Mis lecturas favoritas del año 2015

No lo puedo resistir, me encanta hacer el post de lo mejor del año. Entre tanta “desrecomendación”, listas polarizadas y postureos contra las listas mi única respuesta es hacer mi propia lista, con mis propios criterios y, desde luego, lo que más me ha hecho disfrutar este año con ese placer que es el de pasar páginas. Es el quinto año, todo un lujo, y aquí tenéis, por si tenéis curiosidad las listas de los años anteriores:

Lecturas favoritas Año 2011.

Lecturas favoritas Año 2012.

Lecturas favoritas Año 2013.

Lecturas favoritas Año 2014.

Sinceramente, la utilidad de estas listas es la manera de hacer balance personal del año, sirven para valorar lo que he leído de manera cualitativa y junto con el post de las estadísticas, complemento cuantitativamente esta información. Me consta que a varios lectores les sirven para prever posibles lecturas (o no), pero, sinceramente, no es el objetivo, lo hago porque me apetece a mí, como todo lo que aparece en este blog, si a alguien le viene bien, bienvenido sea.

Los criterios son los mismos del resto de años pero los voy a resumir de manera esquemática:

-Hago la lista sobre libros publicados o reeditados en el 2015. Ni mucho menos me leo todo (ni nadie lo hace) y tengo mayor afinidad por libros de editoriales pequeñas independientes que por las grandes monopolizadoras (esta afinidad tiene que ver con leer antes un libro que otro), aun así podréis comprobar que hay de todo.

-El número de libros de esta lista varía de un año a otro, no pongo límites, este año son veinte los elegidos, que son muy acordes con los 226 libros que he leído.

-El orden en el que aparecen  intentaba que fuera cronológico aunque se puede haber mezclado alguna, desde principios de año hasta las últimas lecturas, no asigno posiciones, son mis libros favoritos sin más.

-No hay restricciones en cuanto al género escogido ni la temática.

–Lo más importante: el criterio de elección es mi gusto personal, aparecen los libros con los que más he disfrutado (por los motivos que sean) y, por lo que he estado observando en otras listas, no suelen coincidir con la mayoría de ellas.

-Ah, NO MENOS IMPORTANTE, los he leído todos.

Como diría uno que conozco.. . ¡que entre la pila! En la mayoría de ellos pinchando en el título tenéis el enlace al comentario que realicé en mi blog o en otros espacios:

BowEl gran misterio de Bow de Israel Zangwill, un antecedente claro de la época dorada que ya he mencionado alguna vez donde el autor nos plantea una clásica habitación cerrada con un final muy ocurrente. Modélica en su género, traída gracias a la gran labor de Ardicia, que se está especializando en recordarnos lo que existía antes de Agatha Christie, En la niebla de Richard Harding Davis podría haber estado también pero me he decidido por esta. 

MisterioMoscaEl misterio de la Mosca Dorada de Edmund Crispin, como ya he dicho aquí , ante la sistemática situación según la cual cada año tengo que encontrar en las listas de las mejores novelas negras/policíacas la ausencia de novelas más centradas en la investigación detectivesca,  esta elección supone una reivindicación de dicho tipo de novela, la “mistery novel”, de la que seguimos viendo publicadas, a cuentagotas, todo sea dicho, ejemplos magníficos de realización del género; Edmund Crispin, integrante del famoso club de detectives, y del que este año hemos visto publicado el primer caso de Gervase Fen nos demuestra a la perfección en sus novelas cómo lo popular no tiene que estar reñido con lo intelectual y, para colmo, es capaz de crear una trama consistente en todas sus consecuencias. Cada aventura supone una variedad de niveles de lectura que son disfrutables desde los menos exigentes hasta los lectores más avezados capaces de interpretar el desafío metarreferencial que despliega con una inteligencia más allá de lo común. Un perfecto reloj, un rompecabezas que nos provoca un deleite difícil de superar; y eso que es una “novelita policíaca.” 

esoESO de Inger Christensen, es toda una suerte disponer de la colección de poesía que lanzó Sexto Piso, sobre todo porque, gracias a ella, hemos podido ver obras de la escritora danesa tan potentes en lo poético como Alfabeto (que ya estuvo en mi selección del año anterior) y esta que os traigo hoy que olvida el minimalismo de la anterior para sumergirnos en toda una cosmogonía del lenguaje. Una obra compleja y abierta a muchas interpretaciones, pero siempre estimulante.

jackOFspadesJack of Spades de Joyce Carol Oates, es de suponer que este libro se pueda ver publicado alguna vez por aquí, pero no me pude resistir a leerlo antes por mi afinidad con la norteamericana; posiblemente, no hay autora tan prolífica en la actualidad y al ritmo actual, no veremos ni una cuarta parte de su variada obra. Este pequeño libro refleja uno de sus mayores rasgos: la difusa frontera entre lo serio y lo relativo a la literatura de género. De hecho, a su manera, constituye un pequeño homenaje a la obra de Stephen King pero sabiendo llevarlo a su terreno. Es la obra suya que más me ha gustado este año, aunque lo normal es que The Sacrifice le guste más al lector habitual.

Los-Desafortunados_baja-201x300Los desafortunados de B.S. Johnson, lo he dicho en The Sky Was Pink del gran Álvaro Arbonés, esta es una de mis opciones más personales. Desgraciadamente, es un libro que hemos leído pocos, y de los que lo hemos leído he encontrado opiniones contrapuestas incluso en los comentarios de mi propio blog. Por si fuera poco su estructura en forma de caja llena de pliegos y el orden de lectura aleatorio ha atraído a un tipo de lector que adora el libro físico como objeto en todas sus vertientes. Una verdadera lástima, ya que la verdadera fuerza es la perfecta conjunción del artificio formal con la fuerza cautivadora que subyace en la prosa de B. S. Johnson: un verdadero deleite que juega con la forma, seca, de frases largas, separadas por comas, muy “beckettiana” y con el fondo mediante continuos niveles de significación que permiten muchas interpretaciones y sentidos. Esta caja es un verdadero artefacto cultural donde no hay lugar para la nostalgia y sí para un camino de expiación y confrontación con la muerte. 

gilesGiles, el niño-cabra de John Barth, tras el éxito de El plantador de tabaco, Sexto Piso no podía augurar la frialdad con la que se ha recibido este tochazo del norteamericano que ha carecido de aceptación entre los lectores acostumbrados a estos ochomiles y al postmodernismo de alto nivel estilo Gaddis o Pynchon; para mí sin embargo, y a pesar de todo lo excesivo que pueda encontrar en él sigue, siendo una de las grandes lecturas del año no solo por tamaño sino por la calidad de la prosa de Barth.

PrintThe Golden age of murder de Martin Edwards, quería introducir igualmente alguna de las lecturas que alterno en inglés y que es difícil que vean luz por estos lares; este libro constituye todo un sueño para los amantes, como yo, de la novela policíaca detectivesca; un ensayo que refleja las vicisitudes del Detection Club desde su creación y avance histórico hasta el estudio crítico de las obras más representativas de algunos de sus autores además de enlazarlas con la época en que fueron realizadas. Un goce mayúsculo para los pocos que podemos apreciarlo.

MemoriasAsesinoMemorias de un asesino: Israel Rank de Roy Horniman, con la popularización del género, se ha llegado a una progresiva dramatización de la novela policiaca, un ahondamiento cada vez mayor en la identificación social que ahoga otras vertientes más lúdicas, que encuentran un mercado más restringido. Los dos casos que me vienen a la cabeza son las novelas de detectives (el whodunit de toda la vida) y aquellas novelas policíacas que tienen un alto contenido humorístico, normalmente de humor negro. A este segundo caso pertenece este libro publicado por Reino de Cordelia. Es un libro de muchísima fama en la pérfida Albión y que ha dado lugar a una película (Ocho sentencias de muerte, 1949) y a un musical (A Gentleman’s Guide to Love and Murder). Sin embargo, no recuerdo que este libro haya aparecido en los “blogs especializados” de novela negra y policíaca, ni aparecerá en ninguno de los múltiples festivales de novela negra… Una premisa inmejorable (“de cómo Israel Rank, el hijo de una mujer aristócrata venida a menos al casarse con un judío, se enfrenta desde niño a la discriminación inherente a la pobreza y a su raza y que, en su mayoría de edad, decide ascender de escalafón social asesinando a las ocho personas que le preceden en la línea sucesoria de un título nobiliario”) y un desarrollo colosal con un estilo cargado de fina ironía, donde se alternan los problemas debidos a su condición judía con sus tejemanejes a la hora de planear cada uno de los asesinatos, con un sentido común que escandaliza por su frialdad y, como no podía ser menos, con un final  memorable y lleno de mala leche.

Cubierta_PymLa señorita Pym dispone de Josephine Tey, edita con gusto Hoja de Lata y trae a la palestra una peculiar muestra de la novela policíaca de una Tey que habría pertenecido al Detection Club de Christie, Chesterton, Sayers y otros si hubiera conocido a las personas adecuadas. La inclusión en el club no excluía a ningún autor en este sentido, su simple problema fue no vivir más cerca de la capital; esto no debe ensombrecer la calidad de su obra, que se ejemplifica a la perfección con este título, un policíaco diferente que en sus primeros dos tercios tiene un desarrollo no demasiado alejado de las novelas costumbristas británicas (en este caso reflejando la vida en una prestigiosa escuela de educación física en medio de la campiña inglesa ) y le sirve como marco al crimen que se produce en la parte final. Todo con una entrometida maravillosa, la señorita Pym, y uno de esos finales que no se suelen olvidar por el vuelco que suponen y lo inesperado que resulta. Un maravilloso paradigma de presentación de un lugar idílico y cómo todo se puede tergiversar con las debidas evoluciones en los personajes.

buitreEl buitre de Gil Scott-Heron, que sorprende muy positivamente por su consistencia en estilo y trama. Es una novela muy negra de personajes negros y el autor alterna el punto de vista de varios narradores que, a modo de plano secuencia, van conformando una trama compleja en torno al asesinato del joven camello John Lee, que no se resuelve hasta la última página. Por si fuera poco, el autor consigue dotar a cada uno de ellos de un estilo propio, construyendo voces muy distintas de gran viveza y expresividad. Digno continuador de la estela de Chester Himes, hay que reconocer en él un manejo de la parte más literaria muy cuidadoso y donde no faltan las reflexiones racistas, que le sirven para profundizar en “lo racial” asociado a la comunidad de negros y su relación con la población blanca.

EducaciónladrónLa educación de un ladrón de Edward Bunker, en este caso hablamos de una reedición pero supone el colofón de una editorial como Sajalín que apostó por nuestro querido Mr Blue, gracias a ellos podemos disfrutar de la obra completa de un autor que representa, desde sus raíces más profundas, el epítome del hardboiled americano. Esta obra condensa a la perfección todas las virtudes del autor, su verosimilitud violenta que nos horroriza y su lirismo sorprendente para estas lides.

libro_1434013903Gokumon-To: La isla de las puertas del infierno de Seishi Yokomizolo dije en Canino y no me importa repetirlo de nuevo, nos encontramos ante un whodunit ambientado en esa época maravillosa de principios de siglo XX (en pleno apogeo del Detection club, la edad dorada de la novela de detectives británica) pero con un escenario diferente: una isla, Gokumon-To, la isla de las puertas del infierno donde tiene lugar una trama policial de alto voltaje con un detective, Kindaichi Kosuke, que es capaz de juntar en su cerebro todas las piezas de un puzle desenfrenado y peligrosamente poético en su concepción. La resolución, original y audaz, está a la altura de las expectativas, y la ambientación geográfica-histórica de la isla justo al acabar la segunda guerra mundial es excelente.

Cuaderno_CubiertaEl cuaderno perdido de Evan Dara, como comenté en Canino  El cuaderno perdido es paradigmático porque representa, sin lugar a dudas, el sello de identidad de su editorial Pálido fuego: una obra complicada, polifónica, donde los personajes no se identifican y todo se convierte en una narración conjunta (alguno lo bautizó como colmena) que, a pesar de lo que pudiera parecer, no resulta fría. Al contrario, consigue que empaticemos  aún más con la destrucción de una sociedad contemporánea que bien podría ser la nuestra en el futuro. Exigente, sin duda, pero un reto más allá de lo comercial que deja un montón de sensaciones inolvidables.

Cubierta_NiñaGordaLa niña gorda y otros relatos inquietantes de Marie Louise Kaschnitzturbadora recopilación de cuentos de la alemana que hacen aflorar lo más oscuro de la mente humana, lo más misterioso, lo más sutil de nuestra condición.

halcon_spa_provH de Halcón de Helen Macdonald,  la original forma de superar la muerte de su padre, mediante el entrenamiento de un azor nos brinda una “rara avis” donde lo lírico se mezcla con lo salvaje en una conjunción arrebatadora. Un libro único por su forma y por su contenido.

ZerovilleZeroville de Steven Erickson, tengo pendiente escribir algo sobre esta obra tan particular como excepcional, valga como adelanto que cualquier aficionado al cine disfrutará enormemente de las múltiples referencias con respecto al séptimo arte pero que la trama resulta tan consistente y envolvente que la experiencia lectora se convierte en algo inolvidable.  Un libro que ganará aún más con cada relectura que hagamos de él.

9788416131167Aquí de Richard McGuire, como dije en este post de Canino, a pesar de que no ha sido este año uno de aquellos en los que leo muchos cómics sí me gustaría destacar éste  porque supone una concepción innovadora, que trae no pocas satisfacciones desde una premisa muy curiosa: el paso del tiempo en un mismo espacio. Un cómic en el que con solo dos páginas te encuentras inmerso en un viaje en el tiempo en donde la localización no cambia en ningún instante. La mayoría del tiempo es una habitación concreta pero siendo el abanico temporal tan extenso (desde la creación de la humanidad hasta un futuro muy lejano) uno tiene la sensación de poder encontrarse cualquier cosa, desde dinosaurios hasta hologramas pasando por una tribu de indios. Se genera un sense of wonder innegable porque nunca sabes qué habrá en la siguiente página, entre otras cosas porque McGuire  no se limita ubicar un espacio temporal sino que abre varias ventanas alternando escenas de diferentes épocas en una misma página y siempre con una excusa narrativa que las une.

SobrecubiertaPinocho en Venecia de Robert Coover, no es La hoguera pública pero ni falta que hace que lo sea, esta reescritura del cuento de Pinocho a la manera Coover es desternillante y excesiva y reúne, como no podía ser de otra manera, la inmensa prosa de un autor poco leído por aquí. Sin embargo, como decía su editor, esta es una obra para disfrutar en pleno invierno con una manta en los pies, enfrente de una chimenea y tomando un café caliente y humeante. Esto da una idea del placer que supone disfrutarla.

9788490626535Descolonizar la mente de Ngũgĩ wa Thiong’o, gracias a los premios Nobel de literatura se pueden descubrir autores que de otra manera permanecerían ignotos por la mayoría de habitantes de la comunidad lectora. Tal es el caso del keniata Ngũgĩ wa Thiong’o, un excelente autor que, gracias a estar a punto de ganarlo dos años consecutivos, hemos visto publicados este año dos libros de la mano de PMRH en su completísimo sello Debolsillo; uno ha sido una reedición que tenían de su catálogo de Alfaguara, El brujo del cuervo; el otro, Descolonizar la mente: La política lingüística de la literatura africana, una pequeña edición que nos trae cuatro conferencias-ensayos resumiendo su pensamiento al respecto de la lucha contra el neocolonialismo que subyuga al pueblo africano además de enfocarlo como una experiencia vital autobiográfica. Lo excepcional es que el autor, de manera clarividente, lo enfoca hacia el uso del lenguaje como elemento imprescindible para salirse del yugo colonizador constituyendo un texto que bien puede encuadrarse entre lo más florido de los estudios postcoloniales. El lenguaje, en las palabras de Ngũgĩ se convierte en un elemento crucial para la descolonización mediante la construcción de la identidad vernácula.

poridentidadCuentos escogidos de Shirley Jackson, todo un triunfo que Minúscula Ediciones se hayan vuelto a acordar de la escritora norteamericana, lástima que sea para una selección tan limitada que te deja con la boca abierta y, evidentemente con ganas de más; los cuento de Jackson son algo muy distinto, son tan perversos y sutiles al mismo tiempo que nos proporcionan momentos inigualables ; lo bueno, cómo no, incluye La Lotería, y eso ya sería motivo para que apareciera en esta selección. El resto tienen un gran nivel igualmente, me han entrado ganas de volver a leerlos de nuevo.

Será curioso comprobar cómo estas guías que he seguido y la propia lista pueden metamorfosearse el año que viene en algo radicalmente distinto, sobre todo por el hecho de que mi proyecto para leer mujeres va a originar que no esté totalmente al día de novedades. Ignoraré la  mayoría de hombres que salgan salvo algún disidente.

El año que viene seré un antisistema de verdad, o no. Tampoco importa demasiado.

¡FELIZ AÑO! !Buenas lecturas!

Nobel 2015.Vuelven los suecos con sus excentricidades

No tenía claro este año sí iba a hacer un post, pero mira, al final me he decidido aunque no creo que este año vaya a acertar. Pongamos el contexto en primer lugar. El año pasado el ganador fue el insulso Patrick Modiano, uno de esos que tanto les gustan a los suecos, arrebatándoselo en última instancia al favorito N’gugi Wathiong’o. Este año, la cosa sigue más o menos igual en los primeros puestos como podemos ver en la ya tradicional página de apuestas de Ladbrokes

Apuestas_Nobel

Siendo los cinco primeros unos clásicos en estas lides:

Svetlana Aleksijevitj       5/1

Haruki Murakami            6/1

Ngugi Wa Thiong’o          6/1

Philip Roth                         10/1

Joyce Carol Oates            12/1

La elección de Munro hace dos años sigue inhabilitando a los norteamericanos durante bastante tiempo; con lo cual nos quedarían tres. Murakami también lo tiene difícil por la historia habitual del Nobel, Mo Yan está todavía demasiado cerca para que escojan un oriental otra vez, y cuando esté cerca lo va a tener reñido con “nuestro amigo surcoreano” Ko Un. Dicho esto y tras las típicas conversaciones que mantenemos en twitter con el hashtag #ElClubdelNobel  (lo más divertido con diferencia de este fenómeno mediático) mis apuestas van a ir por diferentes frentes temáticos que paso a enumerar.

