el año en 52 semanas, compruebo de esta manera que he leído, de media, dos libros y medio (780 páginas) por semana. Suele ocurrir que compagino dos o tres lecturas a la vez, de ahí que pase esto; alternar lecturas no es más complicado y ayuda a coger más velocidad lectora, está certificado.

No está nada mal la verdad. Como toda estadística, no es exacto; en meses veraniegos, leo mucho más que en los meses de trabajo y, desde luego, todos los libros no tienen ese tamaño, los he leído desde 1380 páginas a 50… un abanico muy amplio de posibilidades.

En cuanto a la lista de libros ha sido la que pongo al final del post, las conclusiones son claras, muy variado todo, con poca concentración de autores, muchos distintos, los autores más leídos han sido por este orden: Stefan Zweig, Philip Roth y Terry Pratchett, Muriel Spark y Jo Nesbo. Una mezcla extraña desde luego. Otro dato curioso es que 11 de los 131 libros fueron en inglés completamente, y tiene pinta de que este año vayan a ser más, una tendencia muy incesante. Como finalización, a pesar de leer mayoritariamente de escritores anglosajones, ha habido hueco para muchas nacionalidades, solo hay que ver el caso de Zweig o Nesbo.

Y para acabar, la lista….

Eric Ambler

Causa de Alarma

Javier Pérez Andújar

Los príncipes valientes

Paul Auster(con J. M. Coetzee)

Aquí y ahora. Cartas (2008-2011).

Poesía completa. (inglés)

Bill S. Ballinger

Retrato de humo

Linwood Barclay

El accidente

John Franklin Bardin

El percherón mortal.

Henry Howarth Bashford

Augustus Carp

Anthony Berkeley

El caso de los bombones envenenados

Lawrence Block

Tiempo para crear, tiempo para matar.

Louis Borgenicht

Manual de instrucciones del bebé.

Willy Breinholst

Hola, estoy aquí

Fredric Brown

El asesinato como diversión

Ed Brubaker

Ascensión y caída del imperio Shi’ar

Edward Bunker

Perro come perro

A.S. Byatt

Posesión

El libro negro de los cuentos.

Javier Calvo

El jardín colgante

Francisco Casavella

Elevación, elegancia y entusiasmo: Artículos y ensayos (1984-2008)

Jerome Charyn

Ojos azules

James Hadley Chase

Un loto para miss Quon

Gilbert Keith Chesterton

Lectura y locura

Charles Dickens

Detection club

The floating admiral (Inglés)

Jonathan Coe

La terrible intimidad de Maxwell Sim

J.M. Coetzee

Foe (inglés)

Robert Coover

Noir

Don Delillo

Fascinación

Los nombres

Body Art

Charles Dickens

Las memorias de Joseph Grimaldi

Estampas de Italia.

Francis Scott Fitzgerald

The great Gatsby (ingles)

John Fowles

El coleccionista

Jonathan Franzen

Libertad

Stella Gibbons

Navidades en Cold Comfort Farm

Wolfgang von Goethe

47 poemas.

Graham Greene

The quiet American (ingles)

Ernest Hemingway

The snows of Kilimanjaro (ingles)

Vicki Hendricks

Poesía Cruel

Stefan Heym

Rehenes

George V. Higgins

Mátalos suavemente

Zora Neale Hurston

The gilded Six-bits (ingles)

Kazuo Ishiguro

The remains of the day (ingles)

P. D. James

La muerte llega a Pemberley

B. S. Johnson

La contabilidad privada de Christie Malry

Paul Johnson

Humoristas.

Stephen King

22/11/63

El viento por la cerradura.

Chuck Klosterman

Pégate un tiro para sobrevivir.

Stanislaw Lem

El hospital de la transfiguración

La investigación

Elmore Leonard

Un tipo implacable

Bernard Malamud

El reparador

Los inquilinos

George R.R. Martin

Danza de Dragones

Ed McBain

Odio

James McClure

La canción del perro.

El leopardo de medianoche

El huevo ingenioso.

Val McDermid

El canto de las sirenas.

Margaret Millar

La bestia se acerca

Arthur Miller

Death of a salesman (inglés)

Gladys Mitchell

Cuando sale la luna

Nancy Mitford

Trifulca a la vista

Dr Vicente Munar

Preparaos papás.

Jo Nesbo

Némesis

La estrella del diablo

El redentor

Headhunters

Nele Neuhaus

Blancanieves debe morir

David Nobbs

Caída y auge de Reginald Perrin

Cees Nooteboom

Tenía mil vidas y elegí una sola

Flann O’brien

La gente corriente de Irlanda.

Flannery O’Connor

Cuentos completos

Joyce Carol Oates

Del boxeo

Hermana mía, mi amor

Jean Patrick Manchette

El caso N’Gustro

Pilar Pedraza

La pequeña Pasión

Daniel Pennac

Diario de un cuerpo

Terry Pratchett

Buenos presagios

Los pequeños hombres libres

Regimiento monstruoso

Nación

Carpe Jugulum

Douglas Preston, Lincoln Child

Venganza

Sangre fría

Thomas Pynchon

Mason y Dixon

Contraluz

Adrienne Rich

Poemas (1963-2000) (inglés)

Alex Ross

Escucha esto

Philip Roth

Zuckerman encadenado

La contravida

El animal moribundo

El pecho

El profesor del Deseo

Patrick Rothfuss

El nombre del viento

Maj Sjöwall, Per Wahlöo

La habitación cerrada

Terry Southern

El cristiano mágico

Muriel Spark

El asiento del conductor

Memento mori

Los solteros

La abadesa de Crewe

Mickey Spillane

Mi pistola es veloz

Anna Starobinets

Una edad difícil

D.E. Stevenson

El libro de la señorita Buncle

Leonie Swann

¡Qué viene el lobo!

Josephine Tey

La hija del tiempo

Jim Thompson

Mujer endemoniada

Noche salvaje

Un cuchillo en la mirada

Ko Un

Fuente en llamas

Diez mil vidas

Fred Vargas

Los que van a morir te saludan

El hombre de los círculos azules

El ejército furioso

Susan Rich

Miedos de medio minuto

Vidocq

Mis memorias

 Kurt Vonnegut

Matadero 5

Mientras los mortales duermen

Edith Wharton

Souls Belated (Inglés)

Charles Willeford

Miami Blues

 Cornell Woolrich

La novia vestía de negro

 Stefan Zweig

Carta de una desconocida

Novela de Ajedrez

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

Momentos estelares de la humanidad

Ardiente secreto

Mendel el de los libros

Los milagros de la vida

“Felices reyes sabios”

Espero que vuestros reyes hayan ido muy bien. Los míos han sido “sabios” y me han regalado verdaderas maravillas que paso a comentar a continuación. Una imagen, esa que vale a veces más que mil palabras, lo dice todo:

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Aparte de otros regalos de tipo más pragmático, como tiene que ser; en cuanto a lo cultural, que es lo que aparece en la foto, me gustaría comentarlos.

En libros tengo ya en mis manos dos recopilaciones extraordinarias:

En primer lugar el que ya comenté como posible regalo navideño en este post a comienzos de la Navidad : los “Cuentos de Navidad” de Charles Dickens, qué mejor colofón para acabar el bicentenario de su nacimiento con esta recopilación plagada de buenas historias y muy adecuadas para la época en la que estábamos.

El segundo lugar, una recopilación excelente de las “Novelas” de Stefan Zweig, el imponente escritor austríaco que nos ofrecía siempre buena literatura; en este caso tenemos todas sus novelas, con el aliciente de haber tres inéditas: “Miedo”, “Confusión de sentimientos” y “Clarissa”. A pesar del precio, es tan recomendable que si tuviera que llevarme una novela a  una isla desierta me llevaría esta, casi sin dudarlo.

También es conocida mi predilección por la música, y, especialmente, por la ópera; pero como dice mi hermano, cada día es más difícil encontrar algo que ya no tenga; pues sí, este año lo han vuelto a conseguir, un monográfico Haëndel con varias óperas de él que no tenía: “Tolomeo”, “Solomon” y “Eracle”. Un festín musical que disfrutaré mucho.

Aunque no aparezca en la foto me gustaría comentar el regalo de la función de  “The perfect American” de Philip Glass, un estreno mundial que espero con expectación.

Para acabar los Reyes, una noticia etérea pero que desemboca una esperanza a seguir este año y es el anuncio por parte de la editorial Penguin de la publicación, aún sin fecha, del nuevo libro de Thomas Pynchon, “The Bleeding Edge”.

Y eso es todo por ahora. ¡Disfrutad lo que queda del día!