-El bloque africano, siguen vigentes sus posibilidades desde el año pasado tanto el caso del pobre N’gugi Wathiong’o como Adonis, otro de los que llevan tiempo entre los primeros, pueden resultar dos opciones muy viables para la academia sueca. Este año además los de PRH han aprovechado las fechas para reeditar y publicar libros del primero. Por fin podemos leer al famoso N’gugi. 

-Este año cobra importancia el bloque hispanohablante: el efecto Vargas Llosa ha pasado un poco (en lo literario, ya sabemos que en otras cosas no…) y podría ser posible que ganara  nuevamente uno de los nuestros, César Aira ha subido bastante en las apuestas, de los españoles Goytisolo y Marías cobran cada vez más fuerza. Quién sabe.

-Nada desdeñable es el bloque de europeos poco habituales, aquellos que no entran en los países más típicos, Svetlana es la más potente candidata, pero hace poco de la última mujer, luego vendrían los Fosse, Kadaré, Nadas, etc. exóticos y con un perfil que les gustaría a los suecos, sobre todo ahora que llevan dos años seguidos de perfiles más comerciales.

¿Y mis favoritos? Poco importan a estas alturas, en posts anteriores en el blog podéis ver algunos de ellos pero guardo pocas esperanzas con ellos.

Veremos lo que sucede este jueves.

¡Buenas lecturas!

Mi rentrée: el hype de otoño 2015

SupasatiempoEl año pasado realicé un artículo donde hacía predicciones sobre los que creía que iban a ser los mejores libros del final del año y la verdad es que no me equivoqué, fueron todos lecturas muy satisfactorias (uno de ellos ha llegado este año (Los desafortunados) y va a ser uno de los libros del año).

Este año, aprovechando la sucesión de artículos que suelen sucederse con respecto a esa palabra tan bonita: rentrée; y tras preguntar a varias editoriales por sus planes hasta fin de año, he diseñado mi rentrée particular, los libros que más me interesan y de los que ahora voy a hacer una pequeña división con los que espero con más ansia. A continuación, un pequeño resumen con aquellos en los que he enfocado mi “hype”:

-El primero, ya tradicional en estas fechas, es el próximo libro de William Gaddis, Sexto Piso acomete la nada desdeñable labor de publicar casi todo lo que hizo el autor norteamericano, y en esta ocasión nos trae Su pasatiempo favorito, posiblemente una de sus obras más monumentales junto con Jota Erre y Los reconocimientos, donde el autor acometía una sátira del sistema judicial en EEUU.

The Lost Landscape : A Writer’s Coming of Age de Joyce Carol Oates , el tercer libro este año de la incombustible escritora norteamericana nos va a brindar un coming age autobiográfico que nos puede desvelar la formación de la autora como escritora desde sus recuerdos de la infancia.

MafiaHistoria de la Mafia de John Dickie el autor de Delizia!  es un experto en estas lides, esta monumental tochazo promete un trabajo exhaustivo que nos desvele todo lo que tenemos que saber sobre la Mafia.

-Ojo al final de año que nos propone  Pálido Fuego, dos libros he escogido de su excelente rentrée, primeramente Zeroville de Steve Erickson una de esas historias de narradores múltiples donde todo es posible y la realidad se nos muestra de una manera alternativa; el otro es la particular versión de Pinocho en las manos del irreverente Coover, Pinocho en Venecia.

-En Ático de los libros también han preparado un final de año excelente, es difícil elegir sin dejar alguno de los que sacan pero me voy a centrar en dos novedades concretas: por un lado, el nuevo libro de Ian Morris en su colección de historia Guerra. ¿Para qué sirve?; por otro lado me atrae muchísimo su H de Halcón de Helen MacDonald, una particular novela que puede deparar grandes momentos desde una premisa diferente (“una mujer que, al perder a su padre, decide entrenar un halcón para recordarle pinocchiomid(pues ambos compartían un gran amor por la Naturaleza) y salir del tremendo marasmo emocional en el que ha sucumbido”) 

-De entre lo que publica en sus múltiples sellos PRH Mondadori cabe destacar la vuelta de dos grandes, nuestra ración de Stephen King y su Revival que puede convertirse en una de sus historias más oscuras; sorprendentemente, Lumen se ha dado cuenta de que tiene a Atwood en su catálogo y nos trae Nada se acaba, una elección bastante curiosa y lejana a lo que está publicando ahora mismo la autora canadiense.

-Dos novedades de sabor británico y que me gustan por motivos distintos, en Noviembre Alba, después de más de 35 años de la publicación de la última traducción, va a sacar una de las obras cumbres de D. H. Lawrence, El Arco iris, una noticia increíble; por otro lado ZerovilleAnagrama en octubre va a sacar lo último de McEwan y Amis, en esta ocasión, por la polémica y lo controvertido del tema, La zona de interés, del segundo es mi apuesta.

-Y para acabar una pequeña selección de género, Navona nos va a traer, en su colección de novela negra, la continuación de lo que publicaba RBA de Ross Macdonald, La Wicherly; Quaterni, las últimas aventuras de Byomkesh Bakshi en Las púas del puercoespín; dÉpoca va a empezar la publicación de las aventuras del investigador Lecoq en El misterio de Orcival de Gaboriau; Nevsky vuelve a la carga con Starobinets en octubre; y habrá que echar un ojo al Fantasma de Nesbo. Ah, casi se me olvida, ojo al James Bond ruso en Diecisiete instantes de una primavera que nos trae Hoja de Lata.

Esto, desde luego, es una pequeña selección, quién sabe por dónde irá el tema. Hay otros libros que tengo en mi lista  y podrían estar realmente bien. Veremos cómo va el final de año.

¡Buenas lecturas!

Lecturas previstas para septiembre 2015. Vuelvo al proyecto

No suele ser habitual que haga un post de estas características. En este caso no me ha quedado más remedio, ya que los textos que hice para resumir las lecturas del verano han sido ya demasiado extensos de por sí. O sea que no me viene mal extenderme un poco más en las lecturas que he programado y que aparecen en la siguiente foto:

Lecturas_sept_1

Tengo claro que uno de los objetivos más importantes es retomar mi Proyecto Literario y para ello he decidido centrarme en la figura de Philip Roth, del que solo me quedan doce lecturas y que pienso terminar entre septiembre y octubre. Ya he empezado con Mi vida como hombre, y espero que le sigan en poco tiempo Lecturas de mí mismo, Los hechos, Engaño, Patrimonio y El teatro de Sabath. La trilogía americana caerá en octubre. También dentro de este epígrafe tengo previsto lo último que ha salido de Coetzee El buen relato, y el segundo libro de Delillo que ahora van a publicar y que yo leeré en inglés: End Zone.

Esto me lleva a un segundo bloque de lecturas en inglés donde, aparte del ya mencionado, he recordado que tenía uno de Sonetos de Shakespeare en edición bilingüe y, aprovechando que se han decidido a sacar la antología de Joyce Carol Oates en Alfaguara-PRH en octubre con el curioso nombre de Mágico, sombrío, impenetrable, leeré su versión en la lengua original Lovely, Dark, Deep Stories; ya dije en algún momento que la editorial me ha perdido, sacando uno de la autora al año, no llegará nada suyo nunca (sobre todo sabiendo que publica tres libros al año) y me sale bastante más económico; de hecho por ese precio me están mandando ya desde Book Depository el último libro de la autora que se va a publicar en octubre: The Lost Landscape: A Writer’s Coming of Age, texto en tapa dura de tipo ensayo con tintes autobiográficos que promete ser apasionante y que os comentaré en blog.

Otro bloque interesante podría ser de novedades de este año; he hecho una pequeña selección con las lecturas que más me apetecen en este momento; brilla con luz propia El cuaderno perdido de Evan Dara en la que se “narra la historia de la desintegración de una comunidad de la América moderna, y ofrece una visión de reconstitución” al mismo tiempo  “Plasmando la totalidad social de dicho conjunto de personas mediante la representación de sus distintas voces”, me parece que esto puede ser una lectura gozosa, Pálido fuego tiene una selección de libros de una calidad contrastada.

Dentro de ese bloque me apetecen muchísimo también:

Hollywood Gótico de David J. Skal, publica EsPop Ediciones la historia de Drácula a través del prisma siempre interesante de Hollywood.

Los viernes en Enrico’s de Don Carpenter, gracias a Sexto Piso voy a descubrir al autor norteamericano del que no había leído nada aún y del que no oigo más que maravillas.

1453. La caída de Constantinopla de Roger Crowley, no he faltado todavía a la cita de historia que nos propone Ático Libros en su fantástico sello y esta no podía ser menos. Imperios del mar fue una novela absorbente y espero que con esta se cumpla también.

Cuentos completos de E. L. Doctorow, uno de mis eternos pendientes, más ahora que ha fallecido recientemente, esta edición única y completa de sus cuentos, que trabajó a propósito (eligiendo orden y cuentos) con la editorial Malpaso, es una buena manera de aliviar un poco mi conciencia. Ya lo he empezado y pinta muy bien tanto por estilo como por el contenido.

Personae de Sergio de la Pava, esperaba mucho de él como ya he comentado en alguna ocasión tras su excepcional ópera prima; me temo que puedo encontrar algún problemilla que va convertirla en un posible fiasco debido a lo que he comentado con otros lectores. Veremos qué es lo que pasa finalmente.

El patriarcado del osito Teddy de Donna Haraway, me llamó mucho la atención el título de este ensayo que promete, al menos, ser distinto a lo habitual.

El último bloque  podríamos llamarlo de recuperaciones, esas novelas que, por una razón u otra, demoro en su lectura y que, sin embargo, pueden ofrecerme buenos momentos, entrarían en esta categoría los siguientes:

Carpe Diem de Saul Bellow, mi primer Bellow, a estas alturas. Imperdonable. Necesario más que nunca, junto con Malamud para entender las obras posteriores de Philip Roth.

En un metro de bosque de Georg Haskell, recomendado especialmente por Pilar, la editora de Noema en Turner, tiene una premisa (estar observando un bosque durante un año) muy original en el planteamiento y potencialmente tediosa en el desarrollo, tengo mucha curiosidad por ver cómo funciona el autor.

El marciano de Andy Weir, a puntito de estrenarse la película no tengo excusa para leerlo; las opiniones son tan contrapuestas que quiero comprobar por mí mismo el motivo de su éxito.

-No quería dejar sin programar alguna novela policíaca pero sin abusar, el monográfico que hice en el verano me ha servido para vaciar un poco lo policíaco pendiente, así que he cogido alguno de los clásicos que tengo pendientes, el antepenúltimo de Chandler (ya solo me queda el de relatos completos y uno de ensayos) además de coger dos libros de Ross Macdonald, me quiero poner al día con el autor para cuando Navona se disponga a continuar su publicación en noviembre.

Ah, se me olvidaba, también dentro de estas recuperaciones estaría El rancho de la U Alada de B. M Bower, un curioso western, amable, más cercano a las novelas costumbristas británicas y cargada de buen humor. Otro gran logro de Hoja de lata (ya lo había leído cuando estaba haciendo este artículo).

Y esto es todo lo previsto, veremos si consigo leerlos al completo.

¡Buenas lecturas!

Jack of Spades by Joyce Carol Oates. Escritora de género, versatilidad

jackOFspadesLa sinopsis de la segunda novela de Joyce Carol Oates en este año tras The Sacrifice , Jack of Spades, no podía atraerme más a priori:

“Andrew J. Rush has achieved the kind of critical and commercial success most authors only dream about: his twenty-eight mystery novels have sold millions of copies in nearly thirty countries, and he has a top agent and publisher in New York. He also has a loving wife, three grown children, and is a well-regarded philanthropist in his small New Jersey town. But Rush is hiding a dark secret. Under the pseudonym “Jack of Spades,” he writes another string of novels—dark potboilers that are violent, lurid, even masochistic. These are novels that the refined, upstanding Andrew Rush wouldn’t be seen reading, let alone writing. Until one day, his daughter comes across a Jack of Spades novel that he has carelessly left out and begins to ask questions. Meanwhile, Rush receives a court summons in the mail explaining that a local woman has accused him of plagiarizing her own self-published fiction. Rush’s reputation, career, and family life all come under threat—and unbidden, in the back of his mind, the Jack of Spades starts thinking ever more evil thoughts.”

Comenté a propósito de El gusano de seda el recurso que utilizan algunos autores de escribir a través de un pseudónimo y cómo esta escisión de la autoría les permite experimentar en temas o géneros tratados (lo más habitual) e incluso transforman su estilo para adaptarse al nuevo tema/género o simplemente por probar nuevas formas de escribir (menos habitual). Joyce Carol Oates no escribe en este caso con pseudónimo (aunque sí lo ha hecho en otras ocasiones) pero trata sobre ello en esta última novela transformando su estilo de tal manera que podríamos estar hablando de la última entrega terrorífica de Stephen King, de hecho, es inevitable pensar en La mitad oscura según la estás leyendo.

Lejos de tratarse de una coincidencia, Oates es muy consciente de los paralelismos que se encarga de alentar continuamente desde el comienzo, aquí se puede comprobar su similitud con el fenómeno Bachman y cómo el utilizar el pseudónimo le sirve para escribir de una manera “más cruda, visceral, francamente terrorífica”:

“There is another, curious similarity between Stephen King and me: as Stephen King experimented with a fictitious alter ego some years ago, namely Richard Bachman, so too I began to experiment with a fictitious alter ego in the late 1990s, when my career as Andrew J. Rush seemed to have stabilized, and did not require quite so much of my anxious energies as it had at the start. Thus, Jack of Spades was born, out of my restlessness with the success of Andrew J. Rush.

Initially, I’d thought that I might write one, possibly two novels as the cruder, more visceral, more frankly horrific  “Jack of Spades” –but then, ideas for a third, a fourth, eventually a fifth pseudonym novel came to me, often at odd hours of the night.”

De hecho, volverá a comentar en varias ocasiones esta diferenciación en la forma de escribir como en este caso donde igualmente habla de su método de escritura, ese “no saber cómo va a acabar una novela hasta que ocurre”:

“The endings of Jack of Spades’s  mysteries were crueler, as they were more primitive. There was too much evil spilling over everything to be tidily mopped up and mostly, everybody died, or rather was killed. Often I had no idea how a novel by Jack of Spades would end until the last chapter which came rushing at me like a speeding vehicle”

Independientemente de la apariencia de thriller que sirve para leerlo con inevitable interés Oates explota las posibilidades de este tipo de narración y el uso del pseudónimo por parte del escritor; solo hay que ver el miedo que tiene el Rush a perder el control, hecho que le sucede cada vez que Jack of Spades paulatinamente parece tomar el control de algunos momentos de su vida:

“Since the previous day, when my dear daughter Julia had innocently picked up a copy of Jack of Spades’s  A kiss before killing and begun leafing through it, I had feeling that something further would happen, out of my control. If there is one thing that frightens me, and infuriates me, it is losing control.

As if Jack of Spades had come to crouch in a corner of my life, unbidden by me, dragging all the light to him, and into him, like a black hole.”

Esta continua evolución hacia el orden establecido por Jack of Spades es expresado con otro recurso que utiliza King en sus novelas: el uso de una voz del subconsciente que, habitualmente aparece en cursiva y suele reflejar pensamientos que parecen ajenos a la personalidad del protagonista:

 

“Easily, the wife’s skull might be broken in a fall.

In the night, on the steep steps –easily.”

 

“I like not that.

Such phrases Jack of Spades inserted into the stream of my thoughts, that were random and inexplicable and not to be taken seriously.

I like not that. Nor should you.”

 

Quizá lo más discutible en la novela es la aparición de C. W. Haider, una mujer que la demanda por plagio pero la siguiente reflexión, en los pensamientos de Rush, nos da luz a un posible objetivo, mucho más ambicioso, de Oates:

“Of course it had not helped Haider’s carrer that she was female, but not feminine. She’d hoped to break into a male-dominated field of popular American mystery-horror writing as few women have been able to do, and certainly not a woman writer who displayed  the ego of a male writer.”

El papel de la mujer en la literatura de género es difícil sobre todo por la falta de reconocimiento inherente a las mujeres en un tipo de literatura (misterio-terror) dominada, de por sí, por los grandes machos; Oates no se corta, a estas alturas de la vida, con su edad, en denunciar esta situación y quiere demostrar con esta novela su capacidad para crear novelas de este tipo al nivel más alto, independientemente de que sea mujer o hombre:

“These Jack of Spades novels will combine some of the intricacies of plot of A. Rush with the crude, quick-moving, visceral power of Jack of Spades. Blend DNA of Stephen King, Mickey Spillane, Clive Barker, Jack Ketchum, Chuk Palahniuk plus sheer gut-wrenching carnage… Euphoria swept through me like flame”

El colofón de este reconocimiento buscado es el momento en que idea una carta ficticia en la que Stephen King felicita a Jack of Spades subrayando la mayor oscuridad de las novelas del personaje (“U R 2 DARK 4 Me”):

“Imagine my surprise and chagrin when, a few weeks later, a hastily scrawled postcard arrive at the P.O. addressed to “Jack of Spades.”

Whoever you are –“Jack of Spades”- U R 2 DARK 4 Me & We ARE NOT rivals

S.K.”

Un supuesto accidente en el pasado que supuso la muerte de su hermano pequeño nos llevará a un final donde lo real se mezcla con lo sobrenatural, en un cúmulo de ambigüedades que os dejo que descubráis por vosotros mismos (de hecho he preferido quitar algún texto que podía revelar algo de esto). Ese punto macabro final supone una fantástica culminación de una novela que tiene mucho por detrás, como siempre ocurre con la grandísima Joyce Carol Oates.

El canto del cuco y El gusano de seda de Robert Gailbraith. Lo detectivesco según J. K. Rowling

Justamente el otro día hablaba con Gonzalo Torné en Twitter sobre pseudónimos; escritores que adoptan otras personalidades como autores y aprovechan este aparente desdoblamiento de la personalidad para tratar otros temas, otros personajes, otras historias e, incluso, adoptar estilos diferentes como si se tratara de personas distintas; tal es el caso de Gonzalo que se embarca en la tarea de escribir, como Álvaro Abad, novelas de aventuras o con cierto regusto “noir”; tenemos muchos casos actuales en los que sucede igualmente como es el caso de Stephen King y su Richard Bachman, que surgió por el miedo a perder la creatividad y el tratamiento de temas más difíciles de cara al público general ( el tiempo le ha demostrado que, gracias a su margen como King, puede tratar cualquier tema); otro caso paradigmático es el de Joyce Carol Oates que aprovecha sus “otras personalidades literarias” como Rosamond Smith o Lauren Kelly para centrarse en la novela de género y transformar su estilo al mismo tiempo para separarse de sus obras más “serias” (por poner un adjetivo, con toda la inconcreción que supone); ella misma escribe sobre el tema en un libro que traeré dentro de poco por aquí, su Jack Of Spades juega con la forma en que se escinde la personalidad para establecer los dos carismas como autor y cómo uno puede llegar a dominar al otro; parecido es el caso de la archiconocida escritora inglesa Joanne K. Rowling, la creadora de Harry Potter y todo el “Potterverse” que tanto éxito tuvo entre jóvenes y adultos. Robert Gailbraith, un hombre, es el nombre que la autora escogió para escribir novelas policíacas, muy alejadas de sus temas de fantasía, deseando establecer una nueva personalidad que la aleje un poco de lo cómodo y llegar a un público diferente, puede que más adulto.

Ahora que acaba de salir el segundo libro con dicho pseudónimo aproveché para leer los dos seguidos y cantocucohacerme una idea de lo que podemos esperar de esta encarnación literaria; en el El canto del cuco Rowling acometía la presentación de los dos personajes principales: el investigador de nombre inolvidable Cormoran Strike y su ayudante, la rebelde y luchadora Robin Ellacott; la presentación de Strike es toda una declaración de intenciones en cuanto al estilo:

“El reflejo que le devolvía la mirada no era atractivo. Strike tenía la frente alta y abultada, una nariz ancha y las cejas densas de un joven Beethoven que hubiese estado boxeando, una impresión que acentuaba el ojo hinchado y ennegrecido. Su abundante pelo rizado, mullido como una alfombra, le había supuesto que entre sus muchos motes de la juventud se incluyera el de “cabeza de vello púbico”. Parecía mayor que sus treinta y cinco años de edad.”

Rowling, como Gailbraith, adopta un estilo muy ornamentado, pródigo en adjetivos (había bastantes bromas por este hecho) y frases más largas de las que utilizaba en la más sencilla (y efectiva) prosa de las aventuras de nuestro mago; cada presentación de personaje es vívida y colorida y establece un sello de identidad:

“La extrema belleza de Lula rayaba al borde mismo del absurdo, y el encanto por el que era tan celebrada –tanto en necrológicas de periódicos como en blogs histéricos- iba acompañado de una reputación de repentinos ataques de mal genio y un pronto peligroso. La prensa y el público parecían amarla tanto como detestarla. Una periodista la encontraba “curiosamente dulce, poseedora de una inocencia inesperada”; y otra decía que era “en el fondo, una pequeña diva calculadora, astuta y dura.”

En cuanto al tema tratado, se inclina por la variante más detectivesca del relato policíaco; por su forma de escribir yo diría que tenía en la cabeza a P.D. James como inspiración, aunque la elección de un hombre como detective la dejaba un poco alejada de lo que podría esperarse en tiempos como los actuales: una mujer detective, o una mujer investigadora (sin ser profesional); creo, de hecho, firmemente, que estaba probándose a sí misma y que tenía muchas dudas sobre cómo desarrollarlo; esta broma a Cormoran denota, curiosamente estas dudas:

“-Ridículo –dijo Bristow entrecortadamente-. Debería dejar de trabajar como detective y probar con la literatura fantástica, Strike. No tiene la más mínima prueba de lo que está diciendo…

-Sí que la tengo –le interrumpió Strike, y Bristow dejó de hablar de inmediato, con su palidez visible a través de la penumbra-.”

Y estaban presentes a lo largo de la toda la voluminosa novela, el resultado es irregular, la trama es solvente, la presentación de personajes razonable, pero se echaba de menos algún motivo original, alguna chispa de genialidad que la diferenciara de todo lo que se publicar en el género más allá del nombre del carismático detective.

Gusano de seda, El_150x230Afortunadamente, estas dudas se difuminan cuando uno lee su siguiente novela, El gusano de seda supone un gran paso adelante en todos los aspectos ya que no abandona su sello de identidad que he comentado anteriormente (ojo al esfuerzo de pintar al protagonista de diferente manera):

“Strike no desentonaba con aquellos tipos corpulentos que entraban y salían de la cafetería con andares bruscos. Era alto y moreno; su pelo, corto, rizado y tupido, empezaba a ralear un poco en la frente, alta y abultada, que sobresalía por encima de una nariz ancha de boxeador y unas cejas pobladas y hoscas. Iba sin afeitar, y unas ojeras moradas engrandecían sus oscuros ojos. Comía con la mirada perdida en el edificio del mercado al otro lado de la calle. La entrada en arco más cercana, la número dos, iba adquiriendo relieve a medida que disminuía la oscuridad: una cara de piedra de expresión severa, antigua y barbuda, lo miraba fijamente desde lo alto del portal. ¿Existiría el dios del ganado para despiece?”

Y es así sobre todo por párrafos como el siguiente que os invito a leer a continuación:

“Robin había dado por supuesto que él pensaba algo parecido, de vez en cuando le decía cosas como “Es bueno para tu formación de detective” o “te convendría hacer un curso de contravigilancia”. Había dado por supuesto que cuando el negocio se consolidara (y podía afirmar que ella había contribuido a esa consolidación) recibiría la formación que tanto necesitaba, y bien lo sabía. Sin embargo, ahora parecía que esas indirectas no habían sido más que comentarios sin valor, simples palmaditas en la espalda de la mecanógrafa. Entonces, ¿qué estaba haciendo allí? ¿Por qué había rechazado otro empleo mucho mejor? (Como estaba irascible, prefería no acordarse de lo poco que le había interesado aquel trabajo en un departamento de recursos humanos, pese a estar muy bien pagado.)

Quizá la nueva empleada fuera una mujer capaz de realizar esos trabajos tan útiles, y ella, Robin, se limitaría a hacer de recepcionista y secretaria de ambos, y nunca abandonaría ya su mesa. No se había quedado con Strike para eso, ni había rechazado un sueldo mucho mejor ni introducido un motivo recurrente de tensión en su relación con Matthew para acabar de aquella manera.”

La evolución que experimenta Robin nos lleva a una inconformista, una luchadora que aboga por romper el papel que la sociedad le tiene reservado y a elegir lo que de verdad le gusta, más allá de esa sombra del patriarcado que pretende relegarla a un papel secundario; hasta tal punto que se convierte en una verdadera protagonista de la historia, al mismo nivel de Cormoran y, en muchas ocasiones, a un nivel superior al de este. Robin es la encarnación de un feminismo actual y supone ese avance que necesitaba y que aporta al género otro punto de vista: ese paso de ser secretaria (una simple ayudante) a convertirse en “socia” y participar activamente en la resolución de los casos.

Si a esto le sumamos una trama literaria con un libro en el centro de la misma, como posible inspiración a la realización del mismo:

“Mientras vadeaba aquel relato de obscenidad florida, Strike se preguntó cuántos retratos de personas reales se le estarían escapando. La violencia de los encuentros de Bombyx con otros humanos resultaba turbadora; la crueldad y la perversidad de estos no dejaban ningún orificio sin violar; era un frenesí sadomasoquista. Sin embargo, la inocencia y la pureza esenciales del protagonista constituían un tema constante, y, por lo visto, la simple declaración de su genialidad era todo lo que el lector necesitaba para absolverlo de los delitos en los que participaba de tan buena gana como los presuntos monstruos que lo rodeaban. Mientras pasaba las páginas, Strike recordó la opinión de Jerry Waldegrave de que Quine era un enfermo mental; empezaba a coincidir con él.”

Y el reflejo, al mismo tiempo, del mundo literario y todo lo asociado  a él, sus ambientes, sus personajes, sus envidias, tramas sobre y para la literatura, etc; todo ello con un puntito de escabrosidad que resulta adecuado para lo tratado ya que la prosa de Rowling, cargada de detalles sirve perfectamente a este propósito:

“[…] Strike experimentó las primeras arcadas y la sensación de hallarse en el interior de un templo, testigo de una matanza sacrificial, de un acto de infame profanación.

Habían dispuesto siete platos y siete cubiertos alrededor del cadáver en descomposición, como si éste fuera una pieza gigantesca de carne. Lo habían abierto en canal y, aun desde el umbral, gracias a su estatura, Strike pudo ver la cavidad negra en que se había convertido el tronco. Los intestinos habían desaparecido, como si se los hubieran comido. La tela y la piel quemadas que cubrían el cuerpo reforzaban la repugnante impresión de que lo habían cocinado y se habían dado un festín con él. Había partes en las que el cadáver putrefacto y chamuscado, brillaba y adquiría un aspecto casi líquido. Cuatro radiadores encendidos aceleraban el proceso de descomposición.

La cara, podrida, era la parte del cuerpo que quedaba más lejos de la puerta y más cerca de la ventana. Strike la miró con los ojos entornados, sin moverse y procurando no respirar. De la barbilla todavía colgaba un poco de barba rubia, y solo se distinguía la cuenca de un ojo, calcinada.

De pronto, pese a estar familiarizado con la muerte y la mutilación, Strike tuvo que contener las ganas de vomitar que le provocaba aquel olor casi asfixiante, mezcla de producto químico y cadáver.”

Entonces nos encontramos con una novela casi perfecta de detectives: con un punto moderno gracias al papel de Robin y una trama mejor cerrada que en el primer caso. Sabiendo la capacidad de previsión a largo plazo de la autora (que ya puso en práctica con Potter), sinceramente, espero grandes cosas de las aventuras de Cormoran y Robin. Aquí me tiene esperando su nueva entrega con cada vez más ganas.

Los textos provienen de la traducción de  Jesús de la Torre de El canto del cuco y de  Gemma Rovira Ortega de  El Gusano de Seda de Robert Gailbraith (J.K. Rowling) para la editorial Salamandra

Resumen Mayo 2015. Un mes marcado por el niño-cabra

Como de costumbre, me estoy retrasando y los días pasan, así que voy a dar vía libre al resumen del mes sin más dilación; un mes marcado por la lectura de Barth y su Giles, el niño-cabra, lectura inmensa, en todos los aspectos y que ha conseguido que este buena parte del mes muy entretenido, en cuanto al resto, allá van, de las que hay reseña tenéis más información pinchando en el título del libro como siempre:

Jack of Spades by Joyce Carol Oates, tarde o temprano llegará la reseña sobre el nuevo libro de la escritora norteamericana, el segundo que saca este año; la propuesta es fabulosa sobre todo por la cercanía temática con respecto a Stephen King en general y a La mitad oscura en particular.

El canto del Cuco de Robert Gailbraith, primera obra policíaca de Joanne K. Rowling con el seudónimo de Robert Gailbraith, resultado desigual y ciertamente irregular pero bien acabada en su trama detectivesca. Pienso hacer un post sobre ella y la segunda parte que he leído en este mes también.

Nido de pesadillas de Lisa Tuttle, recopilación de cuentos de terror de corte clásico pero que funcionan muy bien. Un verdadero gusto leer voces “nuevas”, ay qué digo, si ya tiene sus años…  más información pinchando en su título.

En mi pradera de Frédéric Boyer, espléndido poema que desgrané en su correspondiente reseña. Una gran colección, la de poesía de Sexto piso.

El gusano de seda de Robert Gailbraith, muestra excelente de lo que se puede hacer con el género policíaco, espero extenderme en el post futuro.

Cataclysm de varios autores, no sé el tiempo que tenía este tomo de Batman por ahí, de mis tiempos de seguidor-comprador de cómics en inglés, hace ya muchos años. Recuperado ahora por, curiosamente, haber leído la serie de Rucka Queen & Country; me entró intriga por recuperar su etapa al frente del Caballero de la noche que, además, tengo todas sus entregas. Lo que inicia todo es este tomo que tiene como premisa de partida algo distinto: el mayor villano es la naturaleza, encarnada por la fuerza destructiva de un terremoto. No está mal desarrollado a pesar de su longitud y nos llevó a la siguiente trama en cinco tomos que también paso a comentar a continuación.

Batman: No Man’s Land Vol. 1 de varios autores, las consecuencias de Cataclysm originan la declaración de Gotham como un ente aislado, una Tierra de nadie, donde nadie puede entrar ni salir. Está bien planteado, sobre todo la aparición de los distritos dominados por diferentes personajes y el estatus quo del que parten todos ellos. Además la historia de Scarecrow nos da un diferente punto de vista.

Batman: No Man’s Land Vol. 2 de varios autores, más centrado en personajes secundarios, ahonda en una curiosa relación entre Renee Montoya y Two Face. Quizá está un poco deslavazado en cuanto a la estructura de unión de estos tie-ins pero no funciona del todo mal.

Batman: No Man’s Land Vol. 3 de varios autores, lo más interesante no es, desde luego, que aparezca Superman, innecesario. Sino el desarrollo de la nueva Batgirl, un personaje enigmático y que pudo dar juego. Me gustan bastante las historias de Rucka en este tomo, especialmente la relacionada con Poison Ivy, dando una dimensión interesante al personaje en un lugar cerrado como es Gotham y la importancia de un parque en estas circunstancias.

Batman: No Man’s Land Vol. 4 de varios autores, en serio, ¿era necesario que trajeran de nuevo a Bane? De todos modos, solo por la excelente historia sobre la doctora Leslie Thompkins y el asesino Zsasz  ya valdría la pena leerla. Al menos por ella. Buen entretenimiento igualmente.

Batman: No Man’s Land Vol. 5  de varios autores, buen colofón a una saga quizá demasiado larga, funciona especialmente bien porque no hay nada superheroico en la forma de finalizar Tierra de nadie.

La isla perdida de Douglas Preston y Lincoln Child. Me extiendo un poco más con la tercera entrega de Gideon en el enlace.

Batman: Evolution de varios autores, se supone que era el punto de transición entre tierra de nadie y era donde se exploraban las consecuencias. Se deja leer con algunas cosas más relevantes que otras, pero el dibujo, es especialmente infumable en algunos casos.

Batman: Officer Down de varios autores, una premisa interesante como era dejar herido de muerte a Jim Gordon desencadena una serie de eventos que, desgraciadamente, se estiran demasiado en el tiempo y generan una serie de actitudes difícilmente explicables. Será más interesante comprobar en Murderer si Rucka lo tenía bien pensado.

Los desafortunados de B.S. Johnson, la espera ha valido la pena, un libro sencillamente maravilloso. Los detalles en el enlace.

Persona de Erik Axl Sund, la novela negra de moda… más información sobre el fiasco en el enlace.

Himno a la picota de Daniel Defoe, raro texto, recuperación de estas que nos tienen acostumbrados en Felguera.

Giles, el niño-cabra de John Barth, ¡Albricias!, un nuevo Barth, y yo con estos pelos. Más detalles en el enlace.

Y eso fue todo. En este mes no hice muchas compras debido principalmente a que me estaba reservando para el mes de junio y la Feria del libro, como voy a hacer una pequeña crónica de las compras de la feria, a continuación os pongo las adquisiciones de mayo.

AdquisicionesAntesFeria

Sólo por Los desafortunados habría valido la pena hacer esta compra, pero hay que reconocer que el resto están realmente bien: nuevo libro del humorista David Sedaris, del que no sabíamos nada hace tiempo; el que dicen que es el mejor libro de fútbol, Maldito United; la recuperación de un antiguo Manchette… gracias a una película…

Esta vez prometo no tardar mucho en hacer la recopilación de mes, aunque no llegue con las reseñas, dentro de poco toca descanso veraniego y me planteo la posibilidad de hacer algunos monográficos, más información en el próximo post.

Un abrazo y buenas lecturas.

Resumen Marzo 2015. Volando voy

Cierto. Esta vez el subtítulo es muy descriptivo.

Este mes he avanzado. Ayudado inestimablemente  por los deliciosos libros de Agatha Mistery de Steve Stevenson; está claro, de todos modos, que, aparte de ellos la cosecha ha sido variada y numerosa. Estoy muy contento por el resultado y más adelante acometeré obras de un nivel mayor. Además he leído libros de mi proyecto y en inglés, lo cual resulta aún más productivo. Dicho esto, pasemos al listado de Marzo, ya sabéis que varios de ellos tienen el enlace directo a su reseña/post en el blog:

El mundo deslumbrante de Siri Hustvedt, me extendí tan profundamente que cualquier cosa que diga de más será redundante. Es uno de los mejores libros del año pasado.

El gran misterio de Bow de Israel Zangwill, lo mismo que en el anterior, podéis entrar en la reseña para ver más detalle. Un clásico mistery, uno de los primeros que supone un anticipo del futuro por lo arriesgado de su propuesta.

Thor 4: Asedio de Kieron Gillen, el crossover relacionado con el Asedio de Asgard dio bastante de así. Esta historia centrada en Thor se deja leer sin deslumbrar. Entretenido al menos.