“Navidades en Cold Comfort Farm” de Stella Gibbons

navidadescoldcomfortLa publicación hace algunos años de ”La hija de Robert Poste”  de Stella Gibbons fue un bombazo para la editorial Impedimenta, fue una de esas sorpresas que la gente recomendaba naturalmente, el boca a boca (o boca a oreja) sirvió para auparla y convertirla en un clásico de obligada visita, una diversión muy loca y metaficcional con las andanzas de un grupo de brutos ingleses que son visitados por la refinada Flora Poste y hace que cambien sus vidas; no en vano llevan ya 19 ediciones de este libro.

Su publicación original en 1932 ocasionó algo parecido, su autora ganó el reconocimiento general a nivel de crítica y público y le sirvió para ir publicando más libros, además de algunos relacionados con este gran éxito.

El caso de “Navidades en Cold Comfort Farm” en 1940 es un poco fruto de este aprovechamiento, el título es exacto al de la edición inglesa; pero sin embargo, una vez leído al completo, se da uno cuenta de que solo hay una historia, especie de “precuela” de la primera novela de la que hablé, ambientada en la granja “Cold Comfort Farm”, a pesar de estar llamado de esta manera el libro; otro dato curioso es el referente a las “historias navideñas” porque si bien es cierto que el libro empieza con una típica (“El arbolito de Navidad”), es también un evento aislado; ya que, en el resto de relatos, las referencias son tan sutiles que, a veces se  vuelven inexistentes.

Impedimenta aprovecha, no sabemos si conscientemente, estos mismos hechos y lo saca en período navideño para sacar el mayor filón posible de una de sus escritoras  más importantes y, para qué engañarnos, es una decisión excelente, porque el libro es fantástico, los relatos son muy eclécticos y funcionan, como de costumbre en esta insigne escritora, como disecciones perspicaces de la sociedad de la época, por citar algunos de los fantásticos cuentos:

Así, en “La marca del crimen” tenemos una historia de detectives a la vieja usanza con el boticario quiromántico capaz de ayudar a resolver un caso; en “Hermanas” el final está cargado de amargura, todo por  el desdén de una sociedad que se alimenta del escándalo; “Vanidad dorada” le sirve para hablar sobre la idealización del escritor por algunos lectores ahondando en los motivos por los que la gente lee libros para concluir que, muchas veces, no es por la calidad de los mismos; más doloroso por sus consecuencias es “Más que amable”, donde ataca despiadadamente la diplomacia sobre lo “políticamente correcto” en el trato personal y familiar; me gustaría citar también, por su audacia, esa joya freudiana e introspectiva que es “El hermano del señor Amberly”, donde profundiza aún más, si cabe, en el estudio de la identidad de la persona y en la forma de afrontar los miedos personales.

En fin, estamos, cómo no, ante una obra excelente, variada, exquisita y, desde luego, de calidad de una autora que, actualmente, aún siendo del siglo XX, me parece simplemente imprescindible. Stella Gibbons tiene ya varias de sus obras publicadas por aquí y, desde luego, nadie debería perderse ninguna de ellas.

“La abadesa de Crewe” de Muriel Spark.

Me permitiréis recurrir al cliché, pero es cierto que se han escrito “ríos de tinta” sobre Richard Nixon y su mandato en Estados Unidos. La literatura no fue menos, y tuvo distintas manifestaciones. 

nuestra_pandilla_medPor ejemplo, tenemos el caso de Philip Roth que en su libro “Nuestra pandilla”(1972) modeló como una sátira despiadada del gobierno de Richard Nixon y de toda su “pandilla” o políticos y otras figuras que estaban al lado de él en esa época. Roth escogió la sátira explícita y no escondía las verdaderas identidades de la época: el periodismo ( hay periodistas con nombres tan gráficos como lameculos, osado, cójame-en-contradicción, cacho-bruto), el FBI (“Es lo que decimos los del FBI: no me hagas preguntas y no te contaré mentiras”), el propio pueblo americano (“nunca he perdido mi fe en la maravillosa indiferencia del pueblo norteamericano“), McCarthy, que lo llama McCatastrophy y, cómo no, a Nixon (Tricky Dixon en el libro) con perlas como “Nadie en este país supera mi deseo de PARECER religioso”. Una forma que, sobre el mismo fondo, nos sugiere momentos de felicidad total en un libro más que recomendable a pesar de que se refiere muy explícitamente a una época de la historia norteamericana.

Muriel Spark escribió “La abadesa de Crewe” en 1974, habían pasado ya dos años después del escándalo que supuso el famoso “Watergate” en el que Richard Nixon no salió indemne y tuvo que dimitir; el único presidente norteamericano que lo ha hecho hasta ahora, debido a las escuchas ilegales que hacía en los pasillos de la Casa Blanca. 

cubiertacontrase–adoctor.inddSpark decide, sobre esta base, reflejar estos hechos, y para ello elige la ironía, sin ser explícita en cuanto a los personajes, pero con reminiscencias evidentes que nos hacen recordar el caso en cuestión: “Me atrevo a decir que en esta hora triste ha llegado para Inglaterra la decadencia. ¡Toda esa polvareda pública, que no ha hecho más que aumentar de mes en mes, por un dedal de plata! Jamás habría estallado en Estados Unidos un escándalo semejante. Allí hay sentido de la medida y se comprende la naturaleza humana; es el secreto de su éxito. Una raza realista, aunque no tenga ni idea de cómo se comen los espárragos”.

Todo el libro es una parodia del caso Watergate, no en vano pone escuchas a lo largo del convento que son oídas y grabadas: “Arriba, lejos de ellos, las grabadoras de la sala de control, activadas por sus voces, continúan dando vueltas. Hay tantos oídos en las paredes de la Casa que ni Mildred ni Walburga, al contrario que en el momento de su instalación, cuentan con ello. Es como saber, porque siempre te lo han dicho, que te contempla el ojo de Dios, lo cual, por significarlo todo, no significa nada.”

 Tenemos nuevamente a la escritora inglesa en estado de gracia, ya hablé de dos de sus grandes momentos por aquí, destilando humor negro e ironía raudales y no dejando títere sin cabeza, como el propio Roth hacía en su obra, al hablar del periodismo y la función que lleva a cabo: “-Lo tergiversarán –dice la abadesa-. Eso es lo que necesitamos ahora, hermanas una tergiversación. Estamos abandonando el ámbito de la historia para entrar en el ámbito de la mitología. La mitología no es otra cosa que la historia tergiversada, igual que la historia es una tergiversación de la mitología; a eso se reduce la historia de la humanidad. ¿Quiénes somos nosotras para alterar la naturaleza de las cosas? En lo referente a nuestro caso, mis queridas hermanas, buscar la verdad sería como buscar los miembros, los dedos y las uñas perdidas de un cadáver desmembrado en un accidente aéreo.” 

Qué brillante novela de una Spark divertidísima y negra como la vida misma, siempre innovando, siempre intentando dar con lo que mueve y martiriza la sociedad. Dos maneras de utilizarlo, la de ella y la de Roth, mismo material, diferentes formas estilísticas, con el mismo resultado paródico.

Mis lecturas favoritas del año 2012

Llegó el cambio de año: ¡Bienvenido 2013!!, y como no podía ser de otra manera, me gustaría hacer una de esas listas que tanto se prodigan por todas partes; a mí, como a alguno más, me encanta comprobar en ellas el “zeitgeist” aplicado al microcosmos literario, si se me permite extenderlo de esta manera; además, después de  la lista de las malas noticias, hay que empezar el año con fuerzas y alegría.

Siempre me gusta hacer un pequeño resumen de mi situación literaria a nivel personal  y lo visto del panorama más general que, a continuación, paso a contar.

En lo personal ha sido un año inmenso, he batido mi récord lector, haciendo más de ciento treinta libros y el nivel ha sido muy alto; quiero destacar especialmente que ha sido un año en el que he profundizado tanto en estudios como en las propias lecturas; la filología me ha exigido un esfuerzo que, sin lugar a dudas, ha complementado la variedad de lecturas y el grado de reflexión al que he llegado en varias de ellas, no en vano he podido finalizar a Pynchon, leer mucho Roth, Delillo, Zweig, Oates, Byatt, Spark… algunos de ellos en su lengua original y eso, indudablemente, enriquece la visión y ayuda a disfrutar al máximo la escritura de estos colosos. Con esta perspectiva el año que viene promete, y ya estoy pensando en cuáles serán los pilares de mi camino lector futuro.

En cuanto al panorama literario, este año se ha confirmado la tendencia que ya subrayé el año pasado en este artículo ; y que se puede resumir en pocas palabras: abundante variedad de novela negra y policíaca (incluso con recuperaciones detectivescas) y labor ingente de editoriales pequeñas que se están volviendo tremendamente interesantes con catálogos muy selectos y retadores; todo ello coincidiendo con el declive de interés que me inspiran las grandes dominadoras del mercado. Sólo hay que echar un vistazo a algunas de estas para ver ejemplos ilustrativos: Impedimenta, Sajalín, Nevsky y su sello Fábulas de Albión, Funambulista, El Reino de Cordelia, Minúscula, Libros del Silencio, Libros del asteroide, Valdemar… en fin, un cúmulo de propuestas con diferentes posibilidades, a cuál más atrayente. Echadle un vistazo por internet y veréis qué interesantes. Siempre nos queda RBA y su colección negra, que ahora intenta sacar un sello de Ciencia Ficción; lo que tenemos perdido, y esto no cambia, es el terror; poco, se sigue publicando muy poco, y últimamente sólo de temática zombi….