El asesinato de Margaret Thatcher de Hilary Mantel, recopilación de cuentos de la escritora británica que nos demuestran nuevamente su buen hacer.

En el Japón fantasmal de Lafcadio Hearn, ya lo dije, antología deliciosa y variada donde destaca prácticamente todo. Si queréis saber más sobre su composición y fortalezas pinchad en ella. 

Cuentas pendientes de Juan Madrid, aprovechad para leerlo, antes de que se nos vaya. El gran amigo de Ledesma era un gran creador de historias policíacas.

La habitación de Jacob de Virginia Woolf, parece mentira lo claro que tenía por dónde iba a ir Woolf, en este relato primerizo se empiezan a atisbar sus rasgos sin ninguna duda.

Grupo de Noche de Juan Madrid, quizá es el libro más consistente y mejor realizado dentro de la serie de Toni Romano, que ya es decir.

El secreto de Drácula de Steve Stevenson, el italiano se atreve con todo, hasta con maldiciones y vampiros. ¡Y funciona!

Complot en Lisboa de Steve Stevenson, lo mismo se podría decir de este caso donde nada es lo que parece en un caso sin cerrar desde hace diez años.

Operación Amazonas de Steve Stevenson, diversión irregular, se nota que le faltaba evolucionar un poco en la elaboración de las tramas.

La espada del rey de Escocia de Steve Stevenson, entretenido a pesar de no ser de los mejores de la saga.

Ángeles robados de Shaun Hutson, ya lo dije, pero vuelvo a decirlo, qué libro más desasosegante. Todo un soplo de dolor.

Miracleman 2: El síndrome del Rey rojo, pues fíjate, yo ya creía que no iban a poder seguir con estos cómics; me encanta equivocarme. ¿Os he dicho que está Alan Davis? Pues él solo es un motivo de peso para leerlo y disfrutar. 

Adictos a El Crack de Varios Autores, tenía que haber hecho una reseña sobre él, ya no toca, pero os recomiendo encarecidamente que os leáis esta recopilación de ensayos sobre dos de las mejores películas policíacas españolas. A pesar de su brevedad consiguen un grado de análisis más que loable.

El maestro de Petersburgo de J. M. Coetzee, siempre un placer leerlo. Coetzee es un gran narrador y ofrece puntos de vista distintos de las formas más interesantes. En este caso, con la ayuda de Dostoievski. Más información en el post.

Sobre el dragón del abismo de Izumi Kyoka, la pereza y la falta de tiempo se han conjuntado para evitar que ponga algún texto con respecto al grandísimo escritor japonés. Quizá es porque su intimismo y sutileza deben quedar para una lectura personal, da miedo compartirlo. 

La perla de Bengala de Steve Stevenson, a pesar de ser de las primeras historias, el autor tenía claro por dónde debía ir para hacerlo interesante.

Robo en las cataratas del Niágara de Steve Stevenson, el mundo de la ópera y sus tópicos no podían faltar. Otra buena historia. 

Destino Samarcanda de Steve Stevenson, quizá es de los más previsibles pero no pierde su interés gracias al buen humor y las situaciones  habituales.

The Sacrifice de Joyce Carol Oates, el primero de los libros escritos por la norteamericana este año es una magnífica propuesta. Oates vuelve a hacer una mezcla de géneros irresistible.

A la caza del Tesoro en Nueva York de Steve Stevenson, aquí se salta la estructura habitual para plantear el típico reto de agencias de detectives, la novedad y lo bien llevada que está la historia lo convierte en uno de los mejores de la serie.

Perillán de Terry Pratchett, una de las verdaderas penas del año, nos deja el hombre del sombrero, pero queda un legado indiscutible de creatividad. Aquí, como ya comenté, la Inglaterra victoriana y Charles Dickens están más cercanos a nosotros que nunca.

Sobre la escritura de Virginia Woolf, edición de Federico Sabatini, comenté en el post al respecto el valor de las cartas de Woolf, también comenté el batiburrillo que resulta esta selección, interesante, pero escasa teniendo en cuenta todo el material que hay al respecto todavía sin editar.

Y ya está bien.

Este mes no voy a poner lecturas futuras porque tengo un buen caos montado… os referencio al anterior post, la nube de libros sigue vigente, eran demasiados libros y, además, han salido algunos otros por el camino que se han entrometido por su interés.

Quién sabe los libros que vendrán en abril. Os pongo la última foto de compras porque de ella han salido varios de los que estoy leyendo este mes.

Compras_Marzo1

¡Buenas lecturas!

The Sacrifice de Joyce Carol Oates. Lo racial como eje

TheSacrifice_OatesTeniendo en cuenta que Alfaguara  (ahora incluida dentro de Penguin Random House Mondadori) está sacando, con suerte, un libro al año de Joyce Carol Oates (el año pasado únicamente Carthage que comenté por aquí) es ciertamente insuficiente para equilibrar los tres libros al año que va a sacar en el 2015, por poner un ejemplo. En este orden de circunstancias, sabiendo que puedo leer en inglés sin problemas, opto por leerlo mejor en su lengua original e iré adquiriendo los que vayan saliendo. Por lo tanto, para vuestro bien o no… podréis ir viendo los nuevos lanzamientos de la prolífica y ecléctica escritora estadounidense.

El primer libro que ha sacado este año es The Sacrifice y está de pletórica actualidad habida cuenta de los últimos hechos acontecidos en Estados Unidos; siguiendo la cuenta de twitter de la autora (si no lo hacéis ya, deberíais…) es uno de los temas más comentados (¡junto con la sociedad del rifle!) y este libro es la respuesta a esta preocupación.

La premisa inicial es sencilla, una hija negra desaparecida que supuestamente recibe malos tratos por un grupo de policías blanco; el marco, Pascayne, una ciudad de New Jersey donde ambientaba la novela Them que terminaba en una explosión racista de considerables dimensiones. La víctima, Sybilla Frye, es buscada en una escena inicial de indudable patetismo por parte de su madre Ednetta, fijaos en la forma de caracterizar el habla, como el segmento más bajo de la sociedad, además, de color:

“Seen my girl? My baby?

[…]

My girl S’b’lla –anybody seen her?

[…]

S’b’lla young for her age, and trustin –she smile at just about anybody.”

La ciudad, racista casi por naturaleza, los negros, una especie en peligro de extinción en un sitio como este:

“They were an endangered species –black boys. Ages twelve to twenty-five, you had to fear for their lives in inner-city Pascayne, New Jersey.”

La victima describe lo que le ha ocurrido mediante un monólogo interior de mucha fuerza que resalta por las faltas que comete al hablar para describir una situación extrema:

“Tied me so tight like you’d tie a hog no water and no food, they was hopin I would weaken and die some of them went away, an other ones came in therr place Nigra hoar of babyland they was laughin

I could not see their faces mostly I heard their voices

[…]

In my hair and on my body they smeared dog shit to shame me when they was don with me two of them dragged me from the van to that place in the cellar they put they foot on the back of my head to press into the earth they would leave me there, they said beetles would eat me and nobody give a damn about some ugly nappy lit nigra if she live or die and nobody believe her, that a joke to think!”

A partir de ahí, Oates utiliza una narración ficcional de una manera ensayística, su objetivo es, a través de la ficción, mostrar una situación general racista (independientemente de si ha ocurrido o no) y evaluar quién/es serán los sacrificados por esta situación; de esta manera propone diferentes perspectivas desde distintos puntos de vista, en una narración coral que ayuda a dilucidar todas las personas que se convertirán en sacrificio; Pascayne es el paradigma de ciudad racista, como muchas otras en EE.UU para Oates, de hecho, que ocurra algo así no es común, pero tampoco es raro:

“A brutal gang-rape is not a common incident even in inner-city Pascayne. Yet, a brutal gang-rape is not an uncommon incident in inner-city Pascayne.”

La variedad de matices que nos muestra enriquece muchísimo una narración tan variada donde vamos encontrando uno tras otro sacrificio, como es el caso de la Sargento Iglesias, de Puerto Rico, que sufrirá de diferentes maneras el tener que investigar el caso, primero por parte de sus compañeros:

“When she’d graduated from the police academy and began to wear the patrol officer’s uniform she’s felt suffused with pride. She’d thought Now I am one of – something. Now there are many like me.

Apart from the Forest Park captain Ramon Iglesias there were few Puerto Rican-American police officers in the Pascayne PD. Very few African-Americans. And very few women.

Not quite out of earshot her fellow officers had begun saying of her If Iglesias believes that rape bullshit she’s crazy. She’s finished.”

Algo que puede llegar a entender, lo que no comprende y le atormenta es el rechazo manifiesto de Ednetta; discriminación entre personas del mismo sexo, el femenino; la raza es en este caso lo que prevalece, al no reconocerla como negra… sino como latina:

“Iglesias was pained that Ednetta Frye so disliked and distrusted her. There seemed nothing she could say to persuade the woman otherwise.

The animosity of men, she could comprehend. Sex-hatred of the female was common in the culture. But the animosity of a woman so like herself –so essentially herself- was something very different.”

El colmo para la pobre sargento es encontrar que no solo no va poder investigarlo sino que le van a indicar que no puede hacer nada para evitarlo; esta inevitabilidad e impotencia ante algo que va a volver a suceder es una de las grandes tesis de Oates; independientemente de que en esta ocasión haya sido verdad o no, volverá a ocurrir de nuevo y no hay manera de evitarlo:

“Mrs Tice laughed. Still she was gripping Iglesias’s elbow in an oddly intimate gesture.

“Mrs. Tice, if nothing is done, whoever hurt Sybilla will get away with it. If she’s been sexually assaulted – he will do it again. Or –they will do it again.”

Now gravely Mrs. Tice said, “Yes ma’am. They will do it again. Nobody gonna stop that.”

Si todo fuera en una dirección no aportaría demasiado a estudios de este estilo pero Oates va más allá; es decisiva la entrada del reverendo Mudrick y su hermano gemelo abogado Byron; todo va encaminado en este caso dirigido a la mercantilización del dolor en provecho propio:

“You, Sybilla, are a race victim, a martyr, and a sacrifice. But you will be our saint –our Joan of Arc.”

Aprovechar la situación para extenderlo, en general, a un conflicto contra toda la raza es la baza que usará el reverendo para montar una cruzada contra la raza blanca:

“Another time now, but with renewed zest and revulsion, Mudrick recounted the unspeakable outrage” perpetrated upon Sybilla Frye. “When white men assault a black girl, it is ‘blackness’ they are assaulting- that is, all of us.”

Su propio hermano, Byron, no podrá entenderlo; Marus tomará decisiones sin consultarle, arriesgando su carrera y añadirá la utilización de la religión como elemento aglutinador en su cruzada; Marus adaptará la religión y las enseñanzas de Cristo a lo que le interesa en ese momento provocando situaciones muy peligrosas, no solo para su hermano sino para toda la ciudad:

“Jesus! My brother is insane.

Reckless, vicious…

But I’m the one who will be disbarred.

Afterward, Marus said with a shrug that he hadn’t consulted with Byron because he’d knows that Byron would have counselled him against the impromptu march. And Byron Said, incensed, “You are right, Marus! You are absolutely right.”

“You’re a conservative by nature, Brother. I’m a radical.”

“You’re a Christian. You can’t betray the basic tenets of our religion.”

“Brother, there are ‘conservative’ and ‘radical’ Christians. Jesus was hardly ‘conservative’ –He died for his radical beliefs, and we must emulate him.”

“You don’t want to die for your beliefs, Marus –don’t be ridiculous. Like King? Like Malcolm X? Not you.”

La religión se convertirá en el único bálsamo, el remedio para Sybilla que cederá ante un líder musulmán para buscar refugio ante una situación insostenible:

“’Aasia Muhammad.’ Daughter of the Prophet you will rise…”

Aasia Muhammad! She had never heard so beautiful a name.

No longer was she “Sybilla Frye” –already the name sounded coarse and common to her ears.”

El final se revela como una epifanía donde, en realidad, cada pequeño sacrificio es parte de un Sacrificio mayor, el de toda una sociedad polarizada por múltiples intereses que no pueden evitar que se sigan produciendo estos conflictos en los que nadie gana, todos perdemos. Su visión, en una sociedad como la norteamericana, es profundamente pesimista. Los sacrificios quedan claros, lo que no está tan claro es que pueda haber una solución a una situación que se está enquistando y convirtiéndose en una espiral incontrolable de destrucción.

Gran libro el que se marca Joyce Carol Oates. Si manejáis inglés, es un buen momento para introducirse en la prosa de la norteamericana, quizá no lo veamos nunca por aquí.

Resumen Enero 2015. Nuevo año, nuevas lecturas

Me he retrasado muchísimo este mes. La falta de tiempo actual no me permite actualizar convenientemente las reseñas que tengo pendientes y el resumen del mes anterior no puede esperar. Estamos hablando de enero y estoy acabando febrero, aquí tenéis el resumen de las lecturas de enero y que siguen, más o menos, lo que había previsto en este post. Aunque me quedó alguno de los previstos por leer, se han sumado al mes de febrero donde daré buena cuenta de ellos. Sin más, los comentarios, pinchando en el título tenéis el enlace de varias de ellas: 

The taqwacores de Michael Muhammad Knight, me extendí mucho en su reseña donde encontraréis razones de sobra para leerlo a pesar de las dificultades. No podía ser de otra manera con la novela fundacional del punk islámico.

Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón de Sekien Toriyama, las cosas que saca Quaterni son deliciosas. En este caso, es un catálogo de monstruos de todo tipo con sus consiguientes grabados y su descripción. Una selección necesaria y que complementa muchas lecturas que saca la propia editorial.

En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano, me temo que el último Nobel está en ese segmento que solo me provoca indiferencia. Y eso que este libro se acerca más a la temática de género, no veo más que buen oficio, nada comparable a lo que son capaces de hacer los más grandes, tanto en estilo como en el fondo. No creo que le dé más oportunidades.

Los atracadores de Tomás Salvador, recuperación de novela negra española en tiempos del franquismo. A pesar de su inevitable mensaje moralizante se trata de una propuesta excelente en forma y contenido.

Invasión Secreta de Brian Michael Bendis, Bendis es el fetiche de Marvel, no creo que tenga talento para escribir grupos y más, cuando se trata de crossovers comiqueros,; buenas ideas, buen dibujo, realización irregular. Buen forraje por momentos.

¡Delizia!: La historia épica de la comida italiana de John Dickie, tengo pendiente la reseña, ya podéis suponer que es un libro suculento.

Carthage de Joyce Carol Oates, me extendí mucho en su reseña que podéis buscar en el enlace. Como de costumbre, un buen libro de Oates.

La Santa de Mado Martínez, me arrepiento de no haber hecho reseña para este libro, se puede quedar muy perdido en el limbo de autores no destacados y no sería justo. Buena novela de terror con fantasmas, múltiples puntos de vista y narración dislocada que se lee con gran disfrute.

Relatos Japoneses de misterio e imaginación de Edogawa Rampo, tarde o temprano escribiré algo sobre esta deliciosa recopilación de relatos de terror y misterio.

La calavera bajo la piel de P.D. James, la maestra británica nos dejó pero sus libros reflejan a la perfección cómo escribir novela policíaca con buen gusto y estilo.

Asedio de Brian Michael Bendis, peor que Invasión secreta… aunque no se puede negar que es muy efectivo y contiene imágenes impactantes.

El santo del monte Koya y otros relatos de Kyoka Izumi, otro libro de relatos imprescindibles y del que hablaré algo, aunque ya no sé el qué.

El indolente viaje de dos aprendices perezosos y otros relatos de Charles Dickens, recuperación de un Dickens ocurrente en condiciones ciertamente extrañas.

Mr Mercedes de Stephen King, no es el mejor King pero esta aproximación a la novela policíaca, a su manera, se lee con indudable satisfacción.

Fouché. Retrato de un hombre político de Stefan Zweig, otro de los que me faltan y NO puede faltar. Es, sin lugar a dudas, una obra maestra: la biografía de uno de los personajes más maquiavélicos que podemos encontrar a lo largo de la historia.

No se ha dado nada mal enero para comenzar este nuevo año. Aquí tenéis las últimas adquisiciones.

Compras_Enero

Y, nuevamente, intentaremos que los siguientes libros sean los previstos.

Previsión_lecturas_febrero De estos libros tienen prioridad los que no me leí el mes anterior: El Glow de Beauman, El mundo deslumbrante de Siri Husdvedt, Los políglotas de Gerhardie, Divagaciones Rossinianas de Zedda y La sala del crimen de P.D. James. El resto está compuesto por una buena mezcla de novela negra clásica y varios de los autores que tengo en mi proyecto (Roth, Woolf… Oates). Este mes, desgraciadamente, no creo que lo consiga por los siguientes motivos: en primer lugar cogí demasiados libros teniendo en cuenta que febrero es, precisamente, el mes más corto; en segundo lugar, en el camino me ha llegado el último libro en inglés de Joyce Carol Oates, The sacrifice. Por lo tanto… me temo que no lo cumpliré. Veremos hasta dónde puedo llegar.

Carthage de Joyce Carol Oates. Viviendo en la paradoja de Zenón

carthage“Porque cada paso no es más que una fracción de la distancia total. Y la distancia total es algo que queda más allá de la experiencia.

En la paradoja de Zenón no llegas nunca a tu destino.

En la paradoja de Zenón te encuentras en un estado de anhelo perpetuo.”

La paradoja de Zenón simplemente da un nombre a algo inherente en el ser humano: el anhelo. Un anhelo que se vuelve perpetuo, una vez alcanzamos un aparente destino no nos sentimos completos, sino que vamos a por otra meta que creemos que será lo que nos complete definitivamente.

Cressida Mayfield, la protagonista del Carthage de Joyce Carol Oates, es la personificación de dicho anhelo en la narración de la norteamericana. A lo largo de tres partes (Joven desaparecida, Exilio, El Regreso)  se nos relata el viacrucis de la protagonista y las consecuencias de sus decisiones para los que la rodean. Si hay algo que caracteriza a Oates es el estudio de las consecuencias de las acciones que se producen; todo ello cargado de una gran ración crítica ante la situación de un pueblo como el americano.  Dos factores funcionan como desencadenantes narrativos en este caso. Por un lado la guerra de Iraq, legitimada religiosamente como único cauce para defenderse del enemigo; Brett Kincaid, el novio de la hermana de Cressida sufrirá esta situación:

“Toda la feligresía rezaba por ti. Por ti y por los demás que habían ido a la guerra…a las guerras.

Son tantos los que han muerto, me resulta difícil recordar la cifra, ¿más de mil?

La mayoría, soldados como tú, no oficiales. Y todos amados por Dios, es lo que una quiere pensar.

Porque a todos los ama Dios. Incluso al enemigo.

De todos modos tenemos que defendernos. Un cristiano tiene que defenderse de los enemigos de Jesucristo.

Esta guerra contra el terror es una guerra contra los enemigos de Jesucristo.

Sé que no querías matar a nadie. Te conozco, Brett, cariño mío,y eso lo sé: no querías matar a ningún enemigo ni a nadie. Pero eras militar y era tu obligación.”

Aunque ya en Mujer de Barro anticipaba este argumento, Oates vuelve a sacar a la palestra la necesidad de identificar un enemigo visible tras el atentado del 11-S: Al Qaeda es la sustitución del Fantasma comunista del que hablaba Robert Coover en su celestial hoguera.

“La lucha contra el terror es una lucha contra los enemigos de la moralidad norteamericana, contra la fe cristiana. En algún lugar de aquel país olvidado de Dios estaban los imanes de los terroristas de Al Qaeda que habían volado las Torres Gemelas. Nada más que por el simple deseo, lleno de odio, de destruir la democracia americana y sus principios cristianos como querían hacerlo los paganos de la Antigüedad, siglos atrás. La Roma imperial de los tiempos de los gladiadores: se te exigía morir por tu fe. Se lo había explicado su capellán: esto es una cruzada para salvar a la cristiandad.[…]  los Estados Unidos se habían visto forzados a reaccionar militarmente. Los Estados Unidos nunca pactarán con el mal. No había otro remedio que mandar tropas antes de que el enloquecido dictador Sadam utilizara las armas de destrucción masiva: Bombas atómicas, y guerra biológica con gases y gérmenes.”

Las consecuencias originadas a la vuelta de Kincaid son, como podía ser esperable, de dos tipos: físicas, por lo que ha sufrido en su cuerpo; y psicológicas, por lo que ha visto allí y tiene que callar para no tener represalias:

“Estaba enfermo de vergüenza. Enfermo de culpabilidad. Que se le acumulaba como en un sumidero. Y no era capaz de expulsarla.

Mejor morir. Haber muerto… “en combate”.

Pero ya era demasiado tarde. Lo habían matado pero no había muerto… exactamente.

Se sentía como algo hecho a la buena de Dios para parecer un ser humano: un híbrido de maniquí y momia. Trozos de piel verdadera curtidos como cuero, mechones de cabellos semejantes a lo que se puede ver en un museo de historia natural.”

La situación de Brett es la causa, de alguna manera, del segundo motor de la historia: la desaparición de Cressida; una Cressida que se siente cohibida, desde el primer momento, por el etiquetado al que se la ha sometido en contraposición con su hermana:

“Era evidente que le fastidiaba cómo en Carthage, entre las personas que conocían a los Mayfield, probablemente se la describía como la lista mientras que su hermana era la guapa.

¡Qué claro estaba que una adolescente prefería ser guapa antes que inteligente!

Y es que, por supuesto, se consideraba que Cressida era demasiado lista.

Como en “demasiado lista para su propio bien”.

Como en “demasiado lista para una chica de su edad.”

A propósito de la publicación de este libro, en una entrevista la escritora comentaba su fascinación por indagar en las causas que, en una misma familia, originan dos personalidades tan distintas en aparente igualdad de condiciones. Parte de culpa de estas diferencias está implícito en “lo establecido socialmente”, eso es lo que lleva a juzgar a una persona como “lista”, “guapa”, etc…

Lo que nos lleva de nuevo al anhelo, mientras Cressida deseaba haber sido guapa, se nos revela más adelante que Arlette deseaba haber sido valorada por su inteligencia más allá que por su belleza. Aunque Cressida huye por no cumplir el destino que cree que necesitaba, su huida funciona más como alienación que como satisfacción:

“Todavía era una convaleciente. Llevaba convaleciendo tantos años que había perdido la cuenta.

Había huido. Se había exiliado. Aquel otro sitio era un modo de nombrar lo innombrable.

Básicamente estás en la vida en el Punto X –este, donde estamos- de manera continua. Es mentira creer que se puede volver a aquel otro sitio del que has sido expulsado.”

El inesperado regreso es un deseo más, nuestra protagonista se da cuenta de que lo que necesita de verdad es a su familia; aunque su familia, como es el caso de su hermana, no lo aceptará tan fácilmente; por el anhelo que le hace sufrir por una vida que podría haber tenido y que no ha podido disfrutar por culpa de su hermana:

“Y lo sé: debería perdonarla.

Los demás piensan que reboso de Alegría tanto como ellos. Creen que soy una verdadera hermana para ella. Todo el mundo piensa: Las hermanas Mayfield, reunidas.

Pero no la perdono, creo que la detesto.

La sensación de odio es brutal y nueva para mí, me deja sin aliento. ¿Cómo voy a perdonarla? Me ha destrozado la vida, a mí y a Brett Kincaid. Durante siete años ha sido la causa de los sufrimientos de mis padres, todas las horas y los minutos de su vida envenenados por su ausencia.

Detesto su egoísmo, que el mundo malinterpreta como enfermedad.

Enfermedad mental, angustia psicológica, “amnesia”…

Mi hermana es moralmente deficiente.”

La misma Cressida se dará cuenta  de que lo que ahora busca no será fácil de cumplir porque las acciones que realizó en el pasado fueron dolorosas para su familia y para Brett:

“Mi hermana sigue enamorada de Brett Kincaid. El soldado joven, con el brillo de la inocencia. Está enamorada del recuerdo que tiene de Brett Kincaid antes de que lo hirieran y por lo tanto no quiere verlo y sentir que se despiertan de nuevo en ella aquel amor y aquella nostalgia.

Entendí aquel amor. Lo entendí y me amargaron los celos y el rencor. Y fui yo quien mató su amor y nunca me podrán perdonar de verdad.

Tengo que aceptarlo; aceptar que nunca me podrán perdonar. No querría que Juliet me perdonara. Ni Brett.

Quien tendría que estar en la cárcel soy yo, Cressida, la lista,  [..]”

A pesar de la intuición  que tenemos de no estar nunca satisfechos, Oates deja una nota final optimista que nos llena de esperanza. Quizá el conseguir estar felices depende, en primera instancia, de nosotros mismos, de cómo reaccionamos a las vicisitudes que nos suceden.

Los textos pertenecen a la traducción de José Luís López Muñoz de Carthage  de Joyce Carol Oates para Alfaguara.

Resumen de lecturas del Estío del 2014

Fuego-BlancoSi recordáis este post antes de irme de vacaciones, ahí exponía los libros que podrían entrar en este tiempo vacacional; al final, de lo que uno se propone a lo que realmente ocurre va un buen trecho; el caso es que era muy exigente, aquí están las píldoras de todas ellas, en casos puntuales hay enlace a reseña que ya he publicado en blog (sobre todo las que salieron en la votación); vayamos al tema, que han sido unos pocos los que han caído en este verano:

“¿Soy una Esnob? ¿Qué regalar a una Snob?” de Virginia Woolf y Walter Benjamin, texto corto de Woolf que sirve para conocer aún más a la escritora británica en una de sus facetas más ocultas.

“El adoquín azul” de Francisco González Ledesma, un crepuscular Ledesma nos relata una historia de postguerra que no deslumbra pero está llena de buen oficio.

“El general Ople y Lady Camper” de George Meredith, nouvelle que nos arranca sonrisas a la par que descubrimos una buena muestra de literatura británica.

“Fuego Blanco”  de Douglas Preston y Lincoln Child, los verdaderos especialistas del thriller nos vuelven a traer otra de esas aventuras para no levantarse del sillón hasta terminarla. Pulp a raudales, imaginación y creatividad como bandera.

“Pequeño Teatro” de Ana María Matute, descubrir a “la Matute”, tras su reciente fallecimiento, es siempre un gusto; esta pequeña maravilla no hace más que realzar su figura literaria.

“La mujer de otro hombre y su marido debajo de la cama” de Fyodor Dostoyevsky, recopilación de cuentos cómicos del grandísimo escritor ruso para pasar el rato (y alternarlo con su tocho de los Karamazov).

“Pandora” de Henry James, James siempre me llamó la atención por su forma de reflejar la “nueva mujer”, esta novela vuelve a este tema, además de mostrar el conflicto Inglaterra-américa que vivió en sus propias carnes; su estilo, su escritura, configuran una muy buena novela.

“LEGO Star Wars: The Yoda Chronicles” de Daniel Lipkowitz, curiosidad que pillé de casualidad en Bookdepository por su precio y que nos cuenta las crónicas de Yoda con un montón de piezas de Lego como protagonistas.

“El ciclo del hombre lobo” de Stephen King, la revisión del mito del hombre lobo por parte de King está anclada en los parámetros más clásicos pero, aun así, resulta tremendamente entretenida.

colorado“Colorado Kid” de Stephen King, King meets postmodernism, una historia de un crimen sin un aparente final; un ejercicio de estilo narrativo en cuanto a estructura en intenciones. Una obra muy diferente a lo suyo habitual pero delicioso igualmente.

“Riding the bullet” de Stephen King, no sé si lo hizo a posta, pero desde luego esta pequeña historia que nació como un ebook no es de lo mejor del autor norteamericano, aunque se deja leer.

“El ladrón del rayo” de Rick Riordan, primera parte de la saga de los Héroes del Olimpo que tiene como personaje protagonista a Percy Jackson; los elementos en común con Harry Potter son abundantes, si bien es cierto que Riordan monta una historia donde la acción no deja respiro.

“El fugitivo” de Stephen King, increíble, después de tantos libros leídos, encontrarse con los primeros, los que escribió como Richard Bachman, y maravillarme de nuevo con una historia que mezcla ciencia ficción y terror, visceral, con un estilo diferente y un final trepidante que traerá, sobre todo a los norteamericanos, infaustos recuerdos; no me extraña que hasta hace poco el propio King prohibiera su publicación.

“El mar de los monstruos” de Rick Riordan, una vez lees el libro te das cuenta del fracaso que supuso la segunda película; muy influenciado aún por la marca “Potter”, pero empiezan a verse elementos diferenciadores.

“Carretera Maldita” de Stephen King, otra excelente muestra de esta primera época con el pseudónimo Bachman. Menos brutal, la potencialidad de lo que va a ocurrir sostiene la trama; que a nadie se le ocurra leer la sinopsis editorial que revela vilmente lo que va a suceder.

“Enemigo” de Jiro Taniguchi, quién dijo que Taniguchi no podría escribir un Thriller; sale indemne de esta historia llena de acción pero sigo prefiriendo sus “Slice of life”.

“La dama de provincias prospera” de E.M. Delafield, ¡qué divertida era Delafield!, qué buen rato puedes pasar con las andanzas de su dama de la alta sociedad británica. Lástima la lasitud que demuestra la traducción que podría ser más exhaustiva y detallista (de las innumerables notas en francés  y de las referencias de la época), que ayudaría para obtener un mayor disfrute.

zombie“Zombie” de Joyce Carol Oates, una muestra excelente, nuevamente, de la capacidad de Oates para ahondar en lo más oscuro del corazón humano; en este caso con uno de esos protagonistas, Quentin P, que dejan huella por sus cualidades monstruosas e impunidad. Es una novela de una crudeza y una violencia no apta para estómagos “sensibles”.

“Pastoral” de George Saunders, el talento de Saunders desborda en cada palabra, en cada frase… pero la traducción-edición deja mucho que desear, espero que no sea la norma, pero en esta recopilación de cuentos no ha estado muy afortunada.

“La maldición del titán” de Rick Riordan, indudablemente, este tercer libro supone el despegue definitivo, Riordan olvida conscientemente la evolución educativa para centrarse en las aventuras y se separa del mito Potter; el resultado es una saga cada vez más divertida y disfrutable.

“Los hermanos Karamazov” de Fyodor Dostoyevsky, obra maestra de un escritor en su madurez creativa, una de esas obras inolvidables y que proporciona horas de literatura al mejor nivel posible. Deslumbrante la capacidad del ruso para caracterizar psicológicamente a unos personajes que se convierten en reflejos de nuestra propia vida.

“Fantasmas y Samurais. Cuentos modernos del viejo Japón” de Kido Okamoto, buena recopilación de Kaidanes (Cuentos de fantasmas japoneses) del creador de Hanshishi; esto es lo que llamo una buena lectura “playera”.

“Una aventura del tiempo” de Charlotte Moberly y Eleanor Jourdain, decepcionante sucesión de repeticiones de la misma historia sin apenas cambios, aburre, y quería que me gustara.

“Máquinas del tiempo” de Nina Allan, recopilación de historias, aparentemente independientes, que tienen al tiempo como verdadero protagonista. Las variaciones de los roles de los protagonistas, de sus vidas y de sus historias nos llaman la atención a través de pequeños detalles. Muy buena propuesta veraniega.

“La batalla del laberinto” de Rick Riordan, Riordan sabía lo que se hacía, en esta entrega de Percy Jackson tenemos un montón de sorpresas que había ido preparando y muchas ideas interesantes; sería la mejor entrega si no fuera por el apocalíptico y épico final en el quinto libro.

“El último héroe del Olimpo” de Rick Riordan, ¿es posible que un libro cuya trama es una batalla estirada no sea aburrido? El norteamericano consigue guardar golpes de efecto suficientes para que la acción no decaiga en ningún momento; épica a raudales, lo trepidante como leit motif; y asentar las bases para la siguiente saga. Un gran colofón para una grandísima serie.

nacidodehombre“Nacido de hombre y mujer (y otros relatos espeluznantes)” de Richard Matheson, esta recopilación de las primeras historias de Matheson es, sencillamente, excepcional; relatos cortos de ciencia ficción y terror que se caracterizan por su eclecticismo y su buen hacer; no extraña que King y otros autores reconozcan la influencia del escritor. La de ideas que anticipó. Una obra maestra.

“El mar” de John Banville, el reciente premio Príncipe de Asturias de las Letras ganó el Booker Prize por esta obra imprescindible. Un “thriller espiritual”, como dice Fresán, que es paradigmático en cuanto al estilo de orfebre del irlandés, sencillamente subyugador.

“Sombra y hueso” de Leigh Bardugo, se ha convertido, por derecho propio, en el truño veraniego y del año. Tanto rubor, tantas lágrimas, tantos clichés han conseguido que yo me ruborice y casi lloré ante el que se supone verdadero bombazo de literatura juvenil para chicas; una almibarada historia donde todo es previsible y anodino. Me sorprende muy negativamente que este producto (que tanto alaba Veronica “Divergente” Roth) esté tan bien valorado…

“Miracleman: el sueño de volar” de varios autores, tras mucho tiempo podemos ver publicado de nuevo uno de esos cómics que resultó toda una revolución. Si además contamos con los dibujos de Alan Davis… esta historia cargada de oscuridad se convierte en toda una diversión.

“El maestro y Margarita” de Mijáil Bulgákov, en la reseña me extiendo más al respecto de la obra maestra del ruso.  Baste decir que estamos ante la edición definitiva de esa maravilla. Una verdadera delicia.

“La detective miope” de Rosa Ribas, novela negra e investigación detectivesca de la mano; la venganza de fondo; bien narrada, bien tramada, bien divertida.

“Historia mínima de la literatura española” de José-Carlos Mainer, encomiable esfuerzo de resumir en menos de trescientas páginas toda la historia de la literatura española con sus autores y sus obras. La comento más profundamente en su reseña.

“La trama nupcial” de Jeffrey Eugenides, Eugenides, al igual que Tartt, dedica bastante tiempo a la creación de cada novela, de hecho solamente tiene tres hasta ahora como la susodicha; el resultado, eso sí, está bastante lejos del de la norteamericana; esta trama nupcial tan metaliteraria me ha convencido y mucho. Un grandísimo autor.

el-fantasma-de-baker-street1“El fantasma de Baker Street” de Curtis Garland, Mitografía Creativa, sí, gracias al excelente prólogo de Darkland editorial me entero del término, una nueva editorial que apuesta por traernos títulos desaparecidos del amado bolsilibro; hay que tener muchas narices para, en un contexto como el actual, lanzarse con este tipo de libros. Yo, desde luego, aplaudo y apoyo, y más, si traen títulos tan emblemáticos como esta maravillada del ya fallecido Curtis Garland.

“Rancho Drácula” de Silver Kane, el otro título, en realidad, es el primero de la colección, que Darkland ha sacado para iniciar su andadura; Silver Kane, junto con Garland, son tan paradigmáticos del pulp como puede parecer. Una muestra de weird western que se lee con pasión. Viva el pulp, larga vida.

“Una trampa para cuervos” de Ann Cleeves, novela policiaca atípica por varios aspectos: en primer lugar por la descentralización de la trama criminal en un primer momento para, sin embargo, realizar un enfoque más personal de los tres personajes femeninos principales; en segundo lugar por la importancia de la localización geográfica, los Peninos del Norte escoceses, como elemento necesario para la caracterización de la trama y de los personajes; el tercer elemento es, sin lugar a dudas, la personalidad de la originalísima Vera Stanhope, una detective que sale de los cánones establecidos tanto en lo físico como en el carisma que desprende. Todo ello conforma una novela que se olvida de lugares comunes para plantear algo distinto.