No me voy a enrollar más, voy a lo que interesa a la mayoría, la selección que hecho con las lecturas que más me han gustado, los criterios no son ni más ni menos que mi propio criterio,  no dependo de nadie ni tengo acciones en ninguna editorial, por lo tanto solo pongo lo que me ha gustado sin partidismos. Las lecturas las intento coger de entre las que han salido este año y siempre cuelo alguna que no se ha publicado en este por su especial relevancia; ya aviso que este año la lista de candidatos ha sido extensa porque he tenido mucha diversión; en el camino quedan “Miami Blues” de Willeford, “Retrato de Humo” de Ballinger, “El redentor” de Nesbo, “La novia vestía de negro” de Woolrich, “El cristiano mágico” de Southern, “La caída y auge de Reginald Perrin” de Nobbs, “Mis Memorias” de Vidocq, “Fascinación” de Delillo, “Mátalos suavemente” de George V. Higgins y “Noir”, la visión postmodernista de la novela negra de Robert Coover; no todos pueden estar, así que sin más dilación:

bombones_envenenados“El caso de los  bombones envenenados” de Anthony Berkeley, la obra maestra del representante del Detection Club vio la luz a principios de año y nos proporcionó un paradigma de lo que tiene que ser una novela de detectives, hablé de ella en este post. Si te gusta Agatha Christie o Chesterton y quieres una trama inteligente y al mismo tiempo divertida, este libro llenará de satisfacción a cualquiera.unaedaddificil

“Una Edad difícil” de Anna Starobinets, una de esas pocas novelas de terror que hemos tenido la suerte de ver por aquí, recopilación de cuentos cortos, con ecos de ciencia ficción y de los grandes del terror, las influencias son evidentes pero tiene voz propia y es tremendamente desasosegadora. Parece, además, que tuvo éxito, Nevsky ha publicado ya el segundo libro de  la escritora rusa “El vivo”, que tengo pendiente de leer. Si queréis más información de este primero aquí me extiendo más.

“Blancanieves debe morir” de Nele Heuhaus, atípico libro policíaco dentro de la editorial Maeva (sí, la de Camilla Lackberg), novela alemana de una calidad excelente, magnífico planteamiento y desarrollo de la trama en una ciudad donde los secretos y las sociedades ocultas están a la orden del día, un detective carismático y un final nuevamente genial, en serio, es magnífica. Aquí hablé sobre ella y otras blancanieves-debe-morir-9788415120872muestras de buena novela negra alemana.

“Rehenes” de Stefan Heym, excelente relato de novela negra durante la ocupación alemana, caracterización sublime de personajes y una trama que no acaba de resolverse hasta las últimas páginas, ya dije en su momento en este post, que sería una de las novelas del año, puede pasar desapercibida por estar en una pequeña editorial como Funambulista, y sería una pena perderse este festín.rehenes

“La contabilidad privada de Christie Malry” de B.S. Johnson, ojo a esta pequeña joya, el autor era un innovador nato, un buscador de nuevas formas estilísticas que intentó superar la monotonía que impartían sus coetáneos,; esta novela es corta, intensa, plagada de humor negro y, como decía, especialmente bien escrita y estructurada, aunque comprendo que es rara, con esa belleza rara que tienen algunas cosas en la vida pero que te subyugan. Guardo la esperanza de que la misma editorial que se ha arriesgado, Libros del Silencio, ponga en marcha “The Unfortunates”, su obra maestra.

la_contabilidad_privada_christie_malry_3003_med“El libro de la señorita Buncle” de D.E. Stevenson, Alba sacó un sello nuevo, Rara Avis, para poner recuperaciones clásicas de este estilo, y no podemos más que estar de enhorabuena; desternillante historia de principios del siglo XX que no dudo en recomendar porque te puede proporcionar uno de los ratos más divertidos de este año, es impagable, aquí tenéis el comentario que hice sobre esta obra ineludible.el-libro-de-la-senorita-buncle-ebook-9788484287353

“22/11/63” de Stephen King, si hubiera que hacer un libro propenso a ganar premios y aunar crítica y público, este libro sería un ejemplo perfecto, como cuando vemos “Una mente maravillosa” o “Titanic”, este es el mayor defecto que he oído; tiene más, pero la historia, en mi opinión, es excelsa, paradojas temporales, un romance de fondo y en el tiempo y, como siempre el buen hacer de este fabulador que es King. También ha salido otro de la Torre oscura, pero ese es más personal para recomendarlo, así que me quedo con este y lo recomiendo fervientemente.

“La canción del perro” de James McClure, ya comenté lo que me gustó el canto del cisne de la pareja de detectives del mejor escritor sudafricano de novela negra en este artículo , baste decir que siendo el final, es el principio y se puede leer igual, una maravilla de un autor olvidado canciónperroen España pero de gran prestigio internacional. Un reencuentro inolvidable.

“Siempre hemos vivido en el castillo” de Shirley Jackson, que Minúscula haya sacado este libro y lo complemente con un postfacio ejemplar de Joyce Carol Oates da una idea del calibre de la obra con la que nos encontramos. Esta novela gótica a medio camino del horror es asfixiante y claustrofóbica, y es extraña, por qué no decirlo, cargada de sutilezas, un descubrimiento subyugador que te atrapará si caes en sus redes. Una verdadera delicia.

siempre-hemos-vivido-en-el-castillo-9788495587893“Hermana mía, mi amor” de Joyce Carol Oates, otro ladrillo de perfección en la insigne obra de mi candidata favorita del año que viene para el Nobel de literatura. Este prodigio se ríe de los géneros, se ríe del postmodernismo o no… y se disfruta a tantos niveles que es imprescindible, conmovedora, traicionera, pero siempre, genial, aquí tenéis el comentario que hice sobre esta obra maestra de la norteamericana.

Y la novela de otros años que se cuela en este es, y no podría ser de otra manera si habéis seguido este blog, “Contraluz” de Thomas Pynchon, también cayó este año la excepcional “Mason y Dixon”, pero he elegido esta por muchas otras razones; quizá se trate de una obra irregular, pero es perfecta en sus imperfecciones, una obra que refleja como nada hoy en día el “zeitgeist” del que hablaba al principio, ese momento en el que vivimos, relativizaciones, ambigüedades, perfección dentro de esos grises. Una obra imprescindible para entender nuestro tiempo y la literatura moderna. Aquí tenéis el último comentario que hice y que aunaba los cinco que hice a propósito de ella.

Al final han sido once, y no es por la metáfora futbolística, os lo puedo asegurar. Es un número que me gusta, espero que os hayan gustado.

Las malas noticias literarias del 2012

Antes de publicar el próximo día 1 de enero los libros que más me han gustado del 2012, me gustaría reflexionar sobre lo menos bueno del año, ya que suele ayudar a poner en perspectiva, que suele perderse con tantas listas de los mejores del año que proliferan como los mosquitos en el verano.

He meditado mucho sobre si llamar a este artículo decepciones o malas noticias, lo dejo mejor en el segundo término ya que intentaré a bote pronto acordarme de aquellos hechos relacionados con la literatura y que han sido, o malas noticias, o decepciones o, simplemente no han sido lo que se podía esperar.

poemasRich-Las peores noticias desde luego han sido las de los fallecimientos de escritores; ya que, inevitablemente se nos ha privado definitivamente de su talento creativo; de entre todos ellos, quería destacar a Adrienne Rich, olvidada en casi todas las listas, pilar de subversión, buscadora de nuevas formas narrativas y que, aún no estando de acuerdo con sus ideas, siempre reconoceré su capacidad innovadora. Naturalmente no puedo olvidar en este pequeño homenaje a uno de los padres de la ciencia ficción, al simpar Ray Bradbury; ni a la poetisa polaca ganadora del Nobel Wislawa Szymborska, no demasiado conocida por estos lares, pero que es más que recomendable.

-Por otro lado, me gustaría destacar, las decisiones, respetables y razonables por la forma en que se han realizado, pero que no dejan de ser malas noticias ya que perdemos las plumas de Imre Kertész y Philip Roth, que han decidido “secar su tinta” para ya no sacar más libros; el legado que dejan es, sencillamente, excepcional; la suerte que tengo es que aún no me he leído todos sus libros y me quedan horas de diversión por delante.