“Los visitantes” de Jonathan Stroud, el escritor británico inicia una nueva saga juvenil con la Agencia Lockwood y no podemos más que congratularnos ante su propuesta: un mundo donde los fantasmas están a la orden del día y existen unas agencias que se encargan de eliminar a estos fantasmas. La mezcla de lo sobrenatural, magia y elementos terroríficos (casas tétricas donde no sabes dónde te llegará el susto, bisagras que suenan, amenazas indeterminadas…) es un cóctel mezclado con sabiduría, una buena premisa al que acompaña un fantástico desarrollo y la potencialidad inherente que promete muchas sorpresas futuras.

Agencia Lockwood. Los visitantes - Jonathan Stroud“La larga marcha” de Stephen King, escrita en 1979, nos encontramos ante otra de las creaciones de su primera época con el pseudónimo de Richard Bachman y que se caracteriza por la crudeza de una historia brutal; un perverso juego a modo de reality televisivo que avanza inexorablemente en un tour de force plagado de horrores, sorprende tanto por lo claustrofóbico y por el dolor transmitido; anticipó mucho de lo que vamos viendo, una sociedad morbosa, los realities televisivos y lo más oscuro que tiene el hombre en su interior.

Y este fue el último libro leído en este verano. Se han quedado muchos en el camino que leeré en meses posteriores pero creo que la mezcla es indudablemente interesante. Ha sido muy divertido, afortunadamente es de lo que se trata.

Otro día  vendré con una pequeña selección de los libros que más me interesan para este otoño-invierno.

Lecturas de Junio 2014. Lecturas estivales.

Este post tiene tres partes muy diferenciadas:

-En primer lugar, haré el resumen con las ya consabidas lecturas del mes anterior, en este caso se trata de junio.

-Lo segundo será, también como habitualmente, una foto con las últimas adquisiciones.

-La tercera parte es lo más novedoso de este post, estamos en verano, y un servidor necesita un descanso del blog, debido principalmente a que no tendré acceso físico al mismo; lo cual no quiere decir que deje de leer, muy al contrario, voy a intentar poner unas cuantas de las lecturas que he escogido para el verano y los motivos para escogerlas. Ya he agrupado en mi base de datos de Goodreads estas lecturas bajo la estantería “estío2014” para tenerlas bien controladas, y comprenderán el período del 1 de julio al 31 de agosto. Haré un resumen extenso en septiembre con las lecturas que hayan entrado en dicho período.

Sin más dilación, a por el resumen de junio:

“Ojo de Halcón: Pequeños aciertos” de Matt Fraction y dibujos de David Aja, segundo volumen de la fantástica serie de cómics con nuestro arquero favorito (con permiso de Green Arrow) y que vuelve a alcanzar cotas de excelencia.

“Americanah” de Chimamanda Ngozi Adichie, una de mis favoritas al Baileys Prize del que hablé por aquí anteriormente, la nigeriana nos ofrece una densa obra con el racismo de fondo con muchos grises, humor y pelo afro. Una muy buena lectura.

“El doctor Proctor y el fin del mundo. O no.” de Jo Nesbo, la última entrega del doctor Proctor me ha obligado a abandonar definitivamente la serie infantil de Nesbo, pinchando en la obra averiguaréis el porqué.

“De Sastre & Total 2: Mira lo que has hecho” de Stephan Pastis, todo lo contrario que la anterior, serie que sirve tanto para adultos como para niños  y que, sobre todo, es inteligente. Una verdadera delicia.

“The fabulous Beasts: Poems” de Joyce Carol Oates, mi incursión en los poemas de Oates nos revela claves de la inmensa obra de la norteamericana.

“El Joven Moriarty y la planta carnívora” de Sofía Rhei, confirmación del buen hacer de Rhei en una obra que aprovecha al personaje principal con cada vez más detalles divertidos sin olvidarse de la trama principal.

“Nosotros caminamos en sueños” de Patricio Pron, el díptico de obras publicadas por el argentino empezó con esta reflexión satírica de la guerra y de la que hablé en profundidad en el post que enlazo con ella.

“Flavia de Luce y el misterio de la gitana” de Alan Bradley,  historia de detectives con la especial Flavia que merece mejor suerte, aunque a estas alturas es difícil que remonte.

“Libertad condicional” de Jim Thompson, mi monográfico inconsciente de Jim Thompson empezó con esta, digo inconsciente porque ni me esperaba que iba a hacerlo este mes.

“Arte Salvaje. Una biografía de Jim Thompson” de Robert Polito, esta obra, editada con gusto exquisito por Es Pop fue el desencadenante del monográfico que he mencionado. Si digo que ha convertido en una obra de referencia casi me quedo corto. Excelente.

“El piloto y el principito” de Peter Sís, Sexto Piso está haciendo una labor editorial gigantesca, su elección de obras es exquisita, más en casos como este librito ilustrado delicioso.

“El libro tachado” de Patricio Pron; justo es hablar igualmente de la labor editorial de Turner  con este ensayo, la segunda de las obras recientemente publicadas de Pron, me trajo sentimientos encontrados; pero es una buena obra.

“Aquí y ahora” de Jim Thompson, la ópera prima del norteamericano, cargada de elementos autobiográficos, es una obra irregular pero indudablemente necesaria para entender la evolución del escritor.

“Muerte en el bosque” de Sherwood Anderson, recopilación de los últimos cuentos del gran escritor norteamericano, un  especialista en la narrativa breve que influyó a los más grandes.

“NOS4A2” de Joe Hill, ejemplo perfecto de cómo utilizar una narración clásica, modernizarla y crear una obra casi indispensable, saltándose cualquier posible estructura que pudiéramos prever y dándonos mucha mala leche. Subvertidora en sí misma por los temas que trata de fondo y el cómo lo hace.

“Asesino burlón” de Jim Thompson,  obra primordial para entender lo grande que es Jim Thompson. Brutal desde casi cualquier punto de vista. Hardboiled  puro.

“Huida del corredor de la muerte” de Edward Bunker, recopilación póstuma de relatos de Edward Bunker, no es de lo mejor del autor, pero es Bunker, sello de calidad mínima.

No se ha dado mal la verdad… lo bueno es que el verano ha empezado mejor.

No pueden faltar las últimas adquisiciones, ellas ayudarán a configurar las lecturas estivales, de hecho, según escribo esto, ya han caído cuatro de ellas.

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Y ahora, para terminar, la selección de lecturas estivales;  por comodidad las he dividido en bloques fácilmente reconocibles.

Bloque Stephen King, está incluido dentro de proyecto literario y, aunque parezca mentira me faltan todas las que aparecen en la foto (y alguna más). Es una ocasión de las buenas para al mismo tiempo que me divierto avanzo el proyecto, y encima en verano.

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Bloque literatura juvenil, ya había ganas de meterse a fondo con varias de estas obras, en especial con las de Riordan y su saga de dioses del Olimpo, aunque tengo gran curiosidad por “Sombra y hueso”, paradigma de novela juvenil con mucho éxito entre los blogs especializados. También Stroud me llama mucho la atención.

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Bloque inglés, no puede faltar en el verano un poco de novela en su lengua de origen, sobre todo por seguir practicando y no relajarse, no son muchas pero tienen un buen nivel; la última del creador de “The teleportation accident” es quizá la que tengo más ganas junto con la ganadora del Baileys Prize por “A Girl is a Half Formed Thing”. La de Oates me da bastante curiosidad. Este bloque puede verse aumentado cuando salga la nueva novela de Lauren Beukes, que ya tengo reservada.

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Bloque comedia inglesa, me apetece mucho reírme, por lo tanto, esta selección busca lo lúdico en su corriente más hilarante. La obra de la hermana de Mitford es un acontecimiento y seguro que trae alguna que otra carcajada. “El regreso de Reginald Perrin”, después de “Caída y auge…”, parece también una opción segura, lo pasé bomba con la anterior. El ensayo sobre beber de Amis es una opción de lo más sugestiva. Quizá de la que menos espere es la de “Inglaterra, Su Inglaterra” pero me puede la curiosidad. Ah, en la foto no aparece pero también entra el último de Delafield sobre la dama de provincias.

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Bloque Harry Dresden – Fantasía –Ciencia Ficción, yo he sido de los que he conocido tarde a Butcher y su saga de Harry Dresden, el investigador de lo paranormal, con la reedición de sus obras en bolsillo me estoy poniendo al día. Tengo pendientes estas tres. Nevsky y su bilogía del tiempo puede ser más que interesante, aunque quizá más con la obra de Bulgakov “El maestro y Margarita”. Mucha curiosidad me da “Los Jardines Estatuarios” del francés Abeille que nos trae Sexto piso y que prometen una lectura diferente. No puede faltar un poco de terror con la recopilación del grandísimo Matheson de varias de sus obras cortas en Gigamesh. Ah, se me olvidaba esos “Fantasmas y Samurais” de Quaterni prometen una lectura gozosa.

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Bloque policíaco, no he cogidos muchos de este género porque, la verdad es que, últimamente, como podéis ver en el blog, he leído bastantes. Aun así, estas cuatro aseguran diversión. Acabaré todo lo que se puede leer de Bunker con sus memorias, disfrutaré con el último de la alemana Neuhaus y, a pesar de la horrorosa portada, veremos qué nos ofrece Quaterni en “El verano de la Ubume”.  Calla, se me olvidaba una de las más apetecibles, la de Ann Cleeves, una curiosa propuesta.

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Bloque literatura contemporánea, justificar cada una de las que vienen en este bloque me llevaría mucho tiempo pero la mezcla que he escogido es heterogénea y de gran calidad: Un Banville, después de su Príncipe de Asturias. El último ganador del Pen Award, la primera novela, multipremiada, de Lahiri. Las narraciones más famosas de Saunders. Lo último de Eugenides y Lethem. La historia de Italia a través de su comida. Lemaitre tratando el tema de moda, la primera guerra mundial. Los relatos de la ganadora del Pulitzer Stafford. Y de propina, una historia mínima de la literatura, gracias a Turner.

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Son muchos libros, no sé si caerán todos. Son un reto en sí.

No sé cuándo volverá a estar activo este blog. Tampoco estoy seguro de lo que  voy a hacer una reseña o si solamente haré un comentario como este. Lo que si voy a poner es una encuesta para que me pongáis vuestras preferencias si os apetece.

Allá va el enlace: Libros que os gustaría ver reseñados.

Buen verano a todos!!! Disfrutad de las vacaciones!!

“The fabulous Beasts” by Joyce Carol Oates

fabulousEn mi afán imposible de tener todo el material publicado por la escritora norteamericana Joyce Carol Oates ( afán irrealizable, por ser tal la cantidad de libros publicados que, varios de ellos están incluso descatalogados); hoy me he acercado a una vertiente suya que desconocía: la poética.

“The Fabulous Beasts” es un libro de poemas escrito en 1975 que goza de las detallistas Ilustraciones de A.G. Smith Jr. ; se estructura en cuatro partes bien diferenciadas, que suponen elnexo de unión de los poemas.

La primera parte, “Broken Connections”, nos habla de la dificultad para comunicarse en un mundo cada vez más fragmentado. Dentro del poema homónimo hallamos la manida metáfora del teléfono para reflejar esta falta de comunicación:

“[…]He is saying, Can you hear –

As the telephone line crackles, like laughter,

then goes dead.

It is dead.

 

Nothing to do but replace the receiver,

like this.

If the line is dead it is totally dead.

There is no deadness like it […]”

Aun así, el tema es muy actual, en un mundo social en apariencia por la posibilidad de poder compartir mediante redes sociales y con todos los medios que nos sirven para comunicarnos, es paradójica la falta de relación con los demás; esta separación de lo individual con respecto al conjunto total de la sociedad es expresada desde lo pequeño. La consecuencia de lo pequeño lleva igualmente a lo grande.

Los testimonios prohibidos de la segunda parte, “Forbidden Testimonies”; ahondan en lo que está oculto en lo individual, lo que no se refleja habitualmente, llegando a ser prohibido por el resto de miembros de la sociedad o, simplemente, por la vergüenza de expresarlos. Es el caso del poema “But I love…” donde asistimos a la ansiedad ante el amor no correspondido, la amargura de la incompletitud y la frustración ante ella:

“[…] Useless, the labor on unloving

you beg him to begin

Useless, your explanations.

He does not listen.

Yes, he listens, but smiles patiently .

Because he pursues you he is defined to himself

as one who pursues you

as one in constant bitter pursuit

as one who does not listen or who listens

but smiles patiently. […]”

La tercera parte, “The Child-Martyr”, nos hace contemplar el jugueteo con la prosa de la escritora para hablar de una vidriera, aquella que contiene el niño mártir. La prosa es igualmente muy poética, más cerca del poema que de los párrafos prosaicos. Esta tercera parte es la expresión de nuestros anhelos, con poemas que reflejan nuestra separación con respecto al orden existente; gran ejemplo de esta situación es el que J.C. Oates dedica a Sylvia Plath, epítome de esta desesperación latente en nuestras vidas (“Mourning and melancholia: In Memory of Sylvia Plath”)

“[…]

Ceaseless the noise, the strangers –

Readying for enormities, we are anchored hard

We persist in our Being.

We are never known.”

 

“Persistimos en nuestra forma de ser y nunca se nos conoce”.

La cuarta parte, definitiva, “The fabulous beasts”, lleva el nombre de la antología, esas “bestias fabulosas” que representan la conjunción de espacio-tiempo; nosotros, indefensos ante el devenir de los tiempos nos refugiamos en la espera (“Waiting”), poema que cierra la antología y que supone nuestra única respuesta:

“Too many gulls to be counted.

Unrhythmic waves -inmense, shallow-

                the sucking noises never predictable.

He waits on the beach, his arms tight around his knees.

He is not a child, he sits too heavily.

 

A Canada goose flies in, the wings ungainly, noisy.

Seven mallards ride the waves

and there are innumerable sailboats, all silent.

Is this perfection?

He waits for the next wave to change everything.”

Lo arquetípico temporal, cada instante que esperamos, lo puede cambiar todo.

Las lecturas de Abril del 2014: Afectado por un jilguero

Sé que es mitad de mes, me he retrasado bastante con el resumen del mes anterior, y todo, debido a que se me acumulan las reseñas; he intentado llegar a todas las que he podido y, desgraciadamente, se me ha quedado alguna en el tintero que llegará más adelante.

Una de las que se me ha quedado en el tintero es, precisamente, una de las estrellas del año: “El Jilguero” de Donna Tartt. Lectura no tan satisfactoria como cabría esperar y que me ha sumergido en un dilema sobre cómo orientar lo que he vivido leyéndolo. En las siguientes semanas llegará aunque no sé lo que saldrá aún.

Una vez hecha esta distinción, ¡qué pase la lista de lecturas!

“Historias de Belkin” de Alexander Pushkin, este mes cayeron bastantes rusos, el primero de ellos fue estos relatos breves de Pushkin, una buena muestra de su buen hacer.

“El arte de la defensa” de Chad Harbach, la ópera prima del norteamericano es uno de esos libros difíciles de olvidar; con el baseball de fondo se convierte en uno de esos exponentes del canon de la “Gran novela norteamericana”. Una obra casi perfecta.

“Rusia Gótica” de Nikolai Karamzin y otros, cuando los rusos juegan con la ciencia ficción y el relato gótico, hablamos aún más de palabras mayores, excelente recopilación traída nuevamente por Nevsky.

“Un Jardín de placeres terrenales” de Joyce Carol Oates, ya me extendí ampliamente con esta segunda obra de su dilatada carrera. Baste decir que sirve para hacerse una idea de cómo se puede llegar a gestar una gran escritora. Un inicio demoledor.

“Piel de Serpiente” de James McClure, no me cansaré de recomendar la obra del sudafricano, ya quedan menos obras inéditas. Reino de Cordelia lo puede conseguir.

“Traficantes de milagros y sus métodos” de Harry Houdini, una buena muestra de la “Houdiniexpoitation” que estamos viviendo, no está al nivel de “Cómo hacer bien el mal” pero el resultado es más que interesante.

“Diez” de Gretchen McNeil, ya lo dije, Agatha Christie, Diez negritos, slasher noventero, inevitable pasar un buen rato.

“Relatos londinenses” de Charles Dickens, este mes se ha caracterizado por avanzar mi proyecto por fin, y lo ha hecho gracias al gran Charles Dickens. Este libro contiene relatos de su primera época como periodista, la que le empezaría a hacer famoso, muy apetecibles.

“Paseos nocturnos” de Charles Dickens, otra recopilación de textos iniciáticos del británico.

“El jilguero” de Donna Tartt, extraña forma de aunar las críticas positivas y la capacidad de vender, estamos ante un best seller bien calificado. Una rara mezcla pero, sin lugar a dudas, efectiva.

“La Navidad cuando dejamos de ser niños” de Charles Dickens, una recopilación de textos navideños posteriores a los más conocidos.

“La declaración de George Silverman” de Charles Dickens, cuento corto con sello “dickensiano” y unas ilustraciones de lo más iconoclasta de Ricardo Cavolo.

“Heridas Abiertas” de Gillian Flynn, la confirmación de una reina de la novela policíaca, malevolencia y perversión en estado puro.

“La fiesta de la señora Dalloway” de Virginia Woolf, antología de relatos que tienen en común el universo de “La señora Dalloway”, edición fantástica de Lumen con unas ilustraciones muy de la época de Yelena Bryksenkova.

“Cazador de ratas” de Alexander Grin, realidad y ficción se mezclan en la San Petersburgo post-revolucionaria. Una sorpresa de lo más agradable.

“El Clan de los parricidas y otras historias macabras” de Ambrose Bierce, magnífica recopilación de cuentos de uno de los grandes de la novela de género. Imprescindible.

Tengo que reconocer que no se está dando mal la cosa este año. Y tiene visos de continuar así.

Que mi cumpleaños y el día del libro estén tan cercanos en el tiempo ha ocasionado una cantidad ingente de libros comprados, regalados, etc…

Os pongo a continuación las fotos que tienen que ver con estas compras. Lo primero lo reservado en el día del libro.

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A continuación los regalos de mi cumpleaños, aquí faltarían otros tres de los que no tengo foto: “La divina comedia”, “El Decamerón” y “Lexicon”, sí habéis leído bien.

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Estos tres “tochazos” van a absorber mucho de mi tiempo como os podéis imaginar. Lovecraft y Dostoievski, ¡vaya mezcla insuperable!

Es tal la cantidad que siento no hablar en particular de cada uno de ellos; pero sí que auguro un gran disfrute.

Veremos cómo se da el próximo mes. Lo sabréis puntualmente.

“Un jardín de placeres terrenales” de Joyce Carol Oates. La génesis de una gran escritora

un-jardin-placeres-terrenales_grandeCuando empecé con “Un jardín de placeres terrenales” no me fijé demasiado en el título ni en la portada del libro; para nada, mi referencia era la escritora,  Joyce Carol Oates, a quien conocía bastante bien; lo segundo que tenía en cuenta era empezar a conocer desde sus inicios a la norteamericana con todos sus libros incluidos en Mi proyecto literario (que si habéis comprobado, lo he alargado un año más, con tanto libro es imposible llegar a leerlos todos en tres años).

Al ser un libro extenso, y llevarlo encima varios días, varias personas me comentaron algo de lo que no era consciente: lo posiblemente “rosa” , reforzado, además, por la portada glamurosa; y claro, el comentario unánime era que no me pegaba; lo curioso es que lo acaba de leer este párrafo cargado de violencia:

“Notó cómo la hoja fina y afilada le atravesaba la ropa, la rasgaba, la levantaba, la hundía, y Rafe seguía sin soltarle. Rafe trató de agarrarse a él, cogió aire, emitiendo un sonido lánguido de estremecimiento y Carleton empezó a sollozar intentando liberarse, ahora le rajó con la cuchilla resbaladiza en la parte de atrás del cuello de Rafe, donde la carne es tierna, donde su propia carne ardía y latía por un sarpullido extraño de la piel y Rafe le agarró de la cabeza con las dos manos, con los pulgares en los ojos queriendo arrancárselos, y ahora era Carleton el que aullaba “¡Para,para!” y la hoja de la navaja se sumergió, dando de nuevo en el hueso y lo atravesó, lo hundió; le apuñaló, sin encontrar ahora resistencia alguna en el grueso del hombre, que cayó, inclinado hacia atrás de modo que parecía que Carleton pudiera estar golpeando a su amigo con tan solo una mano, con el puño, en un gesto de afectuosidad fraternal. Y al final Rafe le soltó y cayó al suelo.”

Me fascina tremendamente la capacidad que tiene Joyce para describir este tipo de momentos en sus libros. O este otro párrafo:

“En los campos, la gente descuida su aspecto, la mayoría. Nadie te mira, o le importa un bledo, por lo que a veces acabas hablando contigo mismo, entrecerrando los ojos, reviviendo viejas peleas o altercados, y a veces buenos momentos también, si puedes recordar buenos momentos, y escupir sobre la tierra. Son pensamientos que zumban por tu mente, como las moscas gordas y negras que revolotean sobre espirales de excrementos humanos en la parte trasera de los campos, en el pequeño bosque de pinos secos, el lugar donde tienes que ir si te entran ganas de defecar. Y el capataz que se fija en cómo te alejas del campo por si vagueas.”

El reflejo de la sociedad rural norteamericana en los tiempos posteriores a la Gran Depresión es descrito con crudeza, más enmarcado en la tradición realista que lo que hará posteriormente con experimentos de corte más postmodernista; la paradoja entre el contenido y el continente era más que evidente en esta ocasión, tanto para mí como para la editorial, la dicotomía de la belleza-crudeza realista es palpable según pasas las páginas.

Sin embargo, hay otro giro a esta percepción, y tiene que ver con el magnífico postfacio de la escritora a esta obra donde llega a afirmar que, a pesar de lo raro que pueda ser, existe una añoranza asociada a esta época cargada de tintes autobiográficos; en este postfacio aborda conceptos relacionados con la creación literaria, sobre el momento inicial en el que se gesta un escritor, que vale la pena comentar,: el primero, la envida del autor hacia esos primeros tiempos:

“Sobre todo son las primeras obras, motivadas por ese calor blanco, las que con el paso de los años le resultan más misteriosas por sus orígenes a un escritor, rebosantes de la energía de la juventud que aún no se ha rendido y a su vez atormentadas, o quizá muy conscientes respecto a cómo una obra de arte ambiciosa será recibida por otros. Todos los escritores repasan sus primeras creaciones con envidia, incluso con admiración: cuánta energía rebosábamos entonces, habiendo vivido tan poco.”

El segundo está relacionado con el objetivo por el cual se escribe (la metáfora del nido resulta muy efectiva a tal efecto):

“Pero claro, un trabajo literario es una especie de nido: un nido cuidadosa y arduamente tejido de palabras que incorpora trozos y fragmentos de la vida del escritor dentro de una estructura imaginada, de la misma manera que el nido de un pájaro incluye todo tipo de cosas del mundo que existe más allá de nuestras ventanas, y en él se entretejen de forma ingeniosa. Para muchos de nosotros escribir es una forma de aliviar, aunque también quizá una manera de echar leña a la añoranza del hogar. Escribimos para monumentalizar lo que es pasado, lo que está empezando a ser pasado, y todo aquello que pronto desaparecerá de la tierra.”

Es curioso cómo el libro lo estructura en tres partes diferenciadas, con los nombres de tres hombres en ellas: Carleton, Lowry y Swan. Y digo esto porque, en realidad, la verdadera protagonista es Clara, Hija de Carleton, novia de Lowry y madre de Swan. A pesar de desviar esta perspectiva, Clara brilla con luz propia, un carácter cargado de violencia y que nunca ha conocido la niñez propiamente dicha:

“-¿Cuántos años tienes, joder?

-No me acuerdo. Dieciocho.

-No, solo eres una niña.

[…]

-No soy una niña –dijo con ira-. Nunca lo he sido.”

Es Clara la que tendrá que elegir entre la febril efervescencia del simpático Lowry (“Paraban en algunos lugares a lo largo de la carretera. Pequeños restaurantes, tabernas. Al entrar en estos sitios, parecía como si siempre reconociesen a Lowry; si no su cara y su nombre, a Lowry en sí mismo. Por el modo en el que sonreía, sabía que la gente le devolvía la sonrisa, sabía que estaban contentos de ver su sonrisa y no otra cosa.”) o la sobriedad y seguridad del gris pero sólido Revere (“Revere la miró solemne. Si Curt Revere fuera un naipe, Clara pensó, sería uno de los reyes. Con una pesada mandíbula, inclinado hacia la reflexión. No inquieto, sexy y traidor como las sotas. Solías pensar que el rey de espadas era más fuerte que la sota de espadas, pero no era así. Tener tanto, conocer tanto, desgastaba el alma, ya que sabías que podías perderlo todo.”).

Su vida, desgraciadamente, tendrá las consecuencias que sus elecciones ocasionan, estas serán palpables en su hijo Steven, al que ella llama Swan (Cisne):

“Y también sabía en qué tipo de hombre se convertiría cuando creciera: no sería como Revere, tan bondadoso, sino otra clase de persona. No alguien amable, sino de mirada afilada como Clara. Aquel otro hombre tenía una cara que Swan casi podía recordar, y quizá en sueños lograría verla. No tenía prisa, las cosas sucederían como debían. Se convertiría en lo que otros quisieran, sin poder elegir. Revere era su padre, y querría a su padre, aunque su  verdadero padre fuera otro. Ese era el secreto de Clara y de él: moriría con aquel secreto. Ahora comprendió algo acerca del sol cegador y centelleante. No había palabras, no había lógica. Solo el calor, y la terrible luz cegadora.”

Swan, progresivamente, se dará cuenta de que no todo es lo que parece, más bien, todo lo que ve le repugna por su falsedad y, aunque al principio, como niño, sea capaz de compartirlo con su madre:

“Había tantas cosas a su alrededor, que había dejado de contarlas. No tenía dedos suficientes en las manos. ¡Ni siquiera si contaba también los dedos de los pies! Cuando era más pequeño, casi un bebé, Clara y él se reían de cosas como esas, de contar los dedos de las manos y de los pies. Pero ya no era un bebé.”

Según pasa su vida, habrá una separación materno-filial que no tendrá reconciliación, en la voz de Swan encontramos palabras durísimas, las mismas que su madre tuvo anteriormente en su vida; su madre, a pesar de que no quería que su hijo tuviera su misma vida, fracasa estrepitosamente:

“Por primera vez en toda su vida, Swan no compartió con su madre el estado de ánimo. Había encendido la luz de la habitación, sin importarle que eso pudiese molestar a sus ojos, y Swan se tapó la cara con el brazo. “Te odio, eres una zorra.” Le hubiese gustado castigarla, y llamarla de esa manera era un castigo, aunque ella no pudiera escucharlo. Incluso aunque no lo supiera jamás.”

El final, profundamente desmotivador, está cargado de violencia, no puede ser de otra manera:

“Temblaba, se preparaba para saltar sobre él. Usaría sus uñas. Le arañaría, le golpearía. La estaba atacando como hacían los niños crueles con los más débiles.

-No no vas a disparar. Ni a mí ni a nadie. ¿Crees que puedes matar a tu propia madre? No puedes, no puedes apretar el gatillo. Eres débil, no te pareces en nada a tu padre, ni a tu abuelo, en el fondo de mi corazón sé perfectamente cómo eres, Steven Revere.

Swan levantó la pistola, a ciegas. El rugido en sus oídos era ensordecedor y aun así se mantenía tranquilo, había tomado una determinación.”

A pesar de lo que podemos pensar, la novela no trata de víctimas, en el postfacio que mencionaba la autora lo dice muy claro, ; en efecto, quería tratar temas que, en esa época, no eran ni siquiera castigados y se veían con normalidad; pero buscaba el reflejo de una sociedad, sí, la autodefinición, cómo se hace a sí mismo, ni más ni menos que el “sueño americano”:

“Aunque actualmente términos como “víctimas de abuso”  o “supervivientes de abusos” pueden parecer clichés, no existían en los tiempos de “Un Jardín…”, de hecho era habitual que muchos hombres siguiesen siendo moral y legalmente inocentes aun cuando daban palizas a sus mujeres  y sus familias; y aunque el acoso sexual, el abuso sexual y la violación eran habituales, no lo era, sin embargo, la terminología para definirlos, y rara vez se denunciaba, y todavía era más extraño que la policía se lo tomara en serio.” “Un jardín…” es un reflejo de ese mundo, pero no se trata de una novela sobre víctimas, sino sobre cómo los individuos se definen a sí mismos y se hacen a la vez “americanos”, es decir, todo menos víctimas.

Una vez acabada esta increíble primera parte del Wonderland Quartet,  busqué los siguientes sin mucho éxito en español, siento decir que las próximas entregas (“Expensive People”, “Them” y “Wonderland”) llegarán con textos en inglés…. No puedo perderme nada de ella.

Traducción del inglés de Cora Tiedra de “Un jardín de placeres terrenales” de Joyce Carol Oates para Punto de lectura.

“La infancia de Jesús” de J.M. Coetzee

la-infancia-de-jesus-9788439727279En el análisis de la última obra de Coetzee “The childhood of Jesus”, que realiza Joyce Carol Oates para el New York times encontramos en su parte final lo siguiente:

“For a while I speculated that “The Childhood of Jesus” might be a novel of ideas in which the stillness of the Buddhist vision of enlightenment and the striving of Christian salvation are contrasted: the one essentially cyclical, the other “progressive”; the goal of one the annihilation of the individual personality in a sort of universal void, and the goal of the other the “salvation” of a distinctly individual personality and its guarantee of everlasting life and reunion with loved ones in heaven. More plausibly, it seemed likely that “The Childhood of Jesus” is a Kafka-inspired parable of the quest for meaning itself: for reasons to endure when (secular) life lacks passion and purpose. Only an arbitrary mission — searching for the mother of an orphaned child, believing in a savior who descends from the sky — can give focus to a life otherwise undefined and random.”

No anda desencaminada en ese análisis la gran JC Oates,  luego volveré a su crítica para la parte final de mi texto.

En efecto, para esta obra Coetzee ha escogido, sorprendentemente, una especie de dixtopía, un mundo extraño que no sabemos dónde está, ni cómo se ha hecho, indefinido y al que llegan un hombre y un niño que se han conocido en el barco, el hombre busca la madre del niño, ese es el fin que parece que guía sus poco significativas vidas.

El mundo al que han llegado es pintado, poco a poco, mediante diversas conversaciones, para Coetzee es un mundo inerte, que no se rige por afectos, que se ha limpiado de ellos:

“-¿Y qué hay de esa madre anónima? ¿Está usted seguro que quiere reunirse con su hijo? Le sonará despiadado, pero la mayor parte de la gente, cuando llega aquí, ha perdido interés por sus antiguos afectos.”

“-¿A qué se refería el otro día cuando utilizó la palabra “limpiar”? -le pregunta-. Dijo que David y yo deberíamos limpiarnos de antiguos recuerdos.”

Es un mundo limpio de pasiones, de sentimientos, de contenido, hasta llegar a no comer carne (o no tener sexo), mostrando una disciplina ya inherente en esa sociedad que Simón, el hombre, no comprende:

“-¿Adaptarse a tener hambre? ¿Por qué iba a adaptarse a tener hambre si no escasea la comida?

-Me refiero a que se adaptará a una dieta moderada. El hambre es como tener un perro en la barriga: cuanto más le das de comer, más pide.”

“-¡No estoy enfadado, sino hambriento! Dígame: ¿qué tiene de malo satisfacer un apetito normal y corriente? ¿Por qué debemos dominar nuestros apetitos y deseos?”

Sin embargo es el único mundo al que, en esas condiciones, pueden aspirar.

“-Ya veo. Así que, después de todo, es una suerte que esté aquí en este muelle, en este puerto, en esta ciudad y en este país. Nada puede ir mejor en el mejor de los mundos posibles.

Álvaro frunce el ceño.

-Este no es un mundo posible -dice-. Es el único. Si eso lo convierte en el mejor o no, no debemos decidirlo ni usted ni yo.”

Esto liga claramente con el texto que puse al principio, ese mundo, esencialmente cíclico podría ser una alegoría de la visión budista, en esas condiciones tenemos la figura de David, que, por el título de la obra, podemos inferir que es una imagen alegórica de Jesús, y, por extensión, del cristianismo que se caracteriza por una salvación futura, en evolución, contraria a la visión más central del budismo. El mundo que se propone es, desde luego benevolente, pero no existen los anhelos y es conformista:

“-Debo decirle que esa benevolencia es lo que encontramos constantemente. Todo el mundo nos desea lo mejor y está dispuesto a ayudarnos. Nos vemos transportados literalmente por una nube de buena voluntad. Pero todo es un poco abstracto. ¿Puede la buena voluntad satisfacer por sí sola todas nuestras necesidades? ¿No es parte de nuestra naturaleza anhelar algo más tangible?”

De hecho, Simón, y la figura de David, vendrán a plantear preguntas, aunque quizá no tengan las respuestas, no creo que Coetzee se posicione exactamente, pero busca que nos hagamos las mismas preguntas a nosotros mismos:

“-Creedme, no es mi intención despreciar nuestro trabajo. Para demostraros mi sinceridad, mañana vendré a trabajar una hora antes y me saltaré la hora del almuerzo. Cargaré con tantos sacos como cualquiera de los presentes. Pero aún así continuaré preguntando: “¿Por qué lo hacemos y para qué?”

De hecho, la extraña parte final se queda en las manos de un niño, la necesidad de ser cómo niños que nos adelanta en la siguiente frase:

“-Mira a Fidel -dice-. Mira a David. No necesitan recuerdos. Los niños viven en el presente, no en el pasado. ¿Por qué no te fijas en ellos? En lugar de esperar una transfiguración, ¿por qué no intentas volver a ser como un niño?”

Nosotros no tenemos la fuerza para avanzar en el camino (“-No servirá de nada. No tengo el aliento necesario. No tengo el aliento de la vida. Lo único que puedo hacer es entristecerme. Solo puedo lamentarme y ayudar a sobrellevar tu dolor. “) si no es por la figura de David que es el verdadero motor del cambio.

“-Ya está. “Estamos buscando un sitio donde quedarnos, para empezar nuestra nueva vida.”

Lo que nos lleva a la última reflexión de JC Oates:

“It’s a bleak and intransigent vision, reminiscent of the painful ending of “Disgrace,” for here the possibility of a “new life” in another city seems just another delusion, however idealistic and quixotic. And what is the role of “Don Quixote” in the novel? For this isn’t the “Don Quixote” of Cervantes but, in a perplexing Borgesian twist, the author is “a man named Benengeli” who wears “a long robe and has a turban on his head.” Perhaps, one day, Elizabeth Costello will enlighten us.”

En efecto el final es extraño porque, lejos de dar una respuesta , establece un nuevo cambio, otro viaje absurdo, como era la búsqueda de la madre, como posible solución.  Un comienzo de una nueva vida en la que ni siquiera sabemos a dónde llegaremos. Parece un nuevo engaño, otro espejismo que nos aleja de la verdadera realidad o, simplemente, nos plantea nuevas preguntas que nos harán avanzar. Quizá, como ya he comentado, este es el objetivo del gran escritor. Esta pequeña rareza es otra forma más de encontrar la escritura del impresionante J.M Coetzee…  aunque me temo que no es obra de multitudes.