-En cuanto al resto del año una de las grandes decepciones literarias y de la que hablé en profundidad en este blog en este artículo fue la “esperada” publicación del quinto tomo de “Canción de hielo y fuego” de George R.R. Martin, “Danza de dragones”, un libro, que no lo puedo llamar ya de transición, sino de caída total en el abismo de la mediocridad y el cliché.

-Resultó poco agradable constatar la baja forma de Daniel Pennac en “Diario de un cuerpo”, parece mentira que este mismo escritor hiciera las apasionantes aventuras de la “tribu de Malaussène”, verdadero paradigma de buena literatura y que, al paso que va, está entrando en una involución creativa bastante preocupante; desgraciadamente esto está ocurriendo en otros autores que han gozado de un cierto estatus y que, no sé si se han relajado o escriben simplemente por sacar dinero, pero no son lo que eran: Palahniuk, Cormac McCarthy, Javier Calvo

pennacdiario-Patético el compadreo que se está dando a nivel de redes sociales y otros medios entre ciertos escritores y editoriales que se enlazan unos a otros para darse bombo y platillo con el único criterio de su amiguismo, olvidándose aún más de los lectores y de la calidad de las obras.

-Deleznable la política editorial en la que se han enrocado las grandes editoriales tanto en la elección de escritores (hoy en día cualquier famosillo puede sacar un libro) como en la falta de criterio en la publicación de e-books, con precios abusivos y no acordes con la realidad imperante y que está haciéndoles disminuir el negocio; poca innovación y actitudes anacrónicas.

-Y cómo no, acabar con la tristeza que da ver cómo se reparten premios de una manera igualmente partidista y buscando únicamente la promoción de los libros que interesan a ciertas editoriales. El caso reciente de “Bahbelia” ha sido simplemente flagrante, cambiando reglas el medio de una votación para conseguir lo que buscaban; lástima la previsibilidad de ciertos premios como el Nobel, donde ha tocado asiático, y que el año que viene puede estar previsto una mujer porque hay que equilibrar, no debería ser este el criterio. Una puntita extra de amargura por la no presencia de Roth para recibir el Príncipe de Asturias y que sirvió como prolegómeno a su retirada literaria.

Y eso es todo, no ha sido tanto, han sido mucho más las alegrías y en el próximo post que ponga en el blog las veréis: los libros que más he disfrutado del 2012.

Policíacas Invernales

Se acerca el invierno, como diría uno que casi todos conocemos, y cómo no realizar una buena selección de novelas policíacas para esta época. Si el otoño ayudaba y estaba en consonancia con este género, no digamos lo que puede ser el invierno, al menos por el clima, aunque tengamos la alegría típica de las fiestas navideñas.

Es buen momento para acordarnos de autores poco comunes, quizá no hablemos de obras maestras, pero no todo tiene que ser excelso, hay que dejar cancha a otro tipo de novelas que enriquecen nuestras lecturas y consiguen que ganemos en capacidad lectora. Pasemos pues a estas recomendaciones:cruel_portada

Empiezo con el “Poesía Cruel” de Vicki Hendricks, es reseñable, en primer lugar, la forma, novedosa, de editar este libro; el editor de Es Pop Ediciones lanzó a través del portal Verkami un proyecto de “crowdfunding” para conseguir la financiación necesaria; consiste en ofrecer la edición a los lectores que quieran sufragarla y, al mismo tiempo, ofrecer recompensas de distinto valor según lo que aportes que compensen esta compra, aquí tenéis la web para echar un vistazo a las posibilidades que se ofrecían. De esta manera, aseguras que no tengas pérdidas en el caso de poder lanzarlo y, además, consigues adivinar cuál es el público potencial y seguro que está siguiendo esa colección en particular. En este caso (no siempre se consigue) las aportaciones sobrepasaron con creces lo necesario y así tenemos el libro en cuestión. En cuanto al contenido tenemos un “hardboiled” muy negro, con una protagonista femenina, la carismática prostituta Renata (“Algunos hombres solo quieren tu coño, otros quieren tu alma también. Yo solo vendo el coño… y es caro”), que es la verdadera alma de la novela caracterizada por escenas subiditas de tono casi en cualquier página que pases y un lenguaje a la altura de las circunstancias; para conformar un trama sencilla de seguir, ligeramente previsible, donde no importa tanto lo que ocurra como lo que cada personaje aporta a ella. En conclusión, erotismo a raudales (ríete tú de “50 sombras…”) y bajos fondos de amoralidad latente, razonable novela policíaca cargada de pasiones irrefrenables que solo pueden desencadenar desgracias.

el-caso-n-gustro-9788490063460El siguiente va a ser “El caso N’Gustro” del francés Jean Patrick Manchette, ha pasado mucho tiempo desde que RBA publicó la impresionante “Nada”, de hecho fue casi al principio y ahora hay más de 200 números; no ha gozado de mucha continuidad, pero por fin podemos ver una nueva novela suya, en este caso la primera que hizo individualmente y una de las novelas que dio inicio al neo-polar francés; Manchette asumió que el intento revolucionario de 1968 había fracasado y dio un giro radical que se confirmó con “Nada”: la necesidad de subvertir el orden capitalista estaba clara y centró los ataques en la izquierda incapaz, desactivada institucionalmente y al servicio del estado, telón de fondo de brutalidad y con la policía como brazo armado para ejecutarla con violencia. Todos estos temas están presentes en la novela que comenté primeramente, de incomparable sentido social y lucha anticapitalista con sentido autocrítico; la figura de Henri Butron, ultraviolento personaje (“siempre ha habido en mí una violencia que da pavor”) es la encarnación de esta lucha y la víctima del control estatal en un relato que juega con la no linealidad temporal (alternando entre el pasado y el presente) además de jugar con un humor muy negro y con la ironía de cada momento. Un estupendo relato, muy muy hardboiled, doloroso y reivindicativo.

la-hija-del-tiempo-9788490063330La última recomendación, a pesar de lo atípico, es “La hija del tiempo” de Josephine Tey, y la llamo atípica por dos motivos principales que hay que entender antes de afrontar su lectura: el primero de ellos es que se trata de una novela detectivesca pura y dura, más en la línea de Agatha Christie y el “Detection club” que en la de los Thompson, Chandler y compañía; la segunda consideración está relacionada con la trama histórica, es tremendamente exhaustiva en su exposición de la Inglaterra del siglo XV y se convierte, prácticamente, en un conglomerado de tramas palaciegas de la época. No en vano, casi al principio del libro, en una conversación entre un convaleciente Grant  y Marta, se establece la base de la novela: “-Sí, ya me figuro. Pero, ¿qué quieres averiguar sobre Ricardo III si no hay ningún misterio que investigar? -Quiero saber qué le ocurrió. Es el misterio más profundo con el que me he topado últimamente. ¿Qué le hizo cambiar casi de la noche a la mañana? Hasta el momento de la muerte de su hermano parecía una persona ejemplar y sentía devoción por Eduardo”. No podemos obviar el hecho según el cuál Grant estará postrado en cama durante toda la narración y se dedicará a desentrañar los misterios más recónditos de los personajes relacionados con Ricardo (sí, es el de “Mi reino por un caballo”) para, llegado el caso, demostrar o no su inocencia. A pesar de la falta de acción y de la, a priori, profusión de datos históricos, se lee con facilidad, muy fluidamente, y no resulta tan anacrónica como podría pensarse al principio; me quedo quizá con esta conclusión que el detective saca: “-No pienso volver a creerme nada de lo que lea en un libro de historia mientras viva.” Esto alienta mi necesidad de tener espíritu crítico cuando lees cualquier texto, espíritu que, últimamente brilla demasiado por su ausencia.

¡Feliz Navidad con libros!

No podía dejar pasar la oportunidad de felicitar las navidades a los lectores de este blog, que, aunque sean pocos, desde luego son escogidos.

Se puede ver en la portada la imagen del Nacimiento que tenemos puesto en casa, una imagen navideña y con la que os hago partícipe de nuestra alegría para el año que viene.

Os pongo una foto de las últimas adquisiciones y aprovecho para recomendar alguna de ellas para estas fechas, aunque todavía no las haya leído pero puedo asegurar que van a cumplir su cometido.

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Mi primera recomendación es una recopilación de relatos ambientados en la Inglaterra costumbrista de comienzos del siglo XX, “Navidades en Cold Comfort Farm” de Stella Gibbons es un conjunto de historias cortas con los protagonistas de las dos anteriores novelas que ya hemos visto publicadas por aquí “La hija de Robert Poste” y “Flora Foste y los artistas”, con el acicate de ser, además, navideñas; nos puede ofrecer historias clásicas, muy divertidas y chisposas, un entretenimiento sano garantizado.