Los textos provienen de la traducción del inglés de Miguel Temprano García para esta edición de “La infancia de Jesús” de J.M. Coetzee

Mis estadísticas del 2013

No os salváis este año tampoco, queridos lectores, de aguantar este post.

Me sigue siendo muy muy útil para saber cuantitativamente la cantidad de libros leídos; la calidad se evalúa de otras maneras, especialmente con el post de los mejores del año.  Este punto de vista suele ser frío pero valioso.

timesarrowEl 2013 se ha caracterizado por tener un avance evidente en el número de libros leídos mientras el año anterior llegué a 131, en este mi reto lector de Goodreads era 150 y, finalmente ha llegado hasta los 171, superándolo con holgura. Además, el número de páginas ha aumentado igualmente, he llegado al bonito número de 50195 páginas, que también es más que las 40581 del 2012. Según este número de páginas:

1º El libro medio en el 2012 tenía unas 310 páginas de media; sin embargo, este año ha sido de 295 páginas aproximadamente, ha habido una cierta disminución, pero nada reseñable ya que he leído más en inglés y han vuelto a caer libros de dificultad lectora inherente.

2º Teniendo en cuenta los 12 meses del año, la media de libros mensual ha sido de casi 15 (lo que supone unas 4182 páginas mensuales)

3º Si dividimos el año en 52 semanas, compruebo de esta manera que he leído, de media, más de tres libros por semana (965 páginas) por semana. La alternancia de dos o tres lecturas a la vez es culpable de esto.

Es interesante saber que el libro más largo ha sido de 1176 páginas, podéis adivinarlo, fue “El plantador de tabaco “de John Barth, hubo alguno de menos de 50 páginas también. Variedad, en ella está el gusto.

En cuanto a la lista de libros ha sido la que pongo al final del post,  muchísima variedad de autores este año, los únicos de los que he leído tres libros o más son en orden de mayor a menor Cees Nooteboom (10), Margaret Atwood (7) y Barnes, Gaddis, Nesbo, Munro, Oates y Spark con 3 cada uno. Esto significa que mi proyecto a tres años ha avanzado poco… En cuanto a la famosa distinción de hombres y mujeres, de estas últimas han caído 41 libros lo que supone un 24% de libros de mujeres. En inglés, ha habido 20, un 12% sobre el total. Y las nacionalidades, ha habido una mezcla variada desde luego, ya lo podréis comprobar a continuación.

Y para acabar, la lista…. Que ya toca…

Martin Amis

Time’s Arrow (inglés)

Jacinto Antón

Héroes, aventureros y cobardes

Aleksey Apukhtin (y otros)

Pioneros de la ciencia ficción rusa.

Margaret Atwood

Un día es un día

El cuento de la criada

El asesino ciego

Chicas bailarinas

Resurgir

Asesinato en la oscuridad

La maldición de Eva

Javier Avilés

Fantasmas contra extraterrestres

Julian Barnes

El loro de Flaubert

The sense of an Ending (inglés)

A history of the World in 101/2 chapters (inglés)

John Barth

El plantador de tabaco

Ned Beauman

Boxer Beetle (inglés)

The teleportation accident (inglés)

Brian Michael Bendis

Los poderosos vengadores: La iniciativa Ultrón

Los poderosos vengadores: La bomba de Veneno.

Arnold Bennett

Enterrado en vida

Rafael Bernal

El complot mongol

Lauren Beukes

Las luminosas

Zoo city (inglés)

Denis Bodart

Green Manor: el crimen no es nada sin un mínimo de elegancia

Carmen del bosque

La música de los bosques

Stewart Brown

The Heinemann Book of Caribbean Poetry (inglés)

Edward George Bulwer-Lytton

La casa y el cerebro

Edward Bunker

Stark

Little Boy Blue

Frances Hodgson Burnett

La formación de una marquesa

Jim Butcher

Luna llena

Tormenta

Luisfer Romero Calero

Integridad

Emilio Carrere

Ciencia ficción. Poemas, artículos y novelas cortas.

Carrigan (y otros)

¡Bang, bang, estás muerto! Vol. II

James Hadley Chase

Acuéstala sobre los lirios

Gilbert Keith Chesterton

Sobre el concepto de barbarie

Lincoln Child, Douglas Preston

El cadáver

J.M. Coetzee

Esperando a los bárbaros

Edmund Crispin

El canto del cisne

Neil Cross

Luther: El origen

James Crumley

El pato Mexicano

Mark Z. Danielewski

La casa de hojas

Don Delillo

Americana

La calle Great Jones

Peter Debry (y otros)

¡Bang, Bang, estás muerto! (Vol 1)

E. M. Delafield

Diario de una dama de provincias

Philip K. Dick

Los tres estigmas de Palmer Eldritch

Ubik

Charles Dickens

Doctor Marigold

Joël Dicker

La verdad sobre el caso Harry Quebert

Assia Djebar

Lejos de Medina

Margaret Drabble

La piedra de moler

Friedrich Dürrenmatt

La promesa

Gillian Flynn

Perdida

John Fowles

La mujer del teniente francés

Matt Fraction

Ojo de halcón 1

Brian Friel

Translations (inglés)

William Gaddis

Gótico Carpintero

Ágape se paga

Jota Erre

Stella Gibbons

La segunda vida de Viola Wither

William Golding

El señor de las moscas

David S. Goyer

JSA Vol 2: Darkness Falls (inglés)

JSA Vol 3: The return of Hawkman (inglés)

Charles Homer Haskins

El renacimiento del siglo XII

George V. Higgins

La rata en llamas

Chester Himes

Algodón en Harlem

Harry Houdini

Cómo hacer bien el mal

Ted Hughes

Cartas de cumpleaños (inglés)

Shaun Hutson

Slugs

Jorge Ibargüengoitia

Los relámpagos de agosto

Rabee Jaber

Los drusos de Belgrado

Shirley Jackson

La maldición de Hill House

Elizabeth Jenkins

Harriet

Lidio Nieto Jiménez

Páginas amarillas

Geoff Johns

JSA, Vol 4: Fair Play (inglés)

Jane Johnson

Eidolon

Peter Stephan Jungk

El americano perfecto

William Kennedy

La jugada maestra de Billy Phelan

Stephen King

Rabia

Joyland

Jiri Kratochvil

La promesa de Kamil Modracek

Benjamin Lacombe

Swinging Christmas

Doris Lessing

El cuaderno Dorado

Thomas Ligotti

Noctuario

Vic Logan (y otros)

¡Bang, bang, estás muerto! Vol III

Manel Loureiro

El último pasajero

Jean Patrick-Manchette

Balada de la costa oeste

Hilary Mantel

En la corte del lobo

Dacia Maraini

Bagheria

Fel Marty (y otros)

¡Bang, bang, estás muerto! Vol IV

Daphne du Maurier

El muñeco

Ed McBain

El atracador de mujeres

Cormac McCarthy

El consejero

El sunset limited

James McCLure

El cazador sordo

Ian McEwan

Atonement (inglés)

Amsterdam

Todd McEwen

Boston. Sonata para violín sin cuerdas.

John Mortimer

Un paraíso inalcanzable

Slawomir Mrozek

El árbol

Alice Munro

El amor de una mujer generosa

La vida de las mujeres

Las lunas de Júpiter

Jo Nesbo

El doctor Proctor y los polvos tirapedos

El doctor Proctor y la bañera del tiempo

El muñeco de nieve.

Nele Neuhaus

Amigos hasta la muerte

Adam Nevill

Apartamento 16

Carmen del bosque Nieto

El libro de Nebal

Cees Nooteboom

Zurbarán

Mokusei/ El buda tras la empalizada

Autorretrato de otro

Cartas a Poseidón

Luz por todas partes

Así pudo ser

Cómo ser europeos

La historia siguiente

Una canción del ser y la apariencia

En las montañas de Holanda

Flann O’Brien

La saga del sagú de Slattery

Joyce Carol Oates

Mujer de barro

Sexy

Infiel. Historias de transgresión.

Okamoto Kido

Hanshichi. Un detective en el Japón de los samuráis

Margaret Oliphant

Una ciudad asediada

Greg Pak

World War Hulk

Robert B. Parker

El manuscrito Godwulf

Stephen Pastis

Desastre & Total. Agencia de detectives

Daniel Pennac

Entre moros y cristianos

Allan Pinkerton

Los forajidos del Misisipí

Harold Pinter

The dumb waiter (inglés)

Sylvia Plath

Poesía completa (inglés)

Edgar Allan Poe

Cuentos de muerte y demencia

Miedo en el cuerpo. 25 años de terror con Valdemar

Douglas Preston (y Lincoln Child)

Dos tumbas

Prince

21 Nights (inglés)

Thomas Pynchon

Bleeding edge (inglés)

James Robinson

JSA, Vol 1: Justice be done (ingles)

Javier G. Romero

Bolsilibro & Cinema Bis

James Ross

Mal dadas

Philip Roth

Goodbye Columbus

Ango Sakaguchi

En el bosque, bajo los cerezos en flor

George Saunders

Diez de diciembre

Giorgio Scerbanenco

La muñeca ciega

Francisco Serrano

Perros del desierto

Maj Sjöwall/Per Wahlöo

El asesino de policías

Los terroristas

Thorne Smith

¿Se cayó….?

Zadie Smith

White teeth (inglés)

Lemony Snicket

¿Quién será a estas horas?

Muriel Spark

El único problema

La intromisión

La plenitud de la señora Brodie

Anna Starobinets

El vivo

D. E. Stevenson

El matrimonio de la señora Buncle

Bahaa Taher

El oasis

Prince

Matt Thorne

James Thurber

La maravillosa O

Lavie Tidhar

Osama

Eloy Tizón

Técnicas de iluminación

John Tones

Nigromancia en el reformatorio femenino

Kurt Vonnegut

La cartera del cretino

David Foster Wallace

La escoba del sistema

Evelyn Waugh

Un puñado de polvo

Marc Weingarten

La banda que escribía torcido

M. A. West

El viento y la sangre

Geoffrey Willans

¡Abajo el colejio!

Cornell Woolrich

Rendez Vous en negro

Patrick deWitt

Los hermanos Sisters

Los Reyes del 2013

No todos los posts que pongo por aquí tienen que ser sesudos análisis; precisamente lo más interesante es poder alternarlos con otros más lúdico-festivos como es el caso que me ocupa hoy. Sí, este es el típico y conocido post de “alardeo” de regalos, en este caso de los “reyes magos .” Qué mejor que empezar con la foto que reúne varios de ellos:

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Aparte de zapatillas y cinturón, ejem… tenéis a la vista dos óperas de Haendel: “Rodelinda” y “Sosarme, ré di Media”, tengo que ir terminando el casi infinito número de óperas que me faltan. La música no puede faltar.

Y luego libros, cómo no, en este caso dos excepcionales opciones de ensayo histórico, que vaya, me está dando últimamente con él:

“1914. De la paz a la guerra” de Margaret McMillan es una gran edición de Turner. Todo lo que se puede saber sobre la primera guerra mundial en palabras de la catedrática de Oxford, uno de los primeros “tochazos” del año. Para empezar con fuerza.

“Imperios del mar” del también británico Roger Crowley, editado con mucho mimo por Ático de los libros en su increíble sello de historia. Tendremos la oportunidad de conocer el período del 1521 a 1580 en lo que ha dado en llamar la “batalla final por el Mediterráneo”.

De ambos tendréis reseñas cuando tenga un momento, llevarán su tiempo.

Los reyes son políglotas, me han traído unos libros en inglés:

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“The luminaries” de Eleanor Catton. Nada menos que la ganadora del Man Booker Prize en el año 2013. Teniendo en cuenta que Siruela ha decidido que lo va a publicar en el 2015, pues mira, casi que me lo leo antes yo por mi cuenta.

“Maddaddam” de Margaret Atwood. Nadie ha dicho si va a publicar esta obra. Ni más, ni menos. Lumen se supone que tiene los derechos sobre lo “nuevo” pero habida cuenta de la variedad de títulos que están sacando, ya casi tampoco los espero.

“Daddy Love” y “The museum of Dr Moses” de Joyce Carol Oates. Si sale un libro al año de la prolífica escritora norteamericana como está ocurriendo ahora y ella tiene más de cien… sinceramente, no creo que veamos muchos por aquí. Mejor adquirirlos de otras maneras.

Los títulos en inglés son la respuesta al trabajo editorial que se está realizando en algunos casos por aquí. Una pena.

Para terminar… que no se me olvide. También ha caído esto:

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Qué majos son los Reyes, ¿verdad? ¡También les gusta James Bond!

Espero que os hayan caído muchos regalos también. Yo estoy contentísimo.

Lo que fue septiembre y parte de octubre… y el miedo!

Con el acontecimiento del Nobel he dejado pasar bastante tiempo entre el resumen de septiembre y parte del de octubre; ciertamente las mujeres con posibilidades de ganar el Nobel han sido las verdaderas protagonistas del pequeño monográfico que dediqué; pero no fueron las únicas lecturas de ese mes y medio; a continuación: ellas y el resto; la mayoría tienen post en el blog o review en goodreads que enlazo en el título:

“La mujer del teniente francés” de John Fowles: una obra maestra del postmodernismo británico, una leyenda por su juego de perspectiva y variabilidad final. Una obra asentada en una base clásica, prácticamente decimonónica y que, sin embargo, al desarrollarla subvierte la propia narración. Una obra imperecedera.

“El Loro de Flaubert” de Julian Barnes: Barnes es tan variado que puedes encontrar todo tipo de temáticas; en esta curiosa obra ficción y realidad se juntan en la figura del escritor francés Flaubert y lo realiza con tal maestría que me abruma.

“Un puñado de polvo” de Evelyn Waugh: poco se conoce a este autor británico más allá de su “Brideshead”, mal hecho; este novelón sorprende en todo momento, qué humor más negro que tenía el puñetero.

“Resurgir” de Margaret Atwood: Atwood fue gran protagonista del monográfico, esta novela supuso en mi caso un descubrimiento por lo diferente de sus propuestas habituales.

“El cadáver” de Preston y Child: segundo libro de la saga de Gideon Crew, siguen sin ofrecer algo diferenciador, no acaban de despegar.

“Un día es un día” de Margaret Atwood: buena manera de relanzar la obra de la canadiense, sobre todo si goza de continuidad, lo que está por ver ahora por el tema Munro… en fin.

“El señor de las moscas” de William Golding: obra de una inusitada violencia, potentísima, de poderosas e inolvidables imágenes y con multiplicidad de interpretaciones. Genial, qué arriesgado era el británico.

“Fantasmas Vs Extraterrestres” de Javier Avilés: el creador de uno de esos blogs que hay que seguir “El lamento de Portnoy” compuso un relato libre y estimulante. Un buen ejemplo de narrativa breve.

“JSA Justice Be Done” de James Robinson: primero de los volúmenes de la JSA que se relanzó hace algunos años, revisitación de cómics en inglés que iré haciendo.

“La vida de las mujeres” de Alice Munro: la única novela de Munro o un ciclo de relatos cortos de formación de la protagonista y una declaración de principios de la escritora en sus comienzos. Imprescindible para entender su evolución estilística.

“La maravillosa O” de James Thurber: fábula para niños y adutos que, a pesar de su brevedad, se convierte en una delicia.

“JSA Darkness Falls” de Geoff Johns: Segundo de los volúmenes que comentaba, buena historia, a pesar de la irregularidad.

“Las Lunas de Júpiter” de Alice Munro: una de esas recopilaciones fantásticas de relatos que han supuesto los méritos para que gane el Nobel.

“Bagheria” de Dacia Maraini: una espléndida manera de descubrir la prosa de una de las escritoras italianas más importantes, si no es la que más.

“Zoo City” de Lauren Beukes: la sudafricana es un valor seguro de diversión; escribe maravillosamente y resiste cualquier categorización; esperemos que esta obra la podamos ver traducida en breve.

“La rata en llamas” de George V. Higgins: siempre hace lo mismo, pero lo hace tan bien que se lo podemos perdonar. Higgins es un maestro de los diálogos y del humor.

“El amor de una mujer generosa” de Alice Munro: solo el excelso relato homónimo merece el esfuerzo de leerla al completo.

“Las luminosas” de Lauren Beukes: un asesino en serie que viaja en el tiempo, ¿qué mejor premisa se puede uno encontrar? Y más con ese desarrollo, acción desenfrenada y caracterización. Imprescindible.

“JSA The return of Hawkman” de Geoff Johns: por recopilaciones como esta vale la pena leer esta etapa.

“JSA Fair Play” de Geoff Johns: la innegable relajación ante nuevos retos.

“Sexy” de Joyce Carol Oates: hasta en los relatos para adolescentes  sabe lo que se hace,

“Infiel. Historias de Transgresión” de Joyce Carol Oates: una obra maestra de la transgresión de la subversión de todo lo establecido. Hacía tiempo que un cuento no me causaba esta impresión. Aquí lo hacen varios. Brutal.

“El libro de Nebal” de Carmen del Bosque: un buen relato infantil con ilustraciones a juego, en la fiel tradición de los grandes, no hay innovación pero hay buen hacer.

“Lejos de Medina” de Assia Djebar: muy buena aproximación a la prosa de la argelina, relato fundado en una base histórica y que sirve para reescribir la historia de las mujeres en el Islam.

“El viento en la sangre” de M.A. West: novela muy pulp del recuperado escritor norteamericano, Navona Negra quiere dejar huella en el género.

Cierto, han sido unos pocos.

De las compras del mes que os pongo a continuación:

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Caerá alguno seguro, y más los relacionados con el género del Terror; en efecto, aprovechando la proximidad de Halloween realizaré un pequeño monográfico en noviembre con varias novelas de terror. Espero que os guste. Habrá variedad. No todo puede ser King, aunque estará presente por supuesto.

Y con esto finalizo el resumen, en otro mes y medio nos vemos en esta sección habitual.

¡Buenas lecturas!