El segundo, aunque no aparezca en la foto, me va a caer en Reyes; es otra recopilación, la de los “Cuentos completos de Navidad” de Charles Dickens, con todos los que hizo el imprescindible escritor inglés para esta época y que viene muy a cuento para conmemorar el bicentenario del nacimiento del británico. ¿Hace falta defenderlo a estas alturas? Es tan necesario que toda persona debería tenerla en su casa.

El siguiente ya es algo más personal; con motivo del estreno de “The perfect American” de Philip Glass en el Teatro Real en Enero se acaba de publicar en España el libro homónimo que ha inspirado la obra en cuestión. Escrita por Peter Stephan Jungk, su lectura promete una visión muy distinta de la que tenemos en la cabeza del siempre interesante Walt Disney, espero que, desde luego, sea amena y, por qué no, enriquecedora como todo aquello que trastoca un canon establecido.

Y para acabar, algo más transgresor, dos predilecciones mías en cuanto a novela de género; para los amantes del terror, Valdemar acaba de sacar una edición con una espléndida recopilación de textos de los últimos 25 años, “Miedo en el cuerpo”, que asegura escalofríos y miedo del bueno para los grandes aficionados como yo. Y para los amantes de la novela negra de calidad, Sajalín nos trae la última de Edward Bunker, “Little Boy Blue”, hardboiled del más radical y muy bien escrito.

Eso es todo por ahora, a principios de año pondré la lista de lo que más me ha gustado este año que, por lo que estoy viendo no coincide casi con nada de lo que hacen en distintos periódicos y blogs… eso me llena de satisfacción, hay que reconocer que va a ser muy personal.

¡Feliz Navidad!! ¡Qué pases unos días muy entrañables con vuestras familias!

“Los libros del 2011 que más me gustaron”

Aprovecho el momento, casi fin de año, para recuperar la recopilación de los libros que más me gustaron que hice el año pasado y así luego referenciaré a los de este año. Así que, sin más dilación, aquí está:

Estamos en el momento, final de año, llegan las tan temidas listas, listas de todo lo que ha ocurrido durante el año: lo peor, lo mejor, lo más divertido, lo más popular… tenemos para todos los gustos. Dentro de este “subgénero” están, naturalmente, las listas de libros, que suelen ser aún más monótonas que el resto, por la sencilla razón que las hacen los críticos y nunca coinciden con los gustos de la mayoría, huyendo de los best-sellers como si fueran la peste. Curiosamente mucha gente las sigue y se pueden llegar a decidir por comprar libros un poco diferentes de lo habitual.

A nivel editorial  ha habido de todo, en primer lugar es de destacar la irrupción a mayor escala de los lectores de eBooks, sobre todo con el lanzamiento justo antes de Navidad del muy conocido lector de Amazon en España, si a eso sumamos que, tanto la Casa del Libro como la Fnac han sacado sus propios lectores con precios bastante competitivos, entonces estamos hablando de un verdadero avance; mucha gente va a comprar lectores de eBooks estas navidades y los va a complementar con tablets, que van a ser, probablemente, el regalo estrella. Las editoriales están, sin embargo, actuando con cautela y lentitud, el fondo editorial sigue siendo pequeño y el precio poco ajustado, originando  que los lectores que compraban libros de papel no inviertan en electrónicos ya que los pueden conseguir por otros medios. En cualquier caso, el 2012 puede ser un punto de ruptura que habrá que seguir.

En segundo lugar, en cuanto a la publicación en papel, las grandes editoriales siguen siendo bastante conservadoras en su catálogo, sacan libros de todo tipo en multitud de sellos e intentan asegurar beneficios, así tenemos el caso de Random House Mondadori y Planeta, es reseñable la maravillosa y completísima colección de novela negra de RBA que se ha estabilizado definitivamente y está sacando de todo: nuevas novelas, clásicos, reediciones, etc. Más interesante ha sido el año en el caso de las editoriales más pequeñas, que arriesgan e intentan hacer algo distinto, apuestas como las de Alpha Decay o Blackie Books son interesantes, abogan por autores jóvenes en el caso de la primera o libros diferentes en el caso de la segunda. Te puede gustar más o menos pero hacen algo innovador y, a veces, aciertan con alguna joya desconocida. Ha habido otras tantas de este estilo que están siendo, además de acertadas, más regulares, como por ejemplo Impedimenta con un listado delicioso  y una edición muy cuidada, o Libros del Asteroide, Sajalín Editores, Nevsky Prospects, Valdemar, EsPop ediciones, Salto de página, Papel de Liar, Ático de los libros, etc… que están publicando un catálogo más reducido pero de una calidad indudable. Como siempre, la literatura de género en sus variantes de terror y ciencia ficción está un poco abandonada, saliendo sólo lo menos arriesgado, pero bueno, confiemos en que el año que viene vaya un poco mejor y que se anime alguna más aparte de Valdemar.

Después de todo esto entremos en faena, ¿cuáles son los libros más cool que hemos tenido en este año 2011? Cool puede aplicar a lo que queramos, así que la lista puede tener best-sellers, reediciones, libros de otros años, clásicos… y con mi único criterio personal. Espero que os guste.el-ultimo-buen-beso_james-crumley

“El último buen beso” de James Crumley. RBA comenzó el año a lo grande con la recuperación de esta novela. “El discurso intelectual está muy bien tío, pero en mi negocio lo que abunda es la violencia y el dolor”, así se las gasta C.W. Sughrue, el atípico (ex militar, alcohólico, drogadicto y mujeriego) buscador de personas desaparecidas. Tenemos aquí una novela negra muy dura donde la sociedad, en franca decadencia, aparece relatada con toda la sordidez y amargura de la que es capaz: las consecuencias de la guerra, el mundo de la pornografía, las venganzas, las relaciones malsanas, los vicios,.. eso sí, con una prosa muy muy elegante. Esto es literatura, sin más, te gustará si te gusta leer un buen libro, independientemente de si es de género o no. Un clasicazo que no nos vamos a cansar de recomendar.solaris

“Solaris” de Stanislaw Lem. Lo de la editorial Impedimenta es tan colosal que siempre nos quedaremos cortos. En este caso cogieron el clásico del escritor polaco y reeditaron, en nueva traducción directa desde el polaco,  por primera vez la imprescindible obra de ciencia ficción. Una obra que va más allá de la ciencia ficción, representando con toda claridad la psicología humana.

violación“Violación, una historia de amor” de Joyce Carol Oates. La editorial Papel de Liar está haciendo una labor excelente publicando estas pequeñas historias góticas y siniestras de la gran escritora norteamericana. La violación en grupo de una madre en presencia de su hija desencadenará una espiral de acontecimientos tanto entre la violada y su familia como entre los violadores y todo el pueblo. Nos brinda con una de esas historias que te dejan sin aliento, que te desbordan y que está escrita con una intensidad y una tensión narrativa sin igual. Qué relato, es imposible no sentirse roto al leerlo, pero qué lectura. Es obligatorio leer a Oates. Una obra para sentir.

“Los amigos de Eddie Coyle” de George V. Higgins. Gracias a Libros del Asteroide gozamos de la recuperación de una de esas novelas en la que se conjugan todas las virtudes que sirvieron para construir la novela Los amigos de Eddie Coylenegra más negra. La trama importa, pero no tanto como todo lo que la rodea. Los hechos se suceden de manera vertiginosa, el hampa, los bajos fondos con su sordidez, quedan perfectamente reflejados con diálogos chispeantes, fluidos, llenos de humor y de drama al mismo tiempo. Una de las más grandes del año. Estamos de enhorabuena.

zorros“Los zorros vienen de noche” de Cees Nooteboom. Como ya comenté en esta reseña, en esta recopilación de relatos cortos que cada historia es una pequeña obra de arte. Tomando como hilo conductor algo relacionado con la fotografía se originan en los personajes reflexiones con respecto a los recuerdos, la nostalgia, la vida y la muerte. Su prosa produce sensaciones indescriptibles, un placer para los sentidos.

“Todo oscuro, sin estrellas” de Stephen King. La última recopilación de cuentos cortos del Sr. King es de las mejores que ha hecho en mucho tiempo. Cuatro historias en las que lo todo-oscuro-sin-estrellas-de-stephen-kingsobrenatural es simplemente anecdótico y lo que importa de verdad es el verdadero terror que puede causar el propio hombre. Como dice en su epílogo el propio escritor “poner a gente ordinaria frente a situaciones extraordinarias”. Son historias de bastante dureza, apelando a los bajos instintos. Stephen King está en plena forma.

“El callejón de las almas perdidas” de William Lindsey Gresham. Sobre una premisa que recuerda a “La parada de los monstruos” de Todd Browning en su comienzo y que luego se decora con elementos del más puro “hardboiled” a lo Jim Thompson, el malogrado escritor  construye una novela que cuenta la historia de un l-callejon-de-las-almas-perdidasaprendiz de mentalista que trabaja en un circo de “freaks” y que intenta prosperar en la vida combinando su capacidad con los timos. Lo onírico se alterna con lo real, los flashbacks con el momento presente, evolucionado los personajes mediante el monólogo interior. Estilísticamente excelsa. Lirismo y crudeza se mezclan a partes iguales.  Muy amarga pero muy recomendable.

“Ventajas de viajar en tren” de Antonio Orejudo. Cierto que este año la novela que se ha publicado del grandísimo escritor español es “Un momento de descanso”, pero nos apetecía recomendar más esta, que, aunque fue publicada en el año 2000, Tusquets la ha recogido en su catálogo en este mismo año. Estamos ante una de esas novelas que es un ejercicio de estilo en sí, lo real se mezcla con lo ficticio. El autor es capaz de cambiar de narrador, de alternar flashbacks con cartas y con historias presentes. Toda la novela es sumamente original y una total virguería. Una buena forma de conocer uno de los mejores narradores actuales.ventajas-de-viajar-en-tren

“El dinero de los demás” de Justin Cartwright. El libro trata sobre la crisis bancaria y los personajes que rodean la caída de un banco británico privado y las consecuencias que traerá, a los periodistas que investigan el posible fraude, pasando por un escritor que recibía financiación del banco y a la propia familia que sustituye en la dirección del banco al patriarca. Relata con mucho humor todos los entresijos de la situación, con las trampas, dinerodemas_bajaengaños, dinero fantasma,… elaborados por los poderes fácticos para seguir manteniendo su estatus a pesar de la catástrofe económica. Está espléndidamente narrado y aprovecha para hacer una sátira sin compasión. Qué libro nos brinda la editorial Ático de los libros, tan necesario como imprescindible.

“El lunes empieza el sábado” de los rusos Boris y Arkadi Strugarski. Es una atípica novela de ciencia ficción mezclada con fantasía. Aunque le cuesta un poco empezar, es simplemente maravillosa, diferente y, sobre todo en su parte final, está lunessábadoestupendamente escrita. Además contiene mensajes de todo tipo de los autores referentes al régimen imperante en la época en que la escribieron pero tratados con humor. Fantasía a raudales. Ciencia ficción de la que nos falta. Qué buena recuperación de Nevsky.

casa-desolada“Casa desolada” de Charles Dickens. Sí, no es de este año, pero si hay que recuperar un clásico este podría ser un buen ejemplo, voluminoso eso sí. En el excelente prólogo de la no menos excelente edición de Valdemar se dicen varias de las virtudes del escritor: “Lo genuinamente dickensiano: su estilo, la densidad de sus motivos, la psicología de sus personajes, en definitiva, el poder inconmensurable de su palabra.” Aquí creó una novela perfecta, en casi todos los aspectos, no hay maniqueísmos, no hay infantilización, lo tenemos en su madurez, con un estilo elegante e inconfundible. Quizá la obra más completa y perfecta del gran autor inglés.

Diez motivos por los que amar a Aloysius X. L. Pendergast.

Los autores Douglas Preston y Lincoln Child son el paradigma de cómo se tiene que hacer un thriller best-seller, ya comenté en este artículo (enlace) el primer libro de la saga que han empezado con el personaje Gideon Crew; sin embargo, lo que les ha dado fama internacional y su mayor éxito son las historias protagonizadas por su inefable agente del FBI Aloysius X. L. Pendergast, donde han demostrado una creatividad y un saber hacer muy por encima de la media habitual en este tipo de productos.sangrefría

Los autores son tremendamente activos, estoy suscrito a sus correos electrónicos y los dos últimos son muy interesantes. Se han dedicado a preguntar a sus seguidores en Facebook las características que hacen de Pendergast ese tipo inusual, con un “What Makes Pendergast Different?”. Y a partir de ahí, en dos correos han mandado un “top ten” de características, aclarando que el orden es totalmente aleatorio y sin ningún criterio. Pasemos entonces a detallar estas diez características atípicas:

  10. Su deslizante manera sureña de arrastrar las palabras al hablar, uno de sus fans en facebook hizo la siguiente comparación tremendamente sensorial: “como un dulce de chocolate caliente sobre crema helada de vainilla.” 

 9. Su desdén por el poder establecido y las rutinas burocráticas. Hace lo que cree necesario para conseguir que se hagan las cosas, saltándose las reglas establecidas. 

 8. El oscuro pasado de sus antepasados familiares. Hay tantas figuras peculiares acechando en su estirpe, con sus propias historias de fechorías, comportamientos extraños, criminalidad, hasta locura…, desde luego uno no puede aburrirse con ellos. 

 7. Su “ajuar” de objetos lujosos (en inglés utilizan el slang “bling”); compuesto por ejemplo por su Rolls Royce Silver Wraith de 1959,  el Les Baer personalizado del calibre .45,  un apartamento en Dakota, sus trajes negros; se preguntan ellos “¿necesitamos continuar?”. 

 6. Su cortesía y lealtad; es un hombre de otra época, cuyas maneras de pre-guerra presentan un mayor contraste, si cabe, con nuestra edad moderna, imprudente y chabacana. Aunque puede ser increíblemente ofensivo si se enfada,  normalmente es el epitome del refinamiento, encanto y cortesía de una antigua escuela. Es extremadamente celoso con su intimidad y es muy difícil conocerle enteramente, pero, una vez que te introduce en su reducido círculo de amistades, es profundamente leal y arriesgará su propia vida para salvar la tuya. 

5. Su apreciación de las cosas hermosas que nos da la vida. Los mejores vinos, las más elegantes corbatas de seda, los platos mejor elegidos, los materiales más difíciles de encontrar, los exclusivos sastres ingleses…. 

 TwoGraves-revise4. Su maestría en disciplinas esotéricas orientales. El misterioso uso que hace Pendergast de la arcaica disciplina mental budista tibetana conocida como Chongg Ran y, en particular, convirtiendo algunos de sus aspectos en un sistema inmensamente potente de analizar las evidencias (lo que él llama “cruce de recuerdos”). El Chongg Ran ha despertado una intensa curiosidad entre los lectores por sus secretos estrechamente guardados, solo transmitidos boca a boca de profesor a alumno, nunca puestos por escrito. 

 3. Su clase. Pendergast es único en su estilo; no importa lo seria o peligrosa que sea la situación que se desencadene, nunca (o casi nunca) se siente desconcertado. 

 2. Su característica manera de frasear: “You did not misunderstand me. I lied.” (“No me entendiste incorrectamente. Mentí”).

“I can see that an insufficient, or perhaps even defective, socialization process has led you to believe that four-letter words add power to language.” (“Puedo observar que un insuficiente, o quizás incluso defectuoso, proceso de socialización te ha llevado a creer que las palabras de cuatro letras añaden fuerza al lenguaje”). 

Y miles de frases peculiares o excéntricas que caen de sus labios: y que confunden, divierten o causan la ira de sus oyentes…. 

Esta propiedad es más distinguible en inglés, donde el contraste es aún mayor que en la traducción, evidentemente. 

 1. Y, finalmente, su apariencia. Nuestros lectores parecen fascinados por sus ojos plateados, pelo rubio platino, pálida piel y rasgos reminiscentes de una canica cincelada, sus largos y delgados dedos y su modo de moverse como un felino. Muchos fans han creado excelentes retratos de él y se han mantenido incontables discusiones intentando dilucidar qué actor podría encarnar mejor el papel en el cine.

Y con este último argumento finalizaba la lista. La verdad es que sirven para realizar un perfil bastante completo de este enigmático y cautivador personaje, heredero de la literatura pulp, epítome de la cultura popular. Es una buena manera de saber si, si te parece atractivo, puede ser interesante empezar una saga que no da más que buenos momentos.

“Hermana mía, mi amor” de Joyce Carol Oates

del-boxeo-joyce-carol-oates-L-gUTtI7 Cuenta Joyce Carol Oates en su ensayo sobre la disciplina pugilística “Del boxeo”:

 “Lo cual nos retrotrae a la paradoja del boxeo; su obsesivo atractivo para muchos que encuentran no solo un espectáculo que comporta sensacionales proezas de destreza física sino también una experiencia emocional imposible de comunicar con palabras; una forma de arte, como lo he sugerido, desprovista de análogo natural en las artes; por supuesto también es primitiva del mismo modo en que pueden considerarse primitivos el nacimiento, la muerte y el amor erótico, e impone nuestro reticente reconocimiento de que las experiencias más profundas de nuestra vida son acontecimientos físicos, aunque nos consideramos, seguramente somos, seres esencialmente espirituales.” 

La gran escritora norteamericana consigue que, un deporte que no me atrae nada, se haga interesante, es una gran cualidad que redunda en toda su abundante obra. Ese equilibrio entre lo espiritual y lo físico, y de lo físico como originador de las experiencias más profundas de nuestra vida está presente en “Hermana mía, mi amor”, su última obra publicada en España.

Para esta obra la escritora tomó como referencia el caso real de JonBenét Ramsey, una reina de belleza infantil que fue hallada muerta en el sótano de la casa de sus padres ocho horas después de haber sido denunciada su desaparición y tras la aparición de una nota de rescate. Toma estos hechos de partida y los extrapola a una familia de su creación donde la niña es “Bliss” Rampike, icónico nombre que significa “dicha, felicidad” puesto por su madre a posteriori.

Para dotar de vida al relato utiliza el testimonio de su hermano, el disfuncional Skyler Rampike, que realiza la narración en perspectiva una vez que ha cumplido veinte años y está encerrado en una institución psiquiátrica; Skyler padece, entre otras muchas cosas, SRC (síndrome repetitivo compulsivo), que el mismo define como “mi necesidad de repetir, reconsiderar y revisar hasta la saciedad determinados episodios de mi pasado y del pasado de mi hermana”.

La elección de este narrador es muy sintomática de por dónde nos quiere llevar Oates, como él mismo comenta: “Y como corresponde, este documento no será cronológico ni lineal sino que seguirá un camino de asociaciones espontáneas organizadas por una lógica interior férrea (aunque imperceptible), nada literario, un relato sin pretensiones, de una tosquedad desarmante de aficionado  […]”, es totalmente consciente, además de que algo no está bien en su cabeza (nunca volví a ver a mi hermana y el pelo se me cayó a puñados, cuando creció de nuevo, creció mal. Y había algo en mi cabeza que también estaba mal”).

A través de este narrador tan poco fiable construye un relato postmodernista donde la prosa fluye fabulosamente de una manera discontinua con constantes saltos narrativos en tiempo y espacio, y con una profusión de notas a pie de página (a lo David Foster Wallace) que constituyen un subtexto en el que se desenvuelve el Skyler adulto y que complementan al niño; según las leemos no somos conscientes de su importancia hasta un momento en el que, en una de ellas, comenta sobre los vídeos de su hermana en internet: “[…] es el vídeo que probablemente verán ustedes de ella si entran en alguna página de las numerosas páginas de Internet sobre Bliss Rampike, porque en algún lugar del ciberespacio el vídeo se está poniendo sin descanso. ¿Es esa nuestra inmortalidad? ¿No es Cielo, si es que alguna vez ha existido, sino la posibilidad de que en algún sitio, alguien, quién sabe quién, quién sabe con qué motivos, compasivo, morboso, <<simplemente curioso>> , se baje nuestros momentos más heroicos, trágicos, humillantes, para ponderarlos como si pudieran tener algún significado?”.

portada-hermana-mia-mi-amor¿Es Skyler el que nos habla o es la propia Joyce quien se refiere a nosotros? O mejor aún, ¿y si “Skyler Rampike no era, como mucho, más que una nota a pie de página”,  qué crédito podemos dar a esta narración y, aún más, al postmodernismo?; ya que, como comenta más adelante: “Sin embargo, ¿y si el argumento de la propia vida es una trama imperfecta, episódica? ¿Y si la propia vida carece de probabilidad y de necesidad?”, ¿no es acaso el postmodernismo lo más parecido a la vida, a nuestra vida, y al habla un niño con problemas psicológicos? ¡Qué esfuerzo hace un escritor por escribir un texto postmodernista si lo puede hacer, sin embargo, cualquier niño!.

Consciente de este juego según avanzan las páginas, en un nuevo texto dentro del texto original vuelve a comentar: “¿Piensan que no soy capaz? ¿Piensan que yo, Skyler Rampike, empapado en Ironía, resentimiento y sandfraud crónica como un calamar envuelto en tinta, no puedo dejar de lado las estrategias postmodernistas de la “ficción narrativa” para cambiarlas por las emociones ingenuas, crudas, palpitantes, de la mera “narración”?”

Independientemente de estas disquisiciones, de esta sátira que puede esconder al postmodernismo como movimiento, el libro funciona a todos los niveles; consiguiendo, tanto en el estilo y estructura formal, como a nivel emotivo  y crudo de la ficción narrativa, un lujazo que en su parte final y tras un sorprendente giro, empatiza con el lector, y todo ello gracias a volver al presente, al Skyler adulto y en boca del pastor Bob:

 “Porque si bien no creo en gran cosa, sí “creo” en la humanidad y en nuestra necesidad de “creer”, que es una necesidad como el hambre. Y aunque no soy lo que se llama un hombre feliz, dispongo del poder de hacer felices a los otros”.

En esta expiación final del personaje y su correspondiente epifanía aprendemos que, quizá, no estemos aprovechando del todo nuestras vidas:

“Como el pastor Bob decía irónicamente: “Celebra lo que tienes. Puede que pase algún tiempo antes de que se presente otra ocasión”

Es la hora de que nos demos cuenta, hay que seguir avanzando y dando gracias por todo lo que tenemos, no es poco. Gracias Joyce por ofrecernos otro libro imprescindible.

Las mujeres protagonizan diciembre

2012 Reading Challenge

2012 Reading Challenge
Mariano has
completed his goal of reading 120 books in 2012!
hide

 

Se suele decir que una imagen vale más de mil palabras, en este caso esta imagen representa mucho de por sí.
En efecto, como se puede ver, he superado el exigente reto lector que me había puesto este año a estas alturas, y caerán más hasta que acabe el año. No está mal pasar de 120 libros y con más de 38000 páginas leídas..

En otro orden de cosas, el resumen de las lecturas de noviembre es el siguiente: empezó el mes con esas pequeñas joyitas de terror de las que hable aquí, esos “Miedos de medio minuto” resultaron una gratificante mezcla; al mismo tiempo alternaba con la lectura en su lengua original de una obra maestra del gran Coetzee, “Foe”, paradigma de novela postcolonialista y que en tan pocas páginas es jugosa como pocas en sus múltiples interpretaciones y visiones; mientras finalizaba “Escucha esto” del que hable aquí  y que daba los coletazos desde el mes anterior, empezaba y disfrutaba con deleite el cuento gótico de Shirley Jackson “Siempre hemos vivido en el castillo”, una lectura compleja y sugerente, una pequeña delicia, por lo corta que se hace; la ración mensual de Impedimenta estuvo ocupada por el fantástico “Caída y auge de Reginald Perrin” del que ya hablé largo y tendido por aquí  y que fue un momento de diversión genial; Muriel Spark tuvo sus momentos de gloria con “El asiento del conductor” y “Memento Mori” que comenté conjuntamente en este enlace; King volvió a emocionarme con una nueva entrega de las aventuras del pistolero en “El viento por la cerradura”, y aproveché para hacer un comentario sobre él; también hubo tiempo para novela negra con el irregular aunque estimulante “Poesía Cruel” de Vicki Hendricks.

Entre las últimas adquisiciones aquí tenemos una buena muestra… me esperan, desde luego buenas lecturas, es indudable.

2012-12-04 20.45.41

Parte del mes de noviembre y principios de diciembre ha estado centrada en “Hermana mía, mi amor”, libro que, seguro, va a estar en mi recopilación de lo que más me ha gustado del año, gracias a Joyce Carol Oates. A partir de ahí, muchas mujeres van a ocupar diciembre; me esperan “La abadesa de Crewe” de Spark, “El libro de los cuentos negros” y “Posesión” de A.S. Byatt, “La hija del tiempo” de Josephine Tey y el “White Teeth” de Zadie Smith; puede que también el “Cuando sale la luna” de Gladys Mitchell o el último de Starobinets… grandes escritoras para un mes que acabará en la Navidad, con sus compras hasta en estos tiempos de carestía.

El próximo balance será el del año que hemos tenido, que será a principios de enero, como se merece, con bombo y platillo, por si a alguien le sirve para regalar en los Reyes Magos.

“El maestro nunca se fue”

cerradura

En un futuro no muy lejano llegará el momento en que el Sr. King será estudiado en las universidades; no soy el único que lo piensa; estamos ante quizá uno de los mejores fabuladores vivos, un story-teller magnífico, un creador infatigable con un canon literario de indudable calidad, significación e influencia.

En el último libro publicado, “El viento por la cerradura”, recupera los personajes de su inmensa y muy personal obra dedicada al pistolero Roland “La torre oscura”, inconmensurable serie de siete libros que ahora se completan con este que debería ser ubicado, según las palabras de King entre “Mago y Cristal” y “Lobos del Calla”, más o menos el 4.5.

En este compendio de historias de la tierra media pone en voz de Roland las siguientes palabras: “No hay nada como una historia en una noche ventosa cuando la gente ha encontrado un lugar caliente en un mundo frío”. Ese es el sabor que, autoconsciente de ello, nos hace sentir al leer cada historia suya.

Sin embargo, el ser archiconocido a nivel mundial, suele desencadenar una serie de prejuicios o tópicos que al final casi se convierten en reglas establecidas, paso a relatar algunos de los más extendidos:

“Stephen King no sabe acabar sus libros, los empieza muy bien, tiene buenas ideas, pero los finales son muy malos”. Esta afirmación tiene su base, está bastante ligada al proceso creativo que utiliza este escritor y que relata en su imprescindible “Mientras Escribo”(2000), ensayo autobiográfico en el que comenta cómo normalmente parte de una idea y a partir de ahí deja que se desarrollen sus personajes, les deja hablar, no es nada programático, no sabe cómo va a acabar; no es Follet, por poner la antítesis, que crea un guión de cincuenta páginas que luego desarrolla, todo está atado de antemano. Unos finales pueden quedar mejor que otros, pero siempre resultan interesantes.

Martin A. La Regina

“Ya no escribe igual que al principio, los primeros sí que eran buenos libros, ahora solo busca dinero, está cansado”. Este argumento es muy divertido, ya que a estas alturas, King ha ganado tanto dinero que no haría falta que escribiera nada; sigue siendo uno de los escritores que más vende año a año, además de derechos de películas, etc. Eso solo bastaría pero es que a este autor le gusta, de hecho comenta también en el ensayo anteriormente mencionado que dedica todos los días como mínimo cuatro horas a leer y cuatro horas a escribir, es entendible entonces que pueda escribir uno y dos libros al año sin dificultad, desmitificando el otro hecho de la utilización de “negros” para sus novelas. En cuanto a la calidad de sus últimos libros, también podemos concluir que es ciertamente excelente, si miramos por ejemplo “La cúpula” o “22/11/63” puedo asegurar, sin mucha probabilidad de fallo, que les van a encantar a un 95% de la población, siendo conservador.

“Es mejor el King de los relatos cortos, las novelas son muy pesadas”. Sinceramente, estamos antes un escritor que es capaz de ofrecer lo mejor tanto en novelas cortas, como en largas. De las cortas, es cierto que en “Todo Oscuro, Sin Estrellas” recopilación de cuatro relatos,  es tan buena, que es difícil no estremecerse con lo que refleja en esos relatos,; solo recordar la perfección insana que suponía “1922” o ese relato tan perverso llamado “Moralidad”  incluido, casi como una cara B, junto a “Blockade Billy” no me extraña que haya alguno que comentara lo anterior; aún así, las novelas no desmerecen este buen hacer, ya he comentado alguna de las anteriores como ejemplos de excelencia.  También alguna vez se ha comentado que las novelas escritas con su seudónimo Richard Bachman son mejores; yo no diría que son mejores, son distintas, ofrecen un King que arriesga, que intenta cosas aún más alejadas de lo que hace habitualmente, y lo bueno, es que, en varias ocasiones, lo consigue.

4º Uno de los prejuicios mayores es encasillarlo en el género del terror y sobre todo en la novela de género. Lo primero le sirve a los que no les gusta ese género para denostarlo, la mayoría de las veces sin examinar la composición de su obra, que es bastante ecléctica, jugando con la novela de ficción, sin ser terror, el ensayo, los cuentos o narraciones breves, historias costumbristas, etc, hay un King para casi cualquier persona; de hecho todavía hay gente que se asombra cuando le comento que “Cadena perpetua” o “Cuenta Conmigo” están basados en relatos del escritor norteamericano. El segundo prejuicio que comenté tiene que ver con los “críticos serios” que todavía siguen denostando la novela de género a favor de otras obras que son consideradas “serias” y/o “literarias”. Estoy convencido, de todos modos, de que estás fronteras se están diluyendo y  estamos más cerca de lo que comenté al principio del artículo.221163

Todo esto ha venido por su último libro, citado anteriormente, y del que me llevo una sensación estupenda ya que, en un alarde de estilo, la historia que sirve de origen desencadena otra historia que, a su vez, cuenta otra más, la que da el título al libro. Una cumbre de la metaficción que le sirve, en la conclusión, para dar de un plumazo un broche de oro a Roland, arrancándonos prácticamente las lágrimas con una sutileza maravillosa y, al mismo tiempo, resolver un tema, como es el de la madre del pistolero.

No es casualidad cuando al empezar a contarla otro de los personajes comenta que “Las historias tienen la habilidad de llevársele a uno lejos. O sea, si son buenas”. En el caso de King esto se cumple con creces. No nos olvidemos de que la literatura es para disfrutar, y eso, el de Bangor lo sabe muy bien: “Una persona nunca es demasiado vieja para nutrirse de historias, Bill. Hombre y niño, niña y mujer, nunca somos demasiado viejos. Por ellas vivimos”

Gracias a las historias vivimos, qué espléndido colofón para este gigantesco creador. Sigamos deleitándonos.

“El asiento del conductor” y otras obras de Muriel Spark

cubierta.inddLos años cincuenta en Gran Bretaña supusieron un cambio radical a la situación establecida anteriormente, era la post-guerra; y, a pesar de que se encontraban entre los ganadores del conflicto bélico, también eran cada vez más conscientes de que la posición de dominancia que pudieron tener en el pasado había cambiado; los actores eran otros y esto se reflejó, como no podía ser de otra manera, en las obras literarias.

Muchos de los escritores de la época mostraron en sus ficciones el anhelo por los tiempos pasados, auge y caída de un imperio; “Retorno a Brideshead” de Evelyn Waugh es un epítome del momento; lo malo es que la mayoría de autores tomaría este camino entrando en una monotonía que romperían con su creatividad y originalidad, escritores de la talla de William Golding y Muriel Spark, de la que hablaré a continuación.

Muriel Spark (1918-2006) estaba, sin embargo, más interesada en los límites más borrosos de las ambigüedades humanas; en ocuparse de las paradojas relativas a la libertad de cada individuo usando para ello la forma, más bien corrosiva, de la “comedia negra”; por citar alguna de sus obras maestras: “Memento Mori” (1959), “The Prime of Miss Jean Brodie” (“La plenitud de Miss Brodie”)(1961), “The Driver’s Seat”(“El asiento del conductor”) (1970) y “A Far Cry from Kensington”(“Muy lejos de Kensington”) (1988).

En el prólogo a la imprescindible “El asiento del conductor”, Eduardo Lago comenta con respecto a sus obras: “En sus novelas nos encontramos con elementos ciertamente insólitos, narradores de ultratumba, miembros de la cámara de los Lores incapaces de perpetrar un parricidio a derechas, abuelas contrabandistas que ocultan un alijo de diamantes en la miga de pan…”; y cómo es el mundo que nos pinta Muriel Spark: “Estamos en un mundo en el que nada es lo que parece, un mundo muchas veces violento, en el que lo cómico convive con lo macabro y en el que el mal y la muerte nunca están muy lejos.”memento mori

Estos comentarios se aplican de manera consistente a esta pequeña pero intensa obra, donde se producen prolepsis continuas de un narrador omnisciente: “Mañana por la mañana la encontrarán muerta de múltiples heridas de arma blanca, las muñecas atadas con un pañuelo de seda y los tobillos sujetos con una corbata de hombre, en los terrenos de una villa deshabitada, en un parque de la ciudad extranjera donde la conduce el vuelo en el que embarca ahora mismo por la puerta 14”.

La obra es ciertamente desasosegante, se caracteriza por una inevitabilidad a la que nos vemos abocados sin poder hacer nada más que estremecernos, realiza una deconstrucción de la novela policíaca, se sabe el final ya, se anticipa por varios comentarios, importará más el cómo se llega a ello. Subvertir las reglas del género, esta es la Spark audaz, diferente, creadora de historias diferentes de lo reinante.

En contraste, en “Memento mori”, todo comienza con una llamada telefónica a Lettie Colston, una frase que servirá de hilo conductor: “Recuerde que debe morir”. Los protagonistas, octogenarios y septuagenarios, con sus vidas al límite y una amenaza de fondo; hay algo de relato policíaco pero nuevamente cambiando las reglas, los puntos de vista se suceden, caracterizando inefablemente cada uno de los personajes de la obra, hay humor, desde luego, pero es negro, irónico.

La amenaza de esta muerte futura les hace replantearse su vida, en boca de Henry Mortimer, el detective crepuscular: “-Si pudiese volver a vivir mi vida,  me crearía el hábito de prepararme mentalmente todas las noches ante la idea de la muerte. Por así decirlo, prepararía la rememoración de la muerte. Es la práctica que más intensidad le da a la vida. La proximidad de la muerte no debería tomarnos por sorpresa. Debería ser parte de la expectativa total de la vida. Sin un sentido constante de la presencia de la muerte, la vida es desabrida. Sería lo mismo que vivir alimentándose con clara de huevo.”

Esta impresionante escritora buscaba removernos en nuestras entrañas, innovar, construir al mismo tiempo; es más que necesario no olvidar que la tenemos disponible, para disfrutar cada día de toda su obra, una obra, en mi opinión, imprescindible.